Conocí a Jorge Lorca, perdón, conocí a mi amigo Jorge
Lorca cuando yo contaba con la tierna edad de 18 años, cuando entré en 1994 a
la estudiar Filosofía en la UMCE. En
esas instancias fuimos compañeros de carrera, ambos “mechones” (principiantes)
y de inmediato nos hicimos amigos; y es que el Master (como se hacía llamar en
aquel entonces), me cayó bien de inmediato y teníamos muchos temas en
común. Él es una de las personas que
llegaron a mi existencia en lo que llamo mi Edad Dorada y por lo mismo es alguien
significativo en ella. Por razones del
destino, caminos que se bifurcan por un tiempo, estuvimos sin saber el uno del
otro o sin vernos durante dos décadas; no obstante, siempre lo recordé con
cariño y agradecimiento por su linda amistad conmigo.
En enero de este año, encontrándome de
vacaciones en Viña, me dio una linda sorpresa: se consiguió mi número de
“guasá” y me escribió. De ese modo retomamos
nuestra relación y fue como si no hubiese transcurrido ese paréntesis, al
contrario, se reforzó nuestra fraternidad, ahora ya menos cabrochicos, más
capaces de apreciar la presencia del otro y, de seguro, más interesantes.
Por otro
lado, me reencontré con una persona que se había convertido en alguien muy
valioso, tanto personal como profesionalmente, puesto que había logrado tener
una importante carrera como docente de su área (yo mismo me había cambiado de
Filosofía a Castellano, pero en la misma universidad; por eso mismo seguí
juntándome con el Master, mientras seguí mis estudios allí).
Entre los
logros de mi amigo, se encontraba nada menos que poseía varios libros
publicados y pronto estaba por sacar otro; fue así que tuve el gusto de ir al
lanzamiento del último hasta ahora, el que compré y me leí pocos días después
de tenerlo en mis manos. Los Filósofos Cínicos fue un texto bastante diferente a lo que acostumbro a
dedicarle mi tiempo y, pese a todo, tenía muchas conexiones con los temas que
me interesan. Le dediqué un post, como
no, y ahora les comparto esta entrevista exclusiva a mi cumpa Jorge “Master”
Lorca:
1. Preséntate
en 10 líneas.
Mi nombre es Jorge Rodrigo Lorca
Leiva, tengo 49 años y soy Profesor de Filosofía, Escritor,
Ensayista, Investigador, Crítico Visual, Curador, Coordinador Editorial,
Corrector de Estilo, Scout Literario, Esteta y Director de la Fundación
Gente de la Calle. Poseo el grado de Doctor en Filosofía y Estética por la
Universidad de Chile, además de Licenciado en Educación y Profesor de Filosofía
por la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE). Tengo un
postítulo en Estética y Filosofía por la Pontificia Universidad Católica de
Chile, donde también he trabajado como docente para el Instituto de Estética.
He impartido clases en diversas universidades del país y he participado, a su vez,
como mediador artístico para el Museo de Arte Contemporáneo (MAC) de la
Universidad de Chile y como curador en importantes galerías y espacios
nacionales de difusión de la cultura y las artes (Corporación Cultural de las
Condes y el Centro Cultural Estación Mapocho).
2. ¿De qué van tus otros libros?
Mis libros
abordan básicamente todos aquellos intereses filosóficos, artísticos y
literarios que he venido desarrollando a lo largo de estos últimos veinticinco
años, los cuales van desde la estética, la filosofía política, la ética, las
artes visuales, la literatura y la poesía. Los dos primeros libros: La
Exención: estéticas del extremo del año 2013 y Mirar a la Pared del 2019 se centran, principalmente, en el
problema del arte contemporáneo y sus límites formales, como objeto de
reflexión filosófica y conceptual. El siguiente libro: Epílogo a la
Postdictadura del año 2019, se centró en la reflexión sobre el
acontecimiento de la revuelta o estallido social del año 2019. El libro Postdictum:
la emergencia constituyente del 2021, continúa el trabajo de reflexión
política y ética del libro anterior, pero como anhelo y planificación de una
sociedad más justa y equitativa. A continuación, viene quizás el libro más
importante para mí, porque dicho proyecto editorial fue el resultado de un
amplio trabajo de investigación que comenzó el año 2011 y finalizó el 2018,
cuyo título es La Risa de los Cínicos; variaciones en torno a la figuración
estética del cinismo (2021). Este libro contó con el patrocinio de la
Comisión Nacional de Ciencia y Tecnología (CONICYT) del Estado de Chile y se
basa en mi trabajo de tesis doctoral en la Universidad de Chile.
3. ¿Cómo fue la gestación de tu último trabajo y/o
libro publicado?
En realidad,
este último libro, Los Filósofos Cínicos: un modo particular de sabiduría
antigua 2023, corresponde a un texto anterior a la Risa de los Cínicos.
Este último libro lo escribí por allá el año 2015, para un concurso del
Ministerio de Cultura, con el que me adjudiqué el premio categoría: Creación
Ensayo, por el Consejo Nacional de Cultura y las Artes, Convocatoria 2016.
Después de ese premio, el texto quedó hibernando en mi computadora hasta el año
pasado, cuando mis amigos de Ediciones A89, un proyecto editorial independiente
de la ciudad de Valdivia, comandando por Jorge Retamal Hidalgo y Juan Gianelli,
me pidieron que lo rescatara y lo presentara como proyecto para hacer un libro
en la modalidad Fondo de Libro y la Lectura, Fomento a la Industria, Apoyo a
Ediciones, Fondo Único, donde pudimos adjudicarnos nuevamente los fondos para
diagramarlo, editarlo y finalmente imprimirlo, pero en estricto rigor y en
términos cronológicos este es un libro que antecede a la Risa de los Cínicos
o contiene en ciernes su primera prefiguración.
4. Este es tu segundo libro sobre los filósofos
cínicos… ¿Por qué razón los retomaste?
No, este no
es mi segundo libro sobre los filósofos cínicos, en realidad es el tercero, el
primero es un capítulo que escribí para el libro La Exención: estéticas del
extremo (2013) para la editorial Ándros de la Facultad de Artes de la
Universidad de Chile, donde redacté un breve ensayo titulado: “Del imaginario
cínico, su bestiario y la potestad soberana”. Como te decía más arriba, luego
escribí, el 2015, el ensayo que dio pie a este libro, y, finalmente, La Risa
de los Cínicos; variaciones en torno a la figuración estética del cinismo,
que vio la luz el año 2021, en plena pandemia. Ahora estamos preparando otro
capítulo para un libro dedicado a la filosofía helenística titulado “Consideraciones
Estéticas sobre Cinismo Antiguo. Una Apelación a la Naturaleza como Resistencia
al Esencialismo Platónico”, que será publicado por el sello editorial de la
Universidad Central de Ecuador, Fundación Filosófica y la
Friedrich-Schiller-Universität Jena, Institut für Philosophie, de Alemania, el
próximo año.
5. ¿Qué papel cumple la enseñanza de la Filosofía hoy
en día entre los jóvenes?
Lamentablemente,
en el curriculum formal del día de hoy, tanto a nivel escolar como
universatario, la filosofía ha ido perdiendo cada vez mayor terreno y vigencia.
Por mi experiencia personal como docente, soy testigo de que cada generación
nueva que hace ingreso a la universidad, sobre todo después de la pandemia,
viene con un desconocimiento casi total de la disciplina, una brecha difícil de
remontar. Pero también debo reconocer, que una vez que los jóvenes toman
contacto con la disciplina, al menos en la experiencia que me toca a mí vivir,
reconocen el valor y la actualidad del pensamiento filosófico en nuestros días,
sobre todo cuando descubren a autoras y autores que trabajan problemas muy
actuales, como el pensamiento ecológico, las teorías de género, el poder, la
tecnología y por supuesto, el valor de la crítica estética en un mundo
atravesado por el fetichismo de la imagen.
6. ¿Te consideras un FILÓSOFO?
Esa palabra
no me acomoda mucho en realidad, porque me siento más un escritor y difusor de
ideas, conceptos y cruces más que cualquier otra cosa. Me considero una especie
de “activista de la filosofía” más que filósofo, un aprendiz de la filosofía o
un esteta del materialismo y la contingencia si se quiere. Creo que todos los
filósofos que admiro rompen con la idea tradicional de filósofo, como
Nietzsche, Diderot, Sade, Arendt o los libertinos del siglo XVIII, por nombrar
algunos. Es una palabra que tiene una enorme tradición cultural acuestas, por
lo que es difícil apropiársela tan sueltamente de cuerpo. Prefiero comprender
mi actividad investigativa y de docencia como el escrutinio de la conformación
de la subjetividad en el estadio actual del capitalismo radical en que vivimos
y los cambios culturales que portan las dinámicas sociopolíticas y económicas
en la esfera global, frente a la estetización de las mercancías y las
relaciones culturales.
7. Si pudieses conocer a un filósofo de antaño… ¿A
quién sería y por qué?
Dicen que
es mejor no conocer a los ídolos, porque tienden a “mostrar la hilacha” o a
decepcionarte, pero sin duda que me habría encantado conocer a todos esos
superhéroes de la filosofía griega, no sólo a Diógenes, sino también a Tales,
Heráclito, Demócrito, Epicuro, Pitágoras, Anaxágoras, Crates, Anaximandro y a
los sofistas, que deben haber sido tipos muy alucinantes. Pero me considero
afortunado de haber podido conocer, en persona, a varios de los filósofos
chilenos más importantes del último tiempo, que me han marcado durante mis años
de estudio y luego como docente: al profesor Humberto Giannini, a don Gastón
Soublette, a Pablo Oyarzún, entre otros. Creo que la posibilidad de conocer a
un filósofo y tener la oportunidad de apreciar cómo piensa y trabaja en persona
es una experiencia muy reveladora y enriquecedora. Por ejemplo, tuve la
oportunidad de ser alumno también de Judith Butler, Jacques Rancière y de Adela
Cortina, lo cual ha sido una grandiosa experiencia formativa.
8. ¿Algunas intenciones de dedicarte a la escritura
creativa también? (poesía, narrativa, etc.)
Tengo un
libro de poesía titulado Los Progresos de la Muerte en imprenta ahora,
que lo hemos proyectado con la editorial para el próximo año. La poesía es mi
primer amor, un amor que conocí en mi adolescencia y que nunca lo he podido
abandonar. Pero es una escritura menos sistemática, donde gran parte de los
poemas los he perdido, porque los regalo o van quedando relegados en
computadores viejos que se estropean y después no puedo recuperar. También he
estado trabajando en algunos talleres de escritura con gente de distintos
lugares de iberoamerica, desde el espacio de la narrativa más experimental,
donde también está la intención de publicar un libro con los resultados de las
lecturas y correcciones que vamos haciendo. Me gusta mucho el espacio de la
estética, porque también me obliga a escribir en otros soportes y para un
público diferente al académico, tanto como mediador o como curador de arte. Me
gustaría mucho poder también escribir alguna vez una novela. Lo he intentado en
el pasado, pero he abandonado esos proyectos.
9. ¿Por qué la gente (común) debería leer este libro?
Porque es
un libro que permite acercarse a la experiencia de la filosofía desde una vereda
muy diferente a la que estamos acostumbrados. La filosofía cínica está
compuesta por una tropa de filósofos ágrafos bastante irreverentes y que ocupan
el humor como un dispositivo desnaturalizador de las costumbres y los usos a
los cuales estamos acostumbrados como seres sociales. Porque en sus páginas van
a descubrir una forma diferente de hacer filosofía, porque los filósofos
cínicos no son académicos o profesores aburridos dictando clases, sino que son
sujetos que “viven” la filosofia como un “estilo de vida” y restauran la
filosofía al lugar al cual pertenece, la calle y la reflexión-acción en la
contingencia. Es un libro que tiene un punto de vista muy diferente sobre la
labor del filósofo en la raigambre de lo social.
10. Los libros para un autor son como sus hijos…
¿Tienes alguno predilecto?
Los que
están por venir. Amo mucho mi trabajo y la posibilidad de poder darlo a conocer
a través de mis libros, pero siempre pienso que lo mejor está por venir. Siento
que cada vez he podido ir mejorando mi estilo de escritura y la forma en que
voy transmitiendo mis ideas, y eso me encanta. Ahora estoy terminando un libro
sobre los filósofos libertinos, que está muy entretenido y me gusta mucho la
forma que ha ido tomando, pero tengo otro libro listo también sobre Epicuro que
he venido preparando desde hace mucho tiempo. Cada libro ocupa un lugar muy
importante en mi historia personal, pero si me obligas a darte un nombre, creo
que La Risa de los Cínicos es hasta ahora el trabajo que más dolor y
alegrías me ha dado y por el que me siento más orgulloso.
11. ¿Proyectos a futuro respecto a un próximo libro?
Como te
decía, tengo varios proyectos editoriales en carpeta, los que están más próximos
a ver la luz (2024) son, por lo pronto, mi libro de poemas Los Progresos de
la Muerte, que ya está en la imprenta; el libro sobre Filosofía
Helenística se encuentra en revisión en Ecuador; y Los filósofos
libertinos quiero terminarlo durante el verano.
12. ¿Unas cuantas palabras finales?
Solamente agradecerte
por el espacio de difusión y recordar a los interesados que el libro lo pueden
adquirir al precio de $6.000 pesos en la página de la librería www.a89.cl o en librería Aspasia, Barrio Italia #1449, segundo
piso, Providencia.