viernes, 25 de febrero de 2022

El costo de los sueños.


    Luego del éxito indiscutido de la (primera) trilogía de Dune, su autor presionado por la industria y sus miles (¿O millones?) de seguidores, a comienzos de los ochenta se vio obligado/motivado a continuar con la epopeya de la familia de los Atreides.  Fue así que en 1981 apareció Dios Emperador de Dune, continuación directa de la novela predecesora, Hijos de Dune, si bien entre esta última y la que hoy nos reúne han pasado nada menos que tres mil años dentro del tiempo ficticio... ¿Entonces por qué es, sin dudas, una secuela inmediata del texto anterior? La respuesta es sencilla, si bien todo lo que ocurre en sus páginas es demasiado complejo, como lo ya apreciado en los otros libros: su personaje principal es nada menos que Leto II, el mismo chico que vimos en el volumen anterior y que incluso superó a su propio padre en materia de poderes.
    Debemos recordar que el vástago masculino de Muad' Dib, al final de la entrega anterior se volvió un ser de un increíble poder y es así como ahora nos reencontramos con este transformado en un ser monstruoso, único en su especie y quien ostenta el título que le da el nombre al libro.  Con un control férreo sobre todo el Imperio, vive en soledad pese a estar rodeado de sus devotas Habladoras Pez (dentro de lo mejorcito de este volumen) y de una especie de mayordomo-secretario-primer ministro, con el que se entrevista seguido y con quien mantiene una relación estrecha, aunque nunca (debido a su condición) logra tener un igual y, por lo mismo, conseguir algo de felicidad (o, mejor aún, paz).  Sin embargo, sí hay alguien con quien hasta el momento e incluso durante milenios, mantiene un lazo afectivo que lo acerca a su pasado y humanidad perdidas: nada menos que Duncan Idaho, el fiel amigo y servidor de su familia, que ha sido una y otra vez clonado (lo que aquí llaman Ghola) para que esté a su lado; pero el nuevo de esta estirpe que ha llegado para estar con él, resultará alguien que ayudará a remecer el estatus quo por completo, siendo fundamental en la crisis que se está gestando.
     No puede haber novela de Dune sin complot y en este caso estamos con una que implica bastante tensión al respecto; aunque también se introduce un elemento, no antes abordado de manera tan romántica y trágica dentro de estas obras: una historia de amor... Y es que hasta los corazones más duros caen frente a la necesidad de este sentimiento y a la soledad, giro argumental que termina humanizándonos como nunca, a cualquier otro Atreides conocido hasta ahora.



    Cabe mencionar que mucho de lo que sucede en el transcurso de la presente novela, es debido al empecinamiento con el cual Leto II, mantiene su idea de hacer todo por la llamada Senda de Oro; he aquí un detalle que no se nos puede escapar, si en verdad nos interesa apreciar este texto más allá del placer estético y gozar con una buena historia entre las manos: ¿Hasta dónde se justifican todos los sacrificios- vidas humanas incluidas- para que un líder se la juegue por llevar a cabo sus ideales, doctrina y gobierno supuestamente por un bien común?  Sabemos que el Dios Emperador, amado, odiado y temido por igual entre sus súbditos, quiere lo mejor para la humanidad y por lo mismo está siguiendo un plan de milenios de duración; sin embargo, a nuestra "mortal" vista, no se justifican todas las atrocidades que comete.  Las cruzadas, guerras santas y conflictos armados (como el que ahora misma nos asola, ante la invasión de Rusia a Ucrania), no podemos validarlas por ser "un mal necesario" y la supuesta superioridad moral de quiénes las llevan a cabo; por lo mismo, alguien como Leto II ni siquiera llega a ser un antihéroe.  No obstante, pese a todo, podemos llegar a sentir algo de simpatía por este último, tal como nos pasó antes por su desgraciada familia, tan ligada al poder y aun así siempre destinados a la infelicidad.
    Política y religión no dejan de ser tópicos recurrente en este ciclo literario, donde también el sexo, la educación y el comercio son elementos abordados con creatividad y ojo crítico por parte de Herbert.  Teniendo en cuenta todo esto y mucho más que se me puede escapar a mi pobre capacidad, es que cabe destacar el papel que toman dentro de la trama los ixianos (de Ix), quienes por fin son profundizados (hasta cierto punto) en un libro de la saga y eso que desde la primera entrega que sabíamos de ellos.  Asimismo, acá vemos a las Bene Gesserit bajo otro carisma, uno bastante humilde y hasta heroico, de modo que quienes antes fuesen consideradas como enemigas, esta vez han adquirido rasgos positivos.
    Respecto a los Fremen, acá los volvemos a encontrar, pero ya no bajo la gloria orgullosa, sino que convertidos en sombras tristes de lo que fueron (verdaderas "piezas de museo").  Solo el encuentro con quien puede traerles la memoria el pasado, puede llegar a conectarlos con ese desierto que los hizo grandes; y es que el mismo planeta de Dune, ya no es lo que otrora fue, de modo que queda claro una vez más el viejo adagio que dice:
 
                                                        "Ten cuidado con lo que deseas".
 
    Entre los personajes nuevos que aparecen, destacan dos femeninos y que dan testimonio junto a las mentadas Habladoras Pez y las archiconocidas Bene Gesserit, de la importancia que le otorga al género femenino el autor, siempre destacando la impronta de la mujer en los grandes cambios sociales y en la vida cotidiana.  Es así que primero conocemos a Siona , una líder rebelde que desea derrocar al "tirano" y para la cual el mismo Leto II tiene planes insospechados; cabe mencionar que la obligatoria cercanía, que luego se produce entre ambos rivales y que implica una emotiva tregua entre ambos, nos entrega un precioso pasaje dentro de la lectura; una mujer inteligente y rencorosa, nos depara varias sorpresas con su actitud desafiante. En contraposición a la anterior, tenemos a Hwi, quien es la nueva embajadora de los tecnócratas de Ix.  Hermosa y sensible, su llegada a Rakis (así se llama ahora la cuna de la preciada Melange) desencadenará una serie de eventos, que ni el propio Dios Emperador sabrá evitar.
    Como ya es un sello característico en la saga de Dune, al principio de cada capítulo encontramos fragmentos de libros, que se supone son antiquísimos y en este caso se trata en su mayoría de los mismos diarios personales de Leto II.  De este modo, lo que en sus líneas aparece, tal como en las otras entregas de la serie literaria, nos adelantan en parte lo que sucederá en el capítulo que antecede, así como nos permite conocer de una manera más íntima a Leto II, ya que están narrados en primera persona.
    La presente edición que su servidor posee hace casi dos décadas, aunque recién leí, viene como portada con un fotograma de la película de David Lynch sobre el primer libro de la serie y lo gracioso es que escogieron nada menos que a Shaddam IV, de la Casa Corrino, para representar al Dios Emperador... ¡Nada que ver! Ambos MUY distintos entre sí. Debo admitir que encuentro de mal gusto esa decisión, de en vez de ocupar una bella ilustración, tratar de sacarle partido a lo que conocía el público con tales imágenes (¡Y tengo 3 con tales aberraciones de portadas! Pues compré hace años estos tomos, que recién revisito o a partir de la entrega que hoy nos reúne, por fin dedicarles mi tiempo).  Por otro lado, esta humilde edición de bolsillo viene con una muy interesante introducción de Domingo Santos, valioso escritor de ciencia ficción español y erudito del tema, quien tradujo por primera vez a nuestra lengua varios de los libros de Dune, aunque increíblemente no se encargó de este otro; como siempre, resulta un placer encontrarse con sus acertadas ideas y en especial para una obra como esta.
    Para terminar, me atrevo a decir que independientemente de todas las virtudes de este volumen, sin dudas que me parece más lento y débil que los anteriores ¿Por qué razones? Puesto que tarda en ponerse más emocionante, a diferencia de los otros que de inmediato tienen acción y presentan personajes memorables; y es que en muchos aspectos esta obra es muy cerebral, ya que profundiza mucho en los conflictos personales de Leto II y solo cuando la narración se detiene en alguien como Duncan, se hace más activa.  Aun así, lo que aquí sucede es de vital importancia, para lo que vendrá en las próximas entregas (que todavía no leo, claro).

domingo, 20 de febrero de 2022

Post número 900

 

Palabras iniciales.
 
    Debería haber llegado a este número de posts (o entradas), en diciembre del año pasado a más tardar; pero al haber vuelto al trabajo de manera presencial a fines de septiembre y luego retomar el gym de forma bien intensa, el tiempo libre se me acortó e incluso no volví a leer tanto como yo esperaba, porque ahora me iba con unos colegas a la pega en el auto de uno de ellos y este mismo luego me iba a dejar a la casa o incluso me llevaba hasta mi lugar de entrenamiento (claro que yo le pasaba plata por ello y por razones obvias, nos íbamos conversando buena parte de los trayectos, así que por todo eso ya no leí tanto).  Es así que estas palabras las inicio cuando aún estoy en la playa, en Viña del Mar precisamente y me queda solo una última de vacaciones de verano de 2022, antes de volver al colegio (que se supone ya sin devolvernos a cuarentena para la casa y encerrados por tiempo indeterminado, ojalá); ignoro si terminaré este texto acá en la Quinta Región o será durante el trayecto al hogar.
    Buscando el tema ideal, para celebrar la llegada a este número de textos en mi  página (aunque hace rato que pasó la Edad Dorada de los Blogs y apenas me leen, mucho menos me comentan y lo último, por lo general las mismas buenas personas de siempre, que están a kilómetros de mí... ¡ Y para qué hablar de "mi gente", que prefieren leer y divulgar en sus redes sociales a huevones que ni conocen!), me di cuenta con facilidad que nada era mejor que inspirarme en mi escritor favorito: Stephen King.  Y eso es retomar una serie de posts que comencé el año pasado y que me ha hecho muy feliz; además, así aprovecho de dedicarle tiempo de una vez a mi película de terror favorita...
 
Películas olvidadas sobre obras de Stephen King y que merecen ser redescubiertas 7: La Mitad Siniestra.
 
1. El libro.
 
    De 1989 data una de las novelas más violentas de Stephen King, The Dark Half, traducida a nuestra lengua como La Mitad Siniestra y La Mitad Oscura.  Se trata de una obra de terror sobrenatural perteneciente al "ciclo de Castle Rock", o sea, que está ambientada en la famosa ciudad creada por este autor (que hasta serie de televisión tuvo).
    Como es costumbre en el Tío Steve, acá tenemos un texto lleno de referencias literarias a los grandes clásicos que tanto admira: Es así, que buena parte del argumento es una reinterpretación del tema del doppelganger, o sea, del doble maligno de alguien y que encarna lo peor de nosotros mismos; de aquello que reprimimos y que a veces hasta negamos de nuestra persona (por culpa de la moral, la vergüenza o simplemente por razones de convivencia social).  Por lo tanto, es evidente que en el presente caso tenemos un claro homenaje a El Extraño Caso del Doctor Jeckyll y Mr. Hyde de Robert Louis Stevenson, aunque sin un "mad doctor" entre medio, pero sí volviendo a usar a la figura del artista (escritor, por supuesto) y como el protagonista de este drama, en medio del juego de la guerra entre el bien y el mal.  Por otro lado, el llamado Rey del Terror vuelve a inspirarse en su maestro Lovecraft, al utilizar dentro de la historia un ominoso detalle, que nos recuerda al "Soñador de Providence".
    La historia trata sobre el escritor "serio", o sea, de mainstream, que para ganar más dinero y de paso dar rienda suelta a su gusto por las narraciones más viscerales (por llamarlas de una forma más "artística"), ha publicado una serie de novelas que tienen de protagonista a un sádico asesino y ello lo hace usando pseudónimo.  Cuando es chantajeado por un asiduo lector suyo (un peligroso fanático suyo, quizás, como la antagonista de Misery y el desquiciado de La Historia de Lisey), quien le exige dinero a cambio de guardar su secreto, una serie de eventos horrorosos comenzarán a desarrollarse en torno a él y a los suyos.  Solo aceptar la existencia de lo oculto, con sus propias reglas, podrá darle una oportunidad a Ted y a su familia, para librarse de una parte de su pasado y que ha vuelto para arrebatarle todo lo que posee.
    En este título hace su debut el heroico sheriff Alan Pangborn, sucesor del fallecido (en atroces circunstancias) George Bannerman (el mismo de La Zona Muerta y Cujo) y el que regresaría más potenciado aún en la supuesta ultima novela de Castle Rock: Needful Things (por acá traducida como La Tienda de los Deseos Malignos o simplemente La Tienda) y quien viene a ser uno de los personajes principales de esta obra.  No olvidemos que en la literatura kingniana, es habitual encontrar representantes de la ley humana, símbolos del orden y protectores frente al caos que significa la intrusión del mal.
    Como en otras narraciones de mi autor predilecto, este se sirve de su propia experiencia personal para escribir sus relatos.  La anterior afirmación, ya que el propio King publicó antes de esta novela 5 libros con pseudónimo (Richard Bachman) y luego fue amenazado por un lector de revelar su identidad, si no le pagaba una cuantiosa suma; al final King reconoció por su cuenta, que él había escrito dichos trabajos.

 
 
2. El filme.
 
    Era obvio que alguien como Stephen King, iba a sentir admiración por su "colega de horrores" George Romero y es así que en algún momento sus destinos se cruzarían, haciéndose muy buenos amigos y colaboradores.  Es más, el Tío Steve le dedicó al cineasta su novela Christine, una de sus novelas de terror más famosas.  Luego, como no, ambos artistas se unieron y nos regalaron en 1982 una de las más destacadas cintas de miedo de la década: Creepshow, el tributo de ambos a los cómics del género de la desaparecida editorial EC, que ambos crecieron leyendo.  En la película recién mencionada, el escritor se encargó del guión, tomando de base uno de sus cuentos y el resto de las historias correspondientes a ideas originales suyas, con Romero detrás de las cámaras; luego en 1987 vino Creepshow 2, que adaptó otro texto breve del Tío Steve y el resto armado con segmentos escritos por Romero, quien le pasó la dirección a un conocido suyo; con posterioridad en 1990, el padre de los "zombies de ciencia ficción", adaptó otro escrito de su amigo para incorporar al también largometraje antológico de terror Tales From the Darkside (Cuentos del Lado Oscuro, para el segmento El Gato del Infierno).
    Teniendo en cuenta esta estrecha fraternidad y tan fructuosa asociación, era de esperar que en un futuro cercano el gran Romero adaptara para la pantalla grande alguna obra de King, ojalá una novela suya, algo que llevaba pendiente desde hace rato.  Así fue cómo en 1990 el cineasta realizó la adaptación de La Mitad Siniestra.  Amparado por una productora de la talla de Orion, la cual había realizado grandes producciones premiadas y exitosas en los ochenta, se esperaba todo fuese un triunfo; además, contaban en el protagónico con un actor de la talla de Timothy Hutton, por entonces con una prometedora carrera.  Sin embargo, Orion se fue a la bancarrota y la cinta estuvo guardada durante 3 años, pudiendo entrenarse recién en 1993.  Pese a ser una gran adaptación de King, hecha por razones obvias con mucho amor al material adicional y con tremendas actuaciones, que fueron apoyadas por un estupendo trabajo técnico y artístico en general (la banda sonora de Christopher Young es en verdad maravillosa, qué vaya le salen a este señor estupendas las composiciones para filmes de miedo, como en Hellraiser y Species), no le fue bien en las butacas.  Por todas sus virtudes ya mencionadas y otras más, esta obra merece ser redescubierta y gozada; puesto que cuando se adentra uno en el cine de Romero, muchas veces se centra en su aporte al subgénero de zombies y olvida (o ignora) los otros que hizo, como la cinta que hoy nos reúne y otras de su autoría o participación.
     Por otro lado, debemos destacar el trabajo de Michael Rooker como el mentado sheriff Pangborn, en uno de sus primeros papeles y de quien es increíble la impronta que tiene frente a la cámara, con su voz grave y aspecto masculino (¡Y tan feo que se puso al envejecer, aunque es un tremendo actor y lejos ha logrado hacer una mejor carrera que el propio Hutton!)
     La dramatización de la violencia es gráfica, impactante y el aire sobrenatural amenazante se siente en todo momento; es aquí que el doble papel de actor principal cumple un papel fundamental.  El prólogo, una escena onírica y el clímax están dentro de lo más logrado de esta joyita, que alcanza las dos horas de duración.  Una interesante lección, queda tras ver esta versión de un libro de King y que incluso no es muy nombrado: solo el amor nos salva y en especial si se trata del de familia, algo que el propio King lo sabe en carne propia; de igual manera, se nos deja la certeza de que debemos tener la mente abierta a otras posibilidades, puesto que no siempre la ciencia conseguirá darnos las respuestas adecuadas y como dijo Hamlet en la gran tragedia homónima de Shakespeare:
 
    "Hay más cosas en la Tierra y en el Cielo, Horacio, que toda la que pueda soñar tu filosofía".


3. Palabras finales.
 
    La película que hoy nos ha reunido, no es la la única adaptación de la novela del Tío Steve, puesto que antes de ser llevado a cabo esta... ¡Se hizo un videojuego! Claro que estamos hablando de un producto cuya estética y tecnología, hace mucho que quedó obsoleta, si bien se trata de toda una curiosidad.
    Asimismo, no puedo dejar de contarles que la cinta de Romero es muy querida por mí, porque supe de su existencia gracias a la fenecida versión española de Fangoria, primera época, cuando yo era aún un adolescente y escolar.  Ya había leído a King y al enterarme de qué iba el libro y saber de la producción de su película, quedé muy entusiasmado (pues siempre me gustó mucho la historia del Doctor Jeckyll y Mr. Hyde).  La revista llegaba con meses de atraso a Chilito y por entonces era 1992, cuando estaba en tercero medio; entre noviembre y diciembre del año siguiente, llegó a nuestras salas el dichoso filme.
     Yo ya estaba saliendo del colegio y al año siguiente me estaba esperando la universidad.  En aquel tiempo estrenaban las películas los viernes y costaba cerca de $ 1.000 las entradas, suma que significaba, ille tempore, que debía ahorrar para poder darme esos gustos. En esas mismas fechas, mi abuelito materno Daniel se encontraba en sus últimos días (aunque yo siempre creí que, pese a su enfermedad, le quedaba aún mucho tiempo de vida).  Como yo vivía en la misma cuadra de él y la abuelita, lo visitaba casi siempre para entretenerlo conversando con él, leyéndole o escuchando música "clásica" juntos. Un día entusiasmado y sin ánimo de manipularlo, le conté de la película que quería ir a ver; entonces el abuelito me dijo que abriera el cajón superior de un mueblecito, que había al lado de su cama; allí había dinero y de ese modo me dio lo que necesitaba para mi salida al cine.  De regreso, muy contento le conté cómo me había parecido la peli.  A los días o pocas semanas el abuelito se fue de este mundo y ya nunca pude compartir con él nuestras charlas intelectuales.  Siempre lo recuerdo con mucho cariño.
    Pude comprarme el libro como al año siguiente, en una edición de bolsillo en oferta y lo leí en vacaciones de verano del año que siguió (es decir, en 1995).  Cabe mencionar que me fascinó y creo ya es el momento de revisitarlo.
    Cuando estaba en uno de mis primeros trabajos como profesor (en un colegio que ya desapareció, pero del cual tengo casi puros lindos recuerdos), en la biblioteca (bien humilde esta, como todo el resto del establecimiento), encontré un poster gigante de La Mitad Siniestra y no había de ninguna otra cinta (la verdad es que no creo en las coincidencias).  Me lo ofrecieron para llevármelo a mi casa y decidí no aceptarlo, porque no tenía espacio donde ponerlo; luego de más de 20 años de este suceso, todavía me arrepiento.
    He visto esta peli en el cable, en VHS (original y pirata, que alguien me la grabó por ahí), la descargué en Torrent en formato DVD con audio "coño" hace casi 15 años (al final me negué a verla, con ese espantoso doblaje que es para un latinoamericano hispanoparlante como yo), luego la bajé en mejor calidad remasterizada en 720p y quedé gratamente sorprendido de la copia (no venía con subtítulos, así que se los "pegué") y estas vacaciones de verano, decidí descargar una mejor versión en 1080p, aprovechando que tengo una tele HD 4K y de 50 pulgadas (bueno, sé que hay lejos más grandes, no obstante para mí está bien). Cada vez que la veo me gusta más y espero que a más de alguien que no haya sabido de ella hasta ahora, de igual modo le sea de su agrado; ojalá si es así, vuelva a pasar por acá y me dé su opinión al respecto.


                                                                             Tráiler

martes, 15 de febrero de 2022

Pecados de Omisión XV: Edición Playera.


 
     Comencé a escribir estas líneas en casa, creo que el domingo recién pasado cuando estaba en casa (la verdad, es que mientras esperaba me entregaran la comida china que había encargado, así que estaba fuera del local respectivo “haciendo tiempo” con ello).  Hoy por fin acabo con este texto, cuando me encuentro vacacionando por fin en la playa, esta vez en Viña del Mar (zona costera que adoro) y es que algo que me gusta hacer mucho es leer echado sobre la arena, con el viento marino, el sol y el aroma del agua salada impregnando mis sentidos.  Los textos que voy a mencionar serían excelente compañía en días como estos y me han servido de inspiración para el que espero sea mi primer post de mi estadía aquí.
 
1. La Isla del Doctor Moreau.
 
    Sin proponérmelo, sino porque los poderes cósmicos, el destino o Tatita Dios lo quiso así, comencé a leer ciencia ficción con los autores de mayor renombre y entre ellos nada menos que Julio Verne y Ray Bradbury.  Pero el primero de todos en mi caso, fue nada menos que H. G. Wells, el otro padre del género (pues comparte el título junto al mencionado francés) y todo fue porque un par de hermanos que tenía de amigos en la adolescencia (y cuya fraternidad duró hasta buena parte de mi adultez), contaban en su casa con un ejemplar de La Guerra de los Mundos.  Yo me había visto varias veces la preciosa peli de los cincuenta en casa por la tele y al tener la oportunidad de leerme el libro que la inspiró, no perdí la oportunidad; lo gocé mucho y al final terminaron regalándome la preciada novela (de la llorada editorial Andrés Bello, de nacionalidad chilena y que por décadas sacó para nosotros varios títulos a bajo costo, de modo que así puede tener, leer y disfrutar nada menos que Las Crónicas de Narnia, cuando estaba en los últimos años de mi infancia).
     Mucho tiempo después de lo narrado más arriba, ya estaba haciendo clases y era principios del actual siglo XXI.  Cerca de mi casa había un "hipermercado" gigantesco llamado Carrefourt, que estaba a metros de un mall donde acostumbro a ir e incluso ahí está el gym donde entreno.  Como sucede muchas veces, al vender de todo en ese tipo de multitiendas, tenían libros a la venta y estos dentro de una enorme canasta metálica, amontonados uno sobre otros.  Estaban "a precio de huevo", por lo general en ediciones de bolsillo; de ese modo, pude comprarme hartos de Stephen King y de Mundodisco... Y ahí fue cuando apareció La Isla del Doctor Moreu, de Wells; tenía de portada el afiche de la peli de 1996, con Val Kilmer y Marlon Brando de protagonistas ¿Y por qué no llevé esa obra conmigo? Pues la tapa estaba un poco doblada y aunque "escarbé" en el montoncito, no pillé otro ejemplar.  Salvo un par de antologías de la Biblioteca de Ciencia Ficción, con la que comencé esta serie de posts, nunca me he comprado algún otro libro de tan insigne escritor.
    Su argumento siempre me ha atraído, una de las primeras narraciones sobre un "científico loco".  Por lo mismo, me encantaría poseer y leer el elseworld (historia alternativa de DC) sobre la Liga de la Justicia, que se llaman nada menos que La Isla del Doctor Moreau, ya que sus integrantes son animales antropomorfizados producto del mismísimo Moreau (es obvio que Batman es aquí un murciélago, pero ignoro qué serán Superman y Wonder Woman ¿Un león quizás el macho y la hembra un águila?)


2. La otra Isla del Doctor Moreau.
 
    La librería Contrapunto es una tienda especializada en libros de arte y a menos que me equivoque, sus dueños son los únicos en Chile que tienen los derechos de la editorial Taschen, empresa que saca preciosas ediciones sobre pintura, ilustraciones y cine, entre otros temas relacionados (durante los noventa, cuando escribía en diarios de vida, me compré ahí al menos un par de cuadernos empastados con reproducciones de pinturas famosas, para llenar sus hojas con mis vivencias y pensamientos).  Pero igual tienen textos de otras editoriales dedicadas al rubro, así como literatura en general, incluyendo cómics y artículos afines como bellos marcapáginas, plumas de escribir, etc.
    Harto he conseguido en este hermoso local, que posee otras sedes por ahí, pues todos los meses de agosto tienen grandes ofertas; así como de vez en cuando, en sus mismas dependencias instalan un "outlet" con títulos en rebaja, que da gusto revisar.  Y fue justamente en una de estas últimas circunstancias, que me encontré con más de una edición en tapa dura de novelas de ciencia ficción de la prestigiosa colección Nebulae (si es que no la primera, al menos una de las más antiguas colecciones serias de ciencia ficción literaria, en nuestra lengua de grandes autores y que también publicó por primera vez a valiosos narradores españoles como Domingo Santos, que tengo el gusto de poseer varios de esos ejemplares).  Los libros, en verdad en preciosas encuadernaciones de color negro y bellas portadas, estaban BARATOS; solo recuerdo de lo que había La Otra Isla del Doctor Moreau, escrita nada menos que por Brian Aldiss.  El autor inglés, como ya lo hizo con otros artistas compatriotas suyos (tal cual Mary Shelley y su revisitación de Frankenstein con Frankenstein Desencadenado y Bram Stoker, al escribir Drácula Desencadenado), por medio de esta novela declaró su amor al clásico del mentado Wells.  La verdad, es que no sé mucho de qué va esta reinterpretación de tan grande historia, salvo que Aldiss hizo con ella una especie de remake, puesto que nos cuenta SU versión del libro, ambientándolo en el futuro.
    Tuve un buen rato en mis manos el dichoso volumen, junto con otro del mismo narrador, cuyo nombre no recuerdo; de igual manera "había ahuachado" una novela histórica de Robert Graves (¡Sí, el mismo de Yo, Claudio), que por igual olvidé su nombre!  Entonces, ya llegando a la caja, me dije:
 
    "Pero si tengo tanto que leer y desde hace tiempo, además me falta espacio para poner eventuales nuevas compras".
 
    Y así fue cómo después de "perder un buen tiempo" en la Contrapunto, me fuí sin nada del lugar.

 
3. Las Puertas de Anubis.
 
    Tim Powers es un tremendo novelista (creo que no escribe narrativa breve), al que descubrí durante mi juventud como escolar y universitario.  Todo esto fue gracias a las preciosas colecciones en tapa dura que sacaba Martínez Roca, de literatura de ciencia ficción, fantasía y terror, las que venían además con sobrecubierta en sus variantes más lujosas (que igual tenía versiones más sencillas y accesibles al bolsillo, destinando a autores tanto a un tipo u otro, algunas veces exclusivos para un solo tipo de formato).  Echo mucho de menos ese arte tan cuidado y preciosista (estilo pulp ¿Quizás?) y la mayoría de esos escritores y títulos hoy en día se encuentran descatalogados en español, pero al menos pude comprar harto de su catálogo (aunque uno siempre quiere más y vaya que me gustaría viajar al pasado para conseguir todo lo que me faltó).  Era una época en la que Internet, Google y Wikipedia no existían, así que salvo revistas en papel que llegaban acá como Fangoria o Starlog (gracias a la desaparecida editorial española Zinco, que las publicaba en nuestra lengua y llegaban con desfase de meses sus nuevos números a nuestros kioscos), apenas se podía saber quiénes eran sus autores y qué tan recomendables podían ser (bueno, tenía uno que otro amiguito, ya en mi etapa de universitario, con los cuales intercambiar conocimientos e impresiones al respecto).
    De entre todos los autores que "sacaba" Martínez Roca, había uno que me llamaba poderosamente la atención: Tim Powers y en especial por su apellido (Poderes en español) ¿Algún truco publicitario, tal vez? Algo yo sabía de mitología egipcia, que siempre fue de mi gusto el tema y en especial no solo las creencias de este antiquísimo pueblo africano, sino que en general las de todos los pueblos originarios.  Por lo tanto, su novela llamada En las Puertas de Anubis, tenía más de una razón para interesarme y además siempre la vi solo en esos bellos tomos mencionados.  Como la plata que tenía la ocupaba en otros autores (por lo general Stephen King, je), perdí todas las oportunidades de aquel entonces para tenerlo.
    Yo era ayudante en la universidad del curso facultativo, o sea, electivo, en la universidad, sobre Ciencia Ficción (me parece que fue el primero en su tipo en hacerse a nivel universitario, que además llevaba nota, así que influenciaba en la concentración final de calificaciones).  A lo mejor ya he contado al respecto, sin embargo, como mi memoria es frágil lo menciono aquí: estuve en el primer semestre en que se impartió, aprobándolo con nota máxima 7,0 y de ese modo me ofrecieron la ayudantía (claro que esta era ad honorem, aunque yo dichoso con ello).  Estuve como dos semestres más acompañándolo y de puro tonto abandoné mi labor.  El profesor se llamaba Juan Espinoza, muy sencillo para el erudito que era y poseía una colección enorme de joyitas que me inspiró para hacerme la mía (claro que él no tenía cómics, ni figuritas).  No recuerdo si fue el primero o segundo año en que estuve con él, cuando me invitó a asistir junto a la FILSA (Feria Internacional del Libro de Santiago, que se hace en noviembre o diciembre, si bien desde el estallido social de 2019 y ahora con dos años de pandemia, que no se realiza).  Yo alucinaba con los libros que habían como siempre, muchos de ellos en oferta, hasta que en un puesto tenían varios títulos de la citada colección... Dicen que soy muy transparente y supongo que por lo mismo, el profe Juanito se dio cuenta de cómo babeaba frente a las joyitas que tenía frente a mis ojos. 
 
     -Elige el libro que quieras- Me dijo- Yo te regalo uno.
 
     No sé qué tanto me costó decidirme y solo tengo la certeza, je, de que al final me llevé uno de Tim Powers.  No obstante, se trataba de otra de sus obras, La Fuerza de su Mirada, cuyo evocativo nombre me sedujo más y con ello su todavía más preciosa portada (que más adelante un amigo perdió, por querer cuidarla al habérsela prestado y luego no recordó dónde la había dejado).
     Hoy en día solo Gilgamesh edita en español esta novela, aunque solo llegan sus libros por ediciones especiales y más factible sería encargarlo por Buscalibre.
     Por cierto: De su argumento solo sé que trata de viajes en el tiempo. Y, por último, puedo decir que esta historia está considerada entre las 100 mejores novelas de fantasía, según el prestigioso especialista David Pringle (que hace años leí su ensayo al respecto, si bien como es típico en mí, olvidé detalles al respecto).
 
Nota: Me acabo de dar cuenta que ya conté antes mi historia con el profe Juan Espinoza y nuestro viaje a la FILSA y fue para la entrega número XIII de esta serie de posts (del año pasado no más); no obstante, como esta vez doy más datos al respecto, la voy a dejar acá.

Lectura de playa actual.


viernes, 11 de febrero de 2022

Lo menos bueno del UCM televisivo, pero igual bien…


      El año pasado Disney/Marvel nos dieron el gusto a los seguidores de la Casa de las Ideas y de sus adaptaciones cinematográficas, con unas cuantas producciones tipo miniseries (o series breves), trayéndonos de nuevo a varios de sus personajes a la pantalla, para contarnos sus aventuras posteriores a los eventos épicos de Endgame.  La verdad es que comenzaron dejando “la vara muy alta”, con WandaVision (lejos lo mejor de estos títulos); luego se fueron a un terreno más político e inesperado por parte de la compañía de Mickey Mouse, con Falcon y el Soldado de Invierno (en realidad bien buena); siguiendo luego con Loki, que preparó los cimientos para los eventos de la llamada Fase 4 (¿O será de la 5) y que pese a ser tan divertida, al menos para este humilde servidor fue hasta el momento “lo menos bueno” de esta seguidilla… Y entonces llegó a fines de año Hawkeye, centrada en el arquero marvelita, quien podría hacérsela muy difícil al guapo personaje de DC amante del color verde.  Sin embargo, este show resulta mucho menos impactante en su propuesta, respecto a los anteriores, puesto que en esta ocasión se optó por dejar de lado las amenazas de tipo cósmico o las grandes revoluciones sociales que vimos no hace mucho, pasando a una amenaza “más pequeña” o de tipo realista, lo que igual es comprensible considerando las posibilidades de un “simple mortal” como lo es el buen Clint Barton; así que para ser sinceros, los villanos a los que aquí se enfrenta este Vengador, responden al tipo de enemigos que permiten hacer verosímil su historia, así que mejor no pedirle tanto al justiciero, que ya en el pasado salvó al mundo y al universo completo más de una vez.  Por lo tanto, le podemos perdonar esta “pequeñita” guerra privada por ahora… Y es que, al tono menor de esta producción, debemos agregarle varios aspectos a destacar y valorar por sí mismos.
     Ambientada días antes de Navidad de 2021 (fue estrenada en el mes de noviembre y su último episodio, de 6, fue emitido el 22 de diciembre de ese año), posee una preciosa ambientación “pascuera”, que nos recuerda los clásicos que tanto aman los gringos y han sabido crear para nuestro gusto (el programa no deja de hacer uno que otro homenaje al respecto).  Todo comienza cuando el paternal arquero (su familia es un detalle valioso que lo diferencia de sus solitarios compañeros, si bien este elemento es propio de la versión hollywoodense, ya que en las viñetas su personalidad es por completo distinta), se encuentra con una fabulosa chica que desde su infancia lo admira, de modo que Clint se ha vuelto en muchos sentidos su modelo a seguir.  Los caminos de ambos se cruzan cuando un objeto muy preciado por el paladín, llega a manos de sujetos inescrupulosos, de modo que apoyado por la joven Kate Bishop (para mí casi lo mejor de esta obra), debe recuperarlo, a la par de que ambos se enfrentarán a un grupo de mafiosos muy singulares.
     La serie no solo nos regala la genial interpretación de algunos de los grandes personajes de estos cómics, siendo uno de ellos la mentada discípula forzada de Hawkeye (quien sí usa lo más parecido a un traje propio de estas ficciones, en casi todos los episodios), sino que también introduce a otro de sus personajes femeninos y lejos más interesante que la aspirante a justiciera: Maya López.  Se trata de una fémina sordomuda de origen nativo americana y latina, que acá resulta magníficamente encarnada y en quien resaltaron mucho más el tema de la inclusión, sin caer en forzosos intentos como la desabrida versión oriental de Elektra, para el show dedicado a Daredevil en Netflix (sin embargo… ¡No les perdono que esta acá no use una indumentaria como correspondía)!  Además, nos dieron a un grupo de maleantes de pacotilla muy graciosos y, más sobresaliente aún, nos devolvieron a un destacado antagonista, sacado nada menos que de las adaptaciones para adultos hechas por la competencia (no diré quién es, para no quitarle la sorpresa a los futuros espectadores).
     Otro aspecto por destacar viene a ser cómo los guionistas aprovecharon la cronología misma del UCM y sus personajes para crear un argumento consistente con esta y utilizaran de la mejor manera varios de sus nombres más destacados y/o interesantes.  Al respecto, la serie parte con un momento decisivo en las películas que nos introdujeron al personaje, bellamente recreado desde el punto de vista de “la gente común y corriente” y que, por otro lado, resalta el heroísmo de quienes el propio Burton representa.  Más encima, también traen de vuelta otra recreación para el cine de este panteón, alguien sacada de una película bien especial, quien con su aporte a este programa por igual consigue hacérsenos muy entrañable (por igual me guardaré su identidad, para que no me acusen de abusar de los spoilers).  Asimismo, valorable que hayan jugado con el tema de la relación entre Hawkeye y Viuda Negra, algo bastante significativo dentro de las revistas de donde vienen ambos y que las cintas han abordado de manera distinta a las viñetas, aunque aun así tratando con emotividad la cercanía de ambos.  Por otro lado, para los marvelitas con un mayor conocimiento de estas historietas, nos regalan una agradable variación de uno de sus villanos clásicos, que, aunque no se trata de alguien destacado, si viene a ser una figura relevante dentro de la evolución del propio Burton. A su vez, en el tono del buen humor que mantienen el UCM mismo, no podemos dejar de lado el gracioso musical que aparece ante nuestros ojos, que sirve tanto de autoparodia, como de homenaje a esos grandes héroes que nos ha concedido Marvel.
    ¿Qué más podemos destacar de este título? La incorporación de un grupo de secundarios muy simpático, nada menos que de “roleros”, o sea, gente dedicada a jugar disfrazada y simulando historias épicas en las que cumplen papeles preestablecidos y que se hacen valiosos amigos/aliados de los protagonistas.  De igual manera, introducen a un exquisito perro mascota tuerto, una ternurita que se roba el corazón de más de alguien. 
    ¡Y no podía faltar una estrella dentro de esta propuesta! Es así como una actriz de la talla de Vera Farmiga (de la trilogía de El Conjuro y de otras grandes producciones), quien nos realiza otra excelente interpretación suya, como un personaje que nos dará bastantes sorpresas y en especial en el grato final de esta obra.
    Cabe mencionar que la música, bastante aceptable, por cierto, corre a cargo de Christophe Beck en su tercera contribución para estas adaptaciones marvelitas, luego de sus dos bandas sonoras para sendos filmes de Ant-Man y de su labor para la olvidable cinta en solitario de Elektra (antes de que soñáramos con los blockbusters basados en cómics Marvel, a los que ya nos tiene acostumbrados Disney).  Algunas melodías, recreaciones de viejos clásicos navideños, nos ayudarán a acentuar el singular tono alegre de esta producción.
    Para terminar con esta revisión de la última miniserie/serie del año pasado, del UCM para Disney+, a la espera de lo que nos llegará esta presente temporada, cabe mencionar que, por fin, luego de tantos años, vemos al querido Hawkeye de imagen real tirando sus flechas trucadas.   Y, como no, para un ñoño de la talla de este servidor, no se le puede escapar el detalle de que mientras ocurrían los acontecimientos del presente título, era innegable que sucedían los todavía mucho más dramáticos eventos de Spider-Man: No Way Home.



Los preciosos créditos de apertura... ¡Apréndanle, desgraciados que prescinden de ellos!

martes, 8 de febrero de 2022

¡La Saga continúa!


1. Antecedentes.
 
    Nadie puede negar que, en materia de música, series de animación (gringas y japonesas especialmente), cómics y en especial cine, la década de los ochenta fue tan prodigiosa que nos dejó no solo clásicos para toda la vida, sino que verdaderos íconos entre sus títulos y personajes que se han convertido en referente para el público general, la crítica y los artistas posteriores que se inspiran en tales obras.  Ejemplos tenemos por montones y hoy no voy a ponerme a enumerar casos al respecto, que ya he escrito sobre varios de ellos en años anteriores.  Y es que toda esta introducción, me sirve solo para recordar de manera somera una serie de títulos, que es la que ha inspirado el programa que hoy comienzo a revisar con ustedes: Cobra Kai.
    En 1984 llegó a las pantallas de buena parte del mundo Karate Kid, cinta de tipo juvenil en muchos aspectos, centrada en un flacucho estudiante gringo que logra superar el bullying al que era sometido, tras llegar a una nueva ciudad, a través de su adentramiento en las artes marciales del karate.  Con personajes carismáticos, entre adolescentes y adultos, el desarrollo de estos que incluyó hasta villanos creíbles y héroes realistas, originando una serie de 3 secuelas (las dos primeras con los protagonistas, todavía en los años ochenta y la última, ya en la siguiente década, teniendo solo a uno de ellos).  Asimismo, tuvo su habitual remake realizado en 2010.
    La nostalgia por esa época de la infancia y la gloriosa juventud de muchos de nosotros nunca acaba, tal como las buenas ideas para tomarse de lo mejor de estas producciones; así fue que ya avanzado el presente siglo, apareció nada menos que en la Web una serie hecha exclusivamente por YouTube, la cual retomó los eventos de la saga cinematográfica, para contarnos ahora el presente de su otrora protagonista juvenil, junto a su primer rival, ahora convertidos en hombres maduros e insertos en vidas aparentemente diferentes y aun así por completo ligados entre sí a pesar suyo.  Más encima, al tener a varios de sus actores originales interpretando de nuevo sus viejos papeles, sumado a sólidos guiones y un excelente trabajo de dirección, el resultado fue tan exitoso que la gente de Netflix se interesó y tal como pasó con los españoles de La Casa de Papel, compró los derechos de distribución mundial e insufló más dinero para darle mayor espectacularidad a este actual éxito.  Luego, tras emitirse en un principio de manera exclusiva las dos primeras temporadas por YouTube Premiun, estas llegaron a la conocida plataforma de streaming y de ese modo filamaron dos temporadas más, habiéndose confirmado ya una quinta (todas ellas de 10 capítulos, cercanos a la media hora de duración).  Cabe mencionar que la serie es producida nada menos que por Will Smith, el famoso y querido artista afroamericano, padre del por entonces prometedor actor infantil-promesa hace rato caída en desgracia (Jaden Smith), que hizo junto a la leyenda viviente de Jackie Chan el mentado remake.


2. La serie.
 
     Con Ralph Macchio y William Zabka repitiendo los papeles que los dieron a conocer cuando eran adolescentes, junto a otros artistas “rescatados” de aquel entonces, la serie nos muestra qué ha sido de estos tras décadas alejados del karate, el uno convertido en un hombre exitoso y el otro prácticamente un don nadie, aunque ambos con el mismo potencial de ser grandes personas e influyentes en la vida de quienes los rodean (en especial para las nuevas generaciones).  El destino los hace reencontrarse y de ese modo vuelve la vieja rivalidad de sus años mozos, no obstante, las cosas han cambiado y quien antes fuera el “muchacho bueno”, se equivoca varias veces porque nadie es perfecto y de ese modo en más de una ocasión lo vemos actuar cegado por sus impulsos; mientras que el otro, que antes anduvo mucho tiempo por el sendero equivocado, comienza ya maduro su camino a la redención, para convertirse en una mejor persona y estar en paz consigo mismo y con el resto de la gente. Humanizados ambos, también poseen protagonismo sus propios hijos, una nueva generación de artistas marciales, que, junto a sus propios amigos, se convertirán en los discípulos que reavivarán de manera muy entretenida e interesante la antigua confrontación entre las disciplinas que los viejos luchadores tenían de jóvenes.
    El show nos muestra lo difícil que es en la vida real (a través de una estupenda ficción) ser alguien equilibrado, que la gente buena también mete la pata (y de manera “fea”) y que quienes consideramos malvados, en realidad llegaron a comportarse como hijos de putas porque conocieron a las personas equivocadas, razón por la cual basta que alguien te dé su apoyo positivo y te propongas superarte, para comenzar a sanar.
     Interesante cómo este título nos muestra de forma paralela el mundo de los grandes y el mundo de los adolescentes, cada uno con sus propias preocupaciones y características.  Y es que, pese a las diferencias generacionales, en suma, todos pasan por lo mismo: alegrías, penas, romances, traiciones, miedos, triunfos, derrotas y otros (elementos dramáticos muy bien abordados en los episodios).
    Las coreografías de los entrenamientos y peleas entusiasman de manera rápida al espectador, en especial a quienes crecimos con los filmes que sirvieron de inspiración a la serie.  Grandes diálogos, con bastantes referencias directas a la cultura popular ochentera y actual.  Tenemos buenas dosis de humor y de vez en cuando, más de un nudo en la garganta y una lagrimita se van a apoderar del cuerpo de algún espectador.
    Por cierto: Lo único que no le perdono, es que no posea créditos de apertura.


3. Personajes.
 
    A la fecha solo me he visto las dos primeras temporadas y el primer capítulo de la tercera, de modo que solo me referiré a aquellos que hayan salido en sus dos primeros años de emisión (que sé más adelante se incorporan otros, incluso salidos de las películas originales).  Por otro lado, prefiero darme mi tiempo para escribir estas palabras y meditar sobre lo visto, antes de seguir avanzando en esta historia que se ha ganado mi corazón y que comparto con mi sobrinito Amilcar, de 12 años, quien fue la primera persona en recomendármelo y que me insistía hace rato que deseaba verla conmigo.  Así que dedico este post a mi regalón (que igual se portó mal, al comenzar a verla antes cuando era muy pequeño como para ello, o sea, a los 10 años).
 
* Daniel LaRusso: El otrora héroe juvenil de las tres primeras cintas, ahora es el dueño de un concesionario de autos exitoso y por eso tiene una vida holgada.  Supuestamente no se le han subido los humos a la cabeza y la mayor parte del tiempo, podemos decir, conserva la humildad que lo definía en su juventud.  Marido y padre cariñoso, el reencuentro con su viejo rival de juventud lo lleva a una especie de crisis de la mediana edad, de modo que decide retomar de manera más seria el karate; satisfacciones y pesares por igual le traerá esta decisión.
 
* Johnny Lawrence: William Zabka vuelve a hacer del viejo contrincante de Daniel, ahora también vuelto un hombre mayor, aunque bien se puede decir que a diferencia del anterior ha desperdiciado su vida y es en suma un perdedor; sin embargo, un gran vuelco se da en su existencia, que lo lleva a querer dejar atrás todo lo malo y comenzar de cero.  Por todo esto y más, a quien en su momento conocimos como un delincuente juvenil, ahora lo llegamos a estimar mucho más que al propio LaRusso, puesto que su lucha consigo mismo, con sus propias debilidades como el alcoholismo, lo humanizan lo suficiente como para que simpaticemos con el difícil camino que tiene para conseguir su objetivo.  Johnny es un buen hombre, que solo ha tomado malas decisiones (lo mismo que pasa con cada uno de nosotros) y por eso mismo está en su derecho de querer remediarlo y vaya que vemos cómo poquito a poquito va superándose.
 
*  Miguel Díaz: El joven nuevo vecino de Johnny es un emigrante ecuatoriano, que llega al barrio junto con su madre y abuela (preciosa la primera y realmente encantadora la segunda, debido a su personalidad extrovertida, ambas mujeres de talante cariñoso) es el primer discípulo de Johnny, quien se convierte en el hijo putativo de este y la persona que lo motiva más todavía a querer mejorar su estilo de vida.  Su importancia dentro de la trama está al nivel de los dos ya mencionados, ya que junto a otros dos adolescentes más, forma parte de un triángulo amoroso que se centra en el proceso del camino a la adultez; todo esto con todos los elementos que ello implica y en especial la educación sentimental y la búsqueda de nuestro lugar en el mundo (esto último: la definición de quiénes somos y qué nos hace felices).
 
*  Samantha LaRusso: La hija mayor de Daniel (pues tiene un hermano preadolescente), es una preciosa chica a la que primero conocemos andando con pésimas juntas, pero que luego irá tratando a las personas adecuadas de su edad, que la volverán a ser la “hija de sus padres”.   Cuando su camino se cruza con el de Miguel su vida cambia y a partir de ello la historia juntos, la liga al destino de varios más que la convierten en un interesante personaje juvenil, alejada de las caracterizaciones facilistas y estereotipadas. 
 
* Robby Keene: El único hijo de Johnny, quien apenas ha tenido comunicación con este y más encima tiene una madre por completo negligente (por no decir más cosas duras de ella), ha ido por malos pasos.  Es cuando su padre decide retomar la relación y este no lo acepta, que de manera inesperada, se acerca al “enemigo” de su progenitor; luego, para sorpresa de todo el mundo, Bobby y Daniel forman otra relación paterno-filial, que será fundamental para el desarrollo de estas dos primeras temporadas.
 
* Amanda LaRusso:  La preciosa esposa de Daniel es una mujer juiciosa que cumple el papel de ser el “cable a tierra” de este, ya que en más de una ocasión es quién le hace reconocer que está equivocado.
 
* Aisha Robinson: Se trata de la segunda discípula de Johnny, una chica afroamericana con problemas de sobrepeso que sufría de bullying en el colegio, hasta que entró a Cobra Kai y de ese modo fue ganando confianza en sí misma.  Desde su más tierna infancia que conoce a Samantha, aunque lamentablemente ya adolescente una serie de devenires altera su relación, pese a que ambas se quieren y son buenas muchachas. Se hace muy amiga de Miguel.
* John Kreese:  El gran villano de la primera y tercera cinta, es el antiguo sensei de Johnny, cuyos métodos violentos y falta de honor contrastaban por completo con la sabiduría pacifista del Señor Miyagi (el anciano maestro de Daniel).  Luego de décadas perdido de la vida de los protagonistas, tras caer en desgracia al revelarse su cobardía, vuelve a la rondarles para complicarles más su existencia.  Muy interesante resulta ser el conflicto entre este y su viejo discípulo, sumado a la rivalidad con Daniel y su influencia en el renovado dogo de Cobra Kai, convirtiéndose en uno de los arcos argumentales más dramáticos de la serie.
 
* Eli Moskowitz / Hawk: Uno de los primeros amigos de Miguel, apenas llega este a su nuevo colegio, es un chico que vivió años atormentado por la marca de su antigua operación de labio leporino.  Entra a Cobra Kai deseando mejorar su amor propio, sin embargo, allí el cambio resulta mucho más radical de lo esperado.
 
* Demetri Alexopoulos: Junto al anterior, forma parte del trío de amigos que tenía Miguel antes de que Cobra Kai reabriera sus puertas.  El más “ñoño” de los tres, es un chiquillo quejumbroso que es el último en sumarse a la nueva fiebre por el karate.  Tal como los otros dos, nos da varias divertidas sorpresas a lo largo de su propio periplo.

sábado, 5 de febrero de 2022

Arriesgándose a hacer cosas diferentes.


 
     La sexta temporada de The Flash se emitió entre el 8 de octubre de 2019 y el 12 de mayo de 2020, acortando la extensión de la temporada de 22 ó 23 episodios, que por lo general duraban estas, a 19 (igual un número más que aceptable, considerando lo breves que son hoy en día otros programas); lo anterior, como no, debido a la maldita pandemia del Covid-19.  Pese a todo, bastante pasó a lo largo de su extensión, puesto que vimos a Flash y a su querido equipo, en numerosos aprietos debido a sus enemigos, con varias pequeñas crisis antes y después de enfrentar nada menos que la Crisis en las Tierras Infinitas, evento en el cual se supone que el Velocista Escarlata moriría (cómo se resuelve todo, en verdad, es memorable).  Varios hechos hay que destacar entremedio, incluyendo la incorporación de un par de nuevos personajes recurrentes (entre los buenos) y el hecho de que por primera vez dentro del Arrowverse, no solo haya un gran villano de turno, sino que dos, de modo que la temporada se divide la presencia de ambos a lo largo de cada mitad de la temporada; sin embargo, lo anterior es más complejo aún, ya que al “malo” de la segunda parte, solo logramos identificarlo en los últimos capítulos, puesto que antes sus intenciones fueron bastante ocultas (por decirlo de una forma).
    El rival de la primera parte, resulta ser metahumano bastante “reciente” dentro de los cómics del superhéroe: Bloodwork, un espantoso ser que solo en su enfrentamiento final con el justiciero muestra su imagen monstruosa (antes, típico, abarataron costos y solo mostraban a su guapo actor con una que otra “manchita”, que lo hacían ver como a una versión barata de Venom).  Cabe mencionar que sus motivaciones difieren bastante de otros enemigos, sin embargo, este lejos viene a ser el más débil de todas las némesis que habíamos conocido en cada temporada.  Por supuesto que tiene sus buenos momentos, no obstante, en definitiva, no consigue ganarse nuestra atención y tras su derrota, difícilmente el espectador se “alegraría” de volver a verlo en pantalla.
     Con posterioridad y hasta el final (salvo con el capítulo número 9, el especial de la mentada Crisis en las Tierras Infinitas), nos encontramos con un drama que incluye una que otra “desaparición”, cambio de identidades y la segunda gran villana de The Flash, que resulta ser mucho más interesante que Bloodwork; puesto que por medio de ella, supieron jugar muy bien los guionistas con uno de los mejores villanos clásicos de Flash.  Por otro lado, el desarrollo de este personaje y cómo fue involucrando a los protagonistas, fue muy divertido e inesperado.
     Entre otros aspectos interesantes que podemos mencionar de la temporada, viene a estar el detalle de que si bien potenciaron más que nunca a nuestro querido Hombre-Elástico, en muchos episodios no estuvo (tal como pasó con el favorito de muchos- incluyéndome- el por igual adorable Cisco); es así como por fin cruzaron su camino, con alguien que dentro de las historietas es muy relevante para su existencia (y los que sabemos quién es, tenemos grandes recuerdos suyos).  Asimismo, no puedo dejar de destacar el entretenidísimo episodio llamado Con permiso para estirarse, con una muy genial aventura suya junto a Flash, el cual otra vez juega con los nombres de famosas películas, tal cual ya ha pasado antes en el programa.



    En cuanto a Cisco, la relación con su actual novia va viento en popa, al punto que esta se vuelve un valioso personaje recurrente muy interesante.  Respecto a Caitlin, esta vez no sale en pantalla tanto como antes… ¿La razón?: Una muy divertida: su “hermana” de cuerpo, alter ego o como quiéramos llamarla, desea tener más vida social y de ese modo la dulce científica en acuerdo con esta (y apoyo de los amigos de ambas), le sede ahora buena parte de su tiempo para que se divierta; es así que quien ahora se hace llamar Frost (que ya no es la villana que tanto miedo provocaba, por eso ya no usa el nombre de Killer), tiene por fin una vida “normal”,  dentro de lo que se espera en una serie como esta.  Por otro lado, no podíamos tener programa sin una nueva versión de Wells, en este caso llamado Nash, otro genio que a diferencia de sus doppelgangers, llega solito hasta el grupo; como era de esperar, harto le pasa al personaje y en especial su papel durante la Crisis en las Tierras Infinitas es fundamental.  Asimismo, esposa y padre adoptivo de Barry siempre estarán a su lado, como junto al resto de la pandilla para gusto nuestro (¡Imposible no encariñarse con todos estos), pero es en Cecile, la segunda esposa de Joe, que quiero detenerme: Increíble que quien solo haya salido una vez en la recordada primera temporada, con el paso de los años se haya vuelto un personaje tan querible y es que esta simpática mujercita (una morenaza bajita con una personalidad maravillosa), nos da otro bello ejemplo de que la familia es un sentido y valor, que va más allá de la consanguineidad (adoro cada momento en que sale, casi al mismo nivel que mis predilectos Cisco, Frost y Ralph).
    Nos volvemos a ver con ese actorazo de culto que es Danny Trejo, en un inesperado episodio muy emotivo, algo fuera de lo que nos tiene acostumbrados este feo hombre, tan querido por los cinéfilos.  También reaparecen la preciosa Kate Sackhoff, quien hace de la simpática villana Amunet Black y el siempre genial Gorila Grodd, que nos da una verdadera sorpresa… ¡Y por fin regresa el Flautista! (cuya vida ha cambiado un resto, desde que supuestamente todas las Tierras se fusionaron en una, aunque imperdonable que cuando le toca a este besarse en la boca con su amado, ello no se haya mostrado en pantalla; otra ridícula autocensura del Arrowverse, cosa que no es nueva en estos shows y eso que posee varios personajes estables LGTB).
    Debo agregar que Allegra García es una joven latina metahumana, cuyo destino se une en circunstancias muy especiales al grupo, demostrándonos una vez más cómo la presencia de personas positivas en nuestras vidas nos ayuda a volvernos plenos; lo mismo sucede con el  científico ñoño afrodescendiente Chester P. Runk, quien junto a la anterior, a partir de la séptima temporada se volverán personajes estables, así que mucho nos espera de ambos (y por lo que leí por ahí- sin mayores spoilers- a partir de la octava temporada tomará el papel del buen Ramón).
     ¡Se me estaba olvidando! Desde la segunda mitad de la temporada, por fin el show tiene una especie de ultra-mini-presentación, que les salió muy linda.  Además, hay otro gran villano que aparece de vez en cuando, que capaz a futuro sea el verdadero quebradero de cabeza para l@s chic@s.     

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...