lunes, 27 de septiembre de 2021

Pecados de Omisión XIII

 


1. Crónicas Necrománticas.
 
    Desde (la noche) de los tiempos en que compraba feliz la revista Fangoria (de donde saqué el nombre de este blog), o sea a principios de los noventa, viene a mí el nombre de Brian Lumley.  Les estoy hablando de un escritor que comenzó como muchos otros imitando/homenajeando el estilo de Lovecraft, al crear nuevos textos ambientados en los llamados Mitos de Cthulhu.  La primera vez que supe de la existencia de su saga, que tenía a un vampiro de protagonista, fue en el número 1 de su primera época en español, cuando en una breve reseña hacían mención a la adaptación al cómic; una imagen se me quedó muy marcada al respecto y donde salía su personaje principal, un tipo apuesto y musculoso semidesnudo con una apariencia bestial, sobre un cuerpo al que le había sacado el corazón para comérselo o algo así.  Poco después en otro número de la revista, en la sección de crítica literaria sobre libros recién editados, La Biblioteca de las Pesadillas, que en la edición española era hecha por un ibérico, pues comentaban solo títulos publicados en la Madre Patria, le dedicaron espacio a un libro recién editado a nuestra lengua de Lumley y creo que era de las mismas Crónicas Necrománticas (debería revisar mi vieja colección para corroborarlo ¿No?); el tema es que no hablaban muy bien del tomo y menos del autor... Fue así cómo me prejuicié en contra de este escritor, que luego me parece volvieron a ningunearlo en tales páginas.
    Me parece que nunca he leído cuentos suyos, que al parecer es bien dado a ello y varias antologías cuentan con sus aportes.  Por otro lado, solo dos veces he tenido en mis manos algo de su autoría y hoy les contaré solo sobre una de ellas. Hace tiempo ya, a principios del presente siglo, llegó a la Librería Chilena (donde compro desde que era un escolar y estaba en Enseñanza Media) una enorme cantidad de títulos de Timunmas (la editorial que sacaba en nuestro idioma esta serie y varias más hoy en día descatalogadas), muchos en tapa dura con sobrecubierta. Fue el segundo montón que les llegó con gran variedad de tal empresa (¿Sigue existiendo?) y de ahí nunca más vi nada al respecto, de su catálogo en cualquiera de sus dos locales.  Fue así que vendían como 5 entregas del mentado ciclo literario, con una preciosa presentación de bordes plateados y portadas hermosas, aunque aterradoras.  Según mi amigo Miguel Acevedo, quien en repetidas ocasiones me ha recomendado a Lumley, solo las vendían juntas y no por separado; todo a un precio igual muy económico, si se tomaba en cuenta la inversión que se hacía.  Una vez entré a la sucursal de Huérfanos, la más grande de las dos, junto a mi mamá (y quien me di cuenta quedó sorprendida con tanto libro expuesto, pues ella no es lectora como su retoño) y estuve tentado de adquirir tales títulos; pero no lo hice y estos se acabaron poco después.
    Este verano, cerca de enero, el mismo amigo que ya mencioné, le compró a un casero del que le di el dato, la colección completa de Las Crónicas Necrománticas y todo por un monto maravilloso... Esa vez sentí "sana envidia" por él.

 
2. Añoranzas y Pesares de Tad Williams.
 
    Originalmente una trilogía, aunque en al menos la edición en español abarca 4 libros, ya que los españoles (como acostumbran hacerlo) dividieron el último tomo en dos, la cual está considerada entre lo mejorcito de la fantasía épica.
    También fue cerca de principios de siglo, cuando salió en los kioscos de Chilito, una colección del género en tapa dura y de algunos de los libros más destacados al respecto.  No eran caros y la calidad de la edición era un valor agregado, sin embargo, nunca me hice con seriedad la idea de adquirirlos; salvo en el caso de esta obra de Williams, que el propio Miguel por igual me había dicho que era increíble (confío mucho en su criterio, que vez que me recomienda algo, en efecto cuando le dedico su tiempo me gusta mucho).  Los títulos se vendieron como pan caliente entre los más ñoños de la casa y no volvi a verlos por estos lares.
    En el transcurso de la década pasada, a la susodicha librería de saldos llegó una nueva edición de Añoranzas y Pesares; la vendían solo como saga completa, pues los volúmenes venían empaquetados y estaba entre sus ofertas.  El precio era considerable, si alguien como este humilde servidor, iba dispuesto solo a gastar la mitad de lo que costaban dichos títulos (hoy en día no dudo en hacer compras como esa, je); así fue cómo por segunda vez, me negué la posibilidad de conseguir tal obra maestra y quién sabe si alguna vez la tendré/leeré.



3. Nuestra Señora de las Tinieblas de Fritz Leiber.
 
    Numerosos títulos de Martínez Roca llegaban por acá y "La Chilena" las tuvo entre sus promociones que daba gusto.  Pero también habían otras librerías donde valía la pena comprar, como la , donde de vez en cuando voy.  En mi país también contamos con varias ferias del libro, que se llevan a cabo de vez en cuando, en las cuales las editoriales y librerías se instalan con hermosos puestos, donde ofrecen numerosas obras a precios tentadores (más las valiosas actividades culturales, como invitados especiales, funciones de teatro y talleres).  La más importante de estas "ferias" en Santiago es la Filsa (Feria Internacional del Libro de Santiago), la que no se lleva a cabo desde hace 3 años ya y la primera vez fue por el llamado Estallido Social (revolución en todo Chile, debido a las injusticias sociales del gobierno y de los poderosos, que se tradujo en marchas y desmanes; que tuvo paralizada la nación en buena parte de sus actividades, aunque se tradujo en beneficios tales como el cambio- por fin- de la Constitución legada por la dictadura de Pinochet); ojalá este año volviese a llevarse a cabo.
    Eran los años noventa y de adolescente conocí a Fritz Leiber, por gracia del Instituto Chileno-Alemán, al cual asistía junto a mi amiga Marta González para pedir prestados libros y por el simple gusto de leer.  Fue así que una vez me encontré en una de sus estanterías, con el primer tomo de las aventuras de Fafhrd y el Ratonero Gris, sus dos más grandes personajes, a los cuales adoré apenas comencé a devorar sus historias (luego pude adquirir como 5 libritos de sus narraciones).  Unos años después, estaba en la universidad y era alumno ayudante del curso facultativo de Ciencia Ficción (un electivo que tomé al comienzo del segundo año de mi carrera, entre varias posibilidades que tenía y que fue el primero en su tipo de carácter "serio" y académico, creo, en Chile).  Hice muy buenas migas con el profe que lo daba, Juan Espinoza (un hombre muy sencillo, pese a su nivel y que tenía una colección en casa que me inspiró a hacerme la mía), quien me invitó a la Filsa y me dio la oportunidad de regalarme el libro que yo quisiera; la tentación era muy grande y tenía en vista el libro que ahora me inspira a escribir y La Fuerza de su Mirada de Tim Powers (de quien nada había leído aún, pero cuya portada preciosa me atraía mucho, más el nombre de su novela que me provocaba gran curiosidad).  Yo ya sabía que se trataba de un escritor de renombre, sin desmerecer a Leiber que es otro destacado; empero tenía que elegir y me decidí por el segundo.  Más adelante me volví a encontrar con este libro; no obstante, fuí relegando su adquisición, hasta que desapareció de las librerías, así como otros títulos de su autor.
    No tengo idea de qué va su historia, pero sí recuerdo que esta pieza se encuentra en el respetable listado de Las 100 Mejores Novelas de Fantasía de David Pringle, recomendable libro que sirve de guía para escoger qué leer de bueno al respecto.
 
4.  Lágrimas de Dragón de Dean Koontz.
 
    Más o menos por la misma época en la que me encontré en la Filsa con Nuestra Señora de las Tinieblas (posiblemente en 1995 ó 1996), tuve en mis manos un libro recién salido en español de Dean Koontz, un autor al que pese a las malintencionadas críticas de la Fangoria, le tomé interés; ya me había leído unas cuantas cosas suyas, entre cuentos y novelas, que me gustaron mucho y en especial su libro El Lugar Maldito (que me regaló para una Navidad mi referida amiga Marta González).  Lágrimas de Dragón era otro volumen que me llamaba poderosamente la atención, con su título tan sugerente y lo mismo la hermosa ilustración de su portada.  Recuerdo que estaba baratísimo y yo tenía la plata para hacer la transacción; no obstante, nunca me lo llevé conmigo y por esa razón hoy está entre mis pendientes, que hace rato que no lo veo en parte alguna.
     Como me pasa siempre con la mayoría del listado de estos Pecados de Omisión, ignoro su argumento, pues me gusta llegar a una historia, en lo posible, sin ideas preconcebidas para sorprenderme gratamente con lo que me deparan sus páginas.

6 comentarios:

  1. De todos estos... siempre le tuve ganas a la saga de Lumley, pero nunca la vi completa, asi que nunca compré ninguno. Que lindo tenerlos juntos y sentarse a leerlos. Son esos clásicos de los 80-90 no se nos tendrían que haber "escapado". No se por qué en esa época los libros eran atractivos. Creo que porque mirábamos las portadas en Fangoria y queríamos tenerlos todos.

    Saludos,
    RICARDO

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    1. Al menos tuve en mis manos esta obra (otra cosa es que desaproveché la oportunidad de leerla). En cuanto a la Fangoria, gente como tú y yo le debemos harto y en especial a sus editores Luis Vigil y Domingo Samtos.

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  2. Brian Lumley es un autor totalmente recomendado, aunque no he leído estas Crónicas Necrománticas que acá nos mencionas. Sin embargo, si he leído un par de cuentos suyos, de su ciclo lovecraftiano (ambos vienen en el recopilatorio llamado Relatos de los Mitos de Cthulhu 3). La ciudad hermana, que es contado desde la perspectiva de uno de los inquietantes seres evocados en los mitos (aunque uno de una raza menor, la verdad, no uno de los grandes primigenios ni nada de eso). El otro se llama "Alrededores de Cemento". Con este pasa algo muy curioso: Aunque compuesto como un relato corto, el autor después lo incorporó como un documento que encuentran (y leen) los protagonistas de su novela titulada Los que acechan en el abismo, donde salen los mismos seres (los chtonianos). Esta última es la única novela que he leído del autor y forma parte del ciclo de novelas protagonizadas por el detective paranormal Titus Crow y su compañero Henry De Marigny, que son un homenaje a Sherlock Holmes y al Dr. John Watson respectivamente, aunque con sus rasgos propios y muy bien definidos y distanciados de aquellos grandes personajes.

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    1. ¡Qué maraviloso todo lo que cuentas! Como bien sabes respeto mucho tus recomendaciones y ahora sé más que nunca que debo darle tiempo y espacio en mi colección a Lumley.

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  3. Tanto que me costó tener las Crónicas Necrománticas (pandemia incluída)y por fin está en mis manos!! La antología Las setas no sangran de Lumley tiene unos cuentos impresionantes, te la recomiendo mucho. Y con respecto a esa maravillosa colección de Planeta q salió en los kioscos, mi pecado Imperdonable es no haber adquirido completa la saga Añoranzas y Pesares, y no haberme comprado Ningún ejemplar de La Rueda del Tiempo :(

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    1. Pensar que llevas un par de décadas recomendándome a este autor. Por otro lado, compartimos "pecados" (a la miseria le gusta la compañía). Nota: ¡Madie pesca al buen Koontz!

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