martes, 21 de septiembre de 2021

Películas olvidadas sobre obras de Stephen King y que merecen ser redescubiertas (IV): Apt Pupil


1. La novelette.
 
    De 1982 data la colección de novelas cortas Different Seasons (conocida en español como Las Cuatro Estaciones) y la primera en su tipo dentro de los libros que acostumbra sacar de vez en cuando Stephen King (para gusto de sus llamados Lectores Constantes, que aparte de escribir y publicar mínimo un par de novelas por año, también contribuye con varios relatos a diversas revistas y antologías, la mayoría de las cuales junta cada cierto tiempo en recopilatorios de narraciones breves y una que otra novelette, como la que hoy nos reúne).  Ahora bien, el tomo del que les hablo no posee cuentos, pero sí cuatro historias de una extensión considerable que otros autores los publicarían por separado (que el Tío Steve no solo nos da estos "regalitos" muy amable, sino que en verdad ama lo que hace y no rehúye la escritura incluso en formatos más "humildes", que otros desprecian por ser poco rentables).
   Uno de los títulos que comprenden el mentado volumen es El Alumno Aventajado, al que su autor destina la estación del verano y que en su edición a nuestra lengua titularon adecuadamente como Verano de Corrupción (puesto que como es tendencia en las editoriales españolas, dividieron el libro en dos tomos y en este pusieron, junto a la obra de las que les estoy hablando, nada menos que Rita Hayworth y la Redención de Shawshank; uno de los textos más hermosos del llamado Rey del Terror, que no pertenecen a este género y del cual se hizo una película considerada entre los mejores filmes de la historia).  La trama: Un adolescente bastante perspicaz e interesado en los crímenes nazis en los campos de concentración, descubre que un vecino anciano que tiene es un viejo oficial de la S.S., que se hace pasar por judío; es así que lo contacta y le hace ver que sabe su secreto, chantajeándalo para que este le cuente de las atrocidades que cometía, a menos de que quiera que le informe a la policía de su verdadera identidad.  Es así como nace entre ambos una dependencia rayana en lo enfermizo, la que traerá serias consecuencias para ambos.
     La trama trata como muchas otras historias del autor, aunque en un terreno psicologista y no sobrenatural, el tema de la naturaleza del mal.  Dime con quién andas y te diré quién eres, afirma un viejo dicho; y es que en la presente obra, vemos cómo la influencia de una persona en otra puede ser nociva y corromperla. Es así que, a lo largo de este interesante y divertido texto, seremos testigo de la caída moral del muchacho y del despertar de los viejos hábitos del anciano.
 


2. La película.
 
    En 1987 hubo un primer intento de realizar una adaptación cinematográfica de El Alumno Aventajado, de la cual llegó a filmarse bastante metraje, aunque por motivos presupuestarios no se pudo terminar.  Stephen King logró ver lo realizado y le gustó (bueno, para ser sinceros, este a veces no es muy objetivo en materia de versiones sobre su obra y es que a menos que me equivoque, le gustó esa mugre de La Torre Oscura).
    De 1998 data un gran filme dirigido por nada menos que Bryan Singer, el artífice de la floreciente tendencia (que no moda) moderna de hacer películas caras basadas en cómics de superhéroes, gracias a su primera cinta de los X-Men (y a quien le debemos también haber conocido al encantador Hugh Jackman... ¡Suspiros y más suspiros!), aunque esta cinta suya es anterior a las que hizo sobre los "Hijos del Átomo".  
     Cabe mencionar, que El Alumno Aventajado viene a ser una de las mejores adaptaciones de la narrativa de King, la que lamentablemente pasó desapercibida en su momento, pese a contar con actuaciones sobresalientes (entre otros favorables detalles) y destacar un artista de la talla de Sir Ian McKellen, en el papel del viejo nazi (siendo esta, además, la primera colaboración entre director e histrión).
     Ambientada de manera muy realista en los ochenta, tal como sucede con el escrito en el que se basa (bueno, no pasó tanto tiempo entre libro y largometraje), cuenta en el coprotagónico con el desaparecido Brad Renfro (otro excelente artista que murió joven producto de una sobredosis, tal como pasó con River Phoenix, una de las estrellas adolescentes de Cuenta Conmigo, sobre la novelette El Cuerpo, otro de los agregados de Las Cuatro Estaciones y que también está entre lo más graneado en materia de adaptaciones kingnianas).  Por igual, en papeles secundarios, están Bruce Davidson (quién luego sería otro de los actores en repetirse en títulos sobre escritos del Tío Steve, al ser uno de los actores principales en Kingdom Hospital, la segunda serie de televisión original creada por King y que tuvo corta vida, tal como The Golden Years... ¡Ambas olvidables para este humilde servidor!), David Schwimmer (en pleno éxito de su sitcom Friends), Elias Koteas (como otro personaje atroz, que ayuda a abordar la miseria humana) y un muy jovencito Joshua Jackson (en un brevísimo rol, antes de ganarse nuestro corazón como uno de los protagonistas de Fringe).
     La verdad es que leí hace rato la narración en la que se basa esta gran cinta, cuando yo mismo era un adolescente en 1992 (me regalaron el libro mis papás para mi cumpleaños número 17 y me lo devoré en plenas vacaciones de invierno, ambas fechas en julio y cuando daba gusto cómo llovía en aquella época del año, antes del cambio climático), así que no recuerdo qué tantas diferencias hay entre el texto original y su adaptación; no obstante, si puedo decir que la novelette ahonda en detalles escabrosos sobre las costumbres nazis con sus víctimas (algo real y no salido solo de la imaginación febril del escritor), así como que el final en la obra primigenia posee un final abierto y que se detiene en la locura que ha terminado por dominar al muchacho (mientras que el desenlace de la cinta es diferente y aun así potente, donde sobresalen la actuación del veterano inglés).  Sin embargo, en lo que de seguro estriban más los propios aportes de esta versión, sería en su fuerte elemento homoerótico, partiendo por una escena de desnudos de "adolescentes" en las duchas y la insinuación a la prostitución entre el personaje de Koteas y el ya bastante maduro nazi.
    Cabe mencionar que aunque estuvo anunciada en cines esta película, con afiches incluidos y bajo el nombre de El Aprendiz, esta joyita, que debe ser redescubierta, al final salió directa al VHS por estos lares (que ya ni recuerdo si la vi primero gracias al cable o, tal vez, hasta en DVD).


                                                                              Tráiler.

4 comentarios:

  1. Muy buena película Elwin. Hacés bien en rescatarla del olvido. Con sus diferencias (que no son tantas), es una excelente adaptación del relato, sostenida sobre todo por el duelo protagónico de McKellen y Renfro. Historia dura, que genera angustia, sin elementos sobrenaturales. ¡Muy recomendable!

    Saludos,
    RICARDO

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    1. En verdad una obra como esta merece hacerse conocida y compartida (y ya es hora de leerme de nuevo estos textos)

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  2. Esta película me parece muy buena, con actuaciones fenomenales. Te cuento que siempre la pasaban por TNT, pero en horario bien restringido (muy tarde en la noche, casi siempre después de las 12 o la 1 de la madrugada), seguramente por el contenido. Lo otro fue que mucho antes de poder verla por primera vez, vi el programa llamado Los Directores (que también daban en TNT) y en las entrevistas a Singer, hubo una anécdota curiosa: Un día llegó al set y terminaban la sesión de maquillaje de Sir Ian McKellen. Singer les preguntó a los técnicos si faltaba algo y luego al propio Ian. Todos le dijeron que le habían puesto lo mismo de siempre. Singer dijo: "Pero es que no te ves como Dussander. Siento que falta ALGO.". Sir Ian le respondió: "Dame un momento para entrar en personaje." Asumió la pose, los gestos y la actitud de Dussander. En ese momento, Singer se sorprendió mucho y dijo "Ahora si". El mismo decía en la entrevista que allí fue que se dio cuenta que casi todo el peso del personaje del viejo nazi venía de la actuación e interpretación de Sir Ian, mucho más que del maquillaje u otras florituras que le pudieran colocar.

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    1. Qué lindo lo que cuentas, que en verdad Sir Ian McKellen nos da clases de actuación siempre (y al que yo solo vine a conocer por X-Men, pero al cual terminé por adorarlo gracias a su Gandalf). Habría ido genial ver esta cinta en el cine ¿No?

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