viernes, 3 de septiembre de 2021

Gracias por las historias.


 I. Otra buena historia para disfrutar.
 
     De 2006 data la que es considerada por muchos, entre críticos especializados y sus llamados “Lectores Constantes”, una de las mejores novelas de Stephen King: La Historia de Lisey. Esta, como muchas de sus narraciones, corresponde a una obra donde mezcla a la perfección los elementos sobrenaturales, entre maravillosos y terroríficos, con el drama de personajes estupendamente delineados.  Es así que la mencionada obra, se constituye en una alegoría macabra, aunque llena de humanidad, sobre el arte de contar historias, el mundo personal (y privado) de sus artífices y la política del matrimonio, todos ellos temas que conoce muy bien el autor desde su propia experiencia y que en más de una ocasión ha abordado con ingenio y realismo, pese a los elementos fantásticos que por lo general acostumbra a usar; asimismo. una vez más nos regala un gran personaje femenino, en el cual deposita la parte principal de la trama, demostrándonos su capacidad para sintonizar tan bien con el otro género, aún siendo hombre.  Y es que King no solo ama a los monstruos, a los niños, a sus colegas y al rock, también adora la capacidad de las féminas para ser tan fuertes e inspirarnos a la hora de enfrentar los dilemas más grandes de la vida.
    Tal como dice su nombre, el argumento gira en torno a Lisey, la esposa de un connotado escritor y quien, tras la muerte de este, comienza a redescubrir facetas de su propia vida por años borrados de su memoria y por ella misma; pues, tanto la misma Lisey como su fallecido esposo, están ligados a un raro sitio de características mágicas, a medias entre el mundo de ensueño y las pesadillas, el cual poco a poco comienza a regresar a su vida para ya no irse nunca más.  Por otro lado, la heroína debe lidiar nada menos que un psicópata, un fanático del trabajo de su marido, que en contra de su voluntad desea hacerse con los manuscritos y trabajos inéditos de este. 

 
II. La miniserie.
 
    Pese al éxito indiscutido de la obra que hoy nos reúne (que la verdad no me lleva a hablarles hoy dicho libro en sí), se tardó un buen tiempo en concretar la existencia de una adaptación audiovisual de esta y eso que cuando King la escribió, ya hace rato que era un escritor consagrado.  Es así, que solo este año pudimos ver realizado tal anhelo de muchos, en pleno segundo año de la pandemia, pero bien valió la pena.  Dirigida por mi compatriota Pablo Larraín, quien ya había realizado un filme para Hollywood (Jackie, 2016, sobre la vida de la mítica esposa de John Kennedy y con nada menos que Natalie Portman en el protagónico) y una serie para HBO, igualmente elogiada (Prófugos, 2011-2013), una vez más su talento estuvo al servicio de productores extranjeros que le dejaron a cargo de los 8 episodios que comprende esta adaptación.
    Con guión de nada menos que de Stephen King, quien oficia una vez más de productor y nuevamente acompañado por su amigo J. J. Abrams (gran admirador de la obra del Tío Steve y con el que ya hizo la tristemente cancelada Castle Rock y la igualmente estupenda miniserie 22/11/63), es una muy cuidada versión de libro, que lejos resulta mucho mejor armada que esa decepción que es la nueva adaptación de The Stand.  Cabe mencionar que la gran estrella femenina de esta producción, corresponde a Julianne Moore, versátil actriz con un buen número de incursiones en los géneros fantásticos; quien, como es habitual entre muchos de los histriones que han participado en adaptaciones de la narrativa de King, se repitió el plato en tales obras, luego de su recordada interpretación de la inestable madre de Carrie White, en la versión de 2013 sobre la novela acerca de la malograda adolescente telequinética. Acompañando a esta, encontramos a Clive Owen, otro actor de renombre (No sé si será el maquillaje o qué, pero en comparación con la Moore, se ve bastante envejecido en esta ocasión).  Por otro lado, recordando lo dicho sobre la actriz principal y otros que como ella han hecho más de un trabajo sobre obras del llamado Rey del Terror, también logramos reencontrarnos con Jennifer Jason Leigh, a quien vimos en el esplendor de su carrera en los noventa, haciendo de la hija de Kathy Bates en Dolores Claiborne (una de las mejores cintas basadas en un libro de King).  Por igual, sobresalen la veterana Joan Allen, como la otra hermana de la protagonista, junto al rol realizado por la Leigh y Dane DeHaan, este como el psicópata que acosa a la heroína (y en verdad que está estupendo, recordando, luego, que hizo de un maravilloso Duende Verde en El Sorprendente Hombre-Araña 2).
     Cuando comenzamos a ver La Historia de Lisey lo primero que nos llama la atención (en el sentido más positivo de la palabra), corresponde a sus hermosos créditos de apertura, algo no esperado para una miniserie y que bien se echa de menos en la mayoría de las series de televisión actuales; bien artística y simbólica, es acompañada por el primer hermoso tema incidental que escuchamos, compuesto por Clark, un artista al cual tendremos que ponerle atención en sus próximos proyectos.  Luego tenemos la dirección de arte, partiendo por la casa de la protagonista y en especial por la piscina temperada que posee a las afueras de esta, rodeada de una increíble vegetación que es la antesala del misterioso mundo de  Boo'ya Moon, la tierra ubicada en una zona desconocida y fuera de este plano, donde solo unos pocos pueden viajar gracias a sus extraordinarias habilidades; allí habita una criatura monstruosa, a la que ridículamente llaman el Chaval Largirucho (de seguro el marido de Lisey y su hermano mayor, le pusieron así cuando iban a este lugar de pequeños), un ser al que vislumbramos apenas y solo en el último episodio llegamos a ver en su totalidad (genial diseño para este ser).  Cabe destacar los numerosos flashbacks, presentados de manera en verdad hermosa, en especial los relacionados con la infancia del escritor (los niños le salen tan estupendos al Tío Steve, quienes nunca pierden su naturaleza infantil pese a todo, a diferencia de los “niños adultos” de Orson Scott Card, tan inteligentes y maduros, que aunque sean carismáticos, pierden credibilidad).
      Reconozco la calidad de esta historia y, como no, de su adaptación hecha con tanto cuidado, que en ningún momento esta producción pierde consistencia y eso que pareciera que extendieron un poco más de la cuenta su desenlace (bien debió terminar todo en el episodio 7 y/o hacerlo de larga duración, en vez de acabar todo en el 8, con un epílogo tan largo).  La verdad es que pese a toda la buena llegada que tiene la novela original, esta es una de las pocas de su autor con las que no logré enganchar (las otras son The Colorado Kid, Dumma Key y Blaze… ¡Todas ellas editadas en español sin traducir su nombre!) ¿La razón? Me pareció poco creíble todo eso de Boo'ya Moon y raro eso, pues el Tío Steve en más de una ocasión ha tratado el tema de los viajes a mundos fantásticos (el mejor ejemplo la saga de La Torre Oscura, si bien recuerdo con mucho cariño su novela corta El Método de Respiración, con su impactante final donde el narrador llega a vislumbrar un paisaje de este tipo).  Por algo había olvidado casi por completo este título y solo me acordaba de unos cuantos detalles, incluyendo lo de la viuda de un escritor y algo de los susodichos Boo'ya Moon y el Chaval Largirucho; sin embargo, al ver esta miniserie que no dejó de divertirme y ponerme orgulloso por mi compatriota (al que de años antes ya que admiro), lejos lo que más me conmovió corresponde a cómo retrata el amor filial, primero desde el punto de vista de Lisey y sus dos hermanas y luego entre su esposo y el hermano de este; en verdad King logra darle tremenda humanidad a sus personajes, siendo que él mismo varias veces nos ha declarado su amor incondicional hacia su hermano y nos ha contado acerca de este compañerismo en obras más famosas suyas como It… Pero mejor que cada uno se haga una idea de esta singular obra, que su servidor no tiene la verdad absoluta detrás de sus impresiones subjetivas.


Créditos de apertura.

5 comentarios:

  1. A mi criterio, una excelente adaptación de una genial novela, respetuosa y hecha con mucho respeto, pero también con valores propios que la destacan. Todo destila calidad... el elenco, la dirección, lo visual, la música. Poco hay para criticar, tal vez se podría haber acortado un poco, pero ese es un mal endémico de las series actuales... sobran capítulos o se intenta estirar una trama para que encaje en x episodios. De todos modos... un producto de primer nivel, de altísima calidad y que sigue en la línea de la buena salida que están gozando las adaptaciones de SK.

    Saludos,
    RICARDO

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    1. Sabía que te había encantado, a ver si a la novela le doy una nueva oportunidad.

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    2. ¡Deberías hacerlo, amigo!

      Saludos,
      RICARDO

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  2. Hola, Elwin. Leí el post hace días, pero no había comentado. Lamentablemente, a pesar de tu excelente reseña, no se me hace nada llamativa esta serie. Lo del Boo'ya Moon quizás tenga sentido en la historia (no puedo saberlo porque no la he visto, ni leído el libro), pero me suena a Stephen King queriendo poner SI O SI el elemento sobrenatural en su obra.

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    1. Aunque no es una historia que en sí me entusiasme mucho, te aseguro que la factoría en general de esta producción te gustará mucho.

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