Entre el 19 y el 26 de agosto recién
pasado el mundo del arte tuvo que hacerse a la idea de no tener más entre
nosotros a más de una importante personalidad del siglo XX y que aún podíamos
tener por acá hasta bien entrado el actual milenio. A una avanzada edad y con una carrera que se
extendió por décadas, fallecieron Brian Aldiss, Tobe Hooper y Jerry Lewis en
ese orden, artistas que en mi caso forman parte de mis recuerdos y a los que
ahora mismo deseo homenajear con estas palabras. Si bien en su vida estuvieron ligados a
diferentes tipos de ficciones (el primero de ellos la ciencia ficción, el
segundo el terror- aun cuando también incursionó en el otro género mencionado-
y el último en las comedias), de algún modo todos ellos formaron parte de la
historia del cine. Pero mejor vamos por
parte, que con cada uno de estos genios tengo una deuda.
Originalmente esto iba a ser un post para
subirlo todo de seguido, no obstante me quedó mucho más extenso y decidí
dividirlo en dos, pues al final tenía mucho que contarles sobre mis
remembranzas sobre estos tres artistas.
Pero del tercero de ellos, tengo mucho más que hablar, así que lo dejaré
para dentro de un par de días.
I-
Brian Aldiss (18 de agosto de 1925-10 de agosto de 2017).
Se trata de un importante escritor
británico que en su juventud perteneció a la llamada Nueva Ola (New
Wave), de la también conocida como fantasía
científica, que en la década de los sesenta irrumpió con fuerza en el mundo
literario con un novedoso estilo de narraciones, que alejadas de la ciencia
ficción “dura” (la de tipo más científico como las hechas por gente como Isaac Asimov y Arthur C. Clarke), veló por abordar temas de tipo social y ciencias
como la psicología y las socioantropología.
Con más de 20 novelas y casi una decena de
antologías de sus cuentos, más otros libros de su autoría, en realidad no me he
dado el tiempo de leerlo tanto como a algunos de sus colegas y eso que desde
hace años que tengo de él su colección de relatos La Estrella Imposible y
sus dos primeros libros de la trilogía de Heliconia (estos dos últimos en dos
preciosas ediciones en tapa dura e inmensos volúmenes), todos ellos aún sin
sacarlos de mi biblioteca para pasar el tiempo con ellos.
Sin embargo sí no dudé en devorarme con
avidez otros dos de sus trabajos: Frankenstein Desencadenado y Los
Superjuguetes duran todo el verano.
Leí primero el segundo que menciono en esta corta lista, pero supe de su
homenaje a la obra magna de Mary Shelley siendo un adolescente, aún sin conocer
el nombre del autor de esta novela, gracias a la preciosa adaptación que hizo a
principios de los noventa Roger Corman. Estaba en el colegio cuando en una
función nocturna de la TV chilena, tuve el gusto de por fin verme esta cinta;
no obstante ya era un adulto cuando recién me conseguí el libro, en otra
maravillosa edición en tapa dura de la editorial especializada Minotauro (no
puedo olvidar la alegría que me embargó aquella ocasión, un viernes con una
lluvia tormentosa, justo para el Día del Profesor). Mi compra coincidió justo para un trabajo que
estaba haciendo para mi Diplomado en Literatura, para el cual decidí analizar
el impacto de la tragedia sobre Victor Frankenstein y su Criatura en la moderna
literatura.
¿Y de qué trata esta historia? Pues en
pocas palabras nos cuenta sobre un
científico del futuro, quien crea una máquina a la que considerada su máxima
contribución a la Humanidad; no obstante dicho aparato se le va de las manos y
provoca un agujero en el espacio-tiempo (o en la realidad), transportándolo a
finales el siglo XVIII, a la ciudad de Ginebra, en Suiza, precisamente. En el viaje conoce a gente como Mary Shelley
y lord Byron y se entera de que los acontecimientos en torno a Frankenstein y
su Monstruo son verdad. Aldiss fue tal
vez el primer especialista en este tipo de literatura, en defender la idea de
que el texto de la Shelley viene a ser la obra seminal del género de la ciencia
ficción misma; de este modo a través de este tributo suyo, a tan destacado
título, presentó su mejor argumento para defender tal postura. Tan solo a principios de este año me
reencontré con la versión fílmica de la novela y esta vez la encontré mejor que
nunca, gozando las actuaciones de sus intérpretes como John Hurt (quien
desgraciadamente falleció ese mismo mes de enero) y Raúl Julia, entre otros.
Mi
historia con el otro libro suyo de los dos que le he leído es distinta. Desde niño me he sido un admirador del cine
de Steven Spielberg, a quien generaciones le debemos algunas de las fantasías
cinematográficas y televisivas más recordadas desde los ochenta (incluyendo Encuentros
cercanos del Tercer Tipo, que es de finales de los setenta). Inteligencia Artificial (2001) fue
su regreso al cine que lo hizo famoso en todo el mundo, luego de dos cintas de
carácter histórico y realista, si bien para esta ocasión optó por dirigirse a
un público más adulto, pese a tratarse de una especie de nueva versión del
clásico de Pinocho. Cuando vi por
primera vez este filme no dejé de emocionarme (mi llorómetro subió harto esa vez y todavía hoy en día sigue activándose
cada ocasión en que me la repito), pero más me entusiasmé cuando me enteré de
que estaba basada en un cuento de Aldiss, quien ya no me era un extraño. Saber, además, que un perfeccionista como
Stanley Kubrick se había interesado en llevar a la pantalla grande el relato de
su compatriota y que hasta hizo un guión, material que luego fue utilizado por
Spielberg y su gente, me motivó más que nunca a conseguirme el dichoso escrito.
De igual manera, que se llamara Los Superjuguetes duran todo el verano,
no podía ser más atrayente para mí, así que apenas tuve la suerte de
encontrarlo en oferta (en la Librería Chilena, en cuyas dos sucursales compro
desde el siglo pasado a precios en realidad sorprendentes), me lo conseguí
junto a otras narraciones breves de su mismo autor. No puedo dejar de mencionar que la edición
que poseo es feísima, con cero preocupación por hacer una portada atrayente y/o
artística; no obstante en ella sale destacado en letras negras que contiene el
cuento que inspiró a Spielberg y a Kubrick en su momento…Pero como dice el
dicho “No juzgues un libro por su tapa”. Por último, esta misma edición posee dos
cuentos más relacionados con la historia que dio pie a Inteligencia Artificial.
Trailer internacional de Inteligencia Artificial.
2- Jerry Lewis (16
de marzo de 1926-20 de agosto de 2017).
Era
un niño en la década de los ochenta, cuando junto a mis papás me vi gracias a
la televisión un montón de cintas de este llorado comediante en
varias sesiones seguidas (¿a razón de una por semana?), en el negocio que en
aquel entonces tenían en lo que ahora es el living. Las gozábamos en familia y luego las
comentábamos (dentro de lo posible y considerando las posibilidades de mis
propios padres, claro, que tampoco eran muy dados a la charla intelectual; no
obstante gracias a ellos me transformé en quien soy).
Los canales en ese periodo daban casi
puras cintas “antiguas” y solo las noches dominicales estrenaban algo más
reciente, por lo general muy cortado y tampoco estamos hablando de
largometrajes que hayan sido producidos ese mismo año o el anterior. En mi inocencia ignoraba de qué se trataban de
obras que ya tenían su buena cantidad de años; no obstante para mí eran la
novedad misma y no paraba de pasarla bien con ellas.
Vi un montón de las que hizo junto a
Dean Martin, a tal punto que en determinado momento cuando comenzaron a exhibir
las que luego Lewis realizó en solitario, me resistí un poco ¿Y dónde está el
guapo Dean me pregunté? La verdad es que pese a que me entretenían mucho las
películas de esta pareja, me molestaba que siempre Dean fuese el galán, inteligente
más encima o avispado de los dos, mientras que Jerry Lewis hiciese no solo del
gracioso, si no que de alguien idiota.
Tenía sentimientos encontrados con Lewis,
pues para ser sinceros no encontraba gracioso eso de que se hiciera pasar por
bizco (lo que en mi país llamamos turnio),
pues yo mismo sufría de estrabismo en mi ojo izquierdo y bastante que sufría
(no tanto por las burlas, sino por lo mal que me hacía sentirme cuando me
pasaba esto, por lo general cuando me ponía nervioso o estaba muy agotado), de
modo que para nada me parecía cómico este estado. Además algunos de mis parientes más cercanos
y conocidos me decían Jerry Lewis, ya
sea por afecto o para molestarme y ello por supuesto que no me agradaba; de tal
modo que paralelamente a la diversión que me provocaba este artista, también
tenía un aspecto negativo para mí. Tuvo
que pasar un buen tiempo, ya llegado a la adultez para que me quitara este
estigma, gracias a que por un lado me operaron de la vista y, por otro,
desarrollé cierta personalidad (¿Y tal vez cierta “presencia física”?) para que
se olvidaran de mi apodo.
Siempre he dicho que mi memoria es
frágil, pues olvido por lo general las historias (o sus detalles) muy rápido;
lo que la verdad considero más bien una bendición, de modo que puedo volver a
disfrutarlas como si fuera la primera vez.
Por lo tanto, solo recuerdo de todas estas películas de Jerry Lewis
apreciadas en mi infancia a la llamada El Circo de 3 Pistas (1954), que vez
que la pasaban en la tele me la repetía contento. Me acuerdo de que no solo me hacía reír, sino
que también llorar. Y es que tenía una
escena que para la edad que tenía y con mi corazoncito sensible, era muy
dolorosa: un payaso borracho, celoso por el éxito del cándido artista
interpretado por Lewis, lo humilla frente al público, golpeándolo una y otra
vez... ¿Se acuerdan de esa poderosa imagen? Aunque nunca más he vuelto a ver
esa cinta, todavía la tengo presente.
De chico veía el show animado de Jerry
Lewis, que ahora que lo traigo a la memoria puedo afirmar que era bastante
surrealista, por no decir “lisérgico”. En
este cartoon Lewis era el
protagonista y vivía rodeado de su familia, que estaba conformada por tipos tan
raros como esta versión suya animada, cada uno de sus integrantes feos y
caricaturescos, que en la práctica eran clones suyos. De estos verdaderos freaks solo recuerdo a su tío inventor, que una vez hasta una
máquina del tiempo hizo y lo llevó a la época de los dinosaurios. Con mis hermanas gozábamos bastante de esta
serie.
Solo una de sus muchas películas tuve el
gusto de ver en pantalla grande, Sueños en Arizona (1993), del
director de “culto” Emir Kusturica, en plena época universitaria mía. En tal época veía mucho “cine arte” e iba
solo o con mis amigos de aquel entonces al cine Normandie, una sala fea que
solo daba reestrenos, pero a la que le tengo mucho cariño. Si bien esta obra posee un humor muy
especial, fue todo un reencuentro para mí con este actor, pues su papel era más
bien de tipo dramático, aunque quedaba de manifiesto en su guión que por parte
de Kusturica estaba la intención de hacerle un tributo en vivo a tal leyenda
viviente. Esta preciosa obra estuvo
entre las más apreciadas y comentadas por los circuitos intelectuales en
aquellos años y me alegro de haber participado de la apreciación que se le hizo
en su momento.
Terminaré contando que Jerry Lewis sirvió
de inspiración para la Teletón, importante iniciativa benéfica que desde 1978
vela por rehabilitar a niños y adolescentes en todo el territorio chileno, que
tengan algún tipo de discapacidad física.
Pues fue en su país, USA, que el actor apoyó esta cruzada desde la
década de los cincuenta, motivando a alguien como Mario Kreutzberger, más
conocido como don Francisco, a fundarla y mantenerla gracias a las campañas que
se hacen en el país casi todos los años.
De este modo para quienes sabemos de este activismo suyo social, difícil
resulta no relacionarlo con esta organización, que en persona he aprendido a
valorarla más que nunca, porque ha atendido gratuitamente a dos de mis sobrinos
(uno de ellos a mi amado Brunito).
El genial opening de la serie de la que les he contado.
Estimado, Aldiss fue una de las voces destacadas de la nueva ola y una ciencia ficción más vanguardista. Es una real perdida. Leyendo tu post, me asalta una duda: yo no te regalé la colección de cuentos donde viene "Los superjuguetes duran todo el verano"?
ResponderEliminarY con respecto a Lewis, fue uno de los grandes de la comedia. A mí también me gustaba mucho su duo con Martin, pero sus filmes en "solitario" son muy superiores. Con decirte que los críticos franceses de Cahiers du Cinema lo compararon con Keaton y Chaplin!!
PD: te pasaste con tu ninguneo al Normandie, sala fundamental en la difusión del cine arte en Chile, contra viento y marea!!!
Gracias, Miguelito, por ser el único de mis "amigos históricos" en compartir este texto conmigo (los otros son puro cuento).
EliminarAldiss es uno de esos autores a los que debería leer más, mientras que a Jerry Lewis tendría que darle una nueva oportunidad ahora como adulto ¿No crees?
En cuanto al Normandie...¿Sigue funcionando? Y que lo encontrara feo, no significa que tenga los mejores recuerdos de ese lugar, más por el hecho de que allí pasé algunos de los momentos más hermosos de esa época.
En cuanto al libro de Aldiss, fue otra de las tantas joyitas que compré en la Librería Chilena a bajo precio.
Mi amigo, el Normandie sigue abierto, firme en su lugar.
EliminarHola! Nunca fui muy seguidor de Jerry Lewis, quizás llegué tarde y sería el momento de darle una revisión a parte de su filmografía. De Aldiss solo lei la de Frankenstein Desencadenado, que me encantó. Pero habrá que bucear en sus cuentos, son muchos los que lo destacan como uno de los más grandes de la ciencia-ficción. Debo decir que sus libros me atraen ya nomás por sus títulos, que son alucinantes. Descanse en paz, maestro.
ResponderEliminarSaludos
RICARDO
En verdad Aldiss está entre los grandes de la ciencia ficción y merece todos los honores. Asimismo, Jerry Lewis debe ser redescubierto por nuestra generación.
EliminarSaludos Elwin, aqui murinus2009.
ResponderEliminarComentario a destiempo, el 9 de septiembre de 2017.
Brian W. Aldiss.
Debo reconocer, que a la fecha, no he leído nada de el, conozco sin saberlo una Obra de el, que yo tenia entendido que era de Philip k. Dick y la conocía como:
Los Juguetes del Verano duran toda la Vida.
Pero que me aclaras Elwin, en realidad es:
Los Superjuguetes duran todo el Verano.
Esta obra que inspiro a Spielberg, para su Inteligencia Artificial, película que vi y me gusto mucho (si hasta a un bruto como yo también le resulto conmovedora) es la única Obra que conozco de Aldiss.
Buen momento para buscar sus novelas (y ampliar mas mi lista de pendientes).
Jerry Lewis.
De este comediante creo solo recordar que hace como 30 o 35 años anunciaban mucho en tv. una pelicula suya, que nunca vi por cierto, por lo que es otro personaje del que no se nada, ni su caricatura-cartoon he visto (o solo que sea sin saber que era el).
Tampoco conocía que Lewis fue un gran promotor junto a Kreutzberger-Don Francisco, del Teleton, de hecho yo creía que ese tal Teleton era un fraude, hasta que vi uno real (de piedra y cemento) y una amigo muy cercano me dijo que a un familiar suyo lo atendieron en uno de esos centros, ahora con tu testimonio, Elwin, ya son 2 personas que explican, como esa iniciativa, en verdad ayuda a los necesitados.
Hasta donde se Elwin, creo que solo tu has dado cuenta del fallecimiento de estos 2 personajes y el de la siguiente Entrada.
Tiempo sin saber de ti, querido amigo ¿Cómo te fue con el terremoto? (espero que ninguna novedad). Por mi parte he estado muy ocupado y solo ahora, recién, puedo contestarte y por fin, además, subido un nuevo post.
EliminarImportantes pérdidas ha tenido últimamente el mundo del arte y de la ñoñería (y ya tengo en carpeta a uno más), razón por la cual no podía dejar de manifestarme en el caso de estos valiosos creadores.
Gracias una vez más por darte tiempo para mí.
De Jerry me acuerdo de Donde esta el frente, que me encantó.
ResponderEliminarMe gustaba Dean Martin, pero siempre creí que era un error combinarlos juntos. No pegaban. Nunca entendí porque los combinaron tantas veces. Las películas de Martin solo y las de Jerry solo me parecen muy superiores a las que hicieron juntos. La serie animada no me gustaba. Pero el show de Jerry que protagonizaba el solito en la tele (sin dibujos animados) me gustaba mucho.
Creo que Jerry hizo un papel drámatico en una serie policíaca que no recuerdo cuál era. Hacía un papel serio. Curioso.
Como siempre me es muy grata tu visita por acá, LLLya. En cuanto a Jerry Lewis, debo revisitarlo sin duda, que la imagen que tengo de él igual es demasiado borrosa.
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