Sigo con mi repaso personal del libro Narrativa Reunida de Luis Rivano.
5- El Cuaderno de Víctor Hidalgo (1967).
Corresponde, se supone, al libro escrito
por el personaje poeta de las dos novelas con las que comienza el volumen;
aunque también puede ser su propio diario de vida, donde de manera muy
nostálgica hace referencia a sus recuerdos y reflexiones.
En sí es un texto casi inclasificable, que
no cuenta ninguna historia, salvo la memoria del autor sobre su infancia,
introduce uno que otro poema de su autoría (obviamente del propio Rivano). Me
habría esperado que fuese el cierre de una verdadera trilogía, sobre los
personajes que ya conocemos un buen resto y no este "librito" que a
mi humilde parecer se trata de lo más débil de la narrativa reunida del
escritor.
6- El
Apuntamiento (1968).
Una novela dura que impacta en la
conciencia de los lectores e ignoro si la primera de la literatura chilena, en
retratar desde primera línea el submundo de la marginalidad nacional:
carteristas, prostitutas, corrupción policial y otros...Todos estos personajes
dignos del llamado género negro hollywoodense, pero llevados a la idiosincrasia
nacional.
La historia nos la cuenta su propio
protagonista, un muchacho de unos veinte años que rememora su difícil vida en
la pobreza, por lo cual llega a muy temprana edad a delinquir. El retrato de su
infancia es el de tantos chicos como él, que conocieron desde muy pequeños el
dolor y el desamparo, haciéndonos que ese chico a la deriva no solo nos
simpatice, sino que podamos comprenderlo y hasta darnos cuenta que las cosas no
son blanco y negro... ¿Qué lleva a un chiquillo a robar como primera instancia
para sobrevivir? Aquí podemos encontrar una respuesta verosímil a casos como
ese.
Por otro lado, vuelven las prostitutas
como personajes recurrentes de la narrativa "rivaniana" (me permito
inventar ese adjetivo en honor al autor...¿O ya la acuñaron antes?), que aquí
aparecen tres como personajes secundarios y muy distintas todas ellas entre sí;
cada una formando parte de la historia del protagonista y ayudando a definirlo
para reconocerlo como un sujeto completo y no un retrato plano de un puro
delincuente de tercera (sino que un ser humano, que también necesita de otras
personas para escapar a la soledad y acercarse a su manera a la felicidad).
No se puede dejar de lado el tema de la
homosexualidad presente en la historia, abordado desde la problemática de la
prostitución masculina y de chicos como el protagonista que no se consideran
"maracos" o "mostaceros" (en aquellos años faltaba mucho
como para que apareciera el término "gay" y todo aquello del
orgullo...), pero que para sobrevivir buscan hombres mayores y adinerados. Cabe
mencionar que considerando todo esto, tales prácticas son tratadas en las
novelas como algo tan sórdido, cual otras que aparecen en sus páginas.
No hay moraleja detrás de todo esto y los
personajes no buscan compasión, solo sobrevivir un día más en esa selva humana
en la que se desenvuelven. Eso sí, encontramos todo tipo de calaña entre sus
habitantes, que en algunos aún queda nobleza y, en muchas ocasiones entre sus
peores habitantes están los policías (de investigaciones, que no los
carabineros, como bien lo deja claro el texto; puesto que los primeros se
aprovechan de los delincuentes de poca monta, para extorsionarlos y ganar
dinero extra con ellos).
El nombre del libro hace referencia a las
citas entre estos agentes de la ley codiciosos y parásitos, con sus víctimas
para sacarles plata y de ese modo hacer oídos sordos con sus fechorías o
"protegerlos" de otros agentes; so pena de mandarlos preso en caso de
no darles en el gusto...Y es que cabe mencionar que el protagonista nos cuenta
su historia, al estar compungido por no tener dinero para pagarle a su
"tira".
Mucho más que en los otros relatos ya
leídos, abunda la jerga, la mayoría de las veces llena de metáforas dentro del
lenguaje coloquial y tal como la podemos encontrar en el español de Chile hoy
en día. Por lo tanto, quien no se maneje en dicho lenguaje, agradezca el
glosario que se incluye al final del tomo.
Se trata, sin dudas, de una obra
desgarradora y apreciable solo para los valientes que se atreven a indagar en
esta realidad sucia, oscura y húmeda, aunque real y donde muchas veces la
esperanza no existe (a diferencia de las dos primeras novelas que abren este
tomo). Los amantes de ese cine gringo de acción e intriga y con parias como
protagonista lo amarán, así como aquellos que en carne propia se han codeado
con su gente, valorando esos códigos desconocidos para los otros o, en el mayor
de los casos, los lectores (como este servidor); todos ávidos de buenas
historias y bien contadas sobre mundos fronterizos al nuestro que no podemos
ignorar
6- Tirar a Matar (1971).
Desde que comencé a leer este libro y me
reencontré con la particular narrativa del "Paco", no vacilé en soñar
con que ojalá en un futuro cercano hicieran alguna excelente producción
cinematográfica, basada en sus obras. Su díptico sobre los carabineros sería
genial verlo al menos en la pantalla chica, como buenas miniseries de calidad,
pero con lo desvalorizado que están cada vez más sus miembros entre la
población nacional, bien difícil que ello sea posible...Sin embargo sus textos
sobre delincuentes, uf, tienen todos los elementos como para realizar una obra
llena de acción, intriga, violencia, sexo, drogas y personajes llamativos.
Definitivamente me imagino a alguien como Tarantino llevando a escena estas
ficciones tan llamativas ¿Por qué los productores chilenos no le echan el ojo a
estas joyitas y se aseguran una historia de calidad? Supongo que por cuestiones
de derechos o pura ignorancia.
La novela está contada en primera persona,
como las otras ya reseñadas, por su protagonista y por ello viene a ser otra
confesión desde lo más hondo del corazón de un sujeto sumido en el submundo de
la delincuencia. No obstante, la narración de Roberto Placilla no es la de un
ladronzuelo como en el caso anterior, sino que la de un verdadero hombre de
temer: alguien que trabaja como guardaespaldas armado, para gente que vende
drogas duras y realiza tráfico de otras cosas.
El personaje es alguien curtido que tal
como el protagonista del texto anterior, nos da un paseo por su pasado hasta
llevarnos a su presente, justo cuando ahora su mayor debilidad es la mujer de
la que se ha enamorado. Y es que como en los clásicos melodramas románticos, la
chica pertenece a otra condición social, que los separa en muchos sentidos, si bien
ella le corresponde
Ahora bien, a diferencia del prostituto y
ladronzuelo de El Apuntamiento, este otro es un hombre culto e inteligente,
autodidacta (ama leer, el cine y los tangos, como buena proyección del propio
Paco Rivano). Además, cosa rara, por mucho que en él la violencia esté a flor
de piel, posee una sensibilidad mayor que en más de una ocasión lo llevará a
las lágrimas. Empero, mantiene ese machismo hoy despreciables por donde se mire
(como un particular episodio, en el que el protagonista actúa como un verdadero
energúmeno), que acusan otros personajes del autor, al igual que la homofobia
que en aquellos años los "machos alfa" ostentaban y se hacían ver
cual actitudes normales y/o aceptables entre sus pares. Pero toda esta mezcla
en alguien tan complejo como Roberto, reflejo de nuestra propia humanidad llena
de matices, es clave para identificar a un sujeto que tal como lo muestra esta
novela y otras del volumen que estamos revisando, no es alguien que está
satisfecho con su existencia y eso lo hace alguien infeliz; además, por mucho
que su situación sea mejor que la de otros personajes "rivanianos",
Roberto está en constante contradicción consigo mismo (por cierto, su
inteligencia lo lleva a formidables reflexiones sobre sí mismo, quienes lo
rodean y la vida misma, dignas de tener en cuenta por el lector ávido de
pasajes literarios poéticos e ideales para copiar y citar).
En lo que va de esta "Narrativa
Completa", por fin tenemos a un personaje femenino de verdadero peso
dramático y en este caso corresponde a la amada de Roberto. Beatriz (¿Algún
homenaje a la famosa amada de Dante, del mismo nombre, salida del poema épico
medieval La Divina Comedia?) es alguien que nos demuestra, por un lado,
que en todas las escalas sociales hay personas infelices y, por otro, por fin
ahonda en la psicología femenina para diferenciarla del primitivismo masculino
y su incapacidad natural (de una buena parte de mi género) para ser
verdaderamente empático con las féminas.
Por cierto, el autor vuelve a mencionar la
novela Espartaco y a su película, haciendo paralelismos entre este
clásico y los pensamientos de su protagonista. Por otro lado, también se hace
alusión directa a Hijo de Ladrón de Manuel Rojas, autor con el cual quien aquí
escribe ya había relacionado a Rivano; interesante viene a ser cómo el mismo
personaje principal, se compara con el protagonista de la novela de Rojas, que
ambos han pasado por distintos tipos de miserias, si bien sus decisiones para
enfrentarlas han sido tan diferentes.
7- La Yira (1973).
Definitivamente Luis Rivano era un genio,
un artista que pese a sus galardones y reconocimiento entre literatos, no tuvo
el aprecio más masivo que se merecía. Es así que el talento del escritor se
puede apreciar, también, en la manera de cómo tomó un personaje secundario de
su novela El Apuntamiento, para darle su propia historia ybdonde darle el papel
principal. Luego, por primera vez en su narrativa, el argumento gira en torno a
una mujer y no se trata de cualquiera, sino que resulta ser Nancy, la joven
prostituta que tuvo un romance con el recordado Vinizio.
Yira es otro nombre para referirse a una
"trabajadora sexual", término que en todo caso dejó de usarse en la
jerga chilena. De este modo, la yira es la chica que ya conocimos, quien ahora
nos cuenta su vida y en lo que nos enteramos de que cuando estaba con "el
Italiano", era una menor de edad, acabando su relato cuando solo tiene 17
años.
Como otros hijos literarios del Paco, la
pobre muchacha nos confiesa su infancia miserable, quizás incluso más
desgraciada que la de sus pares. El retrato de su pobreza es lamentable, que
habla de violencia intrafamiliar y de una espantosa violación que golpea de
frente al lector. Enfrentada a una existencia tan difícil, como era de
esperarse, la chiquilla se inicia pronto en la prostitución, revisitando el
lector a otros personajes ya conocidos, ahora vistos desde otro ángulo.
Los vejámenes a los que se ven expuestas
mujeres como ella, se hacen presentes y el retrato de su actividad ilícita,
logra verse ahora desde el punto de vista de las mujeres, otro logro para el
artista a la hora de reflejar todo este infierno con gran humanidad.
Encontramos solidaridad y fraternidad entre mujeres, donde los hombres pocas
veces se describen y comportan como personas sensibles.
Si de relaciones interpersonales entre
este género vamos a hablar, cabe mencionar la introducción del tema del lesbianismo,
que aquí a diferencia de la homosexualidad masculina y como se vio en otros
textos de Rivano, es más un recurso para encontrar el afecto perdido, que puro
placer carnal y utilización egoísta del amante (tal como lo describe el autor
cuando se refiere al sexo entre hombres).
Asimismo, destaca la mirada de la
protagonista, que en vez de enjuiciar a quienes la han atropellado, exhibe una
manera de sentir compasión hacia ellos, encontrando en sus congéneres la
soledad que los iguala a todos y lo que la hace sentir esa empatía que la
caracteriza. Por esta misma razón, la muchacha es capaz de perdonar, incluso,
al hombre que más la dañó, siendo que de ese modo la narración termina con una
cuota de esperanza.
También cabe destacar el papel que cumple
en esta historia la religión institucionalizada, ella con un cariz negativo
mayormente y que vemos encarnado en un personaje pusilánime y detestable por su
fanatismo e ignorancia (estos últimos dos defectos, con los cuales muchas veces
se tilda a los creyentes o que se pueden encontrar en verdad entre sus filas).
Siendo este el segundo texto de los leídos del autor, luego de Bajo el Signo de
Espartaco, en tratar este tema, es fácil darse cuenta del ateísmo o malestar
con las iglesias (cristianas) por parte de Rivano.
Por cierto, pese a todo lo dramático que
llega a ser este texto (¿Cuento o novela corta?), volvemos a encontrar momentos
de humor, lo que se agradece entre tanto pesar.
Saludos Elwin, aquí murinus2009.
ResponderEliminarEsta siguiente serie de libros de Luis "Paco" Rivano es más como lo que yo esperaria de un ex agente de la ley: historias mostrando el lado brutal de la humanidad.
Definitivamente coincido contigo Elwin estas historias da para una serie o películas de estilo Noir, me extraña que no se hayan adaptado ya, veamos:
El Cuaderno de Víctor Hidalgo.
Aquí parece que Rivano se dispuso hacer una continuación y luego ya no, por lo que comentas Elwin creo que este me costaría mucho leerlo.
El Apuntamiento.
Lo que narras aquí se parece mucho al México desde los 40s. (O quizá desde siempre) Hasta la fecha.
Todo lo que describes sobre marginales sin esperanza de lograr algo en su vida y su ambiente, es idéntico, con el agravante de que desde unos años hacia acá muchos de esos marginales como el protagonista narrador, son usados por los narcos como sicarios.
Lo de la policía de investigación también es exactamente así aquí
A diferencia de los otros policías preventivos o seguridad pública de aquí, los de investigación hasta tienen apodos distintivos:
-Judas, cuando eran Policía. Judicial les cambiaron por Policía de Investigación pero son lo mismo...
-Per-judiciales.
Sus tácticas de investigación eran la tortura al sospechoso o el secuestro y tortura de parientes del sospechoso.
Tambien extorsionan a los delincuentes pidiéndoles parte del botín a cambio de no entregarlos, en estos casos se llaman, tanto el agente como el ladronzuelo "madrinas".
Tirar A Matar.
Este personaje es todo un antihéroe, un tipo duro metido en trabajos mortales y que además es alguien con cierta sensibilidad, creo que al igual que dices amigo, quedaría una muy buena serie con Roberto como protagonista.
La Yira.
No había escuchado este apelativo para referirse a las que ejercen esta profesion.
En México se les llama:
-Damas de la Noche.
-Mujeres de la Vida Galante.
Medio peyorativo:
-Huilas.
-Suripantas.
Y los que ya son insultos...
Da curiosidad ver cómo le quedó esta historia a Rivano, no es común que los hombres retraten a la chicas de este gremio como protagonistas o yo al menos no recuerdo muchas.
Gracias por esta segunda Entrada Elwin, ahora a buscar la 3.
Nos vemos.
Profundizando en la narrativa de Rivano, uno en verdad lamenta que no haya escrito más novelas y cuentas, si bien su teatro es maravilloso. En YouTube encuentras la película que se hizo para la TV chilena de su pieza "Te llamabas Rosicler", que te recomiendo harto.
Eliminar