viernes, 30 de abril de 2021

El Cine de Alex de la Iglesia (III).


     Hace rato ya que me vi la primera temporada de la serie de horror 30 Monedas de Alex de la Iglesia, en febrero de este año, y aún no escribo sobre ella, porque antes de hacerlo me dispuse a escribir sobre la filmografía de este director/guionista/productor; se trata de una labor que me ha ocupado tiempo, puesto que me dispuse a verme de nuevo toda su obra cinematográfica, que es más o menos extensa y por eso mismo he dividido en 3 partes mi revisión personal al respecto.  Una confesión debo hacerles, en todo caso, y es que pese a lo que me encanta este artista, me he negado a ver su documental sobre el futbolista Messi (puesto que para nada paso ese deporte).  Bueno, ya es hora de darle punto final a este paseo que me ha traído muchas satisfacciones, puesto que ha sido más que grato volver a contemplar sus títulos, que me gustan mucho y la mayoría de ellos ya apenas los recordaba.  Espero a quienes no han visto estos filmes, les atraiga la idea de hacerlo ahora y a ver si en algún momento me comparten sus impresiones al respecto.
 
11. La Chispa de la Vida (2011).
 
     Acá estamos frente a la película “dramática” del realizador, pese a sus pequeños agregados de humor absurdo y que muy bien sabe usarlos para justamente acentuar la atmósfera depresiva de esta historia.
     Un publicista que lleva un buen tiempo cesante (“en el paro” le dicen en España), anda desesperado buscando un trabajo, que ya no soporta ser mantenido por su esposa (profesora) y por el apoyo del Gobierno que recibe.  En su juventud fue responsable de un famoso slogan de Coca-Cola, pero luego de ello nunca más consiguió un éxito de tales niveles.  La mala suerte llega a su cenit, cuando sufre un espantoso accidente que lo deja inmovilizado, quedando expuesto a que todo el mundo lo vea, mientras su familia acongojada los acompaña y los especialistas tratan de salvarle la vida.
     La mirada descarnada y ácida que hace del morbo de la gente ante las desgracias ajenas y de toda la cobertura que hacen los medios masivos con el fin de sacar provecho de estas noticias, no nos dejan impávidos y pese a las sonrisas (o risas) que nos saca ante las ridiculeces de algunas reacciones de los personajes (para nada alejadas del mundo real), no impiden dejarnos con un sabor amargo una vez terminada la cinta.
    Por otro lado, pese a que en general de la Iglesia acostumbra mostrarnos relaciones de pareja erráticas y donde sus integrantes demuestran que sus sentimientos mutuos son demasiado frágiles y/o superficiales, en esta ocasión solo el poder  del amor que hay en la familia del desgraciado publicista (esposa, hijo e hija), logra dignificarlos y ponerlos por sobre muchos de los otros fríos personajes interesados solo en ganar dinero con lo que está pasando.  Respecto al núcleo familiar del protagonista, destaca la figura del hijo varón y mayor del matrimonio, un tipo “gótico” y de apariencia andrógina, quien nos demuestra que cuando hay verdadero amor las diferencias de estilo de vida son algo insignificante.
     En el papel de la amorosa esposa está la siempre hermosa Salma Hayek, en su única colaboración con nuestro director, demostrándonos su versatilidad tras tantos grandes papeles en la que la hemos disfrutado.
 

12. Las Brujas de Zugarramurdi (2013).
 
     Mi película favorita de Alex de la Iglesia, viene a ser su segunda comedia de horror… ¡Y vaya que le salió estupenda!
     Unos ladrones de poca monta (más bien inexpertos), se dan a la fuga en circunstancias muy cómicas y llegan hasta un pueblito olvidado donde se encuentran, tal como dice el nombre, con unas brujas.  Una sociedad matriarcal impera en el lugar y allí los hombres solo son recibidos como víctimas, en un culto de orígenes ancestrales.  A los fugados se les une a la fuerza un taxista y también, que no podíamos olvidarlo, el único hijo del líder de los aspirantes a delincuentes. 
     Humor abundante donde los efectos especiales y los personajes más extravagantes, desde el primer periodo del cineasta, hacen de este largometraje un reencuentro con ese de la Iglesia de antaño, que ahora se nota ha aprendido mucho a lo largo de su experiencia tras las cámaras. 
    Cabe mencionar que detrás de todas las carcajadas, que podemos llegar a tener gracias a esta obra, se encuentra una interesante alusión a la guerra entre los sexos, referida a la propia naturaleza de cada género y cómo estos se compartan con sus pares y con los otros; las diferencias entre unos y otros, pero también la necesidad de encontrar un (a) compañero (a) incondicional en otra persona, no deja de estar presente y es que tal como no los muestra el gracioso epílogo, con ello logramos obtener la plenitud que todo el mundo busca.
     Tercera y última (a la fecha) colaboración con la siempre simpática Carmen Maura y la primera con los guapísimos (y muy talentosos) Hugo Silva, Mario Casas y Jaime Ordóñez (quien quiera escoja con quién se queda, je).  Varios otros actores recurrentes a la filmografía del director encontramos acá y entre ellos, su pareja, la preciosa Carolina Bang.
    Destacable viene a ser el detalle que esta es la primera película de Alex de la Iglesia en tener personajes LGTB (bueno, el antecedente podría ser el chico gótico más arriba mencionado), incluyendo una pareja gay (y ambos bien masculinos… Que, por mi parte, ya me molesta se acostumbre solo a poner parejas de tipo masculino/femenino) y un par de travestis (o transgéneros, que no queda claro su verdadera identidad).


Como no me dejan mostrarles el tráiler, les dejo con los bellos créditos de apertura
 y unas escenas como aperitivo.

13. Mi Gran Noche (2015).
 
     Quizás el mejor filme de su responsable, capaz de sacar más risas que cualquiera de sus películas.  En un canal de televisión se está filmando de manera adelantada un especial de Año Nuevo y para ello se ha armado una tremenda producción llena de artistas, espectáculos y extras (“figurines” creo les llaman en la Madre Patria).  A dicho evento acude un artista muy especial, Alphonso, interpretado por el ídolo de Alex de la Iglesia, el mismísimo Raphael en una suerte de autoparodia de sí mismo (no olvidemos que en Balada Triste de Trompeta ya le había hecho su homenaje, empezando por el nombre de esta cinta que viene de una famosa canción del artista); el cantante es un hombre vanidoso, egocéntrico y mañoso, sumándose a su presencia varios conflictos que implican una huelga que se desarrolla fuera del recinto y que amenaza con traer problemas, un asesino infiltrado, las desavenencias entre los conductores y muchas otras locuras, que hacen de este largometraje algo inolvidable e ideal para divertirse de principio a fin.
     El protagonismo al más puro estilo coral como sucede con la cinta que precede a esta y a las que le vendrán, está incluso mucho mejor delineado que en el caso de Las Brujas de Zugarramurdi, bajo el cual se rescata el gusto por los personajes bizarros y con los que comenzó la carrera del cineasta; pero lo interesante al respecto y llegados a esta altura de su carrera, es que ahora no se trata de sujetos de apariencia esperpéntica, como en el recién mencionado título y otros como Acción Mutante, sino que de gente “normal” o supuestamente sofisticada y que actúa de manera errática, como bien podemos apreciar en la vida normal.
    No se puede negar que pese a lo odioso de su rol, “Er Niño” no puede caernos mejor y es que el papel está ideal para él.  El resto de los protagonistas está tan genial, que uno puede llegar a tener más de un favorito entre este abanico y en mi caso, mucha gracia me causan los personajes del cantante de pocas luces y el mismísimo aspirante a homicida… Por cierto, también destaca una pareja de lesbianas, otros personajes LGTB muy bien abordados por de la Iglesia.



14. El Bar (2017).
 
     Desde su debut que nuestro realizador no incursionaba en la ciencia ficción para el cine (tiene una serie del género para la tele, Plutón B.R.B. Nero, que lamentablemente no he podido conseguir) y esta vez lo hace con un tema muy de moda y actual: los virus creados en laboratorios…
     Es un día normal de esos y en un bar se encuentra un grupo variopinto de personas, quienes deben hallar la manera de sobrevivir a una catástrofe de la que apenas saben, salvo el horrible cadáver de un militar, que les hace ver que se trata de un experimento secreto que se ha salido de control.  Los protagonistas están aislados y harán lo que puedan para no infectarse y lograr salir del atolladero en el que se encuentran; sin embargo, como es propio de estas historias, el peor enemigo pueden ser sus propios prójimos y el miedo que los enceguece, saliendo a flote lo peor de ellos mismos, que la amenaza más próxima no es ni el bicho que no pueden ver, ni los tipos con trajes de protección que andan afuera, ocultando la verdad al resto del mundo.
      La maldad humana, nuestras inseguridades, aunque también la nobleza humana, quedan de manifiesto en esta pieza que nos otorga otros momentos gratos, gracias a de la Iglesia y compañía.
      Una pieza claustrofóbica, puesto que transcurre en lugares cerrados, sumados a la histeria de los personajes.  Todos los actores, muchos de ellos habituales del director, vuelven a estar soberbios y tras verlos en papeles tan diferentes, no quepa duda de sus virtudes histriónicas (para mí, el mejor de todos, esta vez es el buen mozo Jaime Ordóñez, quien está irreconocible como un mendigo alcohólico con ínfulas mesiánicas).  Por otro lado, esta fue la última participación de la veterana Terele Pávez, quien llegó a participar en nada menos que  8 producciones de Alex de la Iglesia (si bien a mi modesta opinión, por lo general siempre bajo el mismo papel, con una que otra pequeña variación), la misma cantidad de colaboraciones del actor de culto Santiago Segura junto a este mismo autor; puesto que al poco tiempo falleció.


15. Perfectos Desconocidos (2017).


 
     Un grupo de viejos amigos se reúne una noche, en la que habrá un eclipse de luna, a cenar.  A uno de los comensales se le ocurre jugar a algo muy curioso: poner los celulares de todos sobre la mesa, para que en el caso de que los llamen o reciban mensajes, todos sepan de qué va.  Lo que parece una mera jugarreta se transforma en una verdadera pesadilla, cuando comienzan a salir los secretos más guardados entre ellos, incluso con sus parejas que están presentes; provocando escenas de celo, rencor, violencia y vergüenza, una vez descubran que quienes se suponía les contaban todo, en efecto son “perfectos desconocidos”.
    La más ácida mirada de Alex de la Iglesia a las relaciones de pareja, donde además se involucran las amistades y una vez más la naturaleza del trato entre miembros del mismo género.  Cabe mencionar que cada revelación y la necedad de los personajes para asumir sus responsabilidades, mantienen al espectador por completo atento ante qué nueva mácula se sabrá y qué estupidez harán quienes en apariencia se ven tan sólidos como personas.  Por otro lado, en contraste a la locura de la mayoría de los personajes, el más humilde de todos (y con su propio secreto, que para nada se trata de las conductas reprochables de sus compañeros), es el único que queda como alguien con cierta nobleza.
     Por último, solo Pepón Nieto se repite el plato entre los actores a la hora de ser un habitual  del realizador, mientras que el resto hasta el momento no habían trabajado bajo sus órdenes, ni se ha visto en nuevas producciones suyas (que no ha vuelto a hacer trabajos para el Séptimo Arte).
 
     Para terminar, se nos vienen este año y el próximo sendas películas de terror de Alex de la Iglesia, lo que en especial a este servidor lo tienen muy contento, je.

   

4 comentarios:

  1. En mi opinión, las Brujas de Zugarramurdi, con su mirada a las relaciones de parejas y Mi Gran Noche, con las situaciones absurdas y desternillantes que plantea son lo mejor de Alex de la Iglesia. El bar, ya te he comentado, no me gustó mucho, por la falta de aclaración sobre las cosas que sucedían allí. Al menos en Mi gran noche explican que las protestas se deben a los despidos injustificados de la empresa de TV. Me llamó la atención la de Perfectos desconocidos, puesto que sabes que es un tema en el que estoy interesado.

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    1. ¡¿Aún no te ves "Perfectos Desconocidos"?! IMPERDONABLE (lo mismo con tus otros pendientes de Alex de la Iglesia).

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  2. PAra mi, todas películas y muy interesantes. Mi Gran Noche es una excelente comedia, con un Raphael impagable y con un sentido de la autoparodia envidiabile. El Bar y Perfectos Desconocidos muy buenas también. Lo interesante de estos títulos es que son muy originales, no veo "refritos" en la obra de De La Iglesia. Siempre intenta, a su manera, innovar y explorar nuevos conceptos y temáticas. Un maestro!

    Saludos,
    RICARDO

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    1. En verdad Alex de la Iglesia es un autor que debe hacerse conocida su obra, que está entre los grandes y su cine es tan personal; espero con ansias sus nuevas cintas.

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