5.1. El Director.
Aparte de ser a quien le debemos la
creación de este programa ya tan elogiado y que permitió a tantos grandes
directores proyectar algunas de sus mejores o más “entretenidas” pesadillas en
el llamado “tubo catódico” (nombre que en todo caso hace rato quedó obsoleto
ante las nuevas tecnologías), Mick Garris es un director que se podría
caracterizar por dos aspectos:
1° Si bien tiene sus cuantas
películas estrenadas para el cine (siendo dos de las cuatro que ha hecho para
este formato, secuelas), la mayor parte de su trabajo ha sido para la
televisión, labor donde realmente ha destacado no sólo gracias a este programa
que creó (y a su “heredero” Fear Itself), si no que también a
unas cuantas miniseries de horror que hoy son ya de antología.
2° Ligado a lo anterior, es un
director cuyo trabajo se ha formado en gran parte adaptando la obra de Stephen
King, siendo la verdad una labor que ha desarrollado no sólo con amor y
admiración hacia el trabajo de este escritor, si no que demostrando un
verdadero talento a la hora de convertir las palabras a imágenes que sean tanto
tributo del material original, como capaces de poseer su propio valor en sí
mismo. También se ha encargado de hacer
lo similar con la obra de Clive Barker, autor claramente ligado a King y de
quien también Garris es amigo y por quien demuestra gran aprecio.
Mick Garris comenzó trabajando muy joven en
televisión en un pequeño canal y donde hablaba sobre cine bizarro, de terror,
de ciencia ficción y similares. Gracias
a ello, tuvo la oportunidad de conocer a gente como al propio Steven Spielberg,
Joe Dante y John Landis, entre otros, con quienes luego tendría una estrecha
fraternidad y lo que muchos años después lograría sus frutos en su carrera
profesional y en especial en la creación de Maestros del Horror. Fue así como a finales de los ochenta
Spielberg llamó al futuro director para realizar un guión de uno de los
capítulos de Amazing Stories (otro memorable programa de televisión
antológico) y al gustarle su labor, luego le encargó otro y por último Garris
se transformó en miembro del staff permanente del programa, llegando incluso a
dirigir para la serie.
Por lo tanto, Garris no sólo es director,
si no que también guionista y también productor. A continuación un recorrido por su trabajo
para las producciones audiovisuales de terror:
- Critters 2
(1988): La primera secuela de un filme clásico de terror de esta
década, con elementos de ciencia ficción, sobre un grupo de monstruosos
“parientes alienígenas” de los gremlins de Joe Dante. En cierto sentido aquí Garris, quien
también ofició de co-guionista, supo crear un filme cuya única pretensión
(aparte de ganar dinero) fue hacer una película liviana propia de su
época, que fuese entretenida (para espíritus poco exigentes) y hasta con
un carácter familiar en su humor tan gringo y situaciones que no
requiriesen mayor trabajo intelectual por parte de los espectadores.
- Psicosis IV:
En el Principio (1990): Las películas que le siguieron al clásico de
Hitchcock, basadas las dos primeras en las novelas del consumado escritor
Robert Bloch, nunca perdieron su horizonte y ésta particularmente dio
finalización a una saga que menos mal terminó con dignidad. La película muestra cómo uno de los
psicópatas más memorables de la pantalla grande logra su particular
redención, no antes mostrándonos por primera vez su pasado y las oscuras
circunstancias que lo llevaron a convertirse en el monstruo humano que
llegó a ser. Por su parte, en este
segundo trabajo para el cine, el director demostró que bien podía manejar
una historia verosímil y madura a diferencia de su ópera prima mucho más
simplona.
- Sonámbulos
(“La Maldición de los Sonámbulos” en Latinoamérica) (1992): Película a
la que para ser sincero, le tengo un especial aprecio por numerosas
razones a las cuales creo no vale la pena enumerar acá. No obstante un dato objetivo es que este
filme se constituyó en la primera colaboración entre Mick Garris y Stephen
King, por cuanto corresponde además en ser el primer filme para el cine
(más bien el único) en contar con un guión de Stephen King absolutamente
original (o sea, no basado en ningunos de sus anteriores escritos). La historia versa sobre una antigua raza
de felinos antropoides que pueden tomar la forma humana y que se alimentan
del aliento vital de mujeres vírgenes.
El filme es violentísimo y posee una muy buena banda sonora donde
destaca el uso de un gran tema de la cantante y compositora irlandesa
Enya, Boadicea, en un efectivo prólogo a la historia. A su vez la película permite ver
agradables cameos del propio King, del también escritor de horror y
director de cine Clive Barker, de los “colegas” Joe Dante, John Landis y
Tobe Hooper, aparte del actor Mark Hamill (el recordado Luke Skywalker de
la trilogía original de Star Wars).
- Apocalipsis
(1994): La gran labor de llevar a la pantalla chica una de las obras
más memorables de la pluma de Stephen King fue toda una proeza y ello se
debió en parte al trabajo en conjunto del mismísimo Stephen King, quien
aquí se encargó de adaptar su novela, y de Garris, quien demostró más aún
que antes su capacidad para contar una historia de la forma más seria y
dramática posible. El libro de más
de mil doscientas páginas se llevó al formato de miniserie en seis horas,
que le hicieron su justo tributo a la historia original, contando a su
haber con grandes actores de la talla como la del hoy galardonado Gary
Sinese, Rob Lowe, Miguel Ferrer, Laura San Giacomo, Kathy Bates y Ed
Harris, aparte de cameos nuevamente de King y varios directores del
género. En su primera gran
producción para la televisión, Garris consiguió mostrar una historia de
carácter heroico, que le permitió luego desarrollar un montón de proyectos
más, consiguiendo la amistad de King y además lograr numerosas
candidaturas a premios, ganando algunos de ellos. La miniserie posee además algunos de los
momentos más inolvidables no sólo para los seguidores de la obra de King,
que han sido llevadas a la pantalla grande y chica, si no que también en
la televisión en general, contando por lo tanto con escenas de gran
intensidad dramática, algunas muy emotivas y otros bastante aterradoras
(sin duda de lo mejor de lo que se ha hecho sobre la obra de King, como
también respecto al trabajo de su director).
- Quicksilver
Higthway (1997): Telefilme que consta de dos episodios, más una
historia unificadora de las dos, a cargo del camaleónico Christopher Lloyd
a manera de “presentador”. La
intención de esta producción era la de convertirse en un episodio piloto
para una nueva serie antológica, sin embargo pese a su gran factura (como
muchos otros casos de la pantalla chica) no pasó más allá de esta
película. Esta obra cuenta además
con su segunda colaboración con el actor Matt Frewer, luego de su
destacada labor como Trashcan en Apocalipsis (en Chocolate
volverían a trabajar juntos).
Acá Garris oficia de guionista, adaptando por primera vez a su también
amigo Clive Barker, en uno de sus cuentos más espeluznantes y originales: La
Política del Cuerpo; no obstante en este último caso lo que hizo
el guionista-director fue agregarle humor a la historia y hacerla así más
digerible (admito que cuando leí el cuento tuve pesadillas). La otra historia corresponde al relato La
Boca Saltarina, un excelente relato de King
sobre una particular forma de justicia.
El producto final que condensa estas dos historias, más el
argumento “central”, resulta ser una obra bastante recomendable.
- El
Resplandor (miniserie) (1997): Todos
los fanáticos de Stephen King sabemos que al autor no le gustó la versión
“atea” que el polémico, pero aún talentoso, director hizo de su famosa
novela; pese a que a su vez este filme de 1980 se transformó con justicia
en uno de los mejores filmes en la historia del cine. No obstante, ya para cuando le pudo ser
posible financiar una versión más
cercana a su texto, King se encargó nuevamente de hacer el guión. Si Kubrick lo que hizo fue centrar el
mal en la locura del personaje interpretado magistralmente por Jack
Nicholson, King fue fiel a sí mismo y no dejó de mostrar en su versión la
influencia de los elementos sobrenaturales y malignos en la vida de los
Torrance, así cómo darle mayor importancia al desmoronamiento anímico y
espiritual de parte de los adultos de esta familia (en especial el
padre). La labor de los dos actores
mayores principales en esta miniserie de seis horas fue notaria, logrando
Steven Weber (el Jack de esta versión televisiva) un desempeño actoral que
para nada puede envidiarle al oscarizado Nicolson; por su parte una vez
más Rebecca de Mornay demostró que no sólo es una mujer hermosa, si no que
posee gran talento en un papel como el que aquí tuvo que realizar y que
implicó poseer la capacidad suficiente de mostrar a una mujer en numerosas
situaciones de gran calibre emocional.
Tal como sucedió con la anterior colaboración en materia de
miniseries entre King y Garris, esta obra fue nominada a varios premios,
ganando unos cuantos y en especial el Premio Saturn para Weber.
- Cabalgando
la Bala (2004): La cuarta película para el cine de Mick Garris, fue un
filme independiente, con guión suyo también, nuevamente basado en una obra
de King (esta vez su famosa novela corta que por años sólo se podía leer
en formato digital y que había que comprarla a través de Internet). El texto original de King si bien
corresponde a una historia de terror, también consiste en una narración
acerca de las responsabilidades, el sentimiento de culpa y la posibilidad
de redención. En esta obra, Mick
Garris deja de lado su faceta más gore, optando por contar una trama que
tal como la obra en que se inspira, desborda gran emotividad y
sensibilidad. La producción cuenta
como nos tiene acostumbrados Garris, con grandes actores, demostrándonos
una vez más el director que posee gran empatía a la hora de sacar lo mejor
de los artistas que trabajan con él.
- Desesperación
(2006): Película para la televisión basada en una de las novelas más
violentas de King y que bien puede ser considerada uno de los mejores
filmes del director. La historia
acerca de un grupo de personas que se ven atrapadas en un pueblito perdido
en medio del desierto y acosadas por un maligno y viejo espíritu, toma en
manos de Garris el mismo carácter del libro homónimo: una épica anónima
del valor humano en su lucha contra el mal. En este filme como tal vez sólo se dio
en el gusto con Sonámbulos, Mick Garris se
permitió ser casi tan sangriento
como King lo hizo con su texto, lo que no se habría esperado de un
producto hecho originalmente para la televisión (bueno, la verdad es que
para entonces ya se estaba emitiendo hace rato Maestros del Horror,
por lo que la hemoglobina y las vísceras ya estaban cobrando su lugar en
la pantalla chica). Una vez más en
esta producción del artista, trabaja junto a un grupo de destacados
actores, algunos de ellos a los que ya había dirigido Garris o que luego
volverían a estar en sus manos: es así como brillan acá Steven Weber, el
camaleónico Ron Perlman, Tom Skerritt (quien trabajó tanto en la clásica
adaptación de David Cronenberg de La Zona Muerta como también al
final de la serie de TV que adaptaba esa misma novela), Annabeth Gish y el
actor protagonista de Chocolate, Henry Thomas, entre
otros.
- Un Saco de
Huesos (2012): Su tercera miniserie basada en un libro de King, siendo
que por años se esperó la adaptación del libro homónimo que la
inspiró. En este caso, otra vez
Garris hizo de guionista, si bien optó por hacer un trabajo de menor
extensión que en los dos casos anteriores (dos capítulos de una hora y
media cada unos). Pese a contar con
un actor como Pierce Brosnan en el protagónico y al material original con
el que trabajó, se podría decir que esta última producción suya adolece
del carisma de sus anteriores trabajos “kingnianos”, quizás en parte por
sintetizar demasiado la particular historia de fantasmas vengativos que
está considerada entre sus mejores novelas. Como dato extra, se puede contar que tal
como acostumbra hacer Garris en sus filmes, otra vez se da el gusto de
trabajar junto a actores de su confianza, repitiéndose esta vez el plato
la actriz Annabeth Gish, con quien ya había laborado en Desesperación.
5.2 La Película (conocida en Latinoamérica como Alucinaciones Mortales y en España como Sensaciones Extremas). Estrenada en USA el 25 de noviembre de 2005.
Y llegamos por fin a la
etapa del director con Maestros del Horror. Si bien éste contribuyó con dos telefilmes
para el programa (uno por cada temporada), el segundo es lejos el mejor de
ambos, por cuanto al que ahora comentaré, para mi gusto personal es el más
débil (si no también aburrido) de las 26 producciones que comprenden la serie;
no obstante igual Chocolate posee sus virtudes que bien merecen ser consideradas. No se trata de una obra mala, pero quizás de
toda su etapa más consagrada es la que menos atractivo posee (lo vuelvo a
confirmar, es mi opinión y por ello no deja de ser subjetiva).
Puede ser que el fuerte del director sea el
de trasladar al cine y la televisión obras escritas con anterioridad…pero de
otros autores, si se considera que en este caso lo que hizo Garris fue adaptar un
cuento de su propia creación (ignoro si lo publicó alguna vez). Este detalle sobre el origen de la trama
puede ser significativo, por cuanto ella hasta cierto punto adolece de la
espectacularidad de muchas de sus otras obras, teniendo como protagonista a un
personaje que resulta patético y poco atractivo (quizás diseñado de adrede así,
para acentuar el vacío en el que se encuentra su vida).
La historia versa sobre un hombre recién
separado, teniendo un pequeño hijo con su ex esposa, quien trabaja en un
laboratorio químico dedicado a la creación de saborizantes artificiales y otros. Su vida es monótona y la única compañía con
la que cuenta es la de un amigo y colega rockero frustrado (acá interpretado
por otro actor/amigo habitual de Garris: Matt Frewer). Un día cualquiera el protagonista comienza a
tener extrañas alucinaciones que le hacen ver a otro hombre como si le hablara
a él, siendo que además cuando sufre de tales delirios su campo visual cambia y
con ello el paisaje que le rodea; a su vez empieza a tener las mismas
sensaciones de otra persona, incluyendo sus orgasmos, hasta que descubre que
con quien mantiene este lazo es una hermosa mujer. Es así como se obsesiona con ella y decide ir
en su busca.
La película parte con un primer plano del personaje interpretado por
Henry Thomas, quien se ve cubierto de sangre y se encuentra haciendo una
confesión; de este modo, el espectador sabe que el individuo ha participado en
un hecho violento, pero corresponde al paso del tiempo y a la paciencia
descubrir qué es lo que ha pasado en realidad.
Es así como el filme está articulado en base a flashbacks que retratan
momentos del pasado del personaje, hasta llevarnos a la revelación final de su
destino. El montaje mismo de toda esta
historia es una de las partes mejor logradas en toda esta producción, por lo
que aquí Garris se muestra ya como un director experto y en especial al lograr
por parte de quienes trabajan con él, escenas que incluso llegan a ser hermosas
en su realización, destacando los exteriores, así como los diálogos mismos que
muestran gran naturalidad. Sin embargo,
para que todo resulte bien se debe tener un verdadero guión que sea atractivo y
éste no es el caso.
Stephen salvo en contadas excepciones, no
es un autor que aborde en profundidad el tema de la sexualidad y el erotismo de
los personajes en sus trabajos, siendo quizás El Juego de Gerald su
obra donde esta dimensión cobra mayor importancia. No es el caso del otro escritor al que gusta
adaptar Garris, Clive Barker, con quien ya en la segunda temporada del programa
trabajó y consiguió (tal como ya he mencionado) un producto mucho más sublime
(por cuanto además en este segundo trabajo la historia giró en torno al
erotismo de sus protagonistas). No
obstante con Chocolate Mick Garris hizo una obra en la cual la sensualidad y
el deseo se constituyen en los motores del argumento, y donde amor/carnalidad
se mezclan junto al odio/violencia/muerte en la ya acostumbrada lucha entre
Eros y Tanatos. La insatisfacción
afectiva y sexual del protagonista busca encauzarse hacia la materialización
que sería compartir su soledad con la mujer con quien ha logrado sin
proponérselo una “compenetración” única, no obstante este lazo resulta ser más
bien una maldición en vez de una bendición (y con ello significará su verdadera
perdición).
A manera de homenaje a su compañero Stephen
King, Garris en una breve imagen muestra como el personaje de Thomas se
encuentra leyendo nada menos que Desesperación, la misma obra donde
director y actor habían trabajado juntos.
Foto de los tiempos de "Sonámbulos". De izquierda a derecha: Mick Garris, Tobe Hooper, Stephen King y Clive Barker. |
Desesperacion la tengo, la descargue el año pasado, espero verla luego, y en cuanto a Chocolate, seun lo que mencionas aca, Garris no demostró todo su potencial al dirigir esta pelicula, ademas que veo que Garris tiene otra falla, el no fidelizar en cuanto a la trama o al contenido violento que al dirigir un filme basado en alguna novela, no lo digo desde un punto de vista morboso, sino que de un punto de vista mas abstracto en el sentido de que se sale un poco de contexto al bajar el calibre de una producción.
ResponderEliminarAtte. Fabian ibarra
Hola, amigo. Respecto a lo que afirmas sobre Mick Garris, la verdad es que me gusta lo que hace y en general es un director bastante gore. Ahora bien, luego de su "Critters 2", creo que .la obra a la que le dediqué este trabajo es la menos esperada (ya para la segunda temporada hará algo lejos superior e incluso bello). Gracias de nuevo por comentar.
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