Luego de casi dos seguidas grandes
decepciones en materias de adaptaciones audiovisuales, de algunos de mis
universos ficcionales favoritos (de Marvel con la serie televisiva Agente Carter y la semana pasada no más con Star Trek: Sin Límites),
preferí no hacerme muchas expectativas con la película estrenada este año sobre
la novela Cell de Stephen King.
Teniendo presente que para su pesar ha recibido en general bastante
malas críticas, he decidido mantener mi poca fe a lo que dicen aquellos que ni
conozco y más si les pagan por ello; de tal modo que preferí hacerme mi propia opinión, sobre esta
más reciente versión de una obra de mi querido escritor preferido.
Hace mucho que leí el libro, el cual fue
publicado en enero de 2006 y de seguro lo hice en julio de ese año o al
siguiente, luego de que me lo regaló mi comadrita Ledda para mi
cumpleaños. Como mi memoria es tan
frágil, la verdad es que poco recuerdo de él, si bien se quedaron en mi cabeza
algunos de sus mejores momentos o detalles.
En todo caso me atrevo a decir que para nada esta novela la encuentro
entre las mejores de su autor, pero no le voy a negar que tiene varios puntos
interesantes. Entre ellas, que viene a
ser el gran gusto que se dio King de escribir un libro sobre zombies, algo que
antes solo había hecho a través de su cuento Parto en Casa; pues este es
fiel devoto del subgénero; de igual manera adora La Noche de los Muertos Vivientes
de George Romero, a quien le dedicó su libro Christine y de quien se
hizo amigo, siendo que además el director se encargó de realizar dos de las
mejores cintas en base a su trabajo literario (Creepshow y La
Mitad Siniestra).
No obstante estamos hablando del “Rey
del Terror”, de modo que sus zombies tenían que poseer su sello característico,
lo bizarro y la originalidad, de modo que su origen en Cell resulta ser algo por
completo distinto: son el producto de una señal de origen desconocida, que al
llegar por celular a todos quienes en un mismo momento usaron tal aparato,
sufrieron una especie de formateo de su cerebro que los convirtió en criaturas
violentas y sin raciocinio. Con
posterioridad estos seres, en medio de un paisaje devastado tras todos los
accidentes provocados el día de la catástrofe, comienzan a dar señales de
comenzar a evolucionar como miembros de una mente colmena.
Debe saberse que Stephen King en más de
una ocasión ha admitido no poseer teléfono móvil o celular, porque según él no
le gustan estos aparatos. Por otro lado,
al ser tales artefactos los responsables
de este singular apocalipsis de la sociedad humana, bien es posible hallarnos
con una crítica a esta dependencia por la tecnología, al transformarla en una
necesidad de primer nivel cuando no hasta hace mucho los celulares eran solo
propios de las historias de ciencia ficción.
El filme dirigido por Todd Williams,
volvió a reunir a dos grandes actores dentro de los papeles protagónicos, John
Cusack y Samuel L. Jackson, quienes ya antes habían trabajado juntos en otra
adaptación de un texto de Stephen King (1408 de 2007). Por otro lado, curioso puede ser tener
conocimiento de que John en su juventud hizo un breve papel en la alabada Cuenta
Conmigo (1986), considerada entre las mejores realizaciones
cinematográficas inspiradas en una narración de King.
En esta ocasión Cusack es un dibujantes
de cómics, quien tras el evento con los celulares, realiza todo un periplo con
la intención de hacer lo posible de reencontrarse con su único hijo, un pequeño
de entre siete y diez años de edad, el cual se encontraba a kilómetros de
distancia suya cuando sucedió la tragedia.
En su trayecto, que también significa escapar de las hordas
descerebradas, conoce al conductor de ferrocarriles eléctricos interpretado por
Jackson, quien se convertirá en su amigo y principal aliado para enfrentar los
nuevos peligros de este mundo puesto patas arribas. Estos dos conocen a otros sobrevivientes con
los que llegan a cruzarse, entre los que destacan una muchacha cercana a los
veinte años y un chico de extrema inteligencia, con los que los adultos llegan
a encariñarse.
Si bien nunca llega a saberse el
verdadero origen del pulso que ha causado todo,
la trama podría considerarse dentro de los terrenos de la ciencia
ficción, hasta que comienza a aparecer la siniestra y muda figura de una
especie de demonio con aspecto de joven “normal”, si bien demacrado, con quien
sueñan todos los sobrevivientes. Debe
saberse que esta criatura se encuentra ligada al artista y además todo deja en
evidencia que los mismos “locos del celular”, lo requieren a él, así como saben
del paradero de su hijo.
Teniendo a tan destacados actores en el
casting, no habría porque prejuiciarse respecto a la supuesta mala factoría de
este largometraje. Se ha dicho que las
actuaciones son malas ¿Cuáles? ¿Alguien osa decir que tanto Cusack como Jackson
acá han hecho mal su labor? Pues para nada, incluso el histrión afroamericano
nos regala uno de sus esperados monólogos, uno de hondo contenido religioso más
encima, que denota el transfondo religioso de gran parte de la narrativa de
S.K. Además sumados a estos personajes
de renombre, se encuentra el también veterano Stacy Keach, quien acá toma el
rol de un anciano y sabio director de escuela privada, por un breve tiempo el
único de los paraderos donde los viajeros encuentran algo de normalidad; es así
que su papel ensalza aún más esta vapuleada película injustificadamente. En cuanto a los personajes más jóvenes, la
muchacha y el chico que en este caso toman gran relevancia, se encuentran tan
bien realizados, que más de una vez llegan a emocionar sus intervenciones ante
los acontecimientos dramáticos que se suceden, una y otra vez. El resto de los secundarios tampoco queda
mal, por muy escasa que haya sido su intervención en el metraje.
Quien haya leído Cell, no puede olvidar su
potente comienzo que corresponde a uno de los episodios más gores y espeluznantes salidos de la
febril mente de su creador. Puesto que
el guión corrió en parte del propio Stephen King, no se le quita el cuerpo a
tan potentes páginas y la masacre con la que empieza todo es escenificada con
esmero. ¡Incluso llegamos a ver al “loco
del celular” que se echa sobre un perro para comérselo vivo! También aparece el
cocinero loco que a diestra y a siniestra da tajos a todos con su gran cuchillo
carnicero. Gente cayendo desde las
escaleras y hasta aviones estrellándose son parte de la pesadilla a la que nos
invita esta película. Por otro lado, al
ser un filme de zombies (si bien sui generis) y conociendo el amor del escritor
por el trabajo de George Romero, no podía faltar su homenaje a la famosa escena
de desmembramiento y/o ataque grupal correspondiente a El Amanecer de los Muertos Vivos.
Si
director, productores y demás responsables hubiesen querido recurrir a recursos
facilistas, sin esmerarse en hacer algo artístico y que le quitara su dimensión
más épica a la historia original, habrían filmado todo en estudios. No obstante varias veces se nos ofrecen
diversos exteriores, ya sean de las calles desoladas producto de lo que ha
ocurrido, como de preciosos paisajes naturales filmados con una cuidada
fotografía, que son testimonio del viaje de los personajes hacia su
destino. Asimismo, las muchedumbres
zombies llegan a tomar un carácter de inmensas proporciones, ya que no estamos
hablando de entes aislados o grupos pequeños, sino que nos hacen ver que estos
actúan en manada y a veces llegando a ser miles reunidos entre sí.
Hay varios momentos que pueden ser
considerados como los mejores logros de esta adaptación de Cell. Ya se ha mencionado el principio, no obstante
a este se debe agregar cuando se rebela el estadio, en el que yacen por la noche
en un extraño letargo las monstruosidades humanas y lo que luego sucede con
estos, así como con nuestros protagonistas cuando deciden deshacerse de sus
enemigos. De igual manera el segundo
descubrimiento, de la evolución por la que está pasando esta nueva especie es
aterrador, llevado a cabo con efectividad por Williams y compañía, lo que
termina con una emotiva escena de despedida.
Cuando el personaje de Cusack logra llegar hasta su meta, resulta
difícil no impresionarse ante la inmensa muchedumbre de zombies que aparecen,
actuando tal cual lo que estos representan como símbolo de lo que podemos
llegar a ser: prisioneros de nuestros instintos, del amor al materialismo y que
en masas actuamos como bestias y sin sentido (tal cual las “barras bravas” del
fútbol o los seguidores fanáticos de ideologías).
Se trata de un filme que se torna
bastante en serio todo, partiendo por su falta de humor y en especial ante la
encrucijada por la que pasa el padre protagonista, quien carga con la culpa de
no haber disfrutado a su hijo como correspondía, ni a su esposa; no habiendo
estado además con ambos cuando se desató el Infierno en la Tierra. De igual manera, la soledad y hasta orfandad
de los personajes más jóvenes, incluyendo al rol del maquinista, los humaniza
por cuanto no solo las extraordinarias circunstancias los unen, sino que mientras
llegan a estar juntos se transforman en una verdadera familia.
Quizás el único defecto que le veo a esta
película (y el cual se lo perdono en todo caso), viene a ser su final ambiguo,
que no deja claro qué pasó en realidad con el personaje de Joan Cusack. No obstante no haré spoilers y dejaré que cada uno haga interpretaciones sobre qué le
pasó en realidad. Después de todo, si
nadie es perfecto, una peli tampoco debe serlo para conseguir entretenernos
¿No?
Elwin: Esta vez coincido con vos, Cell tuvo problemas de guión, de distribución, de presupuesto, etc. Es lógico que esos problemas afecten al producto final en algunos aspectos (montaje, falta de presupuesto, algunos efectos regulares), pero tampoco es tan mala como han querido pintarla. Está lleno de películas malas todas las semanas, muchas de ellas millionarias. Y, asi y todo, con sus fallas, Cell aprueba con lo justo, pero aprueba. La volvería a ver y la pondrìa dentro de las adaptaciones buenas, y no de las malas.
ResponderEliminarSaludos
RICARDO
Me alegra saber que no soy el único en considerar valiosa esta película. En realidad no me aburrió para nada y creo tiene mucha atmósfera. Da rabia cuando hacen esta especie de boicot contra una película, tal como sucedió con la de "El Escuadrón Suicida", que en realidad es tan buena y menos mal le ha ido bien en taquilla.
EliminarMi amigo, debo confesarte que me gustó esta película. No será una joya, pero está lejos de ser una mala producción. Uno de los personajes que más me gustó fue Alice, interpretada por la actriz de La Huérfana. Debo decirte que por ella vi esta peli. El personaje de rojo, el malvado, no me convenció mucho eso si. Creo que es uno de los puntos flojos del film. Pero haciendo un rápido balance, es una buena y recomendable "película de zombies".
ResponderEliminar¡Ahora ya sé cómo llegaste a ella, je, je! (o sea, que no fue por King o L. Jackson o Cuscak). Me alegra saber que disfrutaste este filme que merece hacerse conocido y en especial quienes amamos las historias de muertos vivientes.
Eliminar