8.1- El Director.
Referirse a la obra de
John Carpenter, es hablar de uno de los “grandes” autores del cine de terror
vivos, quien desde la década de los setenta hasta el presente nos ha otorgado
algunos de los mejores filmes del género, sentando más de un precedente y
creando una verdadera escuela de cómo hacer buen cine de terror. Sus numerosos filmes (si bien no tantos como
se quisiera) no sólo se mueven en el campo de horror, si no que también dentro
de la ciencia ficción, poseyendo además un comprometido discurso político de
izquierda que hace que sus obras vayan más allá de la espectacularidad de sus
escenas que muchas veces llegan a ser perturbadoras, si no que además invitan a
la reflexión ante las temáticas abordadas por su trabajo. En pocas palabras, el cine de John Carpenter
se mueve entre lo comercial y lo claramente de autor, pudiendo hacer obras
brillantes tanto con alto como con bajo presupuesto, estando la mayoría de
estas dentro del último grupo mencionado e incluso siendo estas algunas de sus
mejores obras; son películas gráficas en su violencia, duras y sangrientas, y
pese a todo poseen una poesía visual propia de un verdadero artista que vela
por crear imágenes y escenas que no sólo sean perfectas técnicamente hablando,
si no que además lleguen hasta a ser hermosas (mezcla sólo lograda por gente
como su colega Dario Argento, de quien ya se ha hablado en esta serie de
críticas).
Carpenter ha incursionado tanto en el terror como en la ciencia ficción,
mezclando muchas veces ambos géneros, dentro de lo cual se encuentran su obra
más célebre, La Cosa (The Thing) y Fantasmas de Marte (Ghosts
of Mars). También es famoso por
sus obras de corte más aventurero y con mucha acción, tal como en Rescate
en el Barrio Chino (Big Trouble in Little China) y el
díptico de Escape de New York (Scape from New York) y Escape
de Los Ángeles (Scape from L.A.). El western es otro de
sus géneros predilectos y si bien hasta el momento no ha hecho cintas de este
tipo, en Asalto a la Comisaría del Distrito 13 (Assault on Precinct 13) y Vampiros (John Carpenter´s Vampires) le
hace su propio tributo.
A su vez es un director bastante cercano al mundo de la
literatura, por cuanto más de una de sus obras están basadas en libros, tal y
como sucede con el ya mencionado The Thing de un relato de John W.
Campbell, Cristine, de un libro de Stephen King, El Pueblo de los Malditos (John
Carpenter´s Village of de Damned), de una novela de John Wyndham y Vampiros,
de una obra de John Steakley. No
obstante aparte de oficiar de adaptador de estas obras, también resulta
memorable su labor como guionista de sus propias ideas originales, tal como
sucede con su ya clásico (y tantas veces copiado) Halloween, Príncipe
de las Tinieblas (Prince of the Darkness, sin duda uno
de los filmes más aterradores jamás hechos) y La Niebla.
El éxito de sus historias ha hecho que se hayan realizado no sólo
secuelas de sus trabajos, como en el caso de Halloween y su montón de
continuaciones (unas olvidables y otras que en realidad logran hacerle honor,
tal como Halloween II, escrita por el propio Carpenter, como también con
Halloween
H20), si no que además se han hecho unos cuantos remakes de su trabajo:
Asalto
a la Comisaría del Distrito 13, Halloween y La Niebla.
Otra importante faceta suya es su trabajo como compositor de música
electrónica para la banda sonora de sus propios filmes, creando temas
minimalistas capaces de darle una mayor atmósfera aterradora a sus películas y
en muchos casos componiendo temas que hoy en día son todos unos clásicos como
los que hizo para Halloween, La Niebla (The Fog) y Cristine,
entre otros.
Su labor cinematográfica comenzó con una pequeña obra de ciencia ficción
humorística llamada Dark Star (1974), la cual tuvo como coguionista suyo a Dan
O´Bannon, uno de los creadores de Alien y la primera versión
cinematográfica de Total Recall del cuento de Phillip K. Dick. Años después hizo dos telefilmes, Alguien
me observa en 1978 (Someone´s Watching Me!, su primera
colaboración con Adrianne Barbeau, con quien luego haría La Niebla y Escape
de Nueva York) y Elvis en 1978 (su primer trabajo con
el actor con el cual luego haría varios filmes más, Kurt Russell). Su
acercamiento a la televisión hizo que décadas después volviera con mayor éxito
en las dos temporadas de Maestros del Horror. Entre medio de sus dos primeros trabajos para
la pantalla chica, hizo Asalto a la Comisaría del Distrito 13 (1976)
y el filme que le daría la fama: Halloween (1978).
A continuación una lista de sus obras, con
la sinopsis y comentarios de rigor, obviando algunos a los cuales en todo caso
ya se hizo referencia acá:
- Halloween (1978): Un thriller sobre un psicópata
sobrenatural, Michael Myers (hoy en día uno de los “malos” del cine más
populares de la historia), quien tras haber matado a muy temprana edad a
su hermana mayor, se fuga del manicomio donde estuvo 15 años recluido para
asesinar ahora a su hermana menor.
Los hechos ocurren durante los momentos previos a la Noche de
Halloween y ya cuando ésta se encuentra en su desarrollo. El filme hoy en día sigue asustando y
llevó a la fama no sólo a su director, si no que también a una entonces muy
joven Jamie Lee Curtis, con quien poco después Carpenter filmaría La
Niebla. Según cuenta la
anécdota, la fantasmagórica máscara blanca que usa el asesino, fue hecha
nada menos que con una máscara del Capitán Kirk de Star Trek, la cual
pintaron de blanco ante la falta de mayores recursos para caracterizar al
psicópata. En el año 2007 el músico
y director Rob Zombie hizo un muy buen remake de este filme, donde además
contó lo eventos previos a lo mostrado por Carpenter en el filme original.
- La Niebla (1980): Otro de sus filmes de culto, si
bien en su época no tuvo el éxito correspondiente (como en muchos otros
casos). No sólo trabajó acá con su
esposa de aquel entonces, la Barbeau, como con Jamie Lee Curtis, si no que
además actuó para el director una actriz de culto ya en esos años, como la
propia madre de Jamie, Janet Leigh, la protagonista del clásico de
Hitchcock Psicosis. Ésta fue
la primera obra del artista donde lo sobrenatural estuvo más acentuado, al
tratarse de la venganza centenaria de los espíritus de los tripulantes de
un barco a quienes se les quitó su tesoro y ahora deciden cobrarse con los
descendientes de la isla de un pequeño pueblecito pesquero. El nombre del filme se debe a la ominosa
niebla en la que se esconden los fantasmas y cuya aparición es el preludio
de su venganza.
- Escape de Nueva York (1981): Filme de ciencia ficción y
acción que muestra un futuro apocalíptico en el cual en 1997, la ciudad de
Nueva York es una enorme prisión donde el gobierno de los Estados Unidos
mantiene recluidos a todos los criminales; es así como estos tienen en
ella su propia sociedad fundada en la barbarie. Uno de estos hombres logra hacerse con
el control del avión presidencial, el cual cae en plena Nueva York devastada,
quedando vivo el presidente de los Estados Unidos. Sólo un hombre puede rescatarlo y su
nombre es Snake, soberbiamente interpretado por el actor fetiche del
director: Kurt Russell. Hasta la
fecha de este estreno, éste fue el filme más político de Carpenter, al
mostrarnos su molestia ante la idea de gobiernos opresivos y patriarcales,
donde el control de las masas se hace evidente en una obra como esta, así
como la clara división social. En
este filme otra vez Carpenter se dio el gusto de trabajar con actores de
confianza, aparte del propio Russel y de Adrianne Barbeau, pues Donald
Pleasence, quien hizo del psiquiatra de Michael Myers en Halloween
(papel que volvería a interpretar en su lograda secuela), trabajó
de nuevo bajo sus órdenes. Otro
detalle a destacar de esta película, relacionado con sus actores, es la
calidad en general de estos, aparte de los ya mencionados, puesto que
quizás como en ningún otro de sus filmes, Carpenter logró reunir a un
casting de tal calibre: Lee Van Cleef y Ernest Borgnigne. La película no
sólo fue un éxito de crítica y público, si no que además logró ser
homenajeada a través de videojuegos como Metal Gear (en el nombre del protagonista y su
aspecto), como también en cómics japoneses tales como Appleseed de
Masamune Shirow y la película Cloverfield (con la icónica
imagen de la Estatua de la Libertad descabezada). En el año 1996, el mismo
Carpenter hizo una secuela nuevamente con Russell haciendo de Snake,
llamada Escape de Los Ángeles.
- The Thing (1982): Como en gran parte de la
filmografía de John Carpenter, este es uno de esos filmes suyos de los que
se ha escrito, comentado y alabado ya bastante y nunca se dejan de
apreciar en él sus virtudes, como de descubrir otras facetas suyas de
interés. La historia trata sobre
una criatura extraterrestre que cayó en la Antártida en un tiempo
pretérito, donde estuvo en animación suspendida hasta que un grupo de
científicos la halló y con ello trajo una de las máximas expresiones del
horror. El ser posee la capacidad
de tomar la forma de toda criatura a la que consume primero. La película
es perfecta por donde se mire, ya sea por su cuidada puesta en escena, sus
actuaciones, cada uno de las distintas aspectos que toma el monstruo para
manifestarse (siempre se le ve de forma diferente) y la música del maestro
Morricone que la hace aún más espantosa.
Tan sólo el año pasado se hizo su esperada precuela, la que conecta
muy bien con este filme ya de antología.
- Cristine(1983):
Basada en la novela de Stephen King, una de sus más populares,
trata sobre la enfermiza relación entre un adolescente y su
automóvil. El vehículo se encuentra
contaminado por el espíritu de su antiguo dueño, un individuo que fue lo
suficientemente malvado como para dejar su impronta después de morir. La historia sirve como recurso para
ejemplificar cómo las posesiones materiales llegan a dominar a sus dueños
y lo que sucede cuando las obsesiones llegan a controlar la vida misma de
las personas. El nombre femenino
del vehículo, Cristine, ejemplifica la personificación que se hace hoy en
día de los objetos, en especial entre aquellos que son incapaces de crear
verdaderos lazos afectivos con otras personas y buscan fetiches para
llenar su soledad. Si bien la
narración del libro original se encuentra en este caso bastante
simplificada, Carpenter logra salir más que bien de este ejercicio
cinematográfico. Los efectos
creados para mostrar la autoreparación del automóvil, fueron en su momento
toda una proeza. Otro aspecto a
destacar de este filme es su gran banda sonora compuesta por el propio
director.
- Starman (1984): Filme de ciencia ficción, con
una gran cuota de romance. Trata
sobre un ser extraterrestre que cae a la Tierra y para poder subsistir, se
hace un cuerpo humano a partir de las células del marido muerto de una
mujer. Es así como la criatura se
descubre ante la viuda y ambos inician un viaje de aprendizaje, donde cada
uno a su manera descubrirá el sentido de la vida misma, de lo que nos hace
ser humanos y del amor. El
alienígena es supuestamente una entidad superior, con increíbles poderes y
gran inteligencia. La película se
aleja de los intereses propios de su creador, notándose quizás el hecho de
que haya sido un filme por encargo, al tornarse la trama demasiado lenta;
no obstante debido a su éxito, originó una serie de televisión a la cual
no le fue muy bien y sólo duró una temporada.
- Rescate en el Barrio Chino (1986): Sin duda una de las obras más
entretenidas de su director, aún cuando en taquilla fue un completo
fracaso. Esta cinta fue quizás la
primera hecha en Hollywood influenciada por el cine fantástico oriental de
artes marciales; de este modo la película cuenta con un montón de actores
orientales, contando con especialistas en las abundantes coreografías
marciales presentes en ella. La
historia trata sobre un hombre común (una vez más Kurt Russell bajo las
órdenes de Carpenter), quien debe ir en rescate de dos bellas mujeres
raptadas por la mafia china. Es así
como éste y sus compañeros se ven involucrados en medio de una serie de
eventos donde lo mágico y lo místico se hacen presente. Esta película posee además abundante
humor.
- Príncipe de las Tinieblas (1987):
Otra de las obras maestras del director, siendo a su vez uno de
sus filmes más apocalípticos y pesimistas; por otro lado, pese a su
transfondo de ciencia ficción, el elemento sobrenatural se percibe en la
cinta de una manera verdaderamente funesta, casi al nivel
lovecrafniano. En la historia los
protagonistas son un grupo de físicos, apoyados por un sacerdote católico,
que descubren la existencia de una especie de esencia del mal, la cual trata
de llegar a nuestra realidad desde otra dimensión. En el largometraje hace un papel
secundario el famoso cantante Alice Cooper, interpretando a uno de los
acólitos de la entidad maligna. Esta película posee además varias escenas
lo suficientemente perturbadoras como para no olvidarlas.
- Están Vivos (They
Alive, en Latinoamérica conocida como Sobreviven, 1988): Lejos de lo mejor de su director
y a su vez una de sus obras más políticas, por cuanto su discurso contra
el sistema gringo imperante (todo dentro de una aterradora historia de
ciencia ficción) de manipulación de masas y abuso de los medios masivos de
comunicación para lavar el cerebro de las masas sociales, se presenta a
través de una raza alienígena que vive en secreto entre nosotros; estos
seres de aspecto cadavérico hacen uso de la publicidad y mensajes
subliminales para controlar a la gente, con lo que se observa acá cómo la
influencia del consumismo se transforma en un medio para dominar a la
sociedad. Es entonces que tal como
en Rescate en el Barrio Chino, que un hombre sencillo y sin
mayor preparación descubre esta conspiración que quizás cuántos años lleva
sobre la raza humana y se une a un grupo de resistencia para terminar con
el poderío de los invasores. Tal como
es del gusto de Carpenter de volver a trabajar con actores de confianza,
esta vez volvió bajo su dirección el gran actor afroamericano Keith David
(coprotagonista de The Thing).
- Memorias de un Hombre Invisible (Memoirs
of an Invisible Man, 1992): Filme de ciencia ficción humorística
con el comediante Chave Cheese y Daryl Hanna en los protagónicos que es
una clara referencia a la novela clásica de H.G. Wells con el mismo
personaje. Considerada una obra
menor de su creador, cuenta con innovadores efectos especiales hechos por
ILM (de hecho, esta es una de las películas más caras de Carpenter). El pobre resultado en la taquilla de
este filme y de Rescate en el Barrio Chino
hacen pensar que el verdadero fuerte de John Carpenter es el terror, por
sobre la comedia y otros géneros (lo que es seguro en todo caso).
- Body Bags (1993): Hecha para la televisión y
codirigida junto a su amigo y colega Tobe Hooper, se trata de tres
historias de terror que nada tienen que ver entre sí, salvo la criatura
tipo zombie interpretada por el propio Carpenter que las presenta tal cual
Guardián de la Cripta de Tales from the Crypt y cómics
antológicos de horror como Creepy. La idea era que esta producción sirviese
de piloto para una nueva serie de TV, no obstante no fructiferó. La primera parte trata sobre una joven
mujer, que en su primer día de trabajo en una estación gasolinera, debe
vérselas con un psicópata;la segunda acerca de la obsesión de un tipo con
su pelo, que está cayéndosele y la última acerca de un deportista que en
un accidente pierde un ojo y le transplantan uno nuevo, pero ello trae
serias consecuencias. Entre otros
artistas del medio, acá hace un papel nada menos que el famoso director y
productor Roger Corman, famoso por sus adaptaciones de la obra de Poe con
Vincent Price de protagonista y por ser la mente maestra de un montón de
obras de bajo presupuesto, siendo la mayoría desechables (aparte de ser
quien le dio su primera oportunidad a gente como James Cameron y Joe
Dante).
- La Villa de los Condenados (1995): Nueva versión de un clásico de
la ciencia ficción literaria inglesa, que en la década de los sesenta
originó tres películas de éxito.
Todo transcurre en una pequeña comunidad, en la cual en un
determinado día todos los presentes pierden la conciencia y al despertar,
descubren que unas cuantas mujeres del grupo han quedado embarazadas. Años después del extraño suceso, los
niños frutos de este acontecimiento se diferencian del resto de la
población infantil por su cabellera blanca, su personalidad retraída y su
inteligencia mayor que la del resto.
Un hombre descubre la naturaleza perversa de estas criaturas y hará
lo posible por detener sus oscuras intenciones. El filme fue “famoso” por
ser la última cinta hecha por el reconocido actor Cristopher Reeve antes
de sufrir el desgraciado accidente que lo dejó inválido. A su vez en el largometraje trabaja Mark
Hamill (el recordado Luke Skywallker de la trilogía original de Star
Wars) haciendo nada menos que de sacerdote, con quien luego
Carpenter filmaría Body Bags para la televisión.
- En las Fauces de la Locura (In
the Mouth of Madness,1995): El esperado homenaje de
Carpenter a Lovecraft (y en parte a Stephen King), el cual no sólo
corresponde al nombre de este filme que es una clara alusión a su célebre
relato En las Montañas de la Locura, que a su vez es una de las
narraciones pilares de los llamados Mitos de Cthulhu y que hacen
alusión a la existencia de antiquísimas razas monstruosas que tras ser
exiliadas a otra realidad, tratan de regresar a la nuestra para recuperar
el dominio que otrora tuvieron. El
largometraje es de algún modo una reflexión sobre el poder de la imaginación
y el breve límite entre genialidad y locura, claramente presentes en la
figura de un escritor “ficticio” de historias de terror; por otro lado, se
puede identificar en la cinta la concepción de lo fácil que resulta para
la sociedad contemporánea perder su control frente a cualquier elemento
que pueda irrumpir en su precario equilibrio (con la consiguiente
aparición de la barbarie, tal como también se puede ver en otras obras del
director, tal como Escape de New York y su
secuela). En breves palabras, trata
sobre un individuo que es contratado por una editorial de libros, para
encontrar a un famoso escritor de literatura de terror, quien ha
desaparecido poco antes de publicar su nueva novela; durante su viaje, el
protagonista descubre la horrorosa verdad detrás del destino del escritor,
la cual implica la misma permanencia de la estructura del universo. La cinta llega a provocar verdadero
pavor en más de una escena, con abundantes momentos de violencia gráfica e
implícita, criaturas bestiales y algunos de los mejores efectos especiales
de los filmes del propio Carpenter (luego de The Thing). La dupla de los actores protagónicos,
Sam Neill y Jurgen Prochnow realza la calidad artística de esta verdadera
joyita del séptimo arte.
- Vampiros (1998): El líder de los vampiros anda
buscando la cura contra la debilidad a la luz del sol de su especie, de
modo que un grupo de cazadores de estas criatura,s auspiciado nada menos
que por el Vaticano, debe ir en su busca y de la de sus seguidores para
evitarlo. Aparte de su carismático
(e irónico) protagonista interpretado por el talentoso actor James Woods,
se puede destacar en otras cosas de este entretenidísimo filme que es uno
de los más gore de la factoría de su autor.
- Fantasmas de Marte (2001): Como
era costumbre en Hollywood, de vez en cuando más de un estudio hacía
películas sobre un mismo tema el mismo año (dos filmes sobre un volcán que
entraba en erupción, dos acerca de un enorme meteorito que estaba por
devastar el planeta, etc.) y así fue como el año en que se hizo esta
cinta, fue el año de los estrenos cinematográficos ambientados en
Marte. En el caso del aporte de
Carpenter, fue la tercera y la de menor presupuesto (de hecho, ni siquiera
se estrenó en los cines chilenos).
Como nos tiene acostumbrados el maestro canadiense, contó en este
caso con un buen grupo de actores en pantalla, como lo pueden ser Jason
Statham, Pam Grier, Natasha Henstridge, Robert Carradine, Clea Duvall y
otros. La historia versa sobre
unos mineros que llegan al llamado Planeta Rojo, donde encuentran unas
antiquísimas ruinas correspondiente a una civilización autóctona,
supuestamente desaparecida, no obstante los últimos “sobrevivientes” de
ésta (belicosos y para nada atractivos) se opondrán a los humanos en una
guerra sin cuartel.
- The Ward (2012): A diferencia
del caso anterior, esta película sí llegó a las salas nacionales, si bien
“pasó sin pena, ni gloria”, pues apenas se le hizo publicidad por acá
(pese a la popularidad de su autor y a que en nuestro país se han
estrenado todas sus películas, menos la ya mencionada). La cinta trata sobre una muchacha que
llega forzada a pasar una temporada en un asilo mental, donde están
ocurriendo una serie de hechos siniestros, que implican la espantosa
muerte del resto de las internadas.
El final del filme resulta ser sorprendente, lo que pese a las
virtudes de la filmografía de Carpenter, no es propio de sus
características.
8.2 La Película.
Con
claras semejanzas a En las Fauces de la Locura, este telefilme que sin duda es uno
de los momentos mejores logrados de las dos temporadas, es una verdadera obra
de arte que demuestra que en la televisión se pueden hacer no sólo producciones
entretenidas, si no que también obras de gran calidad artística para
convertirse en verdaderos clásicos.
La historia versa sobre un hombre que es
contratado por un coleccionista de filmes de horror, quien desea que éste le
consiga la supuestamente única copia de una cinta europea que apenas logró ser
exhibida completa en su estreno; el filme de todo un “director maldito” posee
su propia leyenda negra y según se cuenta el día en que fue presentada a su
escaso público, las imágenes mostradas provocaron locura en los
asistentes. Es entonces que el
protagonista, tal cual el personaje de Sam Neill de En las Fauces de la Locura,
inicia un periplo que será en la práctica todo un descenso al Infierno, no sólo
desde el punto de vista sobrenatural, si no que llegará a descubrir los
tortuosos caminos de la maldad humana.
Tal como en Príncipe de las Tinieblas,
esta obra se encuentra impregnada de una atmósfera ominosa como pocos filmes,
no sólo por sus escenas de gráfico gore, si no por el poder de las imágenes
creadas por su director para mostrarnos un horror que en sólo la sugerencia
demuestra la oscuridad que yace latente en el corazón humano. En un determinado momento, el protagonista se
entera de que el director de la cinta que anda buscando llegó a tal extremo de
vileza en la filmación de su obra, que incluso fue capaz de torturar nada menos
que a un ángel; la sola escena en la cual se ve a esta criatura hacerle la
confesión al personaje sobre su forzado papel en la película maldita, es quizás
uno de los logros mayores de Carpenter al mostrar con tanta poesía aún en el
horror, lo que se esconde bajo la naturaleza humana.
El extraño nombre en inglés de este trabajo
de John Carpenter, se debe al hecho de que las películas antiguas en los
carretes que se usaban en los cines, cuando estaban demasiado gastadas sufrían
un desperfecto consistente en ralladuras y manchas oscuras, llamándose estas
coloquialmente quemaduras de cigarrillo. Pues bien, en esta primera contribución de
Carpenter a Maestros del Horror, se muestra cómo aquellos que ven la infame
película de la que aquí se habla, llegan a ser contaminados por ésta y
comienzan a ver estas quemaduras de cigarrillo en lo que los rodea; cuando les
pasa esto, es que su percepción de la realidad se abre y logran experimentar
sucesos espantosos. La misma película
que busca con afán el coleccionista y su empleado, es una especie de puerta al
caos y el Apocalipsis; pese a todo, este “capítulo” de Maestros del Horror no
necesita de monstruos para dejar de ser un gran ejemplo de lo lovecrafniano en
la televisión.
Tal como En las Fauces de la Locura,
Carpenter nos muestra cómo la sensibilidad del artista se encuentra entre la
genialidad y la locura, demostrándonos además en una especie de oscura moraleja
el impacto nocivo que pueden llegar a tener los medios de comunicación masivos
(el cine, que también es expresión artística) en la población (y he aquí un
nexo con su obra más política: Están Vivos).
Esta obra cuenta además con la genial
participación del actor alemán de culto Udo Kier, como el coleccionista de
películas de horror.
Como dato anecdótico, Carpenter le hace un
pequeño homenaje a su colega y amigo Dario Argento, al hacer que en los muros
de un cine se vea el afiche del clásico de éste Profondo Rosso.
Fue estrenada el 16 de diciembre de 2005.
Quisiera felicitarte, porque el material de tu blog -aunque publicas pocas veces al mes- es de oro! Sigue con el excelente aporte que haces, siempre es agradable ver puntos de vista más académicos para tratar de temas "frikis" n.n
ResponderEliminar¡Saludos desde el Neoverso!
Me honras, Bimago, con tus palabras, que un blogero como nosotros siempre agradece que se tome en cuenta su humilde contribución al ciberespacio. Revisaré con atención tu página y espero verte por acá de vez en cuando. Gracias.
ResponderEliminarCarpenter es un maestro en el genero del terro, no se por qué se me vino a la mente una peliula que me recomendo un amigo en la u mientras leia este articulo, me refiero a Brain dead de Peter Jackson.
ResponderEliminarNo tenia idea de que fue Carpenter quien habia dirigido la adaptacion al cine de Christine de Stephen King, libro que tuve la gran oportunidad y la grata experiencia de leer, puesto que además fue mi primer ligro de King en leer, luego fue Carrie.
Me gustaria ver Cigarrete burns, a veces es mas facinante ver un horror que apela mas a lo psicologico y realista como a veces a lo grotesco y que no venga de nosotros mismos, no por un asunto de morbo, sino por destacar el hecho de que el ser humano es un ser muy voluble a la maldad, pero que no siempre es así, siempre habran personas que podran anteponerse ante la maldad y el dolor, y que demuestran a los demas lo mejor de nosotros mismos.
Atte. Fabian Ibarra
Fabián: Es realidad este director es memorable; recuerdo cada filme suyo con tanta nostalgia (solo creo que "Starman" es la más débil, si bien posee sus buenos momentos). Espero en poco tiempo puedas ver toda su filmografía y en cuanto a este episodio de "Maestros del Horror"...¡Lo adoro!
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