La
esperada continuación de El Nombre del Viento llegó por fin a
las librerías en el transcurso del 2011, consiguiendo el éxito de
inmediato. El libro logró contentar a
su público al ser considerablemente mucho más extenso que la entrega anterior,
llegando casi a las 1.200 páginas en su edición traducida al español y por qué
no, siendo también una obra superior a la novela ya citada.
Tal
como hacía referencia el primer tomo al finalizar, esta novela corresponde al
segundo día en el cual Kvothe le cuenta a su pequeño público (compuesto sólo
por dos personas, Bast, su discípulo, y Cronista, el historiador viajero de
ascendencia noble) su vida hasta antes de retirarse al anonimato como posadero. En las horas que abarca entre el comienzo de
la narración en primera persona (no olvidemos que también existe un narrador
omnisciente que abre y cierra cada libro), Kvothe cuenta una gran cantidad de
acontecimientos entre aventuras y desventuras, llamando la atención la suma
abundante de hechos que en tan breve tiempo logra contar y que además todo lo
que le sucede ocurra en periodos tan cortos (lo que parecen meses, tan sólo son
semanas en muchos casos, lo cual puede ser un error en la continuidad misma,
como también en la verosimilitud otorgada por el autor; no obstante al estar
frente a una obra de fantasía, igual se requiere de parte del lector que haga
caso omiso de ciertas leyes de la naturaleza).
El
poético nombre del texto hace referencia a un dicho popular presentado en el
volumen que le precede y que dice así: “Todo hombre sabio teme tres cosas: la
tormenta en el mar, la noche sin luna y la ira de un hombre amable”. Ahora bien, este “ficticio” refrán tan
poético, pero a la vez tan críptico, apenas logra explicarse en El
Nombre del Viento, si bien la parte de “la ira de un hombre amable” queda
en parte aclarada ante uno de los primeros conflictos que pasa Kvothe con uno
de los profesores de la Universidad, tema que no se resolverá hasta la secuela
de la saga. No obstante es que en esta
segunda parte, que el dicho y título del libro quedan mejor esclarecidos ante
los sucesos que acá ocurren: La tormenta en el mar se observa en una parte del
viaje que hace Kvothe y donde le toca vivir un naufragio (aventura llena de
sucesos que el mismo narrador-protagonista resume en unas pocas líneas,
dejándonos con la curiosidad ante no saber con lujo de detalles lo que pasó);
la noche sin luna se presenta más bien de forma ambigua, durante la estadía del
protagonista en el reino Fata; y por último lo de la ira de un hombre amable
queda mejor esclarecida cuando Kvothe conocer al maer Alveron, hombre de gran
poder económico y político, bajo cuyo techo se va a vivir y donde en más de una
ocasión le toca conocer su lado más conflictivo.
Gran
parte de la novela, por lo menos unas 400 páginas, transcurren en la
Universidad, lo que en parte hace creer que el libro será “más de lo
mismo”. Si bien durante este primer
tramo del volumen transcurren varios hechos extraordinarios, a ratos pareciera
cansar la lectura, no obstante todo es el preludio para lo que está por venir y
que en verdad será un relato inolvidable.
Es en esta primera parte del libro, que algunos de los mejores momentos
corresponden a una muy ingeniosa (y malvada) treta de Ambrose, el archienemigo
del protagonista. Aparte de lo recién
contado, en la vida de Kvothe comienzan a sumarse las desgracias consecutivas,
hasta un punto en el que pareciera que éste no podrá más con tantas
tribulaciones y que verdaderamente llegará a derrumbarse ante ellas; no
obstante el nudo de tensiones consigue desenredarse y nuestro héroe logra salir
victorioso de estas pruebas (pero por increíble que sea, no debido a su propia
persona, si no a la intervención de otra).
Entre
las virtudes de esta novela y/o características, se encuentra el hecho de que
tras haber creado Rothfuss a un personaje tan “perfecto” como Kvothe, quien
destaca en cualquiera de las disciplinas de las que aprende (magia, artes
marciales, música, idiomas, etc.), al menos en el primer libro el resto de los
personajes apenas llegan a hacerle sombra, lo que en parte podría ser una falla
de un escritor novato, al ser incapaz de diseñar otros personajes lo
suficientemente complejos como para no verse como comparsas del protagonista
(si bien existen unos cuantos en el primer tomo que logran sobrepasar la
unidimensionalidad, pero aún así no llegan a poseer atractivo por sí mismos). En cambio ya en El Temor de un Hombre Sabio aparecen
personajes que consiguen obtener vida propia, siendo lo suficientemente
carismáticos como para acaparar la acción y la atención del lector. Es así como los tres mejores personajes de El
Nombre del Viento, luego del propio Kvothe por supuesto, Devi, Auri y
el maestro Elodin, logran desarrollarse al punto de conseguir su independencia
dramática; en cuanto a Denna, el amor (aún platónico) de Kvothe, Rothfuss por
fin le otorga la vitalidad que le permite dejar de ser el personaje que hasta
pudo llegar a ser odioso en el primer texto.
Dentro del uso de personajes del texto anterior, en el caso de la
mismísima Denna, a ésta se le da un matiz mucho más trágico, el de una mujer
cuya ambivalencia corresponde al de un espíritu atormentado, muy propio de una
obra romántica; la promesa que implica descubrir el secreto de esta muchacha,
le entrega mayor interés ahora al personaje, volviéndola también con las
acciones que se le hace hacer, alguien que puede despertar por fin simpatía y
admiración. Con respecto a Devi, por fin
conocemos parte de su pasado, con lo que se explica mucho de su personalidad,
participando este personaje en uno de los momentos más álgidos de la primera
parte de esta entrega. De Auri todavía
no se descubre su vida anterior a antes de que conociera a Kvothe, no obstante
acá sus intervenciones son memorables y no sólo por el lirismo de sus palabras,
si no por su singular personalidad que augura que de ella está por venir aún lo
mejor. Sobre el maestro Elodin, cada vez
que aparece, otorga un elemento humorístico que se agradece en el tono ya
sublime de este tomo, siendo ahora ya uno de los personajes más interesantes
del libro y convirtiéndose también en uno de los principales albaceas de la
madurez personal de Kvothe. En cuanto a
Bast, aún no se descubre acá cómo su destino se cruzó con el de Kvothe, ni
mucho menos se narra acerca de su vida anterior al encuentro con su maestro; no
obstante su faceta más oscura en el primer
libro ya se había insinuado y acá se vislumbra mucho mejor al mostrarlo ya casi
al final del grueso tomo, como a alguien que en muchos aspectos bien se aleja
del espíritu más noble de Kvothe.
Respecto a Cronista, no se entregan nuevos datos sobre su pasado, si
bien queda claro que es un hombre de recios principios morales.
Otro
punto a destacar de esta novela, es su tono mucho más adulto respecto a la
primera parte de la saga. El
Nombre del Viento se puede ver como una obra de fantasía juvenil, si
bien no por ello dejar de ser profunda y con varios ribetes que le otorguen
múltiples planos de lectura a la hora de analizarla; no obstante si se le
compara tan sólo con el primer tomo de Canción de Hielo y Fuego de George
R. R. Martin u otra fantasía más sofisticada, el uso de un protagonista
infantil y adolescente evidencia su carácter juvenil, por cuanto además en él
se destaca más la aventura por sobre el drama, teniendo por otro lado una dosis
de violencia moderada propia de la literatura dirigida a este tipo de público
en primera instancia. En cambio como en El
Temor de un Hombre Sabio asistimos a la continuación de la educación
intelectual, espiritual y especialmente sentimental de Kvothe, era de suponer
que el autor atendiera ahora aspectos más propios del último tema, puesto que
con el crecimiento del protagonista, también debía de aparecer el elemento
erótico. Es así como mucho antes de que
Kvothe despierte a la sexualidad (y la que es consumada de la forma más
increíble posible), ya Rothfuss hace referencia a diversas prácticas eróticas:
bisexualidad, homosexualidad, sexo grupal, sexo libre y otros. Todo esto lo hace de la forma más espontánea,
sin entrar en mayores detalles e incluso ya cuando Kvothe comienza a practicar
el sexo (a la temprana edad de 16 años, lo que puede resultar “escandaloso”
para algunas mentes estrechas) la sexualidad es descrita de una forma somera,
si bien se insinúan varias cosas que hacen volar la imaginación. Por otro lado, la violencia acá se hace mucho
más explícita, aunque no llega tampoco a los niveles de otros escritores más
expertos en la truculencia. Sin embargo
lo que sí aumenta en el libro que le otorga esta dimensión más adulta, es su
cargada atmósfera de tensión en varios momentos de la obra, donde tanto Kvothe
como la misma Denna, se ven sometidos a eventos de hondo dramatismo, dando paso
a que la propia psicología de ambos se despliegue de una forma más compleja: es
entonces que la toma de decisiones de estos dos personajes, con su respectiva
repercusión moral, es más propia de una literatura que no sólo busca
entretener, y menos desea moralizar, si no que desea invitar a la reflexión y
desnudar el alma humana en todos los recovecos posibles.
Tal
como en El Nombre del Viento, esta segunda parte rinde tributo al arte
de la narración, de modo que siguen dándose en ella los dos niveles del relato
que atienden al narrador omnisciente (con el que empieza y termina la obra) y
al uso del narrador protagonista que corresponde a la mayor parte, y también
central del libro. El autor vuelve a
hacer uso del relato enmarcado en El Temor de un Hombre Sabio, con al
menos tres narraciones auxiliares de carácter fabulesco y/o mítico.
El
libro posee momentos bastante emotivos, todo en el plano de las relaciones
interpersonales entre Kvothe y quienes lo rodean, puesto que además no hay que
olvidar que la saga misma de Crónica del Asesino de Reyes a la
que corresponde este libro y el anterior, tienen relación con la llamada
“literatura de iniciación”; este tipo de obras entre las que se enmarcan
clásicos como las obras de Herman Hesse tales como Demian, Siddartha
y Narciso
y Goldmundo, mientras que en el mismo terreno de la fantasía se
encuentran las sagas de Las Crónicas de Narnia de C. S.
Lewis, Harry Potter de J. K. Rowling y Alvin Macker de Orson Scott Card,
como en la ciencia ficción destaca la saga del mismo Card de Ender,
abordan la vida de un joven, mucha veces un niño, a quien como lectores vemos
crecer no sólo en lo físico, si no que en el terreno espiritual; así
conjuntamente con el viaje exterior que deben emprender para encontrarse así
mismos, se conjuga el periplo interior gracias al cual cada prueba que debe
pasar es un paso más hacia la madurez.
De este modo frente a las vivencias del protagonista, hay reales
instancias en las cuales resulta no difícil sobrecogerse ante lo que le pasa a
Kvothe; hay momentos de gran poesía, cuya sola descripción hace que uno se
maraville ante la pluma del autor, como en cierto encuentro en los techos entre
Kvothe, Auri y nada menos que el maestro Elodin; pero también resulta memorable
la narración de la soledad de Kvothe durante parte de su estadía en Ademre y
donde una mujer logra consolarlo y demostrarle que nunca estamos solos. En poco más de dos libros, Rothfuss ha
logrado lo que ya veteranos como Card y King consiguen al tocar en el lector
las fibras más sensibles del corazón.
El
final de El Temor de un Hombre Sabio demuestra la concepción del autor
de un tiempo cíclico, si bien también corresponde a la contrapartida del mismo
final de El Nombre del Viento. El
primer libro de la saga casi en su desenlace, muestra una especial visita que
hace el fata Bast a Cronista en su habitación y la que resulta un episodio
increíble e inesperado del libro, por cuanto es la primera vez en la que el
lector se entera de que Bast es mucho más de lo que aparenta. En cuanto a lo que sucede con el segundo tomo
de la saga, esta vez es Cronista quien hace una visita fortuita a la habitación
de Bast y en esta ocasión es este hombre de supuesto aspecto taciturno quien
sorprende tanto al fata, como al lector mismo.
Ambos momentos a pocas páginas de terminar la obra, son efectos de golpe
en la narración, que poseen una repercusión significativa en los hechos que más
adelante ocurrirán, así como resultan ser la oportunidad ideal para conocer
mejor a estos dos personajes.
En
esta segunda parte, aún no se explica el por qué del título de la saga: Crónica
del Asesino de Reyes. Puede ser
que esto tenga relación con personajes que ya hayan salido en lo que va de la
trilogía (si bien creo que Patrick Rothfuss no aguantará la tentación y al
final la trilogía se transformará en tetralogía, pentalogía o se extenderá aún
más) o lo más probable es que aún están por aparecer los personajes
correspondientes que le otorguen al ciclo su particular nombre. Por otro lado, esta entrega todavía nos
mantiene en suspenso con respecto a la venganza que planea desde muy pequeño
Kvothe con los misteriosos Chandrian (los asesinos de sus padres y su compañía de
artistas callejeros), como también con el esperado encuentro del protagonista
con los Amyr y quienes se supone pueden ayudarlo a consumar su revancha; por lo
tanto, es seguro que el autor se está guardando lo mejor para más adelante.
Tal
como El
Nombre del Viento, esta obra se encuentra configurada en base a
numerosos capítulos, cada uno con su nombre, si bien la mayoría de ellos son
bastante breves en cuanto a las páginas que cubren. Cada capítulo desarrolla un nuevo evento en
la crónica del Asesino de Reyes o está dedicado a un nuevo relato enmarcado.
En
cierto sentido, el libro se estructura argumentalmente en las siguientes partes:
Kvothe según un artista, si bien un poco afeminado para mi gusto. |
- La
larga estadía de Kvothe en la Universidad, donde continúa con su
preparación profesional en las artes que le interesan. En este largo (más de 400 páginas)
preludio a la verdadera parte más importante del libro, Kvothe obtiene una gran revelación gracias a la
niña a la que salvó en el tomo anterior, como también recalca su peligrosa
enemistad con Ambrose y se convierte de lleno en el ahijado del maestro
Elodin. Muchas cosas más pasan
durante esta primera parte del libro, no obstante pareciera que se
extendiera más de la cuenta y engañosamente hace creer que todo el gran
volumen transcurrirá en la universidad, hasta que las circunstancias hacen
que Kvothe se vea obligado a tomarse unas vacaciones.
- La
larga segunda parte del libro corresponde al viaje que realiza Kvothe, el
que será esencial en su educación personal, siendo además la sección más
interesante y entretenida de la novela, donde pasará un montón de
aventuras de todo tipo y conocerá a un buen número de personajes
entrañables. La primera “parada” de
esta odisea corresponde a su llegada a Vintas, donde por fin se supone le
espera alguien que puede estar interesado en ser su mecenas; el posible mecenas es el maer Alveron,
quizás el hombre más poderoso y adinerado en los Cuatro Rincones de la
Civilización. Kvothe llega a este
lugar recomendado por un noble amigo suyo.
Antes de llegar directamente a su destino Kvothe, hace un viaje en
barco del cual apenas se sabe lo que pasó.
En Vintas Kvothe no sólo llega a hacerle más de un útil servicio al
maer, si no que también se reencuentra con Denna, como además se ve
involucrado en una serie de intrigas cortesanas y palaciegas, que le
demuestran que la nobleza se encuentra rodeada de rigurosos protocolos, mentiras
y traiciones; pese a todo nunca faltará una mano amiga en la que
sostenerse. La narración en esta
parte resulta más que amena, con grandes momentos de suspenso y con la
creación de un cuarteto de personajes memorables.
- Búsqueda
y encuentro con los bandidos que asolan los caminos. Enviado por el maer, Kvothe debe liderar
a un grupo de cuatro mercenarios para capturar y/o eliminar a estos
ladrones que están causando estragos.
El protagonista causa malestar a más de alguien de su compañía por la
juventud de quien dirige a estos expertos mercenarios adultos, no obstante
las hazañas compartidas harán que entre todos crezca el verdadero aprecio,
no sin antes tener unos cuantos enfrentamientos entre ellos. Cuando Kvothe y los suyos por fin logran
dar con los maleantes, éste se encuentra sin quererlo con una tenebrosa
figura de su pasado.
- Según
el estudioso de la literatura Joseph Campbell, en su libro donde se dedicó
a estudiar varios mitos y textos épicos, El Héroe de las Mil Caras,
en un determinado momento de su viaje el héroe ancestral tiene un
encuentro con una diosa; esta reunión implica para el héroe dos cosas: por
un lado un conocimiento valioso que lo puede convertir en un individuo
superior y entregarle las herramientas necesarias para lograr gran parte
de sus objetivos; por otro lado, bien puede resultar en una tentación muy
grande como para no querer volver al camino de las tribulaciones y quedarse
así al amparo de ella, con quien puede vivir en paz y dicha. Lo anterior le pasó, por ejemplo, a Odiseo
al llegar a la isla de Calipso, quien le ofrece ser inmortal como ella, y
le pasa acá a Kvothe cuando conoce a Felurian, personaje mítico y/o
legendario al cual se le habían atribuido un montón de historias donde los
hombres eran seducidos por su belleza y luego de volver de su viaje junto
a ella, regresaban en estado de locura.
Pues bien, Kvothe estando aún con su grupo de mercenarios y luego
de derrotar a los ladrones a los que perseguían, se encuentra con este ser,
quien se lo lleva al reino maravilloso de Fata. Allí Kvothe despierta a los placeres del
sexo, siendo Felurian quien lo inicia, no sin antes conseguir éste que la
criatura acepte regresarlo salvo y sano a su mundo. Ambos pasan un tiempo bastante extenso
juntos y es durante esta estadía que Felurian le hace la famosa capa que
le permite hacerse invisible y de la cual las diversas narraciones sobre
él hacían mención; a su vez es acá donde Kvothe conoce a un oráculo que le
cuenta unas cuantas cosas que supuestamente su conocimiento bien puede
causar su perdición (lejos la conversación que tiene Kvothe con el ser, es
la mejor parte de esta estadía en Fata).
- Entre
los mercenarios que acompañan a Kvothe, a cumplir el deseo del maer de
liberar sus tierras de criminales, iba un mercenario adem, de quien Kvothe
logra hacerse amigo y aprender de éste sus legendarias técnicas de
combate, como además su especial lenguaje secreto. No obstante cuando la gente del adem se
entera de que ha compartido con un extranjero el misterio de su pueblo,
Kvothe opta por acompañarlo a sus tierras para hablar en nombre de él y
evitar que lo condenen por su culpa.
Es este lugar, una cultura distinta claramente desarrollada por el
autor para mostrar por primera vez a Kvothe en un medio que le es por
completo foráneo y muchas veces hostil; sin embargo es allí como nunca que
el protagonista aprende la humildad y se descubre como alguien que para
nada es el más notable entre los que lo rodean, si no que sólo es un
aprendiz más. Todo gracias a que Kvothe
logra causarle una buena impresión a la maestra de su amigo Tempi, por lo
que acceden a enseñarle sus conocimientos marciales, lo que en todo caso
será a costa de sudor y lágrimas como nunca antes en su corta, pero
intensa existencia había experimentado (bueno, salvo su temporada como
niño de la calle). Esta parte del
libro es quizás la más atractiva de la novela, tanto por la genialidad de
Rothfuss para crear una raza tan llamativa como los adem, como también por
la creación de personajes tan atractivos entre esta noble cultura,
(quienes hacen uso de un sofisticado lenguaje gestual para comunicarse y
practican algo así como el sexo libre).
Otro aspecto llamativo dentro de los adem, es su concepción de lo
que es la civilización y la barbarie, pues ellos en su especial forma de
ser se consideran civilizados y al resto no; con ello Rothfuss nos muestra
cómo la normalidad es algo tan subjetivo y que cada cultura posee su
propia manera de ver el mundo, así como cada uno de nosotros posee su
particular cosmovisión; de este modo Rothfuss nos enseña más que nunca a
despertar a la tolerancia, a apreciar la diversidad, diciéndonos que bien
podemos aprender del otro, puesto que la verdad no siempre está con uno.
Es en esta etapa de su viaje que Kvothe consigue su célebre espada.
- Tras
la partida de Ademre, Kvothe se dirige hacia Vintas otra vez, puesto que
tiene pendiente su reencuentro con el maer para entregarle el tesoro que
con celo le ha rescatado de entre los bandidos, además de afinar los
detalles de obtener por fin su mecenazgo.
No obstante antes de llegar a Vintas, Kvothe se cruza en el camino
con una tropa de Edena Ruh, lo que debería ser una agradable reunión con
gente de su propia tribu; sin embargo una vez en su campamento, Kvothe
descubre un espantoso secreto de estos y le corresponde a él dejar bien
puesto el nombre de su gente, aún a costa de duras decisiones que le
pueden costar su libertad y/o su vida.
Para ocurrir todo esto en no tantas páginas, los capítulos
dedicados a este encuentro y sus posteriores consecuencias, resultan ser
intensos e inesperados, mostrando una nueva faceta del héroe que resulta
más dura que nunca. Es en este
apartado que el tema de la justicia v/s la ley cobra gran importancia,
donde Rothfuss nos hace reflexionar acerca qué es lo verdaderamente justo
cuando nos enfrentamos al dolor de las víctimas y el exceso de crueldad de
los victimarios.
- De
vuelta en Vintas, Kvothe entra en conocimiento de un misterio ligado a la
familia de la mujer a la que ayudó a unir con el maer, así como descubre
que no todas las buenas acciones siempre obtienen su justa recompensa, al
igual que la ingratitud de la gente tiene su peso sobre los hombros de
uno; empero Kvothe logra sacar provecho de la mala situación. Se augura que a futuro el joven
protagonista volverá a verse con la gente de Vintas.
- De
regreso a la Universidad, Kvothe vuelve a tomar sus estudios y se reúne
con sus amigos, esta vez más sabio y en parte mucho más adinerado. Poco
antes del fin de este extenso, pero genial libro, Kvothe se da el gusto de
invitar a una inolvidable cena a sus amigos, en un casi cierre positivo
del volumen, no sin antes adelantar que la tormenta aún está por llegar.
Tal y
como se afirmó anteriormente, El Temor de un Hombre Sabio cuenta
con personajes secundarios mucho mejor desarrollados que El Nombre del Viento,
pudiendo sobresalir por fin gran parte de los ya aparecidos en la primera parte
de la saga, como Denna y el maestro Elodin, si bien en el caso de los
compañeros de universidad de Kvothe, todavía no hay mayor esfuerzo por darles
vida propia. A continuación y como
finalización de este texto que ya ha salido más largo de lo esperado, la lista
de rigor de los nuevos personajes que se agregan a la Crónica del Asesino de Reyes y
que bien merecen ser tomados en cuenta:
Ilustración de uno de los momentos de mayor acción del libro. |
- Títere: Curioso personaje que vive
prácticamente escondido en los recovecos de la Universidad. Sólo unos pocos saben de su existencia,
si bien es un alumno de la casa de estudios, aunque su situación en ella
resulta algo irregular. Es un tipo
de gran tamaño que debe su nombre a
su afición a crear sofisticadas marionetas, a las cuales acostumbra usar
cuando habla con otros. Su
personalidad bizarra y sus grandes conocimientos bibliográficos denotan
quizás en él Síndrome de Asperguer.
- Maershon Lerand Alveron: Hombre que a los poco más de
cuarenta años que posee, se ve avejentado por una extraña dolencia que
sufre, por lo que Kvothe hace lo posible por ayudarlo, además de prestarle
sus servicios para que éste logre conseguir el corazón de la mujer a la
que ama. Es un hombre de mucho
dinero, temido y respetado en sus tierras por su carácter indomable, si
bien no es alguien malvado. Puede
llegar a ser una persona amable, pero su ira es mayor que sus virtudes,
poseyendo una mente estrecha a la hora de evaluar ciertas situaciones.
- Meluan Lackless: Bella y joven mujer a la que el
maer Alveron ama en secreto, por lo que le pide a Kvothe que le ayude a
conquistarla. De apariencia gentil,
es una dama regida por los prejuicios sociales, en parte hacia los Edena
Ruh, ya que su hermana se escapó con uno de ellos. Pertenece a una antiquísima familia de
nobles que guarda un misterioso secreto.
Al parecer entre ella y Kvothe existe un fuerte lazo familiar.
- Bredon: Anciano, pero jovial noble que
se convierte en el mejor amigo de Kvothe durante su estadía en Vintas,
quien le enseña a jugar un atractivo juego de ingenio en base a fichas y
le mantiene al tanto de los chismes del lugar. Resulta ser para Kvothe la única persona
de fiar en Vintas, gracias a su lealtad y carácter virtuoso. De gran inteligencia y personalidad
irónica.
- Stapes: Es el hombre de confianza del
maer, si bien en una primera instancia pareciera ser su subordinado,
aunque la verdad es que es su mejor amigo desde la infancia. De apariencia insignificante debido a su
aspecto externo, es una persona muy adinerada. En un principio recela de
Kvorhe, pero cuando descubre las verdaderas intenciones de éste, le
entrega su amistad incondicional, otorgándole el beneficio de sentirse en
deuda de honor con él.
- Tempi: Uno de los cuatro mercenarios
que acompañan a Kvothe en su búsqueda de los asaltantes que asolan las
tierras del maer. Pertenece a la raza
de los adem, de la cual apenas se sabe, pese a ser reconocidos como
grandes profesionales en las artes de la pelea ofensiva y defensiva. Como se supone lo es su pueblo, es un
hombre que apenas habla. Poco a
poco Kvothe se gana su confianza, consiguiendo de éste que le inicie en
los misteriosos conocimientos de su arte.
Aparentemente poca cosa, es un luchador impresionante, sin embargo
entre los suyos apenas está en la más baja jerarquía.
- Shehyn: Anciana maestra de Tempi que
lidera una de las tantas casas de estudio marcial de los adem. Es una mujer sabia de aspecto frágil,
pero que es una asesina nata (por lo que se puede observar en este
personaje y muchos otros más, es recurrente en el libro los personajes que
bajo su engañoso aspecto externo, esconden su verdadera identidad, tal y
como sucede con los personajes de la saga de George R. R. Martin Canción
de Hielo y Fuego). Es la
primera en ver en Ademre las potencialidades de Kvothe, por lo que le da
una oportunidad tanto a él como a Tempi de salir bien del problema en el
que se ven envueltos.
- Vashet: Es la maestra a la que ponen en
Ademre a Kvothe para que lo instruya.
Le supera en unos diez años a Kvothe, y como luchadora, en
todo. Pese a su dureza, es una
buena persona y le tiene fe a su discípulo. Mantiene con Kvothe una particular
relación muy propia de los adem.
- Penthe: Otra gran guerrera entre los adem (entre estos son las mujeres las que más destacan en las artes marciales), de pocos años más que Kvothe y mucho más baja que él, si bien lo supera en la lucha. Se hace amiga de Kvothe y luego se convierte en su compañera de cama.
Hola=)
ResponderEliminarMi interés por lo fantástico ha surgido hace pocos años. Mi pasión por la lectura se desarrolló al entrar en la adolescencia, y curiosamente lo que menos me interesaba en aquella época era la "FANTASÍA" dirigida al publico infantojuvenil. Ya sé que es un cliché, como si lo fantástico en la literatura fuera inocente, pueril, y vacuo, con pretensiones aleccionadoras. Sabes que me negué a leer Harry Potter? Pero, bueno esa era la imagen que tenía.
Aunque no huí de la magia, pues me embarqué a conocer a Borges, Cortazar, Vargas LLosa, Garcia Marquez, etc. Prefería esa noción de absurdo y de fantasía liquida entramada a la realidad.
Una de las cosas que me atrajo de Rothfuss fue esa idea vaga de poesía en sus títulos, y lo que me repelió fue lo que mencionaste sobre la primera novela, ese aire juvenil. Así que cuando me vi en posición de decidir si elegía iniciar su trilogía o me abocaba a Eriksson, elegí a este ultimo. Ademas me atrajo la cantidad de libros escritos ya. No soy paciente con las sagas. Eso de leer un tomo y esperar el sgte me mata.
Ahora con respecto al amor y al sexo en la literatura fantástica en "Reinos de Fabula" y "Desde las nieves" encontré dos muy buenos artículos sobre la representación de estas dos dimensiones y todo el boato y tabú que conllevan.
A mi no me escandaliza que un personaje de ficción de 16 años tenga sexo. El sexo en la literatura no debería escandalizarnos, sino ubicarnos en posición de reflexionar.
Me escandaliza en la realidad pura y dura que una niña de 9 años sea violada o que una de 12 quede embarazada, creo que esas son las cosas que deben preocuparnos como adultos.Pero bueno...
Otro punto que suele frustrarme bastante es como son concebidos los personajes femeninos. Son tan planos, y llenos de preconceptos. Y últimamente se los orilla a lo que denominan romance paranormal, que a mí me aburre.
Por ultimo, luego de tanto discurso, quiero preguntarte quien te gustaría en la piel de Kvothe si hicieran la película?
Feliz navidad!
Querida Damablanca: Nuevamente me honras con tus inteligentes palabras en mi humilde blog (¡Qué barroco soy para escribir!), así como lo que me dices me lleva a reflexionar sobre varias ideas tanto sobre lo expuesto por ti, como por mi. En primer lugar, feliz Navidad también a ti y que el año que viene sea próspero en todo sentido. Volviendo a lo de la fantasía y el sexo, como también acerca de una fantasía más adulta y comprometida, pues bien, hay que reconocer que mucha de la literatura de este tipo es claramente heredera de los cuentos de hadas, razón por lo cual es comprensible su carácter moralizante y hasta ingenuo; pero también hay una fantasía más sofisticada heredera de los poemas épicos, la mitología y los textos medievales, la cual es harina de otro costal y ésa es la que más me interesa (si bien últimamente existe un gusto por hacer versiones adultas de textos infantiles, como ya sucedió con "La Chica de la Capa Roja" y "El Rey Rata", siendo que de este último caso pretendo en enero escribir y publicar una crítica). Me pregunto qué has leído de fantasía, aparte de "El Señor de los Anillos". En mi blog tengo varios textos al respecto y por supuesto te recomiendo todos los que menciono ahí (tengo la impresión de que "Las Nieblas de Avalon", "La Antorcha" y la saga de la Materia Oscura te fascinarían). Por supuesto que he fantaseado con películas basadas en la historia de Kvothe, pero creo para el segundo libro debido a su extensión, deberían hacer al menos dos pelis (igual la idea de miniseries me cautiva más). Como Kvothe niño y adolescente deberían ser actores nuevos, por el tema de la edad; en cuanto al adulto, creo que gente como Ryan Goslyng, Ryan Reynolds y Bradley Cooper son suficientemente buenos actores y muy guapos como para hacer un excelente Kvothe (si bien tendrían que teñirse el pelo como corresponde).
ResponderEliminarEstamos en contacto.
Bueno, hagamos pues todo el auto expiatorio. Como te dije, dado mi poco interés por lo fantástico en la literatura(hagamos una excepción con el material audiovisual, que siempre es un poco mas digerible por las simplificaciones de rigor), soy ahora apenas una principiante en estas lides.
ResponderEliminarDigamos que empecé mal con los Cuentos de Hadas, porque no me gustan ni recuerdo que hallan llegado a gustarme realmente. Si me ponen a elegir, prefiero siempre a la Bruja malvada, whahaha, que a la tierna princesa que necesita ser salvada. Y sinceramente me dan ganas de sacar la escoba con tanto príncipe de brillante armadura y cabello de propaganda de shampoo. Y, oh ironías del destino, el primer libro formal que me regalaron fue el cuento de La Cenicienta. Risas aparte.
Lo mitológico y legendario si me interesó tempranamente, no te digo que he tenido oportunidad de estudiar esto profundamente, pero he tratado de acercarme a las mitologías griega, romana, nórdica, celta, etc., donde obviamente lo fantástico tiene cabida. No te parece que hay tanta inspiración grecorromana en mucha de la composición estilística de "Juego de Tronos"?
Las Leyendas del ciclo artúrico me han llamado la atención, pero dudo mucho que los libros a los que tuve acceso(ya ni me acuerdo de los autores)me hayan satisfecho. He tratado de abordar a Terence White, pero solo me he quedado en intenciones. Y obviamente, Mark Twain no me ha ayudado a tomar el asunto en serio.
Y lo del mago Potter, pues no me atraen las historias de "aprender el valor del amor y la amistad, etc."
Así que "El Señor de los Anillos" me mostró que este tipo de literatura puede entretener. Y luego, de mucho tiempo encontré "Canción de Hielo y Fuego", y obviamente me interesó por la inspiración histórica de la trama. Historias de caballería, la Guerra de las Rosas(episodio de la historia inglesa que me encanta), todo mezclado con toques de melodrama y novela histórica. Me pudo. Así que empecé a investigar, y descubrí que King tenía también su saga, y también Eriksson, y otros autores. Estoy iniciando pues mi educación, acumulando libros, que no se cuando voy a terminar de leer!!! Gracias por los concejos, y el que mejor actúa de esos niños es Goslyng, y lo digo sin elegir al mas guapo jiji.
Saludos=)
Querido:
ResponderEliminarSiempre me complaces con tus post tan interesantes!!!
Efectivamente kvothe tiene un lazo familiar con Meluan, de hecho la madre de él es la noble que huye con unos Edena Ruh y provoca en ella la aversión a estos artistas itinerantes.
No concuerdo contigo respecto a los actores que podrían interpretar a kvothe, puesto que son muy maduros. Tal vez si lo representaran en tiempo presente, en su faceta de tabernero.
Compartiré con mis amigos tu artículo que me hizo revivir pasajes tan memorables de este libro que encuentro genial.
Te recuerdo que George R.R. Martin lo consideró el mejor libro de fantasía del 2011.
Un abrazo.
Como siempre me honras, Mary, con tus inteligentes palabras. A ver si te apareces por acá más seguido, je. Respecto a los actores que mencioné, yo desde mi humilde opinión, los proponía para el Kvothe adulto por razones obvias ¡Deberemos de mejorar la comprensión lectora, huachita!Besitos.
ResponderEliminarNo es tan obvio, querido, ya que el papel de kvothe adulto es muy pequeño, al menos en los dos primeros libros. Entonces el rol central de niño-joven debe ser de un actor potente y tal vez no tan bello!!
ResponderEliminarBesos.
Estimado Elwin,
ResponderEliminarInteresante tu texto. El libro muy entrete, espero tengamos luego el cierre de la saga.
Felices fiestas.
Saludos
se ve que su autor va creciendo junto a su obra, puesto como mencionas, que al principio el personaje principal es el que posee una gran cantidad de virtudes de tal forma que los demas personajes sean toalmente planos y carentes de peso.
ResponderEliminarMe gustaria leer esta saga, a simple vista no me atrae mucho, pero tengo la sensacion de que a medida que vaya avanzando en la historia leencontrare la gracia.
Atte. Fabian Ibarra.
Querido Fabián, en realidad esta novela y la anterior son verdaderas maravillas y uno que las ha disfrutado solo espera su tercera parte (y se supone conclusión). Ojalá pronto puedas leer estos libros. Gracias otra vez por leerme.
ResponderEliminarhola, me encantó tu critica a este libro... tengo una pregunta para ti, me regalaron este tomo, "el temor de un hombre sabio" pero no he leido el primer libro... es necesario que lo lea antes de empezar con este? o da igual si no lei el primero?
ResponderEliminargracias
Pues te respondí en el otro mensaje que me dejaste ;-)
Eliminar