I. Un cineasta
de horrores.
El hace poco fallecido Stuart Gordon es
conocido mayormente por sus filmes de horror, con los que irrumpió en plena
década de los ochenta, en medio de una época primordial para la masificación y
desarrollo del cine de este género; de ese modo, hizo escuela junto a sus
colegas, que en aquellos años gloriosos realizaron algunas de las cintas más
importantes en su tipo. Ahora bien, Gordon también incursionó en la ciencia
ficción, el drama, el thriller e incluso hizo una comedia, pero a partir de hoy
nos toca revisar sus filmes de "miedo", sin dudas su mayor aporte al
séptimo arte y que lo le valió el honor de ser considerado un verdadero Maestro
del Horror.
Por cierto, por ahora solo nos toca
revisar sus obras hechas para el cine y que en el caso de sus trabajos a partir
de los noventa, al ser de "clase B" (esto es, producciones de
pequeños estudios y que no contaban con presupuestos multimillonarios, aunque
sin dejar de lado la calidad de sus títulos) como la mayoría de su filmografía,
en la práctica fueron hechas para el consumo hogareño, debido a la popularidad
que ganó el video (VHS por entonces) y, por lo tanto, si tuvieron la
oportunidad de verse en pantalla grande, fue solo en el circuito de festivales
cinematográficos y/o escasas salas de cine.
II. Las
películas.
1. Reanimator
(1985).
Si bien no se trata de su ópera prima, que
está corresponde a Bleacher Bums (1979...y de la que no tengo idea de qué trata), sin dudas que se trata de la película que le otorgó la
fama, primero entre los adictos a las monstruosidades audiovisuales más gores
(que comenzaron a divulgar entre sus pares las virtudes de esta joyita) y luego
entre la crítica especializada, que con el pasar del tiempo lo fue considerando
un realizador a la altura de colegas contemporáneos suyos como John Carpenter,
David Cronenberg, Wes Craven y Tobe Hooper (guardando las proporciones, claro).
Y es que esta película (una de mis favoritas) irrumpió con toda su fuerza
gracias, al impacto de sus escenas tan estremecedoras, con efectos especiales
muy creíbles que no ha envejecido y que nos traen a la pantalla salvajadas
inolvidables y que de seguro en su momento a más de alguien en las butacas lo
hizo cerrar los ojos y/o salir de la sala (¿Y tal vez hasta vomitar?)
Por otro lado, el elemento de comedia de
esta película, también viene a ser un detalle valioso a la hora de evaluar esta
producción, que ayuda a acrecentar la atmósfera de irrealidad que pende en este
mundo bizarro y que aún así refleja lo peligroso y ridículo que puede ser
nuestra circunstancia, donde no faltan los parias como Herbert West y compañía
de los cuales se puede esperar cualquier cosa.
Un joven estudiante de medicina llega
desde Europa, en muy dudosas circunstancias, a terminar sus estudios a la
Universidad de Miskatonic. Allí contacta a otro estudiante bastante prometedor
del lugar y lo involucra en sus experimentos secretos, relacionados con la
resurrección por medios científicos de personas, algo para lo cual no cuenta
con el apoyo de las autoridades. La indeseada intervención de un profesor de
este centro de estudios, tanto o más nocivo que el propio Herbert West,
complica las cosas más de lo que ya están y todo termina como una historia
moral donde quedan claros los vicios humanos y la certeza que hay fronteras que
es mejor no pasar o si no habrá que pagar de manera muy dura.
Esta fue la primera colaboración de Gordon
con la dupla Jeffrey Combs y Barbara Crampton, con quienes llegó a realizar
otros dos grandes filmes de horror, ya que la química del trío daba bastante
resultado (que en todo caso, Jefrey Combs participó en varias más de sus
cintas, a veces como secundario y otras en la práctica haciendo cameos y, por
otro lado, con la Crampton hizo una cinta más aparte). Si bien Combs y la
Crampton de por sí son tremendos actores, que han logrado su carrera por su cuenta,
no se puede negar que el director fue quien los "descubrió" e impulsó
a convertirse en íconos vivos del cine de terror (cabe mencionar que Gordon, a
lo largo de su filmografía fue el primero en darle su primer papel de
importancia a varios otros artistas, tales como Chris McKenna en King
of Ants).
Asimismo, acá nos encontramos con la
primera partitura de Richard Band para una película suya, siendo especialmente
famosa esta por haber usado unos cuantos acordes del maestro Bernard Hermann,
de su música para Alfred Hitchcock en Psicosis y a la que le hizo unos
estupendos arreglos.
El personaje de Combs es un inolvidable
"Mad Doctor", o sea, un científico loco. No le corresponde la palabra
villano para caracterizarlo, ya que al menos en esta película (la única que
realizó Gordon con el personaje, puesto que luego se haría una franquicia, de
la cual se han filmado hasta la fecha 3 entregas más y todas con Jeffrey Combs,
repitiéndose el papel que le dio la fama), no es alguien que desee dañar a los
demás y/o guste del mal; al contrario, él en verdad desea encontrar el método
para terminar con la muerte, si bien está por completo obsesionado con ello y
por eso no le importa cometer todo tipo de atrocidades, puesto que "el fin
justifica los medios"; de igual manera, es obvio que se trata de un
desquiciado y carece de toda empatía con los demás, si bien es capaz de engañar
al resto con la idea de que se interesa en ellos, solo para utilizarlos.
En cambio, el verdadero antagonista de la
historia es el veterano doctor Hill, un hombre mayor y que no solo es alguien
artificioso, sino que aparece como todo un sexópata y que, además, carece de la
simpatía, que podría llegar a producir en el espectador el propio Herbert West.
Esta pieza se encuentra basada o
inspirada en un pequeño relato de Howard Phillip Lovecraft, quien junto a Edgar Allan Poe fue uno de los dos autores literarios a los que rindió tributo con
sus largometrajes de horror. Obviamente Gordon extendió mucho más los relatos
de los que se nutrió, puesto que también ejercía de guionista, añadiendo los
elementos más sangrientos y eróticos, entre otros, que autores como los ya
citados habrían sido incapaces de considerar en su prosa por razones de estilo,
época y criterio personal. Es así que no solo nos deleitamos con la bella
desnudez de su musa, la Crampton por supuesto, si no que acá hayamos momentos
hoy en día tan impactantes como lo son la famosa "escena de la
cabeza", su prólogo y la "monstruosidad visceral" que sale en el
clímax (entre muchas otros más).
Debido a la osadía con la cual Gordon y
su gente llevó a cabo este filme, en un ya lejano 1985, Re-Animator no se estrenó
con todas sus escenas y solo mucho tiempo después para la primera
remasterización que se hizo en DVD, se llevó a cabo una versión extendida de
104 minutos (puesto que el primer montaje para cine, tenía solo 86 minutos y
luego se realizó otro de 95).
Por último, les mencionaré que la
popularidad de esta película es tal, que no ha escapado a los tributos y
expansiones a otros medios, llegando a realizarse parodias (y de seguro debe
haber una película porno por ahí), radioteatros, videojuegos y hasta hay una
banda musical británica que lleva su nombre. Por otro lado, no faltan los
cómics, que en la actualidad Dinamite tiene los derechos y ha hecho crossovers
con la popular Vampirella y Army of Darkness (que así se llaman
las historias que continúan la saga de Evil Dead, creada por Sam Raimi y
que le puso ese nombre a la tercera entrega de sus filmes de horror).
Tráiler original y en HD para los más ñoños de la casa.
2. From Beyond (1986).
Tras el éxito de Re-Animator, el cual iría
creciendo con el tiempo hasta convertirse en una cinta de culto, de inmediato
Gordon junto a su equipo (y que claramente incluyó a los productores que lo
respaldaban, Brian Yuzna y Charles Band), se dispuso a realizar de inmediato
una nueva cinta de terror y esta otra vez basada en un cuento corto de su
maestro Lovecraft.
Para lo anterior escogió la historia Desde
el Más Allá (From Beyond, tal como se llama esta
cinta) y tuvo nuevamente vez bajo sus órdenes a Barbara Crampton (más hermosa y
sexy que nunca) y a Jefrey Combs, ya no como un desquiciado, aunque sí de
regreso a los peligrosos experimentos. A los dos mencionados se unieron Ted
Sorel, a quien le tocó hacer del villano y Ken Foree, como un simpático y
heroico policía afroamericano. Por otro lado, la esposa del director, Carolyn
Purdy-Gordon, volvió a salir en escena y está vez con un papel mucho más
extenso que en Re-Animator, al hacer de una doctora cuyo apellido más encima
es...¡Bloch! (obviamente en honor a Robert Bloch, amigo epistolar de Lovecraft
y quien comenzó escribiendo cuentos de Horror Cósmico, un tipo de historias en
las cuales incursionaría el mismo Gordon a partir de este nuevo filme suyo).
La trama nos cuenta de un investigador
científico, quien luego de un periodo internado en un manicomio, regresa a la
mansión donde estuvo realizando sus trabajos y donde su viejo compañero o jefe
de labores murió en extrañas circunstancias. Lo acompañan una doctora en
psiquiatría y un detective, para desentrañar los misteriosos hechos acaecidos y
es cuando se descubre la verdadera naturaleza de los experimentos. Es entonces
que para pesar suyo, conocen en carne propia los efectos de los estudios
realizados en dicho lugar, cuando las fronteras de la realidad y el cosmos
mismo se les expande a límites insospechados.
Aprovechando el nombre de la anterior peli de Gordon,
en España le cambiaron el nombre a esta para hacerla
más atractiva al público.
|
En la película nos encontramos con un
insaciable doctor Edward Sorell, un sexópata como su recordado colega de Re-Animator,
quien accede a un tipo de conocimiento lejos más allá de lo que puedan imaginar
el resto de los humanos. Es así que detrás de todas las increíbles
monstruosidades que aquí aparecen, incluyendo espantosas mutaciones por parte
de este y del personaje interpretado por Combs, hayamos una relación con el
texto bíblico de lo que pasó con Adán y Eva, cuando ambos comieron del fruto
prohibido; y es que a estos dos se les "abrieron los ojos", tal como
a Pretorius y a Crawford les surge el tercer ojo...y de paso sus cuerpos
comienzan a cambiar, así como sus conductas (Adán y Eva se hicieron mortales,
sintieron vergüenza ante su desnudez, Eva parearía con dolor...). Por lo tanto,
la adquisición de conocimiento requiere de una cosa por la otra, si bien el
villano que aquí tenemos no duda en sacrificar su humanidad y la vida de otros
para conseguir lo que quiere (ideas que luego trabajaría también con
"genialidad horrorosa", un par de años después, Clive Barker en su
ópera prima para el cine Hellraiser).
Los apetitos intelectuales y carnales no
andan por caminos separados, tal como nos muestra esta obra, que por igual
trata acerca de la pérdida de la inocencia. Sin embargo, tal como queda
demostrado en esta obra donde (disculpen que lo repita, la Crampton se ve de
maravillas y bien es un placer a los sentidos de much@s, cuando esta redescubre
a la otra mujer que hay en ella) algunos de sus protagonistas son tocados por
este saber prohibido, solo nuestros principios tales como el amor y el
sacrificio son capaces de ponernos por sobre cualquier cosa.
Esta vez el director se superó así mismo,
con las pesadillas orgánicas que nos muestra y haciendo que los cinéfilos que
crecimos con su generación, extrañemos los efectos especiales mecánicos, que se
usaron con tanta creatividad hasta principios de los noventa y dejaron de
utilizarse en demasía con el desarrollo de los efectos digitales.
La violencia, truculencia y el erotismo de
este largometraje también fue demasiado en su momento, razón por la cual solo
gracias a la reedición en DVD se pudo apreciar con toda su magnitud su
potencia. Y una anécdota les contaré al respecto, tuve un curso muy bueno hace
años, de solo 7 alumnos, que era lo que se llama "Diferenciado" o
"Electivo"; formado por chicos de cuarto de enseñanza media y les
hacía Literatura e Identidad (el último nivel en Chile de la educación
escolar). Nos tocaba finalizar el ramo, así que era la última clase. Como mis
estudiantes habían sido tan ejemplares conmigo, tuvimos una convivencia y
mientras comíamos ricas golosinas en la sala, charlando de forma amena, les
mostré esta película; quedaron fascinados, que ya en Lengua Castellana les
había dado a leer a Lovecraft, así que tenían elementos teóricos de sobra para
apreciar más esta obra. La verdad, es que igual reconozco que me atreví demasiado
con exhibirles dicha cinta, pero confié en el criterio de los muchachos, que ya
han pasado más de 10 años y veo que no me he equivoqué. Pero... ¿Lo volvería a
hacer?
Tráiler (y también en HD para gozo de ustedes)