miércoles, 18 de octubre de 2023

Belleza Total (1)

I. Angélica Gorodischer y yo.
 
    Desde mi juventud, en los años noventa, que "oí hablar" de la autora que ahora nos reúne.  Siempre palabras de admiración hacia su trabajo, aunque solo ahora (ya a mis 48 años) he podido leerla; y es que pese a ser argentina y poseer una bibliografía vasta (si bien no tan grande, como la de otros colegas suyos), sus obras no abundan por acá; de hecho, solo he visto en mis tierras el libro del cual les contaré y me refiero a la misma edición que poseo, la cual ya está discontinuada, pues esa editorial y/o colección ya no existen.
    Nacida el 28 de julio de 1928, dejó este plano de existencia el 5 de febrero del año pasado, a la longeva edad de 93 años.  Incursionó en la novela y el cuento (con hartos libros recopilando su narrativa breve), a lo que hay que agregar más de 300 conferencias que dio.  No solo escribió ciencia ficción y fantasía, sino que también son de su puño y letra narraciones de literatura general (el llamado mainstream), incluyendo policiales y autobiográficos, con textos de corte feminista en muchos casos.
    Sus historias relacionadas que corresponden a Kalpa Imperial, aparecieron publicadas en su versión conjunta en 1983, puesto que antes se las agrupó en dos tomos (Libro I: La Casa del Poder y Libro II: El Imperio más Vasto, respectivamente).  La versión integral contiene sus 11 relatos y no llega a las 250 páginas.  Si bien ha sido traducida a numerosos idiomas, tuvieron que pasar varios años, para que alguien como Ursula K. Le Guin se fijara en su talento y tradujera al inglés tan precioso libro.


II. Los cuentos.
 
1. Retrato de un emperador.
 
    Las primeras palabras, las primeras oraciones, el primer largo párrafo consiguieron no solo acaparar de inmediato mi atención; sino que me conquistaron con una prosa poética, que me hizo darme cuenta de que estaba frente a un texto de gran belleza.
    El imperio que duró eras y fue vasto, pero cruel- en especial en sus últimos días- ha llevado a los pocos sobrevivientes y a sus descendientes a convertirse en "bárbaros seminómadas"; estos últimos ven con temor sus ruinas y solo de vez en cuando rescatan de ellas uno que otro objeto destrozado, al que apenas le dan el uso correspondiente, porque no saben realmente para qué sirven.  Todo esto seguiría igual, si no fuera por un muchachito de espíritu inquieto, quien, en contra de las normas, comienza a ocupar dichos aparatos de manera más correcta.
   Esta es la historia de la resurrección de un imperio y una alabanza a la resiliencia del protagonista, un hombre extraordinario, quien traería de vuelta la civilización a un mundo sumido en el caos.  El cuento es, también, una manera de enseñarnos a mantener viva nuestra curiosidad, para no resignarnos con "lo que hay" y luchar por nuestros sueños de lograr algo mejor; de igual manera, se lee como una invitación a alentar en los más jóvenes sus impulsos para no repetir viejos patrones y añejos, puesto que es en la renovación que se encuentra muchas veces el progreso. De igual manera, si rebuscamos en lo "antiguo" y lo clásico, encontramos verdaderas joyas que pueden insuflar nueva vida al deteriorado presente.
 
     “ Dijo el narrador: —Ahora que soplan buenos vientos, ahora que se han terminado los
días de incertidumbre y las noches de terror, ahora que no hay delaciones ni persecuciones ni ejecuciones secretas, ahora que el capricho y la locura han desaparecido del corazón del Imperio, ahora que no vivimos nosotros y nuestros hijos sujetos a la ceguera del poder; ahora que un hombre justo se sienta en el trono de oro y las gentes se asoman tranquilamente a las puertas de sus casas para ver si hace buen tiempo y se dedican a sus asuntos y planean sus vacaciones y los niños van a la escuela y los actores recitan con el corazón puesto en lo que dicen y las muchachas se enamoran y los viejos mueren en sus camas y los poetas cantan y los joyeros pesan el oro detrás de sus vidrieras pequeñas y los jardineros riegan los parques y los jóvenes discuten y los posaderos le echan agua al vino y los maestros enseñan lo que saben y los contadores de cuentos contamos viejas historias y los archivistas archivan y los pescadores pescan y cada uno de nosotros puede decidir según sus virtudes y sus defectos lo que ha de hacer de su vida, ahora cualquiera puede entrar en el palacio del Emperador, por necesidad o por curiosidad; cualquiera puede visitar esa gran casa que fue durante tantos añosvedada, prohibida, defendida por las armas, cerrada y oscura como lo fueron las almas de los Emperadores Guerreros de la dinastía de los Ellydróvides”.



2. Las dos manos.
 
    Quisiera creer que esta historia transcurre mucho tiempo antes de la anterior, pues nos habla de un emperador usurpador, cuyo control de los dominios estuvo caracterizado por su falta de benevolencia.
    Se nos describe a un sujeto por completo distinto al del prlmer texto, de quien esta vez es imposible sentir simpatía y que, pese a todo, sigue compartiendo el carácter de un sujeto poderoso, que ha inspirado varias historias entre el pueblo.  La naturaleza del misterio y el deseo de "conocer", aunque sea con fantasías a los poderosos, están siempre- al parecer- alrededor de esos individuos lejanos al hombre común y corriente.
 
    “Dijo el narrador: —Entre la dinastía de los Oróbeles, llamada de los Príncipes Oscuros, y la de los Trescientos Reyes, que fueron sólo doce si se cuenta al niño que no llegó a reinar más de un día, se sentó en el trono del Imperio un usurpador sin nombre. Venía del sur, entró al palacio traído por las olas de una guerra, y ya no volvió a salir. He oído decir que todavía está allí, cosa que no es del todo imposible, como se verá. Su vida y sus obras no alcanzan más que para una historia inconclusa, banal y desdichada. ¿Alguno de ustedes ha llegado alguna vez cérea del palacio imperial? ¿Alguno ha visto las torres, los patios incalculables, las murallas negras, las fuentes? No, yo tampoco, y ahora ya es difícil que pueda llegar a hacerlo. Por eso es que esta historia es también de otros. Yo, a mí se me hacen presentes y se me halaga para que cuente viejos, olvidados hechos. Esta vez, ¿por qué no?, voy a tratar, presiento que sin demasiado éxito, de callar”.
 
3. El fin de una dinastía o Historia natural de los hurones.
 
     Un niño de solo siete años está destinado a ser el próximo emperador, pero su vida es monótona, ligada a una serie de protocolos sin sentido y a una madre que no le da amor, quien hace de emperatriz regente hasta que crezca lo suficiente.  Un día en las afueras del palacio, conoce a dos hombres muy singulares, con quienes entabla una amistad que le abrirá los ojos a la verdad, permitiéndolo convertirse en alguien extraordinario.
    El cuento, el más largo en lo que llevamos de este libro- que me sedujo desde el principio- posee varios momentos magníficos, insuperables y la prosa de la autora nos da bocado a bocado una historia bellísima, que se arraiga con fuerza en nuestra imaginación, gracias a sus imágenes tan bien descritas.  El clímax es lo suficiente emotivo, como para sacarle a más de alguien una lagrimita, a lo que se incluye un final inesperado en muchos aspectos.
 
    “Dijo el narrador: —Era un príncipe triste el joven Livna'lams; tenía siete años y era un príncipe triste. No era que pasara por sus momentos de tristeza como pasan todos los chicos por príncipes que sean; no era que se quedara como ausente en medio de una frase o de algo que estaba haciendo; no era que se despertara con un peso en el pecho, o que a veces quisiera llorar sin motivo aparente. Eso le pasa a todo el mundo, a cualquier edad que se tenga y a cualquier condición a la que se pertenezca. No, no, escuchen bien lo que les digo, no se distraigan y digan después que no les he dado suficientes explicaciones. Si a alguien no le interesa lo que digo, puede irse; eso sí, tratando de no molestar a los demás. El pabellón está abierto hacia el sur y hacia el norte y los caminos siguen siendo anchos y llevan a países verdes y a países negros y en el mundo hay mucho que hacer, tamizar el grano y golpear el hierro y sacudir las colgaduras y cavar el surco y hablar mal del vecino y echar las redes; pero acá lo que se hace es escuchar. Pueden cerrar los ojos y cruzar las manos sobre la barriga si quieren, pero aprieten la boca y abran las orejas a lo que les digo: era triste siempre el joven príncipe, triste como estar solo cuando se es viejo y la muerte no tiene ningún apuro. Todos sus días eran desolados y grises y vacíos por llenos que estuvieran, que lo estaban”.


 
4. Sitio, batalla y victoria de Selimmagud.
 
    Un ladronzuelo, un verdadero muchacho, es pillado por unos soldados in fraganti, quienes lo llevan hasta donde su general.  Allí el preso es requerido por el alto militar, de tal manera que su suerte gira por completo hacia lo inaudito.
    Aparte de las descripciones maravillosas, a las que ya nos tiene acostumbrados la Gorodischer, nos encontramos esta vez con un relato que juega con la fragilidad de las empresas humanas y cómo lo ridículo y el azar pueden superarnos.  Por lo mismo, todo lo que le sucede al protagonista de esta obra, y en especial con su desenlace, son un gran divertimento que nos hace gozar cada vez más este libro.
 
    “Dijo el narrador: —Se llamaba Rabavttuar y estaba dedicado a la loable tarea de apoderarse de lo ajeno cuando lo sorprendieron los soldados del Imperio. Dijeron que era un desertor y se lo llevaron con ellos. Trató de explicarles que él no era desertor puesto que nunca había sido soldado. Había nacido en la trastienda del café Las Mil Delicias de una prostituta del sur y evidentemente de alguien más, aunque no se supo nunca de quién. Lo que siguió hasta que cumplió los dieciséis años que tenía en el momento del robo en la granja experimental y el apresurado juicio de los soldados según el cual era un desertor, fue una sórdida historia que no tiene nada que ver con Selimmagud. Había crecido al lado de un encantador de serpientes, y serpientes es un eufemismo por los animales esos que se meten bajo las piedras en las orillas de los ríos. El encantador de serpientes que quizá fuera su padre aunque muchos contadores de cuentos aseguran que es difícil, no era un mal sujeto: le daba comida y cama cada vez que podía disponer de esos lujos, a cambio de que le hiciera de ayudante en su número en los circos y los teatruchos y de que cuidara a sus amados animalitos escamosos”.
 
5. Acerca de ciudades que crecen descontroladamente.
 
   Un cuento inusual, aunque para nada como esas fomedades que abundan en la colección "Las Llaves del Aire".  Esta no es la historia de una persona, sino que la de una ciudad y cuya cronología abarca siglos, repasando con ello la vida de los varios emperadores que en algunos casos le prestaron atención y en otros no.
    Este precioso texto, sirve para volver a mostrarnos la frugalidad de los actos humanos, incluso de los poderosos, si consideramos cómo permanece esta polis (como ejemplo de muchas otras reales) a lo largo de tiempo, enfrentando/superando los vaivenes del acontecer de todo tipo.
    Por otro lado, los personajes que se nos mencionan ligados a este lugar, bastante variopintos, amenizan la narración y son dignos de sus propias crónicas.
 
    “Dijo el narrador: —Con muchos nombres la llamaron y muchos orígenes le pretendieron y todo era mentira. Los nombres, porque no fueron más que invenciones de hombrecitos oscuros, ambiciosos y rastreros, que lo único que querían era ascender un escalón más en una miserable repartición oficial o conseguir un lugar entre los adulones de palacio o un poco de dinero extra para satisfacer alguna pequeña vanidad. Los orígenes, porque también fueron trabajosos artificios maquinados para incluir algún personaje influyente en la genealogía de un héroe que la habría fundado en un rapto de locura divina”.

10 comentarios:

  1. Creo que ha sido uno de tus textos que más he disfrutado leer, cómo se nota que el libro en realidad te gustó y te inspiró. Me dieron hasta deseos de leer alguno de los cuentos. Muchas gracias!!

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    1. Ya por terminármelo. Luego de la decepción que fue el anterior, este ha sido un verdadero bálsamo para mi alma

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  2. Eso me gusta de esta blog que conozco cosas nuevas ¡Viva la cultura!

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    1. Gracias y tú que lees en digital, lo encontré en PDF y de ahí saqué las citas.

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  3. Yo considero este libro como una verdadera obra maestra. Lo cierto es que si bien estuvo siempre asociado a la ciencia ficción, es más que nada fantasía, pero claro... fue editado originalmente en un época en que ambos géneros se editaban en conjunto y muchos destacados autores escribían en ambos.
    Con respecto al libro, los análisis de Elwin hablan por si solos... es una auténtica maravilla... cuentos épicos, dramáticos, hermosos que cuentan apenas una mínima parte de lo que sucedió en ese tiempo casi eterno (la palabra kalpa es un término que refiere a un período de tiempo muy largo) y maravilloso.
    El desafío pendiente mío, y creo que el de Elwin también, es profundizar en otros textos de esta autora.

    Saludos,
    RICARDO

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    1. Haré lo posible por conseguirme más obras de esta autora, en especial su ciencia ficción y fantasía. Ojalá tenga suerte, que nunca he pillado otros libros suyos por acá.

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  4. No he querido leer nada todavía (del artículo - digamos que lo fui "calando" para darme cuenta de la opinión que tenían sobre el libro, nada más; y tampoco de los libros -) , pero le tengo fe al consejero, así que ya los tengo cargados en mi kindle para cuando termine el texto que estoy leyendo.

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    1. ¡Te esperan historias tan preciosas, que te envidio porque estás ad portas de descubrir por ti mismo algunas historias y personajes que en verdad son inolvidables!

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  5. Mi hermano dice casi lo mismo, cuando alguien se enfrenta a los libros de Roma de Santiago Posteguillo.

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