miércoles, 1 de febrero de 2012

La relación entre Dante y sus guías



    El primer guía de relevancia que tiene Dante en su viaje al reino del Más Allá del Purgatorio (puesto que Sordillo y Estacio no tienen mayor relevancia mientras permanecen a su lado) es el poeta romano Virgilio, autor de “La Eneida” y hacia quien en repetidas ocasiones se manifiesta el gran aprecio que siente Dante por él.   Virgilio lo acompaña para mostrarle cada uno de los distintos círculos que comprenden el lugar, en los que las almas relegadas a este sitio purgan sus culpas (se purifican hacia su último destino que es la redención y el reencuentro con Dios, tal como sucede con el propio Dante).  Pero también Virgilio le enseña su conocimiento sobre el Purgatorio, sus reglas, el nombre de quienes ahí moran, protegerlo cual un amoroso padre (“Hijo mío” le llama Virgilio), y también, lo que a mi parecer es más importante, darle lecciones de ética sobre el amor y las responsabilidades de nuestros actos.
    A lo anterior Virgilio dice sobre su papel en el periplo de su discípulo:

    “(…) su alma (la de Dante) (…) no podía venir sola, porque no puede ver como nosotros (los muertos).  Por esta razón fui yo sacado de la vasta garganta del Infierno para enseñarle el camino y se lo enseñaré hasta donde mi ciencia pueda guiarle”.

    En las propias palabras de Dante sobre la compañía de su maestro: “Su auxilio me ha sostenido hasta aquí en las cuestas y recodos del monte (…)”
    Virgilio no sólo es el guía de Dante, sino que también un compañero con quien comparte las mismas emociones del viaje, la ayuda de un padre amistoso y cómplice.  Resultan aquí clarificadoras sobre la dialéctica que se produce entre estos dos personajes, los términos que usa Dante para referirse a su primer guía: Mi buen Guía, mi Protector, mi señor, mi amado pedagogo, el gran doctor.
    Una vez que el camino de ambos ha terminado, luego de que Dante es purificado por el fuego, Virgilio le reconoce a su discípulo que lo ha superado, felicitándole.  De este modo, ambos se separan pues de ahora en adelante Dante irá acompañado por Beatriz, quien a diferencia de Virgilio es una guía no sólo sobrenatural, sino que providencial  (por esto el reencuentro entre ambos es festejado por ángeles que los rodean).  Dante se va con la bendición del poeta romano, puesto que ya su tarea se ha completado:

    “Has visto el fuego temporal y el eterno, hijo mío, y has llegado a un sitio donde no puedo ver nada más por mí mismo.  Con ingenio y con arte te he conducido hasta aquí: en adelante sírvete de guía tu voluntad.  (…)No esperes ya mis palabras, ni mis consejos.  (…)Así, pues, ensalzándote sobre ti mismo, te corono y te mitro.

   Si Virgilio era la figura paternal para Dante durante su viaje, Beatriz cumple el rol no sólo de la mujer amada por quien siente veneración, pues también toma una connotación de protectora, de madre para Dante y le ayuda a completar la purificación final cuando Dante logra reconocer sus errores en su presencia.
    “Las cosas presentes en sus falsos placeres desviaron mis pasos, apenas se me ocultó vuestro rostro” le dice arrepentido Dante a Beatriz.  A lo que le contesta ésta:
   “A la primera herida que te causaron las cosas falaces del mundo, debiste elevar tus ojos al cielo, siguiéndome a mí, que no era ya como ellas”.
    Dante debe encontrar el perdón y tal como diría San Agustín, morir como hombre viejo para transformarse en un hombre nuevo: encontrar el perdón y entonces recién podrá entrar al Paraíso con Beatriz, quien le mostrará este maravilloso reino en todo su esplendor.  Por esto, Beatriz lo bautiza de nuevo y así Dante está listo para la última etapa de su viaje:

    “La hermosa Dama abrió sus brazos, rodeó con ellos mi cabeza, y me sumergió de modo que hube de beber el agua”.

    De este modo queda más claro que nunca la función divina y mística de Beatriz. Como si fuera un particular Juan Bautista, o el representante de Cristo (ella bautiza con agua, mientras que Jesús con fuego), Beatriz termina por purificarlo.

2 comentarios:

  1. Me lei la divina comedia y pude percibir esta distincion que hay entre estos dos tutores de dante, viendo a virgilio como un maestro, un padre, y a beatriz no como una madre, si no como una mujer anhelada, no desde el punto de vista amoroso o sexual, si no espiritual, algo asi como la relacion entre seiya y saori/athena en los caballeros del zodiaco.

    Existe una adaptacion a videojuego y posteriormente a una pelicula animada sobre esta obra, llamada dante's inferno, en donde tambien nos percatamos de esta relacion entre los personajes durante el vaje de dante hasta su purificacion.

    Atte. Fabian Ibarra.

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  2. Qué tan genial es eso que afirmas de encontrar que la relación entre Dante y Beatriz sea parecida a la de Seiya con Saori, puesto que este tipo "amor platónico" en la literatura es de gran importancia. En otro sentido, esta obra ha inspirado un sinnúmero de otras y en el mismo caso de la Saga de Hades de nuestros queridos Caballeros del Zodiaco.

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