La segunda parte de la famosa trilogía de literatura fantástica de El
Señor de los Anillos, obra de J. R. R. Tolkien, corresponde a Las
Dos Torres. Su nombre se debe a la influencia negativa de las dos
torres (cada una bajo el mando de dos villanos, uno lejos peor que el otro, si
bien intrínsecamente relacionados), en las que vive el mal a los que se
enfrentan los protagonistas y toda la Tierra Media. Es así que por un lado tenemos a Orthanc,
hogar de Saruman, mago que fue tentado por Sauron, el antagonista principal de
la trilogía, y que es alguien doblemente traicionero, como bien ya sabemos los
lectores hasta ahora (y no les diré por qué razón uso el adjetivo doble, que
mejor descúbranlo ustedes por su propia cuenta); cabe mencionar que este con
sus propias tropas, asola buena parte del territorio y, por lo mismo, debe ser
detenido cuanto antes sea posible. Por
otro lado, está Barad-Dur, la Torre Negra (la otra es blanca), en la que se
encuentra Sauron, el principal enemigo de toda la Tierra Media y el cual, más
encima, controla a gran parte de las manifestaciones malignas de ese mundo.
Esta segunda parte, menos extensa que la anterior, aunque lejos más potente y atrapante que su predecesora, es, además, una obra mucho más oscura y mejor escrita. Acá encontramos un ejercicio narrativo más complejo que en La Comunidad del Anillo, pues Tolkien deja de lado el formato emulador de los viejos textos épicos que lo inspiraron, para incluir técnicas narrativas modernas, como usar más de un narrador y dividir el libro en dos partes, cada una con distintos escenarios y protagonistas, entre otras cosas. De hecho, ahora sí ahonda en lo que piensan sus personajes e incluso agrega humor a esta historia tan grandilocuente. En suma, resulta un enorme placer encontrarse con esta continuación (en un principio era un solo libro, pero en su momento los editores le dijeron al autor que era imposible publicar una novela tan extensa y por eso la dividió en tres partes), llena de momentos inolvidables y con nuevos personajes, que serán un deleite para los lectores.
La novela está dividida en dos partes, considerando los acontecimientos que ocurren de forma paralela y centrada en un equipo determinado de aquellos compañeros que conocimos como la Comunidad del Anillo; y es que el grupo, tras los eventos del final de la primera parte, se vio obligado a separarse (aunque nadie quedó solo) y eso resulta fundamental para enfrentarse a las amenazas de las dos Torres, pues cada una significará una prueba distinta que debe ser superada... ¡Y solo ellos pueden lograrlo! (claro que apoyados por valiosos nuevos compañeros).
En un principio sufriremos la pérdida de un valeroso amigo, el cual muere con heroicidad, encumbrándose por sobre sus anteriores debilidades (célebre momento de El Señor de los Anillos, que en las películas de Peter Jackson aparece al final de la primera cinta). Luego tenemos al dúo compuesto por los hobbits Merry y Pippin, mejores amigos entre sí, quienes a partir de ahora demostrarán con creces su valor y, por ende, serán desarrollados más como individuos. Juntos deben sobrevivir a su captura, de parte de atroces servidores de uno de los villanos mayores; el capítulo dedicado al horrible periodo que pasan junto a estos, el primero en abordar la conducta aborrecible de estas criaturas, es a mi (humilde) parecer uno de los dos mejores del libro (ya les hablaré del otro). Con posterioridad, la misma pareja se encontrará con una de las entidades más magnificas de la trilogía, la primera de los suyos, dándonos una nueva raza a la que apreciar como lectores y admiradores del talento fabulador de Tolkien. Es entonces que comenzarán a dilucidarse los aspectos heroicos de estos dos "medianos", quienes ahora, por fin, sacarán a relucir su capacidad para adaptarse a las circunstancias extremas y ello de manera admirable; de hecho, son ellos quienes propician la derrota de nada menos que...
Por otro lado, tenemos al triunvirato multirracial conformado por Aragorn (humano), Gimli (enano) y Legolas (elfo). Los tres parten con la intención de rescatar a Pippin y a Merry, pero en vez de conseguir eso, sus caminos los llevan al encuentro de aliados de gran valor; estos últimos se volverán personajes de tremenda importancia para el resto de la saga y servirán para entregarnos una rica cultura, que también se encuentra entre las queridas creaciones tolkianas. Asimismo, los tres amigos vuelven a cruzarse con un colega, que creían perdido para siempre, una reunión inolvidable que no esperábamos siquiera nosotros (ustedes ya saben a quién me refiero, je).
Esta segunda parte, menos extensa que la anterior, aunque lejos más potente y atrapante que su predecesora, es, además, una obra mucho más oscura y mejor escrita. Acá encontramos un ejercicio narrativo más complejo que en La Comunidad del Anillo, pues Tolkien deja de lado el formato emulador de los viejos textos épicos que lo inspiraron, para incluir técnicas narrativas modernas, como usar más de un narrador y dividir el libro en dos partes, cada una con distintos escenarios y protagonistas, entre otras cosas. De hecho, ahora sí ahonda en lo que piensan sus personajes e incluso agrega humor a esta historia tan grandilocuente. En suma, resulta un enorme placer encontrarse con esta continuación (en un principio era un solo libro, pero en su momento los editores le dijeron al autor que era imposible publicar una novela tan extensa y por eso la dividió en tres partes), llena de momentos inolvidables y con nuevos personajes, que serán un deleite para los lectores.
La novela está dividida en dos partes, considerando los acontecimientos que ocurren de forma paralela y centrada en un equipo determinado de aquellos compañeros que conocimos como la Comunidad del Anillo; y es que el grupo, tras los eventos del final de la primera parte, se vio obligado a separarse (aunque nadie quedó solo) y eso resulta fundamental para enfrentarse a las amenazas de las dos Torres, pues cada una significará una prueba distinta que debe ser superada... ¡Y solo ellos pueden lograrlo! (claro que apoyados por valiosos nuevos compañeros).
En un principio sufriremos la pérdida de un valeroso amigo, el cual muere con heroicidad, encumbrándose por sobre sus anteriores debilidades (célebre momento de El Señor de los Anillos, que en las películas de Peter Jackson aparece al final de la primera cinta). Luego tenemos al dúo compuesto por los hobbits Merry y Pippin, mejores amigos entre sí, quienes a partir de ahora demostrarán con creces su valor y, por ende, serán desarrollados más como individuos. Juntos deben sobrevivir a su captura, de parte de atroces servidores de uno de los villanos mayores; el capítulo dedicado al horrible periodo que pasan junto a estos, el primero en abordar la conducta aborrecible de estas criaturas, es a mi (humilde) parecer uno de los dos mejores del libro (ya les hablaré del otro). Con posterioridad, la misma pareja se encontrará con una de las entidades más magnificas de la trilogía, la primera de los suyos, dándonos una nueva raza a la que apreciar como lectores y admiradores del talento fabulador de Tolkien. Es entonces que comenzarán a dilucidarse los aspectos heroicos de estos dos "medianos", quienes ahora, por fin, sacarán a relucir su capacidad para adaptarse a las circunstancias extremas y ello de manera admirable; de hecho, son ellos quienes propician la derrota de nada menos que...
Por otro lado, tenemos al triunvirato multirracial conformado por Aragorn (humano), Gimli (enano) y Legolas (elfo). Los tres parten con la intención de rescatar a Pippin y a Merry, pero en vez de conseguir eso, sus caminos los llevan al encuentro de aliados de gran valor; estos últimos se volverán personajes de tremenda importancia para el resto de la saga y servirán para entregarnos una rica cultura, que también se encuentra entre las queridas creaciones tolkianas. Asimismo, los tres amigos vuelven a cruzarse con un colega, que creían perdido para siempre, una reunión inolvidable que no esperábamos siquiera nosotros (ustedes ya saben a quién me refiero, je).
Por último, esta primera parte de Las Dos Torres acaba uniendo a buena parte de la Comunidad de Anillo, campantes tras haber ganado una cruenta batalla y ataque de proporciones épicas, que solo es el preámbulo de la guerra que se está gestando. Y es cuando llegamos al otro acto que me parece de lo mejor de esta secuela: La Voz de Saruman, cuando por fin veremos al susodicho villano en todo su esplendor como sujeto vil. Los diálogos son magníficos y con esta segunda intervención del decadente mago (que en los filmes sale mucho más) logra volverse uno de los personajes más sobresalientes de El Señor de los Anillos; puesto que si bien Sauron es superior a él, este otro es alguien más reconocible como alguien que ha abrazado el mal, un hombre inteligente y soberbio, que se ha dejado tentar por el poder y usa su labia para embaucar a otros; luego su orgullo y menosprecio en los demás se vuelven su perdición, algo que nos lo hace más creíble que el intangible Sauron (bueno, es cierto que Saruman no es humano, por mucho que tenga aspecto de hombre; empero, claramente es una representación muy cierta de lo peor que podemos llegar a ser).
La segunda parte del libro está dedicada a Frodo y Sam, quienes solos deben llegar hasta Mordor, la tierra del gran enemigo de la Tierra Media, para deshacerse del Anillo Único. Ninguno de los dos son guerreros (de hecho, los otros dos hobbits demostrarán que sí lo son en la conclusión y que lleva por nombre El Retorno del Rey), aunque sí poseen la resiliencia necesaria, como para superar todas las duras pruebas que se les pondrán por delante, acercándose más y más a su destino. De hecho, es la lealtad que hay entre los dos y para con quienes confiaron en ellos, su nobleza y en especial el amor entre ambos (unos lo llamarán fraternidad estrecha y otros veremos verdadero amor entre amantes, aunque esto último nunca llevado al terreno carnal y/o erótico), lo que los hace siempre mantenerse firme en esta tarea, lejos mayor y más peligrosa (imposible para muchos y más tratándose de individuos comunes y corrientes como ellos) que la del resto de la Compañía del Anillo. En el camino se encontrarán con un obligado compañero de ruta, uno de los pocos personajes sacados de la novela que antecede a esta trilogía, El Hobbit, otra de las creaciones del escritor más renombradas y que sirve como reverso del propio Portador del Anillo, Frodo, en el caso de que este no hubiese contado con su virtuosismo y el apoyo de su gente. Con posterioridad, ambos Medianos se cruzarán con otro personaje, que también hará su aporte en dicha cruzada, aunque muy distinto al anterior.
Personajes:
Los personajes nuevos que se incorporan a la historia, dentro de los verdaderamente importantes que puedo nombrar (y es que hay otros de los que prefiero prescindir, pues son casi incidentales o no contribuyen mucho al argumento, a diferencia del resto) son:
* Gollum: A la par de Gandalf (o casi) entre los más célebres de la trilogía, viene a encontrarse este sujeto de apariencia espantosa, flaco, pálido, balbuceante, calvo y que acostumbra a caminar usando sus cuatro extremidades, que ya había aparecido en El Hobbit. Ligado, quizás, mínimo hace una centuria al Anillo Único, que lo llevó a convertirse en el monstruo solitario que ahora es, solo desea recuperarlo; por eso mismo abandonó su hogar en lo profundo de las cavernas, para conseguir su objetivo. Ya había aparecido fugazmente en La Comunidad del Anillo, pero solo se revela por completo ante Frodo y Sam en esta parte, acompañándolos el resto del libro. Como esclavo del Anillo Único, no.es alguien de fiar, ni siquiera para Sauron, que lo pretende utilizar para sus designios. La mente de Gollum, cuyo verdadero nombre es Smeagol (de antes de corromperse por completo) está trastornada y comparte cuerpo con una manifestación del artefacto que lo controla; por eso habla de sí mismo en tercera persona y entra en disputa con dicha entidad, dialogando con ella (desde el punto de vista de la psiquiatría, Gollum sufre de un trastorno de la personalidad o bien es esquizofrénico). Antes que se me olvide, famosa es su tendencia de referirse a voz alta a su "Tesoro", en referencia al Anillo del cual se siente su dueño.
* Eomer: El principal guerrero del reino de Rohan, hogar de los Señores de los Caballos, que está siendo amenazado por Saruman y sus triquiñuelas. Único sobrino del rey, quien lo considera su hijo, es un hombre hermoso de gran honor; dirige a un grupo de caballeros como él, cuando se encuentra con Aragorn, Gimli y Legolas. Luego de unos malentendidos queda como amigos con los recién mencionados y juntos participarán de la gran batalla en el Abismo de Helm, que se suponía no podrían ganar. Solo quiere que la paz vuelva a su tierra, pues tiene claro que en ella ya no manda su monarca, al que ama con gran lealtad; no obstante, en su país es persona non grata, mientras este siga siendo manejado desde las sombras por el mago renegado.
* Lengua de Serpiente: La mano derecha de Saruman y cuyo nombre real es Grima, trabajaba de consejero para el rey de Rohan, hasta que fue seducido por Saruman (no sexualmente, eso sí, je) y debido a ello se puso a sus órdenes, ensuciando la mente del otrora majestuoso señor; de este modo, se hizo con el poder del lugar en beneficio de su nuevo amo, aunque siempre por medio de ardides, para dar la apariencia de que el monarca seguía mandando.
* Theoden: El anciano mandatario de Rohan es un alfeñique controlado por Grima, cuando lo llegamos a conocer; bastante envejecido tras tanto tiempo contaminado, por el veneno de su supuesto hombre de confianza. No obstante, en la cordura es un hombre fuerte, pese a su edad, sabio, bondadoso y heroico al que todos aman. Ya libre del influjo maligno, liderará a sus hombres en la gran batalla del Abismo de Helm.
* Eowyn: Hermana menor de Eomer y sobrina de Theoden, es una bella dama de pocas palabras y quien se queda a cargo del reino cuando Theoden y los demás guerreros se van a la guerra. En esta novela apenas habla, aunque es una presencia llamativa y solo la apreciaremos en todo su esplendor en El Retorno del Rey (en cambio, en el respectivo filme, de manera muy inteligente, lograron darle realce y para que desde ya fuese alguien valiosa dentro de la trama).
* Faramir: El sabio hermano menor de Boromir estaba cumpliendo una misión junto a sus hombres, cuando se encontró con el Portador del Anillo, Sam y Gollum. Esta reunión no comienza bien, puesto que tenía razones de sobra para dudar de los Medianos; sin embargo, su capacidad para ver más allá de lo evidente y conocer el corazón de la gente, lo hacen tomar las decisiones correctas. En la versión cinematográfica de Las Dos Torres, su actuar con Frodo y Sam es demasiado duro y solo al final cambia de actitud.
* Bárbol: Criatura humanoide de carácter vegetal, la más antigua en la Tierra Media (la verdad es que no me queda claro si más que Tom Bombadil), que es la principal entre los Ents; su especie corresponde a los llamados Pastores de los Árboles, gigantes que velan por el cuidado de la vegetación y de toda la naturaleza en tierra firme, de gran poder y muy antiguos. Cada uno de los suyos es muy distinto al otro e impresionante, de actuar lento en muchas cosas, pero peligrosísimos cuando se trata de combatir el mal, tal como lo comprobarán Saruman y sus fuerzas. Se hace muy buen amigo de Merry y Pippin. Su disputa junta al resto de los Ents, para deshacer la maquinaria monstruosa de su enemigo, quien ha arrasado con la naturaleza, representa la celebración de la ecología por sobre la invasión de la modernidad destructiva del medio ambiente y que se evidencia cuando liberan el río que luego lava toda la inmundicia de la tierra contaminada. Me pregunto si los creadores de La Cosa del Pantano (el famoso personaje de DC, el elemental del "verde" en la Tierra), Len Wein y Bernie Wrightson se inspiraron en Bárbol, también llamado Fangorn, para darle vida.
Sam Gamyi en uno de sus momentos más heroicos y aterradores del libro: Enfrentándose a Ella La-Laraña |
Debo reconocer que esta serie de artículos me están tentando de ver la trilogía, postergado visionado por la lectura igual de pendiente de los libros.
ResponderEliminar¡Qué bueno te entusiasmen estos textos! Te recomiendo optar por las versiones extendidas, que mejoran mucho las películas
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