1.Mi principio
Años después, cuando ya estaba en la universidad, estaba en el Taller Literario de Ciencia Ficción de Luis Saavedra (Tío Lucho) cuando leímos en una sesión un cuento sobre un tipo (un militar creo que era) que en ciertas circunstancias se reduce a nivel microscópico y tiene una aventura en una especie de mundo cuántico, con romance incluido. El autor era un tal E. E. "Doc" Smith, escritor al que no conocía hasta el momento y que nuestro maestro nos dijo que era la persona detrás de Lensman, una saga literaria de space opera y de la cual la cinta de la que les hablé era una adaptación.
Eso por ahora.
Lo anterior comienza mostrándonos la presencia de dos antiquísimas y poderosísimas razas alienígenas, las cuales ya no necesitan de carne (ni otro material) para subsistir y, sin embargo, pueden crear cuerpos para sí mismos a su antojo. Viven períodos inconmensurables y se comunican entre sí por telepatía. Una es benigna y la otra no, siendo que en determinado momento de la existencia de ambos pueblos, el primero de ellos se da cuenta de su contrapartida y decide "investigarlos" desde el anonimato, más sabiendo de sus intenciones malignas; por supuesto que esto tendrá sus repercusiones, en las cuales los simples mortales se ven involucrados.
Las primeras partes del libro son, en verdad, atrapantes. Es así que tendremos un capítulo que transcurre nada menos que en... ¡La Atlántida! Y nos lleva con fuerza al escenario de la lucha del bien contra el mal, puesto que no sólo se trata del escenario de la mítica civilización, sino que de una cruenta guerra entre naciones avanzadas. Con posterioridad, el argumento nos lleva al Imperio Romano, justo en la época de Nerón, centrándose en un par de gladiadores rebeldes (este es para mí el capítulo que más disfruté). Luego vienen dos narraciones más que transcurren en Estados Unidos, a mediados del siglo XX, y que tienen de protagonista a una especie de ingeniero; este trabaja dentro de un proyecto armamentístico (para mi gusto y pesar, lo más aburrido de todo el libro).
Hasta el momento, todo el libro está conformado por narraciones con distintos protagonistas, que se pueden leer de forma independiente y todo con saltos importantes en el tiempo; pero luego de ello vendrá una historia llena de matices, que bien podría haberse publicado como novela independiente y que supongo será fundamental para lo que se vendrá en títulos posteriores...
Es cuando nos encontramos con una nave espacial perteneciente al gobierno de Telus, conformado por tres planetas del sistema solar y sus habitantes los triplanetarios (de ahí el nombre de este tomo), quienes son abordados violentamente por piratas y llevados en presencia de su cruel jefe. Desde aquí comienza la parte principal del relato, que no sólo abarca más de la mitad de la extensión de este volumen, sino que tendrá un montón de giros inesperados y de mucha, mucha acción (además de tantos elementos de ciencia ficción, que consiguen complacer por completo al lector más ñoño y amante del género, en especial si le gusta la space opera). Aquí tendremos no sólo al típico héroe aguerrido, y muy masculino, de estas historias, sino que nos encontraremos con un villano bastante maloso (al cual ya conocíamos de antes, pero que solo ahora vendrá a desarrollarse más como para ganarse nuestro desprecio); asimismo, la trama tomará un aspecto más dramático, cuando entre en escena una civilización alienigena muy avanzada, además de muy diferente a la raza humana. Así que ahora el libro no nos dará respiro (aún recuerdo lo fome que me parecieron los capítulos dedicados al ingeniero), puesto que se suma una tercera fuerza en pugna, lo que la enriquece mucho más y nos dará un panorama sobre un universo vasto y prometedor (en especial en futuras entregas de la saga).
Pero hay factores de la última parte que debo destacar: En primer lugar, la presencia de una segunda fémina autosuficiente e inteligente, lo que le celebro al autor y tratándose de un texto tan antiguo, de cuando la space opera y la literatura de evasión en general eran muy marcadas en los roles de género. Todavía recuerdo que el Tío Lucho, en esa clase en la que analizamos su cuento, del que ya les conté, se refiere a los patrones de género presentes en esa historia: Hombre protector de la mujer en apuros; algo que no es tan así en Triplanetario, como ya les mencioné más arriba.
Asimismo, me satisfizo bastante el tratamiento de las civilizaciones extraterrestres, todas ellas verdaderos antecedentes de la exobiología que ya damos por sentada en la ciencia ficción posterior; es así que sus características tan llamativas, diferentes a nuestra propia humanidad y a la vez cercanos a los que somos (que más allá de su apariencia y/o extraña fisiología, pueden escoger como nosotros entre el bien y el mal, pues tienen libre albedrío y sienten clara inclinación hacia uno de estos lados). Justamente entre estos destaca el gran villano de toda la novela, amoral y manipulador; como contrapartida suya, cabe mencionar a un eficaz científico extraterrestre, un sujeto que pese a ser un enemigo de los protagonistas, el narrador nos los muestra como alguien noble y digno hasta de nuestro aprecio.
Muy ligado a lo recién dicho, debo contarles cuánto me impactó el final de este libro: Bastante duro por un detalle, que, si lo menciono, será un gran spoiler, así que trataré de jugar con el lenguaje, de la manera más general ... Y es que uno de los dos conflictos de peso, en los que se hayan involucrados nuestros héroes, resulta ser solucionado de una manera bastante alejada de algo que veríamos, por ejemplo, en Star Trek. Y es que acá vemos usar recursos draconianos, incluso maquiavélicos, para lograr la victoria; sin embargo, pese a la crudeza que contemplamos en estas páginas, no llegamos apreciar maldad, ni siquiera revancha de parte de los rivales, lo que hace más llamativo el desenlace. Luego, la novela termina con una promesa de una nueva era de gloria, para dos de los bandos en disputa, en algo que nos recordará justamente a la Federación Unida de Planetas, como también en la declaración de que los villanos volverán peores que nunca.
En suma, me gustó este libro, aunque no se volvió uno de mis favoritos y esto debido a que en más de una ocasión la narración se me hizo tediosa y, en parte, por eso mismo me demoré tanto en leerlo. No obstante, lo recomiendo con creces, debido a sus múltiples virtudes que superan su tono soporífero de ciertos momentos y espero con ansias cuando por fin aparezcan los Lensman.
Ya terminando, quienes nada saben de esta saga y que han tenido su primer acercamiento por medio de este texto, se habrán dado cuenta del nexo de Lensman con Linterna Verde, tanto el famoso personaje de los cómics DC, como del grupo de policías/justicieros intergalácticos al que pertenece (los Green Lantern Corps). Es obvia la "influencia" de estos libros en las historietas mencionadas, declarada de forma pública o no, puesto que los elementos en común son evidentes: Pues, por un lado, tenemos a una antigua raza benevolente (en estas novelas los Arisianos y en los cómics los Guardianes de Oa) y, por otro, aparecen los justicieros que, más encima, ocupan en su mano un poderoso aparato de tipo tecnológico y pequeño (en un caso las lentes y en el otro los anillos de poder); y tampoco podemos olvidar que los miembros de esta agrupación, son de distintas razas en ambos caos. Por último, como homenaje a esta serie, una de las Green Lantern Corps se llama Arisia, en honor a los arisianos; asimismo, hay entre sus personajes otro que se llama Eddore, claramente debido a la otra raza anciana de los libros de E. E. "Doc" Smith, aunque este no es malvado como los de Lensman.