1. Algo para tener en cuenta
Ahora bien, la verdad es que "Papucho" no es un gran actor que digamos (seamos justos con él, tampoco es un mal artista, solo es que no sobresale tanto en comparación a sus propios colegas); sin embargo, puedo decir, en defensa suya, que tampoco es su culpa no habernos podido demostrar con estas cintas, cuán bueno puede ser en su labor y es que solo en la serie The Witcher se notó que era capaz de interpretar a alguien más complejo en el terreno emocional.
¿Y por qué sucedió lo anterior? Pues debido a que el responsable de estas cintas, Zack Snyder (director y guionista, cuya filmografía me gusta mucho), NUNCA le otorgó a sus argumentos el drama suficiente (e incluso la comedia, el romance y la aventura) que nos mostrara a un Hombre del Mañana, tal como llegamos a ver, en el mejor de los casos, cuando lo tenía a cargo el llorado Christopher Reeve. Su Supes es majestuoso, poderoso y prácticamente un Dios entre los hombres; por lo general lo vimos en acción, entre sus pares y muy poco desenvolviéndose como un simple humano (que su alter ego, el también famoso Clark Kent, apenas tuvo relevancia en la pantalla). Por lo tanto, poco pudimos apreciar del justiciero, del superhéroe que conocíamos y, en cambio, se nos entregó a un guerrero perfecto que se alejaba por completo del concepto original del cómic. En pocas palabras, este Superman sexy y seriote resulta ser más bien una versión "adulta", oscura y llena de testosterona, que es muy habitual en las películas de Snyder (lo que para nada me molesta, en todo caso); de hecho, Snyder acentúa su masculinidad cada vez que puede, mostrándole a torso desnudo (mojado y/o sudado dentro de lo posible) ... Todo esto en vez de hacer un calco más fiel al "boy scout" GRANDOTE, paternal, dulce y amistoso que tanto amamos y nos inspira.
La gente de Warner y de DC le dio el poder a Gunn de reiniciar todo y qué otra cosa mejor que hacerlo con el mismísimo personaje que, en plena Edad Dorada de los cómics, inició el universo deceista (tal como en su momento comenzó el fenecido Snyderverse). Es así que este año, empezando este segundo semestre, se estrenó una nueva versión de Superman, la que originalmente se llamaba Superman: Legacy. Largometraje que ha sido un éxito de crítica y de taquilla, el cual ahora me dispongo a comentarles.
Así fue como los de DC/Warner le entregaron esta tarea al mentado "Jaime Pistola", quien todo un conocedor de estos cómics, en especial de la llamada Edad de Plata (marvelitas y deceistas), tomó varios de los elementos que componen la mitología de Superman (incluyendo muchos de ellos, que no habían sido considerados en películas live action anteriores) y les agregó varios otros conceptos y/o personajes, caros a la más rancia tradición de tales cómics. De este modo, nos entregó una producción llena de diversión, conmovedora y en general de muchos matices, que bien merece estar no solo entre los mejores filmes del Hombre de Acero para la pantalla grande, sino que entre lo más óptimo de este subgénero (que, para muchos, hace rato está perdiendo calidad).
La película en cuestión, pese a ser un reinicio del personaje, no es una "historia de origen", o sea, no trata acerca del origen de su protagonista y de sus primeros pasos. No. En esta cinta Superman ya es un justiciero reconocido mundialmente en la Tierra y considerado su mayor protector; es querido y respetado, como bien corresponde. Asimismo, su vida como Clark Kent, en su faceta de profesional, también está consolidada. Es entonces cuando entra su némesis, el siempre presente Lex Luthor (y quien ha salido en casi todas sus películas, siempre interpretado por grandes actores), el cual da (otra vez) rienda suelta a su envidia y celos hacia el kryptoniano, así como su megalomanía por querer ser el centro de todo. Un plan atroz tiene este genio del mal, el cual implica a millones de inocentes... Lo más maravilloso de todo, es que esta vez el paladín no solo está acompañado por otros defensores del bien, sino que por el mismísimo Krypto, en uno de los debuts más geniales de la pantalla grande y, más encima, por sus propios amigos "normales", que serán también un gran agregado al argumento.
Por cierto, aunque nunca pretendió contarnos otra vez la génesis de su personaje principal, esta pieza hace bastante referencia a ello y todo calza muy bien, gracias a estupendos diálogos que van armando el rompecabezas de su pasado.
Lo anterior parte con el "perrito de Superman", Krypto y quien es el segundo personaje en aparecer en pantalla. Para los mayorcitos, y quienes sí leemos cómics, el canino hace rato que tiene un lugar en nuestros corazoncitos; así que verlo, por fin, en un espectáculo como este, fue un sueño cumplido desde hace rato. La mascota no solo se hace simpática y querible, sino que es parte fundamental del argumento; por otro lado, su presencia ayuda a humanizar más al protagonista, mostrándole como alguien capaz de de crear fuertes lazos afectivos y no sólo entre pares y con su pareja. Además, este animal es presentado como una criatura inteligente, juguetona y poderosa, y aun así creíble.
Luego tenemos a la Justice Gang, una especie de proto Liga de la Justicia y la que, más encima, tiene como base el mismo edificio blanco que tanta fama le ha dado al grupo, desde la época del show infantil animado de Los Superamigos. Este grupo está conformado, inicialmente, por tres personajes, unos más famosos y/o amados que otros; en todo caso, todos ellos cuentan con una gran trayectoria en las historietas y han salido ya en otras producciones audiovisuales, claro que en versiones que difieren en algún punto o más (como es habitual en este medio) de lo visto en el filme que hoy nos reúne...
En primer lugar, tenemos a mi adorado Guy Gardner, nada menos que un Linterna Verde, uno de los tantos humanos en portar el anillo de poder de los Guardianes de Oa. Cabe mencionar que este extrovertido agente, de personalidad muy irónica e impulsiva, es un Linterna que ha pasado por grandes hitos en las viñetas y solo lo pudimos ver antes en la recordada serie animada Batman the Brave and the Bold. Para el papel fue llamado Nathan Fillion, un solvente actor de un montón de películas y series, amigo de Gunn y quien ha estado en casi toda su filmografía (su rol en el programa de culto Firefly, es muy añorado por sus seguidores y quien fue el artista que le puso la voz a Hal Jordan, el Linterna Verde más famoso, en más de una película animada). Lo único que no me gustó de este fue su traje, pero ese es un detalle insignificante si se considera todo el aporte de este, que no solo resulta gracioso, sino que nos abre las puertas a lo que se nos viene acerca de los Linterna Verde (nada menos que una serie de imagen real). Más que interesante fue que fuese él el elegido para acompañar a Superman y no otro, considerando primero sus conflictos con el kryptoniano en los cómics y, luego, que no es el favorito de muchos de los frikis (que lo desprecian por su personalidad, pero justamente, pienso eso es lo genial de él: su carácter "especial").
Luego tenemos a Hawkgirl, quien se muestra en una versión igualmente muy agradable (su grito de guerra me fascinó). Más encima es interpretada por una actriz latina (que hay dos en total dentro de esta producción). Ahora bien, no sabemos cuál es el origen de esta versión, si es la extraterrestre o la humana de vidas reencarnadas. Lo que sí queda claro en pantalla es su humor sarcástico, que hace muy buena dupla con el resto de su grupo, que por mi parte me agradó bastante. Cabe mencionar que la mejor versión de esta justiciera, que hemos apreciado hasta ahora (sin desmerecer la del filme que hoy nos reúne), para mí es lejos la de Liga de la Justicia y Liga de la Justicia Ilimitada, la segunda secuela de la anterior; que la versión morena de DC's legends of Tomorrow, lo más notable que poseía era... ¡A Hawkman! (cuyo actor era bastante guapísimo y varonil).
Y luego tenemos a la tercera gran estrella de esta película, o sea, al hombre más inteligente de DC (¿O era el tercero?): Míster Terrific, un afroamericano que dentro de los cómics es el segundo en llevar ese nombre. Con sus Esferas-T, que levitan a su alrededor y hacen milagros tecnológicos, se vuelve el mayor aliado de Supes (y, como no, de la estupenda Loise Lane de esta versión). Acá lo vemos como a un muy interesante sujeto, con algo de espectro autista, toda una caja de sorpresas, que fue una verdadero revelación para quienes no lo conocían. Por mí parte, disfruté mucho de cada una de sus apariciones y diálogos, pues tuve el gusto de conocerlo gracias a la mentada serie de Liga de la Justicia Ilimitada y luego vi otra versión suya en Arrow (en la cual era un buen personaje inclusivo gay). Debo contarles que he leído muy poco de él, solo unos cómics suyos durante la premiada etapa de la Sociedad de la Justicia que escribió Geoff Jhons. Definitivamente... ¡Espero más de este y hasta su propia peli o serie!
No puedo dejar de mencionar a Metamorfo, un superhéroe muy freak y al que James Gunn escogió dentro de lo más exótico para su producción. De aspecto humanoide, aunque muy raro debido a sus poderes elementales, hace su presentación como un sujeto sensible, marcado por el dolor y quien comparte con Superman su lado frágil, pese a sus habilidades extraordinarias. Superman llega a la vida de Metamorfo y lo remece, como sucede con la existencia de un montón de personas, tal como nos lo demuestra la película. En cuanto a este singular personaje, que ya tiene muchas décadas a cuestas, lo conocí de la época de la Liga de la Justicia Europea, que junto a la de América me dio muchos gratos momentos en mi juventud. Hasta ahora solo lo había visto en versión audiovisual, en la olvidada serie en CGI Beware the Batman (que merece más atención que la que tuvo en su momento).
Lamentablemente aún no la he visto, pero espero que sea tan buena como la Superman anterior
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