La décimo
tercera temporada del Doctor Who moderno, es lejos la más corta
de todas, pues solo posee 6 episodios.
Igual hay que considerar que ese fue el segundo año de la pandemia del
Covid, lo que en parte explica por qué razón su breve duración. Ahora bien, al año siguiente contó con 3
especiales, siendo el último el encargado de celebrar los 60 años del show y la
despedida de la Doctora (que nadie puede negar que su paso por la pantalla fue
refrescante y estuvo lleno de grandes momentos).
Ahora bien, su primera parte solo contó una historia, la cual se dividió justamente en esos 6 capítulos ya mencionados. Estos recibieron el nombre genérico de Flux (Flujo) y trataron, en pocas palabras, de un tema recurrente en la serie: Un evento cósmico de destrucción masiva... ¡Y ya sabemos quién era la única persona que podía ayudarnos! Cabe mencionar que en la época clásica del Doctor, era habitual este recurso de contar una sola gran historia, dividida en varios capítulos, lo cual no se hacía desde los años anteriores a la modernización del personaje; al respecto, bien se puede decir que Chibnall, el showrunner y principal guionista de las temporadas de la Doctora, se atrevió harto con todo esto y ello era una tarea que debía ser orquestada minuciosamente, si en verdad se pretendía salir victoriosos.
Para esta etapa la Doctora solo contó con la compañía de Yaz y a estas dos se les unió un nuevo amigo, quien estaría con ambas hasta el término de la presente etapa con el especial de Aniversario.
Capítulos
1. Capítulo 1: El Apocalipsis de Halloween
Un belicoso
enemigo, de trampas muy mortíferas, persigue a la Doctora y a Yaz. Una vez que logran deshacerse de las
triquiñuelas del anterior, se enteran de que no solo la Tierra corre peligro,
sino que el universo mismo. Un sujeto
aterrador de aspecto cadavérico (aunque muy llamativo) está involucrado en
varios actos de violencia, que no sabemos si tienen que ver con el llamado Flujo,
pero de que su presencia y la de su hermana complican todo, eso es cierto. Por otro lado, un simpático hombre maduro,
llamado Dan Lewis, se ve metido en todo esto, convirtiéndose en el nuevo
compañero de la Doctora.
2. Capítulo 2: La Guerra de los Sontarans
Los clásicos
enemigos del Doctor han vuelto, luego de años sin saber de ellos. Esta vez los guerreros clones atacan la
Tierra en dos frentes, desde dos épocas distintas, una en el presente y otra en
el siglo XIX, en plena Guerra de Crimea.
La Doctora se encuentra en este último frente, llegando a conocer a un
interesante personaje femenino, del cual nada sabía (apenas la vi, pensé que
nuevamente los responsables de la serie habían metido su ideología woke,
agregando gente de color donde no correspondía; sin embargo, sí se trata de
alguien histórico y real, de una mujer negra y muy heroica). Por otro lado, Yaz
debe trabajar junto a un muy guapo militar, que ha sido testigo de la
catástrofe que se avecina, mientras que el simpático Dan otra vez se encuentra
con su "guardián adjudicado".
Un capítulo mucho más divertido que el anterior, en el cual cada escena con los sontarans y sus diálogos son para gozar. Por otro lado, la misteriosa figura de un grupo de mujeres, se anuncia como personajes que más adelante serán importantes.
Ahora bien, su primera parte solo contó una historia, la cual se dividió justamente en esos 6 capítulos ya mencionados. Estos recibieron el nombre genérico de Flux (Flujo) y trataron, en pocas palabras, de un tema recurrente en la serie: Un evento cósmico de destrucción masiva... ¡Y ya sabemos quién era la única persona que podía ayudarnos! Cabe mencionar que en la época clásica del Doctor, era habitual este recurso de contar una sola gran historia, dividida en varios capítulos, lo cual no se hacía desde los años anteriores a la modernización del personaje; al respecto, bien se puede decir que Chibnall, el showrunner y principal guionista de las temporadas de la Doctora, se atrevió harto con todo esto y ello era una tarea que debía ser orquestada minuciosamente, si en verdad se pretendía salir victoriosos.
Para esta etapa la Doctora solo contó con la compañía de Yaz y a estas dos se les unió un nuevo amigo, quien estaría con ambas hasta el término de la presente etapa con el especial de Aniversario.
Un capítulo mucho más divertido que el anterior, en el cual cada escena con los sontarans y sus diálogos son para gozar. Por otro lado, la misteriosa figura de un grupo de mujeres, se anuncia como personajes que más adelante serán importantes.
La Doctora se encuentra saltando de un momento a otro en el tiempo, incluyendo a un pasado remoto en el que se encuentra otra vez con... ¡La Doctora Fugitiva! (gran idea de Chibnall, quien se merece más historias y ojalá como protagonista) y llega a enterarse de cómo fue su primer encuentro con los espantosos hermanos a los que está enfrentando; asimismo, le toca viajar por al pasado de sus dos compañeros, con lo cual trata de arreglar todo. También se nos revelan datos sobre cierto militar que se ha integrado a esta historia. Atentos a las escenas dedicadas a una interesante joven, cuya misteriosa identidad nos tendrá pendientes.
El final del capítulo nos hará saltar de impresión, dejándonos más atentos para lo que se nos viene.
El nombre del capítulo nos dice mucho: Los aterradores Ángeles Llorones han invadido el lugar y la Doctora, su amiga Yaz y su nuevo companion la tienen muy difícil para escapar de las criaturas de piedra; para rematar sus caminos se separarán de nuevo y tendrán que luchar contra las criaturas en épocas distintas. Paralelo a ello, seguimos el misterioso viaje de la mujer embarazada, que conocimos en el episodio anterior.
Otro capítulo con mucha aventura e intriga, con nuevas revelaciones y momentos inolvidables, que todo nos mantiene expectantes.
Desde la época del Undécimo Doctor, que no teníamos historias sobre estos monstruos de piedra y es la primera vez que otro escritor, que no fuese su creador, el recordado Stephen Moffat, nos los devuelve y vaya que lo hicieron bastante bien.
Se nos hace una nueva revelación sobre la Doctora, su pasado del cual nada sabíamos (ni ella misma) y que bien puede ser del gusto o no de los seguidores acérrimos del show (ni siquiera Russel T. Davies y Stephen Moffat se atrevieron a tanto, que me pregunto si habrán sido de su agrado estos datos).
El Apocalipsis está llegando a su máxima expresión y es fácil que las expectativas sobre la solución sean grandes.
Debo destacar dos detalles más: El retorno de un recurrente femenino, quien será de vital importancia para la finalización de esta historia y, segundo, la presencia de un interesante personaje inclusivo, de quien solo entonces me di cuenta de su condición (así que cuando Doctor Who quieren hacer inclusión inteligente, bien lo logran, como la enana y la ciega que aparecieron en temporadas anteriores y todo sin caer en el elemento woke de poner negros donde no correspondía).
Uno de los personajes, justo esa joven mujer embarazada que tanto me gustaba, acaba su camino en la trama, dándome la impresión de que en resumidas cuentas no era importante para ella y fue otra incorporación woke para Doctor Who (es de rasgos orientales y su pareja morena). Por otro lado, solo entonces me enteré de que el "el hombre con aspecto victoriano" (como bien le llama nuestra Señora del Tiempo) es un personaje real histórico y muy interesante.
De entre los villanos de esta historia, solo uno de ellos tuvo un final que me agradara (y eso que también lo encontré sin mayor valor para la trama). En cuanto a los dos "hermanitos" (de una apariencia fabulosa ambos y bien aterradores) su destino me pareció poco efectivo.
El epílogo me hizo detestar a otro personaje femenino que me gustaba, al punto de casi corroborar la idea machista de que las mujeres son unas ingratas y complicadas.
En más de una década del maravilloso retorno de Doctor Who a las pantallas, este es lejos- a mi parecer- el PEOR, o único deplorable, fin de temporada.



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