lunes, 6 de junio de 2011

X-Men: First Class.

                                  

    Ver una nueva película de este grupo de superhéroes ya clásico y querido, y en el cine más encima, es toda una fiesta para el fanático.  Quienes me conocen y comparten mis gustos ñoños, saben que lejos soy más DC que Marvel, pero a este grupo de personajes del cómic de la llamada “Casa de las Ideas” le tengo un especial cariño, como también a su “amistoso vecino Spiderman” (además Marvel ha sido mucho más inteligente que DC a la hora de hacer películas de sus personajes, dándonos buenos filmes cada año).   Luego de haber disfrutado en diferentes momentos de nuestra vida las tres primeras películas del grupo liderado (¿O guiado?) por el Profesor X y gozar más aún una película en solitario de Wolverine, pudiendo conocer por fin sus orígenes, la llegada de esta “primera generación” se iba a esperar con más ansias. 
    La película toma como base un cómic de no hace mucho, tal como sucedió con la historieta en que se basó la película de Wolverine, donde se cuentan los inicios del primer grupo de mutantes marvelianos.  Si bien Stan Lee, el ya famoso y querido creador de gran parte de los personajes de Marvel, había comenzado a narrar las aventuras y desventuras de este grupo de superhéroes a principios de la década del sesenta, esta mirada actualizada a dichos comienzos se torna quizás más psicológica y crítica que las historias de aquel entonces.  No se puede negar el gusto de ver a tus superhéroes favoritos en carne y hueso haciendo de las suyas en pantalla grande y con un presupuesto que haga “realidad” tus fantasías de nerd (puesto que hay que recordar siempre que estamos frente a un producto cuyo principal intención es entretener…y ganar plata), pero no por ello el filme carecerá de profundidad y hasta de un discurso político y moral.
    ¿Y dónde está esta “profundidad” intelectual o artística en la nueva película de los  X-Men? Bueno, desde un principio Stan Lee dio a sus personajes un carácter trágico, de héroe pese a sus deseos originales de vivir sin mayores conflictos, pero que como cualquier personaje mítico, opta por sobreponerse a su debilidad y asumir su destino con dignidad.  Y en el caso de los mutantes marvelianos, un reflejo de cualquiera de las minorías existentes en uno de los países con una mayor historia e inclinación a la intolerancia y discriminación como lo es Estados Unidos.  Todo esto corresponde a la lucha por hacer respetar sus derechos naturales y civiles; los X-Men no sólo defienden los suyos propios, si no que protegen a quienes mismos en su estrechez de mente se oponen a la “otredad” que ellos significan.  ¿Acaso esto no es heroico?   El héroe estudiado por Joseph Campbell forma parte de una comunidad que lo acepta y lo ve como un símbolo de lo mejor de su tradición (léase Héctor, Odiseo, el Cid, el Rey Arturo y muchos más), pero en el caso de los X-Men, estos casi son parias y deben vivir muchas veces en el anonimato, pese a sus virtudes: la comunidad, valores y tradiciones que ellos respetan y defienden no los aceptan y aún así los mutantes les dan ejemplos de tolerancia y valor.   No de forma gratuita tanto los cómics originales de Stan Lee, como la novela gráfica en que está basada la película y la película misma, transcurren en medio de los turbulentos años sesenta, cuando en Estados Unidos la lucha por los derechos de los negros, el hippismo, Vietnam, la Guerra Fría y tantos otros conflictos sociales  marcan su historia para bien o para mal; y todos eventos se ven reflejados en las circunstancias que rodean a los personajes.  Por ende los X-Men son una alegoría para mostrar las vicisitudes del hombre enfrentado a un medio profundamente hostil y que pese a todo lucha por el respeto a su individualidad y por el de los demás: entonces los X. Men son también un reflejo de los idealistas.
   Y en lo que va de mi texto me fui en la volá y aún no cuento de qué trata la película (o lo he hecho parcialmente).  Según mis queridísimos amigos Miguel y Marcelo “Marlo” López, la película debería llamarse en realidad Magneto: Orígenes.  Pues la verdad es que si bien el filme gira en torno a la dupla Profesor X-Magneto y su amistad en los albores de la saga mutante, es en la figura del llamado “Amo del Magnetismo” que la trama toma sus puntos más álgidos cuando éste personaje está presente; de hecho la película empieza y termina con Magneto (el comienzo está sacado de la primera película de la serie, cuando se nos muestra a  Erik Lehnsherr  durante su estadía en un campo de concentración nazi.  Ciertamente a partir de este prólogo se nos explica la razón de la naturaleza violenta, resentida y ambivalente del personaje, dándonos las respuestas ante la interrogante del porqué de su carácter.  En todo caso si la película toma sus mejores momentos cuando aparece Magneto, es también debido a la formidable interpretación del actor Michael Fassbender, quien es capaz de mostrar tanto a un individuo carcomido por el odio, como a un hombre adulto sobrecogido por las lágrimas de una forma más que convincente.
   A su vez, la película trata de estas dos formas de ver el tema mutante y afrontarlo como uno de ellos: la visión pacifista y tolerante de Charles Xavier, y la de Magneto con su posición extremista y reaccionaria.  En un principio pareciera que el Profesor X consigue que la serenidad se albergue en el corazón de su amigo, pero luego se nos muestra lo difícil de la empresa del Profesor X, tanto a la hora de “domesticar” a su amigo, como en enseñar a humanos y a mutantes a convivir civilizadamente.
   Las actuaciones del resto de los actores también son de calidad, destacando a un siempre camaleónico Kevin Bacon en el papel del mutante maquiavélico Sebastian Shaw.  Resulta grato para los fanáticos encontrarse con personajes tan emblemáticos como Bestia, Emma Frost y la Dra. Moira MacTaggert, entre tantos otros y todos ellos caracterizados de forma tan soberbia.  Al Profesor X y a Mística ya se nos había mostrado con creces en las películas anteriores, pero ahora conocemos otras facetas de ambos, como la misma relación entre los dos, mucho antes de que se hagan enemigos.
   En cuanto al trabajo del director Matthew Vaughn, éste demuestra verdadero cariño por el género, no en vano antes había dirigido la ya película de culto Kick- Ass, película homenaje a los superhéroes y que también fue capaz de llevar al séptimo arte una de las novelas del famoso guionista de cómics Neil Gaiman con Stardust.  La película no da respiro desde principio a fin y las escenas de demostración de poderes son de antología.
   En suma: altamente recomendable.

4 comentarios:

  1. Muy buena tu reseña de la película , estimado amigo. Y no caíste en el error tan común de los blogs de fans del cine o los cómics, de confundir una reseña con un resumen, y contar hasta el final de las pelis! (no hay salud).
    Un abrazo!

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  2. Hueeena perro, buena tu crítica y tus comentarios sobre el tema tratado en la peli.

    tengo pensado ir a verla esta semana, ahí comento mejor será.

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  3. Anoche la fui a ver y es excelente, muy buena nota

    http://losmuertevideanos.blogspot.com/2011/06/fui-ver-x-men-first-class.html

    http://losmuertevideanos.blogspot.com/2009/09/los-x-men-algo-mas-que-un-comic.html

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  4. es una gran pelicula, la he visto 2 veces y es muy buena, los efectos de las habilidades son geniales, a mi parecer, los personajes que se lucen en el filme son magneto y banshee, y es cierto, la pelicula debio llamarse "origenes: magneto".

    Altamente recomendable, fue emotiva la escena en donde magneto mueve la antena parabolica, gracias a la ayuda del profesor X, ayudandole a recuperar sus mejores recuerdos que estaban en lo mas profundo de su mente (ya casi olvidados).

    En fin, para el que no la haya visto, la recomiendo a cualquier persona que sea fanatico del equipo mutante, ya que son para mi un concepto diferente del heroe convencional, luchando por la sociedad que los repudia por ser lo que son

    atte. fabian ibarra

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