1. Palabras preliminares.
En lo que va del año he tenido el gusto de leer grandes obras literarias. Recuerdo especialmente con mucho cariño y admiración Historia del Rey Transparente de Rosa Montero, El Traje del Muerto de Joe Hill, El Plan Infinito de nuestra Isabel Allende, Historia de Mayta de Vargas Llosa y el tan postergado y por fin disfrutado Aventuras de Arthur Gordon Pym de un Poe al que nunca dejaré de considerar como a un verdadero maestro. Siempre cuento que a finales del año pasado tomé la decisión de leer literatura de lunes a viernes durante mis viajes, y cómics en casa y los fines de semana, de este modo mis lecturas varían y no dejo tampoco de disfrutar del llamado “noveno arte” al que le estoy dedicando una parte interesante de mis inversiones.
Con todo lo que he leído durante estos meses, tengo para horas y horas de comentar con mis amigos aquello que me hace feliz, compartir con gente inteligente tantas buenas historias, analizarlas y aprender también de ellos a lo largo de nuestras charlas en esta costumbre de dialogar acerca de la apreciación del arte que nos fascina.
Pero el último que leí (hoy comienzo por fin Los Niños del Brasil de Ira Levin) es la obra que en estos momentos sigue revoloteando en mi mente, con sus particulares personajes y su paisaje tan maravilloso como también espantoso. Debo agradecerle especialmente a mi querido amigo Marcelo López por habérmelo recomendado. También si pudiese viajar en el tiempo al año pasado cuando me lo compré en la módica suma de tres lucas en esa ya de culto Librería Chilena, me habría encantado adquirir algunas copias más para regalar esta novela a algunos de mis amigos; y que pudiesen apreciar mejor la desbordante imaginación de su autor (y como el viaje en el tiempo que yo sepa aún no se “inventa”, estoy obligado a prestarles mi libro),
Bueno, mientras tanto acá va este texto que espero sirva como introducción en la narrativa de quien es hoy considerado como uno de los autores jóvenes más prometedores en cuanto a ciencia ficción y fantasía.
2. ¿Quién diablos es China Miéville?
Este señor de nombre tan inusual (no usa pseudónimo) es un autor inglés que tenía alrededor de 26 años cuando irrumpió en la industria editorial con su libro El Rey Rata en 1998 (una variación del cuento clásico de el Flautista de Hamelin). Miéville nació en el año del Señor de 1972 en Londres. Su particular nombre no se refiere tanto al país de Mao, si no que más bien corresponde a una palabra que en jerga cockney significa “amigo”. Miéville desde pequeño demostró interés por las historias de aventuras extraordinarias y con mundos y personajes exóticos, siendo un asiduo lector de revistas literarias de ciencia ficción y fantasía, como también de cómics.
Los ya avezados lectores del género literario creado por otro inglés[1], muy bien sabemos del compromiso social que posee este tipo de obras a la hora de denunciar problemáticas sociales y descifrar también el corazón humano con todas sus bellezas y horrores. Por esta razón es que muchos escritores y escritoras del género demuestran una especial inclinación a los temas de esta índole. Es así como China Miéville aparte de fantasear con tanta criatura alienígena y mujeres en trajes desbordantes, ha dedicado parte de su vida a la política, formando parte del partido de la Alianza Socialista de su país y postulándose en elecciones políticas. En las votaciones de 2001 le fue bastante mal, sin embargo no deja de participar en manifestaciones políticas, a la par que escribe sus fabulosas obras como la que en este momento dedica mi atención.
Antes de ir de lleno a la obra que motiva mi trabajo, quiero contar que Miéville ha ganado numerosos premios literarios de la especialidad, como lo son el Premio Arthur C. Clarke y el Augusth Derleth del 2001, el Kurd Lasswitz Award y el Ignotus del 2002. También cabe destacar el Amazon.com Editors' Choice, Fantasy 2001. Asimismo fue finalista del James Tiptree 2001, el BSFA del 2000 y el Hugo 2002. Todo lo anterior sólo por su segunda novela La Estación de la Calle Perdido.
Su tercera novela, La Cicatriz (ambientada en el mismo mundo de La Estación de la Calle Perdido), fue condecorada con los premios Locus de Fantasía del 2002, el August Derleth del 2003 y recibió nuevamente el Amazon.com Editors' Choice, Fantasy 2002. También, fue candidata al Philip K. Dick del 2002 (se le concedió la mención especial), al Arthur C. Clarke y el Hugo del 2003.
3. Argumento, análisis y comentarios personales de La Estación de la Calle Perdido.
Puedo comenzar este apartado contando que en su nombre en inglés, este libro lleva la palabra “Perdido” en castellano, quizás una manera de acentuar el carácter de exótico del libro (¿Quién puede negar lo atractiva que es nuestra amada lengua hispana para los anglosajones y otros, considerando toda su carga semántica sinónimo de estos tierras ya maravillosas que eran para los colonizadores el llamado “Nuevo Mundo”, con toda su flora, fauna y culturas tan impresionantes?).
El libro abunda en una descripción rica en detalles, ya sea tanto para ambientar los eventos en un mundo heterogéneo tan lejos y tan cercano a la vez al nuestro, como a la hora de referirse en especial a cada una de las razas que pululan por sus páginas. Miéville posee la capacidad de crear seres tan formidables en su aspecto como en su psicología, basándose en la real zoología, pero dándole una cuota de fantasía tal que verosimilitud y maravilla se conjugan con una poesía que muy bien lo acerca a la de autores como Orson Scott Card, Bradbury y Ursula LeGuin. Dentro de esta creación de criaturas, la belleza y el horror conviven, pues el autor es capaz de dar vida a los seres más extraordinarios, entre ellos algunos de los monstruos más inolvidables de la narrativa actual. Además es ducho a la hora de presentar la psicología de sus personajes, otorgándoles una humanidad con la cual resulta imposible no sentirse cercano a sus aventuras y dilemas. Por ende, esta novela es una obra no sólo que destaca por la creación de un mundo tan genial como lo es Nueva Crobuzon, si no que también es libro de situaciones y de personajes. Es una obra completa en sí misma y que nada puede envidiar a lo que han logrado autores gracias a sagas enteras como la de Fundación de Asimov, El Señor de los Anillos de Tolkien y otros.
La novela que posee más de ochocientas páginas está ambientada en el mundo de Bas-Lag, una tierra que en ningún momento se explica si corresponde a nuestro planeta en el futuro o forma parte de otro sistema solar, dimensión o cualquier otra explicación a la que estamos acostumbrados. Es un lugar vasto, uno de cuyos continentes y/o ciudad gigantesca es Nueva Crobuzon. Éste es un sitio lleno de razas inteligentes de todo tipo (cada una tan formidable en su forma como en su fondo), entre las cuales la de los humanos es una de muchas (más abajo hay un apartado a las razas más destacadas de la novela).
Los ciudadanos de Nueva Crobuzon viven dominados por una espantosa dictadura que vela tanto por su seguridad, como por mantener el status quo impidiendo cualquier manifestación de rebeldía política o legal (pese a que en la metrópolis los crímenes organizados o no, la prostitución, la corrupción, la drogadicción y la miseria son parte del pan de cada día). El control del alcalde Rudgutter con sus fuerzas armadas llega a tal punto, que el castigo por cualquier crimen llega hasta sobrepasar la dignidad del supuesto delincuente, por medio de una técnica científica y punitiva basada en la manipulación genética y cibernética de estos, quienes luego llamados rehechos toman aspectos realmente horrorosos relacionados con su crimen (en el libro se cuenta el caso de una madre que en un arrebato de locura, lanza a su bebé desde varios metros y luego de ser ajusticiada, le injertan los brazos de su hijo muerto en la cara). Pero esta modificación del cuerpo también la usan mafiosos, mercenarios y militares para sacar provecho de sus “mejorías”.
Por otro lado, en el escenario del libro conviven la más absoluta miseria en medio de escombros, parásitos y enfermedades, con la más absoluta opulencia de unos pocos, a manera de antiutopía. Pero no solo una ciencia y tecnología desbordantes abundan en estos dicotómicos parajes, pues también está el dominio de la magia (considerado el Nueva Crobuzon como una importante disciplina de estudio y uso) y que acá recibe el nombre de taumaturgia, habiendo cátedras universitarias de esta disciplina; a su vez en muchas actividades se mezclan loa conocimientos científicos más sofisticados con la llamada taumaturgia (existiendo procedimientos y tecnologías híbridos de estos dos). El tema de la magia en el libro llega a su máxima expresión, cuando aparece nada menos que el embajador del Infierno en Nueva Crobuzon y se explica detalladamente la escena donde ocurre este particular encuentro.
Tanta raza entremezclada en la novela, implica también una presencia de un politeísmo abundante, si bien el tema teológico no toma mayor relevancia en el argumento de la obra. Cada cultura posee su propio credo, el cual muchas veces es compartido por otras especies en el culto. Esta comunión extrema entre razas y culturas tan diversas llega a puntos insospechados, habiendo incluso sexo y prostitución entre especies.
El protagonista del libro es Isaac Der Grimnebulin, un científico especialistas en conocimientos aún demasiado poco ortodoxos para el mundo en que vive, quien trabaja como independiente, pese a sus colaboraciones con la Universidad de Nueva Crobuzon. Isaac es un paria entre los suyos, quien vende su talento al mejor postor y comparte con personajes de dudosa moral. El científico a su vez mantiene una relación amorosa prohibida con Lin, una artista que resulta ser una khepri, una encantadora hembra de una raza de mujeres insectos; la relación entre ambos que en una primera instancia se muestra como una morbosa atracción entre dos seres originalmente incompatibles desde el punto de vista orgánico, resulta ser un lazo emocional verdadero, donde la mente lógica de este hombre demuestra ser capaz de adaptarse a la psiquis alienígena y más emocional de la khepri (en otras palabras Der Grimnebulin es un individuo lo suficientemente complejo como para albergar dentro de sí numerosas aristas que lo hacen sobrepasar el gastado prototipo del “científico loco” que un escritor menos virtuoso de ciencia ficción hubiese puesto en su historia).
Considerando la larga extensión del libro, transcurren más de cien páginas cuando recién se detalla el primer conflicto dentro del libro y mucho más aún para que se aclare el verdadero acontecimiento que tendrá todas las tramas argumentales paralelas entrelazadas. Isaac lleva su vida profesional y amorosa con la costumbre del que lleva una vida confiada y de la que se siente más que seguro. Todo muy bien, hasta que a su puerta llega un extraño personaje, Yagharek (uno de los personajes más emblemáticos de un libro cargado de seres memorables), quien contrata sus servicios para que le devuelva la capacidad de volar; éste pertenece a la raza de hombres pájaro garuda, y ha perdido su naturaleza aérea debido a un secreto crimen que cometió. Es entonces que intrigado por la curiosa petición de su nuevo cliente, quien llegará a convertirse en su gran amigo, como también seducido por el oro que éste le entrega, que Isaac comienza una carrera contra la naturaleza y lo imposible buscando nuevas fuentes de energía para conseguir su empresa.
Entre medio de sus investigaciones se dedica a estudiar todo tipo de animales voladores, pero durante su trabajo ocurre un accidente que provocará no sólo en su vida, si no que también en la de todos los habitantes de la ciudad, una tragedia de horrores cuasi lovecrafnianos. Como Isaac es el responsable indirecto de las muertes, la locura y el miedo que comienzan a asolar Nueva Crobuzon, toma la heroica decisión de combatir por su propia cuenta la tragedia que llegó a la metrópolis. En su cruzada se le unen un grupo de personajes variopintos, entre los que está el mismísimo Yagharek. Pero Isaac y los suyos no son los únicos que andan detrás del horror que está haciendo de las suyas, si no que también existen otros intereses involucrados, de modo que la narración se va repartiendo entre un grupo y otro.
Mi intención no es la de contar la trama completa de libro y quitarle la sorpresa al posible lector, si no que entusiasmarlo hablándole de lo que a mi parecer es una de las grandes obras del género de los últimos años y que de seguro se convertirá con el paso del tiempo en todo un clásico; por esta razón sólo abordo acá las líneas argumentales generales, de modo que quien quiera saber más por su propia cuenta, se acerque mejor al libro mismo. Sólo diré respecto al final que me pareció sobresaliente, pese a que la novela no concluyó como a mí me hubiese gustado y eso se lo agradezco mucho a Miéville: que haya terminado su historia lejos de los convencionalismos tal como desde un principio diseñó su libro (dicen que la vida no es justa… ¿Por qué razón entonces la ficción literaria debería serlo si el arte mismo consiste en “imitar la vida”?). Lo que sí me atrevo a decir es que China es un Hijo de Puta con mayúscula, pues el destino final de algunos de los personajes duele tanto como en el desenlace de sagas literarias tan queridas como La Torre Oscura de King o Harry Potter de la Rowling.
Y por cierto… ¿Por qué razón el libro se llama La Estación de la Calle Perdido? Pues bien, en Nueva Crobuzon existe una red de ferrocarriles que se disgrega a lo largo de toda la ciudad y entre sus numerosas estaciones se encuentra la de la Calle Perdido. Esta estación viene a ser el centro común de cada una de las líneas de tránsito y es en este lugar que un hecho culminante del libro tiene su desarrollo. Por otro lado, para una novela de la extensión épica como lo es esta obra, un solo hecho, la petición del garuda Yagharek, provocará tal efecto de dominó en la vida de quienes lo rodean, que dicha acción será como la Estación de la Calle Perdido: el nexo y punto de encuentro para todas las otras historias y vidas del libro.
4. De razas y “mostros”.
Como ya dije, el mundo de Bas- Lag posee una población heterogénea en cuanto a culturas y razas, donde los humanos son una entre tantas. En el caso de Nueva Crobuzon el poder total lo ostentan los humanos bajo las manos de una cruel dictadura, pero eso no quita a otras especies que posean su grado de autonomía o que vivan sus costumbres sin perder su propia identidad. Estas razas son pensantes y poseen sus propias religiones, arte, tecnología y otros, aunque bien se da el caso de transculturación y sincretismo entre una raza y otras. A continuación me referiré en parte a las más destacadas de La Estación de la Calle Perdido.
- Khepris: Raza insectoide donde los machos sólo cumplen la labor de fecundar a las hembras, desposeídos completamente de conciencia y con forma de grandes escarabajos. En cambio las hembras corresponden a las pensantes de su especie y son además las que poseen un atributos más o menos humanos, si bien tienen cabeza de insecto sobre un cuerpo medianamente femenino (¿Cómo cresta es posible que un hombre inteligente y “cuerdo” como Der Grimmebulin tenga sexo con una criatura así, a la que más encima ni puede besar a la boca, pues sus mandíbulas pueden herirlo? ¡Puaj!). Las Khepri viven en especie de colonias, dentro de edificios confeccionados por la secreción de ciertos gusanos; a su vez son artistas innatas, ya que con una sustancia que producen con sus cuerpos, crean hermosas esculturas. Entre sus cultos religiosos poseen uno dedicado a los estúpidos machos que las fecundan y entre ellas es habitual el lesbianismo para disfrutar del sexo sin necesidad de procrear.
- Vodyanois: Especie anfibia parecida a la de sapos antropomórficos. Poseen la capacidad de modificar el agua a través de sus manos, dándole forma sólida en base a una especie de campo de fuerza que producen; con esto crean objetos y también debido a ello gran parte de los vodyanois trabajan en los ríos y acueductos. No pueden sobrevivir sin una mínima cantidad de agua que mantenga húmedos sus cuerpos, por lo que los lugares desérticos están vetados para la mayoría de ellos. A su vez su carácter en general es bien parco.
- Garudas: Hombres pájaros provenientes del desértico lugar llamado Cymek. Poseen rostro de pájaro y unas enormes alas que al extenderlas los hacen verse amenazantes. Aparte de las alas, también tienen manos, terminando los dedos de éstas y patas en garras. Son expertos combatientes tanto en tierra como en aire. No mantienen contacto con otras razas, salvo contadas excepciones. Hablan un lenguaje poético.
- Manecros: Raza parasitaria de otras especies inteligentes que se dividen en manecros derechos y manecros izquierdos, poseyendo los primeros la autoridad frente a los otros. Son similares a manos con cola y acostumbran parasitar a sus huéspedes, dominando por completo su conciencia. Tienen habilidades psíquicas y además poseen la facultad de producir una especie de fuego líquido con el que atacan, disparándolo desde la boca de sus huéspedes; también pueden volar, lo que hacen al estar unidos a estos. En Nueva Crobuzon mantienen una escasa población, siendo considerados por las otras especies una oscura leyenda de temer.
- Cactos: Especie de cactus evolucionados, bastante belicosos y xenófobos. Mantienen una comunidad aislada llamada “El Invernadero” en plena Nueva Crobuzon, protegidos por una enorme cúpula y manteniendo cierta independencia del gobierno de la ciudad. Cuentan con enormes espinas en sus cuerpos y en el caso de los cactos que viven fuera del Invernadero, se las pulen, pero dentro de este lugar las mantienen con orgullo. Sus duros cuerpos son difíciles de herir de gravedad. Su tecnología es sofisticada.
- Tejedoras: Gigantescas arañas transdimensionales. Hablan un lenguaje lleno de metáforas y sus intenciones resultan más que incomprensibles para las otras especies. Debido a su facultad de pasar de una dimensión a otra, pueden aparecerse de improviso, provocando terror por su propia presencia. Mantienen a una de su especie a manera de emisaria con el gobierno de Nueva Crobuzon. Las Tejedoras mantienen un gusto por la estética que responde a patrones que sólo ellas aprecian, lo que las lleva a preocuparse por el “tejido de la realidad”, de modo que si es necesario intervienen en los eventos de Nueva Crobuzon. Por cierto, en su tronco poseen manos humanas que terminan en largos dedos. Al parecer sólo hay hembras entre ellas.
- Consejo de los constructos: Inteligencia artificial que surgió por accidente y que se transformó en el Mecadios para miembros de otras especies, quienes mantienen su culto en secreto. El Consejo habita un enorme basurero, que fue el lugar que le vio nacer. Sólo le interesa procesar información. Es capaz de crear impresionantes mecanismos con material de desecho y provocar en otros constructos (máquinas usadas por los ciudadanos de Nueva Crobuzon para cumplir tareas domésticas) la chispa para que surja inteligencia en ellos. Como el Consejo de constructos es incapaz de articular palabra alguna, usa el cadáver desnudo de un hombre a manera de avatar, hablando por medio de él.
5. Dramatis Personae:
Una novela tan extensa como esta posee numerosos personajes que en mayor o menor medida son desarrollados hasta otorgarles vida propia. Ya he nombrado algunos cuantos, pero aquí va un listado de los más destacados dentro de la novela y que poseen mayor relevancia en el desarrollo de los eventos:
- Isaac Der Grimmebulin: Comparte el protagonismo del libro con Yagharek. Es un hombre gordo, con una inteligencia sobredotada, sociable y que se mueve entre el mundo elitista de los académicos y las zonas marginales sin mayor problema (aunque bien se siente mejor entre los habitantes del segundo sector). Pese a lo que en apariencias se percibe en él, un sujeto hedonista y sin escrúpulos, Isaac es un hombre dulce y con fieles principios como la lealtad y la responsabilidad.
- Yagharek: A mi parecer, este personaje “se roba la película” en el libro. Es lejos el personaje más heroico de toda la novela, siendo además uno de los dos narradores de la obra, abriendo y cerrando la novela. Sobre él pesa una gran vergüenza, lo que le otorga un carácter sublime propio de un personaje de la tragedia griega. Al principio es reticente a mantener contacto con otros que no sean de los suyos (incluso con el propio Isaac, pese a que contrata sus servicios, apenas habla con él), pero cuando se ve sumido en los trágicos eventos que significan la vida o la muerte para todo el mundo, asume su papel de la forma más honrosa.
- Lin: La pareja de Der Grimmebulin. Lin no es sólo una paria por ser una khepri que se viste de humana y vive entre estos, también lo es entre sus hermanas de raza, pues optó por la independencia intelectual y artística dejando la comunidad a la que están acostumbradas otras khepris.
- Derkhan: Esta periodista dedicada a la crítica de arte, en apariencia una mujer frívola, es la mejor amiga de Lin y resulta ser nada menos que una de las responsables del diario clandestino opositor a la dictadura del alcalde Rudgutter. Es una mujer valiente que se une a la cruzada de Isaac y participa hasta sus últimas consecuencias en ella.
- Rudgutter: El dictador de Nueva Crobuzon, humano y poderoso. Controla toda la ciudad con mano de hierro y no vacila en castigar a los que se oponen a sus designios. Es despiadado y posee facilidad de palabras como para tener acuerdos con seres tan extraños y peligrosos como lo pueden ser los mismos demonios del Infierno y la Tejedora. Luego de Isaac y sus compañeros, es la segunda fuerza que trata de controlar los eventos que asolan la ciudad (pero no tanto por preocupación de sus ciudadanos, si no que para sacar provecho de ello).
- Motley: Mafioso, líder de la distribución de drogas en Nueva Crobuzon. Su apariencia es un misterio que muy pocos conocen realmente. Contrata a Lin para que haga una estatua suya. La identidad de Motley es lejos uno de los puntos más sobresalientes del libro y las veces en que aparece en la narración (no muchas) es una verdadera delicia para el lector. Motley es tanto o más cruel que el alcalde, siendo ambos caras de una misma moneda por cuanto cada uno corresponde a la figura de un poder maligno que opera en este caso en el bajo mundo, mientras que el otro a la luz de la política. Es a su vez la tercera fuerza que trata de sacar provecho de las circunstancias que se convierten en el eje dramático del libro.
- Lemuel: Contacto de Isaac con los seres más marginales de Nueva Crobuzon y quien le consigue en el mercado negro lo que de otra forma sería imposible. A Lemuel sólo le interesa sí mismo, pero sin desearlo se ve involucrado en el grupo de Isaac, quien le pide ayuda y le ofrece hasta sus servicios científicos a cambio de apoyo logístico.
- Pengefinchess: Otra genial creación de la pluma y la imaginación de su autor, que sobresale en el libro, pese a que aparece bien pasada la mitad de las páginas. De raza vodyanoi, es una mercenaria a la que contrata Lemuel para ayudar a acabar con la desgracia que asola Nueva Crobuzon. Pengenfinchess trabaja junto con dos compañeros de andanzas, pero del trío que se une a las filas de Isaac, es la única poseedora de luz propia (supongo que lo hizo a propósito su autor). Posee un acuerdo con una ondina (elemental del agua), que vive en su cuerpo humectándolo y con lo que la mercenaria puede sobrevivir sin problemas en ambientes secos.
[1] Más bien una inglesa, la señora Mary Shelley en un ya lejano 1817 con su tan inspirado Frankenstein y que más de un siglo después el norteamericano Hugo Gernsback inteligentemente llamaría Ciencia Ficción.
Completisimo tu artìculo,pero , a pesar de que me gustò la novela, difiero en algunos puntos: para mì fue demasiado oscura, sucia y marginal Nueva Crobuzon, casi rayando en un estereotipo. Esto y la extension de las descripciones, hasta que comienza la verdadera trama, hicieron tambalear peligrosamente mis ganas de leerla. Felizmente fui persistente y conocì todos esos seres maravillosos.Coincido en la apreciacion de el garuda: lejos, el mejor personaje.
ResponderEliminarVale
Odio los caracteres que definen si soy un robot o no para publicar el comentario.Por el esfuerzo que hago para descifrarlos debo tener una mitad de constructo.A propòsito¿ a quien le molesta que un robot escriba?
ResponderEliminarVale
Elwin, sin duda el comentario es bastante extenso pero no por eso menos entretenido e interesante, debo decir sin temor a ser impertinente, (espero no lo tomes a mal) pero hay un par de errores que después te cometaré personalmente. El análisis de la obra en cuestión, que leímos juntos con Vale, está muy bien planteado en cuanto a la psicología de los personajes y a los mundos que haces notar en la historia que comentas y en donde se abordan mundos paralelos (así lo entendí), me refiero a que hay tres ejes centrales con sus particularidades y me imagino que en conjunto revelan una realidad general, el comentario me lleva a las palabras de Maquiavelo, pensamiento referido a las apariencias, en el sentido que él dice, que es lo que todos ven pero no lo que se es verdaderamente, no sé exactamente como es la frase, pero, hace referencia a lo que escribo en estos momentos, sin dudas dan ganas de leer la obra, los personajes muy bien creados en cuanto a caracterizaciones, seres tan diferentes entre si y tan diferentes a los humanos, pero sin duda que reflejan, de alguna forma los egoismos, las miserias y virtudes humanas, por muy imaginaria que sea la historia, y se refiera a muchos seres increíbles, la obra parece ser muy humana.
ResponderEliminarMuchas gracias, mis amigos trasandinos (bueno, una más que el otro) por honrarme con sus inteligentes comentarios. La verdad que al releer este texto escrito hace casi un año, me da nostalgia, pues fue una hermosa época de mi vida, si bien estos momentos los estoy viviendo intensamente y muy agradecido de Dios. En la Feria del Libro de Plaza de Armas hace unas semanas atrás me compré a 5 lucas la ópera prima de este autor, la que pretendo leer este mismo año (bueno, tengo igual hartos títulos en mente). Apenas esté disponible,la compartiré con ustedes, si bien este finde les llevo otra joyita descubierta gracias a mis literatos y "nerds" amigos: "El Nombre del Viento" y a la que ya le dediqué su propio post inspirado. A ver si leen esta respuesta. Y respecto a Nelson, así de a poco va saldando su deuda.
ResponderEliminarcompletisimo el texto que acabo de leer, es un libro que me gustaria tener entre mis colecciones, ademas la trama se ve complejisima, desde el punto de vista de los personajes y en como se relacionan unos con otros.
ResponderEliminarCuando leia tu texto fue como leer futurama pero mezclado con el libro "1985" que lei en 4º medio, me gustan los libros en donde el lector empieza a cuestionarse sobre los sucesos y los personajes, como por ejemplo, como Isaac y lin podrian tener sexo si eran de razas distintas, bueno en fin, algun dia encontrare ese libro aca en talca y lo comprare. Por ahora eso, en un tiempo mas leere otro de tus textos nos vemos.
atte. Fabian ibarra
China mieville o es un ignorante o intelectualmente deshonesto. Ha profitado de Lovecraft, dando charlas sobre el soñador de Providence y siendo incluído en libros sobre HPL, y eso no le impidió participar en la nefasta campaña que terminó por retirar el busto de Lovecraft como símbolo del premio WFA, World Fantasy Award. Alentando todo el asunto con frases como el "racismo horrible" de Lovecraft. Descubrió la Luna? Ahora se dió cuenta de que HPL fue racista? No sabe nada...
ResponderEliminarLo único que puedo hacer ante tamaña injusticia, es no leer nada de este tipo, conscientemente llamar a no leer a alguien como Mieville, el cobarde inquisidor de los muertos.
Si no me hubieses contado al respecto, no me habría enterado, querido amigo Mfkarlos. En verdad es vergonzoso por parte de Mieville, sujeto al que tanto admiro y más por ser un político de izquierda. Su "ofensa" me deja más claro eso de que nuestros artistas por más que los apreciemos y sean capaces de crear tanta belleza, poseen tantos o más defectos que nosotros y a veces pueden ser unos verdaderos hijos de puta (Nadie es perfecto, como bien sabemos). Pero lo peor es que hayan otros que le sigan la corriente y se presten para una campaña como la que mencionas. No obstante se lo perdono, así como le perdono a Scott Card su homofobia (no puedo pedirles que sean como yo, si fuese así jamás habrían escritos tantos textos fabulosos).
ResponderEliminarQuerido amigo, tú sabes bien que yo soy un hombre de izquierda, y como tal te afirmo que la izquierda está llena de fascistas rojos, dispuestos a erigirse en jueces y dictar sentencia desde sus tribunales.
ResponderEliminarLo de mieville es imperdonable... Este año se cumplen 80 años de la muerte de Lovecraft, y su negra potencia brilla más fuerte que nunca, inspirando a nuevos lectores y escritores... en 30 años más, alguien se acordará de Mieville?
Yo que he leído al "apóstata" Mieville, creo de corazón que su literatura sin dudas que posee trascendencia, independientemente de las tonteras que haga en vida.
ResponderEliminarPor cierto, me encantó la cita textual que habías incluido en tu otro comentario...¿Por qué lo borraste?
Porque pensé que era insistir demasiado con lo mismo... sólo digamos que S T Joshi, ganador dos veces de los WFA, públicamente rompió con la Convención Mundial por retirar el busto de Lovecraft como imagen del premio, y llamó a defender la obra de HPL contra quienes quieren destruirla. Fue acusado de derechista por sus principios y por la defensa de HPL, cuando es de público conocimiento que es de izquierda... en fin, así actuan los que se creen moralmente superiores.
EliminarPd: trascendencia de la obra de Mieville? Tanto así?... me permito dudar que esté a la altura de un Lovecraft, un Asimov o un Heinlein.
EliminarUn abrazo.
Lo hecho por S.T. Joshi es un acto de una tremenda valentía (que para serte sincero, encuentro mucho más respetable que el repudio público que hizo Stanivlav Lem con sus colegas de la ciencia ficción). Debo leer a este caballero sin dudas, que con logros como los que mencionas, de seguro debe ser un genio a descubrir.
EliminarEn cuanto a Mieville y su trascendencia, solo necesita tiempo para demostrar la valía de su trabajo.
Mi estimado, desgraciadamente de Joshi hay poco en español, ha escrito estudios rigurosos sobre Lovecraft y los Mitos de Cthulhu, y también narrativa. En mi blog esta la empezada de una entrevista que le hizo un sitio web chileno, y el enlace a la conversación completa. Te la recomiendo mucho.
EliminarPd: qué te pasa con Lem??
Pd 2: no me hables de Mieville, ese inquisidor me provoca nauseas.