20.1- La fuente de inspiración: James Tiptree, Jr.
Esta impactante entrega de Maestros
del Horror se encuentra basada en un cuento de ciencia ficción y horror
de James Tiptree, Jr., quien pese a lo que hiciera creer a la gente debido a su
masculino nombre (“James” en inglés es “Jaime” en castellano) era mujer. Y “era”, puesto que esta prolífica e
importante escritora del género murió el 24 de agosto de 1987 a los 71 edad, fecha en
la cual la artista aquejada de una enfermedad dolorosa se suicidó, poco después
de darle muerte a su segundo marido y el cual también estaba aquejado de un mal
incurable (ambos habían hecho un pacto de eutanasia entre sí, debido a los
males que padecían).
A
lo largo de su vida y su carrera, Alice Bradley Sheldon, fue una dama de
personalidad compleja: Fue psicóloga y trabajó para la CIA, teniendo una
postura sexual bastante heterodoxa para la época en la que le tocó vivir, ya
que nunca negó su atracción por algunas mujeres, si bien admitió en más de una
ocasión su pasión por los hombres. Su
propósito a la hora de escribir bajo pseudónimo masculino, se debió a sus
intenciones de mantenerse en el anonimato, luego de ser en muchas ocasiones la
primera o la única mujer en varias de las actividades y profesiones que ejerció
con anterioridad (por esta misma razón fueron muy pocas las veces en las que entregó
públicamente datos personales, incluso después de que se descubrió su verdadera
identidad).
Habiendo escrito y publicado además poesía, usó por igual otro
pseudónimo para sus narraciones: Racoona Sheldon. Su vasta obra de gran calidad, le otorgó
numerosos premios especializados, entre ellos varios Hugo, Locus y Nebula,
poseyendo algunos de estos un carácter póstumo.
En general su labor creativa estuvo más orientada hacia el cuento y el
relato corto, que a la novela (si bien escribió un par hacia el final de su
carrera). Una de sus primeras
incursiones en el mundo de la ciencia ficción literaria, fue en el cuarto tomo
de la celebrada antología de Harlan Ellison Visiones Peligrosas y donde este también importante autor de
ciencia ficción y horror publicó por primera vez a muchos autores que luego
cobraron fama; fue así como el autor de cuentos clásicos como Tengo boca y no puedo gritar por
años defendió la masculinidad de su tan misterioso colega, puesto que al poco
tiempo de comenzar su carrera literaria Alice, la gente del medio y los
lectores se interesaron por saber quién era en realidad este escritor (alguien que
para entonces mostraba una simpatía muy grande por el feminismo, a través de
sus textos vanguardistas y en muchos casos pesimistas).
En
resumidas cuentas, la labor narrativa de James Tiptree, Jr, se caracteriza por
una honda preocupación por los temas de la muerte, el libre albedrío y el
determinismo biológico (a través de la razón o de la sexualidad); todo esto
abarcando numerosos subgéneros y estilos de la ciencia ficción. Tras su muerte, lo anterior hizo que en su
honor se creara el premio que lleva su nombre (bueno, el de su pseudónimo más
popular) encargado de festejar aquellas obras de la ciencia ficción que velaran
por tratar con dignidad la temática del género y la identidad sexual de la
forma más adelantada posible.
En
la bibliografía correspondiente a sus numerosos relatos cortos recopilados,
además de sus dos novelas, se encuentran:
- A diez años luz de casa (cuentos). 1973.
- Mundos cálidos y otros (cuentos). 1975.
- Cantos estelares de un viejo primate (cuentos). 1978.
- En la cima del mundo (novela). 1978.
- Out of everywhere and other extraordinary visions (cuentos). 1981.
- Byte beautiful: eight science fiction stories (cuentos). 1985.
- La brecha estrellada (cuentos relacionados). 1986.
- La luminosidad cae del aire (novela). 1985.
- Los cuentos de Quintana Roo (cuentos). 1986.
- Corona de estrellas (cuentos). 1988 (póstumo).
- Su humo se elevó por siempre (cuentos-antología). 2004 (póstumo).
20.2- La Película.
Si
en su primera contribución para el programa el director Joe Dante, realizó una
sarcástica visión de la política y la publicidad en “temática zombie” con Homecoming,
en esta ocasión procuró hacer un estudio antropológico sobre nuestra naturaleza
humana y clara tendencia a la violencia.
Fue así como en esta ocasión alejado de su habitual humor negro, este
trabajo trata con gran dramatismo una historia acerca de los últimos días de la
especie humana (siendo en todo caso este Apocalipsis desatado de una forma
bastante inesperada y original, a diferencia de lo que por lo general se puede
observar en otros títulos del género).
En pocas palabras, la trama trata acerca
de una epidemia desatada por inteligencias extraterrestres, la cual provoca en
los hombres un irresistible instinto asesino hacia las mujeres; ello
eventualmente llevará a la extinción de la humanidad, ante la incapacidad de
que nazcan nuevas generaciones. Entre
medio una familia, en la cual dos de sus integrantes trabajan en el área de la
salud como investigadores, más un amigo cercano a estos, entra en pleno
conocimiento de lo que está pasando y se enteran de que no se trata sólo de unos
cuantos casos aislados como en un principio pareciera ser (supuestamente todo
se debía a un culto religioso misógino, hasta que los homicidios comenzaron a
masificarse por todo el mundo).
El episodio en varios momentos
impresiona por sus fuertes dosis de violencia implícita y explícita, donde
queda de manifiesto la irracionalidad que en la vida real existe contra el
género femenino y que una obra como ésta lleva a su máxima expresión, para
hacernos reflexionar sobre qué está pasando entre nosotros; de este modo, en
más de una escena se muestran los efectos de la crisis en la que se encuentra
la sociedad, donde en ocasiones bastan con las palabras y los detalles más
mínimos, como para experimentar el horror y el desprecio que significa el odio
hacia las mujeres (en algunos momentos el metraje sólo sugiere los estragos de
la epidemia misógina, mientras que en otros como es habitual en la serie, el gore le
explota en la cara al espectador, de modo que esos momentos queda de manifiesto
cuán poco valor puede llegar a tener para algunos la persona humana). Cuando los niveles de criminalidad llegan a
sus puntos más preocupantes, una de los aspectos más sobresalientes del guión
estriba en mostrar de la forma más patética posible, lo que las mujeres
sobrevivientes deben hacer para seguir subsistiendo. Por otro lado, teniendo en cuenta que el
protagonismo de la historia gira en torno a las vicisitudes de una familia en
sus distintos estamentos (padre, madre, hija, abuela y amigo íntimo), queda de
manifiesta que ante una situación de este tipo, los conceptos de familia y la persistencia de una sociedad/comunidad en
el tiempo, son vitales en cuanto al destino de la humanidad misma.
Por cierto, el hasta cierto punto nombre
original de esta joyita basada en el cuento homónimo de James Tiptree, Jr,
tiene relación con lo que se cuenta al principio del capítulo. Traducido literalmente al castellano como La
Solución Screwfly, nos cuenta de una especie de mosca (llamada
Screwfly) que se ha transformado en una verdadera plaga y que por ello unos
científicos crearon una enzima con la cual infectar a los machos para evitar la
propagación de estos insectos; de este modo ahora se invierte el caso y en esta
ocasión el ser humano es visto como un mal que debe ser extirpado de la faz de
la tierra (por esta razón los extraterrestres efectúan su plan, de modo de
limpiar el planeta de lo que consideran una molestia). En cambio el inteligente y significativo nombre
con el cual es traducido su título, tanto para la versión en castellano del
cuento original, como para este episodio, posee una doble lectura: la alusión
no sólo a la supuesta condición de “sexo débil” de las mujeres, si no que al
hecho de que la humanidad misma sería el eslabón más débil en el orden natural
de las cosas y que por esa misma razón está condenada a la desaparición (y al
olvido).
Para finalizar, en esta obra trabaja entre
otros actores el medianamente conocido Jason Priestley, galán de varias series
de televisión y películas para el cine, quien pese a estar algo subido de peso
al filmar para Maestros del Horror, aparece en una escena erótica exhibiendo
mucho más de su anatomía que lo visto hasta el momento en episodios anteriores por
hombre alguno (de este modo y considerando el argumento de The Screwfly Solution, el
rol sexy y exhibicionista típico otorgado a las mujeres, aquí se traspasa a
propósito al principal protagonista masculino, todo en una historia donde se
pierde el aprecio por lo femenino).
Uno de los extraños extraterrestres de esta recomendable obra. |
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