martes, 23 de enero de 2018

¿Vas y vuelves?



     Definitivamente la poesía no es lo mío, que lo que me hace vibrar son las historias y los grandes personajes.  En cambio las palabras que ilustran los sentimientos y las ideas, de la manera más sublime posible a través de versos y figuras literarias, pocas veces logran tocarme…Incapacidad mía, en todo caso, que no menosprecio esta forma de hacer arte, al contrario, la valoro mucho.  Gracias a Dios debido a mi labor como profesor de Lengua Castellana (que en Chile implica enseñar también literatura…y harta, menos mal, que es lo que a mí me gusta), puedo tener mis acercamientos con el género lírico y así disfrutar, de vez en cuando, uno que otro poema.  Incluso hay quienes en mi trabajo (alumnos, colegas y jefes) creen que me gusta este tipo de arte, pues en más de una ocasión he leído una obra frente a la comunidad o a un curso al que le hago clases, recitándola de la manera más comprometida posible con su mensaje, pero es lo que corresponde de un profesional en el área al que me dedico ¿O no?
      Ahora mismo me iba a poner a escribir otro post, el habitual texto ñoño de mi autoría que encuentran acá (le tocaba a unos preciosos cómics escritos por Neil Gaiman, que me leí en mi reciente viaje a la playa), hasta que gracias a mi amigo Marcelo López, me enteré de que falleció recién Nicanor Parra.  Por toda su contribución para las letras nacionales, en lengua castellana y en general a las de todo el orbe, como también por el hondo respeto y aprecio que siempre me ha merecido don Nica (como cariñosamente le llamábamos), le dedico estas sentidas palabras.  
       No voy a referirme a su extensa vida como literato, que, por un lado, soy un ignorante en esos temas, ya que no leo poesía fuera de mi labor profesional.  Y si quieren saber más de él, mejor googleen, que les seguro así se enterarán mejor sobre la vida y obra de este gran hombre.  Pero sí diré otras cosas de él que para mí son significativas, como que a sus 103 años de edad aún seguía bastante lúcido hasta poco antes de fallecer y a lo largo de su fructífera e intensa existencia fue nominado varias veces al Premio Nobel de Literatura, el que lamentablemente nunca ganó; no obstante, se podría decir que este galardón es como el Oscar hollywoodense, pura parafernalia y está lleno de influencia políticas (que no sé si económicas)…¿O acaso ignoran que solo por haber escrito sus memorias a Winston Churchill le dieron este codiciado trofeo, tras haber ganado la Segunda Guerra Mundial los Aliados y de los que él fue uno de sus líderes? Así fue, en vez de dárselo a verdaderos narradores y poetas. De igual manera no voy a dejar de estar en desacuerdo con que se lo hayan concedido hace poco a Bob Dylan, un popular cantautor gringo… ¿Premio Nobel de Literatura o Premio Nobel de Música? Todo eso me pareció de una demagogia tremenda, que sin menospreciar el talento de este otro artista, aquí me atengo al dicho que dice “Pastelero a tus pasteles” (sorry, no puedo evitar ponerme polémico a veces).  Sin embargo esto es harina de otro costal y me estoy yendo por las ramas, creo.  En todo caso el antipoeta recibió tantos otros honores en todo el ancho mundo, que de seguro ni le importó la ingratitud de las autoridades de la Academia Suiza.
     ¿Qué tiene de especial el trabajo de Parra, que sí logró interesarme con sus creaciones? Pues que como poeta tradicional, lo poco que le he leído, sin dudas, que me ha llegado al corazón; tal vez no siempre vivencialmente, pero sí en todo momento emocionándome por las bellezas de su discurso.  No obstante es en su llamada antipoesía, subgénero poético de su propia creación, que este más consiguió mi atención.  En pocas palabras (y para quienes no saben a qué corresponde este tipo de versificación), se trata de llevar la poesía al mundo cotidiano, haciéndola más cercana al resto de la gente que no está acostumbrada a las crípticos metáforas de la lírica típica; así que a veces usaba lenguaje común y corriente, para estos textos, con lo que se completaba el sentido de toda su intencionalidad.  No obstante es su lado humorístico, usando una fina e inteligente ironía, lo que más me gusta de todo esto; la crítica social ácida va muy de la mano con estos escritos.  A continuación un ejemplo que sirve para ilustrar lo que digo, que con un fragmento me entenderán mejor:

Manifiesto.

Señoras y señores
Ésta es nuestra última palabra.
-Nuestra primera y última palabra-
Los poetas bajaron del Olimpo.

Para nuestros mayores
La poesía fue un objeto de lujo
Pero para nosotros
Es un artículo de primera necesidad:
No podemos vivir sin poesía.

A diferencia de nuestros mayores
-Y esto lo digo con todo respeto-
Nosotros sostenemos
Que el poeta no es un alquimista
El poeta es un hombre como todos
Un albañil que construye su muro:
Un constructor de puertas y ventanas.

Nosotros conversamos
En el lenguaje de todos los días
No creemos en signos cabalísticos.

Además una cosa:
El poeta está ahí
Para que el árbol no crezca torcido.

Este es nuestro mensaje.
Nosotros denunciamos al poeta demiurgo
Al poeta Barata
Al poeta Ratón de Biblioteca.
Todos estos señores
-Y esto lo digo con mucho respeto-
Deben ser procesados y juzgados
Por construir castillos en el aire
Por malgastar el espacio y el tiempo
Redactando sonetos a la luna
Por agrupar palabras al azar
A la última moda de París.
Para nosotros no:
El pensamiento no nace en la boca
Nace en el corazón del corazón. 

Nosotros repudiamos
La poesía de gafas obscuras
La poesía de capa y espada
La poesía de sombrero alón
Propiciamos en cambio
La poesía a ojo desnudo
La poesía a pecho descubierto
La poesía a cabeza desnuda. 

     Asimismo realizó una serie de 242 postales llamadas Artefactos (los juegos de palabras vienen a ser otro elemento característico de su lírica y como bien me gusta este recurso, obviamente mayores razones tengo para disfrutar lo que hizo), en las que utilizó varias imágenes de corte lúdico para acompañar breves, aunque chispeantes antipoemas, en lo que viene a ser uno de sus trabajos más rupturistas y recordados.  Como muestra, un botón:




      Don Nica era profesor, colega mío, físico y matemático más encima, así que era una de esas personas brillantes que son capaces de llevar de forma armoniosa dos ramas aparentemente contrarias: la lógica de los números y las ciencias duras y exactas, con la creación artística de las palabras.  Por ser colega mío, que hizo clases en colegios y luego, ya consagrado, en universidades, mayor razón tuve para sacarme el sombrero ante él.  Cuando estaba en primer año de la carrera de Filosofía, entre los 18 y los 19 años, tenía un amigo que estudiaba ingeniería; bastante “cuadrado” en muchas cosas y una vez en que me contó que le hacía clases nada menos que el antipoeta, le pregunté qué cómo ello era posible (entonces no sabía de sus títulos académicos)

-          Para que los ingenieros no seamos tan insensibles- Me respondió (o más o menos ese fue el sentido de su contestación).

      Entre el año pasado y este lo he visto como personaje en dos obras de teatro.  Primero en una de las piezas dramáticas más emblemáticas de la dramaturgia chilena: La Negra Ester, basada en las memorias en décimas de su hermano Roberto Parra.  Luego, hace unas semanas atrás no más, en Paloma Ausente, otra preciosa obra de La Patogallina, mi compañía favorita de teatro criollo.  Y es justamente en esta última pieza, sobre la vida de su hermana Violeta Parra, que se encuentra presente un aspecto muy valioso en la biografía de don Nica que aprecio mucho: Que impulsara con su apoyo y consejos a la sin par Violeta, a llevar a cabo su importante labor como recopiladora de canciones folclóricas chilenas; con lo que luego la artista realizó algunas de sus mejores composiciones.  De este modo, fue la inspiración tanto para ella, como para muchos, incluyéndome.
      Cuando cumplió el siglo, en una irreverente publicación semanal llamada The Clinic. le hicieron un especial y la portada me encantó, con un fotomontaje en grande con su rostro y usando otro gracioso juego de palabras: 
      Hace unos años atrás se realizó una exposición en un importante centro cultural (el GAM, cuyo nombre completo es Centro Cultural Gabriela Mistral, en honor a nuestra importante primer Premio Nobel de Literatura, de los dos que como país poseemos) y allí tuve el gusto de ver un excelente documental filmado en plena dictadura de Pinochet (que tuvo sus buenos problemas con la censura durante su producción y posterior exhibición), que recién se pudo ver de forma masiva en Chile en 2014, gracias justamente al The Clinic, que lo vendió a un precio bien barato en los kioscos en DVD.  Este documento histórico tiene valiosas entrevistas a don Nica, así como lecturas de algunos de sus trabajos por parte del mismo, incluyendo curiosas dramatizaciones de importantes actores nacionales.  Es una delicia ver y disfrutar este filme.
     En materia de efemérides relevantes de la más reciente historia literaria chilena, se puede decir que el 23 de enero es fatídico para nosotros, pues hace 3 años exactamente perdimos a Pedro Lemebel y ahora se nos fue Nicanor Parra.  Por la tarde me enteré de que si bien era gringa, los amantes de la buena ciencia ficción y fantasía, perdimos además este mismo día a Ursula K. Le Guin, autora de quien he leído algunas de las ficciones que más hermosas me han parecido (se viene un homenaje dedicado a ella, se los aseguro),  Así que quedará esta fecha grabada a fuego en mi memoria.
       La noticia de la muerte de Nicanor Parra se supo justo cuando el presidente (re) electo Sebastián Piraña, perdón, Piñera, presentaba al país su nuevo gabinete (ministros y todo eso).  Como tienen la mala costumbre acá, un verdadero chiste y falta de respeto a la pedagogía, su Ministro de Educación es… ¡Un economista! Como si no creyeran que un profesional de la educación, alguien que se haya curtido en las aulas escolares como don Nica y lo también mencionados Gabriela Mistral y Pedro Lemebel, fuesen capaces de hacer una labor digna.  De veras que la educación es un negocio y no un derecho y una obligación para formar personas y a las nuevas generaciones. A muchos nos gustaría que quien estuviera a cargo del Ministerio de Justicia o de Salud fuese un maestro de escuela, en vez de un abogado o juez o médico respectivamente.  Esta situación bien amerita un antipoema político del recién fenecido, como muchos de este estilo que llevó a cabo.
      Uno de los Artefactos de don Nica a manera de epitafio suyo dice: Voy y Vuelvo.  Quiero creer eso de él y de todos esos artistas que con su talento han logrado hacernos soñar y crear belleza de la nada.


                                                                    El comienzo de Cachureo.

6 comentarios:

  1. Buenísimo tu post amigo!!. Parra brilló por si mismo y no necesitó colgarse de la fama de su hermana Violeta. Fué un personaje único, irreverente, incomprendido aveces pero muy LEAL a sus principios.
    Hasta luego don Nica!!!. Ya nos volveremos a encontrar por ahí para conversar como lo hacíamos en esos lindos veranos de mi juventud en la inhóspita pero bella playa de " Las Cruces".
    Atentamente yo. " la rucia chica" como cariñosamente solía llamarme.
    Sin duda alguna, su legado estará por siempre aquí.💖💖💖

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    Respuestas
    1. ¿Así que conociste a Don Nica? ¡Dichosa tú! Gracias, querida amiga, por compartir conmigo este texto escrito con todo mi corazón.

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  2. Mi estimado, te faltó señalar que Nicanor Parra estudió en el Instituto Pedagógico. ¿cómo te quedó el ojo?
    Y con respecto a la Ursula K.Le Guin, ahí también hay un lazo con la poesía chilena: tradujo poemas de la Mistral al inglés.

    Miguel Acevedo.

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    1. No sé qué le pasa a esta porquería de blogger con tus comentarios y eso que tienes cuenta acá mismo. Me llegaron tus palabras al correo, sin embargo no se grabó en el blog. Al final he decidido copiar todo y ponerlo por mi cuenta.
      Gracias por recordarme ese dato de dónde estudió, las mismas aulas en las que nosotros mismos nos formamos como profes.
      En cuanto a la Le Guin, sí sabía ese importante detalle, lo que puse en el primer post que le dediqué.

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  3. Saludos Elwin, aqui murinus2009.

    Curiosamente escuche de la muerte de Nicanor Parra, en las noticias por tv. abierta y pensé que tal vez tu le dedicarías unas lineas por ser compatriota tuyo Elwin y aquí están esas lineas.

    Al igual que tu, Elwin, La Poesia no es lo mio, yo no se leer poesía, lo achaco a ser un Bruto hecho en y para la barbarie, muy prosaico, solo la entiendo cuando me la lee un maestro de filosofía y teoría política que tengo desde hace 20 años (Tomás Mojarro) por lo demás la única poesía que mas o menos me se ,es una del mexicano Jaime Sabines, que va mas o menos así:
    Cuenta mi madre que llore en su vientre antes de nacer...
    Tendra suerte, le dijeron, vivirá...
    A lo lejos escuche una voz que me decía queda, al oído, a lo lejos...
    ¡vive!...¡vive!...¡vive!...
    Era la muerte...

    También me gusta mucho una de el poeta argentino, Pedro Bonifacio Palacios, con el seudónimo Almagrande, llamada:
    Piu avanti.
    Esa no me la se, pero habla de ser muy tenaz y persistente, en algún punto habla de:
    Ser como Dios que no llora, o como Lucifer que no reza y...
    Que tu cabeza siga mordiendo aun después de ser cortada de tu cuello.

    Fuera de esas 2 piezas literarias y cuando me la lee aquel maestro, La Poesia es un genero que no me entra.

    En algún lugar escuche o leí que:
    Los escritores regulares son capaces de hacer cuentos
    Los buenos escritores son capaces de hacer novelas pero...
    Los Grandes Escritores, los que pasan a la Historia, son los que son capaces de escribir Poesía.

    En 103 años de vida, Nicanor Parra, debe tener un montón de Obra, de nueva cuenta Elwin, este trabajo tuyo del Cubildelciclope es el primer acercamiento a su obra y su persona, aparte de aquella noticia que se dio de su fallecimiento, donde solo se decía que falleció y que era chileno.
    Llama la atención que menciones que, Parra, ademas de poeta era Matemático eso es poco común, como dices cultivo las 2 partes de su Mente, otro caso así solo se me ocurre el de, Bertrand Rusell, que era Matemático y Filosofo.

    Esta vez creo que poner a, Nicanor Parra, en los pendientes, es algo meramente simbólico, pues como ya explique soy muy Bruto para entender Poesía, necesito incrementar exponencialmente lo que se de Literatura Universal, que es ínfimo, esta Entrada tuya, obliga a ser alguien muy preparado para entender al homenajeado.

    Gracias Elwin y hasta pronto.

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    1. Querido Murinus, fíjate que no conozco a ninguno de los dos poetas que mencionas. En cuanto a lo que me dices sobre tu poca cercanía con la poesía, al parecer es algo propio de la gente que gusta de la narrativa como nosotros, que lo mismo pasa con muchos de mis amigos del mismo estilo que uno.
      Gracias por compartir conmigo este texto más de un estilo íntimo, que como ya te he dicho antes, otros que me conocen en persona y más encima son chilenos, ni tiempo se dan en pasarse por acá.

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