Quienes
conocemos el trabajo literario de Brandon Sanderson, bien sabemos que este es
toda una máquina de escribir libros, novelas, publicando al menos como 2 obras
al año; por otro lado, tampoco estamos hablando de textos breves, si no que de
trabajos de gran envergadura, que abarcan cientos y cientos de páginas la
mayoría. Paralelamente a lo que se edita
de él, lleva consigo la preparación de varios títulos, que más encima
corresponden a una u otra saga de las que se le conocen o de otras aún
inéditas. Sinceramente, el tipo es
sorprendente, que ojalá algunos otros de nuestros escritores favoritos fuesen
igual de prolíficos, sin perder más encima la calidad de sus obras (estoy
pensando en estos momentos en gente como George R. R. Martin y Patrick Rotfuss,
quienes nos tienen hace rato esperando la continuación-culminación de sus
propias sagas).
Pues de entre todo lo que ha hecho, quizás
su proyecto más osado viene a ser el que recibe el nombre genérico de El
Archivo de las Tormentas y que corresponde nada menos que a una
decalogía, de la cual ya lleva publicada 3 novelas desde 2010, comenzando con El Camino
de los Reyes. Editada en español
primero la serie como La Guerra de las Tormentas I, le
sigue a esta otra Palabras Radiantes (2014) y luego Juramentada (2017), que
estaría saliendo en la lengua de Cervantes nada menos que el 5 de abril de este
año; se supone que en el año 2020 aparecerá el cuarto tomo. ¿Y por qué razón me atrevo a decir que esta
saga viene a ser de todas las que escribe, la más osada de todas? Pues no solo
por sus intenciones de sacar nada menos que 10 volúmenes de ella, sino porque
la extensión de cada uno de ellos sobrepasa las mil páginas; de hecho, el
primer texto llega casi a las 1200 en español y los que le han seguido, hasta
el momento han abarcado esas dimensiones, característica que se supone también
formará parte de las obras aún sin salir a la luz.
De igual manera, antes de ir de lleno al
argumento de El Camino de los Reyes (a ver si me consigo al menos el segundo
del ciclo este mismo año, ojalá en tapa dura y me lo leo, que bien le tengo muchas
ganas), debe saberse que la serie pertenece a una idea aún mucho más compleja
por parte de su autor: la creación del llamado Cosmere, una galaxia en
cuyos planetas transcurren los eventos de sus varias series y novelas, que en
un principio no tienen relación entre sí,
No obstante en un futuro cercano se interconectarán por varios detalles
y eventos en especial, así como por la colaboración entre algunos de sus
personajes. Que yo sepa, esto aún no
sucede, sin embargo obviamente hay que llegar a leer varios de sus títulos
relacionados para llegar a apreciar este enorme plan suyo. Hasta el momento son cerca de la decena las
sagas comprometidas con este concepto, las que incluyen el mundo de Elantris
y todo lo concerniente a Nacidos de la Bruma, además de una
serie inédita de novelas gráficas bajo el nombre de Arena Blanca. Asimismo, la valiosa antología Arcanum
Ilimitado, no solo viene a ser la primera colección de cuentos de
Sanderson, sino que también es un recopilatorio de varias de sus novelas cortas
y cuentos ambientados en el llamado Cosmere.
En cuanto a de qué trata la novela que
hoy nos reúne, esta cuenta acerca de la guerra entre varios reinos vecinos y
que pertenecen a una misma cultura (el resto del mundo en el que transcurren
los acontecimientos está lleno de otros pueblos, cada uno más variopinto que el
otro), quienes llevan más de media década en una guerra contra una raza
humanoide y de la que apenas saben de ella.
Sus enemigos al parecer son parientes (lejanos o cercanos) de otra
especie a la que los ejércitos humanos en pugna ocupan de siervos (que no
esclavos, ya que para eso entre muchos de ellos se practica esta costumbre entre
sus semejantes) y pese a que los consideraban en la práctica bestias salvajes,
poco a poco se dan cuenta de que en realidad son criaturas inteligentes y
sintientes…Hasta que casi hacia el final del libro, se descubre el increíble
origen de estos seres.
La tierra en la que sucede todo, bajo el
nombre de Roshar, se caracteriza por tormentas devastadoras que son
responsables, en parte, de todo un ecosistema que hace de este lugar un sitito
maravilloso a la hora de las descripciones y recrearlo con la imaginación de
uno como lector. Es así que debido a las
constantes lluvias y el ambiente húmedo, la flora y fauna se ha desarrollado de
tal manera, que nos encontramos con una proliferación de todo tipo de crustáceos
y moluscos, de varios tamaños y formas; algunos incluso son mascotas, como los
llamados sabueso-hacha y otros de aspecto aterrador y gigantesco, tal
cual los abismoides. Las plantas
son también de lo más raro, con zarcillos y/o tentáculos. Todos estos seres y otros más son mencionados
y descritos en abundancia en sus páginas.
Por otro lado, como la novela incluye un montón de ilustraciones, muchas
de ellas muestran parte de esta singular naturaleza, aunque, la verdad, las
imágenes incluidas al respecto no son tan geniales como se quisiera (quizás de
adrede, considerando su origen, ya que corresponden a los bocetos de uno de los
protagonistas y tal vez por eso no corresponden a lo que se esperaría de las
ilustraciones para un libro como este); de este modo, las proyecciones que se
hace uno mismo en su propia imaginación, no dejan de ser más atractivas para
quien disfruta de este tipo de estímulos.
Una novela de fantasía como esta no podía dejar de tener su mapa incluido en el tomo. |
Otro aspecto a considerar, cuando se trata
de valorar lo realizado por el autor con esta obra, en materia del paisaje que
llegó a realizar, viene a ser la existencia de unas criaturas llamadas spren. Estas son una especie de espíritus pequeños
(la mayoría o al menos los conocidos por los humanos), que se manifiestan en
varios elementos o situaciones, según el estado de ánimo y la salud de las
personas; es así que además según el tipo que sean, tienen una forma en
especial. De este modo nos encontramos
con vientospren,
putrispren
(cuando hay heridas infecciosas), dolorspren, lluviaspren, fuegospren,
vidaspren,
pasionspren
y muchos, muchos más. De igual
manera, uno de los personajes secundarios más llamativos de este título, viene
a ser una de estas criaturitas y que al final, como pasa con muchos aspectos
del libro, nos da una gran sorpresa sobre su verdadera identidad.
Siguiendo con todo lo magnífico que hay
detrás de esta primera entrega de El Archivo de las Tormentas, cabe
mencionar también cómo es capaz de dar origen a una serie de culturas
complejas, con costumbres claramente consignadas en la lectura misma. Luego, en lo que concierne a la mayoría de
las naciones que se mencionan y en especial a aquellas que se han unido para ir
a la guerra contra el enemigo ya mencionado, nos encontramos con varios
detalles de interés: En primer lugar de que son pueblos monoteístas, a cuya divinidad
le llaman el Todopoderoso, uno de los nombres
dados al mismísimo Dios judeocristiano (recordemos que Sanderson es un
ferviente creyente mormón, tal cual su maestro Orson Scott Card, de modo que si
bien sus novelas del Cosmere suceden en otros mundos,
nunca deja de otorgarle gran importancia a la dimensión religiosa en sus ellas,
algo que pareciera ser relevante para los escritores de esta fe); no obstante
también se habla de entidades que más o menos nos recuerdan a los ángeles y
otras a los demonios. De igual manera se
trata de culturas en las que el papel de hombres y mujeres en la vida cotidiana,
está consignada de manera drástica según el género, de modo que solo los
hombres se dedican a las artes bélicas y marciales, como a lo que concierne al
mandato político (siempre se trata de monarquías, más encima); mientras que las
mujeres son la únicas en el pueblo que estudian, saben leer y escribir, así
como dominan conocimientos y disciplinas artísticas. Al parecer tampoco se practica la amistad
entre sexos opuestos y las féminas deben llevar su mano izquierda (¿o es la
derecha?) cubierta con parte de su vestimenta, como signo de recatamiento
frente a las demás personas y en especial con el sexo masculino. Hay comidas especiales para los varones, otras
para las damas y los niños también tienen sus propios alimentos. Por supuesto que esto que cuento, así como el
resto de los detalles arriba mencionados, se aprecia en su plenitud al leerse
dentro del texto mismo. De igual manera
se trata de una sociedad racista, en la cual los poderosos son aquellos nacidos
entre los ojos claros, mientras los llamados ojos oscuros en su mayoría
nunca llegan a contar con los mismos privilegios que los anteriores; no
obstante, tanto los unos como los otros están organizados en una compleja
jerarquía y en la cual no hay mucha movilidad social.
Ejemplo de las elegantes imágenes que encabezan los distintos capítulos del libro. |
Como bien puede ser apreciado en Elantris
y en la primera trilogía de Nacidos de la Bruma, lo expuesto en
el inicio de El Archivo de las Tormentas guarda interesantes aspectos en
común, que la verdad ignoro qué tanto son propios del llamado Cosmere. Es así que acá volvemos a tener personajes
con poderes, muy interesantes por cierto, los que en este caso provienen del
uso de piedras preciosas, de las que se extrae energía para transmutar la
materia y hacer otras maravillas (por otro lado, y siguiendo con el uso de
estos minerales, se usan como fuente de energía y luz, al cargarse con las
mismas tormentas que forman parte de su vida cotidiana, además de usarse
fragmentos suyos como monedas de distinto valor, un pilar fundamental en su
economía). De igual manera hay gente que
es capaz de tener mayor velocidad, fuerza y resistencia, además de poseer una
especie de telequinesis y otros habilidades extraordinarias, de naturaleza
variable. Tampoco se puede olvidar que
tal cual las otras ficciones arriba mencionadas, también se hace referencia a
un pasado que en sin dudas fue mejor al presente en el que viven ahora los
personajes, lleno de conocimientos increíbles que se han perdido y de los que
solo quedan vestigios, que en la actualidad muchos tratan de rescatar para
aprovecharlos. También se incorporan en
el libro, al comienzo de cada capítulo a manera de encabezamiento, dos tipos de
citas textuales, unas de ellas correspondientes a fragmentos de las lecturas
que hace uno de los personajes de viejos libros, a través de los cuales justamente
busca encontrar datos importantes para su investigación (y que bien llegamos a
saber que es significativa para el porvenir de su mundo); luego se encuentran
las transcripciones de las últimas palabras de moribundos, segundos antes de
expirar, de sospechoso contenido y de los que solo casi al final de la obra llegamos
a enterarnos sobre qué función cumplen para el argumento.
“«El amor de
los hombres es frío, un arroyo de las
montañas cercano al hielo. Somos suyos. Oh, Padre Tormenta…, somos suyos.
Solo faltan mil días y la Eterna Tormenta viene».
Recogido el
primer día de la semana Palah del mes Shash del año 1171, treinta y un segundos
antes de la muerte. El sujeto
era una mujer de ojos oscuros, embarazada, de mediana edad. Su hijo no
sobrevivió.”
Por cierto, el nombre de esta primera
entrega de la decalogía se debe a un antiguo texto, titulado justamente El
Camino de los Reyes, de corte sapiencial y dirigido a los mandatarios y
otros sujetos de poder político, para que sepan llevar una existencia noble
frente a sus subordinados. Luego, tal
como queda demostrado en varios de los personajes de la novela, se contrastan
sus sentencias con la manera cómo es llevado el poder entre los hombres, entre
varios de estos mismos (y, por supuesto, que unos mejor que otros).
Ilustración completa usada a manera de portada y hecha por un maestro de la ilustración de este tipo de libros:
Michael Whelan.
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Palabras mayores respecto a literatura de fantasía, tanto por la cantidad de libros y tamño de cada uno, pero no cabe duda que vale su peso en oro. Yo me encuentro a la mitad de la saga del brujo, cuando la termine, creo que empezaré con esta, o tal vez con nacidos de la bruma, para irme familiarizando con el autor.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu gran entrada Elwin, saludos.
¿Y qué tal va esa saga, amigo? En cuanto a Brandon Sanderson, de lo que me he leído de él te recomiendo comenzar con "Elantris", que es la novela que más me ha gustado de él.
EliminarEsta interesante, muestra un mundo de fantasía más crudo, más "realista" por así decirlo, los primeros tomos se centran mucho en el personaje que da origen a la saga, pero poco a poco el argumento se va centrando en alguien más, veré que sucede más adelante, me ha gustado mucho.
EliminarTomaré en cuenta tu sugerencia entonces, para Elantris, gracias.
Saludos.
¿Cómo me dijiste se llama esa saga para buscarla por acá? Y ojalá pronto le hinques el diente a "Elantris".
EliminarEspero que si, lo buscaré, la saga de Geralt de Rivia, o la Saga del brujo, el autor es Andrzej Sapkowski, un polaco.
EliminarSaludos Elwin, aquí murinus2009.
ResponderEliminarDe nueva cuenta me presentas a un autor del que no había escuchado nada, esta es la primer referencia que tengo de el.
Por lo que dices su Obra es monumental este primer tomo es de...¿1200 paginas? ¿y son 10 tomos? creo que a la fecha lo mas que he leído son 500 paginas, no lo he visto en las librerías que visito, aunque si, Cidroq (saludos paisano) ya lo conoce, no debe ser difícil hallarlo.
El Mundo y Mitología que plantea parece adecuado para grandes historias batallas y aventuras, si acaso me gustaría ver en El a Mujeres Guerreras, quien sabe, con 10 tomos igual en alguno aparecen.
Una recomendación gigantesca de un Autor que, reitero Elwin, es la primera vez que escucho nombrar, gracias y hasta pronto.
Querido Murinus, leer a alguien como Sanderson es para agradecer y yo he gozado solo una minúscula parte de lo que tiene publicado. Esta saga tal vez sea su magna obra, así como con Stephen King lo es "La Torre Oscura", con C. S. Lewis "Las Crónicas de Narnia" y con Tolkien "El Señor de los Anillos" y "Canción de Hielo y Fuego" lo es de George R. R. Martin...Por lo tanto, estamos hablando de una de las sagas más maravillosas de la fantasía.
EliminarSi mujeres guerreras quieres, entonces ponte a leerte la trilogía original de "Nacidos de la Bruma" de este mismo autor.