8- A Fisful of
Datas (Un Puñado de Datas): Uno de los capítulos más famosos de la
temporada y de TNG en general viene a ser este, todo un homenaje a los
westerns, si bien con elementos propios de la parodia (así que tiene mucho,
mucho humor).
El dulce Alexander invita a su padre a
pasar el tiempo libre dentro una simulación en el holodeck, basada en el Lejano Oeste gringo. La llamada “ley del revólver” pareciera ser
justo lo ideal para que el guerrero que hay en Worf estuviera a gusto, no
obstante todo se complica cuando la intervención de Data en los sistemas
computacionales, provoca un fallo en los sistemas que elimina el sistema de
seguridad y hace que la entretención se vuelva algo más que mera evasión. Pero el Jefe de Seguridad y su hijo no están
solos para lidiar con los bandoleros, puesto que se les ha unido Deanna, gran
admiradora de las historias de cowboys y quien más encima se ve muy guapa como
“misteriosa pistolera”.
Como ya se dijo, los momentos graciosos son
bastantes y ellos se sostienen tanto en
la impasibilidad de un personaje tan atractivo como Worf, poco dado a bromear, todo
gracias al talento de Michael Dorn, que cómico resulta ser cómo este actúa en
un escenario tan distinto y a la vez tan parecido a lo que un guerrero klingon
está acostumbrado; asimismo, Data/Brent Spinner vuelve a sobresalir, puesto que
el guión permite al actor una vez más interpretar más de un papel.
La puesta en escena es soberbia, propia de
este tipo de historias y la música compuesta por Jay Chataway (el mismo
compositor que realizó el bello tema de La Luz Interior de la temporada
anterior) rememora y homenajea a los clásicos acordes de tales filmes.
Por otro lado, Picard también tiene sus
momentos graciosos y, a su vez, lo podemos ver tocando la flauta que le quedó
como único recuerdo material de su experiencia en el citado episodio. Además, Patrick Stewart vuelve a dirigir para
la serie, una vez más a cargo de un capítulo donde Data es uno de los
personajes principales.
Una aventura entre padre e hijo.
9- The Quality
of Life (La Calidad de la Vida): Dentro del famoso lema de la serie que
nos ha estado tomando nuestro tiempo todos estos meses, se encuentran las
siguientes palabras…
“Su continua
misión: (…), buscar nuevas formas de vida…”
Es así que a lo largo de sus ya más de 5
temporadas en emisión, bastante nuevas y desconocidas especies se han
encontrado los del Enterprise-D, siempre como una manera de honrar el amor por
el conocimiento y la aventura. Pues en este capítulo, que puede ser que no sea
tan divertido como otros o no tan espectacular como muchos más, se aborda de
una manera bastante filosófica la idea de que la vida inteligente puede llegar
de las maneras más increíbles; por lo tanto, detrás de una historia más o menos
cerebral, nos encontramos en esta historia con ese tipo de ciencia ficción del
que Star
Trek también es heredera.
Todo comienza cuando una muy guapa
científica alienígena, llega hasta donde nuestros héroes, para ofrecerle a la
Federación unas maquinitas que ha creado y que son capaces de adaptarse a los
escenarios más imprevistos, con lo cual su uso implica un éxito total en las
misiones donde son ocupados. A esta dama
le toca trabajar junto a Data, a quien admira debido a la maravilla tecnológica
única que es esta IA. Durante la
colaboración entre ambos, el androide descubre que estos artefactos han
evolucionado, algo así como hace años atrás pasó con los nanites modificados
por Wesley Crusher, al principio de la tercera temporada.
Por otro lado, interesante resulta ser que
acá nos acordamos del mismo dilema en que estuvo Data, años atrás, durante el
juicio que se le hizo para demostrar su derecho a considerarse un ser vivo
pensante (en el hermoso capítulo La Medida de un Hombre de la segunda
temporada). A raíz de lo anterior, en
esta ocasión le toca defender a estas otras IAS, en un muy interesante giro
argumental.
A todo esto, el clímax de la historia nos
depara una sorpresiva cuota de emotividad y heroísmo.
Interesante debate sobre el significado de la vida.
10- Chain of
Command, Part I (Cadena de Comando, Parte I): Estamos hablando
de uno de los capítulos considerados entre lo mejorcito de TNG, que en todo caso se
trata de una historia dividida en dos partes y ello le permite desarrollar su
historia a niveles propios de una muy buena película del género. Una tremenda historia, grandes actores
invitados y dramatizaciones que hacen que uno llegue a pensar, que lo que aquí
se ve ha superado todas las expectativas.
Ha llegado a oído de la Federación de que
los cardasianos, en contra de los acuerdos entre pueblos, han creado una nueva
arma mutagénica, así que mandan a un pequeño equipo a investigar y si es
necesario evitar que los responsables hagan uso de ella. La misión está liderada por el buen capitán,
Worf y la doctora Crusher, cada uno de ellos enviados por ser expertos en las
áreas necesarias para que la misión sea un éxito. Paralelo a esto, llega al
Enterprise otro capitán para tomar el mando de la nave de forma temporal,
puesto que el oficial es la persona idónea para tratar con los cardasianos en
este tipo de escenario.
Entre los aspectos a destacar de tan
tremendo episodio, se encuentra el hecho de que por primera vez vemos a Beberly
actuando en un plano más marcial, como heroína de acción; asimismo, impactante
viene a ser que Picard sea sacado de su trabajo habitual y resienta la pérdida
del control de su Enterprise, más encima a manos de un hombre tan distinto a
él. Por otro lado, su reemplazo hace que
el cambio de mando se haga sentir entre la tripulación, lo que provoca interesantes
roces y situaciones con los personajes ya conocidos. En un plano menos relevante, aunque no por
ello sin cierta trascendencia para la cronología de la serie, a partir de esta
pieza Deanna comienza a usar uniforme militar (que mal no se ve, en todo caso),
lo que tiene su explicación dentro de la trama.
De los dos grandes artistas que
intervienen en esta joyita, cabe destacar en la primera parte al veterano Rony
Cox, quien interpreta al capitán Edward Jellico, un hombre que sobresale desde
su aparición y que está lleno de sorpresas; el contraste con Jean-Luc hace que
amemos más que nunca al francés, si bien queda claro que en situaciones
difíciles como esta, se requiere olvidarse de algunas cosas (como del
compañerismo) para sortear los conflictos.
El nombre de esta historia hace mención a
cómo funciona el ejército, algo que de seguro solo quienes han estado entre sus
filas pueden entender y que gracias a Star Trek hemos podido conocer (en
parte).
Tráiler de la edición en Blu-ray de Cadena de Comando.
11- Chain of
Command, Part II (Cadena de Comando, Parte II): Tal como pudimos
apreciar al final de la primera parte, Picard fue atrapado por el enemigo y
ello da pie a algunas de las escenas más impactantes (o devastadoras) del
programa. Y es que nuestro capitán es nada menos que sometido a tortura por parte
de los cardasianos, quienes desean sacarle información preciosa de los secretos
militares de la Federación.
Paralelo a lo anterior, siguen las
conversaciones a bordo del Enterprise con los “amables vecinos”, para tratar de
llegar a un acuerdo civilizado y evitar otra guerra más entre sus partes; no
obstante, cabe recordar que los cardasianos (o al menos su ejército y gobierno)
no son muy de fiar, así que de ellos se puede esperar cualquier cosa.
Por otro lado, el capitán Jellico envía
una misión secreta para lograr recuperar a Picard y para ello debe dejar de
lado sus rencillas personales con Riker, el único que puede ayudarlo a llevar
parte esencial de su plan (el último diálogo entre estos resulta estar muy bien
llevado a cabo, con tremendos parlamentos entre ambos personajes y trabajos
actorales soberbios, de parte de Cox y Frakes respectivamente).
Volviendo a Picard en manos de los
cardasianos, su duelo personal con el Gul (título militar de esta especie) es,
sin dudas, un momento de antología no solo para la serie, sino que para toda la
franquicia y, también, para la televisión.
Es, de seguro, la primera vez en que en un show de supuesto carácter
familiar, vemos un desnudo masculino parcial y, además, se aborda con tanta
crudeza el duro tema de la tortura (llama la atención que el maduro Patrick
Stwart esté lejos en mejor forma que el resto de los actores masculinos, siendo
que al “guaperas” Frakes nunca más lo mostraron a torso desnudo...a quien ahora
hasta papada se le ve). El dueto entre
los shakespereanos Picard y Gul Madred es formidable, que estamos frente a la
confrontación entre dos voluntades muy fuertes y visiones de mundo tan
disímiles. El capitán del Enterprise se
muestra más que nunca en su faceta heroica, como hombre admirable y de fuertes
convicciones; mientras que el cardasiano aparece como un villano intenso y,
pese a ello, con cierta humanidad que lo delinea como un personaje a
respetar. No se puede negar que tras la
igualmente inolvidable dramatización de La Luz Interior, al final de la
temporada anterior, esta actuación de Stewart en un plano histriónico por
completo diferente, lo exhibe ante nuestros ojos como un actor de primera.
Cabe mencionar que el actor detrás del
torturador de Jean-Luc, viene a ser David Warner (por completo irreconocible
bajo su estupenda caracterización), ya antes había trabajado para Star
Trek, primero en Star Trek V: The Final Frontier y,
con posterioridad, en Star Trek VI: The Undicovered Country,
siendo que en esta última ocasión su papel fue lejos mucho más
emblemático. En todo caso su labor en
este capítulo doble, puede ser considerado como un rol aún mucho más destacado
que los dos casos anteriores.
Por cierto, interesantes datos sobre la
historia de Cardasia se revelan en esta segunda parte, relevantes para el
trabajo que se hará más adelante en DS9 con dicho pueblo.
Una de las tantas intensas escenas de esta tremenda historia.
12- Ship in a
Bottle (Una Nave en una Botella): Continuación directa del clásico
episodio de la segunda temporada Elemental, Querido Data y en el cual
una versión holográfica del rival literario de Sherlock Holmes, el profesor
Moriarty, cobra vida autoconsciente y amenaza al Enterprise.
En esta ocasión el personaje reaparece en
el holodeck, tras llevar años “guardado” en la memoria de la computadora
central de la nave. Moriarty exige que
se le respete su derecho a vivir en el mundo real, que gracias a su tremenda
inteligencia ha logrado tomar, otra vez, el control del Enterprise; le queda a
los encargados de ingeniería investigar la manera de cómo darle en el gusto al
villano, quien pese a todo nos llega a agradar por su trato caballeroso con los
demás, antes de que ocurra el desastre.
Por otro lado, Moriarty le ha dado vida a
otro holograma, una bella mujer de la que está enamorado y la cual le
corresponde, así que también pide se le otorgue a esta sus mismos privilegios.
Asimismo, es la segunda aparición en la
temporada el teniente Reginald Barclay, quien si bien no es el protagonista de
esta historia, al menos participa lejos en un mejor capítulo que el irregular El
Reino del Miedo.
El final inesperado de este episodio es
una alusión indirecta a clásicos literarios como El Gran Teatro del Mundo de
Calderón de la Barca, donde se sugiere que cada uno de nosotros tiene un papel
dentro de la existencia, que debe cumplir y que el ancho mundo es el escenario
donde transcurre la mayor de las historias: la vida. Por otro lado, se nos presenta la idea de que
la realidad puede ser un sueño o una invención, que podemos vivir engañados,
tal cual otra obra cumbre del teatro español, La Vida es Sueño del
mismo autor mencionado. El discurso de
Picard tras todo esto viene a ser una muy simpática alusión al mismo carácter
de ficción de la serie.
No se puede dejar de mencionar que este
capítulo es otra de las destacables perlas de la temporada, que su producción y
puesta en escena sigue llevando a cuotas elevadas de creatividad el programa y
que ya, hace rato, se ha transformado en todo un referente para la ciencia
ficción, como para otros productos de la pantalla chica.
Tráiler hecho por fans que reúne las dos aventuras con Moriarty en el Enterprise.
13- Aquiel: Luego de una
seguidilla de capítulos memorables, viene este otro que podría considerarse
como lo más paupérrimo de la temporada y, más encima, entre los menos acertados
de todo TNG. Sin embargo, para
ser justos, igual posee sus puntos positivos que resaltar.
El Enterprise llega a una estación
espacial de la Federación, donde se ha cometido supuestamente un
asesinato. Le toca a Geordy revisar el
diario videográfico de una de las oficiales, para ver si logran saber la verdad
de lo sucedido, quien supuestamente está muerta; sin embargo, luego la mujer es
traída hasta la presencia de los investigadores, gracias a la colaboración de
unos klingons que tienen cerca su propia base.
Muchas sospechas hay entre medio y, de paso, nace un romance pese a
todo.
La Forge no había tenido un capítulo como
protagonista desde el hermoso Reliquias en esta temporada, si bien
cabe recordar que aquella vez estuvo al lado de un ícono como lo es Scotty de TOS,
así que se escribió esta historia para él y que, la verdad, les salió a sus
escritores bastante forzada (y eso que detrás de ella está uno de los genios de
la franquicia: Branon Braga). Acá se le
otorgó, por fin, al personaje su primera verdadera aventura amorosa en pantalla
(y si no me equivoco, la única, quedando por debajo de las aún más
experimentadas Troi y Crusher), donde vemos que, casi de forma racista, la
actriz a cargo de su conquista es afroamericana al igual que el propio LeVar
Burton. Se incluyen encamada y beso amoroso por única vez en la historia del personaje.
Podemos hallar una trama cercana al
policial en la trama, donde hay una especie de homenaje a esa tremenda película
de terror y de ciencia ficción que es El Enigma de Otro Mundo (The
Thing del maestro del horror John Carpenter)…Aunque se puede afirmar
que lejos como tributo trekker a
dicho filme, mucho mejor el que podemos ver en el El Adversario de final de
la tercera temporada de DS9.
Por cierto, habría sido genial que
considerando que varios efectos especiales de capítulos anteriores, fueron
mejorados en esta edición remasterizada en blu-ray (tal como la medusa gigante
del piloto y la Entidad Cristalina que apareció en dos ocasiones), hubiesen
hecho algo parecido en este episodio…Pues bastante malito viene a ser el que
acá aparece hacia el clímax.
La (única) conquista amorosa de Geordi.
14- The Face of
the Enemy (El Rostro del Enemigo): En esta ocasión estamos frente al mejor
episodio de Deanna Troi, lo que además se debe en parte a la actuación de su
actriz a cargo, la bella Marina Sirtis y a quien llegamos a tener el gusto en
esta ocasión de verla en un registro dramático como nunca antes…
La consejera despierta y se da cuenta de
que algo raro ha pasado con ella: su fisonomía ha cambiado y ahora es en la
práctica una romulana... ¿A qué se debe todo esto? Pues ha sido raptada e
intervenida estéticamente para hacerla pasar por un miembro del Tal Shiar, la
aterradora Agencia de Inteligencia romulana (es la primera vez que aparece en Star
Trek esta organización, temida incluso por su propio pueblo, la que
luego sería desarrollada bastante en sucesivas series de la franquicia).
Resulta que el movimiento de resistencia romulana, que desea reunificar a su
gente con los vulcanos, liderados por Spock (a los que conocimos en el célebre
episodio de dos partes de la temporada anterior, en homenaje a los 25 años de
la creación de Gene Rodenberry), la necesita como espía para que los ayude en
una peligrosa misión. La Troi se da
cuenta que es verdad y accede a ayudar a los disidentes, si bien las acciones
maquiavélicas de su enlace con el movimiento la complican bastante, por no
mencionar lo difícil que es cumplir con su engaño en medio de romulanos leales
al gobierno.
El enfrentamiento entre la federacionista
y la comandante a cargo de la nave es formidable, lejos unos de los mejores
duetos entre adversarios de todo TNG (y de seguro del resto de Star
Trek). Por otro lado, si nos desprejuiciamos, nos damos cuenta de que
la comandante a la que se debe enfrentar Deanna no es una persona desalmada, lo
que nos humaniza aún más a los romulanos: he ahí el nombre de este capítulo,
conocer desde adentro al otro y más si se trata de alguien de quien tendemos a
desconfiar. Es así que, por otro lado, esta historia nos permite saber de cómo
funciona una nave romulana, que recordemos TNG ya antes nos había revelado la
vida dentro de una klingon, por lo que ahora la deuda por fin queda saldada (en
cambio solo muchos años después, gracias a Enterprise, sabremos cómo es todo
esto con los vulcanos).
Por cierto, esta idea de que una dama de la
serie despierte de un momento a otro convertida en otra persona, en el
“enemigo” más encima, con posterioridad fue reutilizada en DS9 durante su tercera
temporada con La Segunda Piel (otro gran capítulo).
Un gran momento en El Rostro del Enemigo.
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15- Tapestry
(Tapiz): Por
mucho que me guste el episodio anterior, debo ser sincero y afirmar que este
otro se encuentra en muchas listas de especialistas y fanáticos, entre los
verdaderos mejores de todo TNG.
Veamos por qué razones es así.
Tras una misión, nuestro querido capitán
yace herido de muerte, pues le ha llegado una especie de rayo en el pecho y que
ha provocado que su corazón artificial se sobrecargue, provocándole la
muerte. Picard despierta en medio de una
especie de limbo y donde se encuentra nada menos que con un ser superior… ¡Que
resulta ser nada menos que Q! Tras una charla más que interesante entre los
dos, en la que Jean-Luc se niega a creer que su “odioso” conocido sea Dios y
tenga poder sobre él, Q le da la oportunidad de retroceder en el tiempo y
evitar que se produzca el accidente que lo llevó a tener ese órgano artificial,
que posteriormente le provocó la muerte.
De este modo, la historia nos lleva a una época en la vida del capitán
que no conocíamos, cuando era otra persona.
Este maravilloso capítulo aborda varios
temas, la verdad: Por un lado tenemos el de la madurez, como un proceso que
solo se logra con el paso del tiempo, luego de equivocarse y tropezar, que
nadie nace sabio; luego tenemos la noción del libre albedrío, referido a la
libertad que tenemos para llevar a cabo nuestra vida como más nos plazca y nos
haga felices, si bien a veces los caminos que tomamos para ello no sean los más
correctos; en sintonía con lo anterior, nos encontramos con el tema de las
consecuencias de las decisiones que tomamos y los actos que llevamos a cabo
para concretarlo; no podía faltar la noción de las nuevas oportunidades para
resarcir nuestros errores, lo que implica convertirse en mejores personas…Todo
lo anterior, tiene que ver, sin dudas, con la búsqueda de la felicidad y la
idea de plenitud que en cada persona puede diferir a la de otras.
Esta fue la primera vez en la que
aparecieron los violentos nausicanos, raza salvaje que recuerda bastante a
nuestros amados klingons. Y como anécdota, les contaré que la única vez en que
se exhibió este capítulo en la televisión abierta chilena, a finales de los
noventa y durante las vacaciones de verano un mes de febrero, que entonces lo
daban cerca del mediodía, censuraron una escena por considerarla demasiado
“subida de tono” (no les diré cuál, para no pecar de hacer tanto spoiler).
16-
Birthright, Part I (Derecho de Nacimiento, Parte I): El Enterprise es
enviado nada menos que a Deep Space Nine, de modo que este viene a ser el
primer cross-over entre TNG y
DS9
(aunque no hay mayor incidencia para la cronología del segundo programa,
por mucho que acá aparezca como invitado el doctor Julian Bashir). Es así que estando en sus inmediaciones, en
un periodo de descanso, un extraño alienígena se acerca a Worf y le dice que
tiene información valiosa para venderle: el paradero de su padre, que en
realidad no murió durante el tristemente célebre desastre de Khitomer, donde
los romulanos atacaron de manera cobarde a los klingons. Tras mucho meditarlo, el Jefe de Seguridad de
la nave insignia de la Federación accede a ir al lugar donde podría encontrar
vivo a su progenitor y de ese modo en dicho lugar se encuentra con otra
sorpresa.
Por otro lado, a Data le llega producto de
un accidente un rayo que lo deja en un estado parecido a la inconciencia,
teniendo su primer sueño. El androide
lleno de una curiosidad que lo acerca cada vez a la humanidad, está decidido a
descubrir la razón de sus visiones y es así cómo se le revela la verdad de todo
esto.
Tiempo llevábamos ya sin que se abordara la
gran saga klingon en el programa, donde Worf tiene un papel importante. Al respecto,
esta historia aborda tan gran arco argumental desde otro punto de vista, que
luego en su conclusión tomará muy interesantes direcciones.
Esta es la primera vez en la que el
veterano actor James Cromwell trabaja para la franquicia, con posterioridad
artista muy ligado a ella y quien tuvo su mayor rol para ella en la memorable
película First Contact.
El "sueño" de Data.
17- Birthright,
Part II (Derecho de Nacimiento, Parte II): Worf se ha encontrado al final
de su destino, con una imposible comunidad compuesta por romulanos y klingons;
ellos son lo que queda del aciago desastre de Kithomer y, de ese modo, el
guerrero se entera de la historia detrás de tal sociedad.
En contra de su voluntad, Worf debe
quedarse para siempre en ese lugar; pero este es voluntarioso y ve con horror
cómo los suyos han dejado de lado su patrimonio cultural, que más encima a los
jóvenes se le has negado el conocimiento de su recia estirpe. Es así que
nuestro héroe comienza una verdadera revolución ideológica en dicho lugar.
Por otro lado, el protagonista absoluto de
este capítulo conoce a una joven lugareña, con la que tiene un romance.
Esta historia nos lleva a apreciar más que
nunca a esa orgullosa cultura ficticia que son los klingons, a la que poco a
poco han ido enriqueciendo con tantas tradiciones y capítulos memorables (falta
un buen resto de tiempo, para que nos den la imagen iconoclasta de los hijos de
Kahless en Discovery); por otro lado, la otra de las tres grandes razas
trekkers, los romulanos, es vuelta a ver de una manera más humanizada, que la
de los rastreros villanos de siempre.
Por mucho que esté entre mis favoritos de
todo Star
Trek Worf, no puedo dejar de ver su intromisión en la pacífica
comunidad klingon-romulana, como la típica invasión de una tercera cultura
(léase imperio: como los mismos gringos), que ostenta el poder superior y tener
la verdad, mancillando con su intervención los cimientos de los pueblos en los
que se interpone (esta idea mía, claro, dejando de lado, el acto de
"devolverle" a los jóvenes klingons sus raíces; de modo que podemos
tener una doble lectura de la presencia de Worf: una positiva o negativa, según cómo se le mire).
¡Grandes klingons!
Mientras tomo nota de la recomendación de Rick & Morty disfruto de este nuevo repaso a los episodios de Star Trek TNG. ¡Que grandes recuerdos, cuántos buenos episodios! Una vez mas destacar todos los aspectos de la serie... pero los guiones sobresalen por encima de todo. En casos como "Chain of Command" son una verdadera obra de relojería. Es difícil encontrarle agujeros a la historia. Casi no hacían falta efectos especiales para sostener historias drámaticas y de aventuras por igual. Otro aspecto a destacar de TNG son la gran cantidad de razas memorables que crearon. ¡Larga vida y prosperidad!
ResponderEliminarSaludos
RICARDO
Si no me equivoco, la sexta temporada solo llegué a verla una vez (como casi toda la serie), así que como bien sabrás cada capítulo que veo, lo saboreo mucho y feliz (incluso los pocos malos que tiene...como "Aquiel").
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