miércoles, 3 de abril de 2019

Nuevas Fronteras. SEGUNDA PARTE


8- A Fisful of Datas (Un Puñado de Datas): Uno de los capítulos más famosos de la temporada y de TNG en general viene a ser este, todo un homenaje a los westerns, si bien con elementos propios de la parodia (así que tiene mucho, mucho humor).
    El dulce Alexander invita a su padre a pasar el tiempo libre dentro una simulación en el holodeck, basada en el Lejano Oeste gringo.  La llamada “ley del revólver” pareciera ser justo lo ideal para que el guerrero que hay en Worf estuviera a gusto, no obstante todo se complica cuando la intervención de Data en los sistemas computacionales, provoca un fallo en los sistemas que elimina el sistema de seguridad y hace que la entretención se vuelva algo más que mera evasión.  Pero el Jefe de Seguridad y su hijo no están solos para lidiar con los bandoleros, puesto que se les ha unido Deanna, gran admiradora de las historias de cowboys y quien más encima se ve muy guapa como “misteriosa pistolera”.
    Como ya se dijo, los momentos graciosos son bastantes  y ellos se sostienen tanto en la impasibilidad de un personaje tan atractivo como Worf, poco dado a bromear, todo gracias al talento de Michael Dorn, que cómico resulta ser cómo este actúa en un escenario tan distinto y a la vez tan parecido a lo que un guerrero klingon está acostumbrado; asimismo, Data/Brent Spinner vuelve a sobresalir, puesto que el guión permite al actor una vez más interpretar más de un papel.
    La puesta en escena es soberbia, propia de este tipo de historias y la música compuesta por Jay Chataway (el mismo compositor que realizó el bello tema de La Luz Interior de la temporada anterior) rememora y homenajea a los clásicos acordes de tales filmes.
    Por otro lado, Picard también tiene sus momentos graciosos y, a su vez, lo podemos ver tocando la flauta que le quedó como único recuerdo material de su experiencia en el citado episodio.  Además, Patrick Stewart vuelve a dirigir para la serie, una vez más a cargo de un capítulo donde Data es uno de los personajes principales.



                                                      Una aventura entre padre e hijo.


9- The Quality of Life (La Calidad de la Vida): Dentro del famoso lema de la serie que nos ha estado tomando nuestro tiempo todos estos meses, se encuentran las siguientes palabras…

“Su continua misión: (…), buscar nuevas formas de vida…”

    Es así que a lo largo de sus ya más de 5 temporadas en emisión, bastante nuevas y desconocidas especies se han encontrado los del Enterprise-D, siempre como una manera de honrar el amor por el conocimiento y la aventura. Pues en este capítulo, que puede ser que no sea tan divertido como otros o no tan espectacular como muchos más, se aborda de una manera bastante filosófica la idea de que la vida inteligente puede llegar de las maneras más increíbles; por lo tanto, detrás de una historia más o menos cerebral, nos encontramos en esta historia con ese tipo de ciencia ficción del que Star Trek también es heredera.
    Todo comienza cuando una muy guapa científica alienígena, llega hasta donde nuestros héroes, para ofrecerle a la Federación unas maquinitas que ha creado y que son capaces de adaptarse a los escenarios más imprevistos, con lo cual su uso implica un éxito total en las misiones donde son ocupados.  A esta dama le toca trabajar junto a Data, a quien admira debido a la maravilla tecnológica única que es esta IA.  Durante la colaboración entre ambos, el androide descubre que estos artefactos han evolucionado, algo así como hace años atrás pasó con los nanites modificados por Wesley Crusher, al principio de la tercera temporada.
     Por otro lado, interesante resulta ser que acá nos acordamos del mismo dilema en que estuvo Data, años atrás, durante el juicio que se le hizo para demostrar su derecho a considerarse un ser vivo pensante (en el hermoso capítulo La Medida de un Hombre de la segunda temporada).  A raíz de lo anterior, en esta ocasión le toca defender a estas otras IAS, en un muy interesante giro argumental.
     A todo esto, el clímax de la historia nos depara una sorpresiva cuota de emotividad y heroísmo.  


                                         Interesante debate sobre el significado de la vida.


10- Chain of Command, Part I (Cadena de Comando, Parte I): Estamos hablando de uno de los capítulos considerados entre lo mejorcito de TNG, que en todo caso se trata de una historia dividida en dos partes y ello le permite desarrollar su historia a niveles propios de una muy buena película del género.  Una tremenda historia, grandes actores invitados y dramatizaciones que hacen que uno llegue a pensar, que lo que aquí se ve ha superado todas las expectativas.
     Ha llegado a oído de la Federación de que los cardasianos, en contra de los acuerdos entre pueblos, han creado una nueva arma mutagénica, así que mandan a un pequeño equipo a investigar y si es necesario evitar que los responsables hagan uso de ella.  La misión está liderada por el buen capitán, Worf y la doctora Crusher, cada uno de ellos enviados por ser expertos en las áreas necesarias para que la misión sea un éxito. Paralelo a esto, llega al Enterprise otro capitán para tomar el mando de la nave de forma temporal, puesto que el oficial es la persona idónea para tratar con los cardasianos en este tipo de escenario.  
     Entre los aspectos a destacar de tan tremendo episodio, se encuentra el hecho de que por primera vez vemos a Beberly actuando en un plano más marcial, como heroína de acción; asimismo, impactante viene a ser que Picard sea sacado de su trabajo habitual y resienta la pérdida del control de su Enterprise, más encima a manos de un hombre tan distinto a él.  Por otro lado, su reemplazo hace que el cambio de mando se haga sentir entre la tripulación, lo que provoca interesantes roces y situaciones con los personajes ya conocidos.  En un plano menos relevante, aunque no por ello sin cierta trascendencia para la cronología de la serie, a partir de esta pieza Deanna comienza a usar uniforme militar (que mal no se ve, en todo caso), lo que tiene su explicación dentro de la trama.
     De los dos grandes artistas que intervienen en esta joyita, cabe destacar en la primera parte al veterano Rony Cox, quien interpreta al capitán Edward Jellico, un hombre que sobresale desde su aparición y que está lleno de sorpresas; el contraste con Jean-Luc hace que amemos más que nunca al francés, si bien queda claro que en situaciones difíciles como esta, se requiere olvidarse de algunas cosas (como del compañerismo) para sortear los conflictos.
    El nombre de esta historia hace mención a cómo funciona el ejército, algo que de seguro solo quienes han estado entre sus filas pueden entender y que gracias a Star Trek hemos podido conocer (en parte).


                                   Tráiler de la edición en Blu-ray de Cadena de Comando.


11- Chain of Command, Part II (Cadena de Comando, Parte II): Tal como pudimos apreciar al final de la primera parte, Picard fue atrapado por el enemigo y ello da pie a algunas de las escenas más impactantes (o devastadoras) del programa. Y es que nuestro capitán es nada menos que sometido a tortura por parte de los cardasianos, quienes desean sacarle información preciosa de los secretos militares de la Federación.
    Paralelo a lo anterior, siguen las conversaciones a bordo del Enterprise con los “amables vecinos”, para tratar de llegar a un acuerdo civilizado y evitar otra guerra más entre sus partes; no obstante, cabe recordar que los cardasianos (o al menos su ejército y gobierno) no son muy de fiar, así que de ellos se puede esperar cualquier cosa.
     Por otro lado, el capitán Jellico envía una misión secreta para lograr recuperar a Picard y para ello debe dejar de lado sus rencillas personales con Riker, el único que puede ayudarlo a llevar parte esencial de su plan (el último diálogo entre estos resulta estar muy bien llevado a cabo, con tremendos parlamentos entre ambos personajes y trabajos actorales soberbios, de parte de Cox y Frakes respectivamente).
     Volviendo a Picard en manos de los cardasianos, su duelo personal con el Gul (título militar de esta especie) es, sin dudas, un momento de antología no solo para la serie, sino que para toda la franquicia y, también, para la televisión.  Es, de seguro, la primera vez en que en un show de supuesto carácter familiar, vemos un desnudo masculino parcial y, además, se aborda con tanta crudeza el duro tema de la tortura (llama la atención que el maduro Patrick Stwart esté lejos en mejor forma que el resto de los actores masculinos, siendo que al “guaperas” Frakes nunca más lo mostraron a torso desnudo...a quien ahora hasta papada se le ve).  El dueto entre los shakespereanos Picard y Gul Madred es formidable, que estamos frente a la confrontación entre dos voluntades muy fuertes y visiones de mundo tan disímiles.  El capitán del Enterprise se muestra más que nunca en su faceta heroica, como hombre admirable y de fuertes convicciones; mientras que el cardasiano aparece como un villano intenso y, pese a ello, con cierta humanidad que lo delinea como un personaje a respetar.  No se puede negar que tras la igualmente inolvidable dramatización de La Luz Interior, al final de la temporada anterior, esta actuación de Stewart en un plano histriónico por completo diferente, lo exhibe ante nuestros ojos como un actor de primera.
    Cabe mencionar que el actor detrás del torturador de Jean-Luc, viene a ser David Warner (por completo irreconocible bajo su estupenda caracterización), ya antes había trabajado para Star Trek, primero en Star Trek V: The Final Frontier y, con posterioridad, en Star Trek VI: The Undicovered Country, siendo que en esta última ocasión su papel fue lejos mucho más emblemático.  En todo caso su labor en este capítulo doble, puede ser considerado como un rol aún mucho más destacado que los dos casos anteriores.
     Por cierto, interesantes datos sobre la historia de Cardasia se revelan en esta segunda parte, relevantes para el trabajo que se hará más adelante en DS9 con dicho pueblo.


                                 Una de las tantas intensas escenas de esta tremenda historia.

12- Ship in a Bottle (Una Nave en una Botella): Continuación directa del clásico episodio de la segunda temporada Elemental, Querido Data y en el cual una versión holográfica del rival literario de Sherlock Holmes, el profesor Moriarty, cobra vida autoconsciente y amenaza al Enterprise.
    En esta ocasión el personaje reaparece en el holodeck, tras llevar años “guardado” en la memoria de la computadora central de la nave.  Moriarty exige que se le respete su derecho a vivir en el mundo real, que gracias a su tremenda inteligencia ha logrado tomar, otra vez, el control del Enterprise; le queda a los encargados de ingeniería investigar la manera de cómo darle en el gusto al villano, quien pese a todo nos llega a agradar por su trato caballeroso con los demás, antes de que ocurra el desastre. 
    Por otro lado, Moriarty le ha dado vida a otro holograma, una bella mujer de la que está enamorado y la cual le corresponde, así que también pide se le otorgue a esta sus mismos privilegios.
     Asimismo, es la segunda aparición en la temporada el teniente Reginald Barclay, quien si bien no es el protagonista de esta historia, al menos participa lejos en un mejor capítulo que el irregular El Reino del Miedo.
     El final inesperado de este episodio es una alusión indirecta a clásicos literarios como El Gran Teatro del Mundo de Calderón de la Barca, donde se sugiere que cada uno de nosotros tiene un papel dentro de la existencia, que debe cumplir y que el ancho mundo es el escenario donde transcurre la mayor de las historias: la vida.  Por otro lado, se nos presenta la idea de que la realidad puede ser un sueño o una invención, que podemos vivir engañados, tal cual otra obra cumbre del teatro español, La Vida es Sueño del mismo autor mencionado.  El discurso de Picard tras todo esto viene a ser una muy simpática alusión al mismo carácter de ficción de la serie.
    No se puede dejar de mencionar que este capítulo es otra de las destacables perlas de la temporada, que su producción y puesta en escena sigue llevando a cuotas elevadas de creatividad el programa y que ya, hace rato, se ha transformado en todo un referente para la ciencia ficción, como para otros productos de la pantalla chica.


     Tráiler hecho por fans que reúne las dos aventuras con Moriarty en el Enterprise.


13- Aquiel: Luego de una seguidilla de capítulos memorables, viene este otro que podría considerarse como lo más paupérrimo de la temporada y, más encima, entre los menos acertados de todo TNG.  Sin embargo, para ser justos, igual posee sus puntos positivos que resaltar.
     El Enterprise llega a una estación espacial de la Federación, donde se ha cometido supuestamente un asesinato.  Le toca a Geordy revisar el diario videográfico de una de las oficiales, para ver si logran saber la verdad de lo sucedido, quien supuestamente está muerta; sin embargo, luego la mujer es traída hasta la presencia de los investigadores, gracias a la colaboración de unos klingons que tienen cerca su propia base.  Muchas sospechas hay entre medio y, de paso, nace un romance pese a todo.
     La Forge no había tenido un capítulo como protagonista desde el hermoso Reliquias en esta temporada, si bien cabe recordar que aquella vez estuvo al lado de un ícono como lo es Scotty de TOS, así que se escribió esta historia para él y que, la verdad, les salió a sus escritores bastante forzada (y eso que detrás de ella está uno de los genios de la franquicia: Branon Braga).  Acá se le otorgó, por fin, al personaje su primera verdadera aventura amorosa en pantalla (y si no me equivoco, la única, quedando por debajo de las aún más experimentadas Troi y Crusher), donde vemos que, casi de forma racista, la actriz a cargo de su conquista es afroamericana al igual que el propio LeVar Burton. Se incluyen encamada y beso amoroso por única vez en la historia del personaje.
     Podemos hallar una trama cercana al policial en la trama, donde hay una especie de homenaje a esa tremenda película de terror y de ciencia ficción que es El Enigma de Otro Mundo (The Thing del maestro del horror John Carpenter)…Aunque se puede afirmar que lejos como tributo trekker a dicho filme, mucho mejor el que podemos ver en el El Adversario de final de la tercera temporada de DS9.
     Por cierto, habría sido genial que considerando que varios efectos especiales de capítulos anteriores, fueron mejorados en esta edición remasterizada en blu-ray (tal como la medusa gigante del piloto y la Entidad Cristalina que apareció en dos ocasiones), hubiesen hecho algo parecido en este episodio…Pues bastante malito viene a ser el que acá aparece hacia el clímax.

La (única) conquista amorosa de Geordi. 

14- The Face of the Enemy (El Rostro del Enemigo): En esta ocasión estamos frente al mejor episodio de Deanna Troi, lo que además se debe en parte a la actuación de su actriz a cargo, la bella Marina Sirtis y a quien llegamos a tener el gusto en esta ocasión de verla en un registro dramático como nunca antes…
     La consejera despierta y se da cuenta de que algo raro ha pasado con ella: su fisonomía ha cambiado y ahora es en la práctica una romulana... ¿A qué se debe todo esto? Pues ha sido raptada e intervenida estéticamente para hacerla pasar por un miembro del Tal Shiar, la aterradora Agencia de Inteligencia romulana (es la primera vez que aparece en Star Trek esta organización, temida incluso por su propio pueblo, la que luego sería desarrollada bastante en sucesivas series de la franquicia). Resulta que el movimiento de resistencia romulana, que desea reunificar a su gente con los vulcanos, liderados por Spock (a los que conocimos en el célebre episodio de dos partes de la temporada anterior, en homenaje a los 25 años de la creación de Gene Rodenberry), la necesita como espía para que los ayude en una peligrosa misión.  La Troi se da cuenta que es verdad y accede a ayudar a los disidentes, si bien las acciones maquiavélicas de su enlace con el movimiento la complican bastante, por no mencionar lo difícil que es cumplir con su engaño en medio de romulanos leales al gobierno.
     El enfrentamiento entre la federacionista y la comandante a cargo de la nave es formidable, lejos unos de los mejores duetos entre adversarios de todo TNG (y de seguro del resto de Star Trek). Por otro lado, si nos desprejuiciamos, nos damos cuenta de que la comandante a la que se debe enfrentar Deanna no es una persona desalmada, lo que nos humaniza aún más a los romulanos: he ahí el nombre de este capítulo, conocer desde adentro al otro y más si se trata de alguien de quien tendemos a desconfiar. Es así que, por otro lado, esta historia nos permite saber de cómo funciona una nave romulana, que recordemos TNG ya antes nos había revelado la vida dentro de una klingon, por lo que ahora la deuda por fin queda saldada (en cambio solo muchos años después, gracias a Enterprise, sabremos cómo es todo esto con los vulcanos).
    Por cierto, esta idea de que una dama de la serie despierte de un momento a otro convertida en otra persona, en el “enemigo” más encima, con posterioridad fue reutilizada en DS9 durante su tercera temporada con La Segunda Piel (otro gran capítulo).

Un gran momento en El Rostro del Enemigo.
15- Tapestry (Tapiz): Por mucho que me guste el episodio anterior, debo ser sincero y afirmar que este otro se encuentra en muchas listas de especialistas y fanáticos, entre los verdaderos mejores de todo TNG.  Veamos por qué razones es así.
    Tras una misión, nuestro querido capitán yace herido de muerte, pues le ha llegado una especie de rayo en el pecho y que ha provocado que su corazón artificial se sobrecargue, provocándole la muerte.  Picard despierta en medio de una especie de limbo y donde se encuentra nada menos que con un ser superior… ¡Que resulta ser nada menos que Q! Tras una charla más que interesante entre los dos, en la que Jean-Luc se niega a creer que su “odioso” conocido sea Dios y tenga poder sobre él, Q le da la oportunidad de retroceder en el tiempo y evitar que se produzca el accidente que lo llevó a tener ese órgano artificial, que posteriormente le provocó la muerte.  De este modo, la historia nos lleva a una época en la vida del capitán que no conocíamos, cuando era otra persona.
    Este maravilloso capítulo aborda varios temas, la verdad: Por un lado tenemos el de la madurez, como un proceso que solo se logra con el paso del tiempo, luego de equivocarse y tropezar, que nadie nace sabio; luego tenemos la noción del libre albedrío, referido a la libertad que tenemos para llevar a cabo nuestra vida como más nos plazca y nos haga felices, si bien a veces los caminos que tomamos para ello no sean los más correctos; en sintonía con lo anterior, nos encontramos con el tema de las consecuencias de las decisiones que tomamos y los actos que llevamos a cabo para concretarlo; no podía faltar la noción de las nuevas oportunidades para resarcir nuestros errores, lo que implica convertirse en mejores personas…Todo lo anterior, tiene que ver, sin dudas, con la búsqueda de la felicidad y la idea de plenitud que en cada persona puede diferir a la de otras.
    Esta fue la primera vez en la que aparecieron los violentos nausicanos, raza salvaje que recuerda bastante a nuestros amados klingons. Y como anécdota, les contaré que la única vez en que se exhibió este capítulo en la televisión abierta chilena, a finales de los noventa y durante las vacaciones de verano un mes de febrero, que entonces lo daban cerca del mediodía, censuraron una escena por considerarla demasiado “subida de tono” (no les diré cuál, para no pecar de hacer tanto spoiler).


                                           Una escena de este indiscutido gran episodio.


 16- Birthright, Part I (Derecho de Nacimiento, Parte I): El Enterprise es enviado nada menos que a Deep Space Nine, de modo que este viene a ser el primer cross-over entre TNG y DS9 (aunque no hay mayor incidencia para la cronología del segundo programa, por mucho que acá aparezca como invitado el doctor Julian Bashir).  Es así que estando en sus inmediaciones, en un periodo de descanso, un extraño alienígena se acerca a Worf y le dice que tiene información valiosa para venderle: el paradero de su padre, que en realidad no murió durante el tristemente célebre desastre de Khitomer, donde los romulanos atacaron de manera cobarde a los klingons.  Tras mucho meditarlo, el Jefe de Seguridad de la nave insignia de la Federación accede a ir al lugar donde podría encontrar vivo a su progenitor y de ese modo en dicho lugar se encuentra con otra sorpresa.
    Por otro lado, a Data le llega producto de un accidente un rayo que lo deja en un estado parecido a la inconciencia, teniendo su primer sueño.  El androide lleno de una curiosidad que lo acerca cada vez a la humanidad, está decidido a descubrir la razón de sus visiones y es así cómo se le revela la verdad de todo esto.  
    Tiempo llevábamos ya sin que se abordara la gran saga klingon en el programa, donde Worf tiene un papel importante. Al respecto, esta historia aborda tan gran arco argumental desde otro punto de vista, que luego en su conclusión tomará muy interesantes direcciones.
     Esta es la primera vez en la que el veterano actor James Cromwell trabaja para la franquicia, con posterioridad artista muy ligado a ella y quien tuvo su mayor rol para ella en la memorable película First Contact.


                                                               El "sueño" de Data.

17- Birthright, Part II (Derecho de Nacimiento, Parte II): Worf se ha encontrado al final de su destino, con una imposible comunidad compuesta por romulanos y klingons; ellos son lo que queda del aciago desastre de Kithomer y, de ese modo, el guerrero se entera de la historia detrás de tal sociedad.
    En contra de su voluntad, Worf debe quedarse para siempre en ese lugar; pero este es voluntarioso y ve con horror cómo los suyos han dejado de lado su patrimonio cultural, que más encima a los jóvenes se le has negado el conocimiento de su recia estirpe. Es así que nuestro héroe comienza una verdadera revolución ideológica en dicho lugar.
     Por otro lado, el protagonista absoluto de este capítulo conoce a una joven lugareña, con la que tiene un romance.
     Esta historia nos lleva a apreciar más que nunca a esa orgullosa cultura ficticia que son los klingons, a la que poco a poco han ido enriqueciendo con tantas tradiciones y capítulos memorables (falta un buen resto de tiempo, para que nos den la imagen iconoclasta de los hijos de Kahless en Discovery); por otro lado, la otra de las tres grandes razas trekkers, los romulanos, es vuelta a ver de una manera más humanizada, que la de los rastreros villanos de siempre.
     Por mucho que esté entre mis favoritos de todo Star Trek Worf, no puedo dejar de ver su intromisión en la pacífica comunidad klingon-romulana, como la típica invasión de una tercera cultura (léase imperio: como los mismos gringos), que ostenta el poder superior y tener la verdad, mancillando con su intervención los cimientos de los pueblos en los que se interpone (esta idea mía, claro, dejando de lado, el acto de "devolverle" a los jóvenes klingons sus raíces; de modo que podemos tener una doble lectura de la presencia de Worf: una positiva o negativa,  según cómo se le mire).


                                                               ¡Grandes klingons!

2 comentarios:

  1. Mientras tomo nota de la recomendación de Rick & Morty disfruto de este nuevo repaso a los episodios de Star Trek TNG. ¡Que grandes recuerdos, cuántos buenos episodios! Una vez mas destacar todos los aspectos de la serie... pero los guiones sobresalen por encima de todo. En casos como "Chain of Command" son una verdadera obra de relojería. Es difícil encontrarle agujeros a la historia. Casi no hacían falta efectos especiales para sostener historias drámaticas y de aventuras por igual. Otro aspecto a destacar de TNG son la gran cantidad de razas memorables que crearon. ¡Larga vida y prosperidad!

    Saludos
    RICARDO

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    Respuestas
    1. Si no me equivoco, la sexta temporada solo llegué a verla una vez (como casi toda la serie), así que como bien sabrás cada capítulo que veo, lo saboreo mucho y feliz (incluso los pocos malos que tiene...como "Aquiel").

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