miércoles, 11 de junio de 2025

Dolorosos adioses (I)

     La décima temporada de Doctor Who moderno se demoró un año exacto en estrenarse, ello con su capítulo cero, o sea, su propio especial de Navidad.  El show, para esta ocasión, significó no solo el tercer y último año del Duodécimo Doctor (interpretado de manera tan magistral por Peter Cappaldi), sino que también significó el final de Stephen Moffat como showrunner del espectáculo.  Y no podemos olvidar que el anterior tomó el relevo de Russel T. Davies cuando este abandonó la serie por motivos personales (que no creativos); de modo que Moffat aportó al personaje durante seis temporadas, enriqueciendo su mitología e incluso actualizando viejas ideas de la manera más formidable.  Stephen Moffat superó con creces a su predecesor (y no es primera vez que lo afirmo por acá), dándonos personajes inolvidables (salvo la gran Donna Noble, creada por Davies) e historias poderosas desde los principios del regreso del Doctor a la pantalla chica (de su autoría son el gran Capitán Jack Harkness y los pavorosos Ángeles Llorones).  Por lo tanto, tenemos razones de sobra para lamentar tanta despedida...
    ¡Pero mejor a disfrutar este último año juntos, que se nos viene de numerosos gustos para darnos!
 
0- El Regreso del Doctor Misterio: Nuestro Señor del Tiempo conoce a un adorable niño en plena Noche Buena.  Muchos años después para el chico, ahora convertido en un hombre adulto y joven, su vida ha vuelto realidad sus sueños de pequeño, motivado por sus lecturas infantiles y/o fantasiosas.  Y es que su encuentro con el Doctor, debido a un gracioso accidente, le concedió poderes que le han permitido convertirse en un superhéroe.
     En la historia aparece la raza del extraterrestre de cabeza , que vimos en Los Maridos de River Song y quienes serán los villanos de este otro especial de Navidad; además, conoceremos su verdadera identidad, muy inspirada en los filmes de ciencia ficción de Clase B, de antaño y quienes, más encima, nos recuerdan a los ñoños amantes de las aventuras de Superman clásicas, a viejos enemigos suyos (que yo solo vi en unas viñetas de la versión para diarios, que en los ochenta sacaba un periódico nacional).
     Bueno, teniendo en cuenta lo anterior, cabe mencionar que este capítulo es un homenaje a las historietas de justicieros enmascarados y con trajes apretados (je) y es que el coprotagonista de esta entrega, su cuarto cuando era chico, lo tenía lleno de pósters de DC y Marvel.  Más encima, el episodio resulta ser una sentida reinterpretación al mismísimo Hombre de Acero, incluyendo una particular Louise Lane.
    Cabe mencionar que regresa el gracioso socio de River Song que conocimos en el mentado especial anterior, ahora convertido en companion del Doctor y quien estará a su lado durante todo este año (al menos).

 
1.  El Piloto: El profesor lleva un buen tiempo trabajando en una universidad, dando clases allí hace décadas al parecer (¡Es increíble lo que puede hacer como viajero del tiempo cuasi inmortal!).  Allí se le ve interesado en una chica, quien trabaja en la cocina y frecuenta sus sesiones, aunque al parecer no está matriculada allí (cierta escena nos da una pista al respecto, pero habrá que esperar que la temporada se desarrolle, supongo, para saber la verdad) Nardole.
    Bill Potts, la muchacha de quien les he hablado, se siente atraída por una estudiante (lleva orgullosamente los colores gays en su indumentaria y todavía debo descubrir si es lesbiana o bisexual), quien está influenciada por una fuerza alienígena aterradora que la quiere a ella también.  Es, entonces, cuando debe intervenir nuestro querido Doctor.
    Este es el divertidísimo debut de la nueva companion (otra muchacha afrodescendiente, eso sí, muy distinta a la preciosa Samantha Jones) y la confirmación de Nardole, a quien ya vemos por tercera vez, en un rol similar (el cual resulta ser alguien también bastante sui generis, en comparación a lo que habíamos visto hasta ahora) ¿Conoceremos su historia alguna vez?
   Por cierto, queda de manifiesto desde el principio el gran misterio de la temporada: El Doctor no puede salir de la Tierra, ni abandonar su nuevo hogar en la universidad, pues debe cuidar una especie de bóveda y su contenido ¿De qué peligro y/o misión se tratará? La despedida del Duodécimo Doctor y Moffat se viene potente.
 
2. Sonríe: El primer viaje del Doctor, por opción propia, junto a su nueva companion (y solo los dos, que Nardole solo tiene una breve aparición y todo ello de manera muy graciosa e intrigante).  Nuestro Señor del Tiempo le ofrece a Bill (¿Ese es su nombre real? Tan masculino, lo que acentúa su lesbianismo, lo que al menos a mí me parece) viajar al pasado o al futuro, a lo que la muchacha opta por esto último; es así que llegan a otro planeta, a una de las primeras colonias humanas en planetas alienígenas.  Allí y entonces se encuentran con una pulcra ciudad manejada por unos robots, quienes gracias al prologo ya sabemos son una amenaza.  Así que les toca a ambos viajeros descubrir qué ha pasado con los colonos y salvarse de las entidades artificiales asesinas.
    La escenografía es hermosa e imponente, al punto que uno se pregunta si se trata de un lugar diseñado mucho antes con otras intenciones y que les prestaron para filmar allí el capítulo.
   Igual episodio me pareció algo aburrido y esa manía woke de Doctor Who de poner tanto personaje de origen indio me parece demasiado forzada, aunque no me molesta (pero es evidente su discurso "bien intencionado").  De hecho, estos dos nuevos companions no son personas atractivas físicamente, si las comparamos con sus predecesores y eso no solo me llama la atención, sino que lo celebro al darle una cuota más realista al show.
 
3. Hielo Quebradizo:  Bill y el Doctor viajan a la Inglaterra de principios del siglo XIX, haciéndonos conocer un evento desconocido por muchos (entre ellos yo) y que le llaman Feria del Hielo; esto último corresponde a un evento de comercio y festivo que se realizaba sobre el Río Támesis cuando se congela (¿O se lo habrán inventado?).  En medio de todo esto, para variar, la gente está desapareciendo y le toca a la nueva pareja descubrir lo que está pasando.
   Una historia algo débil y, más encima, no tan entretenida si se compara con otras del show, que pese a todo posee sus elementos interesantes: Un mensaje ecológico acerca de la explotación de los recursos naturales y de la fauna (descubran cómo se ve esto en medio de tan singular escenario), así como otro centrado en el abuso de los poderosos hacia los más pobres y el racismo (con un villano aristócrata detestable y bien maniqueo).
    Y si hablamos de racismo, por fin la serie reconoce su elemento woke (que se lo perdono), al referirse a lo "raro" de tener gente negra en capítulos sobre el pasado de Gran Bretaña y todo como si no hubiese existido la esclavitud y el racismo en aquellos años.
 
4. Toc Toc: El terror vuelve a uno de mis programas favoritos, con una historia ambientada en el presente.  Bill junto a un grupo de amigos de lo más simpáticos, andan buscando una nueva casa en la que vivir juntos; es así que llegan hasta una especie de mansión, en la cual vive un supuesto adorable anciano.  Por supuesto, que allí hay gato encerrado, y es que en dicho lugar unos bichos hacen peligrar la vida de los recientes inquilinos; aunque, menos mal, el buen Doctor recela del lugar y se ha obstinado en echarles una manito.
    Un gran episodio con una trama tanto emotiva, como retorcida en torno a las motivaciones del villano de turno.  Sumemos a todo esto, el hermoso diseño de la criatura que vive en el hogar temporal de Bill.

La hermosa criatura de Toc Toc.
 
5. Oxígeno:  Primer viaje del Doctor junto a Bill y Nardole desde El Piloto, que luego del mentado episodio solo vimos a este último unos pocos minutos.  Es así que acude junto a ambos nuevos compañeros por una llamada de auxilio lejana y en el futuro, en una estación espacial en la cual casi todos sus tripulantes han fallecido.  Allí descubren las espantosas razones de estos decesos, las que son un llamado a reflexionar acerca del abuso de las empresas con el público y sus trabajadores (y así cómo nosotros mismos aceptamos estos atropellos de dichas instituciones, sin rebelión alguna).
    Dentro de lo mejor de esta pieza, tenemos el comienzo, un homenaje retorcido a Star Trek, la atmósfera que nos recuerda a una historia de zombies y, en especial, el impactante final (que daría pie a los eventos de la siguiente aventura).  No obstante, se trata de un episodio, que al menos a mí, me parece débil y hasta poco interesante como una totalidad.
 
6. Extremis: La mitad de la temporada viene a ser lejos lo mejor en lo que va de esta, que hasta el momento me ha parecido esta la más débil (o menos buena) de todas las que le anteceden... Y es que en verdad esta historia es impactante.
   El Doctor no quiere que Bill sepa de las secuelas que le trajo su última aventura, si bien Nardole conoce la verdad.  Su permanencia en la universidad sigue su curso, aunque allá tampoco saben de su actual condición; es cuando llega nada menos que el Papa, pidiéndole ayuda sobre un libro maldito.  Nuestro héroe accede y lo acompañan sus nuevas comparsas, adentrándose en una misión llena de horror y existencialismo; todo con giros argumentales sorprendentes.
    Que aparezca ¿Por primera vez? el Vaticano y se juegue con su añeja tradición y secretismo no es solo lo único que enriquece esta pieza (que, no podemos negar, resulta una decisión dramática y ficticia muy osada, la que me fascinó sobremanera), sino que por fin sabemos quién está detrás de la bóveda que debe cuidar el Doctor.
 
  
Las horribles entidades de Extremis.
 

viernes, 6 de junio de 2025

¡No me convences!


1. Introducción
 
   El Eternauta es un cómic escrito por Héctor Germán Oesterheld y dibujado por Francisco Solano López, obra gráfica publicada originalmente entre 1957 y 1959, que no solo es el cómic argentino más celebre; también es una historieta de culto que bien puede ser considerada como la mejor expresión latinoamericana en su tipo.  Con millones de seguidores en todo el mundo, en especial entre los ñoños de este sector del mundo (uno de los cuales es su humilde servidor), no era difícil alucinar con la idea de una versión audiovisual: película para el cine o telefilme, aunque mejor le funcionaba el formato de miniserie o serie, para hacerle justicia a todo lo que ocurre en sus páginas...
    ¿Pero de qué se trata esta pieza de evocador nombre? En pocas palabras, de una singular invasión extraterrestre, cuyo frente argentino es el que contemplamos los lectores, y de los efectos que provoca entre los habitantes originales de la Tierra.  Es así que en el mentado título, nos encontraremos con individuos de lo más corrientes, enfrentados a un sino que en un principio los sobrepasa por completo (algo extraordinario, una catástrofe de proporciones bíblicas y/o apocalípticas, incluso); pero al cual ellos se logran adaptar y de ese modo se convierten no solo en los sobrevivientes, si no en la resistencia y en la esperanza para los suyos.  Son cualquier vecino que podríamos tener, incluso nuestros familiares y amigos, o nosotros mismos, sin preparación propia de un militar o guerrera de algún tipo (nadie sabe artes marciales, por ejemplo) ... Y todo esto es un detalle muy importante, para explicar parte de mi malestar con la producción que hoy nos reúne.
 
2. Esperanzas...
 
    Teniendo en cuenta lo suculento que resulta para un lector de cómics, y en especial de ciencia ficción, El Eternauta, era evidente que uno fantaseara con la idea de que se realizara una adaptación audiovisual de tan querida historia (en los países anglosajones, a falta de lo anterior, como mínimo, habrían hecho una versión radial).  Pero, recordemos, que se trata de una obra argentina y si bien su país posee una rancia tradición en literatura fantástica y de subgéneros, así como una rica cinematografía, esta última se ha orientado por años solo al realismo y, en menor medida, a la comedia; lo mismo sucede con sus productos para la televisión.  Por lo tanto, esperar de este país una traslación a la pantalla, de una pieza como el mentado cómic, era nada menos que un sueño (casi) imposible.
   Entonces llegó ese gigante del streaming que es Netflix y como ya nos tiene acostumbrados, dio dinero para una producción "local de calidad".  De ese modo, por fin los argentinos se envalentonaron para aventurarse con una dramatización de El Eternauta, esta de solo seis episodios en su primera temporada (un moco de pavo, para quienes esperamos más por año, aunque como decimos los chilenos "peor es mascar lauchas") y estrenada hace poco en las pantallas de todo el mundo.
    Ni cortos, ni perezosos, el papel principal, del legendario (¿O mítico?) Juan Salvo se lo otorgaron a Ricardo Darín; que les estoy hablando del actor trasandino más reconocido a nivel internacional y quien ha aparecido en un montón de realizaciones de su país, en la mayoría de las más famosas y actuales a lo largo de los últimos decenios.
    Con los antecedentes mencionados, una vez declarado el apoyo de la susodicha empresa y la estrella involucrada, era de esperarse saliera un producto sobresaliente; no obstante, mi opinión no es favorable sobre el resultado final y esto es de lo que quiero hablarles a continuación.
 
3. ... Y desilusión
 
    Desde un principio cuando supe que habían escogido a Ricardo Darín para el papel, me pareció pésima decisión; y es que siempre me imaginé al apolíneo héroe, interpretado por un guapo y recio actor argentino (de esos que abundan ¿No?).  Darín puede ser muy bueno en lo suyo, pero nunca lo he encontrado hermoso y tampoco se trata de un hombre atlético (para algunas y algunos puede serles atractivo, que al menos para mí no); además no cumple por su edad con el perfil de Juan Salvo, un hombre maduro, aunque atlético y su contrapartida es- sin querer caer yo en lo "políticamente correcto- demasiado viejo para el papel.  Ahora bien, la adaptación le da su propia justificación a la edad avanzada del personaje, lo cual tiene su lógica para las proezas que luego llega a hacer; no obstante, esto me parece demasiado forzado a la hora de explicar la elección de tener (otra vez), a su actor principal como el héroe de esta historia.  Luego, considerando lo anterior, el pasado "especial' de esta versión de streaming, nos entrega un Juan Salvo por completo distinto al de las viñetas: No solo viejo, sino que experimentado y con habilidades que lo convierten en alguien necesario y extraordinario; claro, la experiencia y madurez son elementos a considerar para adaptarse a los vaivenes de la vida y sobrevivir, pero esa no es una de las premisas del comic que inspiró este titulo.
   Junto con este Juan Salvo potenciado, tenemos a otros personajes a su lado, que se "dio la casualidad" de que justo tenían las capacidades para hacerse necesarios: Su esposa ahora es doctora;  su mejor amigo, un gran técnico; una sobreviviente que llega a cobijarse con ellos (venezolana, más encima, que hay que estar actualizado a los cambios socioculturales) posee también conocimientos como soldado... Pese a todo, en su aspecto físico, los personajes se ven de lo más corrientes, como cualquier sujeto que podríamos encontrar en la calle y sin ningún aspecto de modelos o las típicas bellezas perfectas propias de las producciones de este tipo (y en eso, sí, la serie ilustra a la gente común que abunda en la historieta original).
    Dentro de lo que puedo destacar en positivo de este título, está todo lo que concierne los aspectos técnicos y de dirección de arte.  Pues la ambientación está perfecta, tanto en interiores, como en exteriores (estos últimos de lo mejor de la serie); que todo lo concerniente a la nieve y a las zonas de catástrofe está genial.  Queda de manifiesto que los efectos especiales y de sonido, acompañan como corresponde a una historia como esta.  También la música está bien y en especial los temas populares que agregaron.
    Pero luego de hacer hincapié en lo anterior, termino con otros datos que me quitan las ganas de verme el resto de esta adaptación (que, pese a mi propia postura respecto a ella, ha sido todo un éxito): Las actuaciones me han parecido poco inspiradas, que no he visto ninguna digna de aplausos o que me haya logrado emocionar; es más, un grande como Ricardo Darín (y no solo para compatriotas suyos), me parece de lo menos inspirado y/o comprometido con su rol, como solo cumpliendo con un contrato.
    Por último, imperdonable que ni al principio de la temporada, ni al final (que me pareció decepcionante, luego de que en el cuarto episodio lograra, por fin, engancharme y el mejor de esta temporada, según mi parecer) se hiciera un homenaje a sus dos autores y en especial a Oesterheld, víctima y detenido desaparecido de la última dictadura militar de su país (triste destino que compartió junto a sus hermosas hijas).
... ¡Y se me estaba olvidando! De igual manera me parece repudiable, que este Juan Salvo nunca aparezca con su icónico traje (y solo un "barato" simulacro de casco). Más encima, ni siquiera tiene créditos de apertura.


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