La décima temporada de Doctor Who moderno se demoró un año exacto en
estrenarse, ello con su capítulo cero, o sea, su propio especial de
Navidad. El show, para esta ocasión,
significó no solo el tercer y último año del Duodécimo Doctor (interpretado de
manera tan magistral por Peter Cappaldi), sino que también significó el final
de Stephen Moffat como showrunner del espectáculo. Y no podemos olvidar que el anterior tomó el
relevo de Russel T. Davies cuando este abandonó la serie por motivos personales
(que no creativos); de modo que Moffat aportó al personaje durante seis
temporadas, enriqueciendo su mitología e incluso actualizando viejas ideas de
la manera más formidable. Stephen Moffat
superó con creces a su predecesor (y no es primera vez que lo afirmo por acá),
dándonos personajes inolvidables (salvo la gran Donna Noble, creada por Davies)
e historias poderosas desde los principios del regreso del Doctor a la pantalla
chica (de su autoría son el gran Capitán Jack Harkness y los pavorosos Ángeles
Llorones). Por lo tanto, tenemos razones
de sobra para lamentar tanta despedida...
¡Pero mejor a disfrutar este último año juntos, que se nos viene de numerosos gustos para darnos!
0- El Regreso del Doctor Misterio: Nuestro Señor
del Tiempo conoce a un adorable niño en plena Noche Buena. Muchos años después para el chico, ahora
convertido en un hombre adulto y joven, su vida ha vuelto realidad sus sueños
de pequeño, motivado por sus lecturas infantiles y/o fantasiosas. Y es que su encuentro con el Doctor, debido a
un gracioso accidente, le concedió poderes que le han permitido convertirse en
un superhéroe.
En la historia aparece la raza
del extraterrestre de cabeza , que vimos en Los Maridos de River Song y quienes
serán los villanos de este otro especial de Navidad; además, conoceremos su verdadera
identidad, muy inspirada en los filmes de ciencia ficción de Clase B, de antaño
y quienes, más encima, nos recuerdan a los ñoños amantes de las aventuras de
Superman clásicas, a viejos enemigos suyos (que yo solo vi en unas viñetas de
la versión para diarios, que en los ochenta sacaba un periódico nacional).
Bueno, teniendo en cuenta lo anterior, cabe mencionar que este capítulo es un homenaje a las historietas de justicieros enmascarados y con trajes apretados (je) y es que el coprotagonista de esta entrega, su cuarto cuando era chico, lo tenía lleno de pósters de DC y Marvel. Más encima, el episodio resulta ser una sentida reinterpretación al mismísimo Hombre de Acero, incluyendo una particular Louise Lane.
Cabe mencionar que regresa el gracioso socio de River Song que conocimos en el mentado especial anterior, ahora convertido en companion del Doctor y quien estará a su lado durante todo este año (al menos).
¡Pero mejor a disfrutar este último año juntos, que se nos viene de numerosos gustos para darnos!
Bueno, teniendo en cuenta lo anterior, cabe mencionar que este capítulo es un homenaje a las historietas de justicieros enmascarados y con trajes apretados (je) y es que el coprotagonista de esta entrega, su cuarto cuando era chico, lo tenía lleno de pósters de DC y Marvel. Más encima, el episodio resulta ser una sentida reinterpretación al mismísimo Hombre de Acero, incluyendo una particular Louise Lane.
Cabe mencionar que regresa el gracioso socio de River Song que conocimos en el mentado especial anterior, ahora convertido en companion del Doctor y quien estará a su lado durante todo este año (al menos).
Este es el divertidísimo debut de la nueva companion (otra muchacha afrodescendiente, eso sí, muy distinta a la preciosa Samantha Jones) y la confirmación de Nardole, a quien ya vemos por tercera vez, en un rol similar (el cual resulta ser alguien también bastante sui generis, en comparación a lo que habíamos visto hasta ahora) ¿Conoceremos su historia alguna vez?
Por cierto, queda de manifiesto desde el principio el gran misterio de la temporada: El Doctor no puede salir de la Tierra, ni abandonar su nuevo hogar en la universidad, pues debe cuidar una especie de bóveda y su contenido ¿De qué peligro y/o misión se tratará? La despedida del Duodécimo Doctor y Moffat se viene potente.
Igual episodio me pareció algo aburrido y esa manía woke de Doctor Who de poner tanto personaje de origen indio me parece demasiado forzada, aunque no me molesta (pero es evidente su discurso "bien intencionado"). De hecho, estos dos nuevos companions no son personas atractivas físicamente, si las comparamos con sus predecesores y eso no solo me llama la atención, sino que lo celebro al darle una cuota más realista al show.
Y si hablamos de racismo, por fin la serie reconoce su elemento woke (que se lo perdono), al referirse a lo "raro" de tener gente negra en capítulos sobre el pasado de Gran Bretaña y todo como si no hubiese existido la esclavitud y el racismo en aquellos años.
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La hermosa criatura de Toc Toc. |
Que aparezca ¿Por primera vez? el Vaticano y se juegue con su añeja tradición y secretismo no es solo lo único que enriquece esta pieza (que, no podemos negar, resulta una decisión dramática y ficticia muy osada, la que me fascinó sobremanera), sino que por fin sabemos quién está detrás de la bóveda que debe cuidar el Doctor.
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Las horribles entidades de Extremis. |