lunes, 15 de agosto de 2016

La inteligente apuesta de DC en la “guerra fílmica” contra Marvel (segunda parte).



      El 1º de agosto se estrenó la prometida cinta de El Escuadrón Suicida y tan solo tres días después en Chilito.  Fue dirigida y escrita por David Ayer, un cineasta con varios filmes a cuestas apreciados por la crítica y el público (como Día de Entrenamiento, Los Reyes de la Calle y Furia, entre otras).  Pues para esta cinta contó con un reparto de lujo, que incluyó varias estrellas de Hollywood ya reconocidas mundialmente, experimentad@s tanto en la cinematografía comercial y en el llamado “cine arte”; de este modo su caracterización como personajes del cómic bastante famosos muchos de ellos (al menos para los conocedores del medio), deja en evidencia su propia versatilidad a la hora de interpretarlos con realismo, pese a ser productos de algunas de las fantasías más descabelladas propia del género.
      La verdad es que la fecha este filme no ha recibido buenas críticas de parte de la mayor parte de la prensa, lo que en todo caso no ha mermado sus millonarias ganancias en la taquilla y que al menos a quienes sí conocen a este particular equipo de DC, ha dejado bastante contentos.  No obstante esta pésima recepción por parte de los profesionales del periodismo, más bien parece persecución en contra de los últimos estrenos para la pantalla grande de la compañía y hasta una verdadera campaña negativa de su competidora Marvel, ahora que por fin su rival se está poniendo las pilas para crear su propio universo fílmico, tras el estreno de Batman versus Superman y esta otra cinta; más todavía por estar claramente relacionada con los eventos de El Hombre de Acero y la que se acaba de nombrar (por no mencionar que la propia El Escuadrón Suicida, redondea en sus acontecimientos el conteo hacia la esperada versión de La Liga de la Justicia). Pues hay que ser sinceros, esta película posee bastantes virtudes que no pueden ser ignoradas y ello tanto en lo artístico, como en lo que viene a ser su condición como adaptación de una celebrada historieta.
     Antes de ir de lleno a la apreciación estética de esta obra, que sin dudas recomiendo y celebro, detengámonos en su argumento:
     Tras la aparición de Superman, Zod y Doomsday (bueno, la verdad es que nunca le llegan a llamar así en la cinta estrenada en marzo de este año, pero ese es su nombre) y todo lo que conlleva el conocimiento público de la existencia de metahumanos, ante la preocupación de hallar más sujetos con estos poderes que no tuviesen buenas intenciones, aparece alguien como Amanda Waller, encargada de crear una fuerza de choque contra estas amenazas…¡Y su idea justamente viene a ser la creación del Escuadrón Suicida, el que ella puede controlar a su antojo y considerando su visión particular de lo que es correcto para defender a su nación! Pues debe recordarse que este grupo está conformado en su mayoría por presidiarios (con distintos niveles de criminalidad, aunque todos ellos muy peligrosos), a los que se les ofrece la reducción de su condena si intervienen comandados por la Waller en misiones extremas y junto a su primer al mando, Rick Flagg (en el cómic, hijo del primer Flagg que apareció en la formación original del 59` del Escuadrón Suicida).  Debe saberse en todo caso, que alguien de corazón duro como Amanda está dispuesta a todo, incluso si ello significa conseguir sus objetivos, llegando incluso a actuar de una manera que para muchos sería despiadado; por lo tanto, controla a estos reos a través de un artefacto implantado en sus cuerpos y que detona una pequeña bomba mortal, con la cual se deshace de quien no la obedezca.


      La primera misión de este grupo viene a ser la de enfrentarse contra un enemigo, que por sí solos cada uno de sus integrantes serían incapaces de superar, siendo que además las fuerzas convencionales de defensa ni todas juntas podrían oponérsele: un ser de connotaciones sobrenaturales, algo por completo distinto a los villanos antes vistos.  Pues debe destacarse este punto, que hasta la fecha en lo que viene a ser los filmes basados en cómics marvelitas y deceístas, los villanos por lo general responden a patrones sacados de los moldes de la ciencia ficción, salvo en el caso de las dos películas dedicadas al Motorista Fantasma y a la que está por estrenarse sobre el Doctor Extraño (bueno, además de los vampiros de la trilogía de Blade, que igual pueden ser considerados como una raza aparte); por otro lado, de igual modo debe valorarse que en esta ocasión dicha encarnación del mal se haya bajo la figura de…¡Una fémina!
      Y para complicar todo, anda suelto nada menos que el Guasón, quien además tiene su propia agenda y en la que está involucrada una de las integrantes más hábiles del Escuadrón, la simpatiquísima (y loca como una cabra) Harley Quinn, su novia.
      Así que la labor de nuestros protagonistas, resulta ser bastante complicada, si en verdad desean salir bien parados en medio de todas estas fuerzas en pugna; más todavía porque muchos de ellos no están acostumbrados a trabajar en equipo y su propia personalidad errática les resulta otra complicación, a la hora de sacar adelante empresas que implican el trabajo en equipo (y confiar en otros).
       Tal como ya se dijo más arriba, este filme cuenta con un casting de lujo, ya que posee actores de sobra considerados como artistas de talento.  Comenzaré con uno de mis personajes favoritos, la sin par Amanda Waller.  Pues acá está encarnada por la actriz afroamericana Viola Davis, quien sin ser “bonita” como hoy en día se representa en los cómics a la lideresa del Escuadrón Suicida, con su fisonomía logra rescatar la imagen perfecta entre la Waller postcrisis y la que apareció con los llamados Nuevos 52.  Luego de la sobresaliente caracterización de tal mujer en Arrow, bien se podría decir que en este filme llega a ser su mejor encarnación para las versiones en carne y hueso del personaje.  Pues en ningún momento se le llega a ver algún punto flaco y cualquier tipo de gesto condescendiente; incluso en determinado momento del metraje, a más de un conocedor de las historietas puede llegar a sorprenderlo, ya que su frialdad pone duda su propia moralidad, tras usar cualquier medio para conseguir lo que desea.
      Luego nos encontramos con el igualmente siempre presente Deadshot, acá interpretado por la superestrella Will Smith, quien tiene a su haber un montón de títulos dentro de los géneros en los que se haya este filme (¿Será fanático de los cómics?).  Ahora bien, Deadshot nunca fue de raza negra y hasta cierto punto su elección para este papel puede resultar populista, debido a ese deseo ya exagerado de DC de tornar afroamericanos a sus personajes clásicos, vez que puede en sus adaptaciones de imagen real (basta con mencionar a Pete Ross en Smalville, la Gatúbela del filme con la preciosa Halle Berry y la más reciente Iris West en The Flash).  No obstante Smith hace tan bien su labor y el mercenario/antihéroe resulta ser tan carismático, que el lector acérrimo llega a perdonarles este desliz, pues pareciera que el formidable tirador siempre hubiese sido moreno (tal como en su momento pasó con el cambio de raza del villano Kingpin, bajo la imagen del fallecido Michael Clarke Dunkan, en el único filme dedicado a Daredevil).  Por otro lado, se debe destacar el desarrollo del tema de la paternidad de Deadshot, relación interpersonal que lo humaniza en las viñetas y por ende en esta cinta; de igual modo se rescata su nexo con Harley Quinn, el que en este caso más que ser una especie de atracción sexual, viene a ser una especie de simpatía fraternal hasta enternecedora.  Por razones obvias, en casi toda la película llegamos a ver el guapo rostro de Will (el que por supuesto vende más que todos los otros  que aquí aparecen), no obstante al menos en más de una ocasión nos llegan a dar en el gusto, mostrándolo con su máscara habitual de las revistas.


      De seguro para muchos (y para un servidor) el mejor personaje del filme, el más llamativo y esperado por todos los fanáticos, viene a ser nada menos que Harley Quinn; pues sin duda en cada una de sus intervenciones “se roba la película”, tanto por su belleza, su sensualidad y sus graciosas locuras.  Debe saberse que esta villana de conducta ambivalente (puesto que tal como queda demostrado en el argumento, a veces actúa de forma heroica), nació como un personaje secundario en la serie de culto Batman: La Serie Animada, de la mano de Paul Dini y Bruce Tim y que tras ganar popularidad, fue incorporada por fin dentro del canon oficial de los cómics deceístas.  Ahora bien, la apariencia que en la cinta posee, corresponde a la actual suya para las viñetas, puesto que el traje que antes ocupaba era otro, uno payasesco y hasta dulce, en vez del más sexy que aquí ocupa (no obstante para contento de los frikis, en una rápida escena es posible verla usando ese atuendo y junto al Guasón, en una pose sacada de la recordada portada de Alex Ross, para su debut oficial en la continuidad durante los eventos de la inolvidable saga Tierra de Nadie de Batman).  También destaca el origen que le dan acá a su locura, apodo y romance con el llamado Príncipe Payaso del Crimen, bastante fiel a cualquiera de los tres que escribió para ella Paul Dini (uno para la serie recién mencionada, otro para la historieta a la que ya me referí y un tercero para su estreno en el cartoon The Batman). La belleza y el talento de Margot Robbie a la hora de hacer su papel, le ha otorgado la promesa de tener su propia película como Harley Quinn, haciendo de protagonista el año que viene.
     Y es entonces cuando llego al Guasón, la gran némesis de Batman y que en el cine ya lleva cuatro interpretaciones diferentes, en filmes de distintas épocas y caracterizados de manera tan diversa entre uno y otro, siendo que cada aparición suya resulta memorable.  Pues en este caso le tocó a Jared Leto hacer de él, quien adelgazó bastante como para darle vida a un psicópata con apariencia esquelética y aterradora, tal cual es posible encontrarlo en varios cómics de renombre, como bien sucede con las novelas gráficas La Broma Asesina, Una Muerte en la Familia y El Hijo de Batman alguien cuya mueca cadavérica representa la imagen mortal de la muerte.  Llama también la atención en esta versión del Guasón su cuerpo lleno de tatuajes y su personalidad más propia de un mafioso sociópata, que lo diferencia del intelectual anarquista que se vio en Batman: El Caballero de la Noche, gracias al tristemente fallecido antes de tiempo Heath Ledger.
      La Encantadora es otra de las villanas famosas deceístas, quien también ha pasado por etapas heroicas, en especial durante su participación en el equipo mágico de Shadowpact.  Pues esta estuvo en la primera conformación del Escuadrón Suicida, cuando John Ostrander (quien una vez más tuvo su homenaje en pantalla al ponerle su nombre y apellido a un edificio, tal como se ve de manera rápida en una escena) relanzó al equipo en los ochenta; es así que participa en esta película con una apariencia aterradora, muy propia de los filmes de miedo y que en todo caso es la que en la actualidad posee en las historietas.  Uno de los puntos más llamativos de esta criatura, vienen a ser las ideas del trastorno de personalidad disociada y la posesión demoníaca que en ella se encuentran, temas abordados sin duda en este largometraje, ya que la Encantadora es un espíritu que se haya atrapado dentro del cuerpo de una mujer mortal y el que a veces toma la supremacía de su organismo con consecuencias inesperadas.
      Killer Croc es uno de los tantos enemigos clásicos del Murciélago, quien también estuvo en las aventuras comiqueras del Escuadrón.  Es así que acá no dejaron de usarlo, en especial por su aspecto monstruoso, si bien la estética que aquí posee se aleja del reptil humanoide, por cuanto eliminaron de él su hocico alargado y cola.  Si bien apenas posee diálogos, la gestualidad y el maquillaje del virtuoso actor nigeriano Adewale Akinnuoye-Agbaje, no deja de hacerse presente como uno de los personajes más llamativos de esta estupenda obra (debe saberse que Adewale antes estuvo en otra destacada cinta basada en historietas, si bien en una acerca de las historias marvelitas: Thor: Un Mundo Oscuro y también irreconocible en su figura).
      El Capitán Boomerang es uno de los villanos más famosos del universo DC, perteneciente a la atractiva galería de rouges de Flash, siendo que al igual que Deadshot y la Encantadora, estuvo en la clásica agrupación ochentera del Escuadrón escrita por Ostrander.  En esta ocasión se alejaron de su fisonomía de hombre maduro, haciéndolo más joven, poniéndole más barba y otorgándole mayor masa muscular; de igual modo le quitaron su personalidad más amargada e irónica, convirtiéndolo en alguien de connotaciones cómicas.  Lo único que realmente se puede extrañar de su aparición en esta película, es que prescindieron de su traje habitual tipo uniforme militar y que los boomerangs que usa parecen cualquier cosa, menos esa arma de origen australiano como él mismo.
      El Diablo es el tercer personaje de DC en usar ese nombre, tratándose siempre de un sujeto de origen latino.  En su última encarnación, también conocido como Chato Santana, se trata de un metahumano con el poder de la piroquinesis.  Pues el detalle más interesante de este miembro del Escuadrón Suicida, viene a ser que a través suyo se puede apreciar cierta faceta personal del director y guionista del filme, católico devoto, quien en más de una ocasión hizo alusiones directas e indirectas a su fe en el argumento; es así que a través del Diablo, encontramos las nociones de la culpa, la responsabilidad, el libre albedrío y la expiación, temas tan caros al catolicismo y a las historias de autores que abrazan el cristianismo.
       Luego vienen los dos héroes que forman parte del Escuadrón, comenzando por Rick Flagg, quien viene a ser el típico soldado profesional, eficiente y correcto (al menos en el guión), de modo que su conducta lejos viene a contrastar con la de sus compañeros.
       Por último nos encontramos con la superheroína nipona Katana, quien ya tuvo una muy destacada relevancia en la serie animada Cuidado con Batman y durante la tercera temporada de Arrow.  Pues acá también apenas habla y cuando lo hace por lo general es en idioma japonés.  Un aspecto muy atractivo respecto a la manera de cómo es abordada en esta ocasión, es que aprovecharon de utilizar su espada de poderes místicos, en la que las almas de quienes han muerto bajo su filo quedan atrapadas y de este modo una vez más se vuelve a utilizar el elemento sobrenatural en el argumento.
     Con bastante humor y mucha acción, el filme resulta ser toda un banquete para los amantes de los cómics deceístas, comenzando por sus primeros minutos, dedicados a los “orígenes secretos” de varios de sus protagonistas.  De igual modo resalta la relevancia que se le otorga a Batman, quien también aparece en su faceta como Bruce Wayne, nuevamente interpretado por Ben Afleck.  Asimismo hace un cameo otro importante integrante de la Liga de la Justicia y en la escena epílogo se ve una imagen de uno más de sus miembros.
      Luego de este regalo para el público y sus seguidores, DC nos ha dejado con las ganas de esperar lo que se viene el próximo año (nada menos que tres películas) sobre su naciente universo cinematográfico.  Solo basta con armarse de paciencia y fe de que no nos defraudará.


viernes, 12 de agosto de 2016

La inteligente apuesta de DC en la “guerra fílmica” contra Marvel (primera parte).



      Al parecer los responsables de mantener en pantalla grande el universo deceísta, en su afán de superar los logros hollywoodenses de la Casa de las Ideas, por fin le dieron en el blanco este año.  Luego de los disparejos logros de su primera cinta para este año, Batman versus Superman (lo siento, pero por mucho que me gusta esa cinta, creo que es la menos buena de todo lo que se ha estrenado este año en materia de superhéroes para la pantalla grande), lo único que le quedaba era ver cómo le iba con su otra película: El Escuadrón Suicida.  Es así que ante la decisión de jugársela por un equipo bastante inusual en materia de “metahumanos” para el cine, cuyos integrantes mayormente no corresponden a quienes podríamos llamar como justicieros, si no que se trata en su mayoría de reos trabajando de manera encubierta para el gobierno (a cambio de la permutación de sus condenas), se refrescó de alguna manera el panorama al respecto; y de paso con esta cinta “distinta”, llena de personajes tan estrafalarios, como atractivos y hasta carismáticos en su otredad, se ha logrado algo parecido a como en su momento sucedió con los por entonces desconocidos Guardianes de la Galaxia marvelitas…
      ¿Pero de dónde salieron estos casi desconocidos sujetos de malas pulgas y pasado poco heroico que ahora se la juegan por salvar al mundo?
      Pues originalmente eran un grupo de soldados gringos, “normales”, que en plena Segunda Guerra Mundial participó de varias misiones suicidas.  Hicieron su aparición en la colección antológica The Brave and the Bold, en su número 25 en 1959, no obstante su debut no tuvo gran impacto y por años permanecieron olvidados… Hasta que en la década de los ochenta el gran guionista John Ostrander se acordó de ellos…
      Tras reiniciado el universo DC luego de la famosa Crisis en las Tierras Infinitas, que ordenó su hasta cierto punto caótica continuidad (debido a la existencia de muchas versiones de la Tierra y de sus numerosos personajes, que en un momento supuestamente se les fue de las manos a los guionistas entre una historia y otra), Ostrander en el número 3 de la miniserie Legendas (enero de 1987) retomó el viejo concepto de tres décadas atrás y le dio un nuevo impulso; esta idea suya hasta el día de hoy ha convertido a dicho grupo en uno de los más llamativos de todo DC (si bien con el paso del tiempo, como bien sucede con estos equipos, ha tenido bastantes formaciones debido al carácter rotativo de sus miembros).
     De inmediato estos sujetos bastante bizarros ganaron su propia cabecera, de la mano del propio Ostrander y que tuvo más de sesenta números, editándose tal etapa entre 1988 y 1992.  Cabe mencionarse que desde esta segunda versión, todo un personaje se constituyó en uno de los más destacados miembros del Escuadrón Suicida; aunque no como uno de sus activos entre los criminales tentados para reducir su condena o los superhéroes con sus propios motivos para encontrarse en sus filas, si no como la mente y la firme mano detrás de todos estos: Amanda Waller, una mujer dura como pocas y hasta maquiavélica en su afán de luchar por sus ideales justicieros, de personalidad tan férrea como para enfrentarse sin problemas al mismísimo Batman. Por esta misma razón esta afroamericana con un pasado desgraciado, que la convirtió en toda una dama de hierro, puede lidiar con criminales de la talla de Black Manta, Bane y Killer Croc sin miedo alguno, consiguiéndose el respeto de estos y hasta el temor de tales despiadados asesinos. 

Amanda Waller a través del tiempo en los cómics, las animaciones y la imagen real.

     Dentro de las grandes ideas que incorporó Ostrander a su revisión del viejo Escuadrón Suicida, se encuentra lejos la utilización del popular personaje de Barbara Gordon, Batichica, luego de que esta quedó inválida tras ser baleada por el Guasón, en la elogiada novela gráfica La Broma Asesina (1988, escrito por Alan Moore y dibujado por Brian Bolland).  Pues gracias a esta recreación de un equipo venido a menos, se convirtió a la pelirroja en un personaje mejor de lo que era cuando llevaba el tótem del Murciélago; asimismo demostró que aún en una silla de ruedas se podía seguir siendo alguien extraordinario.  Es así como bajo el nombre clave de Oráculo, ayudando a Waller y a otros, haciendo de experta en información y comunicaciones, se transformó en una de los mejores integrantes del Universo DC, además de ser toda una fuente de inspiración para muchos minusválidos en todo el mundo.
     Dos etapas más tuvo con el correr de los años el Escuadrón Suicida, siempre capitaneado por la Waller, antes de su configuración actual en el Nuevo Universo DC (bueno, ya ni tan “nuevo”, si se considera que ya lleva cinco años desde el último reseteo).  La tercera durante la época en la que Lex Luthor fue nada menos que el Presidente de USA (un claro ejemplo de que los cómics no dejan de tener su crítica social, si se considera que en la ficción un sujeto tan corrupto como este, ostente tal alto cargo).  Otro guionista de renombre, se encargó de este relanzamiento, Keith Giffen, sin embargo solo llegó a editarse entre los años 2000 y 2001.
     John Ostrander regresó al Escuadrón Suicida, pero lamentablemente ello no logró repuntar a este por entonces alicaído equipo y la colección obtuvo no más ocho números, los que fueron publicados entre 2007 y 2008.
     Cuando llegaron los llamados Nuevos 52 en agosto de 2011, con el segundo reinicio deceísta, luego de la mencionada Crisis en las Tierras Infinitas, uno de los títulos que comenzaron a publicarse fue la actualización del Escuadrón Suicida.  Esta vez el escritor que estuvo detrás de sus aventuras fue Adam Glass, llegando a durar más de treinta números, pese a su buena llegada con el público y en especial a su inesperada incorporación de un villano tan singular y famoso como la loca (y preciosa) Harley Quinn (quien rápidamente se transformó en la verdadera estrella del equipo). Lo único que algunos no le perdonamos a tal versión remozada, es que en este nuevo Universo DC, cambiaron la fisonomía característica de Amanda Waller, de ser una mujer robusta (en el sentido de gorda) y poco agraciada, a una más joven, esbelta y a una belleza más de los cómics deceístas.  Al menos conservaron su etnia, sin embargo el hecho de su imagen original era uno de los elementos que la hacía tan especial, por cuanto su aspecto tosco acentuaba su personalidad avasallante; como lo que hicieron con la mencionada Barbara Gordon, de superheroína lisiada a devolverle el uso de sus piernas (no obstante esa es otra historia, de la que pronto me referiré). 

El Escuadrón Suicida en tres de sus etapas: la original, la ochentera de Ostrander y la primera colección de los Nuevos 52.

     Y ahora justamente esperando el estreno y éxito de su primera película para el cine y de imagen real (que ya tenían una antes, de la que les contaré en breve), se ha lanzado una nueva colección: El Nuevo Escuadrón Suicida  A ver cómo les va esta vez.
      En el terreno audiovisual el Escuadrón Suicida solo ha sido visto a partir de la década pasada, si bien en numerosas ocasiones y en muchas versiones, algunas de ellas bastante memorables la verdad.  Primero fue utilizado en uno más de esos recordados episodios de aquella maravilla de los cartoons gringos que es La Liga de la Justicia Ilimitada, realizado bajo el nombre de Task Force X  y donde la Waller envía a sus agentes a nada menos que robar un precioso objeto a… ¡Los cuarteles de la Liga de la Justicia! (debe saberse que  este es el otro nombre con el que se designa a dicho grupo).  Cabe decirse, además, que la Amanda Waller que aparece en este show es sin dudas inolvidable.
       Una serie también recordada con gran nostalgia viene a ser Smalville, centrada en la juventud de Clark Kent antes de convertirse en Superman; pues en su décima temporada apareció el Escuadrón Suicida, con algunos de sus personajes más emblemáticos, como Rick Flag (hijo de uno de los integrantes del Escuadrón suicida de la Segunda Guerra Mundial), Plastique y Deadshot, si bien su origen aquí cambió bastante del original y que para nada tenía que ver con Amanda Waller (o al menos cuando se le presenta por fin en pantalla).  No obstante ya se le había  nombrado con anterioridad.  Ahora bien, la Dama de Hierro fue vista antes en uno de los mejores episodios de esta misma serie, Justicia Absoluta, de la novena temporada y donde se introdujo al clásico equipo de superhéroes de la Sociedad de la Justicia, escrito por nada menos que Geoff Jhons (otro guionista de peso y que ha tenido entre sus trabajos más destacados sendas etapas para las historietas del Azuloso y la también llamada JSA); en esta serie fue interpretada por una actriz de la talla como Pam Grier, quien en su imponente figura resulta calcada al personaje de la etapa anterior a los Nuevos 52.
     Sin embargo ha sido en el programa Arrow, acerca de Flecha Verde, que Amanda Waller y el Escuadrón Suicida realmente han destacado en imagen real para la pantalla chica.  Pues en este caso se trata de la Waller esbelta y de gran belleza y de un equipo más cercano al de su génesis original que el anterior.  En medio de sus filas una vez más estuvo Deadshot (al parecer objeto del afán de potenciarlo frente a los medios audiovisuales, al usarlo una y otra vez en sus adaptaciones) y Tigre de Bronce (otro miembro clásico del grupo, aunque aquí se le presenta como villano y no como justiciero), además de un muy simpático guiño a nada menos que Harley Quinn.  Todo esto fue durante su segunda temporada.
     En 2014 salió el largometraje animado Batman: Asalto a Arkham, basado en un famoso videojuego y donde en esta historia el Caballero Oscuro debe vérselas con el Escuadrón Suicida, enviado justamente en una misión al infame manicomio.  Uno de los puntos interesantes de este filme, que para nada está hecho pensado en un público infantil, viene a ser que Deadshot y Harley Quinn tienen una especie de romance y, por otro lado, aparece el Guasón como el gran villano al que se enfrentan tanto el Murciélago, como también el Escuadrón Suicida, debatiéndose la loca criminal entre sus obligaciones con el Escuadrón y su amor enfermizo por el llamado Príncipe Payaso del Crimen…Pues debe saberse que estos tres elementos (Deadshot+Harley+Guasón) forman parte fundamental del guión de la primera película para el cine sobre este curioso grupo del universo DC; de igual modo, la aparición de Batman vuelve a ser fundamental para contar una historia sobre estos singulares individuos, en el filme de reciente estreno.

domingo, 7 de agosto de 2016

Hayao Miyasaki y el Estudio Ghibli. Parte 6: Princesa Mononoke.

      
     De 1997 data el que es considerado dentro de los mejores filmes de Hayao Miyasaki y del estudio Ghibli, siendo además uno de sus más emblemáticos títulos (tal vez solo equiparable a Mi Vecino Totoro, El Viaje de Chihiro y El Maravilloso Castillo Andante).  En cierto sentido se trata además de una especie de revisión de parte del argumento de Nausicaä y de su marcado acento ecológico crítico, pero dejando de lado la ciencia ficción, para llevarlo al terreno de la fantasía épica.  Y uno de los aspectos más interesantes de esta reelaboración de la historia de la chica adolescente amiga de la naturaleza, enfrentada a las fuerzas de la civilización que desea hacerse controlar el entorno, radica en el detalle de que Miyasaki se aleja de los moldes europeos para contar tal historia y lo hace en un marco muy oriental, por no decir nipón derechamente (lo que bien se puede observar por los rasgos, nombres y las costumbres de sus personajes).
      Si en Nausicaä la protagonista absoluta es una muchacha, en este caso se trata de dos personajes principales que representan dos puntos de vista distintos, o más bien principios diferentes y que aun así comparten el aprecio hacia el medio ambiente, llegando incluso a complementarse una vez que nace la armonía entre ambos.  Es así que nos encontramos con quien le da su nombre a este filme, una niña salvaje que ha sido criada por lobos en un “origen secreto” del que nada sabemos, cuyo verdadero nombre es San, quien vive alejada del resto de la humanidad y reniega por completo de su real ascendencia.  La chiquilla es una de las principales enemigas de una floreciente comunidad dedicada a la fabricación de armas, la cual explota la minería del lugar para mantener su economía; esta población además se encuentra liderada por una mujer de tan férrea personalidad como lo es la propio Mononoke y que sin duda viene a ser un reflejo de la soberana enemiga de la protagonista del primer filme de Ghibli, ya que ambas quieren conseguir el dominio de las fuerzas de la naturaleza (no obstante en este caso, se trata de una persona mucho más amable y querida que la antagonista de Nausicaä).
      Por otro lado está Ashitaka, el también joven príncipe heredero de su humilde nación, quien demostrando desde el principio de la película su espíritu noble, realiza un peligroso viaje hasta la tierra de los grandes dioses, para evitar que una terrible maldición que ha caído sobre él lo consuma,  pues además sabe que todo se debe a la intervención nefasta de quienes no respetan a tales deidades. En su camino era de esperarse que se encontrase con Mononoke, con quien por supuesto le resulta difícil llegar a un diálogo amistoso.  No obstante ambos que aman con todo su corazón la tierra que pisan, su flora y su fauna, no pueden quedar como rivales, más todavía si a su alrededor hay otros que sí son todo un peligro a la naturaleza a la que ellos sirven; por otro lado, pese a su corta edad, tenemos a un hombre y a una mujer, que con todos sus puntos en común representan la armonía de los opuestos y están destinados a ser una especie de Adán y Eva para un nuevo mundo que está por surgir.
San, su tribu y los kodoma.
      La mitología que llena esta obra de una serie de criaturas fabulosas, no entrega seres tan magníficos como los lobos gigantes con los que se ha criado Mononoke, quienes pueden ser fieros contrincantes, como también dulces compañeros tal como queda demostrado en esta cinta.  De igual modo nos encontramos como lo salvajes jabalís, que aquí representan la fuerza bruta y arrasadora de la misma naturaleza (cabe recordarse el amor de Miyasaki por los cerdos, tal como puede verse en Porco Rosso y en la ya mencionada El Viaje de Chihiro).  También son de gran impacto visual los monstruos provocados por la ira y el odio, bestias de aspecto gusanesco y lo que bien le espera al coprotagonista masculino, si no haya la cura contra el mal que lo acosa.  Es aquí cuando nos encontramos con los simpatiquísimos, inofensivos y mudos Kodama (sacados expresamente del folclor japonés) y que son espíritus de los árboles, blancos y pequeñitos de apariencia dulce.  De igual modo están las entidades  simiescas y que acá justamente debido a su imagen semiantropoide, representan la estupidez humana, debido a la escasa inteligencia que demuestran tener en el argumento.
      Dentro de las entidades que aparecen en esta obra, sobresale sin duda la más poderosa de todas ellas, la cual está por sobre el resto de las divinidades del bosque en el que transcurre el argumento.  De naturaleza dual, que cambia de forma radical en su aspecto y atribuciones según el horario (día y noche), es un ser que es tanto dador de la vida como de la muerte.  Su apariencia diurna de siervo con rostro humano, recuerda mucho al de la mitología celta con la idea del dios astado (y que de seguro podemos encontrar otros símiles suyos en otras religiones), lo que hace preguntarse hasta qué punto el director se permitió esta única alusión a la estética europea en su largometraje.
      El poder femenino toma más que nunca, en comparación con las cintas anteriores de Miyasaki, un papel preponderante en el guión.  Ello se puede observar en las fuertes y carismáticas figuras de la princesa Mononoke y Lady Eboshi, ambas en bandos opuestos, aunque las dos admirables por su valentía y determinación.  Es más, los lobos con los que vive la niña salvaje, tienen como a su líder a Moro, una loba y en la llamada Ciudad de Hierro, capitaneada por Eboshi, hay sin vacilaciones un gobierno matriarcal, puesto que en ella son las damas quiénes son representadas como quienes mantienen el lugar en alto (en cambio sus hombres no poseen mucha pro actividad que digamos).
      Además de las dos culturas humanas que ya se han nombrado, la de Ashitaka y la de Lady Eboshi, se presenta una tercera que entra en pugna en la guerra entre las fuerzas ecológicas y las del hombre, representadas por el ejército del señor Asano, el gobernante de una tierra lejana que tiene propósitos aún mucho más egoístas que los de Eboshi, quien solo quiere lo mejor para su pueblo.   Asano y sus hombres, al cual solo conocemos de oídas, presentan unos cuantos detalles interesantes: primero, que con todos los medios materiales que ostentan, demuestran que está lejos en superioridad respecto a la gente del “campo”, de modo que queda consignado lo vasto y complejo que es el mundo en el que se ambienta esta historia.  Segundo, queda declarada su relación con las ideas del imperialismo en el que cayó Japón durante principios del siglo pasado y que lo llevó a participar en la Segunda Guerra Mundial con devastadoras consecuencias para su pueblo…Por lo tanto Asano y los suyos representan lo peor del país del Sol Naciente, ya que además este no es capaz de pelear por él mismo sus batallas (a diferencia de Mononoke y demases). Tercero, se debe destacar al simpático y astuto anciano que comanda las fuerzas enviadas por Asano, quien no puede ser más “japonés” en su aspecto y que pareciera ser un homenaje a los queridos samuráis considerando su ingenio.
     Para retratar de la manera más impactante en el terreno visual este mundo de fantasía, Miyasaki y compañía usaron como nunca antes técnicas sofisticadas de animación computacional, muy bien mezcladas con las artes más tradicionales del animé.  El producto final de todo este llega a ser maravilloso, en especial a la hora de mostrar a los espantosos monstruos tatarigami (quienes son los que sufrieron una transformación producto de la contaminación del “odio”) y el llamado Caminante Nocturno, la gigantesca faceta del siervo Shishigami.
       Princesa Mononoke es por un lado el filme más adulto de Hayao Miyasaki, tanto por su tono serio (ya que apenas posee humor) y las implicancias de su guión más complejo que el de otras de sus obras, como por su alto grado de violencia y sangre (que implica los tradicionales cortes de cabeza y desmembramientos tan caros a las historias de samuráis). No obstante esto mismo hace que poder apreciarla en su conjunto, sea todo un espectáculo para el espectador con criterio formado.
       El compositor fetiche del director, el sensei Jao Hisaishi, se superó a sí mismo con la bellísima banda sonora que aquí compuso, la cual no puede ser más sinfónica y apoteósica (¿wagneriana quizás sería el adjetivo para referirse a ella en términos musicales?).  Al respecto se debe mencionar el igualmente sublime tema cantado por una soprano, que aparece durante esta película, el cual se queda en la memoria del público melómano, ayudándolo más que nunca a transportarse con su imaginación al mundo de esta cinta.

sábado, 6 de agosto de 2016

El (super) héroe que llevamos dentro.



            Tras el éxito del naciente subgénero de los superhéroes, a partir de finales de la década de treinta, gracias a la aparición de Superman, unas cuantas compañías quisieron subirse al carro del éxito y entre ellas la editorial Fawcett Comics atendió a este reto.  Es así que en  febrero de 1940 (en plena Edad de Oro de los cómics), lanzó la primera aventura de quien rápidamente conseguiría el estatus de toda una estrella en el medio: El Capitán Marvel (hoy conocido como Shazam por razones que ya se explicarán).  Creado por el guionista Bill Parker y el dibujante Clarence Charles Beck, fue inmediatamente tomado como una copia más del primer personaje de este estilo, el mismísimo Superman, debido al hecho de que seguía la idea de un hombre de fuerza descomunal(como si antes del Hombre de Acero no hubiesen estado Sansón, Heracles y Sigfrido, por no mencionar otros); no obstante tan solo en ese detalle radica el parecido entre uno y otro.  Fue así que basados en este mínimo parecido, los abogados de DC  llevaron al tribunal el tema por supuesto plagio, juicio que usando puras artimañas ganaron.
      Pues debe saberse que el Capitán Marvel en realidad no es un adulto, sino un niño llamado Billy Batson, bastante común como cualquier otro de la Tierra y no un extraterrestre tal cual el kryptoniano y similares.  No obstante dentro de su normalidad como ser humano mortal, radica el hecho de que posee el espíritu más noble del planeta, de modo que los desinteresados actos de este pequeño huérfano acapararon la atención del viejísimo mago Shazam, quien le otorgó los poderes con los cuales al pronunciar su nombre (¡Shazam!), es capaz de convertirse en un adulto de grandes habilidades. 
      De este modo el Capitán Maravilla (Captain Marvel en la lengua de Shakespeare) tiene su origen en lo sobrenatural, perteneciendo a una más rancia tradición que la de justicieros ligados a la ciencia ficción como el mismísimo Superman, el Detective Marciano y Hulk, que poseen capacidades (casi) como las suyas.  Además debe saberse que la palabra Shazam, es un interesante acrónimo formado por la primera letra del nombre de seis personajes míticos de la historia y quienes le conceden al también llamado despectivamente por sus enemigos  Gran Queso Rojo, sus propias habilidades: la sabiduría de Salomón, la fuerza de Hércules, la resistencia de Atlas, la resistencia de Zeus, el coraje de Aquiles y la velocidad de Mercurio.
      Considerando que originalmente el arte de la historieta apareció como una manifestación dirigida al público infantil (en especial por el prejuicio de que sus lectores eran solo personas pertenecientes a esta edad), el detalle de que el Capitán Marvel fuese en realidad un menor, quien podía cumplir la fantasía de convertirse en adulto de un momento a otro y hacer todo tipo de acciones prohibitivas para los pequeños, acaparó de inmediato la atención de este público cautivo; de este modo la proyección con Billy Batson era evidente.


     
      Con posterioridad DC (ni tonta, ni perezosa) compró los derechos del Capitán Maravilla y toda su interesante mitología a Fawcett Comics, la empresa que dio nacimiento a este y a la que le puso varios problemas legales por la supuesta copia  a su superhéroe más emblemático.  Es así que a partir de esta época, sus aventuras corrieron a cargo de esta otra empresa, si bien todo lo que ocurría en sus revistas correspondía a otra versión de la Tierra y no era la misma en la que transcurrían la vida de la Liga de la Justicia y demases.   Recién a mediados de los ochenta, gracias a la épica saga de Crisis en las Tierras Infinitas, que reorganizó el Multiverso DC por casi un cuarto de siglo, agregando a su panteón personajes comprados a otras editoriales como la Familia Maravilla, se le pudo ver codeándose junto al resto de los “grandes” de su segundo hogar.
      Pese a la antigüedad de la que data este superhéroe, la Casa de las Ideas le hizo jugar su propia mala jugada a DC y puso como marca registrada a un superhéroe salido de sus filas en la década de los sesenta: un alienígena que en la Tierra fue conocido como Capitán Marvel. A raíz de que el fallo quedó a favor de Marvel, DC ya nunca más pudo publicar en portada alguna tal nombre (razón por la cual si bien se seguía llamando igual, en los titulares se optó por usar la palabra Shazam).
      Debido al gran éxito del personaje, con el paso del tiempo aparecieron adaptaciones audiovisuales sobre este mismo, comenzando con las típicas matinees seriadas para la televisión y en blanco y negro (en tan solo 1941, o sea, solo un año después de su debut en las viñetas).  Luego en los setenta se estrenaron producciones televisivas de imagen real, que fueron bastante populares y recién a principios de los ochenta contó con su propio cartoon y que logró gran aceptación entre el público infantil al cual estaba dirigida; cabe mencionarse que considerando este aspecto, en ella se aprovechó de usar por primera vez en la pantalla a la llamada “Familia Maravilla”, compuesta por el payasesco Tío Marvel y los mucho más interesantes Mary Maravilla y Capitán Maravilla Jr., quienes compartían el poder de Shazam.
      No obstante tuvo que llegar el siglo XXI, para que por fin pudiese verse una versión animada del Gran Queso Rojo, más seria y acorde a estos tiempos.  De este modo, la primera vez en que el Capitán Maravilla deceísta intervino en una verdadera historia “inteligente”, fue en un famoso episodio del programa Liga de la Justicia Animada (2005), llamado Clash y donde hubo una pelea de antología entre los dos grandes forzudos de DC (¡Adivinen quiénes!).   Con posterioridad otro show basado en los cómics de DC, Batman el Valiente, utilizó en más de una ocasión al personaje, quien se codeó junto al Murciélago en muy divertidas aventuras.
       Siguiendo con la animación, pero en este caso con la hecha para la venta directa, como bien sucede con la serie de películas más bien dirigidas a un público de mayor edad, el Capitán Maravilla estuvo en Superman/Batman: Enemigos Públicos (2009), Liga de la Justicia: The Flashpoint Paradox (2013) y Liga de la Justicia: Guerra (2014), todas ellas basadas en famosas novelas gráficas.  Dentro de este listado debe agregarse el cortometraje de 2010 Superman/Shazam: el Regreso de Black Adam, una formidable historia que dejó con ganas de más a sus fanáticos, debido a la brevedad de su metraje y aun así gran calidad de su factura.
       Una vez que el personaje fue reintroducido con bombos y platillos, gracias a la mencionada Crisis en las Tierras Infinitas, luego del primer reinicio del DC, tuvo el honor de poseer su primera miniserie y nada menos de la mano de un guionista veterano como lo es Roy Thomas (1987); poco después en 1991, gracias a la labor de otro escritor de renombre, Jerry Ordway, se volvió a recontar sus orígenes.   Corría 1995, cuando la saga deceísta de ese año, que abarcó tanto el arco principal en una miniserie, como el de los ti-ens a través de las revistas de varios de sus personajes, Underworld Unleashed, lo tuvo dentro de sus figuras principales; en ella el demonio Nerón buscó conseguir el alma más pura de la Tierra: la suya. Asimismo, no se puede olvidar su decisivo papel en la poética obra titulada Kingdom Come (1996) y en el cual el futuro de la humanidad radica en los hombros del Capitán Maravilla, quien en esta historia alternativa es un adulto Billy Batson y a quien Lex Luthor le ha lavado el cerebro.  Luego de la mano de Geoff Jhons  en el guión y Andy Kubert en el dibujo, se vio otra versión alternativa (y bastante oscura) del Gran Queso Rojo, en la miniserie apocalíptica Flashpoint; pues en ella varios niños de distintas etnias y características, se unen para dar forma a un amargado justiciero.  El propio Jhons se dio el gusto de replantear al personaje, ahora llamado Shazam, en los Nuevos 52, el segundo gran reseteo deceísta; todo esto en una historia de apoyo dentro de las páginas de la Liga de la Justicia y la que sirvió para que luego el Capitán Maravilla se uniera a sus filas.
        Tras esta sencilla revisión de la trayectoria del Capitán Maravilla, en especial sobre lo que ha sido su paso por los cómics de los pasados treinta años, por fin llego a la novela gráfica que inspiró este post: ¡Shazam!: El Poder de la Esperanza (2000), la cual corresponde a una preciosa novela gráfica escrita por Paul Dini y dibujada por Alex Ross, en lo que vino a ser su tercera colaboración en una serie de anuales de lujo y usando a algunos de los personajes más destacados de DC.  Es así que en esta ocasión le tocó al Gran Queso Rojo, ser protagonista absoluto de una de esas obras de arte que dignifican el género superheroico y los cómics; justamente por el hecho de que guión y dibujo van de la mano para realizar un trabajo intenso, en lo argumental y lo visual.
       En este título se cuenta de manera muy breve, aunque clarificadora, el origen del Capitán Maravilla, dejando de manifiesto su especial personalidad, por ser en realidad un niño quien se encuentra detrás de tan imponente figura.  El argumento como otros de esta serie ideada por Dini y Ross, no se detiene en contar una historia de aventuras y acción, con grandes batallas y la aparición de villanos y monstruos (de hecho, solo aparece en una imagen uno de sus rivales más característicos, el Doctor Sivana, sin embargo, ese es un detalle expuesto solo para los lectores más duchos en su mitología).  En cambio lo que sí se presenta en este caso, es una trama acerca del camino interior que vive todo héroe (o superhéroe) y en lo que viene a ser la reafirmación de su papel en el mundo y la consecución de la plenitud tras asumido dicho rol.  En este sentido el título de la historieta, que implica la oración El Poder de la Esperanza, ejemplifica en un 100% el carácter del personaje y de sus colegas, quiénes representan sin duda la posibilidad de un mundo mejor al existir voluntad y deseo de hacer el bien (algo que por proyección desde una obra de ficción, en realidad está  abierto a cualquier persona en el planeta).
         Billy Batson y su alter ego quedan expuestos como alguien sensible, en especial por tratarse de un niño, una persona que pese a todo lo que ha vivido mantiene su inocencia y dulzura, lo que lleva al conflicto que se le presenta en las páginas de este cómic: la duda sobre la validez de la labor realizada y el destino que le concierne a uno mismo.  Empero no se trata de una concepción determinista, acerca de la razón sobre por qué estamos acá, si no que todo se trata (tal como queda de manifiesto en el guión) del libre albedrío y el deseo real de querer hacer algo con nuestro paso por la vida: en otras palabras, sobre el poder de nuestras decisiones.
          La misma naturaleza infantil del Capitán Maravilla, hace que este mantenga una mayor identificación con otros de su edad, lo que se expresa a través de una muy emotiva visita del superhéroe a un hospital para pequeños.  Pues es a partir de esta acción, que el personaje obtiene una lección de peso y que también a nosotros nos llega como avatares de esa humanidad, que simboliza alguien como Billy Watson y su identidad secreta.  Los momentos más emotivos de esta historieta, se hayan justamente a partir de su llegada al centro médico y donde se expresa más que nunca la maestría de Alex Ross para representar toda una gama de emociones, a través de su estilizado y  realista dibujo, que bien puede llegar hasta el corazón del lector (no puedo negarlo… ¡Lloré más de una vez con este cómic!).
           El formato de esta obra y el resto de las que componen la serie creada por Dini y Ross, sobresale entre las ediciones regulares de DC, ya que posee un tamaño mucho más grande, como si fuera un libro de cuentos de hadas tradicional e ilustrado.  Este estilo tan “artístico” se puede observar en el detalle de que sus imágenes, ya no están divididas en las habituales viñetas, si no que presentan una acuarela que puede abarcar toda una página o dos; del mismo modo hay casos en los que los dibujos se hayan uno junto al otro, en lo que son escenas de la vida de su protagonista.   El texto escrito que acompaña a las ilustraciones, se aleja por completo de los globos de diálogos, ya que lo que llegamos a leer viene a ser nada menos que la propia narración en primera persona del protagonista, quien no solo nos cuenta su historia, sino que también comparte con nosotros sus hondas reflexiones.
            Luego de leer y apreciar una obra como esta… ¿Quién sería capaz de negar la calidad artística de tan magnífica obra? 

A mi humilde parecer...Una de las ilustraciones más hermosas y cargadas de sensibilidad de esta perla del cómic "superheroico".

domingo, 31 de julio de 2016

Hayao Miyasaki y el Estudio Ghibli. Parte 5: Porco Rosso.

     De 1992 data el filme Porco Rosso, que tal como dice el nombre del protagonista en italiano, se trata de un muy particular cerdo (puerco) rosado, quien en realidad es un ser humano que por fuerzas desconocidas ha sido transformado en un antropomórfico porcino y quien sigue su vida como si nada inaudito le hubiera pasado, pese a su aspecto; asimismo la gente a su alrededor ha aceptado su rareza también como si nada, es más, pareciera que su antiguo atractivo de galán hubiese seguido aún con esa nueva imagen suya, que por un lado lo ayuda a destacar entre los demás los pilotos y lo sigue manteniendo como una persona extraordinaria.
     Ambientada entre ambas Guerras Mundiales en plena Italia (si bien la falta de detalles más específicos sobre la época y el lugar, hacen creer que en realidad se trata de un mundo alternativo), es aún mucho más “europea” que su predecesora, Kiki.  Es así que su argumento gira en torno a este individuo, que tras el final de la Primera Guerra vive como mercenario, sacándole provecho a su hidroavión como el resto de sus colegas, mientras que mantiene una relación amorosa no consumada con una preciosa cantante y dueña de un exclusivo club, quien espera que este de una vez por todas se la juegue por ella.  Su enemistad con un grupo de piratas aéreos lo lleva a su supuesta última aventura, en la que se involucra una muy especial jovencita técnica área y una apuesta en dinero que otorga algunos de los mejores momentos de este filme.
      Simbólicas resultan ser las circunstancias en las que el personaje principal sufre su metamorfosis, pues ello resulta ser justo cuando supuestamente le tocaba morir junto a varios de sus compañeros (el flashback dedicado a este momento, es sin dudas una de las escenas más bellas y líricas de toda la película); pues ante una experiencia como esta, bien debería haber regresado espiritualmente más sabio, no obstante al ser su cambio de tipo externo (y en un marrano más encima), podría considerarse como una proyección de su temperamento materialista, de modo que todo se trataría de una oportunidad para que luego de conseguir una verdadera epifanía, por fin pudiese conseguir la templanza que le faltaba.  Es así que al final de la historia, este recupera su figura original; no obstante Miyasaki nos muestra todo esto de una manera implícita, ya que tras adquirida la redención el protagonista, no es la misma persona de antes y ello al parecer solo queda para el propio Porco.
      Por primera vez en lo que van las películas del estudio Ghibli dirigidas por Hayao Miyasaki, se aborda el tema del romance y entre dos adultos más encima.  La mujer que ama al aviador no solo es hermosa y canta como los dioses, sino que también es inteligente y encantadora (los hombres andan detrás de ellas como moscas)…Sin embargo el tipo al que ama no sabe valorar en todo su conjunto a quien lo espera como Penólope, una fémina independiente que podría tener a quien quisiera y que sin embargo le es fiel como nadie.  Pero el torpe Porco Rosso la ama a su manera, como alguien inmaduro y al que todavía le falta mucho para aprender a reconocer lo que tiene frente a sus ojos. 
      La amada del protagonista no es la única mujer de fuerte carácter retratada en esta cinta, pues aquí también nos encontramos con la preciosa muchacha que arregla el vehículo de chancho, convirtiéndose luego en su principal aliada para derrotar a sus contrincantes y conseguir el preciado premio.  Se podría decir que ante la presencia de estas dos damas, el poder femenino queda más que claro, no obstante no se puede olvidar la aparición de un muy simpático grupo de niñitas casi al principio de la película y luego el de toda una familia de puras mujeres, con lo cual el autor deja más que en evidencia su aprecio por el otrora llamado sexo débil (puesto que a la larga tal como queda consignado en la trama, los hombres nada somos si no contamos con su importante colaboración e inspiración).  Abuelas, madres, amigas, novias…destacan en esta especie de oda a su existencia.
      Por otro lado, queda de manifiesto en este largometraje el amor del director y guionista por los aviones, algo que en parte se pudo ver en Nausicaä y Laputa, como también podrá ser apreciado en El Castillo Andante (2008), si bien en estos tres casos a través de la creación de artefactos de apariencia más cercana a la ciencia ficción, que a los más realistas que aparecen en este otro trabajo.  Al respecto, se puede mencionar la dedicación con la que se hizo la memorable escena en la que se activa la hélice de la nave de Porco, la que usó una técnicas de animación bastante sofisticada para la época y que viene a ser otra muestra de la genialidad de las mentes detrás de estas joyitas del anime.
      Debe saberse que el humor toma un papel bastante destacado en este filme, partiendo por la muy cómica aparición de las mencionadas niñitas, quienes convierten un rapto masivo en uno de los momentos más hilarantes y divertidos de todo su metraje.  No obstante esta situación que pese a todo resulta de lo más absurdo, se debe a que sus propios captores son caracterizados como sujetos de pocas luces, bien “machos”, pero unos trogloditas comparados con Porco Rosso (quien un cerdo será, pero no una bestia); sin embargo tal y como queda detallado, su corazoncito poseen estos criminales de pacotilla y se hacen simpáticos al público.  De igual modo resulta bastante graciosa la batalla final del antihéroe con su gran rival, quien además anda detrás de su amada.
     Quizás no sea la mejor película de Hayao Miyasaki para Ghibli, no esté entre las más divertidas y populares, no obstante aun así viene a ser un ejemplo más de la perfección con la cual su responsable (y compañeros de labor) hacen lo suyo y con un amor muy grande hacia el arte de contar buenas historias.  Por otro lado, debe mencionarse que lejos Porco Rosso posee una de las mejores bandas sonoras de entre las cintas de Miyasaki, una vez más de la mano del maestro Jao Hisaishi, quien hizo para esta ocasión una serie de melodías nostálgicas y que nos remiten a los tiempos y lugares en los que transcurre esta obra.

Preciosa escultura basada en el personaje.

viernes, 29 de julio de 2016

Bajo su propia línea argumental.


      Luego de la quinta temporada del popular programa de televisión Juego de Tronos, basado en la saga literaria Canción de Hielo y Fuego de George R. R. Martin, el espectador que se ha leído los libros, ya tiene bien claro que el programa ha seguido su propio rumbo respecto a las novelas que lo inspiraron.  Pues si hasta la cuarta temporada se trató de una adaptación bastante fiel a los textos escritos (se suponía que cada temporada versaría sobre uno de los libros), ante la demora del autor para sacar los dos últimos tomos, los productores fueron introduciendo poco a poco grandes cambios en la trama; de este modo tal como ya se dijo, la temporada del año pasado dio el paso a que esta sexta temporada fuese una historia independiente por sí misma.
    Varias sorpresas nos dio a sus seguidores GOT (abreviación en inglés para Game of Thrones), desde su primer episodio de este año.  Imposible olvidarse de la imagen en la que se muestra el gran secreto de la hermosa y temida Bruja Roja, sacerdotisa del dios conocido como el Señor de la Luz, quien luego del desastre en el que estuvo involucrado el hombre en quien tenía depositada su fe, como el verdadero heredero al codiciado Trono de Hierro, a partir de ahora se vuelve una mujer completamente distinta: tras ser alguien de personalidad avasallante y segura de sí misma, pasa a convertirse en una persona más humilde e introvertida, luego de la lección “sobrenatural” que se le da hacia el final de la quinta temporada (de hecho, pareciera que HUMILDAD es un concepto relacionado con varios de los personajes, quienes deben aprender mejor esta actitud durante este último año, si bien igual desde antes se encontraban en tal camino: Sansa, Arya, Tyrion, Cersei hasta cierto punto, su hijo Tonmen, Margaery, Theon y un viejo personaje que tras largo tiempo ausente, vuelve a salir sorpresivamente para felicidad de la audiencia).
     Se supone que desde la temporada anterior, los guionistas han podido usar elementos de Vientos de Invierno (el sexto libro que según dicen por fin se publicará a finales de este año, tras cinco de larga espera), puesto que Martin ha liberado uno que otro extracto por ahí; asimismo de seguro les habrá revelado más de algún dato inédito a estos y que el resto solo podrá conocer una vez que tenga la novela en sus manos.  No obstante como no he querido indagar más, sobre qué acontecimientos son del susodicho tomo aún inédito y cuáles fueron inventados en exclusivo para la serie, solo de algunos hechos no puedo dudar como propios de la adaptación televisiva…
     …Es así que el destino de John Nieve pareciera ser algo original del programa, en especial en lo que concierne a la manera de cómo es mantenido en activo acá.  Por otro lado, el encuentro con su media hermana Sansa,  se trata de algo por completo salido de esta adaptación (siendo bastante emotiva la nueva relación entre ambos, ya que mucho tuvo que pasar como para que la chica llegara a apreciar al “bastardo”).
      Sigamos con la familia número uno de gran parte de los televidentes: los Stark.  Parto por una de mis favoritas, Arya.  La chica es tratada acá siguiendo buena parte de lo narrado en Danza de Dragones (continuando su educación como discípula del Dios de Muchos Rostros); no obstante en el último capítulo, nos da toda una sorpresa de antología, detalle que sigue manteniéndola entre los mejores personajes de tan épica historia.  Es así que su actitud decidida y corazón férreo maravillan a todos, por cómo es capaz de sortear a tan corta edad tantas pruebas, que solo la gente extraordinaria podría llegar a conseguirlo.
      
Arya enfrentada una vez más a la adversidad.
Bran Stark de igual modo posee sus grandes momentos dentro del programa, los que refuerzan más que en otros personajes el elemento sobrenatural. Cabe mencionarse que por intermedio del chiquillo, se revelan algunas de las grandes incógnitas que han permanecido latentes por más de media década.  De este modo en el transcurso de varias de las escenas dedicadas a este chico, salen a la luz sabrosos detalles, que en más de una ocasión dejan al televidente con el corazón en la boca: el origen de los Caminantes Blancos, la identidad de la madre de John Nieve, el pasado de Hodor y la heroica muerte de un querido personaje (la cual se transforma en sin duda uno de los momentos más sobrecogedores de todo el show).  Asimismo en el papel de su nuevo maestro, se incorporó un actor de la talla de Max von Sydow  (artista con una filmografía impresionante, quien entre tantos papeles tuvo nada menos que el papel del Padre Merrin en El Exorcista, por no mencionar otros de sus roles icónicos); por lo tanto dicha intervención, ensalza más que nunca el carácter cinematográfico y la calidad de la serie.   Por otro lado, impacta ver cuánto ha crecido el joven actor a cargo de Bran, aún más que en el caso de quien lleva sobre sus hombros la interpretación de Arya; de este modo no quepa la menor duda, de que también los años han pasado dentro del mundo ficticio de GOT.
      En cuanto Daenerys de la Tormenta, da quizás su más potente participación durante la sexta temporada, cuando logra zafarse por completo de sus captores, en un acto que hace cambiar por completo su actual rumbo de vida.  Si se hiciera un listado con los finales más memorables para un capítulo del programa, este sin duda se encuentra entre los más potentes del show ¡Pues quién se esperaba tal manera para recuperar su libertad! Con posterioridad, cuando por fin consigue las fuerzas necesarias para recuperar el Trono de Hierro, que por derecho de sangre le pertenece, la imagen y el sentido de todo ello es formidable, apoteósico y épico (disculpen tanto adjetivo rimbombante, pero es que basta con recordar las imágenes como para no dejar de gozarse en ello).
     Muy ligado a la supuestamente única descendiente de los Targaryen, se encuentra otro de los protagonistas predilectos de quienes ven y disfrutan este programa, Tyrion Lanniester.  Pues el enano más encantador del mundo, se encuentra en esta ocasión realizando su labor como gobernante y/o consejero con mejores resultados (y además mucho más apreciado), que cuando fue Mano del Rey durante la segunda temporada.  A la vez su relación con Varys, queda todavía más de manifiesto como una inusual y valiosa amistad entre dos “parias”, quienes han llegado a quererse y a necesitarse, mientras andan detrás de lo más cercano a su idea de la plenitud. 

El destino de Bran no deja de ser tan
 increíble, como el del resto de su familia.

      Siguiendo con los Lannister, Cersei (a quien no dejo de llamarla “La Perra”), nos otorga en el último episodio otros de los instantes cúlmines de la serie.  No obstante, antes de que nos demuestre como nunca el valor de la paciencia y de un espíritu frío, para tomar las determinaciones más drásticas en pro de nuestros ideales, bien logra engañarnos acerca de sus verdaderas intenciones  (dejo de lado todo juicio de valor respecto a su conducta, para no caer en el spoiler).  Su difícil trato con la llamada Reina de las Espinas, la matriarca de los Tyrell, de igual modo llama la atención, puesto que la anciana en ningún momento se cree sus artimañas y sigue despreciándola; uno llega a sentir lástima, por quien a tanta gente ha dañado, pero como dice el dicho: “Más sabe el Diablo por viejo, que por Diablo”.
       En cuanto a Jaime Lannister, este no aparece tanto como se quisiera, si bien por fin  sale cumpliendo las labores del único fragmento que posee en Danza de Dragones (de seguro su escasa participación de este año, se debió a que el actor a cargo suyo, Nikolaj Coster-Waldau, se encontraba filmando su papel protagónico de Dioses de Egipto).   No obstante su mayor participación dentro de la sexta temporada, viene a ser su emotivo reencuentro con Brienne de Tarth, el cual deja consignado el aprecio entre ambos valerosos colegas de armas, pese a que se encuentran en bandos opuestos.  La misma Doncella de Tarth, tampoco aparece tanto durante este año, si bien no deja de mostrarse como una de los personajes más admirables de todo GOT (ya que tal como su compañero de casting, Gwendoline Christie, tenía otras obligaciones, porque se encontraba filmando el Episodio VII de Star Wars).
      Así como la historia de Cersei transcurre en Desembarco del Rey, en este mismo lugar se desarrolla una muy interesante y simbólica trama paralela, en torno a la rama fundamentalista de los Gorriones; esta es una orden religiosa, que en la cuarta temporada fue apoyada por “La Perra”, quien deseaba utilizarlos para deshacerse de sus enemigos y a la que sin embargo “se le dio vuelta la tortilla”.  Pues a través de estos fanáticos religiosos, quienes supuestamente sirven a los Nuevos Dioses, los llamados Siete, se presente el tema de la teocracia, puesto que su ascenso es propio de todos aquellos gobiernos donde la fe no se separa del poder político.  El drama detrás de los excesos de estos ciegos acólitos y de su líder (siendo que este último se esconde bajo la imagen de un hombre sencillo y sabio), tan estrechos de mente e intolerantes, lamentablemente no es solo fantasía, puesto que en el mundo real por desgracia se han dado a lo largo de los siglos ejemplos de ello.  Las intervenciones de estos nefastos sujetos y en especial la de su cabecilla, resultan en más de una ocasión inolvidables.
     Tras tantas penurias, Theon Greyjoy poco a poco inicia su camino a la redención.  Primero como salvador de Sansa, cuya familia traicionó en el pasado y luego regresando a los suyos, aunque ya no como el heredero que deseaba ser cuando era un hombre orgulloso, si no que como principal apoyo de su hermana Asha y quien busca liderar a los llamados Hijos de la Sal (en realidad “Yara” en la serie de HBO, puesto que le cambiaron su nombre para no confundirla con la “salvaje” Osha).  Es así que gracias a las escenas que giran en torno a esta gente, el televidente (y en especial quien se ha leído las novelas) puede disfrutar de la representación audiovisual de varios de los pasajes de Festín de Cuervos y Danza de Dragones, que fueron omitidos con anterioridad en la adaptación televisiva, correspondientes a los que versaban sobre esta familia y el resto de tan bárbaros piratas.  La transformación física de Theon, que represente su misma odisea espiritual, impacta si se tiene en cuenta cómo era antes; del mismo modo, Yara ya no se ve tan guapa y sexy como antes, como si los años se le hubiesen venido encima y eso que es la misma actriz de sus primeras apariciones (¿descuido de la artista o algo perpetrado a propósito por los productores y/o guionistas?).
      Samwell Tarly continua con su propio viaje físico e interno, que lo lleva a convertirse de igual modo en alguien mejor, destacando el amor que siente hacia Eli y su hijo; de este modo logra dar otros ejemplos de su propia heroicidad, antes latente (destacable el agregado de la visita de estos tres a la casa de los Tarly, la confrontación con su despótico padre y la belleza descubierta de Ely, al cambiar su vestimenta por una más lujosa); de igual modo su lealtad para con la Guardia de la Noche y su amigo John Nieve, le agregan más puntos como un personaje querido.  Su esperada llegada a la valiosa ciudad de Antigua, cuando por fin es posible ver la inmensa biblioteca de dicho sitio, sorprende tanto al personaje como al espectador.
      Si bien el penúltimo capítulo de la sexta temporada, con la famosa Batalla de los Bastardos, resulta dentro de lo mejor de todo GOT (entre otras cosas, porque por fin el despiadado Ramsay Nieve/Bolton obtiene su merecido castigo a tanta maldad), el último deja la vara muy alta en materia de emociones y sorpresas.  Pues parte con una venganza de esas tan bien orquestadas y sangrientas, que bien recuerda al famoso final de El Padrino II de Coppola, sobre la novela y el guión de Mario Puzzo; para dar luego paso a un buen número de circunstancias increíbles, relacionadas con varios personajes, quienes cada vez más comienza a unir sus destinos entre sí, cuando antes tenían caminos separados.  Habrá que esperar con paciencia y expectación casi un año, para ver cómo todo se une y luego comparar con el texto que ya está por venir para regocijo de los lectores, viendo así qué tanto se han bifurcado libros y serie entre sí.
       Por supuesto que muchas otras cosas pasan durante estos diez capítulos (incluyendo varios gratos retornos de personajes a la serie), pero mejor que los descubra el fanático, que los detalles resultan más gratos cuando es uno mismo quien lo hace y aún en mayor medida si no se tiene idea de qué vendrá a continuación.

Daenerys de ser una de las mujeres más poderosas de la serie, se vuelve a
encontrar sumida en la miseria, hasta que...(je, je, je).
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