El 1º de agosto se estrenó la prometida
cinta de El Escuadrón Suicida y tan solo tres días después en Chilito. Fue dirigida y escrita por David Ayer, un cineasta
con varios filmes a cuestas apreciados por la crítica y el público (como Día
de Entrenamiento, Los Reyes de la Calle y Furia,
entre otras). Pues para esta cinta contó
con un reparto de lujo, que incluyó varias estrellas de Hollywood ya reconocidas
mundialmente, experimentad@s tanto en la cinematografía comercial y en el
llamado “cine arte”; de este modo su caracterización como personajes del cómic
bastante famosos muchos de ellos (al menos para los conocedores del medio),
deja en evidencia su propia versatilidad a la hora de interpretarlos con realismo,
pese a ser productos de algunas de las fantasías más descabelladas propia del género.
La
verdad es que la fecha este filme no ha recibido buenas críticas de parte de la
mayor parte de la prensa, lo que en todo caso no ha mermado sus millonarias
ganancias en la taquilla y que al menos a quienes sí conocen a este particular
equipo de DC, ha dejado bastante contentos.
No obstante esta pésima recepción por parte de los profesionales del
periodismo, más bien parece persecución en contra de los últimos estrenos para
la pantalla grande de la compañía y hasta una verdadera campaña negativa de su
competidora Marvel, ahora que por fin su rival se está poniendo las pilas para
crear su propio universo fílmico, tras el estreno de Batman versus Superman y
esta otra cinta; más todavía por estar claramente relacionada con los eventos
de El Hombre de Acero y la que se acaba de nombrar (por no mencionar que la
propia El Escuadrón Suicida, redondea en sus acontecimientos el
conteo hacia la esperada versión de La Liga de la Justicia). Pues hay
que ser sinceros, esta película posee bastantes virtudes que no pueden ser
ignoradas y ello tanto en lo artístico, como en lo que viene a ser su condición
como adaptación de una celebrada historieta.
Antes de ir de lleno a la apreciación
estética de esta obra, que sin dudas recomiendo y celebro, detengámonos en su
argumento:
Tras la aparición de Superman, Zod y
Doomsday (bueno, la verdad es que nunca le llegan a llamar así en la cinta
estrenada en marzo de este año, pero ese es su nombre) y todo lo que conlleva
el conocimiento público de la existencia de metahumanos, ante la preocupación
de hallar más sujetos con estos poderes que no tuviesen buenas intenciones,
aparece alguien como Amanda Waller, encargada de crear una fuerza de choque
contra estas amenazas…¡Y su idea justamente viene a ser la creación del
Escuadrón Suicida, el que ella puede controlar a su antojo y considerando su
visión particular de lo que es correcto para defender a su nación! Pues debe
recordarse que este grupo está conformado en su mayoría por presidiarios (con
distintos niveles de criminalidad, aunque todos ellos muy peligrosos), a los
que se les ofrece la reducción de su condena si intervienen comandados por la
Waller en misiones extremas y junto a su primer al mando, Rick Flagg (en el
cómic, hijo del primer Flagg que apareció en la formación original del 59` del
Escuadrón Suicida). Debe saberse en todo
caso, que alguien de corazón duro como Amanda está dispuesta a todo, incluso si
ello significa conseguir sus objetivos, llegando incluso a actuar de una manera
que para muchos sería despiadado; por lo tanto, controla a estos reos a través
de un artefacto implantado en sus cuerpos y que detona una pequeña bomba mortal,
con la cual se deshace de quien no la obedezca.
La primera misión de este grupo viene a
ser la de enfrentarse contra un enemigo, que por sí solos cada uno de sus
integrantes serían incapaces de superar, siendo que además las fuerzas
convencionales de defensa ni todas juntas podrían oponérsele: un ser de connotaciones
sobrenaturales, algo por completo distinto a los villanos antes vistos. Pues debe destacarse este punto, que hasta la
fecha en lo que viene a ser los filmes basados en cómics marvelitas y
deceístas, los villanos por lo general responden a patrones sacados de los
moldes de la ciencia ficción, salvo en el caso de las dos películas dedicadas
al Motorista Fantasma y a la que está por estrenarse sobre el Doctor Extraño
(bueno, además de los vampiros de la trilogía de Blade, que igual pueden
ser considerados como una raza aparte); por otro lado, de igual modo debe
valorarse que en esta ocasión dicha encarnación del mal se haya bajo la figura
de…¡Una fémina!
Y para complicar todo, anda suelto nada
menos que el Guasón, quien además tiene su propia agenda y en la que está
involucrada una de las integrantes más hábiles del Escuadrón, la simpatiquísima
(y loca como una cabra) Harley Quinn, su novia.
Así que la labor de nuestros
protagonistas, resulta ser bastante complicada, si en verdad desean salir bien
parados en medio de todas estas fuerzas en pugna; más todavía porque muchos de
ellos no están acostumbrados a trabajar en equipo y su propia personalidad
errática les resulta otra complicación, a la hora de sacar adelante empresas
que implican el trabajo en equipo (y confiar en otros).
Tal como ya se dijo más arriba, este
filme cuenta con un casting de lujo, ya que posee actores de sobra considerados
como artistas de talento. Comenzaré con
uno de mis personajes favoritos, la sin par Amanda Waller. Pues acá está encarnada por la actriz
afroamericana Viola Davis, quien sin ser “bonita” como hoy en día se representa
en los cómics a la lideresa del Escuadrón Suicida, con su fisonomía logra
rescatar la imagen perfecta entre la Waller postcrisis y la que apareció con
los llamados Nuevos 52. Luego de la sobresaliente
caracterización de tal mujer en Arrow, bien se podría decir que en
este filme llega a ser su mejor encarnación para las versiones en carne y hueso
del personaje. Pues en ningún momento se
le llega a ver algún punto flaco y cualquier tipo de gesto condescendiente; incluso
en determinado momento del metraje, a más de un conocedor de las historietas puede
llegar a sorprenderlo, ya que su frialdad pone duda su propia moralidad, tras
usar cualquier medio para conseguir lo que desea.
Luego nos encontramos con el igualmente
siempre presente Deadshot, acá interpretado por la superestrella Will Smith,
quien tiene a su haber un montón de títulos dentro de los géneros en los que se
haya este filme (¿Será fanático de los cómics?). Ahora bien, Deadshot nunca fue de raza negra
y hasta cierto punto su elección para este papel puede resultar populista,
debido a ese deseo ya exagerado de DC de tornar afroamericanos a sus personajes
clásicos, vez que puede en sus adaptaciones de imagen real (basta con mencionar
a Pete Ross en Smalville, la Gatúbela del filme con la preciosa Halle Berry y
la más reciente Iris West en The Flash). No obstante Smith hace tan bien su labor y el
mercenario/antihéroe resulta ser tan carismático, que el lector acérrimo llega
a perdonarles este desliz, pues pareciera que el formidable tirador siempre
hubiese sido moreno (tal como en su momento pasó con el cambio de raza del
villano Kingpin, bajo la imagen del fallecido Michael Clarke Dunkan, en el único
filme dedicado a Daredevil). Por otro
lado, se debe destacar el desarrollo del tema de la paternidad de Deadshot, relación
interpersonal que lo humaniza en las viñetas y por ende en esta cinta; de igual
modo se rescata su nexo con Harley Quinn, el que en este caso más que ser una
especie de atracción sexual, viene a ser una especie de simpatía fraternal
hasta enternecedora. Por razones obvias,
en casi toda la película llegamos a ver el guapo rostro de Will (el que por
supuesto vende más que todos los otros que
aquí aparecen), no obstante al menos en más de una ocasión nos llegan a dar en
el gusto, mostrándolo con su máscara habitual de las revistas.
De seguro para muchos (y para un
servidor) el mejor personaje del filme, el más llamativo y esperado por todos
los fanáticos, viene a ser nada menos que Harley Quinn; pues sin duda en cada
una de sus intervenciones “se roba la película”, tanto por su belleza, su
sensualidad y sus graciosas locuras. Debe
saberse que esta villana de conducta ambivalente (puesto que tal como queda
demostrado en el argumento, a veces actúa de forma heroica), nació como un
personaje secundario en la serie de culto Batman: La Serie Animada, de la mano
de Paul Dini y Bruce Tim y que tras ganar popularidad, fue incorporada por fin
dentro del canon oficial de los cómics deceístas. Ahora bien, la apariencia que en la cinta
posee, corresponde a la actual suya para las viñetas, puesto que el traje que
antes ocupaba era otro, uno payasesco y hasta dulce, en vez del más sexy que
aquí ocupa (no obstante para contento de los frikis, en una rápida escena es
posible verla usando ese atuendo y junto al Guasón, en una pose sacada de la
recordada portada de Alex Ross, para su debut oficial en la continuidad durante
los eventos de la inolvidable saga Tierra de Nadie de Batman). También destaca el origen que le dan acá a su
locura, apodo y romance con el llamado Príncipe Payaso del Crimen, bastante
fiel a cualquiera de los tres que escribió para ella Paul Dini (uno para la
serie recién mencionada, otro para la historieta a la que ya me referí y un
tercero para su estreno en el cartoon The Batman). La belleza y el talento
de Margot Robbie a la hora de hacer su papel, le ha otorgado la promesa de
tener su propia película como Harley Quinn, haciendo de protagonista el año que
viene.
Y es entonces cuando llego al Guasón, la
gran némesis de Batman y que en el cine ya lleva cuatro interpretaciones
diferentes, en filmes de distintas épocas y caracterizados de manera tan
diversa entre uno y otro, siendo que cada aparición suya resulta
memorable. Pues en este caso le tocó a
Jared Leto hacer de él, quien adelgazó bastante como para darle vida a un psicópata
con apariencia esquelética y aterradora, tal cual es posible encontrarlo en
varios cómics de renombre, como bien sucede con las novelas gráficas La
Broma Asesina, Una Muerte en la Familia y El
Hijo de Batman… alguien cuya mueca cadavérica
representa la imagen mortal de la muerte.
Llama también la atención en esta versión del Guasón su cuerpo lleno de
tatuajes y su personalidad más propia de un mafioso sociópata, que lo
diferencia del intelectual anarquista que se vio en Batman: El Caballero de la Noche,
gracias al tristemente fallecido antes de tiempo Heath Ledger.
La Encantadora es otra de las villanas
famosas deceístas, quien también ha pasado por etapas heroicas, en especial
durante su participación en el equipo mágico de Shadowpact. Pues esta estuvo en la primera conformación del
Escuadrón Suicida, cuando John Ostrander (quien una vez más tuvo su homenaje en
pantalla al ponerle su nombre y apellido a un edificio, tal como se ve de
manera rápida en una escena) relanzó al equipo en los ochenta; es así que
participa en esta película con una apariencia aterradora, muy propia de los
filmes de miedo y que en todo caso es la que en la actualidad posee en las
historietas. Uno de los puntos más
llamativos de esta criatura, vienen a ser las ideas del trastorno de
personalidad disociada y la posesión demoníaca que en ella se encuentran, temas
abordados sin duda en este largometraje, ya que la Encantadora es un espíritu que
se haya atrapado dentro del cuerpo de una mujer mortal y el que a veces toma la
supremacía de su organismo con consecuencias inesperadas.
Killer Croc es uno de los tantos enemigos
clásicos del Murciélago, quien también estuvo en las aventuras comiqueras del
Escuadrón. Es así que acá no dejaron de
usarlo, en especial por su aspecto monstruoso, si bien la estética que aquí
posee se aleja del reptil humanoide, por cuanto eliminaron de él su hocico
alargado y cola. Si bien apenas posee
diálogos, la gestualidad y el maquillaje del virtuoso actor nigeriano Adewale
Akinnuoye-Agbaje, no deja de hacerse presente como uno de los personajes más
llamativos de esta estupenda obra (debe saberse que Adewale antes estuvo en
otra destacada cinta basada en historietas, si bien en una acerca de las
historias marvelitas: Thor: Un Mundo Oscuro y también
irreconocible en su figura).
El Capitán Boomerang es uno de los
villanos más famosos del universo DC, perteneciente a la atractiva galería de rouges de Flash, siendo que al igual que
Deadshot y la Encantadora, estuvo en la clásica agrupación ochentera del
Escuadrón escrita por Ostrander. En esta
ocasión se alejaron de su fisonomía de hombre maduro, haciéndolo más joven,
poniéndole más barba y otorgándole mayor masa muscular; de igual modo le
quitaron su personalidad más amargada e irónica, convirtiéndolo en alguien de
connotaciones cómicas. Lo único que
realmente se puede extrañar de su aparición en esta película, es que
prescindieron de su traje habitual tipo uniforme militar y que los boomerangs
que usa parecen cualquier cosa, menos esa arma de origen australiano como él
mismo.
El Diablo es el tercer personaje de DC en
usar ese nombre, tratándose siempre de un sujeto de origen latino. En su última encarnación, también conocido
como Chato Santana, se trata de un metahumano con el poder de la
piroquinesis. Pues el detalle más interesante
de este miembro del Escuadrón Suicida, viene a ser que a través suyo se puede apreciar
cierta faceta personal del director y guionista del filme, católico devoto,
quien en más de una ocasión hizo alusiones directas e indirectas a su fe en el
argumento; es así que a través del Diablo, encontramos las nociones de la culpa,
la responsabilidad, el libre albedrío y la expiación, temas tan caros al catolicismo
y a las historias de autores que abrazan el cristianismo.
Luego vienen los dos héroes que forman
parte del Escuadrón, comenzando por Rick Flagg, quien viene a ser el típico
soldado profesional, eficiente y correcto (al menos en el guión), de modo que
su conducta lejos viene a contrastar con la de sus compañeros.
Por último nos encontramos con la
superheroína nipona Katana, quien ya tuvo una muy destacada relevancia en la
serie animada Cuidado con Batman y durante la tercera temporada de Arrow. Pues acá también apenas habla y cuando lo
hace por lo general es en idioma japonés.
Un aspecto muy atractivo respecto a la manera de cómo es abordada en
esta ocasión, es que aprovecharon de utilizar su espada de poderes místicos, en
la que las almas de quienes han muerto bajo su filo quedan atrapadas y de este modo
una vez más se vuelve a utilizar el elemento sobrenatural en el argumento.
Con bastante humor y mucha acción, el
filme resulta ser toda un banquete para los amantes de los cómics deceístas,
comenzando por sus primeros minutos, dedicados a los “orígenes secretos” de
varios de sus protagonistas. De igual
modo resalta la relevancia que se le otorga a Batman, quien también aparece en
su faceta como Bruce Wayne, nuevamente interpretado por Ben Afleck. Asimismo hace un cameo otro importante
integrante de la Liga de la Justicia y en la escena epílogo se ve una imagen de
uno más de sus miembros.
Luego de este regalo para el público y
sus seguidores, DC nos ha dejado con las ganas de esperar lo que se viene el
próximo año (nada menos que tres películas) sobre su naciente universo
cinematográfico. Solo basta con armarse
de paciencia y fe de que no nos defraudará.