Tempus fugit…El tiempo pasa y no
nos damos cuenta de cómo los días se van acumulando y aquello que consideramos
el presente es una ilusión más de nuestra estrecha percepción de lo que
entendemos como realidad. Y cuando
hacemos algo a gusto, cuando nos sentimos que estamos lo más cerca posible de
la idea que tenemos sobre lo que es la felicidad, esa sensación de fugacidad es
mayor. Supongo eso es lo más cercano que
podemos estar de la plenitud: tener conciencia de esos breves momentos en los
cuales sentimos que lo que hacemos vale la pena y que ello puede trascender a
ese mismo instante en el que se desarrolla.
Hace
exactamente un año atrás, me encontraba en una circunstancia vital algo
distinta a la que hoy me encuentro, si bien tanto en esa época como hoy en día
puedo decir con orgullo que la dicha me embarga (referido al plano
profesional). El año pasado por esta
fecha, me encontraba liberado por unas cuantas semanas de mi pega de Zig-Zag,
tras cumplir durante ese mes con mi cuota de material pedagógico hecho. ¿Qué hago con tanto tiempo libre? Me pregunté
¿Qué puedo hacer de provechoso si con este nuevo trabajo, que no implica hacer
clases y además hacerme mi propio horario para laburar en casa, me otorga
tiempo de sobra para el ocio? Bueno, ya
tenía claro lo feliz que me hacia el compartir con otros lo que a mí me
llenaba, hecho que en el mismo acto de la pedagogía había evidenciado con
creces (de por sí, creo que por lo general los que escogemos ser profesores, es
porque nos gusta transmitir a otros nuestras pasiones, puesto que creemos que
lo que nos es placentero bien puede ayudar a otros a convertir sus vidas en
algo tan bueno como sucede con nosotros).
Ya le había tomado el gusto a escribir, e incluso pude enterarme de cómo
mis escritos anteriores lograron llegar a la sensibilidad de mis lectores (a
través de ciertos cuentos que tal vez algún día llegue a publicar por acá u
otro medio), así que no me era difícil abrazar la idea de pasar a otro estadio
de mi aventura por la escritura; además, había tenido la dicha de leer el
trabajo de mis amigos Iván Piñeyro y Miguel Acevedo, quienes con sus propios
blogs, se habían convertido en fiel testimonio de todo lo bueno que podían
llegar a ser estas redes sociales (a diferencia de Facebook y Tweeter a las que
prácticamente desapruebo, por considerlas demasiado superficiales, populistas y
tendientes a la sobreexposición, si bien sé que hay por ahí una que otra
excepción).
Cuando me propuse entrar a la llamada “blogósfera”, comencé a recuperar
mil y un textos de mi autoría, escritos en varios momentos de mi existencia,
todos ellos importantes para mí, pues significaron en el periodo de su
gestación una parte importante de mi propia existencia: era hora ya de
“desclasificar” algunos y ver si podía contribuir en algo con tanto material
digital que anda por ahí en la Red (y si al menos una o más personas a lo largo
de ciberespacio le podían sacar provecho a mi humilde trabajo, pues bienvenido
sea). A su vez, despacito, hasta que fui
tomando vuelo y confianza (como también a medida que se me iban agotando las
reservas de material viejo), fui creando textos nuevos e inéditos, que con el
transcurso del tiempo mi musa me fue inspirando.
Me
había hecho el propósito desde que comencé a gestionar en mi cabeza la idea de
hacerme un blog, que lo que publicase, fuese completamente de mi autoría; como
también que tales post tratasen de numerosos temas, entre todo lo que a mí me
entusiasman y me hace feliz y de lo cual me siento lo suficientemente conocedor
como para creer que podía subir a la Red algo de cierta calidad y que no me
hiciese sentir vergüenza a la hora de releerlo.
Por esta misma razón tomé como norma releer tres veces mis textos
recientes antes de compartirlos con ustedes (pero como soy humano y por
naturaleza torpe, de vez en cuando se me escapa algo en la última revisión, no
obstante gracias a Dios cuento con gente como mi amigo Luciano Ortega, que
cuando eso sucede, me echa una manito y me dice de inmediato que hay un error
que corregir).
En un
momento determinado de mi labor blogera, me di cuenta cómo el acto de escribir
para el Cubil del Ciclope, se transformó en uno de los ejes de mi propia
existencia; de este modo, se volvió una verdadero acto de placer para mí el simple
hecho de escribir sobre todo aquello que me es esencial o que me ronda en la
cabeza con la urgencia de ser trasladado a bits (cómics, libros, seriales,
películas y otros). Quisiera creer que
en estos sencillos escritos dejo algo de mí para la posteridad y que tal como
se propusieron los hombres de antaño, mi nombre no quedará completamente
olvidado (supongo estoy siendo más que iluso e incluso que peco de vanagloria).
Pero
no sólo el sentimiento de felicidad fue el único motivo que me llevó a actualizar
de forma permanente esta página: también fue un proceso de catarsis como tan
sólo una vez en mi vida anterior creo haber tenido, cuando aquella vez en
distintos periodos de mi vida fui escribiendo una larga carta a alguien que ya
no estaba conmigo y que nunca llegó tampoco a leer tales palabras tan cargadas
de hondo pesar (a veces me pregunto de si dicha persona, por esas fortuitas
navegaciones del ciberespacio, ha llegado a encontrarse con mi guarida). Por esta razón y muchas más continúo
escribiendo: para poder expresarme a mis anchas, comunicarme más allá de las
fronteras del espacio, del tiempo e incluso de las diferencias idiomáticas;
para decir lo que siento, lo que me tiene contento y plantear una que otra idea
loca que se me viene a la cabeza…Para sentir que puedo hacer algo que valga la
pena y que en ese acto de “creación” sea completamente mío y de nadie más,
hasta que alguien lo tome para sí y tal vez, exista una verdadera comunión con
ese otro y entonces las ideas tengan un terreno donde germinar.
Me
doy cuenta ahora mismo que el simple hecho de escribir me está llevando por
vericuetos insospechados, y que las palabras y sentimientos simplemente se
agolpan con las puras ganas de manifestarse.
Este
blog también me ha dado la satisfacción de saber de otras personas que
comparten conmigo la misma pasión por estás páginas, muchos de ellos gente a la
que agradezco sus comentarios, como también el honor de leer sus propios
escritos (que varias veces han llegado a inspirarme ya sea personal, como
“profesionalmente”). Algunos de ellos
viven a kilómetros y océanos de distancia de mi persona, pero este medio nos
permite sintonizarnos y aprender el uno del otro.
A su
vez el blog me ha enseñado que por mucho que queramos a quienes nos rodean y
deseemos hacerlos parte estrecha de quienes somos, esos seres queridos no
siempre llegarán a compenetrarse como quisiéramos con nuestro propio mundo
interior (y esto al que le caiga). Queda
cierto malestar al respecto, puesto que para mí una de las cosas que más me
hace feliz es poder mostrar esa interioridad que me representa, en especial con
quienes considero importantes; no obstante no todo el mundo haría por uno lo
que uno haría por ellos (y pese a la amargura de esta revelación, esta certeza
me ha permitido conocer mejor a quienes me rodean). Considerando esto y todo lo anterior, pese a
las decepciones que he tenido con mis seres queridos (principalmente amigos),
me alegro de haber tomado la decisión de crear este blog y así como cumplí un
año en esta tarea, espero con ganas tener la oportunidad de seguir colaborando
con mis trabajos para el fascinante mundo de Internet.
Nos
estamos leyendo. Y nuevamente gracias a
todos aquellos que me leen y más cuando me han honrado con sus palabras que me
alientan a seguir publicando.
Me es un placer ayudar cuando me es posible y mucho más si tiene que ver con mis hobbies y gustos. Cuando me comentaste sobre tu blog hace un año pensé que podrian haber cosas interesantes y la verdad no me decepcioné.Con el tiempo frecuentaba el blog más a menudo hasta que terminó en mis marcadores de uso frecuente en Mozilla Firefox.
ResponderEliminarMe gusta la forma en la que están planteadas tus entradas; la subjetividad que incluyes en ellas resalta tu pasión por la literatura, el comic, las películas, series, etc ya que se nota en tus escritos tu agrado y felicidad despues de leer un buen libro o tu decepción, tristeza o desagrado en el caso contrario.
supongo es uno de los propositos más importantes es dar a conocer obras a modo de recomendación las cuales casi siempre(por no decir siempre) terminan siendo de mi agrado lo cual es otro motivo por el cual sigo el blog.
Te felicito por el cumpleaños de tu hijo y espero sigas publicando interesantes textos durante un largo tiempo más.
Muchas gracias, Luciano, por tus palabras y por compartir conmigo este viaje constante que es el blog. Se viene harto por acá (creo).
ResponderEliminarcon cada texto que publicas doy mi puto de vista y una reflexion sobre lo que expones, ademas me hace pensar en mis propios planteamientros y reformularlos en mi mente y gracias a esto me potencio cada vez mas intelectualente. Como afirmaba Socrates en la antigüedad, aparte de aprender del exterior, tambien puedo aprender desde mi interior como persona y por o que ya se profundizandolo, y en ese sentido debo agradecerte aunque suene mamon XD.
ResponderEliminarEn fin, sigue escribiendo, asi como vas tienes para ser un gran escritor y ademas me inspiras para crear una gran obra y llevarla al comic algun dia a lo mejor ni tan lejano ni tan cercano.
atte. Fabian Ibarra
Querido, de alguna forma me siento muy aludida en tu texto, quizá no deje registro constante de mis visitas o lecturas, pero tú sabes, y eso es lo realmente importante, que valoro y admiro lo que haces, revela gran parte de ti, gran parte que conozco y quiero desde hace siglos!!! Felicitaciones por este año de vida...Abrazos felices, Compadre-Amigo_Hermano!!
ResponderEliminarLedda Gaete Miranda.
Felicidades por este año de vida; esto que has descubierto debe ser algo asì como un hijo, ya que lleva preocupaciòn màxima y mucho cariño.
ResponderEliminarQuisà, espero equivocarme, noto un poco de tristeza en tus palabras....
hay tantas cosas importantes para cada uno que lo demàs no importa, te felicito de corazòn y espero que este "hijito" siga creciendo.
Muchas gracias, comadritas Ledda y Monka, por compartir conmigo este hito tan importante para mí. Respecto a eso que crees percibir en este post, Monkita, no es pena, aunque sí la nostalgia que a veces me embarga, en especial cuando recuerdo todo aquello que ya no volverá y todo lo que quedó truncado y pendiente; sí también tengo rencor hacia quienes son tus amigos y sin embargo son incapaces de darse un tiempecito para pasar por acá (y más encima te dan excusas).
ResponderEliminarEstimado amigo,
ResponderEliminarTe felicito por tu blog y por como lo nutres. Este blog sin duda no solo genera gratas discusiones entre aquellos que lo leemos, sino que también es una puerta que nos da acceso a tus intereses y tu forma de ver el mundo.
Pero no entiendo tu malestar/decepción/rencor por aquellos que no te leen o no comentan.
Nuestros amigos son aquellos que comparten con nosotros pero que también nos aceptan, o más bien nos soportan, con todas nuestras debilidades y bajezas humanas, es más, algunos de ellos nos quieren o aprecian conociendo todos esos antecedentes (cosa incomprensible!). No será mucho pedirles además que se metan en nuestro cerebro y “lean” nuestros pensamientos.
Chistes aparte, no todos enganchamos en esto de leer blogs, no todos enganchan cuando uno anda con el babero puesto contando “la última” de nuestros hijos, y no por eso creo debemos sentir rencor, por muy importante que sean nuestros hijos para los padres.
Yo doy gracias a aquellos que me leen y advierto a los que no, que si quieren saber más de mi y buscar una buena razón para dejar de ser mi amigo busquen mi blog y sepan con quien están tratando.
Un abrazo
espero que no haya problema en que comente este texto y no el del segundo aniversario, pero ya sabes amigo que mi idea es leer en orden cada uno de tus articulos, pero me alegro de estar presente entre los mejores lectores de tu blog, puesto que he aprendido mucho de muchas cosas con cada una de tus lecturas, y no solo aprender, sino tambien a conocerme mas a mi mismo, aunque suene hilarante.
ResponderEliminarCuando leo tus analisis sobre series o novelas o comics, me da por leer de dicho autor, como paso con king, que ya he leido 2 de sus obras, y ahora terminando de releer Carrie, tambien me embarque en el mundo de Lovecraft, o incluso en ese habito de comprar cualquier libro y simplemente leerlo, llegando a comprar cualquier tipo de lectura y dandome cuenta de lo maravilloso que es este mundo.
Atte. Fabian Ibarra
Muchas gracias, Fabián, por compartir conmigo mis pequeñas alegrías.
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