En el año de 2010, el escritor de fantasía
Patrick Rothfuss, tras su exitoso debut con El Nombre del Viento, su
primera entrega de la hoy célebre saga aún no terminada de Crónica del Asesino de Reyes,
probó suerte con un pequeño relato. El
escrito corresponde a Las Aventuras de la Princesa y el Señor Fu:
La Cosa de Debajo de la Cama.
La narración se presenta en una primera instancia como un cuento de
hadas, supuestamente infantil, no obstante su autor se permitió con ella
parodiar los textos tradicionales del género, al crear en realidad una historia
llena de humor negro y en la cual se presenta además un elemento terrorífico
que la hace una lectura no apta para menores de edad. Este carácter adulto y satírico de los
cuentos de hadas, es resaltado gracias a los preciosos y efectivos dibujos de
Nate Taylor, los cuales en un blanco y negro con sobresalientes matices de
gris, logra darle una forma bastante sustancial a la ficción (así los
personajes al tener rostro, aumentan la carga dramática del escrito y en
ciertas imágenes dejan más que claro la intención de ambos artistas de realizar
algo solo para la contemplación del lector maduro: puesto que en más de una
ocasión la sugerencia de lo siniestro, lo morboso y lo claramente escatológico
se manifiesta en sus soberbias ilustraciones).
Para quienes hayan disfrutado alguna vez de los cuentos de hadas
clásicos, aún cuando no hayan leído sus versiones originales y/o adaptaciones,
tan solo al haber visto cualquiera de las películas o seriales basados en
ellos, bien pueden identificar su aspecto más tenebroso, aún cuando en un
principio se vea como una obra apta para todo público (y en especial
infantil). Por otro lado, cabe recordar
que estudiosos como Freud han podido hacer lecturas analíticas de estos textos,
que demuestran sus connotaciones sexuales y bizarras en más de una
ocasión. Así es cómo desde las
archiconocidas narraciones de Perrault, Hans Christian Anderson y los hermanos
Grimm, entre otros, se pueden ver que los protagonistas corresponden muchas
veces a niños indefensos (muchas veces sometidos a la orfandad y a la pobreza),
enfrentados a fuerzas oscuras y peligrosas que desean hacerse con ellos para en
muchos casos comérselos. De este modo en
este tipo de relatos abundan las brujas, ogros, dragones malignos, gnomos,
fantasmas, demonios (y lobos feroces, que no se me puede olvidar) y cualquier
otra criatura de la noche. A su vez
dichas obras terminan con el triunfo de bien, de modo que por lo general el
enemigo es muerto de forma atroz.
El escritor. |
Es entonces que Rothfuss juega con todas estas convenciones y nos
muestra otra princesita más, pero a la cual al ir conociéndola, vemos que en
realidad no es tan cándida como se esperaría.
La niña vive para variar nada menos que en un castillo de mazapán y la
acompaña sólo su osito de peluche, el Señor Fu, quien contra las convenciones
no habla, pues no está personificado y es nada menos que un juguete
normal. No obstante como muchos niños de
los cuentos de hadas, la chica es alguien lleno de ingenio e imaginación, así
que se entretiene pasando sus días inventando juegos en los cuales recrea las
típicas justas heroicas de este tipo de personajes. Pero no todo es fácil para la muchachita,
puesto que debajo de su cama vive un monstruo al que le gusta la oscuridad y
sale para atormentarla cuando la protagonista no puede evitar ahuyentarla en
algunas cuantas noches.
Cabe destacar que la infantil protagonista es solamente conocida como
“princesa”, por cuanto al no poseer nombre propio, el escritor le quita el
atributo habitual de sus contrapartidas clásicas, al no darle un nombre que la
defina (distinga y humanice); no obstante como bien quedará detallado en el
tercer acto del libro, la jovencita posee de sobra su propia singularidad.
Ahora bien, la gran contribución de Patrick Rothfuss al cuento de hadas
infantil (y que ahora convierte en una obra con una complejidad propia, que le
otorga una nueva sofisticación) consiste en escribir para ella tres finales
diferentes, cada uno de ellos más sorpresivo que el otro. El primero de ellos resulta ser el habitual
desenlace propio para que hasta un inocente niño pueda leer y disfrutar; el
segundo posee una cuota ya mayor de crueldad, que se intensifica con la imagen
final; luego la última conclusión se hace aún mucho más increíble, al dar
vuelta los patrones preestablecidos del género, con una irónica moraleja que
nos declara que no todo lo que parecer ser en una primera instancia lo es y que
el engaño es una constante en este tipo de historias.
Por cierto, el nombre del cuento que incluye un título más o menos
genérico y luego un subtítulo antecedido por un dos puntos, bien podría darnos
las esperanzas de que sus autores realizarán una nueva narración con sus
protagonistas de por medio. Ojalá sea
así.
No es la primera vez en que se escriben este tipo de historias
inspiradas en los cuentos de hadas populares.
En otras ocasiones autores de fantasía para adultos han reescrito los
clásicos infantiles para satisfacción de los más grandes, de modo que vuelvan a
gozar ahora con otra mirada, las lecturas de sus años impúberes. Dentro de estas incursiones literarias, se
pueden nombrar El Rey Rata, escrita por el siempre recomendable autor inglés
China Miéville (para quien quiera saber más acerca de esta novela, puede ir directo a su propia crítica en este blog
haciendo click aquí), correspondiente a una extrapolación de El
Flautista de Hamelin. También
resulta aconsejable leer la precuela a El Mago de Oz de L. Frank Baum, de
la mano de Gregory Maguire y que cuenta de una forma bastante erótica y
entretenida la historia de una más que humanizada Bruja Mala del Oeste (con una
increíble reelaboración del mundo de Oz y sus conocidas características). No obstante lo hecho por Ruthfuss no fue
escribir una obra larga para gente grande, si no que se limitó a escribir un
cuento corto para personas de criterio formado (¿o deformado?) y que éste a su
vez tuviese el aspecto propio de los textos para niños.
El año pasado no más, la editorial Plaza y Janés de Random House
Mondadori sacó una primera edición en nuestra lengua bastante cuidada. En formato grande y rectangular, tapa dura y
con sobrecubierta, así mismo con un papel de calidad que realza la compra y lectura
de este particular cuento de hadas para adultos.
Un excelente libro más para recomendar. |
Bien interesante el cuento Elwin, No pude evitar recordar a Alice in Wonderland(aunque este sea en si referente a los cuentos de hadas) ya que me dió la impresión de que en algún momento te hacen dudar de qué es real y qué no lo es, hablando de eso esta temporada de anime está saliendo una serie basada en algunos conceptos de Lewis Caroll (hasta empieza con uno de sus poemas) que tiene una trama también algo satírica, bastante adulta y llena de signos (es bien compleja), llamada Kyousogiga.
ResponderEliminarBueno poco tengo que comentar hasta luego de leer el cuento, pero me gustaría preguntarte, ¿Cuánto cuesta la edición? Según la describes es de buena calidad y "bonita".
Saludos.
Gracias por comentar, amigo. Pues haciendo publicidad gratuita a la FILSA, está en oferta a solo 4 lucas el libro, que bien vale la pena la verdad. Ojalá lo puedas obtener o por último, cuando nos juntemos lo llevo para que lo puedas disfrutar.
EliminarSe ve muy atrayente, la ilustración es preciosista. Lo cierto es que me parecen muy interesante estas recuperaciones del espíritu original de los cuentos infantiles tradicionales europeos, que se han ido dulcificando y beatificando con el tiempo, y en realidad eran historias terribles que buscaban muchas veces la moraleja, como evitar los bosques, que por aquel entonces eran lugares mucho mas extensos, lúgubres y peligrosos que hoy día. Ilustraban también la cruel realidad cotidiana de antaño, como el infanticidio (Pulgarcito y sus hermanos siendo abandonados por sus padres para morir de hambre), la figura de la madrastra maltratadora que relega y desea deshacerse de su hijastra, como en la Cenicienta, o el brutalismo de Perrault de Caperucita Roja.
ResponderEliminarSaludos desde Galicia Elwin!
Pues, mi gallego amigo, en realidad lo que recalcas respecto a la faceta siniestra de los cuentos de hadas europeos tradicionales es verdad. Ojalá tengas la oportunidad de conseguirte y leer esta obra, que en sí misma muestra la genialidad de un autor de fantasía al que ya antes le había dedicado otros dos textos.
EliminarNo sabía que Rothfuss tuviera otro libro. Me ha gustado mucho tu reseña, si algún día puedo, lo leeré :)
ResponderEliminarPues lo leerás en menos de diez minutos y luego querrás releerlo y detenerte una vez más en sus bellos dibujos. Otra vez gracias por pasar por acá y comentar.
EliminarElwin: el nuevo formato de la pàgina me hace fàcil la lectura (te acordaràs de que no podìa leer antes los artìculos)Asi que ahora me doy una vuelta màs seguido.Gracias por el libro,me quedè sorprendida con el segundo final,pero me gustò enseguida.Ahora el problema es que me dieron ganas de leer "Wicked, memorias de una bruja mala" lo tienes? besos
ResponderEliminarVale
Querida amiga, me alegro que de ahora en adelante te puedas pasar más seguido por acá. Por cierto, su memoria le falla: hace años le presté el libro que me está pidiendo y le gustó (si hasta lo comentamos en una de nuestras reuniones galpincheras).
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