17.1- El Director.
Cineasta
estadounidense que antes de dedicarse al séptimo arte, cursó en la universidad
estudios de antropología, lo cual bien pudo influir en la materia de su
arte. Es así como en su filmografía
destaca un tratamiento mucho más realista del género del terror, centrado más
en el conflicto emocional de sus personajes, que en elementos de cortes fantástico. De este modo gran parte de sus historias
giran en torno a sujetos normales, cuyos infiernos personales son
manifestaciones de sus propios demonios internos (frustraciones, miedos,
culpas, etc.). Su cine además
corresponde en su mayoría al de tipo independiente, centrándose en la
preocupación por un estilo artístico en el tratamiento de los guiones (que
muchas veces también son de su autoría) y en la sobria puesta en escena,
apoyada por actuaciones de primer nivel.
Dentro de su filmografía podemos encontrar:
· Happy Accidents (2000): Comedia romántica con elementos de ciencia ficción, en la
cual actuaron en los protagónicos Marisa Tomei y Vincent D´Onofrio, actores que
dentro de su abundante repertorio ya tenían previo a este filme gran experiencia
en este tipo de argumentos. Es la
historia de la singular relación entre una mujer llena de fracasados romances y
un hombre que asegura venir de un futuro lejano. El filme tuvo muy buena acogida.
· Session 9 (2001): Un grupo de
personas llega hasta una antigua institución mental para restaurarla. Es entonces que mientras realizan su labor,
descubren unas grabaciones que datan de la época en la que funcionaba el lugar, en las cuales quedaron
registradas una serie de entrevistas a una paciente; la información descubierta
resulta ser bastante tenebrosa. Uno de
sus filmes más famosos.
· El Maquinista (2004): Lejos su
largometraje más celebrado, significándole la consagración a su director. Con el versátil actor Christian Bale en el
papel principal, trata sobre un hombre al cual un terrible incidente del que
fue totalmente responsable, le remuerde la conciencia a tal punto de impedirle
dormir y comer. El nivel del compromiso
de Bale con su papel fue tal, que luego de filmar las primeras escenas con su
aspecto de ese tiempo (un hombre saludable y deportista), estuvo alimentándose
durante cuatro meses de puro suero inyectado de forma intravenosa (o al menos según
se afirmó en ese momento, mientras que otras fuentes sostuvieron que lo que
consumía al día era una manzana o una lata de atún, más una taza de café negro
sin azúcar), para dar la imagen de su personaje de un hombre acabado.
· Transsiberian (2008): Remake del
clásico del terror inglés/español Pánico en el Transiberiano (uno de los tantos filmes del género hechos por Christopher Lee y Peter Cushing) y que tal
como ya había acostumbrado el director en sus trabajos, volvió a trabajar con actores
de gran calidad (y famosos): Woody Harrelson y Ben Kingsley participaron en
esta cinta, junto a otros artistas. La
cinta vino a ser una coproducción que implicaba España, Gran Bretaña y
Alemania, además de Estados Unidos, siendo hasta la fecha la cinta más cara de
su director. La trama gira en torno a
una pareja de estadounidenses que toma este famoso tren, el cual recorre varios
países, quienes durante su viaje conocen a otra pareja, de origen español y con
los cuales establecen una extraña relación.
Entremedio hay un cargamento de narcotráfico y todo se complica cuando
se involucra un policía ruso que anda detrás de la pista de esta
sustancia. Para ser un remake, en
realidad el filme sólo posee uno que otro elemento de la película original,
puesto que se aleja por completo del carácter fantástico de la cinta original.
· Vanishing on 7th Street (2010): Filme
de terror sobrenatural, que en todo caso posee un fuerte transfondo
psicológico; a su vez está inspirado en un caso documentado gringo sobre un
grupo de colonos ingleses que desapareció en extrañas circunstancias durante la
época de la conquista del llamado “Nuevo Mundo”. En este caso concreto, un pueblo del Estados
Unidos actual ha quedado sin su gente y le queda a los pocos sobrevivientes
investigar lo que pasó. La cinta está
llena de guiños al cine de terror y fantástico, por lo que entre ellos pueden
estar los nombres de 3 de sus 4 protagonistas: Romero (por George Romero),
James (por James Cameron) y Lucas (por George Lucas). En el protagónico están dos muy buenos
actores, como lo son Hayden Christensen
y John Leguizamo.
·
The Call (2013): Teniendo de
protagonista a la talentosa y bella actriz afroamericana Halle Berry, trata
sobre una operadora telefónica a quien llama un psicópata, quien tiene
secuestrada a una chica; es entonces que la mujer hará todo lo posible por
salvarla. Regreso de su director a los
filmes más cerebrales.
Brad Anderson el director. |
17.2- La Película.
Estrenada
el 17 de noviembre del 2006, este mediometraje viene a ser el aporte del
llamado “terror psicológico” al programa.
Considerando la temática del resto de las colaboraciones de los
directores a este ya clásico programa, el trabajo hecho por Anderson llama la
atención por la manera de cómo aborda la temática del terror desde un punto de
vista por completo diferente a lo visto hasta ahora en la serie. Quizás Chocolate de Mick Garris viene a ser
lo más cercano a este último título, no obstante en la historia de éste existe
un elemento de ciencia ficción (que en todo caso llega a ser casi
sobrenatural), mientras que en el caso de Sounds Like en una primera instancia
se pretende ser más “realista”; es así que en esta obra la trama se centra en
el horror que le provocan al protagonista sus propios miedos e inseguridades (o
sea, nada de monstruos, psicópatas o extraterrestres).
El guión gira en torno a un hombre que
trabaja en un centro de llamadas telefónicas, que atiende a los clientes de una
oficina de software. Éste desde su
oficina controla a los numerosos operadores, escuchando sus conversaciones e
interviniendo cuando corresponda. El
protagonista ha desarrollado una sensibilidad extrema al sonido y los ruidos,
tal vez provocada a raíz de su propio trabajo.
A su vez arrastra consigo un drama familiar que se agrega a sus cuitas y
que servirá como detonante para la tragedia que comienza a gestarse en su vida
y en la que se centra esta obra. Es
entonces que el hombre llega a tal punto que el sonido o ruido más mínimo se le
hacen insoportables y esto termina por minar la poca cordura que le queda. No obstante en la producción queda la
incertidumbre de si sus supuestas habilidades (que más bien resultarían ser una
maldición para su persona) son reales o si corresponden a alucinaciones
auditivas propias de un sujeto esquizofrénico.
En este sentido es que el mediometraje se articula en base a una hiperealidad
consistente en la exposición del punto de vista personal del
protagonista; de este modo se muestra cómo éste percibe el mundo auditivo,
llegando a ilustrar de la manera más inaudita los tormentos a los que es
sometido (por ende, el capítulo posee un trabajo soberbio en los efectos
sonoros que ocupa).
Considerando lo anterior, el elemento
terrorífico del episodio se apoya en exclusiva en la actuación del actor
principal, Chris Bauer, quien realiza su trabajo mostrando con gran
verosimilitud el progresivo descenso a la locura de su personaje. A diferencia de otros locos vistos en Maestros
del Horror, el oficinista de esta historia no es un individuo malvado,
por ende no goza de la violencia (ni mucho menos de inflingirla), como en el
caso de los desequilibrados de capítulos anteriores; tampoco es un ser
retorcido, amoral, si no que su locura resulta ser algo que puede ser aceptado
como un mal que le podría suceder a cualquiera (incluso a uno mismo y ahí es
donde radica lo terrorífico de este capítulo).
Es más, ante el drama de su propia locura, el espectador bien puedo
llegar a sentir simpatía por éste, ya que se hace evidente en él su
desesperación ante el hecho de estar perdiendo la seguridad de su propio mundo
(y quedan de manifiesto sus pretensiones de resolver de la manera sus
problemas, llegando a conseguir en lo posible la felicidad que ha perdido). Por lo tanto en Sounds Like no es
necesario hacer uso de imágenes grotescas y gore, tal y como nos tenían
acostumbrados hasta el momento los productores de la serie, si no que la
sensación de contaminación de la realidad y el pavor que ello conlleva, es
sugerida a través de las reacciones del protagonista (con sus ataques de
histeria, fantasías y alteraciones varias).
Sólo hacia el clímax del episodio, dos escenas claves que eran
necesarias, impactan visualmente al público.
Resulta interesante tener en cuenta cómo
el argumento sirve para ilustrar el funcionamiento del mundo actual y la
sociedad misma gringa contemporánea. De
hecho, un guión ambientado en una empresa como en la que labora el
protagonista, muestra a lo que ha llegado el mundo civilizado con sus avances
tecnológicos, que a su vez a medida que van otorgando beneficios a los
usuarios, van creando nuevas necesidades (como las que se supone cubre la firma
para la que trabaja el personaje). Es cuando esta realidad retratada aquí
aborda el tema de la soledad, en la que se ven inmersos los individuos y que bien
los puede llevar a tener existencias infelices, como también carentes de
autenticidad (de este modo, la esposa del protagonista también se muestra como
una víctima más de esta sociedad despersonalizada y donde la plenitud se entiende
sólo como un acto de aparentar y poseer, pero no como un verdadero desarrollo
integral de los sujetos).
Relacionado con lo anterior, una vez más en Maestros
del Horror es abordado el tema del dolor, esto en cuanto a cómo los
seres humanos lo enfrentamos y a la manera en que éste nos transforma (o
deforma). Así que el protagonista y su
esposa viven con una pena latente en ellos, que les impide ser felices y
termina por llevarlos a la perdición (en este sentido, la tragedia de estos dos
recuerda a la de los padres de Fair-Haired Child de William Malone para la primera temporada
del show, quiénes fruto de su pérdida familiar y las decisiones que toman,
traen consigo su propia condenación).
Dentro de la llamada hiperealidad
mostrada en el capítulo, se encuentran aparte de las supuestas
alucinaciones auditivas que sufre el protagonista, una que otra visión que
dejan de manifiesto mayormente su enajenación; así es que tres son las
perturbaciones de este tipo las que se nos representan, las que en su mayoría
corresponden a la idealización de la realidad, como también a la manifestación del
deseo oculto, de que todo funcione mejor (por esta razón hacia el final, el
protagonista camina hacia un paisaje de ensoñación, donde termina por someterse
a su patología; he allí un trabajo soberbio de parte de la fotografía y los
efectos digitales).
El
extraño título de esta historia, traducido literalmente a Suena Como, atiende a la particular locura del protagonista, lo que se
traduce en lo que significa para él cada sonido y ruido con los que sufre; a su
vez puede ser visto como la imagen que se hace cada uno del otro, la que muchas
veces responde a una interpretación demasiado personal y sesgada de la realidad
(de ahí la confusión que provocan para el resto las acciones de los demás).
Así se ve Christian Bale en "El Maquinista". |
Este capitulo aun me acuerdo cuando el hombre escucha chillar a los ratones que estan todavia muy chicos y el los mata con el martillo y recuerdo la parte cuando habla con su empleado en la banca del parque soñando que habla con su hijo
ResponderEliminarEn realidad esta historia de terror por un lado resulta bastante original y por otra muy realista a la hora de abordar la esquizofrenia de su protagonista. Qué bueno te haya gustado también.
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