Al parecer el programa de televisión basado en
las novelas de Thomas Harris, sobre su personaje más famoso, el psicópata
Hannibal “El Caníbal” Lecter, llegó a su
fin en la tercera temporada, luego de que sus productores decidieran
cancelarla. Mientras los seguidores de
la serie nos quedamos con un final de lo más sorprendente, y aún esperamos se
decidan a hacer una nueva temporada, igual su final nos deja con la incertidumbre
sobre el destino de sus dos protagonistas (desenlace que no dejaba de
homenajear al final que Conan Doyle, le había dado a su célebre Sherlock Holmes,
cuando quiso matarlo, ya aburrido de escribir historias sobre él). Ante dicha escena bien uno puede preguntarse… ¿Es posible
sobrevivir a tanta violencia para el cuerpo humano? Bueno, si Holmes y Moriarty
lo pudieron hacer gracias al ingenio de su creador, demás que Lecter y Graham son capaces de lograrlo. Por otro lado, no
deja de maravillar que los protagonistas logren soportar tanta
violencia en sus cuerpos, puesto que la mayoría de ellos regresa a escena luego
de sufrir una y otra vez los atropellos más atroces a su salud (caídas a gran
altura, más de un balazo, cortes de todo tipo, fracturas, quemaduras, etc.).
Si
la segunda temporada ya deparó varias sorpresas para el espectador, la tercera
fue aún más al límite. Al respecto cabe
destacar que esta se encuentra claramente dividida en dos partes, las cuales a
su vez se nutren cada una de un libro distinto de la saga escrita por Harris
(no se debe olvidar que en un principio, y tal como aparece en sus créditos,
esta se encuentra basada en el libro estreno de la saga, Dragón Rojo). Pues la primera parte juega con algunas de
las líneas argumentales del tercer libro, Hannibal, específicamente en lo que
concierne a la vida de fugitivo de la ley de Lecter, trabajando como
especialista en un museo en Florencia; además de girar en torno a la maquinaria
de la venganza perpetrada por Mason Verger a su ex psiquiatra. Es así como los guionistas juegan con la
cronología de los libros, haciendo que todo esto suceda antes de lo previsto, mientras Lecter aún es joven (bueno, relativamente hablando) y cuando de Clarice
Starling nada se sabe (la heroína de El Silencio de los Corderos y de Hannibal). Tal como queda detallado en la última escena
de la tercera temporada, el gourmet de la carne humana no se fue solo en su
viaje de escape, de modo que su particular compañera de viaje tiene un rol
preponderante en lo que se refiere a su estadía en Italia: ser una testigo enfermiza
de las atrocidades cometidas por quien supuestamente es su marido. A su vez debido a su estadía encubierta en
este lugar, también se retrata todo lo concerniente al agente de la policía
italiana, que descubre su verdadera identidad, lo que luego tendrá un desenlace
bastante triste para este. Mientras ello
sucede, hasta donde Verger llega el personaje de la doctora Bloom, con quien
inicia una relación “profesional”, aunque fundada en el odio de ambos por
quiénes los utilizó con desfachatez (acá mismo la Bloom demuestra sin dudas su
faceta más oscura, lo que no deja lugar a dudas acerca de la pobreza espiritual
de los psiquiatras que aparecen en este show). Por otro lado, Will Graham
realiza un viaje para reencontrarse con Hannibal, el cual por un lado le
permite conocer algo de los orígenes de quien fuera su amigo; asimismo, el
especialista cada vez más va adentrándose en el ser oscuro que en realidad es,
con lo cual queda de manifiesto su naturaleza que refleja al propio Lecter (así
que adiós de una vez por todas, al Will Graham que inspiraba algo de lástima en
la primera temporada).
Redondeando en el análisis de esta primera parte de la temporada final,
se puede traer a colación cómo se aborda el tema de que cada uno de los
personajes, en especial los principales, se encuentran marcados y mancillados
por Hannibal; el cual ha pasado por sus vidas convirtiéndose a su manera en
alguien importante, una persona a quien llegaron a amar y que por esa misma
razón ha llegado a lastimarlos tanto, puesto que al conocerlos íntimamente
conoce bien sus debilidades. Quizás del
grupo que se cruzó con Lecter, sea Jack Crawford quien salió más indemne, en
cuanto a lo que se refiere a su dignidad y valores sin mácula; debido a que a diferencia del resto, no se regocija en la venganza como los demás.
La
segunda parte de la temporada está sacada en gran parte de Dragón Rojo, puesto que
en su transcurso Lecter ya se encuentra tras las rejas; es así como en estos
últimos episodios se desarrolla todo lo concerniente al caso del llamado “Hada
de los Dientes”, que en este programa logran recrearlo, haciendo sus propios
aportes que lo alejan de las dos anteriores versiones de este libro. Si bien hay unos cuantos cambios bastante
interesantes, respecto a la obra literaria que inspira todo esto, el programa
no deja de rendirle honor al texto, como también a las mismas películas que le
antecedieron: es así como si ya el guapo actor que interpreta a Will Graham, se
parece bastante a William Petersen, quien realizara este papel en la película
de los ochenta; en cuanto al actor a cargo de Francis Dolarhyde, acá recuerda
mucho a Ralph Fiennes, quien lo encarnó en la versión de los noventa (
asimismo el Dolarhyde interpretado por Fiennes y el de la TV, es un sujeto que
en apariencia es un dios, con un rostro hermoso pese a su defecto físico y con
un cuerpo perfecto, lo que contrasta más todavía con su personalidad errática). En cuanto a las variaciones hechas en el
argumento, detalles que dejan de lado el calco de los filmes precedentes, llama
la atención el hecho de que uno de los personajes se presenta acá como alguien
de raza negra (tal cual como ya se hizo en la misma serie con otros, que pasaron
de ser hombre a mujer o también cambiaron su etnia), siguiendo la “moda” de los
casting multirraciales en Gringolandia; por otro lado, sobresale el destino que
se le otorga a otro personaje importante (uno cuya participación estuvo en el programa
desde su debut) y que se llega a convertir sin dudas en el personaje con peor
mala suerte de todos, siendo que además su último tormento originalmente
correspondía a otro.
Esta tercera temporada permite una vez más reencontrarse con personajes
del pasado, ya sea a través de recuerdos y/o flashbacks, como también gracias a
las “alucinaciones” de gente como Will, quien llega a conversar con estos. De este modo, por ejemplo, es posible conocer
los últimos días de uno de los tantos psicópatas que aparecieron en la serie
(lo que es retratado de manera bastante truculenta). No faltan aquellos otros secundarios que
tienen acá sus momentos, en “tiempo presente” y quienes hacen su propio aporte
para convertir esta serie en todo un clásico contemporáneo (inolvidable la
“despedida” de uno de los pocos personajes realmente admirables del show).
Por cierto, la doctora Du Maurier en esta temporada toma un rol
principal y acá por fin es posible conocer (en parte eso sí), lo que la llevó a
su extraña relación con Hannibal Lecter.
El trabajo hecho por Gillian Anderson haciendo de ella, no deja de
sorprender por todo lo distinta que viene a ser la psiquiatra, si se le compara
con la heroica Dana Scully de Los Expedientes-X, que la hizo
famosa. Al respecto es que la Du Maurier
resulta ser uno de los personajes más bizarros e intrigantes de todo el
programa.
Esta temporada resulta bastante “artística”, aún mucho más que las anteriores;
ello por el constante uso de efectos de cámara y especiales, a lo que se le
agrega una dirección de arte hecha a la medida de las oníricas imágenes que
aquí se muestran (puesto que muchas escenas ocurren dentro de la cabeza de los
personajes o se proyectan al espectador desde su punto de vista). Asimismo las salvajadas sangrientas de
Hannibal y compañía, no dejan de verse lo suficientemente sofisticadas como
para llegar a ser obras de arte en sí (después de todo, Lecter no deja de ser
un hombre talentoso en todo, tal como sucede con otros sujetos anómalos como él
a lo largo de toda la serie).
Por
último, la idea planteada en el post anterior dedicado a este programa, acerca
de un probable homoerotismo entre Will Graham y Hannibal Lecter, resultó no ser
tan rebuscada, ya que ello quedó manifestado en
un diálogo entre dos personajes y el explosivo momento final de la serie.
Vaya que esta serie es peculiar, puede o no gustar, pero es remarcable.
ResponderEliminarBueno, te la recomiendo mucho la verdad, que es una serie soberbia.
EliminarEs grandiosa esta serie a que darle una gran premio a los actores y en especial por supuesto al director , es grandioso la historia como fue manejada y aplausos por supuesto al actor Mads Mikkelsen por ser un papel perfecto del personaje de Hannibal , me quedan solo tres capítulos para terminarla. Así que no se el final aun solo se que esta ha sido una grandisima serie y es un lastima que no tenga mas temporadas.
ResponderEliminarSaludos
¡Y qué estés esperando a terminar de verla! ¿O acaso quieres saborearla de a poco para que no se te acabe la serie tan pronto?
EliminarSi de a poco no quiero acabarlo muy pronto , se que cuando me la acabe sera un hermoso recuerdo de lo grande que es la serie,lo único criticable que el tatuaje de el dragon rojo me gusto mas en la película que en la serie ya que en la pelicula tenia un muy buen diseño y en la serie que lo colorearan no fue de mi gusto
EliminarAunque el actor lo hizo muy bien fue mas a mi gusto la actuación que hizo Ralph Fiennes de este personaje ya que sentí mas esa sensación del personaje de intentar de no matar y la locura en mi opinión
Aunque son solo detalles no afectan en si a la serie eso es lo bueno
Entiendo perfectamente tus deseos de no terminar tan pronto la serie, más sabiendo que te queda tan poco. A mí me ha sucedido varias veces lo mismo, al igual que con muchos libros.
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