A mi querido amigo Mauricio Tapia (Astarajael),
a quien le debo tantas gratas horas leyendo a Chesterton.
La lengua de Shakespeare desde la creación
de la literatura escrita, posee toda una gama de connotados ejemplos en cuanto
a narrativa breve, siendo quizás su primera gran colección de este tipo de
historia los clásicos Cuentos de Canterbury de Geoffrey Chaucer y que datan de nada menos que
de finales del siglo XIV. Con
posterioridad la cuentística en este idioma llegó a tales grados de evolución,
que hoy en día es imposible dejar de lado entre algunos de los mejores
narradores en ese formato, así como dentro de los escritos más célebres, a
varios ejemplos de dicho origen.
De igual modo al referirse a la narrativa
en lengua inglesa, nos encontramos con una serie de obras que hablan de
exclusivos grupos de personas reunidas bajo un nombre llamativo y que comparten
uno que otro interés que los une y en parte separa del resto de sus
congéneres. Es así que podemos nombrar a
Los
papeles póstumos del Club Pickwick (mencionado en el libro en el cual
hoy me detengo) de un “peso pesado” como lo es Charles Dickens; así como también
de El Club de los Suicidas, de otro maestro en el arte de
contar historias, Robert Louise Stevenson.
Cabe mencionar que estas dos obras mencionadas fueron realizadas en el
transcurso del siglo XIX, de modo que se pueden considerar como antecedentes
del Club
de los Negocios Raros de G. K. Chesterton, la colección de seis cuentos
interconectados a la que a continuación me referiré. No obstante se puede agregar como
continuadores de esta ya rancia tradición, al mismísimo “Buen Doctor” Isaac
Asimov, con su Club de los Viudos Negros, sobre los que escribió un montón de
cuentos detectivescos, recopilados en nada menos que en seis tomos; mientras
que ya en el siglo XXI, otro amante de las tramas de suspenso, Matthew Pearl, escribió
El
Club Dante, que de seguro junto a los otros textos mencionados en esta
lista, debe estar acompañado por más libros acerca de otros llamativos clubes
(y recién me acabo de acordar de El Club de la Pelea de Chuck
Palahniuk).
Publicada en 1905, El Club de los Negocios Raros corresponde
a una serie de relatos de suspenso que mantienen las vetas detectivesca,
humorística e ingeniosa de su autor, quien en cada una de estas historias no
deja de sorprendernos con los más imprevistos y divertidos casos, en los que
dos amigos se cruzan con los aún más sorprendentes miembros de este club. La agrupación en cuestión, se encuentra
formada por personas cuyos oficios para ganar dinero (que para nada son
criminales), superan lo convencional.
Siendo Chesterton un autor “culto”, nos
encontramos con un montón de referencias a colegas suyos que denotan su amor
hacia la literatura, lo mismo que sus vastos conocimientos en otras disciplinas
y en nada menos que el género humano (con respecto a esto último, loable viene
a ser su intención de proporcionarnos a través de la sana entretención, un
sinnúmero de caracterizaciones de nuestra humanidad, así como de reflexiones
sobre el comportamiento, las pasiones y las costumbres de la sociedad en la que
le tocó vivir). No obstante pese a esta
dimensión intelectual, de un hombre como nuestro autor, se lee con rapidez, aún
por sobre su lenguaje educado, pues Chesterton nos lleva por los vericuetos de
sus narraciones con una soltura que bien uno quisiera para otros
fabuladores. En todo esto ayudan los
diálogos chispeantes, propios de sus personajes que en su mayoría poseen una
inteligencia prodigiosa y que no obstante son personas sencillas y graciosas
como su creador. De igual manera las descripciones tan sugerentes, entre
poéticas e irónicas, hacen de la lectura de este libro y otros suyos de ficción,
una verdadera delicia. Todas estas
virtudes no dejan de invitarnos a que nuestra imaginación se expanda.
A la hora de adentrarse en los
elementos comunes a todos los cuentos que componen este tomo, se puede decir
que pese a las ideas intelectuales que hayamos en sus páginas, el artista
antepone por sobre todo la diversión a través de la creación de cuentos de suspenso,
que tiende a rematar de una manera tal que rompe con los esquemas del
policial. Pues estas narraciones no
tratan acerca de la maldad humana (salvo en un caso muy particular, como ya
veremos), si no que de su inteligencia y capacidad para superar los baches de
lo fortuito, usando justamente dicha cualidad y que evidencia lo bien que
podemos hacer, del uso de este órgano que se nos ha concedido.
De igual manera caro a estas narraciones
viene a ser el tema de la fraternidad, ya que sus personajes son individuos
cuyas aventuras justamente transcurren acompañados por sus amigos, siendo esta la relación interpersonal
que más destaca en ellos. Sin embargo
hay que hacer notar que cuando Chesterton escribe sobre todo esto, lo hace con
respecto al compañerismo entre hombres y para nada entre personas de distinto
sexo; pues en lo que concierne a las mujeres, apenas (lamentablemente) tienen
importancia en al menos estos escritos y se constituyen en meras comparsas las
pocas veces en que aparecen. Algo que en
todo caso era muy propio de su cultura y más todavía por tratarse de un
escritor varón, pese a que estuviéramos haciendo referencia a alguien tan
considerado por su sabiduría como Chesterton.
Los dos personajes principales y/o que
están presentes en estos seis cuentos, son los dos amigos Charlie Swinburne y Basil
Grant. Del primero no sabemos mucho y la
verdad es que se trata de un tipo que cumple la labor de ser una proyección del
mismísimo autor, ya que oficia de narrador de estas historias, en las que a
veces interviene de manera más directa en unas más que en otras. En cambio respecto al segundo, este sin duda
viene a ser el mejor personaje de todos los que aparecen en el libro, porque en
su personalidad estrambótica corresponde sin dudas a un hombre extraordinario,
quien le aporta con sus intervenciones a los cuentos algunos de sus mejores momentos. Este último corresponde a alguien que
sobrepasa los cincuenta, de apariencia enclenque y que supuestamente está loco…No
obstante Basilio es toda una caja de sorpresas y es debido a ello que se
convierte en el único que logra ver más allá de lo evidente, resolviendo con
excelentes resultados los misterios que se les cruzan a ambos.
A continuación mis comentarios de rigor
sobre cada uno de los títulos que comprenden este libro.
1-
Las extraordinarias aventuras del comandante Brown.
La primera
historia acerca de este curioso grupo de hombres, que se dedican a las
actividades lucrativas más inusuales, ayuda tanto a introducirnos a sus personajes que sirven como nexos y
testigos de estas seis historias extraordinarias, como a definir a este mismo
club; de igual manera nos deja claro, que como lectores debemos esperar lo más
inusual que pueda salir de sus páginas.
No puede dejarse de lado el apellido de quien
acá se ve envuelto en contra de sus deseos, en una de estas “raras” aventuras,
el mismo que comparte con el más famoso personaje de Chesterton: el padre
Brown, bonachón sacerdote católico que dedica sus tiempos libres a hacer de detective
aficionado y de paso salvar una que otra alma condenada a la miseria, debido a
los mismos crímenes en los que se ven envueltos los sujetos con los que se
cruza. No obstante la familiaridad que estos dos poseen, resulta ser solo un
alcance de apellido y el hecho mismo de ser frutos del ingenio de un mismo
autor… ¿O tal vez también a ambos los une esta exposición a lo casual y que aun
así logran salir bien parados de tales circunstancias?
El cuento nos muestra a este mismo comandante,
un hombre con una personalidad de lo más singular (y sin embargo tan verosímil,
si tomamos en cuenta la gente que uno puede llegar a conocer en la vida real),
quien cree estar amenazado de muerte, al encontrarse con unos cuantos sujetos
de dudosa calaña. Es así que dos amigos
suyos, los mismos individuos que se repiten a través de todo este libro, se
involucran en sus supuestas cuitas y lo ayudan a desentrañar el misterio bajo
el que se haya metido. Cabe mencionar
que todo acaba de la manera más inesperada y pese a ello grata, con lo cual
queda de manifiesto que no es por completo malo enfrentarse a la aventura, pues
mucho de positivo se puede sacar de ello.
Veamos algunas palabras dedicadas al
coprotagonista de esta historia:
“En su afición por la jardinería había algo del tipo del holandés meticuloso,
y acaso se inclinara también a tratar a sus flores como si fueran soldados. Era
uno de esos hombres que son capaces de poner cuatro paraguas en el paragüero,
en lugar de tres, con el objeto de que haya dos a cada lado. Para él la vida
parecía ajustarse a un patrón inmutable.”
Teniendo en cuenta la vasta cultura de
su escritor y las constantes referencias literarias que en estas páginas
encontramos, el nombre de este relato continúa con la vieja tendencia a la que
Chesterton desea homenajear y mantener, en atención a otros narradores que
respeta como el mismo Poe (Narraciones Extraordinarias y Las
Aventuras de Arthur Gordon Pym), su compatriota Arthur Conan Doyle (Las Aventuras de Sherlock Holmes) y varios más artistas de la ficción, que
un hombre como él no deja de tenerlos en cuenta. De hecho, nombres como estos para cuentos y
novelas eran habituales en el pasado y hoy en día se siguen usando estas
nomenclaturas.
2- El lamentable
fin de una reputación.
Puede ser que no sea tan divertido como el
anterior, sin embargo no carece de la intriga y el final sorprendente, en el
que se revela un nuevo oficio único, de a los que se dedican estos peculiares
sujetos. Por otro lado, su autor quizás
de manera más profunda que en el caso anterior, se dedica a profundizar en sus
reflexiones acerca de la naturaleza del bien y del mal, que encontramos en
nuestra misma especie. Las para nada
despreciables palabras de Chesterton (quien tanto como filósofo, teólogo y
artista se dedicó desde tres puntos de vista a analizar a la humanidad), se
presentan de una manera bastante curiosa, a través de la conversación entre sus
dos “héroes” que protagonizan sus historias y quienes se permiten inteligentes juicios
acerca de sus congéneres. Respecto a
este amable diálogo entre ambos, cabe notar que cuando depositan su mirada
hacia la muchedumbre, lo hacen mirando desde arriba, cual sujetos por sobre las
circunstancias (como si de ángeles se tratara).
Por lo tanto, no cabe duda de que el uno y el otro, aún en sus rarezas,
representan en el mejor sentido de la palabra la curiosidad y la capacidad de
asombro (el narrador) y el sentido común como también la templanza su compañero
(el antiguo juez).
“-Pero no debe usted pasar por alto -me
dijo Grant con su eterno aire de abstracción cuando le hube manifestado este
parecer- que la misma ruindad de la vida en estos parajes plebeyos atestigua el
triunfo del alma humana. Estoy de acuerdo con usted. Reconozco que estas gentes
tienen que vivir sumidas en algo peor que la barbarie, tienen que vivir en una
civilización de cuarta categoría, pero estoy completamente seguro de que la
mayoría de estos seres son buenos. Y ser bueno es una empresa mucho más ardua y
azarosa que dar la vuelta al Mundo en un barco de vela.”
La trama puede resultar un poco enredosa,
pese a que en cuanto a acontecimientos varios posee menos que el cuento que le
antecedió. Los dos amigos siguen a un
sujeto de ambigua moral hasta una tertulia y allí se encuentran con varias
personas que disfrutan de las reuniones sociales, tan habituales en este tipo
de literatura (y en la vida real entre amantes de las charlas avispadas). En este lugar son testigos de un acto de
humillación a un congénere, que apenas logran soportan y de ese modo evidencian
sus viejas impresiones sobre el hombre que individualizaron entre la
multitud. No obstante, tal y como viene
a ser una marca de los relatos que comprenden este magnífico librito, nada es
lo que parece.
Esta narración juega, tal como puede
encontrarse en el género del misterio, con los efectos del arte del engaño y
otorga de ese modo al lector, representado a través de los protagonistas, la
frescura que nos da la idea de que en la vida aún existen las sorpresas y que
le pueden dar a uno más de un buen momento.
La inocencia y la perspicacia son dones bastante relacionados, pese a
que en una primera instancia están en planos opuestos, pues tal como queda
demostrado en este cuento y el resto de los que en este volumen se hayan, se
requieren entre sí para que el efecto de la novedad sea mayor.
3- La verdadera
causa de la visita del vicario.
La manera de cómo se desarrolla esta
historia y de su muy graciosa solución, nos da claras señales del talento de su
escritor para realizar pequeñas piezas literarias, que son la perfecta armonía
entre la virtud estética y el divertimento (sazonado todo con ese buen humor
suyo, que tanto llegamos a amar quienes ya lo conocemos).
Esta vez la narración transcurre y es
contada de forma algo distinta al resto, ya que ahora a nuestro par de amigos, les toca ser
las “víctimas” de otro miembro del llamado Club de los Negocios Raros. Por otro lado, la gran aventura que es
recurrente encontrar en las páginas de cada cuento, en esta ocasión es contada
por un tercero y en la cual en nada intervienen los dos protagonistas.
Todo comienza cuando hasta donde Charlie Swinburne
llega un atribulado anciano, quien solicita su ayuda y para ello le cuenta los
hechos que lo llevaron hasta su casa. La
narración que este le hace, viene a ser sin dudas la más singular de las que
hasta el momento hemos conocido por medio del volumen. El humor se acrecienta en este relato, que
juega más que nunca con la credulidad del lector y de quien escucha de boca del
vicario sus vicisitudes, dándonos sorpresa sobre sorpresa.
Como ya debería quedar claro con respecto a la
prosa de Chesterton, a cada momento de la lectura uno puede encontrarse con
verdaderas perlas, a la hora de usar el lenguaje estilísticamente, como esta
descripción de un personaje que resulta ser todo un manjar
“Todo
en él aleteaba: la bufanda a cuadros que llevaba en el brazo derecho, los patéticos
guantes negros que tenía en la mano, en fin, toda su indumentaria. Creo poder decir
sin exageración que hasta aleteaban sus párpados al tiempo que se ponía en pie.
Era un viejo clérigo de los más gesticulantes que se puedan dar, calvo por
arriba, con pelo blanco a los lados y patillas blancas.”
4- La singular
especificación del agente de fincas.
El cuarto cuento aumenta el sentido de
maravilla con esta historia, que al medio se torna como una obra típica del
género policial, ya que trata supuestamente sobre un crimen que debe ser
resuelto y a ello se le agrega la presencia del hermano menor de Basilio, el
detective.
Como encontraremos en esta serie de
ficciones interconectadas, se nos presenta otro sujeto bastante llamativo, un
personaje nuevo entre tantos otros que son la generalidad de un mundo “realista”,
cuyos habitantes no pertenecen a los estereotipos del hombre común. Este individuo resulta ser una especie de viajero
y aventurero que a muchos despierta recelos y que sin embargo posee el aprecio
de alguien tan magnífico como el antiguo juez.
Cuando es involucrado en cierto incidente, el detective que ya desde antes
lo había tomado por alguien reprobable de inmediato lo acusa de ser
culpable. Es cuando se debe comprobar
quién está en lo correcto de los dos hermanos: aquel que ostenta una suspicacia
mayor o el otro que en sus excentricidades, nos ha demostrado poseer la virtud
de conocer mejor el alma de sus prójimos y leer entre líneas.
De este modo la narración nos lleva al
campo de la reflexión acerca de los prejuicios y cómo estos al determinar
nuestros acciones y pensamientos, entorpecen nuestros razonamientos. La mayor dedicación que se le da a Rupert
Grant, contrasta sin dudas dos personalidades, dejando claro la predilección
del autor por una mente imaginativa, por sobre otra más racional (si no, basta
con recordar a ese otro estupendo personaje suyo, que viene a ser el Padre
Brown).
Por otro lado, la misma caracterización
del detective, así como la del propio compañero caído en desgracia, nos adentra
en la amplia capacidad del escritor para describir nuestra heterogénea
humanidad, ya sea en lo que concierne a las extravagancias, como a las virtudes
y defectos que encontramos en los demás (como también en nosotros mismos).
“En cuanto el teniente Drummond Keith
abandonó la sala, la conversación acerca de su persona estalló como una
tormenta. Esto se debía a múltiples y diversas características singulares. Era
un hombre ligero y airoso que se vestía con ropas airosas y ligeras, blancas
por lo general, como si estuviera en los trópicos. Era enjuto y agraciado como una
pantera, y tenía los ojos negros, de expresión inquieta.
Vivía en la mayor estrechez y tenía uno
de los hábitos de los pobres en tan desmedido e inconmensurable grado que
podría eclipsar al más miserable de los parias: me refiero a la costumbre de
cambiar continuamente de vivienda. Existen dentro de Londres lugares donde, en
el corazón mismo de la civilización artificial, la Humanidad ha vuelto una vez más
a la vida nómada. Sin embargo, en estos inquietos lugares, no había un
vagabundo más inquieto que el elegante oficial de los airosos trajes blancos. A
juzgar por su conversación, este hombre había cazado en sus tiempos
innumerables cosas, desde perdices hasta elefantes, pero sus escépticas amistades
opinaban que «la Luna» no se había hallado pocas veces entre las víctimas de su
victorioso rifle. La frase era acertadísima, y sugería una mística y fabulosa
caza nocturna.”
5- La pintoresca
conducta del profesor Chadd.
Otro de los extravagantes amigos de
Basilio, corresponde a un intelectual que desde la pluma del autor, no puede
ser mejor reflejo de los mismos hombres de su estirpe. Las palabras para este no pueden ser más
precisas, aún en su poética prosa:
“-Con
todo respeto y condolencia, debo confesar que no pienso lo mismo -dije yo-. ¿Es
tan extraordinario y complicado que un viejo sonámbulo que ha andado siempre
rondando los límites de lo inconcebible se haya vuelto loco de la emoción
producida por una gran alegría? ¿Es tan extraordinario que un hombre que tiene
un rábano por cabeza y una telaraña por alma no tenga suficientes energías para
resistir un inesperado cambio de fortuna? ¿Es, en fin, tan extraordinario que
James Chadd haya perdido el juicio por la emoción?”
El humorismo ahora se torna absurdo,
cuando nos encontramos con el supuesto acceso del profesor Chadd, en cuya ayuda
acuden Basilio y su compañero de andanzas, desentrañando luego la verdad detrás
de tantas equivocaciones.
Uno de los puntos más interesantes de esta
historia, viene a ser que dentro de lo que va del libro, es la que mayor papel
le da a un personaje femenino. Ello no
deja de presentar en su caracterización, la imagen convencional de las mujeres
que se tenía en la sociedad británica a la que pertenecía Chesterton y quien
pese a su brillantez, parecía mantener una imagen sexista al respecto.
“Es cierto que las mujeres sensatas tienen
por locos a los hombres estudiosos. Bien miradas las cosas, es cierto que todas
las mujeres, de cualquier clase que sean, tienen por locos a todo género de
hombres.”
Por otro lado, cabe mencionar que pese al
final inesperado de este título, tal como aquellos de los que le precedieron,
al parecer nada tiene que ver con el Club de los Negocios Raros, si bien la revelación
final hacia su desenlace, se enmarca en lo que concierne al ingenio humano como
atributo.
6- La extraña
reclusión de la anciana señora.
Charles y Rupert llegan de la manera más
imprevista hasta una casa, en la que se encuentra una mujer mayor, que al
parecer se encuentra encerrada contra su voluntad. Como es de suponer entre estos dos varones (cabe
mencionar que la caballerosidad y la gallardía son dos principios destacables
en estas obras), ante esta situación deciden a toda costa liberarla de sus
captores. Para ello acuden nada menos que a Basil, quien los acompaña hasta el
lugar del supuesto siniestro y ante esto ocurre tal vez el más divertido
encuentro entre los héroes de la historia y quienes al parecer tienen
prisionera a la damisela.
De entre todas las narraciones que forman
parte de este libro y que a las alturas del post que le he dedicado, ya debería
quedar claro que se trata de una lectura bastante recomendable, viene a ser junto al primero de la serie, en
poseer episodios llenos de acción física; no obstante en esta ocasión,
Chesterton se supera y nos obsequia con verdaderas peleas o batallas entre los
contrincantes.
“Y antes de que pudiera darme cuenta de
dónde me encontraba, me hallaba luchando a brazo partido con el hombre de la
chaqueta púrpura. Este hombre parecía de alambre, y se doblaba y saltaba como
un resorte, pero yo era más fuerte y le había cogido desprevenido. Le levanté
del suelo unos dos pies, y después de tambalearse un momento sobre la otra
pierna, rodó conmigo por el suelo con estrépito, entre una lluvia de periódicos,
quedando yo encima.”
Cuando aparece la mencionada señora en
apuros y tiene sus diálogos con sus “salvadores”, nos encontramos con los que
bien podrían considerarse como los momentos más emotivos y sublimes del
tomo. Con posterioridad en la especie de
epílogo que cierra el libro, el autor vuelve a apelar a la sublimidad, cuando
el mismísimo Basil hace su gran confesión.
Teniendo en cuenta la sapiencia de
alguien como Chesterton, un hombre claramente preocupado por los grandes temas
de su tiempo y tierra, se permite en el desarrollo de este cuento, invitarnos a
una muy grata discusión filosófica. Esto
denota a lo mejor por vez primera en la colección, una mirada a su
espiritualidad cristiana y que en otras obras suyas, como El Hombre que fue Jueves, se
encuentra mucho más potenciada. Pues
este grato debate entre el darwinismo (ideología científica tan en boga durante
los años en que fue escrita esta obra), que se refiere a la supremacía y
sobrevivencia de los más fuerte, en contraposición a los ideales de corte
cristiano, pone de manifiesto una vez más al gran hombre que nos legó textos
como este.
No se puede olvidar el hermoso epílogo
ya mencionado, en el cual aún con mucho más fuerza, queda de manifiesto el amor
hacia Dios y sus criaturas, declarando con palabras muy hermosas que la
verdadera justica no corresponde a la de las leyes de la sociedad sino que a la
que existe en el corazón de los hombres y mujeres.
Como palabras finales, debo decir que
ante el enorme atractivo de estos cuentos, ya sea en cuanto a sus personajes como
a lo que significa el propio Club de los Negocios Raros, uno podría querer leer
más de sus historias…Y es que sin lugar a dudas las premisas de estas ficciones,
pueden dar para muchas otras, tal como ya ha pasado con varios clásicos más y
que tras ser escritos por sus autores originales, dieron pie a que sus
admiradores los honraran con nuevas narraciones ¿Acaso existirán otros escritos
al respecto y más encima publicados? Quien sepa espero me cuento acerca de
ello.
Asimismo debe saberse que la nada
despreciable cinta de David Fincher El Juego (The Game, 1997), está
basada ligeramente en Las extraordinarias aventuras del comandante
Brown; no obstante para no caer en los despreciables spoilers, no
contaré por qué razón y que sin embargo tiene que ver con su desenlace (algo
que por supuesto se pueden dar cuenta, quienes hayan leído el relato y visto la
película).
Primero que todo, Elwin, te agradezco que me dedicaras este post. Si en algo he podido colaborar con tu goce literario, pues, qué bien. Gracias.
ResponderEliminar"El club de los negocios raros" es una gozada que sorprende a cada página, ya que no solo se trata de historias increíbles pero posibles, sino de personajes estrambóticos que hacen posible lo difícil. La fuerza de los personaje hace realidad esta serie de negocios que resultan tan raros. Borges, como siempre cito decía que se conformaba con escribir la mitad de bien que Chesterton, y que en todas sus páginas nos revelaba alguna felicidad, por ahí es que el bueno de Gilbert sigue tan actual como antes.
Una pregunta: ¿de dónde se casa que el comentario citado en tu post demuestre que Chesterton era sexista? Creo que sería un buen comienzo de reflexión.
Otra vez éxito y mucha paz!!!!!
Me alegra mucho que hayas podido leer este texto, que gracias a tu bello regalo fue posible hacerlo. En cuanto al supuesto sexismo suyo, si te fijas bien, me cuido de no ser tan tajante en mis aseveraciones y por eso ocupo la palabra "pareciera", que habría que leer otros títulos suyos como para hacerse una idea más cabal al respecto. No obstante, tal como es posible darse cuenta a la luz de estos cuentos y del ya citado "El Hombre que fue Jueves" (que en cuanto a los dos tomos del Padre Brown no lo recuerdo), no se puede negar que las mujeres apenas aparecen en estas obras. Y es más, en el mismo cuento de "La pintoresca conducta del profesor Chadd" el narrador dice sobre una de las hermanas "solteronas" de este señor:
Eliminar"Una de sus hermanas, con esa masculinidad que en tales familias se concentra siempre en las mujeres, abrió de par en par la puerta con el brazo rígido (...)".
Pues claramente que una descripción así hoy en día sería tildada de machista, sin olvidar el uso del despectivo "solterona", que para nada se ocupan acá términos similares para hombres como el propio Chadd, también sin estar casado a tan avanzada edad.
...Y ahora que lo recuerdo, la misma descripción que se hace del comandante Brown, alude a supuestas mañas de mujer:
"Como muchos de los férreos hombres que han conquistado la India, tenía las creencias y los gustos de una solterona." (Y una vez más la poco alegre palabra "solterona" en la narración).
¿Qué me dices al respecto, querido amigo?
Saludos, aqui murinus2009.
ResponderEliminarEn alguna ocasión vi un programa en el que hablaban sobre Chesterton, por alguna razón solo recuerdo que mencionaron que era un tipo grande y que se movía muy rápido, yo me lo imagino como al Buen y ya fallecido Michael Clarke Duncan, aunque por el movimiento rápido, mas a Dave Bautista (Drax de Los Guardianes de la Galaxia) ambos de 1.98m. y 130 kg. de peso.
Esta, Elwin, va a ser la primera referencia que tengo hacia Chesterton, vaya que debe ser un Gran Autor, si era Filosofo, Teologo y Artista.
Lo que comentas de los relatos está bien seleccionado, creo yo, esa frase de:
"Es mas facil dar la vuelta al Mundo en un barco de velas, que ser un hombre Bueno", es para meditarse.
He leído algunas cosas de Borges, es un autor que me gusta, eso hace notable lo que dice tu colega @Astarajael, que Borges decía: que se conformaba de escribir la mitad de bien que Chesterton.
Esta vez le ha tocado Elwin, un Espacio en Elcubildelciclope, a la Literatura Inglesa, de la que confieso soy gran desconocedor, solo se de Shakespeare, y nuca he leido su obra ,si acasó he visto peliculas que adaptan su obra: "Sueño de una Noche de Verano", Ran (version japonesa de "El Rey Lear") y "Tanto para Nada", tambien llamó mi atención la mención que haces a los Cuentos de Canterbury de Chauncer.
Gracias Elwin por otro Gran Trabajo, en el que das a conocer a un Personaje, (por lo que mencionas en esta buena Entrada) Grande de la Literatura y del Humanismo, que como lo mencioné antes, de el solo tenía una vaga referencia.
Hasta pronto.
¡Qué bien haya podido ser una especie de punto de entrada en tu vida este post! Pues te animo a leer a Chesterton, que resulta ser toda una experiencia satisfactoria. En ese sentido sería bueno comenzar por sus cuentos, que yo en todo caso solo me he leído una novela suya, si bien con mucho placer. ¿Lees en digital? Pues si es así, puedes bajar sus libros son mayores problemas, ya que a menos que me equivoque, es un autor de dominio público.
EliminarQuerido Elwin he leído con entusiasmo este ensayo sobre Chesterton y te felicito por tan excelente lectura, es una obra amena, inteligente y creativa hasta en sus más mínimos detalles, lograste exponer muy bien cada historia del libro. Lo único cuestionable en tu texto son dos referencias de dudosa profundidad y más bien enmarcada en la violenta remetida feminista actual, me refiero a que dices que Chesterton era un posible machista, bueno eso es totalmente incorrecto, lee las obras filosóficas y escritos de moral del autor y podrás apreciar el valor de la mujer. Cuando defiendes este punto frente a Mauricio haces una referencia "ridicula", perdón el termino, pero no encontré otro, ya que en un relato dice "Solterona", entonces el dramaturgo Lorca era Machista por decir Rosita la SOLTERONA, existe más sinónimos que grafique tan perfecto el hecho que una mujer no contrajera matrimonio, creo que NO, me parece que aquí actúas como esas fanáticas feminas que dicen que el lenguaje es "esclavitud de la mujer". Y el otro punto es decir que Darwin dice que sobrevive los más fuertes, no será los más aptos, es importante en ciencia manejarse con precisión, del resto del texto muy bueno.
ResponderEliminarLuego de tu tan grande decepción con "Penny Dreadfull", me alegro que al menos te haya gustado este texto. En cuanto al tema del machismo de Chesterton, ojo que nunca lo retrato como tal, sino que me refiero a lo que bien podría interpretarse con estas lecturas. Por otro lado, el libro de Lorca se llama "Rosita la Soltera" (y no solterona). En cuanto a lo de Darwin, "fuertes" y "aptos" en ese contexto en el que se refiere este (o más bien la traducción al español) bien se entienden por sinónimos. Gracias por pasarte por acá y leer este post que admito me quedó muy largo y sin embargo no lo quise dividir.
EliminarQuerido Elwin Yo tengo en mis manos el libro y al menos que tenga otro titulo parecido dice: "Rosita la solterona", y en la obra hace mención a Rosita la que se quedo a vestir santos, aún más no es la única de Lorca que hace ese tipo de referencias en sus críticas sociales. No Elwin para que sepas el termino fuerte es lo que se conoce como darwinismo social que es cercano al fascismo y fue utilizado como argumento para los grandes exterminios del siglo XIX y XX, mientas que apto es el científico, por tanto los dos tienen una connotación muy distinta y se refiere al verdadero concepto de evolución, por eso debes ser concreto en los términos.
EliminarPor cierto te dejo invitado a un post sobre "...Un gigante entre charlatanes".
EliminarQueridísimo Sardaukar..Yo hago leer ese libro de Lorca a mis alumnos y te aseguro que el título no lleva ese adjetivo; es más, su nombre completo es "Doña Rosita la Soltera o el Lenguaje de las Flores" y si ves la portada de la edición original, este es el nombre que posee.
EliminarEn cuanto a Darwin, creo que estás discutiendo de más (como siempre).
El libro aludido de García Lorca se llama "Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores".
EliminarY para que no se diga que no hay "fuentes", ediciones Austral, Teatro.
Espasa libros, 1999.
EliminarY no mencionas cualquier edición, que es una editorial prestigiosa.
Eliminar;)
EliminarQuerido Elwin NO, Sobre Darwin tengo toda la razón si deseas puedes consultar cualquier página de Intrnet y veras la gran diferencia que tiene decirlo de una forma que de la otra. Puedes pasar de racismo a una visión científica, para que no se engolosines con el titulo del libro,que te parece ya que haces leer a Lorca que revise sus exposiciones sobre las "solteronas", aun más te invito a que revises toda la literatura sobre este adjetivo hasta 1992 cuando las feministas comenzaron con las diatribas sobre el lenguaje "Machista" (lee la novela EL Machicida" que es un vulgar pasquín feminista que ataca el lenguaje esclavizante), y por lo demás solo hiciste un pobre comentario sobre un gran autor debes investigar más antes de vertir o dejar entrever ciertas ideas tuyas, veras que para enlodar a una persona solo se requiere unas palabras lanzadas al viento, mientras que para saber de ella se debe leer su biografía más completa, y como tu bien dices, esto lo haces para divertirte, bueno diviértete con lo que puedas demostrar y saber, por que para inventos esta Baradit
EliminarTanto te molesta reconocer que te equivocaste con el nombre de una obra de Lorca? Me choca tu virulencia pública contra Elwin. Tanto te molesta lo que escribe? Para qué lo lees entonces, sino respetas como piensa o lo que escribe? Yo tampoco comparto todas sus opiniones ni sus gustos, pero tengo mesura en mis criticas.
EliminarQuerido Miguel si deseas defender a muestro amigo en común me parece bien demuestra lealtad, pero Elwin escribe para ser leído y aun más pide que se le lea y por ello debe estar dispuesto a la crítica aunque esta sea mordaz y dura y no solo a recibir elogios de "lindo", "bueno" etc, mi critica se enmarca en el comentarios sobre se Chesterton era un "machista" como deja entrever Elwin, lo cual es falso, pero lo que me molesta es esa visión de lo políticamente correcto de hoy, ahora la moda es ser pro feminista hasta en la ridiculez más extrema como el lenguaje, si incluso la "premio nacional de historia", plantea una serie de cambios en la lengua para crear conceptos neutos sin genero y por que mejor no se va a la punta del cerro la señora o mejor "señore" como quiere que se le diga, una cosa es estar en contra de la violecia en contra de la mujer y las injusticias que se ha hecho historicamente de ella y otra ser seguir estupidamente todas las locas ideas que se creen sobre el tema. Creo Miguel que Elwin se puede defender solo y no requiere ayuda tuya y de nadie, si escribe algo y se lo lee debe estar dispuesto a aceptar las buenas criticas y las malas
EliminarQuerido Sardaukar, eres uno de mis amigos más valiosos, por eso mismo me aburre sobremanera que insistas en lo mismo, aunque con tantos años de conocerte ya conozco tus mañas.
EliminarSolo apelaré a la humildad que hombres que admiras como Chesterton cultivaban, para que lo tengas presente. Por otro lado, recuerda que la soberbia es un pecado que como cristianos no se nos recomienda y que bien es abordado de manera crítica en escritos como el que en este post abordo...
Yo conozco mis defectos y falencias, de modo que lucho contra todo eso...¿Y tú qué haces al respecto?
Estimado Elwin, ya que nos das el espacio para reflexionar con la alegría y profundidad que a Gilbert le hubiera gustado, apreciaría mucho aclararme algunos términos que no tengo en absoluto claros: Machismo, sexista, feminista, género. Ojalá no sean construcciones personales sino sacadas de fuentes que puedan servir como piso común. La reflexión, sin descalificaciones, es un ejercicio sabio y enjundioso para el espíritu.
ResponderEliminarGracias.
Astarajael, te dejo aquí el enlace a un post de la pagina feminista Feminista Ilustrada, donde vienen varias didacticas y buenas definiciones, te aclaro que desde una perspectiva militante. Disculpen que me inmuscuya en su diálogo.
Eliminarhttps://feministailustrada.com/conceptos-2/
Me parece fascinante la forma en como provocas el gusto por leer este libro, das sólo algunas señales de los momentos que viven estos personajes, y esas pequeñas pizcas de sabor, me provocan querer probar el menú completo de los seis cuentos.
ResponderEliminarMuchas gracias por la emoción provocada.
Me siento muy contento de que este texto escrito con tanto amor te haya entusiasmado. Gracias por tan elogiosas palabras, que viniendo de alguien inteligente como tú (al igual que las del resto que aquí escribe) me motivan a seguir con esta empresa del blog.
EliminarMi estimado, buena reseña de un libro de cuentos de un autor clásico como Chesterton, alejado del registro general de tus post. Muy interesante lectura. Sólo te comento que creo que no es necesario reseñar y resumir cuento por cuento, es un estilo que me hace pensar más en una clase que en una crítica literaria.
ResponderEliminarRecuerda que esto es una crítica constructiva fraterna, no una invectiva apenas disfrazada.
Abrazos.
Querido amigo, gracias por compartir conmigo este post. En cuanto a lo que me dices, que para nada dudo de tu buena fe, no me salen textos tan sintéticos, que de otra manera no sé cómo podría abordar las obras que comento (y bien trato de no contar los finales, ni otras grandes sorpresas, je).
EliminarQuedé un tanto intrigado por los relatos que componen este libro. Cuando tenga tiempo lo buscaré a ver que tal, esperando encontrar una buena traducción del mismo. Reconozco que no leí la reseña de los relatos en cuestión para no hacerme expectativas sobre ellos, sino ir descubriéndolos a medida que los lea.
ResponderEliminarEste libro fue para mí muy grato, siendo además mi última lectura acabada de las vacaciones de verano recién terminadas. Ojalá te animes pronto a leer este libro, para que lo podamos comentar. Gracia de nuevo por pasarte por acá.
EliminarThanks for sharing, nice post! Post really provice useful information!
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