sábado, 25 de marzo de 2017

Un sentido homenaje a Ray Harryhausen.


      Una de las pocas películas que vi de niño en el cine, fue nada menos que la clásica Furia de Titanes de 1981, cuando tenía si no 6 años, 7.  Fue el primer filme de carácter fantástico y de “imagen real” que vi en grande, siendo que más encima el cine al que asistí pertenecía a la popular modalidad de aquel entonces llamada como Cinerama y que consistía en una pantalla curva que creaba sin dudas una sensación mucho más impactante que en el caso de las planas.  Aquella vez salí con mi hermana menor, nuestra única sobrina por aquel entonces (quien tenía un año más que Jenny y uno menos que yo) y mis dos hermanas gemelas ya adultas (cercanas a los veinte).  Ante tanto monstruo mitológico, en especial Medusa y el Kraken (que mucho tiempo después supe en realidad, había sido tomado prestado de otras historias, para nada griegas y con respecto al mito de Perseo que el resto de la cinta adaptaba) siendo tan sugestionable a tan temprana edad me fue imposible no aterrarme; recuerdo haberme tapado los ojos y puesto a llorar en más de una ocasión, en especial cuando la criatura marina se veía tan gigantesca al salir de las aguas.   Por un largo periodo recordé aun así con mucho cariño este largometraje, que no pude repetírmelo hasta que ya era un adolescente, una tarde dominguera y con mucha dicha.  Luego la magia del DVD (¡Y pirata más encima gracias a un amigo!) la volví a gozar como adulto.  Ahora, cuando escribo estas líneas, es el momento de reencontrarme con ella junto a mi sobrinito Amilcar (de 7 años y mucho más acostumbrado que yo, a esa misma edad en el siglo pasado, a estos espectáculos de monstruosidades).
       Ya era un hombre hecho y derecho cuando supe que el responsable de esos efectos especiales y hermoso diseños, de tantas bestias fabulosas, era un hombre llamado Ray Harryhausen (1920-2013).  A este durante toda mi vida hasta entonces, le debía algunos de los recuerdos más valiosos de mi cercanía con el cine fantástico y de ciencia ficción.  Hoy en día este maestro, hombre digno de los mayores elogios como todo un artesano de la magia del séptimo arte, es sinónimo del llamado stop motion (técnica de la cual se convirtió en su máximo exponente y que en la actualidad aún sigue inspirando a gente como Tim Burton, pese a los actuales adelantos técnicos, que han desplazado a la añoranza a esta otra manera de jugar con el ensueño de las imágenes).  En pocas palabras, esta manera de hacer efectos especiales consiste en crear pequeñas figuras y filmarlas de tal manera, que moviéndolas de forma manual frente a la cámara, tras correr rápido la cinta dan la ilusión de movimiento como si estuviesen vivas.
        Justamente Furia de Titanes fue el último gran título hecho en este formato y la despedida de su gestor, tras su larga carrera fílmica desde que era muy joven, haciendo estas obras.  Debe saberse que si bien primero trabajaba de asalariado para otros, una vez que alcanzó la suficiente notoriedad y consiguió cierta independencia económica, tras hacer los borradores de sus propias historias, pudo producirlas y hasta escoger a los directores que llevaran a cabo sus fantasías, a la par de encargarse él mismo de diseñar a los monstruos, como darles “vida”.


Trailer "vintage" de Furia de Titanes.

        Aparte de la película mencionada, recuerdo de pequeño haber visto en la tele junto a mi familia y muy entusiasmado Jason y los Argonautas (1963), que desde que tengo memoria siempre me ha fascinado la mitología grecolatina; el recuerdo de la batalla contra los esqueletos y la aparición de Hércules (desde chico, junto con el Rey Arturo uno de mis dos héroes de épocas pretéritas favoritos), hizo huella en mí.  Años después, en los últimos semestres de mi época universitaria, mi querida amiga Cecilia Navia, quien me grababa en VHS todas las joyitas que dieran en el cable y que bien sabía eran del gusto de nuestro grupo Acronía, me la regaló en una de esas cintas que tanto atesorábamos en aquellos años. No obstante es  El Valle de Gwangi (1969), el recuerdo al cual tengo más afecto de estos dos, pues al tratarse de una mezcla de western y ciencia ficción, que disfruté junto a mi papá y quien me traspasó su amor por el Lejano Oeste, la he relacionado en todo momento con él, como una de las oportunidades en que ambos compartimos el deleite del séptimo arte.
        Aún en la segunda década del siglo XXI y cuando los efectos especiales han llegado a tal nivel de realismo, gracias al uso de las técnicas computacionales más sofisticadas, el trabajo más artesanal de gente como Harryhausen sigue despertando el interés de los fanáticos que en su infancia o juventud, creían que lo visto en estos títulos era verdad; no obstante lo mismo sucede con las nuevas generaciones de cinéfilos y artistas, a quienes los inspira para mantener viva tan rancia tradición.  Ello bien se puede comprobar con tan bellas producciones actuales como El Extraño Mundo de Jack (1993), Jim y el Durazno Gigante (1996),  El Cadáver de la Novia (2006), Coraline (2009), Boxtrolls (2014) y Kubo y las dos cuerdas (2016), por mencionar algunas.
        Pues ante el poder de la figura de Ray Harryhausen en el imaginario colectivo (imposible olvidar el tributo hecho por la gente de Pixar en Monsters Inc de 2001, cuando sus protagonistas, que por supuesto son monstruos, van al “exclusivo” restorán llamado nada menos que  Harryhausen’s; mientras que en Frankenweenie de 2012, también de Burton, uno de los personajes toca música en un piano de marca  Harryhausen), no podían faltar libros dedicados a su trabajo y es así que en nuestra lengua en el año 2010, salió un hermoso estudio hecho por Carlos Díaz Maroto e imprescindible para todo fan suyo: Ray Harryhausen, Mago del stop-motion.
        Publicado por Calamar Ediciones, se trata de un hermoso tomo de lujo, en tapa dura y que en la portada lleva a todo color un collage con imágenes de las películas de Harryhausen.  La contratapa muestra a Ray con una de sus criaturas más célebres.  Incluye además la clásica cinta roja para marcar dónde quedó la lectura, mientras que en su interior destacan las imágenes de gran calidad, entre escenas de los distintos filmes en los que trabajó, afiches (que incluso hay unos cuantos exóticos como de países tan dispares, tal cual la desaparecida nación de Checoslovaquia y Japón), imágenes publicitarias e incluso ilustraciones hechas por nada menos que Harryhausen, para usar de referencia en sus futuras obras.  Todo ello en abundancia para regocijo del fanático.  El autor contó nada menos que con el apoyo de la fundación encargada de mantener el legado del artista, creada por el mismo Harryhausen y su señora, quienes le prestaron más de algún dato exclusivo y material de primera.  De igual modo Díaz Maroto se documentó con un montón de otros textos especializados, entre libros, revistas y entrevistas para realizar este valioso libro, que no deja de exudar tanto amor y admiración por este genio de los efectos especiales.
Esta célebre foto de Ray Harryhausen aparece en la contratapa del libro.
         En casi 300 páginas, el autor ahonda en la filmografía de este ídolo y lo hace primero, como era de suponer con un breve y emotivo texto a manera de Presentación (una introducción en otras palabras), que deja más que claro su enamoramiento con el cine de antaño y con lo hecho por figuras como Ray Harryhausen (ya que nombra a otros en su listado).  El estupendo boceto a color de la Mujer Serpiente de Simbad y la Princesa (1958), de la mano del maestro, encabeza este primer apartado.
         Luego el capítulo I hace referencia a los antecedentes del cine antes de la carrera de  Harryhausen, mostrándonos el nacimiento del cine y su evolución, en especial en lo que se refiere a los efectos especiales.  No podía faltar el homenaje al hombre que inspiró a Ray y quien luego se transformó en su maestro, Willis O`Brian, responsable de verdaderas obras maestras del cine fantástico y de ciencia ficción en sus comienzos como  El Mundo Perdido (1925) y King Kong (1933).
       Posteriormente el capítulo II corresponde a una biografía de Harryhausen, que en unas pocas páginas no deja de maravillar por la interesante información que recoge; destaca en especial el relato sobre su infancia, ya como alguien que desde tan tierna edad estaba fascinado por los monstruos y que tuvo la bendición de contar con el apoyo de sus padres, quienes desde pequeño lo incentivaron a continuar con su pasión; más encima luego sus progenitores, cuando este ya era todo un profesional, participaban activamente en sus proyectos.
        El capítulo III nos hace referencia a un muy interesante momento en la existencia de Ray como “mago del stop-motion”, al señalarnos los varios cortometrajes que realizó antes de trabajar en el mundo más glamoroso del cine.  Estamos hablando de historias de carácter infantil, basadas en cuentos de hadas clásicos y otras narraciones más antiguas, que hizo con un fin didáctico, para ofrecerlas a los colegios y a la televisión (de hecho, estoy casi seguro que de pequeño, vi algunas de ellas en la clase y proyectadas con esas antiguas máquinas, parecidas a las que antes se usaban en el cine, con grandes cintas redondas).
        A partir del capítulo IV hasta el XIX, el escritor repasa película por película en la que participó Harryhausen, llevando de la mano al lector por este paseo por la nostalgia y a través de 16 cintas, que hoy en día están consideradas muchas de ellas entre lo más granado de su estilo.  Al leer esta parte del libro, una vez que comienza la enumeración de las producciones realizadas, ya al amparo de la independencia económica, llama la atención que muchas fueron rodadas en España, tal cual varios spaguetti westerns; ello sin dudas deja claro la impronta de la Madre Patria para el cine y en la belleza de sus paisajes.  Imposible resulta aburrirse con la pluma de Díaz Maroto, quien nos descubre todo un mundo de gratas sorpresas, al amparo de lo hecho por Ray Harryhausen.
        En cuanto al capítulo XX, en este se aborda la época en la que Harryhausen ya alejado del séptimo arte, contribuyó para proyectos de sus seguidores, entre ellos el darle término a uno de sus antiguos cortometrajes y que habían quedado inconclusos.
         Los dos últimos capítulos sinceramente son para agradecer.  El XXI trata sobre todas aquellos largometrajes que tuvo la intención de rodar, para los que hasta hizo bocetos, modelos, guiones y hasta filmó unas cuantas pruebas; corresponde a un enorme listado que no puede ser más atractivo y que hace a uno fantasear con lo genial que le habrían salido.  Entre estos proyectos no llevados a cabo, se cuentan una versión de La Guerra de los Mundos (era un apasionado por la literatura de H.G. Wells, de ahí a que haya realizado una adaptación de Los Primeros Hombres en la Luna), El Alimento de los Dioses, también de Wells y para mayor sorpresa, quiso hasta hacer adaptaciones de El Hobbit y de Conan.  Su interés por la literatura fantástica y de ciencia ficción, además de la mitología, sin dudas que dejan de manifiesto que Ray Harryhausen era un hombre muy culto, alguien que muchos querríamos haber conocido.
         Con respecto al capítulo XXII, es otro obsequio para los más ñoños de la casa, pues trata acerca de las adaptaciones al cómic de los filmes clásicos de Ray, como de posteriores versiones más actuales a este medio y que no pueden ser más curiosas.  En el caso de las versiones en historietas del siglo pasado, estuvo involucrado nada menos que Marvel Comics, encontrándose algunos de sus más renombrados artistas como Len Wein y John Buscema en tales trabajos.
         Tras este repaso por un libro, que lejos recomiendo a todos aquellos que alguna vez disfrutaron de estas cintas, como también de todo el que se considere tanto cinéfilo como amante de los géneros de la ciencia ficción y la fantasía, solo me queda agradecer a mi amigo Marcelo López y quien si no fuera porque me avisó de que se había topado con tal perla, no habría sabido de su existencia y tampoco lo habría gozado (mucho menos estaría escribiendo y publicando este post, je).

Una foto de antología.  De izquierda a derecha: Ray Harryhausen., Forrest J. Ackerman y Ray Bradbury.
Tres pesos pesados de la ciencia ficción, el terror y la fantasía.

23 comentarios:

  1. Muy buen post, mi amigo. Se agradece. Tengo ese bello libro gracias a tus gestiones.
    La primera peli que vi con los efectos maravillosos de Harryhausen fue "El Monstruo del Mar" (The Beast from 20.000...), en mi niñez, sin tener idea aún de quienes eran Harryhausen o Bradbury. En la TV en blanco y negro de los 70. Luego fue el turno de "20 millones de millas de la Tierra", y de "La Tierra contra los platillos voladores"...¡ grande Cine en su Casa y Cine Triple Acción!
    Un bello libro, el homenaje y la dedicación mínima que se merece un mago como él.
    Quería señalarte un dato: Forrest J. Ackerman, que aparece con la cara tapada en la bella foto que agregaste al final (quién te la habrá enviado, me pregunto???), conocido sencillamente como Forry o como "Mr. Science Fiction", conoció nada menos que a Lovecraft y a Derleth, no sé si en persona o sólo epistolarmente, y con ambos tuvo más de una polémica.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno, querido amigo, desde que nos conocemos hemos compartido el amor por este caballero, si bien tú y otros lejos han sido más incondicionales a su legado. Es hermoso tener con quien charlar de todas estas ñoñerías, más el hecho de contar con quienes te entiendan, porque son tus pares.
      Respecto al "cahuin" que mencionas, muy interesante. Me encantaría saber más al respecto.

      Eliminar
  2. Lamentablemente en mi caso no vi a Harryhausen en el cine jamás, pero lo disfruté mucho en la televisión multitud de veces.
    Me pregunto si también un día veremos los efectos CGI como algo pasado de moda, pero ¿qué podría mejorarlos? En este momento no tenemos ni idea.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno, en este sentido debo sentirme afortunado por haber visto su última producción, tan famosa ella, por cierto.
      Quizás los próximos efectos especiales sean "de inmersión", que uno pueda verse dentro de ellos.

      Eliminar
  3. Mmm... que películas con efectos de Harryhausen vi en el cine? El Viaje Fantástico de Simbad, Simbad y el Ojo del Tigre, Simbad y la Princesa, y por supuesto Furia de Titanes, pero no en cinerama (gloria del cine Santa Lucía, donde vi tantas pelis... hoy sólo un recuerdo).

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo recuerdo haber visto "El Hombre del Jardín" en ese formato. Creo que ninguna otra más. Hay que probar IMAX de una vez.

      Eliminar
  4. Saludos Elwin, aquí murinus2009.

    Muy buen Homenaje dedicado al Gran Maestro del Séptimo Arte: Ray Harryhausen, como muchos cinefilos, yo mismo recuerdo de este prolifico artista las siguientes Obras:

    King Kong de 1933.
    Que aunque creo que no participó ahi, al menos por lo que mencionas lo inspiró a explotar su Genio, (hasta esta Entrada, siempre pensé que el habia hecho efectos para esta cinta, la vi incompleta -solo el final- hace unos 35 años, solo hasta hará unos 15 años la vi en cine).

    El Valle de Gwangi.
    Esta pelicula me gustó mucho, solo la vi una vez en tv. abierta, hace quizá unos 30 años, yo creo que es de mis favoritas eternas.

    Furia de Titanes.
    Otra mas que vi por tv. abierta en la misma epoca que El valle de Gwangi, me pareció muy entretenida, por cierto en: Batman Lego, el monstruo marino que sale, esta inspirado en el Kraken de esta cinta, creo yo, tambien en la versión de 2013 -creo es el año- hay algunos homenajes como: el buho mecanico y unos pegasos blancos.

    Jason y los Argonautas.
    Esta la vi hace unos 15 años tambien en tv. abierta, cuando la vi, aun me parecian muy reales los Esqueletos Guerreros.

    Son las que recuerdo completas, de otras quiza solo he visto fragmentos, como: las de Sinbad en una recuerdo la pelea entre un ciclope y un dragon en otra mas un a especie de condor gigante creo el Roc le llaman.

    No las mencionas aqui Elwin, ¿pero sabes si las peliculas?:
    -"Creature from 20 000 phatoms".
    -"El Terror del Mar".
    O algo asi trata de un pulpo gigante que ataca una ciudad.
    -"Los Hijos del capitan Grant".
    Aparece un ave gigante al estilo del "Croc".
    ¿Tienen participacion o son creación de Harryhausen?, a mi cuando las vi me parecierón de su manufactura.

    Muchos directores de cine Fantastico y de Ciencia Ficción aseguran que Harryhausen fue uno de sus inspiradores, como:
    Steven Spielverg y Peter Jackson, incluso Jackson y su estudio hicieron una recreación en técnica Stop motion, de una escena perdida de King Kong, creo que se llama "la Cueva de las Arañas" o algo asi, no la he buscado, dicen que esta en youtube.

    En los archivos de cine9009 de tu colega y compatriota General Gato, hay una buena Reseña de la pelicula: "La Criatura del Espacio" o algo asi es el titulo, de un monstruo que llega del espacio y es cazado inmerecidamente.

    Habría sido Magnifico ver los Proyectos que no pasaron del concepto que aquí mencionas:
    -La Guerra de los Mundos.
    -El alimento de los dioses.
    De esta vi una hace unos 30 años salía un niño gigante, es lo que recuerdo.
    -El Hobbit.
    -Conan.
    Me pregunto: ¿Que criaturas fantasticas de la Era Hyborea, habría recreado el Haestro Harryhausen y que recuerdos tendríamos hoy de ellas?.

    Coincido contigo Elwin, muchos habríamos querido conocer y mas aun, conversar con esta Gran Leyenda de la Cinematografía Universal.
    Dan muchas ganas de tener ese libro que reseñas y buscar todo el material relativo a este Gran Creador, yo ni sabía que hay Comics, inspirados en su trabajo.

    Este Gran Homenaje al Maestro Ray Harryhausen, a mi gusto, va a ser un Clásico del Cubildelciclope Elwin.

    Gracias y hasta pronto.








    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La primera "King-Kong" no es de él, si una parecida en la que intervino llamada en español "El Gran Gorila".
      No quise mencionar otros de sus filmes como mencionas, para no hacer tan extenso este post, que a veces se me pasa la mano.
      Me alegra mucho que te haya gustado este post tan personal, si bien tampoco soy un experto en Harryhausen y en cambio mi amigo y colega bloguero MfKarlos, lejos podría hacerle un mejor post que yo.

      Eliminar
  5. No sabia quien estaba detrás del stop motion de Furia de titanes era Ray Harryhausen que siendo sincero no cpnocia su nombre pero si sus trabajos .
    El stop motion me encanta varias películas que tienen esta técnica de animación ya que le da un toque único que dando ejemplos como Caroline o El Extraño mundo de Jack que son peliculas que aun recuerdo y cuando tengo la oportunidad las vuelvo a ver .
    Al igual reconozco los esqueletos los cuales como usted dice tienen muchos homenajes los cuales se agradecen como en gravity fall que hay un capitulo dedicado a el , el cual recomiendo mucho .
    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Qué bien que alguien joven como tú aprecie a uno de estos maestros de antaño.
      Pues ojalá puedas ver y disfrutar sus pelis, que son formidables, en especial las que él mismo produjo.
      La serie que mencionas ya me la han recomendado. Habrá que echarle un vistazo.

      Eliminar
  6. Días de VHS como olvidar, tanta película grabada en SLP jajajaja, creo que todavía tengo Jason y los Argonautas.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Yo por razones de espacio me deshice de casi todos mis VHS! (no hay como los archivos digitales que en unos centímetros...caben tantas cosas).

      Eliminar
  7. Dos acierto seguidos eso es muy bueno, este interesante escrito de Ray Harryhausen es realmente muy bueno, sobre todo que es un artista excepcional que demuestra que con mucha imaginación y gran dedicación se pueden realizar milagros como realizar Furia de Titanes. muy bueno.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegra que te haya gustado este post y el anterior, escritos con mucho cariño y que cuando los escribí por supuesto que te tenía en mente. Ojalá sean de tu agrado los que se vienen.

      Eliminar
  8. Mi amor por este tipo de pelis se lo debo a mi padre, quien me enseñó, en aquel tiempo, "Jason y los Argonautas", película que hasta el día de hoy la encuentro increíble y nada envejecida, mejor a la versión de Hallmark. Aún recuerdo cuando mi querida esposa se quedó dormida apenas comenzada la película "La Bestia de otro planeta", de pronto despierta en plena lucha de la bestia y un elefante. Cuando ve lo que está pasando, lo primero que me dice es: «¿De dónde salió el elefante?». En vez de preguntar por la bestia de otro planeta... en fin. Harryhausen es un maestro al que le debo horas de sana diversión.
    En http://descargacineclasico.com/?s=harryhausen podrán hallar varias de las inmortales obras de este genio. Éxito.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Algo que encuentro muy hermoso en la amistad, son estos "recuerdos compartidos", sobre todas estas historias ficticias que nos unen y los nombre destacados en su génesis. Recuerdo cuando durante año me sentí un ave raris y aparte de Marta (que en realidad no cachaba mucho), el Chino y su hermano, no tenía quiénes en realidad me "entendieran", salvo mis profes...Hasta que Dios me bendijo y conocí a gente como tú, MfKarlos, Cecilia y Sardaukar (pese a que me saque de mis casillas de vez en cuando, je).

      Eliminar
  9. Me alegra hablar de Harryhausen, Elwin. Yo tuve la suerte de, hace algunos años, poder ver muchas de sus maquetas, en una exposición que recaló en mi ciudad durante unos meses.

    En el cine sólo pude ver "A veinte millones de millas de la Tierra", en VOS, en un certamen de cine fantástico organizado por la universidad. Recuerdo la independencia con la que se movía cada miembro del monstruo, cada dedo y hasta la punta de la cola.

    Pero mi favorita es "Jasón y los Argonautas", especialmente la escena de los esqueletos, que de niño me atemorizaba.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Con orgullo veo que este texto ha sido del gusto de mucha gente e incluso desde otros extremos del planeta. Dichoso tú que tuviste el honor de ver sus maquetas, lo que quizás también fue posible debido a la cercanía de Harryhausen con España.

      Eliminar
  10. Travis Knight quizá no sea el nuevo niño bonito de ésta actual edad de cine que estamos viviendo pero lo que pocos van a negarme es que su talento para dirigir
    aventuras ligeras, desacomplejadas, emocionantes y un poco descerebradas (aunque sin cometer los pecados que Michael Bay y otros más suelen cometer, eso sí) es
    algo indiscutible y me parece que la mejor evidencia de su talento es "Bumblebee" (2.019). No es una película que vaya a revolucionar a la franquicia de Los Transformers y peca de ser un poco tontorrona en uno que otro segmento pero de una película así, una en la que autómatas de origen alienígena llegan a la Tierra para zurrarse con una violencia propia de una película de Rambo, no es mucho lo que puedo quejarme. Sí, puedo quejarme, y esa queja consiste únicamente en que se
    enfoca en ser una película demasiado espectacular y demasiado sentimental que entonces cualquiera que la vea con los ojos de un crítico y no los de un amante de la franquicia empieza a señalar cabos sueltos desde el mismísimo inicio, siendo el dilema de cómo Optimus Prime llegó a la Tierra sin el más mínimo rasguño uno de los que tanto aqueja a varias personas que la vieron. Que Bumblebee haya llegado al planeta Tierra sin rasguño alguno fue gracias a que Optimus actuó con mucha rapidez y encontró una nave que estaba por ahí, sin dueño alguno que luego la reclamara, pero en cuanto a su escape de Cybertron, y al de sus otros compañeros, queda la pregunta de si habían más naves sin dueño alguno que estaban listas para ser abordadas por cualquier autómata desesperado por salvar su pellejo.

    El inicio de "Bumblebee" (2.019) es poco más que acción bélica pura, sin tapujos, sin dulcificación, pero al mismo tiempo es acción bélica que es propia de una
    película que debe ser apta para toda audiencia y eso, en mi opinión, es más ventajoso que desventajoso porque la franquicia de Los Transformers, al igual que la franquicia de Spiderman y la de Superman, es una franquicia cuya audiencia objetivo siempre han sido los niños y es bien sabido que a los niños puedes mostrarles violencia bruta y casi sangrienta siempre que esté contenida dentro de un dibujo animado o dentro de una producción con actores de carne y hueso que opere con más o menos las mismas reglas que un dibujo animado y en donde esa violencia bruta y casi sangrienta sea tratada con cierta guasa. El director sabe que hemos venido a ver una película acerca de robots peleando contra otros robots así que nos ofrece unos cuantos minutos de Autobots y Decepticons liándose con toda la violencia que es de esperar de Los Transformers, y también nos ofrece varios panoramas de un Cybertron reducido a un campo de muerte a causa de la guerra por el energon. No queda explícito ese asunto del energon pero el buen conocedor de la franquicia sabe que sí o sí meten eso del energon, y de cualquier otro elemento químico de procedencia alienígena en toda historia que se precie de ser una historia de Los Transformers.

    La protagonista, una tal Charlie Watson, no es el personaje más original ni el más enigmático de la película, pero su drama personal con padre fallecido incluido, su actitud de quien ha nacido revoltosa y el mundo sólo se ha encargado de potenciar su espíritu de revoltosa, sus interacciones con su hermano, con su madre y con sus amigos y hasta sus reacciones ante lo que sucede ayudan muchísimo a consolidarla como una protagonista que es capaz de conectar con el grueso de la demografía a la que esta película apunta sin complejo alguno. Lo ya dicho: la franquicia apunta a los niños. No apunta a cualquier clase de niños sino que apunta a todos esos niños que crecieron viendo lo seriales animados de Los Transformers de los años 80. Charlie Watson no es una protagonista original ni intrigante porque parece ser un personaje modelado a la imagen y semejanza del estereotípico protagonista de drama familiar de corte ochentero.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo amo esa franquicia, pues de niño alucinaba con la serie animada y soñaba con que era amigo de los Transformers y me han gustado mucho todas las pelis, pero...¿Qué tiene que ver tu comentario- interesante como todos los que mas has regalado- con este post?

      Eliminar
  11. No tiene mucho que ver con tu artículo, si te soy sincero. Escribí ese comentario sobre la película de Travis Knight porque supuse que aquí hallaría un espacio propicio para escribir un comentario personal. Encima de lo anterior, en alguna parte de tu artículo leí el título de una película de animación "stop-motion" que sólo he visto dos veces pero que me ha encantado por varias razones: "Kubo y la búsqueda del samurai" (2016). A esa película la veo como un regalo de parte de Laika y de Travis Knight hacia aquellos que quieren ver películas de animación que se salgan de todo lo establecido por el Imperio de Disney y como un intento por resucitar a la animación estilo "stop-motion", que desde hace un buen rato que estaba de capa caída gracias al auge de la hegemonía del 3D. Ojo: Travis Knight no es Ray Harryhausen ni de coña pero siempre es de agradecer que alguien se atreva a reconocer y honrar a un estilo de animación que fue parte importante del mundillo de la animación.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Claramente siempre serán bienvenidos tus inteligentes aportes; en cuanto a "Kubo"...¡Es una maravilla! Te cuento que el mismo equipo realizó otra bella cinta en ese formato: Boxtrolls.

      Eliminar
  12. El caso de la más reciente película sobre el popular Bumblebee es uno de esperanza. Eso es lo que pasa cuando contratas a un director apasionado y con bastante conocimiento y respecto por la franquicia que está tratando. Es una excepción, después de todo, pero es una excepción que aplaudo.

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...