jueves, 25 de enero de 2018

Enero: Mes de despedidas.


      Los chilenos aún no enterrábamos siquiera a Nicanor Parra, cuando los amantes de la ciencia ficción y la fantasía sufrimos el mismo día por la muerte de Ursula K. Le Guin.   Como ñoño con gusto por la lectura he leído más a esta señora, que al antipoeta y no creo que ello sea algo para avergonzarse.  Por ende, lamento mucho más esta partida, puesto que cuando me acuerdo de ella, puedo rememorar horas y horas de mi vida disfrutando algunos de los textos de ficción más sublimes que he conocido.
      Mi primer acercamiento a esta dama de las letras fue cuando estaba en la universidad, en primer año de la carrera de Pedagogía en Castellano en la UMCE (ex Pedagógico).  Era 1995 y yo era alumno del que creo fue el primer curso a nivel universitario que se hizo sobre ciencia ficción.  Este era dado por el físico Juan Espinoza, un hombre muy amable y del que guardo muy buenos recuerdos.  En la enorme biblioteca suya, que tuve la suerte de conocer y abarcaba un cuarto entero, se encontraba un ensayo bastante completo acerca del género que nos había reunido y el que gentilmente me prestó.  Apenas tengo recuerdo de sus páginas, pero sí tengo claro que era denso el texto y que entonces para mi falta de madurez intelectual me pareció complicado entenderlo; no obstante, en sus páginas se encontraba un capítulo dedicado en exclusiva a La mano izquierda de la oscuridad de Ursula K. Le Guin y de inmediato lo que decía al respecto me encantó: un planeta que permanece en un invierno blanco de forma permanente, con una especie humanoide que pasa parte de  su vida siendo andrógina o asexuada y que durante periodos pueden ser o bien de género masculino o de género femenino.  Era la primera vez en que me encontraba con una obra de este tipo que abordaba el tema de la sexualidad, que entonces pensaba que la ciencia ficción era solo futurista, robots, extraterrestres y “efectos especiales”.  Al año siguiente, el profe Juanito, como me gustaba llamarlo, al haberme convertido en su alumno ayudante en otros semestres de la asignatura, me regaló el dichoso libro.  Me lo leí al tiro (como nos gusta decir acá en Chile, o sea, raudo y/o casi de inmediato) y como esto fue ya hace más de 20 años y mi memoria es frágil… ¡He olvidado el resto de su contenido! 
      Los nombres de la mayoría de los libros de esta autora siempre me parecieron muy poéticos, siendo que además fue la primera autora mujer (aunque suene redundante), que supiera escribía ese tipo de historias que tanto me gustaban (bueno,  aparte de Mary Shelley de Frankenstein, aunque cuando esta última realizó tal magna obra aún no se acuñaba el concepto).  Por lo tanto, los títulos y el género de su creadora, eran motivo suficiente para querer leerla: Los Desposeídos, Las doce moradas del viento, La rueda celeste, Las llaves del aire, La liberación de una mujer, El lugar del comienzo…Títulos evocadores para historias llenas de una prosa poética y sensibilidad, que siempre la relacioné con Ray Bradbury y Orson Scott Card.  La Le Guin era una autora feminista, pero además en sus escritos se notaba que era una mujer la persona detrás de esas ficciones, no por un sentimentalismo romanticón, sino porque desde que soy un ávido lector, he podido comprobar que las damas que se dedican a este arte, lo hacen con una belleza que solo ellas pueden lograr… ¡Y vaya que disfruto la ciencia ficción o la fantasía escrita por féminas!

     He leído harto de esta señora, no obstante para qué les voy a mentir: No recuerdo mayormente sus narraciones: Me he pasado por sus novelas (La Ciudad de las Ilusiones, El ojo de la garza y El mundo de Rocannon), también por algunas de sus antologías como Planos Paralelos.  Pero es, sin dudas, en su ciclo de Terramar, compuesta por 5 novelas, que más he disfrutado su talento (todavía no puedo conseguir su colección de cuentos relacionados).  No quepa duda de que se trata de unos de los mejores ejemplos de la fantasía ¿épica?, con magos, dragones y todo tipo de criaturas increíbles, que nos hablan de lugares tan distintos al nuestro y aun así tan cercanos a nuestra realidad, que una autora como “la tía Úrsula” (comprometida sin dudas con las grandes preocupaciones de la humanidad) logró plasmar a través de sus sueños.
     He estado pensando hace un rato ya escribir sobre lo que llamo mis pecados de omisión, referido a aquellos libros que encontré en oferta o a mano en algún momento de mi vida y  de puro tonto no compré.  Luego, tras perder esa oportunidad, ya nunca más volví a tener tal oportunidad…Son unos cuantos títulos que me pesan sobre mi conciencia, je, que de seguro a más de uno le ha pasado.  Pues con la escritora a la que hoy rindo este homenaje, también tengo una historia parecida.  Fue más o menos entre 2005 ó 2006, cuando estaba bien barato El nombre del mundo es bosque, que está considerado entre sus obras cumbres ¿Y por qué no lo hice si contaba con el dinero para ello y ya hace rato que conocía las virtudes de su literatura? Pues… ¡Porque era muy corto para mi gusto! En definitiva fui un tonto y merezco que así me pille Nyarlathothep.  No he vuelto a pillar ese libro por acá y menos con tan buen descuento.
      Lo último que me compré de Ursula K. Leguin fue una edición de lujo, enorme y con ilustraciones de El eterno regreso a casa, que lo adquirí en diciembre pasado, una compra que me hizo muy feliz.  Mi amigo Leonardo Navarro me dio el dato de que había llegado a otro precio más que aceptable, así que como uno aprende de sus errores…Creo que para seguir honrando la memoria de su autora, sería bueno leérmelo estas vacaciones de verano, que aún me queda mucho.
      Ahora que falleció, lo más seguro que las productoras de cine y televisión les dé por hacer adaptaciones de su obra, que lamentablemente pese a su prestigio, tuvo escasa atención de estos en vida y respecto a las dos últimas que se realizó de ella, mejor no hablar.  A ver si ahora que nos queda poco con Juego de Tronos. en materia de programas basados en sagas literarias de fantasía, se atreven con el ciclo de Terramar, que harto material tienen.
       Termino este tributo mío con las palabras de la misma dama a la que hoy despido, quien como podrán darse cuenta si no la han leído, no solo nos dio algunas de las historias más brillantes de la ciencia ficción, sino que sabía que esta es mucho más que mero entretenimiento y evasión.

“La ciencia ficción no es algo menor. Y no es solo, ni especialmente, la Enterprise, Star Wars o las tropas del espacio. Significa experimentar con la imaginación, responder preguntas que no tienen respuesta. Implica cosas muy profundas, que cada viaje es irreversible...”.

¡Huérfano de la Tía Úrsula!

10 comentarios:

  1. Mis obras preferidas de la autora son "Los desposeídos" y "El nombre del mundo es bosque" de la que como bien sabes, amigo Elwin, la película "Avatar" es una adaptación evidente que no cita la original.

    En cambio nunca pude finalizar "La mano izquierda de la oscuridad". Demasiado densa y árida para mí. Y me consta que es algo común en mi entorno.

    En cuanto a Nicanor Parra, me sa lástima que su pasamiento haya quedado tan eclipsado por el de LeGuin. Queda la sensación de que se ha marchado sin hacer ruido.

    Un abrazo, Elwin.

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    1. Justo las dos obras que mencionas no las tengo, ni las he leído. Y en cuanto a lo que dices de "Avatar", me han dicho que es copia de otra novela de un autor diferente, pero no recuerdo cuál y de quién es.
      Como Nicanor Parra era tan valioso para nuestro país, su muerte menos mal no pasó desapercibida. En cambio a la Le Guin acá solo la conocemos los ñoños literatos.

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  2. Saludos Elwin aqui murinus2009.

    Hasta donde se, creo que solo tu Elwin, has dado a conocer la muerte de Ursula K Le Guin.
    No he visto que otros periódicos revistas o blogs lo hayan mencionado.

    Hasta la fecha no he leido nada de ella, sera momento de ponerla en la Lista de Pendientes ¿Alguna recomendacion Elwin? creo que en el libro, Las 100 mejores novelas de Ciencia Ficcion, de David Pringle, viene recomendado un libro de Le Guin, pero no recuerdo cual y ese libro de Pringle esta perdido en algun lugar de mi...cueva, biblioteca, bodega, taller, dormitorio.

    Gracias, Elwin, reitero a la fecha eres el único que ha destacado la muerte de Ursula K. Le Guin.

    Esperemos que no haya muchas perdidas mas así este año, hasta pronto.

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    1. Me cuesta creer que el fallecimiento de la Le Guin haya sido ignorado en el resto del mundo, con lo importante que fue esa dama de la ciencia ficción.
      En cuanto a lo que sale de ella en esa importante guía de lectura de David Pringle, son dos: "La Mano Izquierda de la Oscuridad" y "Los Desposeídos". A su vez "Un mago de Terramar" está en su otro libro "Las 100 mejores novelas de fantasía".

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    2. Tristemente, así suele pasar, solo se fomenntan las noticias sensacionalistas o que dejarán algún provecho de una u otra forma.

      Siempre es triste cuando alguien que ha aportado algo a la cada vez más maltrecha humanidad parte de este mundo, que en paz descanse.

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    3. Lo que dices, amigo pasa con la gente que se queda con ese tipo de noticias, pero también millones en el mundo a quienes sí nos interesas cosas más profundas y de ese modo no dejamos de honrar la memoria de quienes, ene efecto, le dieron belleza a este mundo.

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  3. Elwin:coincido con tu apreciación sobre la saga de Terramar, ojalá sea la próxima producción cinematográfica,después de Juego de Tronos.Son las novelas que más me gustaron de Ursula K L.Besos
    Vale

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    1. ¡Qué felicidad, amiga mía, por encontrarte por acá! Gracias por compartir conmigo este texto sobre una autora que tanto nos ha dado y juntos hemos disfrutado sus preciosas ficciones.

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  4. Una gran pérdida para la CF y la literatura en general.

    Miguel Acevedo.

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