El nombre de esta novela gráfica hace
referencia a un oscuro episodio de la Edad Media, que pese a su carácter de
leyenda, en realidad en toda su crudeza corresponde a un verdadero hecho que
ocurrió durante el siglo XIII. En pocas
palabras, se trata de un intento más de rescatar la llamada Ciudad Santa de
Jerusalén (por ser en ella donde nació, vivió, murió y resucitó Jesús para la
cristiandad) a manos de los musulmanes; no obstante, en esta ocasión un gran
número de menores realizaron un gran viaje desde Alemania y otras zonas de
Europa, navegando por el mar con la intención de lograr lo que las armas no
pudieron, que según uno o más supuestos niños “santos” afirmaron que el
mismísimo Cristo les había revelado que ese era el medio para lograr la
rendición. Sin embargo, la mayor parte
de los chicos murió en el camino y los que sobrevivieron el viaje por mar
fueron vendidos como esclavos. Así de
triste.
Era el año de 1993, cuando el ya
prestigioso sello para adultos de DC, Vertigo, llevaba cosechando varios éxitos
de crítica y público. Dirigido por una
dama con altura de miras, Karen Berger, se les ocurrió a sus responsables
realizar algo nunca antes llevado a cabo en sus oficinas y siguiendo el ejemplo
de las colecciones más clásicas de la editorial: anuales en las cuales sus
series se unieran a través de una historia en común, de modo que sus personajes
pudiesen interactuar entre sí. Fue la
única vez en que se hizo tal hazaña en todo Vertigo, encomendándose la tarea a
Neil Gaiman, quien orquestó otra obra inolvidable, que no deja de plasmar
muchas de las características de su prosa: una rica cultura general e ingenio
para usar sus conocimientos al respecto como materia prima de sus ficciones,
herederas de la más rancia fantasía inglesa y tradicional en general, un emotivo
lirismo, humor, uno que otro agregado macabro y personajes memorables.
Este proyectó se orquestó hasta cierto
punto para hacerlo colaborativo, no solo por el hecho de que, como era de
suponer, el apartado gráfico estaría a cargo de un dibujante que fuese lo
suficientemente capaz como para plasmar en imágenes los sueños y pesadillas del
inglés, siendo en este caso Chris Bachalo, sino porque se invitó a otros dos
guionistas, Alisa Kwitney (hija de nada menos que del famoso escritor de
ciencia ficción Robert Sheckley y que posteriormente también fue editora de
Vertigo), el connotado guionista Jamie Delano (que por entonces llevaba la
cabecera de Hellblazer, uno de los mayores éxitos de la empresa) y el
dibujante Peter Snejbjerg. Los tres
últimos participaron en la segunda parte de la saga y/o novela gráfica conocida
como, justamente, La Cruzada de los Niños, ya que Gaiman solo se encargó de llevar
a cabo la primera parte y escribió unos cuantos momentos de la segunda.
No faltan quienes sostienen que esta es
una obra irregular, debido justamente al cambio entre la primera y la segunda
parte de sus escritores. No obstante, para
este humilde servidor la pérdida de calidad en la obra, más se debió al cambio
de dibujante entre una parte y otra; y es que si bien considero que al arte de
Bachalo no es muy de mi agrado, por los extraños rostros que dibuja, entre
otros detalles que a veces pareciera lo hiciera todo muy rápido, su sucesor sí
que tiene un trazo que cae en lo verdaderamente feo en muchas viñetas y que no
es lo que uno esperaría para obra como esta.
Sin embargo, frente a la idea masiva de que La Cruzada de los Niños está
incompleta por faltarle cierta cohesión, no hace mucho, en 2015 (hartos años
después de que saliera publicada esta novela gráfica por primera vez), se le
agregó nuevo material para llenar los supuestos vacíos en su argumento. Esta versión “mejorada” tuvo el aporte de
los guionistas Toby Litt, y Rachel Pollack, quienes contaron con los dibujos de
Al Davison. Para esta ocasión se realizó
un tercer capítulo intermedio, de modo de hacer de nexo entre las partes
originales y se redondeó el final. Esta
reedición del cómic que hoy nos reúne se llama El País Libre: un relato de la
cruzada de los niños.
El
argumento de la obra que hoy nos reúne, que corresponde además a la segunda
novela gráfica contenida en el primer volumen de Leyendas del Abismo,
dedicada en su conjunto a algunos títulos escritos por Neil Gaiman para Vertigo,
fuera de su trabajo en la serie de The Sandman, trata de lo siguiente:
En un pequeño pueblo inglés han desaparecido todos los niños, quedando tan solo
una muchachita que por fortuna cuando sucedió esto se encontraba de visita en
otro lugar. La niña con esa inocencia
dulce que caracteriza a los de su edad (sí, Gaiman sin dudas también es capaz
de construir personajes infantiles de gran verosimilitud), llega hasta lo que
parece una casa abandonada, donde otros dos menores tienen su supuesta oficina
de detectives privados para pedirle que encuentren a su hermano menor. Los chicos a los que acude resultan ser mucho
más que dos simples infantes, que juegan a ser como Sherlock Holmes (la
historia ocurre en Inglaterra y el famoso detective creado por Sir Arthur Conan
Doyle, no es el único de los investigadores literarios famosos en ser
mencionados por el curioso par de amigos), quienes en efecto logran dar con el paradero
del chiquillo y, como no, de los demás.
Es entonces que se descubre de una manera muy especial lo que en verdad
pasó, llegando nuestros héroes a un mundo fronterizo entre nuestra realidad y
otras, llamado el País Libre.
Algunas de las viñetas (de entre las bellas) de Chris Bachalo. |
Gaiman recrea de una manera muy especial
el clásico cuento del Flautista de Hamelín, otorgándole a su origen un tono tétrico
e incluso terrorífico, en una historia que para nada está dirigida a los más
pequeños, puesto que como se trata de un cómic de Vertigo, hay violencia y
muertes espantosas (sí, de niños, como no).
También el mismo País Libre nos recuerda bastante al País de Nunca Jamás,
que aparece en las historias de Peter Pan, ya que se trata de un lugar habitado
en exclusiva por menores de edad y donde estos viven sin la supervisión de
adultos, libres de las preocupaciones de la vida “normal”. En este sentido, una vez que se instala en la
trama el conflicto entre volver a no a donde los adultos, donde sin duda muchos
de los chicos sufrieron las injusticias cometidas por los mayores, resulta
difícil que un lector crítico no vea detrás de esto un llamado a valorar la
infancia y la negación a crecer (esta misma idea, hasta cierto punto, la
veremos en su novela de terror infantil-esta vez sí escrita pensando en
lectores pequeños- Coraline).
La mencionada Cruzada de los Niños entra
en escena, debido a que muchos de los chicos que en estas páginas aparecen
estuvieron involucradas en ella. Es así
que en pequeños agregados se cuentan por separados las vicisitudes de varios de
ellos, con una crudeza y también belleza que no dejan de impactar.
En esta obra intervienen varios personajes
infantiles de las colecciones Vertigo, que en esos momentos se estaban
editando, partiendo por Charles Rowland y Edwin Paine (¡Casi tocayo mío!), los
dos jóvenes detectives a quienes el propio Gaiman creó para uno de los arcos
argumentales de The Sandman. Asimismo,
aparece Suzy, el retoño más pequeño de Orquidea Negra, junto a Timothy
Hunter, protagonista de la igualmente famosa serie de Los Libros de la Magia
(de quien se dice es una copia y/o inspiración el Harry Potter de J. K.
Rowling), todos ellos salidos de la imaginación de nuestro querido
escritor. De igual manera. podemos
encontrarnos con otros dos personajes infantiles más o menos famosos de las
series Vertigo: Maxine Baker, nada menos que la hija del superhéroe Animal
Man, Dorothy Spinner, miembro de La Patrulla Condenada y Tefé de La
Cosa del Pantano.
Saludos Elwin, aquí murinus2009.
ResponderEliminarBuena recomendación de Neil Gaiman
Es la primera vez que escucho de la cruzada de los niños a Jerusalén
Esta obra debió causar polémica en los días de su publicación por el hecho de que mueren niños en ella, como mínimo seguro la censuraron.
Aunque al ser de adultos quizá se salvo.
Nunca la he visto en las librerías que visito, supongo que tendré que ponerla en la lista especial para visita a las tiendas de cómics.
Gracias y hasta pronto.
Pese a lo bella que es esta novela gráfica, parece que no mucha gente se interesa en ella, que el post no ha sido muy popular...¡Y no saben lo que se están perdiendo! Así que te agradezco el doble por ser el único en demostrar interés hacia esta entrada comentando.
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