Termino aquí me revisión de Cuentos de Eva Luna de Isabel Allende. Esta vez no agregaré fragmentos de sus relatos, para que no quede tan extenso el post (¡que ni un comentario he recibido de la primera parte y eso que ha tenido un montón de visitas!)
12.
Lo más olvidado del olvido.
Por el momento hemos leído en este libro-
lamentablemente la única colección de narrativa breve de Isabel Allende, lo que
es una lástima, pues vaya que le sale bien el formato-, un montón de relatos
que se mueven en el mundo de lo extraordinario, la mayoría historias de amores
dulcificados por el talante de sus protagonistas y otras que nos muestran a
personajes sumidos en la miseria de sus propias desdichas, que ellos han
construido por sí mismos; sin embargo, todos estos textos han mantenido una
atmósfera que los pone por sobre la naturaleza cotidiana de las cosas, pese a
abordar temas reales como el abuso y el egoísmo... En cambio, este pequeño
cuento será la excepción por razones que verán ahora, aunque dejo la mayor
parte de los detalles para que los descubran por sí mismos.
Dos extraños, una mujer y un hombres de edad similar (aunque indeterminada), se encuentran en una ciudad de un país que los ha acogido a ambos luego del exilio y con un pasado doloroso producto de la dictadura en la que vivieron. La soledad los une, pero igualmente los separa debido a los recuerdos que les pesan demasiado. No obstante, cuando parece que es imposible volver a tener intimidad y más con quien no entienda en carne propia lo que se perdió, aparece una luz al final del túnel.
Una pieza que, de seguro, tiene algo de autobiográfico, ya que la propia autora tuvo que dejar Chile para escapar de las atrocidades del gobierno militar de Pinochet y que nos deja un mensaje realista (y también poético) acerca de la posibilidad de las nuevas oportunidades y la invitación para encontrar la plenitud.
13.
El pequeño Heidelberg.
En medio del clima ardiente de un país
caribeño, un local de comida y música en vivo mantiene la ilusión de
encontrarse en un país de ensueño; allí llegan no solo turistas, sino que
también sus asiduos clientes que bailan danzas europeas desde décadas y quienes
ahora son en su mayoría ancianos. Todo
el mundo se conoce en sus dependencias y dos de sus más destacados miembros son
la Niña Eloisa y el Capitán, quienes son compañeros de baile desde hace
cuarenta años, aunque nunca se han hablado.
La llegada de unos extranjeros se convierte en la oportunidad para que
les cambie la vida a los mentados danzarines.
Otro texto cortísimo, que pese a su extensión consigue maravillarnos con la humanidad de sus personajes y el mensaje suyo de esperanza, de que no hay edad para el amor y la felicidad.
Dos extraños, una mujer y un hombres de edad similar (aunque indeterminada), se encuentran en una ciudad de un país que los ha acogido a ambos luego del exilio y con un pasado doloroso producto de la dictadura en la que vivieron. La soledad los une, pero igualmente los separa debido a los recuerdos que les pesan demasiado. No obstante, cuando parece que es imposible volver a tener intimidad y más con quien no entienda en carne propia lo que se perdió, aparece una luz al final del túnel.
Una pieza que, de seguro, tiene algo de autobiográfico, ya que la propia autora tuvo que dejar Chile para escapar de las atrocidades del gobierno militar de Pinochet y que nos deja un mensaje realista (y también poético) acerca de la posibilidad de las nuevas oportunidades y la invitación para encontrar la plenitud.
Otro texto cortísimo, que pese a su extensión consigue maravillarnos con la humanidad de sus personajes y el mensaje suyo de esperanza, de que no hay edad para el amor y la felicidad.
Otro texto acerca de la necedad humana, mujeres admirables y los torcidos caminos del amor.
Más de un pasaje que gozaremos leyéndolo, con un final sorpresivo que nos enseña a no menospreciar nuestra necesidad de compañía y a la voluntad femenina.
La historia nos cuenta lo que sucede cuando la maestra Inés llega hasta donde su amigo (y amor platónico), para pedirle ayuda debido a un terrible acto que ha cometido; el buen hombre no pierde su acostumbrada compostura y accede a ello, siendo secundado en la empresa por sus vecinos, que lo adoran tanto como a la mujer.
Datos bastante interesantes se nos dan sobre ambos personajes y su pasado, que no recuerdo si algo se supo de ello en el mentado libro anterior.
Otro emotivo texto que nos habla acerca de la justicia (que necesariamente no es ciega), el dolor y la lealtad, mostrándonos el carácter universal de la narrativa de una autora, a la que hay que o bien descubrir o apreciar con una mirada más amplia.
Un relato corto lleno de mucho humor, que desnuda el alma de los "nuevos ricos" y el arribismo propio de los chilenos, con su culto a la imagen y al qué dirán.
Un emotivo cuento que ignoramos para dónde va, hasta su desgarrador final y que pareciera un presagio de ciertos datos biográficos de su autora. No solo acá tenemos un ejemplo sobre lo más bello del amor, sino que la narración pone en el tapete un tema tan complejo como es el de la eutanasia y que, sin dudas, a nosotros como lectores nos hace tomar partido en una u otra postura.
Uno de ellos es un sacerdote que desde su adolescencia ha decidido renunciar a las comodidades, viviendo entre los más pobres en condiciones casi de indigencia. Es cuando estando entre sus feligreses, que su salud sufre un dramático quiebre y no le queda otra que recurrir a sus hermanos, quienes nunca le han quitado su apoyo. Y es que este singular curita, hombre bastante comprometido con las causas sociales, resulta ser una persona muy mañosa, poniéndoles más de un pero muy gracioso a sus seres queridos, cuando estos intentan ayudarlo con su nueva dolencia; es entonces que entra en escena nada menos que una "santita", a quien más de uno de quienes acompañan al afectado, le piden les haga un milagrito, algo de lo que no está muy de acuerdo el racional y politizado hombre de fe...
A menos que me equivoque, es el único relato del libro en abordar el amor entre hermanos, lo que la autora trata tanto con ingenuo, como con mucho humor. Asimismo, el tema de la fe religiosa, en especial la de carácter popular y que identifica tanto al pueblo latinoamericano, como bien está presente en la mayoría de estos relatos, es un excelente muestrario de nuestra idiosincrasia como pueblo y del cual la autora- pese a vivir ahora en una cultura como la gringa- nunca ha roto sus raíces.
Otro relato cortísimo muy intenso, que nos cuenta acerca del pasado que nos persigue, de los remordimientos y del perdón... Pero "el corazón del hombre es un camino pedregoso" (y de la mujer también), lo que queda bien demostrado en estas páginas.
Otra pieza acerca del amor idealizado versus la realidad, que termina de forma más que inesperada y de manera muy telenovezca (para gusto nuestro).
Destacable la personalidad de la protagonista, un mujer empoderada y voluntariosa desde pequeña, otro buen ejemplo de las heroínas "allendianas".
El argumento nos cuenta de la última etapa de su vida, cuando ya siendo un anciano, aunque todavía un hombre lleno de vitalidad, por primera y única vez en su vida conoce el amor: una bella extranjera llega al país y queda prendida de esta, iniciándose una relación que dará para hablar.
Por puro capricho, el tirano se ha mandado a hacer una lujosa mansión en medio de la selva. Allí trascurre parte importante de este relato, otorgándole su carácter de realismo mágico y que tan bien le sale a la autora.
La búsqueda de la felicidad, tema que hayamos en otros de los cuentos que forman parte del libro que nos reúne, se observa en esta pieza y que nos enseña que podemos llegar a compartir con alguien ese camino; no obstante, mientras unos son auténticos y reconocen sin tapujos su propia humanidad, pudiendo con ellos conseguir su realización personal, otros temen que al desnudar su alma frente a los demás, puedan convertirse en un blanco fáci, negándose a la plenitud tras renunciar a ello.
Debido a un desastre natural, varias zonas del país quedan sepultadas por el barro, siendo enterrados en el lodazal casas, árboles, animales, cadáveres y vivos; dentro de estos últimos se encuentra una niña de unos ¿13 años? Hasta ella llega Rolf en su calidad de periodista y con quien durante 3 días mantiene una comunicación estrecha, mientras tratan de rescatarla de esa prisión, que poco a poco se la quiere llevar con ella.
Isabel Allende abrió el libro con una preciosa historia llena de magia (Dos Palabras), centrada en el poder de la voluntad y del amor; pero para cerrar el tomo ha optado por hacerlo con un relato de carácter realista, con un tono bastante dolorido, que sigue enalteciendo lo mejor del ser humano, aunque en este caso los hechos no acaban como bien quisiéramos.
El texto bien nos habla de la fragilidad de nuestra naturaleza, del papel que cumplen el dolor y la muerte en nuestras vidas; podemos sangrar y llorar, aunque ello nos puede hacer más fuertes y hasta más sabios en muchos casos.
Dije antes que esta obra está basada en hechos reales y así fue, puesto que ello ocurrió durante1985 en Colombia. En aquel entonces el volcán Nevado del Ruiz hizo erupción y la lava provocó una avalancha tal, que provocó una tragedia cual la descrita en esta ficción; hubo entre sus víctimas una niña como la de este cuento, cuyo cuerpo quedó atrapado entre la tierra y los escombros (supongo que también entre los cadáveres) y cuya agonía fue televisada al mundo, que yo siendo pequeño vi su caso prácticamente "en vivo". Algo así imposible olvidarlo y me impactó reencontrármelo en este libro, viniendo de la mano, más encima, de una autora tan querida por mí (y saber que este recuerdo nos unía, así como su enseñanza, me hizo apreciarla más todavía).
Esta es la tercera vez en que dedico mi tiempo al libro, el cual mayormente lo había olvidado. Genial me resulta reencontrarme con estas historias y sus personajes, a los que les debo gratos momentos de lectura y que espero les sen tan gratificantes como a su servidor.
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