7.1. El Director.
John Landis es un director cuyo trabajo
resulta ser bastante variado, alternándose entre la comedia, el musical y el
terror, en este último caso, un terror lleno de humor negro y escatológico,
como también muy, muy sangriento.
En plena década de los setenta, comenzó haciendo comedias de bajo
presupuesto, donde ya se fue manifestando su gusto hacia un humor absurdo y sin
embargo inteligente, aparte de lo mencionado más arriba. No obstante fue con el clásico (y de culto) The
Blue Brothers, filme de 1980 conocido en Latinoamérica como Los
Hermanos Caradura, que Landis alcanzó la fama y demostró además su gran
pasión por la música, lo que luego le daría la oportunidad de ser contratado
por uno que otro cantante célebre para que dirigiera algún videoclip suyo. En 1998 hizo una continuación de este filme y
pese a la gran cantidad de artistas que trabajaron en él, la cinta no logró
repuntar.
En 1981 estrena su filme más famoso y el que haría que Michael Jackson
lo llamara para que dirigiera su ya inolvidable Thriller. Me estoy refiriendo a Un Hombre Lobo Americano en
Londres, el cual llegaría a ser considerado entre los mejores filmes de
terror, destacando por sus avanzados efectos especiales para la época en la
transformación a licántropo, lo que la emparentó con otra película de la época,
Aullidos,
de su amigo y colega Joe Dante.
Pese a su capacidad para el cine de terror, aunque siempre lleno de
situaciones hilarantes, sus únicos otros filmes de este género son su
cortometraje para La Dimensión Desconocida: La Película de 1983 (y donde murieron
un actor y dos extras debido a un accidente en el cual el director fue uno de
los inculpados) y su película sobre una vampira muy sexy y con código de honor
de 1992, llamado Innocent Blood (que por acá recibió el ridículo nombre de Transilvania
mi Amor). Luego estarían sus dos
contribuciones para Maestros del Horror, una por cada temporada.
Si bien este director no ha hecho tanto terror como se quisiera, sí
abundan más sus comedias, tres de ellas con Eddy Murphy de protagonista: De
Mendigo a Millonario, Un Príncipe en Nueva York y Un
Detective Suelto en Hollywood III.
Al formar parte del selecto grupo de amigos que luego reunió Mick Garris
para su proyecto de Maestros del Horror, Landis se ha dado el gusto de invitar a
sus amigos a aparecer en cameos en sus filmes, como en Innocent Blood donde
salen, entre otros, Sam Raimi y Frank Oz; luego él mismo ha trabajado en
pequeños papeles para Mick Garris como en Sonámbulos y The Stand.
Su labor en los videoclips consiste en dos trabajos para Michael
Jackson, siendo el segundo otro de sus más famosos: Blanco y Negro. También hizo un trabajo para Paul McCartney y
tres para nada menos que el mítico B. B. King.
De su cine de terror se puede afirmar también que posee cierto erotismo,
si bien sus escenas de este tipo nunca dejan de poseer un elemento bizarro y
bastante humorístico.
Considerando la calidad de su cine y su versatilidad para mezclar los
géneros, el espectador de su trabajo bien quisiera que John Landis hiciese más
de sus aportes cinematográficos; en especial las de terror donde pareciera que
el director siente un tipo de cercanía hacia sus monstruos, llegando a
humanizarlos y haciéndolos hasta agradables.
7.2. La Película.
Estrenada el 9 de diciembre de 2005 (conocida en España como Salvaje Instinto Animal y en Latinoamérica como Instinto Salvaje), este telefilme es uno de los más
sangrientos de la temporada, compartiendo honor con Los Sueños en la Casa de la Bruja
y Jennifer, no obstante pese a su abundancia de hemoglobina falsa
y cadáveres cuál más en condiciones deplorables, esta obra no deja de exudar el
humor característico de su autor. Basada
en un guión original del hijo de Landis, Deer Woman es una de las
producciones de Maestros del Horror más entretenidas que hay, quizás por su
atmósfera más bien liviana que le permite ser LA comedia de horror del
programa; a su vez la trama a veces se autoparodia e incluso en algunos
momentos de la acción, se hace referencia a los hechos ocurridos en Un
Hombre Lobo Americano en Londres, de tal modo que los acontecimientos
de esta historia ocurren dentro de la misma realidad de su clásico filme.
En pocas palabras, es la historia de un patético agente de policía al
que se le ha rebajado a trabajar en el “vergonzoso” departamento de accidentes
animales, donde por ejemplo, le toca ver casos de peleas entre mascotas de
distinto dueño. Su vida sigue siendo
igual de monótona hasta que una serie de extraños asesinatos de carácter sexual
comienzan a desarrollarse y así debido al tipo de hechos que le toca resolver,
se ve involucrado en el asunto. A diferencia
de los policías y/o detectives de regio porte, el protagonista es un perdedor y
pese a su dedicación para resolver el extraño caso que le tocará, nada le
resulta como se supone debería ser para un abnegado agente de la ley. Como muchos crímenes pasionales, existe una
hermosa mujer como sospechosa, aunque su naturaleza bien puede resultar estar
ligada al mundo de lo sobrenatural. Es
cuando el aspirante a héroe (¿O antihéroe) descubre que esta mujer tiene un
nexo con la mitología de los indígenas norteamericanos.
La película juega con la idea de la
inverosimilitud, ante los sangrientos asesinatos que se han cometido, ya que
para explicar los hechos no existe una causalidad científica; por tanto resulta
imperioso para el protagonista pensar en la posibilidad de que existe un mundo
donde los seres mitológicos no son sólo ficciones. Lo que de seguro puede resultar ridículo,
para otros forma parte de sus creencias más sagradas y de ese modo es que el
choque entre el mundo occidental y el mundo primitivo entran en conflicto.
La actriz de ascendencia indígena que
interpreta a la especial femme fatale de esta obra, llega a
encandilar con su belleza, lo que le sirve con creces a la hora de seducir y
engañar a sus víctimas; así es cómo no todos los monstruos resultan ser
espantosos a la vista humana.
No hay dobles intenciones en Deer
Woman aparte de su carácter casi caricaturesco, si bien se le puede
catalogar como una historia policial donde la realidad se cruza con lo
irreal. No estamos frente a la crítica
social de las obras mencionadas en los textos anteriores (y en algunas de las
que vendrán más adelante); pero sí se puede afirmar que la trama bien muestra
cómo pese a que creemos que vivimos en un mundo racional y ordenado, no todo
resulta cómo creemos, ya que el mundo de la fe y lo misterioso está sólo a la
vuelta de la esquina para manifestarse y robarnos nuestro frágil sentido de la
cordura. En todo caso, el sentido de lo
ridículo tal y cómo le gusta proyectar a Landis en su trabajo, es pan de cada
día, de modo que no podemos estar seguros de que siempre actuaremos como se
supone lo hace la gente racional.
La mujer-monstruo de este mediometraje forma parte de toda una tradición
de criaturas femeninas que victimizan a hombres, aprovechándose de la debilidad
sexual que tenemos (¿De ser fáciles y/o lascivos?) para o bien saciar su
apetito mortal o bien castigar a los hombres por su naturaleza igualmente
bestial. En este sentido, existe hasta cierto punto un elemento moralista donde
los que siempre mueren son lo que para el monstruo de turno se lo merecen y
cómo la Mujer Ciervo es un ser divino, se podría decir que sus actos no son por
simple maldad. Las gorgonas, las
erinias, las arpías, las lamias de la mitología griega, se suman a las
vampiresas de los textos góticos y no tan góticos a la hora de ser las
antecesoras del ser que en esta historia se muestra.
En suma, ver Deer Woman es disfrutar de un episodio de Maestros del Horror que
no puede dejar de ser más divertido, aunque no es para estómagos sensibles.
Por lo que se ve es una pelicula distinta a las que uno acostumbra, pero que aun así tiene sus cuotas de terror y sangre, me gustaria verla, junto con las demas historias que no he visto, solo he visto imprint, la de los zombies y la primera pelicula cuando las emitian en la red los miercoles en la noche.
ResponderEliminarMuchas veces somos nosotros mismos los objetos de terror y desesperacion, y en este caso es algo distinto, puesto que frente a fuerzas que no comprendemos somos completamente vulnerables como simples mortales, es como lo que pasaba con las obras de lovecraft y sus criaturas, que eran sumamente imponentes tanto en poder y forma que los personajes parecian simples hormigas intentando luchar con el sol.
Atte. Fabian Ibarra.
En realidad, Fabián, este episodio es muy singular y lo mejor de todo, es lo entretenidísimo que llega a ser (debido al carisma de sus personajes y especial atmósfera, bien podría dar para una serie).
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