martes, 1 de enero de 2013

¿Y cuál es que se acabó el mundo?



   Cuando estamos a horas de que termine este 2012 y comience de una vez por todas el 2013, era de esperar que tal como el año pasado, compartiera unas cuantas vivencias y reflexiones al respecto.
    Debido a los mayas (y a la publicidad) mucha gente se creyó el cuento de que el recién pasado 21 de diciembre se vendría el Apocalipsis para nuestro mundo (¿Apocalipsis zombie?...lo dudo).  Debo confesar que si bien no compartí la paranoia catastrófica de esta gente, si igual me intranquilicé un poco, aunque sólo fue un leve susto ante la posibilidad de que realmente pasara algo (no guardé agua, ni alimentos, ni mucho menos me quedé encerrado en casa como en un momento pensé hacerlo).  El jueves antepasado me fui al Centro y entonces tomé conciencia de que en otras partes del mundo ya era 21 de diciembre o incluso ya había pasado el día….¡Así que me quedé más tranquilo, pues nada fuera de lo normal había pasado!
Celebrando las Fiestas Patrias en el Intectur.
    El año que ya se acaba, fue en general mucho más regular para mí en el plano profesional y eso sin dudarlo me hizo sentirme mucho más realizado como individuo.   Fue un lunes 5 de marzo, fecha en la cual muchos colegios en Chile comenzaron sus clases del presente año, cuando por un aviso clasificado en el diario llegué a mi actual lugar de trabajo: el Colegio Intectur y donde soy muy feliz.  Recuerdo que llegué antes de las 8 de la mañana, siendo el primero de un montón de profesores que a medida que transcurrieran los minutos irían llegando.  Así fue como justo cuando iba de camino a otra entrevista de trabajo hacia Isla de Maipo (bastante retirado del mismo Intectur y de mi propio hogar), me llamó el Rector, don José, para decirme que quería afinar detalles conmigo en lo de trabajar con ellos; asistí igual a mi entrevista en el otro cole, pero después me volví a Quinta Normal donde comenzaría a laburar en lo que para mí sería una de las mejores experiencias pedagógicas de mi existencia.  Aparte de que me queda cerca de mi casa, mucho más próximo del Centro y del gimnasio, de que no me levanto tan temprano y tengo buena locomoción, lo más valioso para mí en este lugar es la gente que me acompaña; me siento contento en general con los alumnos, que si bien la mayoría no son una luminaria, sí son respetuosos y cariñosos; no obstante lo mejor para mí del colegio son mis jefes y mis colegas: mención especial merecen gente como Victoria y Karyn, también Cristóbal (quien si bien nos dejó al comenzar el segundo semestre por una mejor oportunidad laboral, se convirtió en un nuevo amigo para mí), con quienes da gusto trabajar y compartir.  Igual hay mucho más gente valiosa allá, a la que admiro y aprecio, tal como Marcela y Felipe, por mencionar sólo algunos, pero a quienes no puedo dejar de mencionar es al mismo Rector y a su adorable esposa, quien hasta hace poco allá oficiaba de Inspectora General y Orientadora (no todo es perfecto, los dueños no quisieron renovarle contrato): Ellos son don José Alarcón y la Sra. Isabel Nuñez, quienes son de esos jefes que muchos quisieran tener, no sólo por ser tan profesionales en lo que hacen, si no que debido a su gran corazón y particular manera de ser (por eso espontáneamente les llamé Papi y Mami y cuando se enteraron de que les había puesto ese apodo cariñoso, ni se molestaron, quedando designados de esa manera por el resto de los que trabajan allá).  El año que viene seguiré en el Intectur y en verdad eso me tiene en las nubes, como además espero que sea aún un año escolar mucho mejor y que la gente nueva que llegue, ayude a que el establecimiento siga siendo un sitio donde de gusto trabajar.
    Continuando con el tema de lo profesional, en Zig-Zag me “desecharon”, así que no me volvieron a dar trabajo, pero como tenía mi buen sueldo fijo ya, ni me inmuté.  Como por septiembre me llamó la nueva jefa encargada del material de Lenguaje, para ver si estaba dispuesto a hacer un módulo de la asignatura, sin embargo lo que me ofrecían en dinero era una miseria, y en parte se lo dije, puesto que uno nunca debe desvalorar su trabajo y más si sabe que lo que hace es valioso.
    Seguí trabajando para el Instituto Selitec, haciendo clases a adultos que tenían intenciones de regularizar sus estudios de enseñanza media.  Pero esta vez la mayoría de las clases las impartí en el mismo instituto, el que me queda en pleno Centro de Santiago y muy cerca de mi actual trabajo, así que me sentía más que a gusto.  Como esta labor la hago sin contrato, ya que me pagan con boleta de honorarios, espero que este 2013 vuelvan a necesitar de mis servicios.
    Este año comenzó para mí con teatro del bueno, pues como nunca antes aproveché de asistir a los eventos que Santiago a Mil celebró en un nuevo festival de esta disciplina y otras artes escénicas.  Tuve el gusto de ver por fin en vivo al Circo Chino de Pekin y cuando lo hice me acordé de mi abuelito Daniel, a quien le fascinaba; recordé entonces la primera vez en que lo emitieron en televisión cuando yo era pequeño, en plena dictadura durante los ochenta y vino a verla con nosotros, pues mi abuelito sólo tenia tele en blanco y negro y deseaba contemplarlo a color (¡Cuánto le habría fascinado el Cirque du Soleil!).  También mi comadre me invitó durante ese recordado mes de enero a ver la obra La Tía Carola, que me fascinó; vi tres más, pero una de ellas la encontré demasiado panfletaria y demagógica, La Pasionaria, así que la odié.  Fue en enero también cuando me llevaron a patinar en hielo y puchas qué la pasé bien (más tarde ese mismo día disfruté con el Circo Chino).  En mi propio trabajo vimos tres obras y en general fueron excelentes instancias de entretención y aprendizaje para todos.
   Desde los primeros días del año fui harto al cine, viendo muchas de estas cintas con mi queridísimo amigo Marcelo López…y con la inigualable comadrita Ledda Gaete (a ellos les debo dedicar un párrafo extra).  Asistí harto al cine este año como siempre, pero no como yo quisiera.  Se me pasaron varias pelis que hubiese deseado gozar en pantalla grande, como Espíritu de Venganza, la nueva del Juez Dredd y Frankenweene.  El último filme al que asistí a ver fue la primera parte de El Hobbit, que la contemplé en 3D y tengo puras ganas de volver a verla.
    Como acostumbro, leí un montón de cómics y libros, comprando hartos también.  Ya no gasto en historietas como antes, pues desde que me “actualicé” y me compré una nueva tele y un equipo reproductor de blu-ray, sólo adquiero los de la Editorial Unlimited que venden en kioscos y a muy buen precio (de ese modo parte de la plata que gastaba en cómics, ahora la ocupo en pelis).  Respecto a los libros, este año he agregado un montón a mi colección y ha sido el año de las lecturas de tomos en verdad grandotes: los dos primeros de Canción de Hielo y Fuego, los dos primeros de la Crónica del Asesino de Reyes, Imagica y otros más no tan extensos; como el viaje a la “pega” ya no es tan largo, mis lecturas demoraron a veces dos meses, en especial debido a lo extenso de los tomos.  Así que seguí disfrutando del bello arte de la narración.
    Tal como he dicho, me actualicé con lo del formato digital.  Me costó algo decidirme a dejar mi antigua y querida tele, la cual fue una de las primeras cosas que adquirí cuando comencé a trabajar (hace casi 10 años) y de algún modo le tenía cariño (¡Lo siento, lo admito, después de todo recordaba muy bien el día en que la compré!); no obstante cuando terminó por echárseme a perder el último reproductor de DVD que tenía, el cual me había salido bien malo, me di cuenta que era la ocasión perfecta para ponerme al día de una vez.  Y para nada me arrepiento de mi decisión, pues sí que vale la pena ver en la mejor calidad tus películas y seriales favoritas; así es como mes a mes gasto un porcentaje “considerable” de mi sueldo, en las pelis que valen la pena ver en el mejor formato de imagen y sonido que hay en la actualidad.
    Para terminar con esta faceta ñoña, este año además he aprovechado de bajar de la red un montón de pelis y seriales como nunca antes, consiguiendo muy buen material (en parte se lo debo a mi amigo Fabián Ibarra, quien me dio el dato de la página desde donde descargo estos archivos).
En orden desde izquierda a derecha: Iván, Hans...y yo.
    Y ahora me voy al terreno más “humano”.  Este 2012 conocí por fin a Hans, un amigo alemán con el cual comparto la amistad de varias personas importantes para mí.  Cada dos años él viaja desde su tierra a Chile y se queda un tiempo con sus amigos, algunos de los cuales tenemos en común.  Siempre quise conocerlo, pues en todo momento me hablaron bien de Hans.  Fue gracias a María Elena e Iván que en una de mis visitas a su hogar, en febrero nuestros destinos por fin se cruzaron y hoy en día por lo menos una vez al mes nos enviamos largos correos electrónicos, que yo espero con ansias, pues me recuerda ese tiempo de antaño en el cual era costumbre escribir cartas en papel a tus seres queridos.
    En febrero ¿O fue en marzo? Mis amigos Mauricio Tapia y María José Carmona tomaron la importantísima decisión de casarse, después de años de pololeo.   Como muchos, no estuve presente, pues Mauricio en su “austeridad” sólo hizo algo por el civil y apenas fue gente, puesto que además se supone que para la boda por la Iglesia (que parece que ahora sí va a ser en el transcurso del 2013) va a “tirar la casa por la ventana.  Ambos hacen una linda pareja, se complementan muy bien y su enlace es para mí uno de los eventos más significativos del 2012.
¿Es Batman? No, es Batmito.
    Todos los que me conocen bien, o relativamente bien, saben que la personita más importante de mi vida y a quien más quiero, es a mi sobrino Amilcar.  Hoy en día Amilcar Matías sobrepasa los tres años de edad y en más de una ocasión me ha  permitido estar orgulloso de él (como también me ha hecho pasar una que otra rabia por sus travesuras).  Ya no paso tanto tiempo con “mi perrito” como antes, pues como dejé de trabajar en casa, lo veo de lunes a viernes apenas llego al hogar.  Apenas me ve “me rapta” y solo quiere estar conmigo (si hasta llora cuando no puedo estar con él); yo me acuerdo en todo momento de Amilcar, por lo que lo echo de menos si paso mucho rato sin su presencia  y tengo mi cell lleno de fotos suyas, que muestro a medio mundo.  A veces me dice “Léeme” o “Quiero leer” y me pasa un libro o un cómic para que le lea, como también él mismo me lee una historia que va inventando en su escaso lenguaje, donde siempre están involucrados Hulk, Batman y el Hombre Araña como mínimo.  El año pasado por fin me conseguí las tres últimas temporadas de la serie The Batman y me puse a verla con Amilcar en los periodos en que lo tenía a mi cuidado en la pieza; ya desde antes le prestaba una o dos figuritas del “Murciélago” para entretenerlo, pero nunca pensé que lo iba a fanatizar en el tema de los superhéroes a tal punto que mi niño se pasara fantaseando con muchos de mis personajes favoritos, disfrutando conmigo las series y las películas, pidiéndome que se las pusiera, “cantando” como dice él los temas (o sea, tarareándolos) o usando a gusto poleras y pijamas de los superhéroes (este año el tema de mi cumpleaños fue por fin superhéroes y Amilcar vistió con orgullo el Manto del Murciélago).  Sé que todavía me queda mucho por disfrutar junto a mi sobrinito y puedo decir que ha sido el más bello regalo que Dios me ha otorgado.
Los dos tortolitos ¿O "tontolitos"?
    Para el mes de abril más o menos, me enteré que mi comadrita Ledda estaba en algún tipo de relación amorosa, pero como la muchacha es tan “royera”, me mantuvo en suspenso hasta que supe quién era esa persona (¡Si incluso llegué a pensar que se había vuelto “lela”!).  Hace años Ledda tuvo un breve romance con Marcelo López, del cual quedaron brazas que nunca terminaron de apagarse.  No más el año pasado mi amigo “Marlo”, hoy conocido públicamente como el GAIO, había terminado su pololeo con Juliana (ruptura que me afectó a su manera, pues harto pasaba con esa pareja).  Para resumir, en secreto Ledda y Marcelo retomaron contacto y es así como hoy están en su “remake” como me gusta llamarle, ahora más maduros gracias a las experiencias pasadas que les permiten por fin enfrentar lo suyo con mayor plenitud.  En cuanto a mi queridísima amiga Juliana, sé que está bien, pues es una de las personas más fuertes que he conocido.
      En junio mi amigo Paulo Adriazola publicó su primer libro de cuentos, los que vine a leer en su totalidad por allá por noviembre y disfruté tanto, que con agrado publiqué una crítica en mi blog al respecto.  Recomiendo bastante la lectura de su ópera prima.  En diciembre Paulo nos dio en el colegio una charla genial para los segundos medios sobre Pablo Neruda, gran poeta del que Paulo es un experto.
    A finales del mismo mes de junio me concedieron el honor de ser padrino de nuevo, esta vez de Jesús, a quien como a mis otros ahijados Sebastián y Gabriela, tuve el gusto de conocer desde muy pequeño.  Hoy en día Jesús pasó a cuarto medio, así que ya grande tomó el sacramento, si bien lo hizo con más conocimiento que mucha gente del paso que daba.
    Mi ahijada Gabriela ya terminó la enseñanza media, incluso tuve la dicha de ir a su graduación ¡Cómo pasa el tiempo! Aún tengo muy fresco en la memoria ese cumpleaños de su primo Sebita que fue de disfraces y ella se veía tan tierna vestida de odalisca, mostrando su pancita de niña tan dulce (no me la imagino ahora haciendo tal hazaña).  Este miércoles se sabrán los resultados de la PSU, ojalá le vaya bien y si no, ella es una persona segura de sí misma y bien sabe que puede estudiar exclusivamente este año para dar lejos una mejor prueba la próxima vez.
    Escribí la parte de arriba (menos el último párrafo) cuando aún quedaba algo del 2012.  Ahora que ya es oficialmente 2013, miro hacia lo que está por venir y sólo deseo que este año sea para todos nosotros aún mejor.  Estoy agradecido de lo que me ha tocado vivir, me siento en deuda.
    Durante el 2012 alcancé a publicar más de 50 textos en mi blog y este mes me toca subir el N° 100; eso será un gran evento para mí… Cómo para celebrarlo ¿ No? Creo ya saber de qué se tratará dicho escrito (no algo conmemorativo, pero sí sobre algo importante para mí).  Siempre le digo a mis más cercanos que cuándo me van a leer y cuándo me van a comentar, admito sin culpa que soy un insistente, pero en pedir no hay engaño y a la larga toda persona que escribe no lo hace sólo para sí.
    Empecé este texto haciendo referencia a que no se había acabado el mundo, pero esto mismo me hace meditar que todos los días hay gente para quien sí se termina.  Una familia vecina tuvo una muy triste desgracia sólo hace poco más de una semana (incluso salió en la tele), a tres días de la Navidad.  Un padre salió con su hija a andar en bicicleta una noche por una concurrida avenida y así fue que al venir un gran vehículo de locomoción colectiva (un bus “oruga” del Transantiago) pasó a llevar a la niña de entonces 14 años y le aplastó la cabeza, muriendo de inmediato; tengo entendido que la pobre estuvo en la calle un buen rato antes de que se la llevara la ambulancia.  El sentimiento de culpa del padre debe ser insoportable, pues supongo pensó cosas como por qué no llevaba casco, por qué no iba él detrás de su hija para protegerle las espaldas…Ahora lo más probable es que para esa familia estas fechas siempre sean motivo de dolor.  Mi mamá y mi hermana conocían a la niña y a su familia, incluso estuvieron un rato en el velorio.  Yo pienso si le pasara una desgracia así a mi Amilcar qué haría y prefiero no ahondar en esa posibilidad.
    Siempre estamos expuestos al verdadero dolor, al que es del corazón y que puede llegar a corromper el espíritu.  Considerando esto, es que no puedo acabar este texto dando las gracias por el año que se fue, por lo que me ha dado Dios, por la gente que tengo a mi alrededor y por permitirme ser feliz.  Pido que gente como esa familia de la que les cuento, obtenga la suficiente paz como para poder seguir adelante y tengo la certeza que desde el Cielo un nuevo ángel vela por ellos como nadie.  En mi familia hace años nos tocó sobrevivir a la muerte de un niño nuestro, así es que sé de lo que hablo.
    Nadie sabe cuándo nos llegará nuestro fin en este sitio en el cual sólo estamos de paso (pensamiento muy medievalista ¿No?).  A finales de enero nos dejó a mi familia mi abuelita materna Blanca.  Por años estuvo postrada y de algún modo su vida ya se había apagado hace tiempo, puesto que permanecía en su cama en un estado semicomatoso.  Con heroicidad mi mamá y mis tías, sus hijas en especial de entre todos sus familiares, velaban por ella turnándose: la bañaban, le hablaban con cariño, esperaban con valentía que de una vez por todas el Señor se la llevara; por eso sé que para muchos su partida no fue tanto fuente de congoja, si no que se convirtió en la satisfacción de que el amor nunca le faltó y que por fin la abuelita podía descansar y reencontrarse con quienes la esperaban en el Más Allá.
   Disculpen si terminé de forma tan melodramática este primer artículo del 2013 para mi blog, pero siento que no podía hacer caso omiso a este tema, pues creo que sería ser indolente de mi parte.
    Bueno, feliz Año Nuevo 2013 para todos ustedes y gracias por detenerse acá por un momento.

Con mi comadrita Monka y mi ahijado Jesús el día de su Confirmación.

3 comentarios:

  1. Ya Elwin..pase y lei un poco y comenté,estoy trabajando.. y con el pelo corto, se me acabaron las "VAGACIONES", A ganarse las rupias.. bueno pásalo bien, bye Guillermo HD.

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  2. hola amigo, fue un año que tuvo de todo, bueno como todo año.

    Conocerte me ha convertido en una persona cada vez mas culta, y comence a valorar el concepto de informacion y aprendizaje.

    Ha sido un honor leer cada uno de tus textos y compartir opiniones sobre diversos temas desde qu empezamos a hablar, ha pasado un buen tiempo.

    Nos vemos y que este 2013 sea un año bueno para todos.

    Atte. Fabian Ibara.

    PD: perdon por el retraso.

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  3. Muchas gracias, Fabián, por continuar tu cruzada de leer cada uno de mis textos por orden cronológico y comentarlos, que ojalá amigos de más años como tú mostrasen el mismo interés que tú en interesarse en lo hago (y demostrármelo con gestos como el que tú tienes conmigo). Realmente me siento feliz de si con este blog contribuyo en algo a la vida de quienes me leen.

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