Cuando en 1985 Orson Scott Card publicó su
famosa novela El Juego de Ender, y con la cual comenzaría una de las sagas más emblemáticas de la ciencia
ficción, terminó su libro con la promesa de nuevas aventuras por parte de su
protagonista, quien tras derrotar a toda una raza alienígena, iniciaría un
nuevo viaje en la búsqueda de la redención y un nuevo hogar para la última
“reina colmena”. Sólo pasó un año para
que los lectores supieran lo que ocurrió a continuación con el niño prodigio
que salvó a la humanidad de su posible extinción en la guerra espacial contra
los insectores, así como con la misma reina colmena; esto gracias a La
Voz de los Muertos, considerada por muchos como una obra lejos mejor
que su predecesora, la que le otorgó a su autor los codiciados premios Hugo,
Nébula y Locus. No obstante entre el
primer libro de la saga y el segundo, Ender ha pasado el proceso de ser un niño
a un hombre de 35, habiendo además pasado tres mil años entre la última vez que
se vio deambular al joven héroe y su llegada al planeta de Lusitania en esta
segunda novela. Los siguientes libros
que vinieron, Ender el Xenocida e Hijos de la Mente continúan con la
vida de Ender convertido en un hombre hecho y derecho. No obstante considerando los efectos del
“viaje relativista” que permitió a Ender mantenerse joven durante sus viajes y
la cantidad de tiempo transcurrido entre el libro original y su secuela, Card
dejó un enorme vacío respecto a las aventuras del personaje. Fue así como de vez en cuando el escritor
mormón publicó uno que otro cuento acerca de estos “años perdidos” de Ender,
como por ejemplo Consejera de Inversiones, que narra el primer encuentro de
Ender con Jane, la I.A. que tanta relevancia poseería en los libros 3 y 4 de la
saga. No obstante recién en 2008 dio a
luz a la que sería la primera novela sobre este paréntesis en la vida de su
personaje más famoso. El libro en
cuestión se llama Ender en el Exilio y transcurre desde los 13 hasta
aproximadamente los 16 del joven veterano de guerra y cuenta en pocas palabras
lo correspondiente a los primeros años en los cuales Ender se ha visto obligado
a no regresar a la Tierra tras terminada la guerra, por lo que le tocará vivir
un gran número de fabulosas experiencias durante su exilio espacial.
La
novela en cuestión se encuentra configurada de la siguiente forma:
- Narración
de hechos acaecidos en el planeta Tierra, referentes a la vida de los
hermanos mayores de Ender, Valentine y Peter, así como de los padres de
estos tres y de otros personajes importantes en la saga.
- La
vida de Ender en la Escuela de Mando, ubicada en una estación orbital,
mientras se espera qué se hará con el adolescente almirante.
- Tras
decidido el destino de Ender, su viaje en la nave del almirante Morgan, en
dirección hacia el planeta Shakespeare.
Aquí Ender es acompañado por su hermana Valentine.
- Detención
en la vida de Dorabella y Alessandra Toscano, madre e hija
respectivamente, quienes parten desde Italia a la misma colonia de
Shakespeare, siendo compañeros de viaje de Ender y su hermana.
- Los
eventos ocurridos en el planeta de Shakespeare, ya sea antes de la llegada
de Ender a éste, como una vez que arriba al lugar.
- Acontecimientos
transcurridos en el planeta de la colonia de Ganges, fundada mayoritariamente
por indios. Estos hacen referencia
tanto a lo que pasa con el hijo perdido de Bean (protagonista de la saga
de “Las sombras”), como con su gobernadora.
Como
en la literatura clásica, el libro presenta algunos elementos propios de las obras
epistolares, aunque como en este caso se trata de una obra ambientada en un
futuro lleno de sofisticada tecnología, en vez de cartas de papel, se trata de
correos electrónicos. Estos últimos
permiten que el lector conozca mejor los pensamientos y motivaciones de los
personajes, en especial con respecto a aquellos que se encuentran a años luz de
los protagonistas principales; por otro lado, le otorga a la narración una
dimensión mucho más intimista (en este sentido, resulta inolvidable el emotivo
e-mail que por fin, luego de años, le envía Ender a sus padres).
Al
ser una precuela de La Voz de los Muertos, el libro entrega una serie de hechos que
acá por fin se revelan tras tantos años apenas descritos. Dentro de estos están los pormenores pasados por
Valentine para llegar a reencontrarse con su hermano menor; la génesis de los
libros La Voz de los Muertos, el cual luego originaría el particular
culto pseudoreligioso que tanta relevancia tendrá en la original secuela a El
Juego de Ender y de los otros
escritos en anonimato por el niño; el hallazgo de Ender de la última de las
reinas colmenas y el inicio de su relación con ésta, en la búsqueda de un nuevo
hogar para los insectores.
Portada de la adaptación en cómic de Marvel para esta recomendable novela. |
Considerando todo lo que sucede en la novela, no es difícil darse cuenta
de que el libro aborda entre otros, el tema de la responsabilidad frente a los
actos de uno y como consecuencia, la posibilidad de redención luego del proceso
de enmendación de los antiguos errores.
Lo anterior corresponde al motivo mismo de las acciones de Ender, quien
se siente culpable por haber sido el causante de la extinción de la única raza
alienígena inteligente con la que los humanos entraron en contacto hasta el
momento, como también por haber llevado a tantos soldados a la muerte tras el
asalto final al planeta de sus enemigos.
No obstante este proceso de salvación personal no sólo se da en el caso
del protagonista, si no que también con muchos otros personajes marcados por un
pasado lleno de mentiras, violencia e irresponsabilidades: Esto ocurre tanto en
personajes como el ya mencionado hijo de
Bean, como con Virlomi, una ex miembro de la Escuela de Batalla, quien hasta
antes de ser exiliada a ser gobernadora de la colonia Ganges, se vio envueltas
en infames actos; en el caso de Alessandra Toscano, quien bien resulta ser una
niña inocente manipulada por su inestable madre, también se da esta opción de
redención, puesto que el mismo viaje que hace (y la afortunada participación de
Ender en su vida), le permite comenzar una nueva vida alejada de sus anteriores
infortunios; pero igualmente en el caso de Peter, quien otrora fuera un
despiadado hermano mayor para Ender, pero que con los años en su afán de
conseguir el poder, lograría ensalzarse a sí mismo como alguien de respeto.
El
libro a su vez desarrolla el afable carácter de Ender Wiggin, quien una vez más
(todavía demasiado joven, pero siempre tan brillante) es retratado con un
individuo excepcional, alguien de cualidades mesiánicas. Ender siempre se muestra tranquilo, dispuesto
al diálogo y preparado ante cualquier eventualidad, logrando sobrepasar con
éxito cualquiera de ellas. No obstante pese a sus numerosas virtudes, es
un ser sensible, para quien la felicidad consiste en contribuir a la dicha de
quienes lo rodean, así como lograr borrar su pasado como “xenocida”. Todo esto, hace que Ender marque la vida de
quienes lo rodean, quienes en todo caso como gusta crear a Orson Scott Card,
muchas veces como él son personajes entrañables y llenos de talentos que los
hacen ser admirables en su proceder.
Considerando estos precedentes, es notable cómo actos heroicos que
implican grandes sacrificios, se dan constantemente en el libro, como en el
resto de las sagas de Ender y Bean (en este sentido, no se puede dejar de
mencionar el esperado encuentro entre Ender y el hijo perdido de Bean, quien
sin conocerlo se declara su enemigo jurado).
Dentro
de las sorprendentes acciones de Ender, no se pueden dejar de lado dos que si
bien transcurren en momentos y lugares diferentes (y muy distantes entre así),
aparte de estar relacionados con distintas personas, poseen un singular
paralelismo. Estas corresponden a la
intervención que hace el propio Ender en la vida de Alessandra y luego en la
del perdido hijo de su amigo Bean. A
ambos Ender los “salva” de una existencia en la cual viven bajo la influencia
de sus respectivas madres, las dos amantes de sus hijos, aunque mujeres con un
grado de locura que bien pueden provocar su perdición y/o infelicidad. Es así como al cruzarse el muchacho con estos
dos, al conocer el rumbo al que irían sus devenires, tan sólo con la capacidad
de su elocuencia (y la razón), logra hacer lo que la fuerza es incapaz de
conseguir. Esta misma capacidad de Ender
para el diálogo (que en todo caso no siempre le fue útil, ya que en el pasado
dos veces tuvo que hacer uso de la violencia física para defenderse, lo que se
tradujo en la muerte de sus contrincantes), sería usada una y otra vez para
lograr el éxito a lo largo de los distintos libros. Es con estos dos actos realizados por Ender,
que se logra atisbar el carácter no sólo benigno suyo, si no que también sus
dotes de líder positivo, quien vela por los intereses de los demás, de sus
subordinados o para ser más completo, de quienes están a su alrededor; por
ende, su felicidad sólo está ligada a la del resto de la gente. A su vez estas dotes de líder positivo suyas,
son capaces de inspirar lo mejor en quienes lo conocen. Por otro lado, la
presencia de estas enfermizas madres, contrasta con el lugar que cumplen los
propios padres de Ender y sus hermanos, siendo que si bien el protagonista
apenas logró compartir con estos, sí obtuvo de ellos un amor providencial que
marcará toda su persona.
Otro
tema de relevancia en la novela, es la idea que se tiene respecto al poder mismo,
o sea, la capacidad para influir en los demás y obtener de estos un bien en sí
mismo. Es así como a lo largo de esta
novela se presentan tres manifestaciones de la capacidad del ser humano para desplegar
dicha habilidad: dos de ellas con un hondo sentido negativo y la otra,
obviamente benigna y por supuesto, reflejada en la figura de Ender (si bien en
personajes cercanos a él como Peter-el Hegemón-, Mazer, Graff y muchos otros
líderes también se encuentra esta característica).
- La
primera de ella corresponde a la del almirante Morgan, quien controla la
nave que lleva a Ender y al resto hacia el planeta Shakespeare; pues bien,
éste ostenta y desea el poder como una forma de conseguir sobresalir entre
los demás, consiguiendo para sí todos los beneficios posibles y la
obediencia absoluta de quienes están bajo su mando. En otras palabras, es
un hombre autoritario que sólo quiere el lucro personal. De este modo, su punto de vista entra en
conflicto con el héroe de la saga, queriendo dominarlo ya sea por la
fuerza o por el engaño.
- La
segunda se observa en la figura de una mujer (tanto o mucho más
inteligente que Morgan), la india Virlomi, quien otrora fuera una de las
heroínas salidas de la misma Escuela de Batalla de Ender, para luego
convertirse en la máxima autoridad de su país, India. Virlomi deseando el bien de su nación,
inició un proceso que les permitió desligarse de la dominación China y
luego organizó una invasión a este mismo país; ello la llevó a ser detenida
y ser después condenada al exilio. Para su pueblo, Virlomi era una diosa,
amada y respetada, pues en todo caso, pese a sus anteriores acciones, lo
que siempre quiso fue lo mejor para su pueblo (otra cosa es que se hayan
equivocado en unas cuantas de sus decisiones). Pues bien, en este sentido, Virlomi
presenta a la figura de una gobernador que pretende servir a los suyos, no
obstante en su afán no logra dimensionar que muchas de sus acciones
conllevan alternativas erradas; por esto una vez enviada fuera del planeta
(y conseguido la humildad necesaria), por fin logra obtener una conciencia
más clara de cómo trabajar para el bien de quienes están bajo su mando.
- El
tercer y último caso, bajo la persona de Ender Wiggin, corresponde a la de
un líder nato, quien pese a sus enormes habilidades para el mando, no
quiere en realidad el poder y por ello trabaja casi en el anonimato, sin
desear mayores reconocimientos, ni bienes para sí. Lo que le importa hacer es el beneficio
absoluto para el resto, aún cuando ello signifique el sacrificio personal.
Es por esta razón que Ender se
transforma en un obstáculo para las intenciones de Morgan, ya que el
primero es por completo su opuesto.
En este sentido es que el “xenocida” representa la figura de un
pequeño (o completamente humano, sin señales de divinidad) Cristo, o un
santo, en cuanto éste se encuentra cargado de suma humildad, pese a toda
su genialidad y a toda la influencia positiva que ha logrado provocar a lo
largo de su breve existencia (y aquí no se puede olvidar en sentido
religioso que Card le otorga a su literatura).
Por
último, cabe destacar la preeminencia que posee la figura de un artista clásico
como Shakespeare en la literatura, quien ha sido uno de los literatos que más
han inspirado obras posteriores no sólo en este mismo ámbito creativo (aparte
de literatura propiamente tal, películas, cómics, pinturas, música y otros se
han nutrido de sus historias y personajes); de este modo la misma ciencia
ficción no escapa a su legado, con los respectivos homenajes en este tipo de
obras. Es así como se puede nombrar el
de una de las tantas novelas de Clifford Simak (autor de maravillas de la
ficción científica como Estación de Tránsito), El
Planeta de Shakespeare y donde sale el propio autor de Romeo
y Julieta como personaje, además de una variante de su célebre
personaje Calibán, uno de los protagonistas de su drama La Tempestad (siendo esta
misma novela una especie de reinterpretación de esta obra mencionada). Por otro lado en su más que recomendable
novela que reinterpreta en tono de ciencia ficción la Iliada y la Guerra de
Troya, Illion, el galardonado Dan Simmons retoma al monstruoso Calibán
para verlo desde otras aristas. Y pues
bien, en Ender en el Exilio tras lo mencionado bastante arriba, queda
claro el tributo que hace Card al genio inglés, llamando además a cada uno de
los asentamientos de “su” planeta Shakespeare con nombres de varios personajes
shakesperianos.
Luego
de la emotiva conclusión de la novela, que termina dejándonos claro que habrán más
de ellas, puesto que aún Ender es lo suficientemente joven con respecto a lo ya
conocido a partir de La Voz de los Muertos, Card nos
regala unas más que interesantes notas sobre la génesis de este libro y su
deseo de completar los vacíos respecto a la “biografía” de su personaje más
querido. Por lo tanto, el lector acaba
esta nueva entrega de la saga contento tras saber que sobre Ender queda más por
contar y regocijado de que alguien como Orson Scott Card a través de sus notas
nos abra las puertas acerca de cómo es su propio proceso creativo;
demostrándonos con ello una faceta inolvidable sobre la intimidad misma del
artista que bien hemos llegado a querer.
volviendo al blog luego de meses en la lejanía, y lo deje sin comentar este texto que me gusto mucho,que sin más lo recuerdo deja mucha enseñanza sobre la unión de distintas culturas y que hace juego sin duda alguna con la inocencia (que suele notarse) en los niños que en esta obra son los protagonistas de la historia.
ResponderEliminarRetomare cada texto que hayas publicado mientras yo no estuve, ya que para mi es algo muy valioso y muy culto nutrirme de los conocimientos que entregas sobre cosas a las que no he accedido en su totalidad, y que obviamente lo pienso hacer una vez me titule.
Atte. Fabian Ibarra
No tienes idea, Fabián, de cuánto me alegra volver a saber de ti, que además eres mi mejor lector. Debo decirte que leer este libro para mí fue algo muy emotivo, pues me permitió reencontrarme con uno de mis personajes favoritos. Este año por fin se estrenó la adaptación cinematográfica de "El juego de Ender", pero no sé si la darán en Chile (si no esperar que llegue en Blu-ray).
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