Dentro del panteón marvelita, Hulk es sin duda uno de sus personajes más
emblemáticos y reconocidos hasta por el público poco cercano a los cómics. Es así como tras el éxito en las salas de
cine, de algunos compañeros suyos de las franquicias Marvel (es decir X-Men y
Spider-Man), se quiso aprovechar el interés del público al respecto y se
entrenó en el año 2003 un filme de alto presupuesto sobre el Gigante
Esmeralda. Pues para asegurarse la
calidad artística de la obra, detalle tal vez raro al tratarse de un producto
de corte masivo y que claramente no correspondía en sus orígenes al llamado
cine arte, sino que desde un principio tuvo intereses comerciales, se contrató
para dirigirla al laureado Ang Lee. Este
artista coreano ya había sido reconocido en occidente como un director de gran
calibre, tras sus primeras incursiones con Hollywood, dejando además
convencidos a todos de su talento para realizar filmes de temáticas variadas,
siendo que a su vez no hacía mucho que había triunfado con El Tigre y el Dragón,
cinta en la cual supo utilizar sofisticados efectos especiales con maestría…Lo
que se esperaba sucediera con su incursión en las historias sobre el Goliat
Verde.
Por
lo tanto se gastó una buena suma millonaria, para hacer que la primera aventura
de este otro personaje creado por la dupla de Stan Lee en el guión y Jack Kirby
en el dibujo, fuese un éxito; a ello se sumó la contratación de actores de
carácter y ya reconocidos, con lo cual sumar puntos a la hora de otorgarle
mayor realce a la producción, si bien se optó por contratar a un casi debutante
Eric Bana en el papel protagonista como Bruce Banner, el científico que para su
pesar se transforma en el monstruo. Fue
así como para apoyar a Bana en la película que lo lanzó al estrellato y que
además lo convirtió en todo un símbolo sexual en su momento, se unieron a él
veteranos como el masculino Sam Sheppard, haciendo de nada menos que del
general Ross (uno de los principales antagonistas de Hulk en los cómics) y al
también solvente Nick Nolte, en un inesperado papel como el padre de
Bruce. A estos dos, si bien mucho más
joven aunque desde pequeña con varios largometrajes a cuestas, se les sumó la
preciosa Jennifer Connelly, haciendo del gran amor de Banner, Betty Ross,
personaje esencial para entender las motivaciones tanto del científico como de
su alter ego.
La
verdad es que la película en lo artístico funciona bastante bien, pues no se le
puede criticar de mal orquestada, ni de simplona, lamentablemente en taquilla
no le fue tan bien como quisieron sus productores, aunque tampoco puede
considerarse como un verdadero fracaso; por esta misma razón unos años después
apareció una secuela y en ella también se invirtió bastante, con la intención
de hacer algo que realmente valiera la pena.
No obstante su guión cerebral y muy centrado en los conflictos
emocionales del protagonista, más que en la acción fácil que muchos esperaban
propia de un ser como Hulk y capaz de provocar tanta destrucción, alejó al sector
más simplón de las salas, rebajando las recaudaciones. No obstante cada uno de los nombres aquí
señalados, dio lo mejor de sí para convertir todo esto en una película
impecable. Al respecto es que en
especial fue Ang Lee quien hizo un trabajo impecable, pues procuró homenajear
la historieta en sí, gracias a la edición de las escenas del filme, de tal
manera que pareciera estar hojeando una novela gráfica, al dividir la pantalla
como si se tratara de viñetas en movimiento.
Dentro de la labor hecha por Lee, se encuentra el uso del color verde en la
fotografía, los fondos y la escenografía en general, detalle en el cual por
supuesto estuvo la intervención de otros, aunque todo controlado por el
coreano, tan ducho a la hora de demostrar su sensibilidad para hacer algo bello
audiovisualmente; es con respecto al uso de este color en varias de sus
tonalidades, que ello hace referencia sin duda a Hulk, por supuesto de color
verde, como si el personaje estuviera siempre latente en todo.
El maestro Ang Lee. |
Otro
punto destacable de esta primera incursión de Hulk en la pantalla grande,
resulta ser sin duda su banda sonora y a cargo de Danny Elfman, quien a estas
alturas ya es todo un experto en lo que se refiere a bandas sonoras para filmes
sobre superhéroes (en especial luego de sus colaboraciones para el díptico
sobre Batman de Tim Burton, luego para las dos primeras entregas de la trilogía
sobre el Arácnido a cargo de Sam Raimi, sin olvidar su tema principal para la
serie televisiva de los noventa sobre Flash y su más reciente aporte para la
última cinta de los Vengadores). Pues
para esta ocasión, Elfman creó una serie de melodías por completo distintas a
lo que había hecho con anterioridad, dándole un carácter étnico al componer
bellos temas de estilo arábigo, algo inesperado para una historia sobre el
Gigante Esmeralda y que sin embargo llegó a calzar muy bien con la puesta en
escena sobre las desventuras de Bruce Banner.
En el
aspecto técnico, si bien preocupándose por igual de lo estético, se encuentra
la manera de cómo se le dio vida al ser de tres metros de altura y una tonelada
de músculo puro. Pues como era de
suponer con la tecnología actual se usaron los gráficos computacionales para
crearlo, aunque para ello usaron de modelo el rostro de Eric Bana (y al parecer
también su cuerpo), de modo que sin vacilaciones Hulk mantuviera sus rasgos
para que no hubieran dudas sobre que era Banner transformado. Pues el efecto especial resulta convincente,
en especial al mostrar cómo el protagonista va cambiando de manera progresiva
de un estado a otro; asimismo la “textura” hipertrofiada de su musculatura y su
piel, puede verse lo más realista posible, que en aquel entonces se podía
conseguir, resultando todo bien en especial al hacer que el monstruo estuviera
en la misma escena junto a los actores reales.
No obstante, donde mayor brilla la dedicación en hacer de Hulk una
entidad creíble dentro de la cinta, radica en los movimientos con los cuales se
les dotó, en posturas además calcadas de sus cómics, como en sus saltos a gran
distancia, su manera de correr y sus ataques usando los mismos tanques de sus
enemigos como armas para golpear otros carros de guerra o lanzarlos lejos para
deshacerse de ellos. Siendo esta la
primera película para el cine de Hulk, el
realismo de la gestualidad de su rostro en una gama emocional compleja (ira,
cansancio, preocupación, ensimismamiento, etc.), le otorga otro punto de
consideración a esta versión del Goliat Verde, demostrando que el espectador y
en especial el fanático del personaje, se encontraba frente a una película
respetuosa con su material de origen.
Respecto a la elección de Eric Bana para hacer de Bruce, su apariencia
fornida y de casi un metro noventa de estatura, se distancia también del
originalmente enclenque Banner, de modo que los más puristas “pusieron el grito
en el cielo” ante esta decisión. No
obstante el desempeño del actor fue tan convincente, quien además no dejó de
poner tal rostro de afligido en el filme, que se ganó sin mayores problemas la
simpatía del resto del público.
Curioso (y feísimo ) afiche oriental de esta película, |
En
cuanto a la trama de esta obra, era de suponer que ella trataría acerca de la
génesis del monstruo, debido a la exposición a los rayos gamma de Bruce Banner
y los que lo mutaron lo suficiente como para modificar su ADN, de modo que en
momentos de gran tensión el científico se convirtiera en la criatura
superpoderosa conocida como Hulk. No
obstante el guión a cargo de nada menos que de tres escritores (a ninguno de
ellos lo reconozco del mundo de los cómics), tuvo drásticos cambios en la
historia y en especial en lo que se refiere a la verdadera razón de por qué
Bruce llega a pasar por esta metamorfosis.
Es respecto a ello que esta adaptación parte desde un principio más que
atractivo, puesto que hace que Bruce en realidad no sea el “responsable” de lo
que pasó (a diferencia de la historia oficial o del canon), sino que el drama
sea motivado en gran parte por los experimentos realizados por su propio padre,
quien primero se usó a sí mismo de cobaya humana y luego continuó con su
vástago; luego todo llegaría a su crisis, una vez que Bruce ya adulto sufre su
propia versión del accidente y que acá tiene relación con una tecnología que
para la época de su primera revista, ni siquiera se la había inventado en la
ficción. Es así como en la figura del
padre del protagonista, se encuentra el detalle de que acá se llama David, el
mismo nombre que le daban a Bruce en la clásica serie de televisión de los
setenta y ochenta, con Bill Bixby como Banner y Loui Ferrigno como Hulk
(¿Especie de homenaje al programa?); mientras que en las historietas el
progenitor de Bruce se llamaba Brian.
Por otro lado y como dato más
“ñoño” de todo esto, en esta adaptación no existe el personaje de Bruce Jones,
el adolescente a quien Banner salvó cuando estaba por desatarse la bomba de
rayos gamma, que en el cómic desató su bestia interior. Considerando que Bruce luego se convirtió en
uno de los mejores amigos del físico e incluso del mismísimo Hulk, habría sido
interesante verlo encarnado en este filme; puesto que además dentro de la
continuidad Marvel, este personaje ha tenido una relevancia que ha trascendido
la propia revista de Hulk.
También se puede tener en cuenta que a falta de alguno de los grandes
villanos propios del Goliat Verde, como bien son El Lider y La Abominación (por
mencionar algunos), el padre de Bruce en esta versión cinematográfica resulta
extraordinario. Pues este hombre llega a
encarnar el prototipo del “científico loco” y/o ávido de poder, resentido,
violento y hasta sociópata, rasgos que lo diferencian por completo de su
hijo. Es justamente en los defectos que
subyacen en la presencia de David Banner, que el viejo tema de “los pecados del
padre” se traslada en el guión, debido a la herencia “maldita” que le ha dejado
este a su unigénito y que en la figura de Hulk son llevados a otro extremo, uno
en el terreno de la ciencia ficción.
David es un padre ausente, quien con los años se fue amargando lo
suficiente como para que cuando ambos se reencuentran, es incapaz de concederle
el amor que le negó y en cambio decide aprovecharse de la extraordinaria
naturaleza de su descendencia. Es así
como en el conflicto entre padre e hijo, todo un drama digno de la tragedia
griega, que el guión de este filme se evidencia como un trabajo serio (puesto
que además apenas hay humor en él) y de carácter por completo adulto.
Sumado a la presencia de un enemigo de
connotaciones míticas, literarias y, por qué no, freudianas, en esta película
sí es extraído desde las clásicas viñetas el General Ross; un muy especial
antagonista de Banner/Huk y que al menos durante buena parte de la continuidad
marvelita no fue un verdadero villano (hasta que se convirtió en Hulk Rojo,
obsesionado por atrapar a la criatura), sino que un opositor por partida doble
para con Bruce y su otro yo. Existe
todo un discurso antibelicista en el cómic primario de Hulk, encarnado en la
figura del General Ross, quien en un principio junto a los suyos desea utilizar
el cuerpo de Bruce/Hulk para la creación de futuras armas biológicas y luego en
apariencia neutralizar la amenaza del monstruo en protección de los civiles (esto
último cuando Stan Lee tuvo que “suavizar” dichos aspectos del cómic). En este filme se encuentra muy bien logrado
el trabajo hecho con tal personaje, en especial gracias al desempeño actoral de
Sam Sheppard, quien en todo caso es visto acá tanto en su versión más joven
(años sesenta), como en la madura (siempre imponente) y el cual no deja de
verse como un hombre autoritario y con estrechez de mente. No obstante, este General Ross mantiene un
ápice de dulzura que le falta a David Banner, quien se debe al amor que siente
hacia su hija Betty. Empero pese al
sentimiento de este hombre hacia su hija, su carácter controlador los distancia
a ambos, ya que si bien David sufre de desnaturalización como padre, este otro
peca de sobreprotector, al punto de atosigar a Betty. Además se encuentra el detalle de que siendo
como es Ross y en su calidad de padre, no ve con buenos ojos la relación entre
su hija y Bruce, ya que motivos no le faltan para considerarla inapropiada; por
lo tanto el conflicto entre militar y científico se complica más todavía. Considerando entonces lo que sucede entre
padres e hijos en la película, uno se puede dar cuenta que un motor esencial en
el argumento de esta obra, resulta ser la incapacidad de sus personajes para
ser felices y aún entre los suyos (asimismo cabe saber que Hulk, lejos resulta
ser uno de los personajes más dramáticos y solitarios de todo el universo
Marvel, más o menos a la altura de Daredevil).
Por
último, en cuanto a contrincantes de Hulk en este filme, pues aparte de los
mencionados David Banner y el General Ross, aparecen durante algunos minutos
unos muy singulares “monstruitos”, escena que da en el gusto a quienes
esperaban la típica pelea del Gigante Esmeralda con criaturas tanto o más raras
que él (y si son malignas, mejor todavía).
A su vez el origen de estas criaturas resulta ser de lo más interesante.
Y
como era de esperar en una adaptación Marvel para el cine, salvo en las de la
productora Fox, no podía faltar el cameo de Stan “El Hombre” Lee, quien en esta
ocasión aparece acompañado por otra estrella muy relacionada con el Coloso
Verde... ¿Ya lograron divisar a estos dos en el metraje y reconocer al
acompañante de Stan?
A mí en lo personal me dio pena el fracaso del Hulk de Ang Lee, que sin ser la mejor película de superhéroes que he visto, traslada de manera muy digna el personaje a la pantalla grande, y lo hace a mi gusto con mucha más profundidad, encanto y arte que la versión de 2008. Parece que algo pasa con Hulk que, salvo por la serie televisiva con Bill Bixby y Lou Ferrigno, el personaje en general no termina de cuajar en el cine o la televisión, y la serie misma, más allá de los efectos especiales de transformación, dejaba casi por completo de lado todo el tema superheroico...
ResponderEliminarA mí nunca me gustó la serie de imagen real, que recuerdo bien tanto le gustaba a mi papá (en cambio a mí me disgustaba por su falta de elementos superheroicos). De niño aluciné con la serie animada de los sesenta, que es toda una joya y la pude conseguir completa gracias a un genial blog que antes había y por medio del cual pude bajar mucho material de calidad (como la misma serie de Hulk de los noventa, que es otro título a tener en cuenta). Particularmente el filme de Lee me fascina, incluso mucho más que el de 2008, sin desmerecerlo. Escribí este texto porque junto a mi sobrinito Amilcar comencé a rever "viejas" pelis Marvel y como a mi niño ya no le da miedo Hulk, era hora de echarles un nuevo vistazo a sus filmes, de modo de compartirlas ahora con él.
EliminarLa verdad esta película no es una de mis favoritas ya que encontre que su guión es mas psicológico que centrado en su personaje...ademas de sus cambios de escenas que parecían muy "echos por hacerlos" segun mi parecer... muy bueno el texto profe
ResponderEliminarSi no te agradó tanto esta cinta, Joker, entonces quizás la siguiente sí sea de tu gusto (pronto escribiré sobre ella).
EliminarEsta es otra de esas películas incomprendidas, seguramente a causa de estar dirigidas a un publico incorrecto, en una época en la que 'El caballero oscuro' no había transformado el género. Es una buena película, el problema es que no es "de superhéroes", sino mucho más. Transciende el género y dota a Hulk de un mayor realismo al conectar más profundamente a La Masa con su alter ego Bana, a través de un conflicto personal originado en un trauma de la niñez, además de los experimentos de su padre. De alguna manera, estaba anticipando lo que Nolan hizo algo después con Batman, creando un personaje con raices psicológicas profundas que se configuraban como el verdadero origen del superhéroe.
ResponderEliminarPor otro lado, el uso moderado de CGI que se limitaba al propio gigante verde, era más realista y convincente que las actuales producciones en las cuales todo, escenario incluido, es una recreación, pareciendo más videojuegos que películas.
Bien cierto es lo que dices sobre esta cinta, colega bloguero Lino. Tomándome de tus palabras, es que justamente la siguiente película dedicada a Hulk tuvo otra orientación, una más de acción y la que en todo caso no me desagrada, pues solo es otra manera de abordar este tipo de historias. Sin embargo de las dos pelis de imagen real dedicadas al Goliat Verde, la de Lee es mi favorita y una de las que más me gustan de Marvel (y hasta DC juntas).
EliminarBueno en realidad me pongo a pensar en los films animados (que son muy buenos, como esa joya de El Planeta Hulk) y los de imagen real (que no son malos, pero sí me resultan una lata) y puedo llegar a la conclusión que se trata de que no hay verdadero desarrollo del personaje "Hulk", todo se centra en Bruce Banner, quien, aunque simpático, no deja de ser el hermano pobre de Hulk-banner, excepto que hicieran esa entretenida dupla como cuando Banner habla con Hulk visto sólo por el gigante Verde. Es lo mismo que pasa con los Avengers filmados, pero que con la serie animada resulta tan bien.
ResponderEliminarEn la serie con Bixby y Ferrigno (que a mí sí me gustaba) lo cierto es que luego de años los relacioné y me di cuenta que eran el mismo personaje, pero como ya estaba enganchado se los perdoné. En fin, gustos hay para todos.
Es cierto lo que dices, amigo Astarajael, sobre "Planeta Hulk"...Lo mismo con los dos cortos de "Hulk Versus", pues todas estas producciones bien que valen la pena y abordan como se debe al mismo Hulk, que lamentablemente en la películas es visto solo como una fuerza destructora ¿Cuándo tendremos un Hulk dialogante para el cine? En cierto sentido esa versión del Gigante Esmeralda más básica, es heredera de la serie que tanto te gustaba de cabro y que me sorprende haya conseguido tantos seguidores (bueno, eran otros tiempos ¿No?).
EliminarPersonalmente reconozco una especial debilidad por este filme, aunque sólo sea por Eric Bana, que me parece el mejor Hulk que he visto en pantalla. A título anecdótico, no hace mucho escribí un artículo donde repasaba la corta pero interesante lista de actores que han interpretado al coloso esmeralda en pantalla. Ruffalo ha tenido la suerte de su parte, ya que su Hulk forma parte del reparto de dos títulos tan taquilleros como son los Vengadores de Joss Whedon, aunque para mi la segunda entrega es más floja que la primera. ¡Saludos!
ResponderEliminarSí, recuerdo el texto tuyo que mencionas y que leí, como también comenté, con gusto. También el de Bana es mi Hulk favorito.
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