viernes, 11 de diciembre de 2015

No todas las brujas son ruines.


     En 1986 el destacado escritor de obras de fantasía, ciencia ficción y terror Whitley Strieber publicó su novela Gato Mágico, supuestamente coescrita con un tal Jonathan Barry, de quien se afirmaba era un brujo practicante (puesto que tal como dice el título de esta obra, su trama gira en torno a la magia y la brujería, de modo que buena resultaba la idea de contar con la colaboración de un experto en el tema); no obstante al año siguiente, en una nueva edición, Strieber reconoció públicamente que su compañero no existía y que todo fue producto de su invención.  
     Considerando la reseña hecha en la edición española de Vidorama/Agata y su en verdad horrible portada, más el hecho de que el escritor es conocido por sus obras de horror, uno sin problemas podría llegar a creer que se trata de un libro perteneciente a este último género.  No obstante, la historia desarrollada en sus páginas más bien corresponde a una propia de la fantasía clásica, al más puro estilo de los viejos cuentos de hadas; aunque vistos a través de los ojos de lectores adultos, con una cuota de erotismo e incluso con uno que otro elemento terrorífico. 
      La novela comienza refiriéndose a la pequeña ciudad en la que transcurre su argumento.  Es así como desde sus primeras líneas, queda clara la singularidad de este lugar, un sitio alejado de las grandes urbes, lleno de tradiciones, anclado hasta cierto punto en un pasado idílico, como también habitado por gente sencilla en su mayoría, que gusta de vivir conectada con la naturaleza.  Pues en este sitio existe una muy particular comunidad, que más que ser de tipo ecológica y/o alternativa, se dedica a la práctica de la brujería.  No obstante se trata de otro tipo de brujas y brujos, quienes reciben el nombre de wiccas, practicando la llamada magia blanca, conectándose con la Madre Tierra y dedicados a acciones benignas en vez de otras de intereses malignos (ojo: la idea de las wiccas no la inventó Strieber, puesto que la verdad es un concepto anterior a la escritura de este título). Uno de los aspectos más interesantes de esta comunidad, resulta ser su carácter ecumenista, ya que mantiene fuertes lazos con otros grupos religiosos, en especial de tipo cristiano como católicos y episcopales; estos credos amigos de las brujas de Maywell, aceptan las diferencias de sus congéneres y reconocen con estos mismos sus puntos en común.  Luego esta actitud tolerante y amistosa en general entre la mayoría de los lugareños, va a contrastar con la de una colectividad fundamentalista y encabezada por un extraño, o sea, un forastero que llega a la ciudad acompañado de sus prejuicios y miedos.  Es así como el choque entre unos y otros, permite la aparición del verdadero conflicto que le entrega su mayor dosis de dramatismo a esta narración. Asimismo este primer grupo bastante numeroso, que posee entre sus integrantes a gente profesional y dedicada a varias áreas, además de familias enteras con niños incluidos, cuenta con una líder, quien viene a ser uno de los personajes principales.
     La lideresa de las wiccas es Constance Collier, una dama anciana que a lo largo de su vida ha tenido una verdadera existencia interesante.  Constance es una mujer sabia, que puede ser tanto dulce como dura según el momento lo requiera y que sabe que su tiempo en la Tierra se acaba.  Por esta razón está esperando a su sucesora y para lograr el éxito de su misión está dispuesta a cruzar ciertas líneas, que pueden ser peligrosas.
     Es respecto a lo anterior que aparece la figura de Amanda Walker, una joven y hermosa ilustradora de libros, quien llega a Maywell ignorando su verdadero papel en el lugar y con sus pobladores.  El hecho de que la muchacha como la anciana se dediquen al arte, resulta ser una de las tantas conexiones entre una y otra, puesto que ambas poseen la personalidad propia de alguien extraordinario.  El apellido mismo de la heroína, que en español significa caminante, augura la condición de sujeto especial que esta resulta ser. A su vez es posible identificar entre ambas y otros personajes del texto, el tema del destino como una fuerza inexorable y superior, a la que no se puede escapar, ya que las nombradas y otros más cumplen un rol determinado para que todo sea posible (aquí mismo aparece la noción de la reencarnación y las vidas pasadas, siendo las páginas dedicado a ello, uno de los pasajes más emocionantes de toda la novela). 
     Luego nos encontramos con uno de los dos personajes que contrastan con Constance y Amanda, el doctor George Walker y quien resulta ser tío de la dibujante.  No obstante mientras ambas damas se encuentran relacionadas con las fuerzas telúricas de la Madre Tierra, este hombre viene a ser un individuo marcado por sus obsesiones y personalidad errática, más dedicado a destruir que a construir y preservar como los otros.  George es alguien solitario y amargado, quien pese a su condición tan diferente a Constance, mantiene un acuerdo con ella y que le otorga a la trama algunos de sus episodios terroríficos.   Considerando la intervención de este sujeto, aparece cierta dimensión propia del género de la ciencia ficción en la historia, ya que George practica unos cuantos experimentos relacionados con la muerte y la manipulación de esta, al viejo estilo de textos clásicos como Frankenstein de Mary Shelley y Herbert West, Reanimador de Lovecraft.  Por mucho que pareciera en primera instancia que las actividades del mad doctor parecieran que nada tienen que ver con lo que hace la Collier, su motivo original se encuentra profundamente ligado a la permanencia del culto liderado por la anciana.
     El último personaje que viene a formar parte del cuarteto protagónico de este libro, viene a ser un segundo varón, representativo como el anterior, de las bajezas humanas: Simon Pierce.  De este modo se completa el conflicto equilibrado de los dos polos en disputa, que bien puede verse como la oposición entre lo femenino y lo masculino, orden y caos, la fe librepensadora en contra del dogmatismo y libertad versus represión (y así un sinnúmero de dualidades simbolizadas en estos cuatros).  Si George es una persona desgraciada, este otro es aún en mayor medida un alma perdida; en especial por el secreto de su turbio pasado, que pesa sobre él como una carga que apenas logra soportar y que lo corrompe por mucho que en cierta medida sus intenciones sean buenas.  Es en este sentido, que la visión del mal que se presenta en el texto va mucho más allá de la simple idea de lo diabólico; puesto que tal como queda detallado en él y en lo que le sucede tanto a este personaje como a otros, el mal se produce como efecto de nuestros propios miedos y yerros, que de la existencia de criaturas satánicas; algo así como un desequilibrio por la falta de armonía y amor (luego la idea del Infierno que aquí aparece, resulta ser algo por completo personal, ya que es cada uno quien trae consigo su propia perdición, así como viene a ser relevante el autoperdón para conseguir la paz eterna).
      El Gato Mágico que da título a la novela corresponde a ser un ser salido del mundo sobrenatural, conocido en varias creencias religiosas antiguas y que a lo largo del texto se mantiene presente, aunque no con la regularidad que un lector hubiese esperando teniendo en cuenta el nombre del libro.  Si bien el felino resulta ser una entidad benigna, no deja de poseer una naturaleza ominosa y terrorífica, tal como algunos de sus antecedentes en la literatura, tal como sucede con el clásico cuento de Poe El Gato Negro y El Gato del Infierno de Stephen King.
       De entre los aspectos más atractivos del libro, por cómo recoge aspectos propios de la literatura de fantasía, el terror y hasta la ciencia ficción como ya se comentó más arriba, la aparición de nada menos que de hadas aquí, viene a ser algo tanto inesperado en un principio, como algo fundamental para el desarrollo de la trama.  No obstante si bien estos seres son descritos casi tal cual los de los relatos infantiles, en este caso mantienen una naturaleza algo siniestra, aunque sin perder su belleza.
      No se puede olvidar la manera de cómo se introducen otros leiv motivs de la tradición literaria, como bien sucede con la leyenda medieval de Robin Hood y su amada Marian, quienes en esta novela también poseen su interesante variación.
      El libro posee varios momentos dignos de tenerse en cuenta, ya sea por su intriga, como por los episodios que van entre lo terrorífico, la aventura y lo claramente sublime, en especial hacia el inesperado final. 
      Sin duda una obra hermosa recomendable.

15 comentarios:

  1. ¡No te imaginas las ganas que tengo de leer este libro! Pero el maldito no ha aparecido nunca. De toda la colección de Vidorama/Agata, solo me falta este ejemplar y "El valle de las luces" de Stephen Gallagher.
    La portada a mí me gusta y la trama me había entusiasmado. Leyendo tu reseña, mucho más amplia, solo logra aumentar mis expectativas sobre esta novela de Strieber, un autor que lamentablemente no tradujeron tanto como quisiera.
    Saludos, Elwin.

    -Mauro Vargas.

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    1. Para mí ha sido todo redescubrimiento este autor y aún recuerdo que en su momento bien pude comprar de él y muy barato "Sacrilegio" y "The Majestic", libros inencontrables ahora en español. Lo bueno es que ya me conseguí "2012" y para el año que viene lo tengo pensado leer. En cuanto a "Gato Mágico"...¡Me fascinó!

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    2. Es difícil encontrar este libro en papel, Elwin, pero al menos está en digital y, por lo que contas, HAY QUE LEERLO!!! Strieber es uno de esos autores de los "ochenta" principalmente, que son de lectura obligatoria para los que no gustan estos géneros. Otros dos serían Ira Levin y Frank De Felitta. Un abrazo.

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    3. Pues esta novela la tuve conmigo casi diez años y la compré a un precio irrisorio de tan barata que me costó (y nueva). Ese mismo día adquirí justamente una novela de ciencia ficción de Ira Levin, autor de quien he disfrutado mucho "El Bebé de Rosemary" y "Los Niños del Brasil". Al otro autor que mencionas no lo conozco, ni en disputa de canes.

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    4. De Fellita es el autor de "El ente" y "El cristal ardiente", ambos libros con adaptación al cine hace décadas.

      -Mauro Vargas.

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    5. ¡Oh!De niño vi la adaptación fílmica de "El Ente" y me aterró, luego ya de grandecito, hace unos pocos años atrás la vi en DVD y la seguí encontrando igual de efectiva.

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    6. Elwin....tal como dice Mauro, De Felitta es autor de esas novelas y otras también interesantes, aunque no fue muy prolífico. Pero seguramente lo recordaremos porque fue el director de la película "La oscura noche del espantapájaros".

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    7. No conozco esa cinta, Ricardo, pero si bien la mencionas es algo que ya sé debo ver.

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  2. Por el texto del artículo se puede deducir que el libro presenta una fusión interesante y dinámica de los géneros de terror y fantasía, con ciertos toques de ciencia ficción. Sería interesante leerlo, aunque por el momento la cola de lectura que tengo está bastante extensa.

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    1. Pues este ya es el tercer libro de Strieber que me leo y te lo recomiendo bastante. Gracias una vez más por leerme y comentar.

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  3. Se ve que tiene personajes interesantes,pero no encuentro muy atrayente la portada, pero como dicen " No juzgues un libro por la portada ", en si se ve que es un buen libro , lo que si me gusto fue su titulo le da un toque de humor pero también como de misterio

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  4. Una vez mas gran trabajo el que haces al promover la literatura, se ve interesante este libro.

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  5. De Strieber tan sólo conozco su novela "El ansia", por lo que se agradecen artículos como este que nos enseñan más sobre su obra. A título anecdótico, videorama editó hace algunos años en España, dejandonos algunos títulos interesantes de gente como Richard Matheson, John Farris o Ramsey Campbell, entre otros, que hoy día están descatalogados y son casi imposibles de encontrar. ¡Saludines!

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    1. Tengo la suerte de poseer algunos libros de la colección que mencionas, como este mismo y dos de Campbell, uno de Matheson y otro de Farris (también tengo otro de Sheri Tepper, pero venía fallado, pues le faltaban páginas y me di cuenta de ello mucho tiempo después de adquirilo).

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