En el año de 2002 se lanzó la nueva
colección de Marvel dedicada a uno de sus personajes más clásicos, nada menos
que Steve Rogers, más conocido como Capitán América, llamado con mucho cariño
por sus seguidores como “El Capi”.
Considerando que este superhéroe viene a ser todo un ícono dentro de la
historieta y en especial en la dedicada a los superhéroes, ya que es tan antiguo
como Batman y Superman por ser creado al comienzo de la Edad de Oro de los
cómics (en 1941), ha pasado por numerosas etapas que evidencian los tiempos en
los cuales fueron realizadas sus distintas historias; de tal modo un personaje
como este, aparecido en plena Segunda Guerra Mundial, sin duda que tuvo un
carácter chovinista y panfletario, para luego en el renacer de la Era Marvel
(en los primeros años de los sesenta), tras su regreso, convertirse sin
dudas en todo un paradigma de los viejos ideales gringos en contraposición a la
nueva mentalidad de dicha década. Es así
cómo llegó a convertirse en el alma y la inspiración absoluta del superequipo
de Los Vengadores y del resto de sus pares (si bien no fue uno de sus
fundadores, ya que en la ficción fue “resucitado” de su sueño helado tiempo
después de crearse este grupo). Lo
anterior se debe justamente a su personalidad, que sin duda representa lo mejor
de los ideales de su nación, ya que siempre el viejo Capi mantuvo esa imagen de
ser vestigio de un mundo “demasiado inocente”, tras estar inmerso en los
vaivenes del devenir (luego bastante desfasado respecto a sus congéneres); de igual
modo corresponde a un símbolo de esperanza frente al cinismo de los tiempos
actuales. Luego con el correr de los
años, tanto en la ficción como en el mundo real, se hizo necesario que este
veterano de mil batallas se actualizara para mantener la atención de los suyos
y, en especial, de los lectores; por lo tanto con el inicio del volumen 4 de
sus revistas, se quiso utilizar a una dupla de artistas que le devolvieran al
viejo soldado el brillo y que según algunos había perdido tras las modas de
personajes más “modernos”(violentos, erotizados y sufridos como nunca).
Esta etapa corrió a manos de dos grandes
artistas (si bien debo reconocer que del primero de ellos nada sabía, hasta que
me leí este precioso tomo que hoy me inspira a escribir). Pues a cargo del guion estuvo John Ney
Rieber, escritor cuyos comienzos en el noveno arte fueron al amparo de nada
menos que de gente de la talla de Ray Bradbury y Karl Edward Wagner, adaptando
relatos de estos dos a la novela gráfica. Para el prestigioso sello Vértigo de
DC, dedicado a obras dirigidas a un público de criterio formado y muy exigente
en materia de calidad artística, suyos son un montón de títulos sobre la
longeva serie de Los Libros de la Magia y que en el caso suyo incluyen nada
menos que un par de crossovers con
John Constantine/Hellblazer. Para Marvel
antes de dedicarse de lleno al Capi, firmó una aventura de otro de sus grandes,
Wolverine. Algo más conocido en Chile resulta ser su compañero en esta empresa,
encargado de la parte visual, John Cassaday y de quien en este blog se revisó
su maravilloso trabajo para Astonishing X-Men, junto
al hoy más famoso que nunca Josh Wheddon.
Pues mientras Rieber sacó provecho de su experiencia en cómics militares,
gracias a su paso por G.I.Joe, Cassaday le otorgó un
carácter entre realista y utópico a sus viñetas; por otro lado, en sus
preciosas portadas copió el estilo de los afiches propagandísticos gringos de
la Segunda Guerra Mundial, homenajeándolos sin duda. De este modo debido a la química entre ambos,
el lector se encuentra con una magnífica labor llena de elementos políticos,
crítica social y un heroísmo que si bien a simple vista pareciera caer en el
nacionalismo, en realidad pretende remover la conciencia de un pueblo marcado
por su pasado y presente no muy luminoso (tal como quedará muy bien detallado
en el transcurso de los seis primeros números, compilados por Panini y que
tengo el gusto de poseer y haber gozado). Por otro lado, los responsables realizaron su
labor de tal manera, que gran parte de la trama es “contada” más bien a través
de un dibujo fluido, de modo que son las imágenes las encargadas de narrar su
historia, habiendo poco texto escrito entre las viñetas, sus diálogos y los
cuadros de apoyo (de igual manera hay varias viñetas exentas de todo texto); de
esta manera la experiencia de tener frente a los ojos sus páginas, resulta ser
algo de rápida lectura. No obstante, que
quede claro que no se trata de una obra simplona y de solo divertimento, sino
que es posible hallar en ella el propósito de hacer arte de verdad, aun cuando como
cómic viene a ser una manifestación popular y de aparente escapismo.
El llamado volumen 4 del Capitán América
comienza con un evento histórico trágico y reciente para los Estados Unidos: el
ataque a las Torres Gemelas del 11 de septiembre de 2001. Es así como la
primera aparición de nuestro protagonista, no es usando uno de sus trajes
característicos, sino que llevando una prenda “común y corriente”, que lo
iguala al hombre cotidiano; por lo tanto lo vemos llevando el atuendo correcto
para realizar acciones de rescate, en medio de la devastación que impera en
dicho lugar. Por otro lado, la
impotencia frente a la tragedia (y los mismos muertos que se reconocen en el
dibujo) son una segura señal de que pese a la ostentación de tanto poder (ya
sea como país y como superhéroe), todos estamos expuestos a las fuerzas del
destino y del infortunio. Estas primeras
viñetas le dan su sentido al resto de lo que vendrá a continuación, ya que el
resto de la trama no puede ser más político: la amenaza terrorista islámica a
los Estados Unidos y en su propio territorio.
En contra de lo que pareciera en un vistazo rápido a esta trama, para
nada se trata de la típica demonización barata del enemigo extranjero, pues no
hay demagogia, ni proselitismo yanqui en los actos heroicos del Capi; sino que
este mismo se llega a transformar en la conciencia de un país, que por culpa de
sus gobernantes e ideología se ha ganado sus propios demonios. De tal modo lo
que sucede en las páginas de esta recomendable obra, es la consecuencia de los
propios pecados del pueblo estadounidense.
Por supuesto que lo cometido por los extremistas es reprochable y no
obstante Rieber no vacila en humanizar a estos “monstruos humanos”, demostrando
que a la larga muchos de ellos son víctimas de circunstancias que los superan
(inolvidable resulta ser el encuentro de Capi con los más jóvenes de la célula
terrorista a la que combate). Gente cuyo
odio y deseos de poder aún a costa de la vida de los demás hay en todas partes
y eso lo sabe muy bien este gran superhéroe, quien descubre y repudia dicho mal
tanto entre los invasores como entre sus compatriotas. De igual modo se nos deja claro que tener
sangre árabe y ser musulmán no es sinónimo de desprecio, tal como queda en
evidencia cuando el Capi interviene a favor de un ciudadano estadounidense, al
que los típicos racistas gringos lo acosan y en cambio reciben estos una dura
lección del verdadero patriota. Las
imágenes que ilustran todo esto son potentes y hermosas gracias al
perfeccionismo de Cassaday; de igual modo los diálogos que aquí hayamos son
sobrecogedores.
Como se trata de una historieta de ese
subgénero que tanto amamos, independientemente del trasfondo realista en el que
se desenvuelve todo, hay igual varios elementos caros a ello: como la ciencia
ficción, experimentos de modificación genética, armas ultrasofisticadas y la
intervención especial de otro querido personaje marvelita, ligado profundamente
a Steve Rogers.
Tras leer este más que prometedor comienzo
de las “nuevas” aventuras en solitario del Capitán América, uno bien quisiera
tener acceso al resto de la colección, puesto que sin duda esta primera
historia resulta ser una de las más satisfactorias, que he tenido la
oportunidad de conocer.
Estar escribiendo todo motivado sobre el Capitan America y llego yo con la noticia de que es un agente de Hydra jajajjajaa , igual algo que no se esperaba , ojala que con este cambio salga algo bueno aunque es cambio super drastico , pero solo queda esperar que pasara .
ResponderEliminarCon respecto al texto se ve que es un muy buen comics , y me servira para saber mas sobre este personaje , igual fue bueno que destacara lo importancia y su contenido , que me dejo con artas ganas de leerlo , igual tengo un monton de recomendaciones de usted ajjajaja pero con el tiempo algun dia caera .
Saludos
Lo el Capi como agente de Hidra no me lo creo y lo encuentro de lo más descabellado. Si es verdad, yo creo que se trata de un impostor, de amnesia o un lavado de cerebro.
EliminarPor otro lado, si puedes leete este cómic.
Si la noticia cuando salio el comics dio la vuelta mundo , como dije al principio crei que era una broma , pero después empezaron a subir las paginas del comics y era verdad , ademas hasta blog de noticias lo dijeron , pero como dicen varios solo queda esperar para ver que pasa ya que solo el primer numero , igual pobre escritor recibio amenazas de muerte .
Eliminar¡Jack Kirby y Joe Simon los creadores del Capi se revuelcan en sus tumbas con todo esto!
EliminarInteresante el número 4, que comienza con el ataque del 11 de Septiembre y luego se vaya desarrollando a partir de allí.
ResponderEliminarPues es una joya que le recomiendo a todo el mundo.
EliminarBueno pues no he tenido el privilegio de leer este cómic pero estoy seguro de que siendo del capi es bueno...muy buen articulo profe...
ResponderEliminarBueno, este es uno de esos cómics que no son muy divulgados y si llegas a conocerlos es solo por pura buena suerte (yo lo conseguí en una oferta en la FILSA el año pasado, si no quizás nunca habría sabido de su existencia).
EliminarElwin, saludos.
ResponderEliminarUna recomendación que de seguro te va a sonar muy loca.
Párrafos mas cortos.
No tiene ninguna lógica ¿verdad? Tus párrafos están hechos de la manera correcta, las ideas relacionadas van en un mismo párrafo y las ideas que son muy diferentes van en un nuevo párrafo. ¿Por qué razón tendrías que crear párrafos con una longitud artificialmente mas corta?
Pues si piensas de ese modo tienes toda la razón, pero lamentablemente estamos en la Internet y cuando muchos de tus lectores potenciales entran en tu blog y ven esos enormes bloques de texto, lamentablemente abandonan incluso antes de comenzar a leer.
El artículo está genial como siempre, pero mejoraría mucho si los párrafos estuviesen divididos en versiones más pequeñas.
Te encuentro toda la razón. Llevaré a cabo tu consejo a partir del nuevo texto que publique (hoy mismo).
EliminarNo me gusta meterme en conversaciones ajenas, pero dadas las circunstancias, apoyo la moción. Este posteo mismo es más o menos larguito, y tiene apenas cinco párrafos. Y los tres primeros son casi tratados aristotélicos. Y eso que éste es un posteo más o menos breve para los estándares del Cubil. En lo personal, una de las razones por las que dejo pasar tanto tiempo entre visita y visita es que sé lo interesantes que van a ser los posteos, eso nunca han dejado de serlo, pero me va a requerir un cierto esfuerzo terminarlos...
EliminarEstoy de acuerdo y ya en mi textos posterior a el comentario del amigo Wladimir hice uso de su recomendación. Ahora escribiendo otro para ojalá publicar y ojalá que con su "nuevo formato" logre honrar las palabras de tan veteranos blogueros.
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