Literatura de ciencia ficción para frikis nostálgicos.
En 2011 se publicó la primera novela del
escritor estadounidense Ernest Cline, una muy especial obra de ciencia ficción
que hoy en día es considerada todo un título de culto a lo largo del mundo: Ready
Player One. Su nombre deriva de
la expresión que aparece al comienzo de los viejos videojuegos arcade ochenteros, expresión que
en español significa más o menos “Jugador uno listo”, cuando comenzaba el juego tras meter la ficha o la moneda en estos aparatos y que toma bastante significancia dentro de su argumento.
Enmarcada dentro del popular subgénero del Ciberpunk (con ficciones donde la
realidad virtual y el uso de computadores sofisticados, son llevados a los más
impresionantes extremos del desarrollo tecnológico), se trata de una historia
bastante entretenida y en la cual su autor no deja de expresar su amor por la
llamada “cultura de masas”: cine, series de TV, cómics, videojuegos, juegos de
rol, etc. De este modo a la par que se
nos va narrando en primera persona la vida de su protagonista, el lector
conocedor de la vasta información “ñoña” que despliega el texto, se va encontrando
con una serie de homenajes que incluyen todo este mundo propio de los geeks, con los que se sienten identificados el escritor, sus personajes y
quienes disfrutan la lectura.
Ambientada
en un futuro cercano, a partir del año de 2044, describe una realidad
deprimente, en la cual el abuso de los recursos naturales y la pésima
administración sociopolítica, han llevado al planeta entero al desastre
absoluto. Es más, tal como es propio de
la ciencia ficción en la que se enmarca este título, la división entre ricos y
pobres es apabullante, al punto de que pocos son los que pueden optar a una
vida por lo menos aceptable, mientras que el resto debe sobrevivir en las
condiciones más deplorables. De hecho,
el personaje principal viene a ser uno de estos sujetos más humildes, de modo
que con su inteligencia y espíritu de superación se transforma en un verdadero
héroe, a la hora de hacer lo posible por salir de su miseria.
“»Pero ahora vienen las malas noticias.
Nuestra civilización global se ha creado con un coste muy elevado.
Necesitábamos mucha energía para construirla, que obteníamos de los
combustibles fósiles que provenían de los restos orgánicos de plantas y
animales muertos enterrados en las profundidades del suelo. Consumimos casi
todo el combustible fósil antes de que tú llegaras aquí, y ahora no queda casi nada.
Eso significa que ya no producimos la energía suficiente para mantener a nuestra
civilización en funcionamiento como antes. Y hemos tenido que recortar gastos y
retroceder. A lo grande. Se trata de una crisis energética global, que dura ya un
tiempo bastante prolongado.
»Es más, quemar todos esos combustibles
fósiles tuvo algunos efectos secundarios, como por ejemplo el aumento de la
temperatura en nuestro planeta y la contaminación del medio ambiente. De modo
que, ahora, los casquetes polares se están derritiendo, ha aumentado el nivel
del mar y el clima está patas arriba. Las plantas y los animales mueren en
grandes cantidades, y hay mucha gente desnutrida y sin techo. Además de que
seguimos organizando guerras entre nosotros, casi todas por el control de los
recursos que quedan”.
Teniendo en cuenta de que la realidad
resulta tan deplorable para buena parte de la humanidad, los seres humanos han
optado por evadirse de sus preocupaciones accediendo a la realidad
virtual. De este modo, pueden conectarse
al complejo espacio virtual llamado tan significativamente como OASIS, una simulación de última
generación que lleva años reemplazando para muchos el mundo natural. Este sitio permite a la gente contar con un
avatar (una representación idealizada de su persona), para desenvolverse en su
vasta cantidad de mundos ficticios y que recrean todas las fantasías posibles
(la mayoría sacada de obras ya existentes y de tipo temático, basadas en
canciones, filmes, programas televisivos, superhéroes, juegos electrónicos,
etc.). No está demás decir que pasan la mayor de su tiempo dentro de OASIS, sitio donde en todo caso
también se hacen negocios legales…e ilegales.
Esta segunda realidad ha cobrado tal grado de relevancia para todo el
mundo, que muchos han descuidado sus yo físicos y sus verdadera preocupaciones,
razón por la cual queda bastante claro este carácter de evasión, que poseen
muchas veces tales manifestaciones de la tecnología y la cultura popular.
El creador de esta realidad simulada, un
hombre que se ha transformado en un verdadero ídolo para la población, antes de
morir ofrece un importante premio: millones de dólares (una suma que supera
cualquier fortuna posible para los personajes) y el control absoluto de OASIS, a quien logre resolver una serie de pistas llenas de datos geeks.
Todo esto se transforma en una verdadera obsesión para los usuarios,
quienes deben manejar al revés y al derecho una inmensidad de datos sobre los
temas que al genio le interesaban, de modo de dar con la solución de sus
complejas pistas; de igual modo deben
ser expertos jugadores en todo tipo de contiendas, tal cual viejos caballeros
andantes o héroes clásicos, en impresionantes recreaciones de videojuegos,
canciones, películas, seriales y otras manifestaciones de la cultura friki. Teniendo
en cuenta que este hombre vivió sus primeros años en la década de los ochenta,
dentro de este culto a sus gustos, todo lo que concierne a tales años destaca en
importancia entre las producciones y las figuras de otras épocas que aquí se mencionan. La fiebre por conseguir el anhelado premio,
lleva más de cinco años desde que este fue ofrecido y debido a ello, miles de
sujetos por todo el orbe han dedicado su vida a esta empresa, creándose en algunos
casos alianzas y en otras verdaderas mafias.
“Tras mi victoria en tres partidas
consecutivas en Tron, Discos Mortales,
Hache soltó el mando, asqueado, y recogió una revista que tenía en el suelo. Se
trataba de un número viejo de Starlog.
Reconocí a Rutger Hauer en la cubierta, en una foto promocional de Lady Halcón.
—Starlog,
¿eh? —dije, asintiendo con la cabeza para expresar mi aprobación.
—Sí. Me he bajado todos los números del
archivo de El Vivero. Todavía no los he leído todos. Ahora estoy leyendo este
artículo, que es genial. Se titula Ewoks:
La batalla por Endor.
—Producida para televisión, emitida en mil
novecientos ochenta y cinco —solté yo. Los conocimientos sobre La guerra de las
galaxias eran una de mis especialidades—. Una mierda total. Un momento bajísimo
en la historia de La guerra de las
galaxias.
—Eso
lo dirás tú, cara de culo. Tiene grandes momentos.
—No —insistí, negando con la cabeza—. No
los tiene. Es peor aún que la primera peli de los Ewoks, Caravana de valor. Debería haberse llamado Caravana de hedor”.
En lo que concierne a la carrera por el
llamado “Huevo de Pascua”, no podían faltar en una historia como esta, que toma
un verdadero carácter épico, los malvados y estos corresponden a los miembros
de una especie de consorcio económico que desea obtener el preciado galardón
para privatizar OASIS, ya que al
menos como la diseñó su creador, es de libre acceso para todo el mundo. De este modo los miembros de IOI, hacen uso de todos sus medios para
conseguir sus objetivos a cualquier precio.
Por lo tanto son los representantes de las organizaciones corruptas de
nuestra realidad, quienes desean aprovecharse de los simples consumidores y del
público general, a través de sus prácticas capitalistas extremas y falta
absoluta de escrúpulos. No está demás
decir que estos tipos dan al lector algunos de los mejores momentos de la narración,
debido a cada una de sus tretas y que llegan a los niveles más impresionantes
(extorción, esclavitud, asesinato y otras prácticas “reales”).
Detrás de este impresionante despliegue
de creatividad literaria, en todo caso fundada bajo décadas de fantasías
hollywoodenses, comiqueras, gamers,
televisivas y otras, se desprenden varios interesantes temas que nos pueden
llevar a más de una reflexión: Por un lado en un tono más ameno, nos
encontramos con la gran influencia que desde el transcurso del siglo XX ha
tenido para nosotros (y no me refiero solo a los ñoños como yo, sino que al resto
de la gente) todas estas ficciones y entretenimientos que hoy en día forma
parte de nuestras vidas. El impacto de
la animación japonesa, de los grandes blockbusters
gringos, de los superhéroes, los artistas del rock y del pop, así como muy
especialmente de los videojuegos y de rol, queda consignado sin dudas como la
gran herencia cultural de las generaciones actuales; de este modo podemos
encontrarnos con un modo de pensar y una estética, que se nutren de todo esto,
y que pese a su aparente novedad, guarda estrecha relación con los antecedentes
más clásicos de la humanidad (como el tema del viaje del héroe, tan habitual en
cada una de las “marcas registradas” que en estas páginas aparecen).
Ligado a lo anterior y a esta valoración
extrema de las obras populares y personajes de antaño, nos encontramos con la
idea de que a la luz del desastre en el que se haya el mundo, es el pasado lo
que viene al rescate de todo lo que la población ha perdido: sus ideales, su
tradición, sus ídolos y sus mayores fuentes de alegrías y esperanzas, ya que en
ahora supuestamente no es posible que surjan nuevos modelos a seguir
(políticos, artistas, deportistas, líderes religiosos y otros). Asimismo lo único que se produce en este
mundo es tecnología, cada vez más avanzada, pero a la que solo unos pocos
pueden acceder. Como no hay espacio para la creatividad, solo queda mirar atrás,
pues como dice el dicho “Todo tiempo pasado fue mejor”. Por otro lado, ya no hay mercado, ni interés,
para la creación de nuevas expresiones estéticas y todo consiste en un mero
reproducir al extremo los antiguos paradigmas estéticos. De este modo hayamos en estas páginas, pese
a la tecnología de punta, un verdadero estancamiento cultural, pues la gente ya
no mira hacia el futuro (que cada vez se les hace más ingrato), por eso mismo
la obsesión con el pasado.
Luego y en un terreno mucho más ingrato
que el anterior, nos encontramos con el problema de las relaciones
interpersonales entre los personajes.
Pues considerando que la mayor parte del tiempo los habitantes de esta
obra, la pasan conectados o más bien sumergidos en OASIS, casi todos sus tratos con otras personas ocurren de manera
virtual, de modo que sus tratos (incluso
los de carácter íntimo) carecen del contacto directo y físico. De hecho, el mismo protagonista que sin duda
llega a caer bastante bien al lector promedio, solo después de años llega a
tener amigos y estos al final son solo cuatro…a los que ni siquiera conoce en
persona (al menos hasta antes de llegar al potente clímax). A través de esta situación podemos hallar una
gran soledad en la vida de nuestro héroe, al menos al principio de la
narración, la que incluso se evidencia en sus pocos amigos. La opción, tal como se ve acá, de
sociabilizar solo a través del ciberespacio, no es ajena a lo que vemos hoy en
día, ya que en especial muchos jóvenes prefieren estos ambientes artificiales
en vez de la vida real (gastando horas y horas en juegos online y preocupados
de las llamadas redes sociales, en vez de la verdadera confraternidad). Al respecto llama mucho la atención el caso
de uno de los personajes del libro, quien se niega profundamente a conocer cara
a cara a quien consideraba su hermano, siendo que además por estar tan sumido
en este mundo virtual, ha descuidado por completo su propia salud (¿Les parece
conocido este caso?).
Pese a estar ambientado en el futuro, si
bien cercano, el libro una vez más viene a ser un claro ejemplo de nuestra
sociedad y con respecto a cómo la tecnología (en especial todo lo que concierne
a la computación y, por supuesto, Internet) se ha transformado no solo en un
lujo, sino que en una necesidad de primer orden; de hecho, tal como queda
demostrado en el texto, resulta casi imposible vivir o sobrevivir en una
sociedad como la descrita en sus páginas sin tener acceso a ello. Por lo tanto queda en evidencia que los
recursos tecnológicos son importantes en nuestras vidas, ya sea para
facilitarlas, como para contribuir a nuestro bienestar y felicidad; no obstante
no se puede olvidar que el libro deja claro el abuso de estos medios, que
pueden ser utilizados sin dudas como mero escapismo o de manera tal que con
ello se cometen actos reprobables contra otros.
“Finalmente llegué al estadio final, donde
una máquina me anilló el tobillo con una banda metálica acolchada, un poco por
encima de la articulación. Según la peliculita explicativa, gracias a él mi
posición espacial quedaba monitorizada en todo momento, además de que
autorizaba o denegaba mi acceso a las distintas áreas del complejo de oficinas
de IOI. Si intentaba escapar, quitarme la anilla o crear problemas de cualquier
clase, el mecanismo estaba diseñado para proporcionar descargas eléctricas paralizantes.
Y, si era necesario, también podía administrar una dosis elevada de tranquilizante
que llegaba directamente al torrente sanguíneo”.
Luego nos encontramos con el tema de la
fama, muy ligado al papel que cumplen las redes sociales en la sociedad,
haciendo que individuos realmente talentosos o solo por puro marketing y/o su
exhibicionismo (y el morbo del público), se conviertan en el foco de atención de la gente. Esto lo encontramos en al menos cuatro de
los personajes del libro, quienes en este caso vienen a ser figuras públicas
positivas, ya que han sido encumbradas entre el resto gracias a su destacado
intelecto. De igual manera, es posible
reconocer cómo el alcance de esta fama marca a quienes han accedido a ella,
cambiando sus vidas para bien o para mal, si bien en el caso del protagonista
destaca cómo este logra sacar provecho de la oportunidad que le da todo ello.
Teniendo en cuenta todo el cúmulo de
tributos directos de esta novela, a esos cientos de personajes e historias que
para muchos de nosotros resultan caros a la vida de cada uno, más los varios
momentos llenos de adrenalina y sorpresas, el final tenía que ser apoteósico… ¡Y
vaya que lo logra su autor! Pues cuando pensábamos que ya lo habíamos “leído”
todo, el escritor nos regala con unas batallas virtuales, que a más de uno
seguramente lo deja con la boca abierta.
Frente a todo esto, es comprensible preguntarse qué tan fiel podría ser
una megaproducción hollywoodense basada en esta obra, tal como hace años se nos
viene prometiendo, pues para ser sinceros difícil que puedan conseguir todos
los derechos de los personajes y marcas registradas que aquí aparecen
(sinceramente, tendrían que hacer una coproducción entre gringos y japoneses,
para conseguir algo más o menos respetuoso con toda esta tormenta nerd).
Tras el desenlace, Cline nos
regala un precioso, sencillo y emotivo momento que más encima ocurre en el
mundo real, el que cierra con broche de oro su opera prima.
“El robot de Sorrento dio varios pasos
atrás, torpemente. Sus ojos volvían a brillar.
Yo me agaché un poco, adoptando una
postura ofensiva, y me fijé en que en una esquina de mi visualizador había
aparecido un marcador que acababa de iniciar una cuenta atrás desde los tres
minutos:
2:59, 2:58, 2:57…
Bajo ese contador aparecía un menú en el
que, en japonés, se enumeraban los distintos ataques de energía de Ultraman.
Sin dudarlo escogí el Rayo Specium y levanté mucho los brazos frente a mí, uno
en posición horizontal y el otro en posición vertical, formando una cruz. Un
rayo de energía blanca, intermitente, salió disparado de mis antebrazos e
impactó en el pecho de Mechagodzilla, empujándolo hacia atrás. Perdido el
equilibrio, Sorrento, sin control, tropezó con sus descomunales pies. Su robot
cayó al suelo y aterrizó de lado.
Los miles de avatares que observaban
desde el caótico campo de batalla, a nuestro alrededor, estallaron en vítores”.
Y ahora a conocer algo de los
interesantes personajes de este texto, que la verdad no son tantos como lo que
se esperaría de una obra de este tipo, pues la mayor parte del peso dramático
cae en el protagonista y al respecto debemos recordar que todo el argumento es
apreciado solo desde el punto de vista de este (de modo que solo llegamos a saber
a los demás, a través de su propia sesgada percepción y más si recordamos que
solo al final logra a conocer a los demás en persona).
Parzival:
El personaje principal elige a propósito su nombre de un famoso caballero
de la leyenda artúrica, con lo que se resaltan sus cualidades positivas. Cabe destacar que como el héroe de la saga
medieval, parte su cruzada a muy temprana edad, siendo aún un adolescente. Su nombre real es Wade Watts, con lo cual el
autor destaca una vez más el carácter virtuoso suyo, dándole un nombre y un
apellido que comienzan con la misma letra y/o sonido, tal cual algunos de los
más destacados superhéroes del cómic (Peter Parker, Spiderman; Clark Kent,
Superman; Bruce Banner, Hulk; etc.). Sus
rasgos heroicos más acentuados y que responden al de muchos de los antecedentes
clásicos de este tipo, vienen a ser su gran inteligencia y astucia, a los que
se le agrega un espíritu osado, que incluso lo lleva a perpetrar un inesperado
plan para desbaratar los planes de los villanos, en las mismas puertas de su
guarida. Sobresale también en él su
espíritu de superación (la famosa capacidad de resiliencia, que hoy en día está
tan en boga), que lo hace salir del hoyo en el que nació y el que se suponía
estaba de por vida obligado a soportar.
De igual manera valiosa es su constancia en todo, en especial en lo que
concierne a cómo logra ganarse por fin el corazón de quien ama.
Art3mis:
El segundo personaje más relevante dentro del argumento de Ready
Player One, corresponde a uno de las dos únicas féminas de peso dentro
de este libro. Asimismo viene a ser el
objeto amoroso de Parzival, al punto de que durante un tiempo este
prácticamente se olvidó de su búsqueda del “Huevo de Pascua”, en su afán por estar con ella. Tal como el resto de los protagonistas y
secundarios, es alguien en extremo inteligente.
Independiente y con mucho más resquemores que su enamorado, es famosa en
el mundo real y el virtual por su labor como bloguera. En un principio su supuesta actitud ingrata
con Parzival, la hace ser odiosa (al menos para mí, je), no obstante tras la
victoria conseguida, es posible comprender el verdadero motivo de su
alejamiento del protagonista (razón demás para verla como alguien centrado y con
las cosas claras, algo complicado a la hora de llevarlo a cabo de manera
integral).
Hache:
El primer amigo que tuvo Parzival, es también su mejor amigo y hasta cierto
punto la persona más sociable dentro de los personajes de su edad que aquí
aparecen. Cerca del clímax, este revela
un dato muy importante acerca de su verdadera identidad.
Daito
y Shoto: Ambos japoneses y supuestamente hermanos, vienen a ser el gran
homenaje de Ernest Cline a la cultura japonesa, más allá de todas las
referencias a sus películas, series y cómics;
lo anterior, porque tal como queda consignado en estos dos, poseen los
principios del honor y la ritualidad tan caros a este pueblo. El primero de ellos es un sujeto retraído,
complejo, mientras que el otro viene a ser lejos mucho más amistoso.
James
Halliday: El genio creador de OASIS, fue
en vida un individuo con varios problemas para sociabilizar con los demás, de
ahí a que hubiese creado este mundo virtual.
Pese a su personalidad errática, fue un visionario y un verdadero
filántropo a su manera, lo que bien se puedo observar en sus intenciones de
entregar su invención al uso de todo el mundo. Con toda la celebridad que vino
a ser, destaca su avatar llamado Anorak, a través del cual se permitió en vida (e incluso después de
muerto) ser el “showman” que de otra manera habría sido imposible. Anorak viste como un mago, una clara alusión
a personajes arquetípicos como Gandalf de El Señor de los Anillos y Dumbledore
de las novelas de Harry Potter; un maestro para muchos y alguien a quien
admirar, como también querer; así como a un representante del bien y del orden,
en el mundo devastado que viene a ser en realidad el del libro.
Ogden
Morrow: Conocido en OASIS como
Og, fue el mejor amigo de Halliday, a quien conoció cuando ambos eran
adolescentes y estaban llenos de ganas de hacer cosas nuevas, como también de
divertirse. Juntos fundaron la
importante empresa de Gregarious Simulation Systems,
dedicada a los videojuegos, pero con el tiempo se distanciaron por graves
razones, si bien como queda demostrado en el transcurso de la historia, la
amistad de ambos perduró pese a sus rencillas.
De personalidad y aspecto por completo diferentes a James, es un hombre
alegre, bonachón y mucho más rechoncho que el delgado Halliday. En la novela cumple el papel de albacea del
legado de su compañero, además de protector de los personajes arriba
mencionados.
Nolan
Sorrento: El gran villano de esta historia, es el jefe y/o cabecilla de la
detestable corporación de IOI, si bien es un empleado más de
esta. Manipulador como él solo, deja
demostrado en sus acciones su megalomanía, ya que le gusta figurar por sobre
quienes están bajo él; por otro lado, presenta un desinterés o incapacidad total
para tener lazos afectivos con sus semejantes, a quiénes siempre trata de
manera despreciativa.
.
Espectacular arte gráfico basado en esta novela. |
Definitivamente, me llama mucho la atención. Cyberpunk más cultura retro, debo ver de que va todo esto. Excelente análisis y sin spoilers, Elwin, lo cual se agradece. Cuando termine el libro con el que estoy ahora me pondré con este.
ResponderEliminarGracias, amigo, por ser el primer lector y que además lo haya comentado, de este texto que en verdad me dio "miedo" abordarlo, pues no sabía si iba a dar en la clave para abordar un libro tan complejo y que lo recomiendo a todos como nosotros (qué bueno saber que consideres que no puse spoilers).
EliminarHola se ve super interesante , me gusto ,mucho saber que tiene hartos guiños a cosas bien ñoñas jajajaja , ademas el tema que aborda se nota bastante interesante en si una reseña que llamo bastante mi atención . Lo que me pregunto es que usted me decia que no jugaba juegos entonces en esas partes los pudo entender ?
ResponderEliminarSaludos
Lo que pasa es que la mayoría de los juegos que aquí aparecen los jugué en su momento (hubo un tiempo, durante el siglo pasado, en que fuí un consumado gamer).
EliminarVaya, muy buena manera de usar el post 400, luce bastante interesante, gracias por la recomendación, le tendré que echar el guante.
ResponderEliminarEfectivamente cuando estaba pensando en cuál sería mi post Nº 400, me pareció que este libro era el ideal para tal empresa. Espero haberlo hecho correctamente.
EliminarConfieso que no le tenía ningún interés al libro, porque si lo promocionan como una colección de referencias frikis... Eso lo puede escribir cualquiera, pero lo realmente importante es encajar esas referencias en una buena historia. Ahora bien, por lo descrito, parece ser el caso, así es que creo que le daré una oportunidad. Después de todo, la Navidad se acerca, y aún no he visto el tema de mi autorregalo...
ResponderEliminarPor lo descrito, la novela me suena parecida a 1984 de Orwell. En ella, Orwell asumía la mascarada del futuro cercano para describir en realidad la pesadilla comunista contemporánea. En esta novela, pareciera ser por la descripción, también se toma misma mascarada para describir otra pesadilla contemporánea, la de cierto sector del frikismo que sólo recicla ideas pasadas pero sin crear mitos o referentes nuevos... y que parece haberse tomado por asalto toda una cultura de masas que ahora se basa en franquicias y clichés en vez de crear personajes e historias nuevas.
Y con un atraso fenomenal, pero no por ello con menos aprecio por la labor cumplida... Un muy feliz posteo 400, y ojalá que sean muchos más. Saludos.
Pues creo que esta novela te fascinará, que como yo tienes hartos recuerdos relacionados, este libro te dará más de una grata sorpresa y diversión pura.
EliminarPor otro lado, te agradezco que compartas conmigo este evento del post Nº 400 , que tú como colega bloguero bien comprendes lo valioso que es esto para uno.
Tras haber leído el libro (gracias a tus sugerencias) concuerdo con la mayoría de los puntos que mencionas, es un gran libro, aunque el final (supongo que así es la mayoría de las obras) fue un tanto forzado, si bien hubo algunos giros que me gustaron, el como se llegó a él, no me pareció tan plausible, tal vez el tener conocimientos del aspecto técnico de las computación me traiciona, pero siendo específicos, en el desarrollo de cierto plan, que detona la fase final, tiene una gran falla en cuestiones técnicas, que si bien en principio no le impedía ejecutarlo, si necesito de toneladas de buena suerte para que no se viniera abajo.
ResponderEliminarOtro punto, del que no tiene nada de culpa el libro, sino más bien una costumbre mía de fijarme en ciertos detalles, me dio una buena pista de lo que podía pasar al final, y así fue, me medio spoilee el final yo solo, no todo afortunadamente pero si un detalle importante de como se dio.
En general, un muy buen libro, muchas gracias de nuevo por tu recomendación.
Me alegra mucho haber logrado entusiasmarte con la lectura de este libro, que sabía te iba a agradar. Ahora a esperar la película, a ver cómo les sale (si bien creo que por temas de coste de los derechos de autor, muchas de sus alusiones ñoñas no saldrán).
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