Luego de la aventura con las amazonas “descarriadas”
de Bana-Migdall y su segundo enfrentamiento con su archienemiga Cheetah, viene
un nuevo Anual de esta Mujer Maravilla Post Crisis. Si el primero correspondió a varias pequeñas
historias centradas en la sociedad matriarcal de Themyscira, el segundo retoma
este carácter antológico, aunque en esta ocasión su temática se permite indagar
acerca del impacto que alguien como Wondy tiene para nuestra sociedad; es
decir, cómo su figura y principios logran inspirar a los mortales (entre
mujeres, hombres y niños), ya sea para bien o para mal, tal como queda demostrado
en estas sentidas piezas. La primera de
ellas, En el Nombre del Juego, gira en torno a los personajes
secundarios de la agencia de publicidad con la que trabajó Diana apenas se hizo
conocida públicamente, así como su relación con Superman que casi fue
romance. La siguiente, Marca
Registrada, mucho más emotiva que la anterior, tiene como protagonista
y pequeña heroína a su amiga adolescente Vanessa, la hija de Julia Kapatelis;
acá vemos cómo la chica va superando sus prejuicios respecto a la moda “Wonder
Wonan” y logra crecer como persona amparada por los valores de la amazona. Logo es quizás la más floja de estas
narraciones, tratándose de un cómic…¡Sobre nuestra querida superheroína! Un sentido regreso a través de los recuerdos
de la malograda publicista Mindy Meyer, nos demuestra con Bandera, cómo esta
aparentemente frívola mujer también fue marcada en su corazón por la guerrera. Marquesina viene a ser un muy
divertido mini-cómic de temática policial, sobre un asesino que cree estar
limpiando el honor mancillado de la princesa.
Un inesperado e impactante regreso a la isla griega donde se enfrentó a
la malvada Cirse, viene a ser Leyenda, episodio bastante ligado al
anterior y donde queda declarado cómo podemos llegar a pervertir los ideales
más bellos. Quizás la historia más
hermosa de todo este tomo, venga a ser Tributo, que rescata la heroica
figura de la madre de Steve Rogers, de quien Diana recibió su nombre y sus
insignias. Si el Anual 1 tuvo a varios
dibujantes de renombre como invitados, en esta ocasión se contó con un montón
de dibujantes femeninas; no obstante la calidad de los dibujos de estas en su
mayoría no son muy pulcros que digamos, destacando eso sí la labor de Cinthia
Martin, quien luego colaboraría de manera más frecuente en la colección regular
de la superheroína y en especial en la miniserie La Guerra de los Dioses, donde
Wondy es la principal protagonista.
Después del segundo homenaje a todo lo que
representa la Mujer Maravilla con su segundo Anual, viene una historia
autoconclusiva en el número 36 de su serie regular, llamada Cambios
en el Viento y que gira en torno a uno de los mejores secundarios de
esta recordada etapa: el dios Hermes.
Acá vemos realmente lo que ha significado para esta deidad haberse
quedado en la Tierra, viviendo entre mortales, mientras el resto de su raza ha
abandonado lo que fuera su hogar por eras en el Olimpo.
Con el siguiente número comienza la saga
de Extraños
en el Paraíso, basada en un juego de rol escrito por el mismo George
Pérez y donde aparece otra gran villana de orígenes mitológicos griegos: la
diosa de la discordia Eris. En este arco
argumental que se extiende por cuatro números, Wondy lleva a un grupo de
humanos multirracial y multireligioso, entre mujeres y hombres, a su hogar en
la isla de Themyscira. Este evento sigue
con la iniciativa de la sociedad amazona de abrir sus puertas al mundo de
afuera. Entre los invitados se encuentra
nada menos que la periodista Louisa Lane, con quien Diana comienza acá su
estrecha fraternidad. Toda va bien,
hasta que la belicosa deidad interviene y todo el mundo, entre visitas y
anfitrionas, caen bajo el influjo de esta.
Cabe mencionarse que esta trama resulta estar tan llena de emociones,
aventuras e intrigas como las anteriores, siendo una verdadera delicia
leerla. Eris resulta ser una magnífica
rival, por completo distinta en su caracterización y estética al de otras
féminas malvadas al que se ha enfrentado Diana.
Tras la batalla contra Eris en el propio
hogar de las amazonas, con el número 41 viene otro episodio autoconclusivo,
llamado Lazos de Amor. Armado en
gran parte en base a cartas dirigidas a la profesora Julia Kapatelis de parte
de su hija Vanessa y de la misma princesa, mientras la primera se encuentra en
un viaje de investigaciones, aborda el fuerte sentimiento entre estas tres
mujeres; de este modo el carácter intimista vuelve a las viñetas de Wonder
Woman por ahora. Lo único lamentable de
este número, es que el dibujo de John Marrinan a veces no puede ser más
deplorable, que lo visto en el transcurso de esta historia. Asimismo, mucho de lo que sucede en sus
páginas, corresponde a la antesala de más de una línea argumental que se
desarrollará a futuro.
Las
siguientes tres entregas, desde la 42 a la 44, corresponden el regreso de Cisne
Blanco. Esta si bien desde un principio,
debido a su carácter trágico, de inmediato quedó declarado que no era una
villana en el sentido más exacto de la palabra, demostró ya en su primer
enfrentamiento con Wondy su enorme poder y que en más de un momento la puso en
apuros. Pues esta vez por fin se nos
revela su triste pasado y cómo una mujer tan sensible como ella, de enormes
atributos, se convirtió en la marioneta de un hombre de corazón frío, que solo
utilizaba su incondicionalidad para sus propios beneficios. La trama termina con la oportunidad para
Cisne Blanco, de acceder a una vida mucho más plena de la que tuvo como arma
biológica.
La versión en español de la extinta
Ediciones Zinco, que yo poseo de esta etapa de la Mujer Maravilla, incluye
luego del primer número de esta trilogía sobre el retorno de Cisne Blanco, una
breve aunque sentida historia navideña de Diana junto a Julia y Vanessa, más una amiga de la
Kapatelis. Resulta más que interesante
ver cómo Pérez aborda esta importante fiesta cristiana, a los ojos de una “pagana”
como nuestra querida amazona. El sentido
de la Navidad, que para nada se aleja de los principios defendidos por la
justiciera, toma un cariz bastante sensible cuando la princesa nos demuestra
otra forma de ser héroes (no con superpoderes, ni peleando contra monstruos o
villanos). Esta preciosa pieza forma
parte del especial Navidades con los Superhéroes 2 de 1989.
El número 45 de la serie, se encuentra
lleno de referencias directas a la mitología griega, de la que se nutren en
gran parte estos cómics, siendo otra muestra del gran talento de George Pérez
para jugar con nuestro legado cultural de milenios y adaptándolo tan bien al
subgénero superheroico. Pues acá los
protagonistas no son ni Diana, ni el resto de sus secundarios, sino que lo son
personajes sacados de esta añeja tradición oral, como lo son las Hilanderas del
Destino, la diosa Harmonía y muy particularmente Pandora. La recreación del mito de esta última mujer y
su caja fabulosa es relacionada acá con la vida de Wonder Woman. Por otro lado, la introducción de estas
fuerzas incluso superiores a las deidades olímpicas, las también llamadas
Moiras, además de la presencia de Harmonía y la profecía que acá se revela
respecto al destino de Diana, poseen gran relevancia por los sucesos que ya
comienzan a gestionarse a partir de estos números y que darán pie a la ya
mencionada miniserie La Guerra de los Dioses.
Al anterior número tan cargado en lo
mitológico, le sigue una vez más una sensible historia que nos vuelve a
demostrar que los cómics de superhéroes, son mucho más que gente linda
mostrando su bien formado cuerpo y batallas espectaculares. Dibujos de Tiza, coescrito en
conjunto con Mindy Newell (quien también intervino en el número anterior),
retoma el doloroso aunque realista tema de la muerte de un ser querido y la
manera de cómo llevamos tal pérdida. Tal
como muchas entregas atrás en esta colección, no se trata del deceso de un
justiciero, sino que de alguien del “mundo real”, lo que hace aún más
destacable el argumento aquí abordado.
Siendo que muchos niños y jóvenes compran y leen estos cómics, resulta
bastante plausible que esta obrita aborde todo esto a través del suicidio
adolescente; es así que sin caer en el melodrama exagerado, este cómic nos
lleva a la reflexión con mucho lirismo y aun así con una dignidad que bien se
quisiera abundara en este tipo de arte.
Entre los números 47 y 48 por fin se
unen, tras años de reseteado el universo DC con la Crisis en las Tierras Infinitas,
a la Mujer Maravilla con un personaje con el cual estuvo profundamente ligado
antes de este evento cósmico: Donna Troy, la ex Wonder Girl del grupo de
justicieros adolescentes Jóvenes Titanes. Pues en esta continuidad Donna ya es una
adulta y para cuando por fin conoce a Diana hasta se encuentra desposada. Por otro lado, su reunión se ve complicada
cuando ambas deben enfrentarse nada menos que a los llamados bestiaformes de Circe, batalla que viene
a ser algo así como muy intenso prólogo a la misma saga de La Guerra de los Dioses. Como era de esperarse, la aventura en la que
deben apoyarse ambas guerreras, sella para siempre el pacto de amistad entre
ambas y que tantos buenos momentos le dará a los lectores con futuras team-ups entre estas dos y en especial
la cronología de la propia amazona (como que tras los acontecimientos de la Crisis
Infinita, Donna reemplazó a Diana durante un año como Wonder Woman).
Y es ahora cuando llegamos al número
especial que conmemora los 50 años desde que el psicólogo y guionista William
Moulton Marston, creó a la Mujer Maravilla para gloria de los cómics. De este modo el número 49 de su serie regular,
se extiende por más de sesenta páginas, que incluye la esperada visita de una
delegación de las amazonas nada menos que al mundo patriarcal (tras milenios de
no salir de su isla) y un portafolio de ilustraciones dedicadas a la princesa
de Themyscira, de artistas de renombre: tales como Brian Bolland (¡Ídolo!),
Sergio Aragonés (¡Maestro!), P. Craig Russell y Matt Wagner. En esta historia intervienen, como era de
esperar, un montón de superhéroes y varios de los secundarios de esta
colección, teniendo un papel destacado la hermosísima reina Hipólita, madre de
Diana. La viñeta final termina esta
fiesta con la certeza de que no todo es risas y alegría, pues si se dan cuenta
bien los conocedores de las aventuras de Wondy, una amenaza como nunca antes había
enfrentado Wonder Woman y los suyos, está por venirse sobre ellos (lo que
implica además el retorno de la más maldita enemiga de Diana).
Una excelente forma de conocer a la mujer maravilla, gracias Elwin
ResponderEliminarGracias por leerme...Solo lamento no tener completa esta etapa, que Ediciones B no la sacó completa, pues le faltaron como diez números antes de que George Pérez abandonara la serie (y a DC). Semana que viene creo viene el último post de este tema.
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