martes, 15 de noviembre de 2016

La Mujer Maravilla de George Pérez (cuarta parte).


      Luego de la aventura con las amazonas “descarriadas” de Bana-Migdall y su segundo enfrentamiento con su archienemiga Cheetah, viene un nuevo Anual de esta Mujer Maravilla Post Crisis.  Si el primero correspondió a varias pequeñas historias centradas en la sociedad matriarcal de Themyscira, el segundo retoma este carácter antológico, aunque en esta ocasión su temática se permite indagar acerca del impacto que alguien como Wondy tiene para nuestra sociedad; es decir, cómo su figura y principios logran inspirar a los mortales (entre mujeres, hombres y niños), ya sea para bien o para mal, tal como queda demostrado en estas sentidas piezas.  La primera de ellas, En el Nombre del Juego, gira en torno a los personajes secundarios de la agencia de publicidad con la que trabajó Diana apenas se hizo conocida públicamente, así como su relación con Superman que casi fue romance.  La siguiente, Marca Registrada, mucho más emotiva que la anterior, tiene como protagonista y pequeña heroína a su amiga adolescente Vanessa, la hija de Julia Kapatelis; acá vemos cómo la chica va superando sus prejuicios respecto a la moda “Wonder Wonan” y logra crecer como persona amparada por los valores de la amazona.  Logo es quizás la más floja de estas narraciones, tratándose de un cómic…¡Sobre nuestra querida superheroína!  Un sentido regreso a través de los recuerdos de la malograda publicista Mindy Meyer, nos demuestra con Bandera, cómo esta aparentemente frívola mujer también fue marcada en su corazón por la guerrera.  Marquesina viene a ser un muy divertido mini-cómic de temática policial, sobre un asesino que cree estar limpiando el honor mancillado de la princesa.  Un inesperado e impactante regreso a la isla griega donde se enfrentó a la malvada Cirse, viene a ser Leyenda, episodio bastante ligado al anterior y donde queda declarado cómo podemos llegar a pervertir los ideales más bellos.  Quizás la historia más hermosa de todo este tomo, venga a ser Tributo, que rescata la heroica figura de la madre de Steve Rogers, de quien Diana recibió su nombre y sus insignias.   Si el Anual 1 tuvo a varios dibujantes de renombre como invitados, en esta ocasión se contó con un montón de dibujantes femeninas; no obstante la calidad de los dibujos de estas en su mayoría no son muy pulcros que digamos, destacando eso sí la labor de Cinthia Martin, quien luego colaboraría de manera más frecuente en la colección regular de la superheroína y en especial en la miniserie La Guerra de los Dioses, donde Wondy es la principal protagonista.
     Después del segundo homenaje a todo lo que representa la Mujer Maravilla con su segundo Anual, viene una historia autoconclusiva en el número 36 de su serie regular, llamada Cambios en el Viento y que gira en torno a uno de los mejores secundarios de esta recordada etapa: el dios Hermes.  Acá vemos realmente lo que ha significado para esta deidad haberse quedado en la Tierra, viviendo entre mortales, mientras el resto de su raza ha abandonado lo que fuera su hogar por eras en el Olimpo.
          Con el siguiente número comienza la saga de Extraños en el Paraíso, basada en un juego de rol escrito por el mismo George Pérez y donde aparece otra gran villana de orígenes mitológicos griegos: la diosa de la discordia Eris.  En este arco argumental que se extiende por cuatro números, Wondy lleva a un grupo de humanos multirracial y multireligioso, entre mujeres y hombres, a su hogar en la isla de Themyscira.  Este evento sigue con la iniciativa de la sociedad amazona de abrir sus puertas al mundo de afuera.  Entre los invitados se encuentra nada menos que la periodista Louisa Lane, con quien Diana comienza acá su estrecha fraternidad.  Toda va bien, hasta que la belicosa deidad interviene y todo el mundo, entre visitas y anfitrionas, caen bajo el influjo de esta.  Cabe mencionarse que esta trama resulta estar tan llena de emociones, aventuras e intrigas como las anteriores, siendo una verdadera delicia leerla.  Eris resulta ser una magnífica rival, por completo distinta en su caracterización y estética al de otras féminas malvadas al que se ha enfrentado Diana.
      Tras la batalla contra Eris en el propio hogar de las amazonas, con el número 41 viene otro episodio autoconclusivo, llamado Lazos de Amor.  Armado en gran parte en base a cartas dirigidas a la profesora Julia Kapatelis de parte de su hija Vanessa y de la misma princesa, mientras la primera se encuentra en un viaje de investigaciones, aborda el fuerte sentimiento entre estas tres mujeres; de este modo el carácter intimista vuelve a las viñetas de Wonder Woman por ahora.  Lo único lamentable de este número, es que el dibujo de John Marrinan a veces no puede ser más deplorable, que lo visto en el transcurso de esta historia.  Asimismo, mucho de lo que sucede en sus páginas, corresponde a la antesala de más de una línea argumental que se desarrollará a futuro.
       Las siguientes tres entregas, desde la 42 a la 44, corresponden el regreso de Cisne Blanco.  Esta si bien desde un principio, debido a su carácter trágico, de inmediato quedó declarado que no era una villana en el sentido más exacto de la palabra, demostró ya en su primer enfrentamiento con Wondy su enorme poder y que en más de un momento la puso en apuros.  Pues esta vez por fin se nos revela su triste pasado y cómo una mujer tan sensible como ella, de enormes atributos, se convirtió en la marioneta de un hombre de corazón frío, que solo utilizaba su incondicionalidad para sus propios beneficios.  La trama termina con la oportunidad para Cisne Blanco, de acceder a una vida mucho más plena de la que tuvo como arma biológica.
      La versión en español de la extinta Ediciones Zinco, que yo poseo de esta etapa de la Mujer Maravilla, incluye luego del primer número de esta trilogía sobre el retorno de Cisne Blanco, una breve aunque sentida historia navideña de Diana junto a  Julia y Vanessa, más una amiga de la Kapatelis.  Resulta más que interesante ver cómo Pérez aborda esta importante fiesta cristiana, a los ojos de una “pagana” como nuestra querida amazona.  El sentido de la Navidad, que para nada se aleja de los principios defendidos por la justiciera, toma un cariz bastante sensible cuando la princesa nos demuestra otra forma de ser héroes (no con superpoderes, ni peleando contra monstruos o villanos).  Esta preciosa pieza forma parte del especial Navidades con los Superhéroes 2 de 1989.
      El número 45 de la serie, se encuentra lleno de referencias directas a la mitología griega, de la que se nutren en gran parte estos cómics, siendo otra muestra del gran talento de George Pérez para jugar con nuestro legado cultural de milenios y adaptándolo tan bien al subgénero superheroico.  Pues acá los protagonistas no son ni Diana, ni el resto de sus secundarios, sino que lo son personajes sacados de esta añeja tradición oral, como lo son las Hilanderas del Destino, la diosa Harmonía y muy particularmente Pandora.  La recreación del mito de esta última mujer y su caja fabulosa es relacionada acá con la vida de Wonder Woman.  Por otro lado, la introducción de estas fuerzas incluso superiores a las deidades olímpicas, las también llamadas Moiras, además de la presencia de Harmonía y la profecía que acá se revela respecto al destino de Diana, poseen gran relevancia por los sucesos que ya comienzan a gestionarse a partir de estos números y que darán pie a la ya mencionada miniserie La Guerra de los Dioses.
      
     Al anterior número tan cargado en lo mitológico, le sigue una vez más una sensible historia que nos vuelve a demostrar que los cómics de superhéroes, son mucho más que gente linda mostrando su bien formado cuerpo y batallas espectaculares.  Dibujos de Tiza, coescrito en conjunto con Mindy Newell (quien también intervino en el número anterior), retoma el doloroso aunque realista tema de la muerte de un ser querido y la manera de cómo llevamos tal pérdida.  Tal como muchas entregas atrás en esta colección, no se trata del deceso de un justiciero, sino que de alguien del “mundo real”, lo que hace aún más destacable el argumento aquí abordado.  Siendo que muchos niños y jóvenes compran y leen estos cómics, resulta bastante plausible que esta obrita aborde todo esto a través del suicidio adolescente; es así que sin caer en el melodrama exagerado, este cómic nos lleva a la reflexión con mucho lirismo y aun así con una dignidad que bien se quisiera abundara en este tipo de arte.
      Entre los números 47 y 48 por fin se unen, tras años de reseteado el universo DC con la Crisis en las Tierras Infinitas, a la Mujer Maravilla con un personaje con el cual estuvo profundamente ligado antes de este evento cósmico: Donna Troy, la ex Wonder Girl del grupo de justicieros adolescentes Jóvenes Titanes.  Pues en esta continuidad Donna ya es una adulta y para cuando por fin conoce a Diana hasta se encuentra desposada.   Por otro lado, su reunión se ve complicada cuando ambas deben enfrentarse nada menos que a los llamados bestiaformes de Circe, batalla que viene a ser algo así como muy intenso prólogo a la misma saga de La Guerra de los Dioses.  Como era de esperarse, la aventura en la que deben apoyarse ambas guerreras, sella para siempre el pacto de amistad entre ambas y que tantos buenos momentos le dará a los lectores con futuras team-ups entre estas dos y en especial la cronología de la propia amazona (como que tras los acontecimientos de la Crisis Infinita, Donna reemplazó a Diana durante un año como Wonder Woman).
      Y es ahora cuando llegamos al número especial que conmemora los 50 años desde que el psicólogo y guionista William Moulton Marston, creó a la Mujer Maravilla para gloria de los cómics.  De este modo el número 49 de su serie regular, se extiende por más de sesenta páginas, que incluye la esperada visita de una delegación de las amazonas nada menos que al mundo patriarcal (tras milenios de no salir de su isla) y un portafolio de ilustraciones dedicadas a la princesa de Themyscira, de artistas de renombre: tales como Brian Bolland (¡Ídolo!), Sergio Aragonés (¡Maestro!), P. Craig Russell y Matt Wagner.  En esta historia intervienen, como era de esperar, un montón de superhéroes y varios de los secundarios de esta colección, teniendo un papel destacado la hermosísima reina Hipólita, madre de Diana.  La viñeta final termina esta fiesta con la certeza de que no todo es risas y alegría, pues si se dan cuenta bien los conocedores de las aventuras de Wondy, una amenaza como nunca antes había enfrentado Wonder Woman y los suyos, está por venirse sobre ellos (lo que implica además el retorno de la más maldita enemiga de Diana).  


2 comentarios:

  1. Una excelente forma de conocer a la mujer maravilla, gracias Elwin

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    1. Gracias por leerme...Solo lamento no tener completa esta etapa, que Ediciones B no la sacó completa, pues le faltaron como diez números antes de que George Pérez abandonara la serie (y a DC). Semana que viene creo viene el último post de este tema.

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