domingo, 13 de noviembre de 2016

Su primera gran obra maestra (publicada).


     Elantris (2005) no corresponde a la primera novela escrita por Brandon Sanderson, si no que a la sexta, no obstante sí tiene el honor de ser la primera que publicó en su carrera literaria de poco más de una década.  Pues ante la calidad artística de este título, el narrador mormón de inmediato acaparó la atención del público y la crítica, quienes por igual alabaron su creatividad al ser capaz de romper con los moldes preestablecidos de la fantasía y contar una historia por completo original.  La genialidad de su propuesta argumental, a lo que se suma sin dudas una serie de personajes maravillosos y delineados de una manera bastante atractiva, hizo que de inmediato fuese traducido al español en la prestigiosa colección Nova de Ediciones B, dirigida por el especialista Miguel Barceló y quien tal como luego admitió, no tuvo reparos en publicar a nuestro idioma un libro de un autor en la práctica desconocido y reciente (algo que antes nunca se había aventurado a ello).
     Se trata de un texto autoconclusivo, que en su primera versión al inglés casi llega a las quinientas páginas.  Su nombre hace referencia a la “maldita” ciudad de Elantris, otrora urbe poblada en su mayoría por seres considerados como dioses y que al comenzar el argumento ya lleva diez años desde que un misterioso mal/enfermedad/maldición/castigo ha convertido a estas cuasi divinidades en criaturas ruinosas; por otro lado, lo que antes fue considerado un lugar de belleza y cultura, ahora es un sitio feo, sucio y que se está desmoronando poco a poco tal cual sus habitantes.   Quienes viven ahora en dicha ciudad, lo hacen en las condiciones más deplorables y aquellos que contraen la llamada Shaod (aquello que llevó a los elantrinos a decaer su sociedad) son exiliados a la metrópolis, pues son dados por muertos por su gente, si bien la transformación que los afecta en efecto los convierte en muertos vivientes.
      Sanderson comienza la saga de Elantris y los personajes ligados a ella (entre héroes y villanos) con la promesa de que el desarrollo de su novela será algo fuera de serie e inolvidable, un verdadero deleite para los lectores de las historias más grandes que la vida:

      “La Shaod, se llamaba. La Transformación. Golpeaba al azar, normalmente de noche, durante las misteriosas horas en que la vida se detenía para descansar. La Shaod podía tomar a un mendigo, un artesano, un noble o un guerrero. Cuando llegaba, la vida de la persona afortunada terminaba y recomenzaba; descartada su antigua existencia mundana, se marchaba a Elantris. A Elantris, donde podía vivir bendita, gobernar con sabiduría y ser adorada por toda la eternidad.
      La eternidad terminó hace diez años”.

      El libro se encuentra narrado desde el punto de vista sus tres protagonistas, cada uno con una personalidad claramente definida y que gracias a sus capítulos permiten abordar el curso de los acontecimientos de una manera más integral, ya que estos pertenecen a distintas fuerzas relacionadas con Elantris.  Como estos tres lleva su camino por separado hasta cierto punto, no obstante la presencia de la ciudad es tan relevante en sus vidas y en la de los demás personajes, que luego el destino de todos ellos termina por unirse, dándonos más emociones que nunca.  Por otro lado, la existencia del coprotagonismo, permite adentrarse tanto dentro de las grandes murallas de la decrépita ciudad, como de lo que ocurre en Arelon, el reino vecino de Elantris y que por largo tiempo ha estado bajo su sombra.
     
      Raoden era el príncipe de Arelon, querido por casi toda su patria (salvo por su padre), quien al llegarle la Shaod se ve obligado a abandonar todos sus proyectos, tras ser dado por muerto, teniendo que desterrarse a Elantris.  Es así que por intermedio de este hombre tan lleno de virtudes y sin embargo tan humilde (lo que sin dudas lo convierte en alguien encantador), llegamos a conocer lo terrible que significa pasar la “eternidad” en este otrora hogar de dioses.  Sin embargo el siempre positivo noble, decide no dejarse llevar por el infortunio y opta por convertir el lugar en algo mejor de lo que ahora es.  Es así que para conseguir su propósito, comienza a hacer cambiar la mentalidad de su gente y ello lo consigue de una manera ejemplar: Por medio de sus acciones y palabras, que no solo traen esperanzas para los demás, sino que son propias de un hombre notable, quien logra derribar las barreras de sus nuevos conciudadanos, llegando incluso a inspirarlos y a ganarse su incondicionalidad. Cabe mencionarse que algunos de los momentos más emotivos de esta magnífica obra, son sin dudas los dedicados al príncipe, algunos que sin duda logran tal belleza, que resulta difícil no admirar la sensibilidad que transmiten dichos pasajes.  Raoden convierte a los demás no por la fuerza, incluso tampoco por la razón, sino que lo hace a través de la fe en su prójimo y el amor.


     “—No soy Taan —dijo Aanden finalmente—. ¡Soy Aanden, barón de Elantris!
      —Si lo deseas —dijo Raoden, frotando con los restos de su manga la superficie de la mesa caída—. Aunque no entiendo por qué prefieres ser Aanden a ser Taan. Esto es, después de todo, Elantris.
      — ¡Eso ya lo sé! —exclamó Aanden. No importaba lo que hubiera dicho Raoden, aquel hombre no estaba completamente cuerdo. El hacha podía caer en cualquier momento.
      — ¿Sí? — preguntó Raoden—. ¿De verdad comprendes lo que significa vivir en Elantris, la ciudad de los dioses? —Se volvió hacia la mesa, todavía frotándola, dando la espalda a Aanden—. Elantris, ciudad de belleza, ciudad de arte… y ciudad de esculturas.
      Dio un paso atrás, revelando el tablero ahora limpio de la mesa. Estaba cubierto de intrincadas tallas, igual que las paredes de la capilla.
      Aanden abrió los ojos de par en par, y el hacha cayó de su mano.
      —La ciudad es el sueño de un escultor, Taan —dijo Raoden—. ¿Cuántos artistas has oído ahí fuera quejarse por la belleza perdida de Elantris? Estos edificios son sorprendentes monumentos al arte de la escultura. Quiero saber quién, cuando se le presenta esa oportunidad, prefiere ser Aanden el barón en vez de Taan el escultor.
      El hacha golpeó el suelo. La cara de Aanden mostraba su estupor.
      —Mira la pared que tienes al lado, Taan —dijo Raoden en voz baja.
      El hombre se volvió, rozando con los dedos un bajorrelieve oculto por la suciedad. Se subió la manga y su brazo tembló cuando frotó la mugre.
      —Misericordioso Domi —susurró
      — Es precioso.
      —Piensa en la oportunidad, Taan — dijo Raoden—. Sólo tú, de todos los escultores del mundo, puedes ver Elantris. Sólo tú puedes experimentar su belleza y aprender de sus maestros. Eres el hombre más afortunado de Opelon.
      Una mano temblorosa apartó el bigote.
      —Y yo lo hubiese destruido — murmuró—. Lo hubiese derribado…”.

      Desde el reino de Teod viene la princesa Sarene hasta Arelon, pues por motivos políticos ha concertado un matrimonio con el príncipe heredero de esta otra ciudad, para pactar una alianza entre ambos pueblos.  Como quien iba a ser su marido era nada menos que Raoden, para su mala suerte apenas llega a su destino se entera de que este ha muerto y que debido a una muy especial cláusula del contrato matrimonial entre ambos, al fallecer este quedó de inmediato declarada la unión entre los dos.  Obligada a quedarse como viuda en Arelon por honor y para salvaguardar también los bienes de su patria, Sarene se da cuenta de que su nuevo hogar está lleno de intrigas; por lo tanto si  no interviene directamente en el curso de los acontecimientos que se están gestando, tanto Arelon como Teod perderán su independencia ante la amenaza del imperio monoteísta, que desea hacerse con las dos únicas sociedades que se mantienen al margen de Fjordell.   Si Raoden sin dudas llega a ser un sujeto formidable, Sarene no se queda atrás y comparte con el hombre al que solo llegará a conocer tiempo después de su llegada, varios de los aspectos positivos que los llevan a convertirse en almas gemelas: Una gran inteligencia, elocuencia, seguridad en sí misma, amor hacia el bien y todo lo correcto, entre otras cosas más. Destacable en ella viene a ser su feminismo, que en el mundo patriarcal en el que vive (en especial en Arelon) le ha traído sus problemas y que sin embargo la encumbran como una persona auténtica, capaz de sobrepasar los absurdos protocolos de su entorno.
        Hrathen es supuestamente el principal villano de la historia, un importante sacerdote de Fjordell que llega hasta Arelon por las mismas fechas que Sarene, para convertir a su gente a la fe que este profesa.  Mandado por la autoridad máxima de su religión (quien como en algunas teocracias del mundo real, ostenta además el poder político) a cumplir con su labor en un margen de tiempo casi absurdo, de solo tres meses, so pena de arrasar bajo la espada y el fuego a los “infieles”, está dispuesto a hacer todo lo posible por conseguir su objetivo y para que en lo posible nadie tenga que morir.  Hrathen es un fanático y sin dudas un hombre lleno de prejuicios, incluso llega a ser maquiavélico en su accionar, al punto de que encuentra de que la única manera de lograr que los de Arelon se conviertan a su fe, es dándoles un enemigo al que odiar: los elantrinos.  Por otro lado, tras no conseguir que el rey de Arelon se convierta a su dogma, opta por derrocarlo para poner un nuevo soberano que sí acepte su fe.  No obstante pese a todo lo detestable que viene a ser este sujeto, en especial tras contrastarlo con Raoden y Sarene, Hrathen no es un hombre malvado en un 100% y guarda en su corazón varios aspectos que le otorgan una humanidad que al final terminan por redimirlo.
      Entre los demás villanos nos encontramos con otros dos destacables personajes, si bien el primero de ellos viene a ser lejos el más atractivo y relevante de esta pareja: Dilaf es un sacerdote de la misma religión a la que sirve Hrathen, quien en su jerarquía está por sobre este y por tal razón debe servirle; no obstante el bajito hombre (quien contrasta con la imponente figura más alta, musculosa y regia de su superior) está lleno de odio y su fanatismo llega incluso a opacar a Hrathen, quien recela de él y se da cuenta de inmediato que no es alguien de fiar.  Dilaf posee su propia agenda y esta una vez revelada, es una de las grandes sorpresas del argumento, ya que además queda de manifiesto que quien debía ser un gran apoyo para los planes de Hrathen, al final es otro de los obstáculos con los que se encuentra este último, para conseguir su misión de la manera más pacífica posible.

Audiolibro de esta novela.
    El duque Telrii es el otro gran personaje ruin de la novela, si bien su participación en los eventos y desarrollo como individuo no es tan impresionante como los otros dos.  Si Hrathen y Dilaf representan lo negativo que puede ser la fe cuando sus creyentes miran el mundo en blanco y negro, transformándose en seres intolerantes frente a todo lo distinto a ellos, este otro es el típico hombre que solo desea bienes materiales y poder por sobre los demás para solo beneficio personal. Por ende es un sujeto egoísta, incapaz de amar y detestable sin miramientos.  Representa la corrupción de los que están arriba del resto de la gente y la vanidad absoluta (pues gusta de los lujos de manera absurda).
    Raoden y Sarene estarían solos en su lucha por la justicia social si no contaran con tan valiosos partidarios.   El primer amigo que llega a hacer en Elantris el príncipe viene a ser Galladon, un tipo que como muchos de los personajes de la novela guarda sus propios secretos, que luego son descubiertos para deleite de los suyos y del lector.   Supuestamente pesimista (en contraposición a Raoden), se convierte en el mayor apoyo del príncipe para levantar la ciudad de sus cenizas.  Luego se encuentra Karata, una mujer que antes de llegar Raoden a Elantris, era una de los tres jefes de banda de la urbe y que gobernaban por su cuenta el lugar; tras el encuentro de ambos, supuestamente enemigos, su pasado también es revelado y se vuelve otra aliada de valor para conseguir devolver la dignidad a los elantrinos.  Saolin también destaca entre los héroes de este libro, siendo un veterano militar que se compromete a tal punto con el sueño de Raoden, que otorga a la narración algunos momentos donde el honor toma un sitial relevante dentro de la trama.
      Valiosos vienen a ser para que Sarene pueda hacer su labor en Arelon, como también después en Elantris, personajes como su tío Kiin y el duque Rioal.  El primero viene a ser nada menos que el hermano mayor de su padre, el rey de Teod, a quien no veía desde hace años y al que para su fortuna se encuentra viviendo junto a la familia que ha llegado a formar el hombretón en su nuevo hogar; gran comerciante y experto cocinero de las más exóticas comidas, es un hombre afable que tampoco carece de una historia oculta de interés.  En tanto el segundo es el hombre mayor más rico de todo Arelon, quien bajo una supuesta personalidad frívola en realidad esconde a alguien justo y sabio.
      Siendo un título de fantasía, ya que este transcurre en un mundo que para nada corresponde al nuestro y donde la magia resulta ser algo “normal” por sus habitantes (si bien solo unos pocos tienen acceso a ella), Brandon Sanderson se aleja de los habituales recursos de este tipo de ficción (característica en todo caso propia de su narrativa, que desde esta ópera prima lo ha diferenciado de sus colegas por evitar caer en los mismos tópicos de siempre).  Es así que en Elantris no encontramos dragones, trolls, elfos, trasgos, orcos, ni ninguna de esas criaturas tan usadas (y abusadas) en la literatura respectiva.  Tampoco está presente el llamado Tópico del Viaje, en el cual el protagonista debe hacer un desplazamiento geográfico iniciático y peligroso, el que se torna uno de los elementos principales de la obra y donde además el héroe debe pasar por una serie de pruebas para conseguir la victoria.  No obstante acá aparecen los llamados seones, criaturas inteligentes esféricas flotantes y con luz propia, que pueden vivir mucho más años que los humanos normales (los elantrinos antes de su caída, por supuesto, que tenían una vida más extensa que la del resto de la gente) y que fueron creados supuestamente por la misma magia que dominaban los de Elantris.  Serene, al igual que otros nobles y hasta Hrathen, tiene su propio seon, el cual heredó de sus padres como se acostumbra llegar a tenerlos por vía consanguínea; este se llama Ashe y es su fiel amigo, protector y consejero, con su propia personalidad al igual que el resto de su especie.  Hay seones machos y hembras.

      “—He de admitir, mi señora, que has sido muy astuta —dijo Ashe flotando junto a ella en el pasillo, camino de su habitación.
      Sarene se había quedado mientras Iadon hablaba con Eventeo, mediando entre los dos mientras formalizaban el trato. La voz de su padre decía en buena medida: «Espero que sepas lo que estás haciendo, Ene». Eventeo era un rey bueno y amable, pero un comerciante espantoso: tenía un equipo de contables para que se encargaran de las finanzas reales. En cuanto Iadon advirtió la inestabilidad de su padre, golpeó con el entusiasmo de un depredador, y sólo la presencia de Sarene había impedido que Iadon sonsacara a Teod todos sus datos fiscales en un arrebato de fervor comercial. De esa forma, Iadon había conseguido convencerlos para que compraran su seda al cuádruple de su precio. El rey sonreía tan feliz cuando Sarene se marchó que casi parecía haber olvidado su charada.
      — ¿Astuta? — Preguntó inocentemente Sarene en respuesta al comentario de Ashe—. ¿Yo?
         El seon gravitó, riendo en voz baja.
        — ¿Hay alguien a quien no puedas manipular, mi señora?
        —A mi padre. Ya sabes que me vence tres de cada cinco veces.
        —Él dice lo mismo de ti, mi señora —aclaró Ashe.
        Sarene sonrió y abrió la puerta de su habitación, dispuesta a acostarse.
       —En realidad no he sido tan lista, Ashe. Tendríamos que habernos dado cuenta de que nuestros problemas eran en realidad la solución el uno del otro… uno una oferta sin pegas, el otro una petición sin subterfugios.
       Ashe hizo sonidos de descontento mientras flotaba por la habitación, como chasqueando una lengua que no existía, molesto por el desorden”.

      Siguiendo con el tema de la magia de Elantris, pues esta funciona en base a una serie de complejas figuras de luz llamadas Aones y que aquellos capaces de dominarlas, dibujan en el aire para acceder a cada una de las habilidades que estas poseen; todas ellas cuentan con su propio nombre y hay de protección (como campos de fuerza), de teletransportación, sanación, creadoras de ilusiones, etc.  Tras la Shaod solo unos pocos elantrinos fueron capaces de invocarlas, pero sin efecto; de este modo Raoden se empecina en tratar de volver a devolverles su poder.



      “— ¿Aprendiste ese aon en el libro? — Preguntó Galladon, asomado cómodamente a la ventana—. ¿Qué se supone que hace?
      — ¿El Aon Tia? Es un aon de transporte. Antes del Reod, ese aon podía trasladar a una persona de Elantris al otro extremo del mundo. El libro lo menciona porque era uno de los aones más peligrosos.
      — ¿Peligroso?
      —Hay que ser muy preciso respecto a la distancia a la que te envía. Si le dices que te transporte exactamente treinta pasos, entonces lo hará… no importa lo que haya a treinta pasos de distancia. Podrías acabar materializándote en medio de una pared de ladrillo.
      —Entonces, ¿estás aprendiendo mucho del libro? Raoden se encogió de hombros.
      —Algunas cosas. Atisbos, principalmente. —Volvió a una página del libro que había marcado—. Como este caso. Unos diez años antes del Reod, un extranjero trajo a su esposa a Elantris para que trataran su parálisis. Sin embargo, el curador elantrino dibujó el Aon Ien ligeramente equivocado… y en vez de desaparecer, el carácter destelló y bañó a la pobre mujer en una luz rojiza. Se llenó toda de manchas negras y el pelo se le cayó al poco tiempo. ¿Te suena familiar?
       Galladon alzó una ceja, interesado.
       —Murió poco después —dijo Raoden—. Se arrojó desde lo alto de un edificio, gritando que el dolor era insoportable.
        Galladon frunció el ceño.
       — ¿Qué hizo mal el curador?
       —No fue tanto un error como una omisión. Se dejó una de las tres líneas básicas. Un error tonto, pero no tendría que haber tenido un efecto tan drástico.
       —Raoden hizo una pausa, estudiando pensativo la página—. Es casi como si…
       — ¿Como qué, sule?
      —Bueno, el aon no estaba terminado, ¿no?
      —Kolo.
      —Así que tal vez la curación empezó, pero no pudo terminar porque sus instrucciones no estaban completas —dijo Raoden—. ¿Y si el error creó un aon viable… un aon capaz de acceder al dor pero sin suficiente energía para terminar lo que había empezado?”

       Tal como ya ha quedado declarado más arriba, a través de la figura de ambos sacerdotes de Fjordell, el tema de la fe toma un rol relevante dentro de esta historia.  Siendo su autor un ferviente mormón, al igual que su supuesto maestro Orson Scott Card (pues en realidad no me queda claro, qué tanto este otro influyó en su formación como escritor, según dicen algunos), no deja en esta obra de mostrar ambas caras de la religión: Un arma para manipular y controlar a los pueblos a través de un gobierno fundamentalista, con su correspondiente guerra santa contra los incrédulos y por otra, una creencia liberadora para aquellos que usan su devoción como una manifestación del amor hacia la creación y los demás (en este punto, destacable viene a ser la presencia del distraído, bondadoso y pequeño sacerdote Omin, dedicado a la fe de Serene, quien viene a ser la contrapartida del ostentoso, bello y superficial Seinalan, el líder joven de la religión que ambos profesan).  De igual modo cabe mencionar la crisis de fe de uno de los personajes, quien poco a poco comienza a cuestionarse los fundamentos de sus creencias, dándose cuenta de que la fe no es algo que funciona en base a la lógica y la razón, sino que implica una entrega total; de este modo tal crisis ideológica permite al personaje en cuestión crecer como sujeto, ya que si la fe no otorga felicidad al creyente, es porque en realidad es necesario hacerse una revisión de conciencia (o sea, si acaso todo aquello en lo que creemos está errado).
      Al cumplir el aniversario número 10 de esta genial novela, se publicó una edición conmemorativa llena de interesante material (que es la que posee un servidor, je) y que en su versión a la lengua de Cervantes tiene el agregado de un nuevo prólogo de Miguel Barceló.  A los correspondientes mapas de rigor y que en este caso están hechos a color, se incluye un prefacio de Dan Wells, amigo de Sanderson, también escritor y quien fue una de las primeras personas en leer el borrador de este libro.  Tras terminar la novela, vienen más regalos, siendo quizás el más atractivo de todos las “escenas eliminadas” tal y como les llama su propio autor y que acá corresponden a un interesante villano que fue eliminado de la versión final del libro; Sanderson se permite explicarnos además qué razones tuvo para sacarlo de la narración. También se agregan una especie de glosario sobre Aones y un texto explicativo sobre la AonDor, la particular energía de la que se nutre esta magia.  El epílogo va en esta ocasión por partida doble, ya que primero el artista se refiere a la génesis de su libro, a sus primeros días tras ser publicado y a lo que este ha significado para él; luego de manera inesperada, viene un episodio con uno de los personajes secundarios de Elantris, bastante misterioso todo, por cierto.  No podían faltar los agradecimientos a todas aquellas personas que intervinieron en el proceso para la elaboración y publicación de la novela. 
     La edición en español del X Aniversario está hecha en lujosa y preciosa tapa dura con sobrecubierta, más la tradicional cinta roja para marcar la lectura, la cual al sacarla en la cubierta del volumen lleva en dorado y en grande reproducido el Aon Ela, correspondiente a la ciudad de Elantris y que tiene relación con los principios de Concentración y Centro.  Casi ochocientas páginas de pura diversión y belleza narrativa.

4 comentarios:

  1. No conocía a este autor, como siempre, muy buena recomendación, tu entusiasmo en este tipo de entradas invitan a leerlo, creo que les deberías cobrar comosión jeje.

    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno, este es el cuarto libro de Sanderson que comento acá (los otros tres corresponden a la trilogía de nacidos de "La Bruma" y que creo también serían muy de tu agrado). Hace un par de años que tengo otro de sus libros, pero recién para el 2017 le darle su tiempo.

      Eliminar
  2. Buen día, Elwin. Hice una pequeña pausa en el ajetreo diario para leer y comentar esta entrada. Como siempre, un buen análisis de la obra. Se nota que es un libro de fantasía distinto, que se sale de los cánones habituales. Sin embargo creo que peca de tener demasiados nombres y localizaciones, a pesar de que no hay viaje. Si cuenta con una especie de glosario (creo que dice que sólo lo tiene la edición especial de décimo aniversario) esto no es problema alguno (como El Silmarillion o fuera del ámbito de la fantasía, Dune). Pero en las versiones que no lo poseen, haría perder a más de uno entre tanta maraña de nombres enrevesados.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Como amante de la buena fantasía que eres, te aseguro que esta novela te fascinará y de seguro quedará en tu memoria dentro de los mejores libros que has disfrutado.

      Eliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...