8- Unification
II (Unificación II): Picard
se ha encontrado con Spock, un momento memorable no solo para este capítulo,
sino que para todo Star Trek… ¡Estamos hablando del personaje más popular y
querido de la franquicia, por no mencionar a su actor, el gran Leonard Nimoy!
Más encima tener a Patrick Stewart y Brent Spinner codeándose con Nimoy, siendo
que los mismos Picard y Data ya estaban considerados como de lo mejorcito de TNG y
la franquicia entera, nos dio varias escenas memorables y, en especial, tremendos
diálogos; de ese modo, se podría decir que al ser los únicos miembros del
Enterprise-D en codearse con el célebre vulcano/actor, quedó de manifiesto más
que nunca la enorme impronta del capitán y el androide entre los trekkers. Además, se esperaba tener a
los dos grandes personajes lógicos/racionales de la franquicia hasta el momento
juntos y eso fue en verdad magnífico.
En la conclusión de esta historia de
antología, se nos explica la razón de su título, que tiene que ver con la
cruzada del ahora embajador y un grupo de romulanos, por lograr que sus pueblos
vuelvan a ser uno, tal como hace mucho tiempo lo fueron. Para lograr lo anterior, el papel de los
políticos es requerido, pero como nada es fácil en este plano, esta loable
labor se complica; y más encima debemos recordar lo insidioso de muchos
romulanos, estando entre medio la gran villana Sela que quiere sacar provecho
de las buenas intenciones de nuestro vulcano predilecto y sus compañeros.
Por otro lado, desde el capítulo anterior
que Riker se encuentra haciendo una investigación junto al resto de la
tripulación, la que tiene estrecha relación con el complot para desvirtuar la
unificación promovida por Spock. Es así
que hacen unos cuantos viajes, muy divertidos ellos, donde se encuentran con
tipos bastante variopintos, de distintas razas; a estos se suma una inesperada
batalla espacial y varios momentos bastante graciosos.
Cabe mencionar que este episodio doble nos
mostró por primera vez a Rómulo, el planeta madre de los romulanos, además de a
sus primeros ciudadanos civiles, entre ellos niños; además profundizó en su
cultura, dándonos datos muy interesantes.
Esta joyita está dedicada a Gene
Rodenberry, el creador de Star Trek y de TNG, quien falleció por
la misma época en la que se estrenaron estos dos capítulos y la franquicia
celebraba sus 25 años.
Tráiler promocionando la edición en Blu-ray de esta joyita.
9- A Matter of
Time (Cuestión de Tiempo): Un inesperado visitante y bastante especial llega al
Enterprise, quien dice venir del siglo XXVI y ser un historiador que solo desea
investigar “en terreno” a los famosos miembros de la nave. El tipo actúa bastante raro, puesto que casi
lo único que hace es entrometerse, en vez de solo observar y más encima
comienza a hacerle a cada uno de los tripulantes preguntas de una y otra cosa.
La llegada del supuesto viajero del futuro
ocurre durante una de esas tantas complicadas misiones, que les toca a nuestros
héroes, así que al parecer este ha llegado justo en un momento decisivo para la
historia, lo que igual los tiene intrigados a todos.
El actor invitado en esta ocasión fue Matt
Frewer, artista en la práctica de culto, gracias a su participación en la
mítica serie de ciencia ficción ochentera Max Headrom y donde era el
protagonista (una IA virtual); con una larga carrera a cuestas ya cuando filmó
este capítulo, interpretó a otro de sus personajes bizarros, el que igual en su
manera de llevarlo a cabo y su apariencia, bien podía ser un homenaje al famoso
Doc Brown de la trilogía de Volver al Futuro.
Quizás sea un capítulo menor si se le
compara con la mayoría de los de TNG y en especial con los de esta
temporada, pero al menos es divertido, gracioso y mantiene a uno expectante con
respecto a las verdaderas intenciones del “historiador” (inolvidable su flirteo
con la doctora Crusher).
¿Qué se las trae este larguirucho? |
El pequeño hijo del guerrero debe dejar su
hogar en la Tierra junto a sus abuelos humanos, para irse a vivir con su padre,
lo que significa que Worf por primera vez en su vida, se ve sometido a la
responsabilidad de ser una figura paterna en la vida de un niño (queda claro
que su “hijo adoptivo”, del emotivo episodio La Unión de la tercera
temporada, fue por completo obviado de la continuidad argumental). Así que ahora hay que hacer parte de su vida
al muchacho, quien se nota lo necesita, puesto que es algo rebelde, pero más
que nada requiere de su amor (imposible no conmoverse con las escenas de
Alexander, muy bien interpretadas por el niño actor que lo encarna); de modo
que Worf tiene que adaptar su otrora vida en la nave, a los cambios que requiere
su nueva vida.
A simple vista parece otro episodio sin
mayor relevancia, no obstante el regreso de Alexander permite abordar un tema
interesante y que ya antes lo habíamos visto a través de Beberly y Wesley
Crusher: el de un padre (o madre) que sin tener pareja alguna, educa a su hijo
y de la mejor manera posible; no obstante, ahora al abordarlo a través de un
sujeto tan “tosco” como el klingon, toma una dirección mucho más interesante,
al mostrarnos que un varón también puede ser por su propia cuenta un excelente padre
(pese a sus tropiezos, que todos los tenemos).
Desde este capítulo, el dulce Alexander se
convirtió en un secundario habitual en el programa, hasta que llegamos a
conocerlo en los primeros años de su adultez en DS9.
¡Miren la reliquia con la que me encontré! ¿Quién llegó a tener uno de estos aparatos? |
11- Hero
Workship (Culto al Héroe): Un nuevo episodio centrado en Data y el que además
aborda una vez más la convivencia de un adulto con un niño, siendo que tras la
historia Pen Pals de la temporada 2, esta otra vendría ser la segunda
ocasión en la que el androide entabla una relación cercana con un menor de
edad; es así, que considerando las particularidades características de nuestro
protagonista, resulta muy emotivo cómo la presencia de un pequeño en su vida lo
acerca más a la humanidad que desea alcanzar.
Una nave de la Federación es encontrada en
pésimas condiciones, habiendo solo un sobreviviente, el muchacho que convierte
a Data en su modelo a seguir y que lo ayuda a su manera a salir del trauma que
le quedó tras la pérdida de sus padres. De este modo el niño comienza a imitar
a Data, creyéndose un androide.
La verdad es que ya llevamos una seguidilla
de 3 capítulos que, comparados con lo que hemos visto últimamente, no están
dentro de lo mejor de TNG; no obstante, tramas como estas
permiten seguir desarrollando a los personajes principales y eso no es malo,
además de que este mismo también le dio mayor protagonismo a Deanna Troi, quien
en general resulta bastante desaprovechada.
Como dato extra, este fue el segundo
episodio dirigido por Patrick Stewart, tras El Día de Data de la
temporada anterior, volviendo a abordar al androide como personaje central.
Como dos gotas de agua. |
12- Violations
(Violaciones,
traducido en español como Delitos): Un anciano matrimonio y su
único hijo mayor, miembros de una muy especial raza, llegan al Enterprise como
investigadores de los recuerdos perdidos de las personas; son telépatas y han
dedicado su vida a archivar la memoria de individuos de muchas especies. La prueba de su talento y trabajo se lleva de
manera muy satisfactoria en la nave insignia, hasta que Deanna Troi, también de
una especie con habilidades psiónicas, tiene una horrible experiencia
relacionada con uno de sus recuerdos, quedando catatónica. Una a uno otros miembros de la tripulación
comienzan a pasar por lo mismo, de modo que se comienza a sospechar de los
visitantes; es por esta razón, que se lleva a cabo una investigación para
averiguar la verdad.
Detrás del carácter policial de este capítulo,
nos encontramos con un tema muy duro abordado detrás de la extrapolación propia
de la ciencia ficción: el de la violencia sexual y el gusto por dañar a otros,
propio de una mente desquiciada. Es así
que al considerarse algo tan escabroso a la hora de articular un argumento,
aunque real, TNG nos vuelve a
demostrar el interés de Star Trek por tratar temáticas
reales, más allá de la entretención escapista y nos dice que los tiempos van
cambiando, de modo que el programa ya no es tan “familiar” como su predecesor.
13- La Obra de
Arte Social (The Masterpiece Society): El Enterprise contacta a una sociedad
humana, descendiente de colonos de la Tierra, aislacionista y cuyo planeta está
por sufrir una gran catástrofe natural, así que les ofrecen asistencia. A regañadientes sus líderes lo aceptan, pero
a medida de que el contacto con nuestros héroes va estrechándose, algunos de
los autóctonos se dan cuenta de que su supuesta utopía les ha quitado
oportunidades que ahora solo desean tener; es así que comienza a gestarse una
crisis ideológica en este mundo.
Este episodio permite retomar un tema caro
al género, el de la manipulación genética y sus consecuencias, que ya antes se
había visto en la segunda temporada de TNG a través de Up the Long Ladder; pero
que dentro de la ficción/cronología trekker.
se ve como algo prohibido por la Federación, debido a las llamadas Guerras Eugenésicas introducidas en el
clásico (y maravilloso) capítulo de la Serie Original titulado Space
Seed (con la introducción de Khan y que luego volvería en la majestuosa
cinta para el cine de los ochenta Star Trek II: La Ira de Khan).
La trama nos permite llevarnos a la
reflexión acerca del derecho al libre albedrío, en oposición a la noción de
predestinación, otro detalle más de Star Trek a la hora de invitarnos a
tomar conciencia sobre los derechos humanos y, en especial, la búsqueda de la
plenitud personal, como el deseo de toda sociedad de conseguir la
trascendencia.
14- Cunundrum
(Enigma): Nuestros
protagonistas se encuentra con una nave de origen desconocido, la que los
escanea y luego de ello todo el mundo pierde la memoria, tras despertar luego
de quedar un breve tiempo en la inconciencia.
Desde un principio como espectadores sabemos que hay un infiltrado entre
ellos, un guapo comandante al que nunca antes habíamos visto, pero la magia de
todo está en presenciar cómo los tripulantes logran superar esta nueva prueba y
salir victoriosos de ella.
Mientras todo el mundo tiene que aprender a
trabajar en equipo sin apenas conocerse, se enteran de que como misión deben
atacar la base de una raza con la que lleva en guerra la Federación, acción que
podría significar la victoria de su bando.
Esta orden comienza a hacerles ruido, puesto que si bien no tienen
mayores recuerdos que los datos que han conseguido, les parece que todo ello va
en contra de su naturaleza. Por otro
lado, cada uno comienza a comportarse según su instinto les dice y entre ello
lo más interesante viene a ser el triángulo amoroso que se da entre Will,
Deanna y nada menos que Ro Laren, siendo esta la tercera intervención en el
show de la atractiva bajoriana.
Destaca el hermoso diseño que hicieron para
la base alienígena que supuestamente debe destruir el Enterprise y el aspecto
monstruoso que solo se logra ver de forma parcial. del intruso culpable de esta
aventura.
¿Cómo reaccionaría si llegaras a tu cuarto y te encontraras con una preciosura como esta esperándote? |
En este capítulo no interviene ningún
actor “invitado”, aunque sí tres recurrentes en la serie ya bastante queridos y
populares: el mencionado Miles O´Brien, su esposa Keiko y la alférez Ro. Estos nos vuelven a demostrar lo interesante
que son como personajes, especialmente gracias al talento de los artistas que
los encarnan. Asimismo, ver a los
“poseídos” en una actitud por completo distinta a cómo los conocemos, nos
permite evidenciar mejor la versatilidad de los actores que están detrás de
ellos, destacando lejos el trabajo de Marina Sirtis, Deanna, quien en realidad
aparece muy siniestra en esta versión distorsionada suya de la adorable
consejera.
16- Ethics
(Ética): Debido
a un accidente laboral, Worf queda lisiado y su condición sería para el resto
de su vida, a menos que la doctora Crusher encuentre la manera de cómo ayudarlo;
es así que lleva al Enterprise una experta en este tipo de afectaciones para
que la ayude y esta le propone aplicar un método experimental en el que lleva
tiempo trabajando, a lo que se niega Beberly, porque nunca antes había sido
aplicado a humanoides y se desconoce sus verdaderos efectos en los pacientes. Recelos profesionales nacen hacia la visitante
y quien actúa por completo distinto a nuestra doctora, en materia de conducta
médica.
Si la Crusher destaca considerablemente en
esta historia, donde se evalúa hasta qué punto es ético avanzar en la ciencia,
dejando de lado prejuicios y principios morales, como personales, no se queda
atrás el mismo afectado: Pues Worf debe enfrentar los miedos y preocupaciones
de alguien como él en sus circunstancias, a lo que se le suman los principios
de su propia cultura, que trata de llevar al pie de la letra, rodeado de
humanos que no comparten todos sus parámetros culturales. Pero también está presente el factor
Alexander, su hijo que lleva ya unos meses viviendo con él desde que aceptó su
deber como padre, responsabilizándose al respecto (imposible no emocionarse vez
que sale el pequeño y uno es testigo de sus penas y alegrías).
Las dificultades para llevar de manera
plena una paternidad de un hombre solo y poco dado a la emotividad, vuelven a
estar presente en el programa, quedando claro que solo el amor es la respuesta
a superar las trabas que pueden haber en el camino; de igual manera, queda
detallado que nunca se está solo para llevar a cabo esta empresa tan
importante, puesto que siempre hay alguien con quien uno pueda contar.
Por otro lado, Deanna (a quien he llegado a
apreciar como nunca gracias a esta revisión personal de TNG), vela por aconsejar
a su amigo postrado y cuidar del pequeño, detalle que será importante para la
evolución posterior de la relación entre esta y el klingon.
Asimismo, Will también tiene un papel
importante en este capítulo, permitiendo abordar el tema de la amistad férrea
entre dos hombres, él con Worf, con sus lealtades y desavenencias, cuando su
compañero le pide que lo ayude a realizar un rito klingon suicida. Esto último introduce otro tema moral y
relacionado con la medicina bastante escabroso: La eutanasia, o sea, el derecho
a morir sin dolor y no enfrentar un periodo incierto de penurias físicas y
emocionales, en una situación que para el paciente y sus cercanos muchas veces
es considerada indigna.
Por lo tanto, se puede notar que estamos
frente a un episodio rico en muchos matices, heredero de la mejor tradición trekker.
Y en lo que concierne a los aspectos más ñoños del show, acá es la
primera vez en que vemos la fisiología klingon, tanto interna como externa, más
allá de la cresta que ya le conocimos a esta popular raza (bueno…al menos hasta
que nos los cambiaron tanto en Star Trek: Discovery, je).
No puedo dejar de conmoverme ante una escena como esta. |
17- The Outcast
(Los Marginados): Otro
de los grandes capítulos de TNG abordando, tras las metáforas de
la ciencia ficción, temas complejos y reales, como adelantándose a su tiempo, gracias
a la valentía de sus responsables para abordarlos en televisión.
Una raza andrógina contacta al Enterprise
para solicitarle su ayuda técnica. Le
toca a Riker trabajar con uno de sus expertos pilotos y en la convivencia entre
ambos nace un romance condenado, ya que la especie a la que pertenece su nuevo
amor, no acepta que su gente tenga inclinaciones hacia un género sexual u otro
(puesta que esta persona se siente identificada con el sexo femenino, algo que
ha ocultado desde su niñez); los conflictos personales y propios del choque
cultural se hacen presentes de forma muy dramática.
Detrás de esta historia que trata sobre el
miedo, la ignorancia y la intolerancia a quienes son diferentes, negándoles su
derecho a vivir felices, por no seguir las tendencias de la mayoría, se
encuentra el tema de la homofobia y que solo hay que encontrar tras el ligero
velo que lleva toda buena obra del género.
Esta es la segunda vez en que se trata el tema en el programa, tras el
recordado capítulo The Host de la cuarta temporada; no obstante, aquí se hace todo
de manera más evidente, si bien nunca se ocupan palabras como homosexualidad y gay; pues lo que se ha hecho en su argumento ha sido invertir en
parte los roles, al mostrarnos una sociedad asexuada y donde lo masculino y lo
femenino son considerados algo indeseable.
Queda de manifiesto, además, el valor del verdadero amor, como algo que
supera cualquier diferencia entre quienes se manifiestan dicho sentimiento.
El monólogo de Soren cuando está siendo
sometido/a a juicio, puede ser considerado uno de los mejores de toda la serie,
equiparable al discurso de Picard en la también potente The Drumhead de la
temporada anterior.
El impactante discurso de Soren.
¡Genial recorrida por una serie de episodios memorables! Lo de "Unification" fue genial, el encuentro entre Data y Spock aun lo tengo grabado en la mente, jamá lo olvidé. Por lo demás, un episodio buenísimo, con mucha intriga política. "A Matter of Time" también muy bueno, con un Matt Frewer genial como siempre. "New Ground" también un gran episodio, al igual que "Hero Worship", sencillamente maravilloso. ¿Y qué decir de la maravillosa Michelle Forbes? Genial la alférez Ro, inolvidable!!
ResponderEliminarSaludos
RICARDO
TNG tiene tanto para darnos a los fanáticos de la ciencia ficción y en especial a los trekkers, que podemos ocupar horas y horas en comentarla y disfrutarla; particularmente para mí esta revisión en HD de la serie ha sido un gozo tan grande, como cuando en su momento me volví a ver todo "X-Files" en DVD una vez que completé la serie clásica en mi colección. Por cierto, me doy cuenta de que salvo "Unificación", los episodios que mencionas son algunos de los que menos me gustan de esta lista, je.
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