1. Empecemos.
Tras leer la sexta entrega de Artemis
Fowl de Eoin Colfier, el lector conocedor de otras sagas de ciencia
ficción y fantasía juveniles, tiene ya suficiente material como para comparar
este libro y los que le precedieron, con obras parecidas y quedar con la
satisfacción de que esta saga en cuestión no tiene que envidiarle a otras de su
estilo. Es así que por muy aventuradas que suenen estas afirmaciones, lo que ha
hecho su autor ha logrado crear una serie llena de virtudes literarias, que sin
dudas la hacen recomendable y hasta digna de ser analizada y/o comentada. A
través de estos libros, en la actualidad ocho en total y una especie de manual
muy especial (Los Archivos de Artemis Fowl) vamos adentrándonos en un mundo
donde magia y tecnología de punta conviven, a través de los cuales viejas
historias se actualizan, aunque sin perder los elementos que hacen de la
tradición folclórica, mítica y legendaria algo que no ha dejado de atraer a los
lectores de todo el mundo y las épocas.
Bajo el nombre en inglés de Artemis
Fowl: The Time Paradox (2008) y traducida a nuestra lengua como Artemis
Fowl: Y su Peor Enemigo, se trata de una novela que tal como sus
predecesoras no deja de atrapar al lector. La aventura, el humor, las
situaciones ingeniosas, los viejos personajes hace rato entrañables, sumados a
ellos otros nuevos bastante interesantes, regresan junto al elemento más
emotivo y que de vez en cuando también se logra disfrutar a través de su
lectura.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, la
novela se deja leer rápido y divierte, que ser testigos de la evolución de los
personajes (y en especial de quien le da su nombre a esta saga), resulta grato.
De este modo, las relaciones interpersonales entre todos ellos, con ese raro
afecto mutuo que contrasta lejos con la manera de cómo son caracterizados los
villanos, nos muestra un mundo que pese a su calidad de ficción, no deja de
recordarnos al nuestro: La gente es compleja, nosotros mismos somos la suma de
un montón de aspectos que nos dan capas y capas que nos definen; por ello
mismo, a lo que nos invitan obras como esta, es a celebrar la diversidad. Y es
que no hay que olvidar que los protagonistas han logrado hacerse amigos, pese a
las discrepancias entre ellos, puesto que han superado sus prejuicios y descubierto
en la otredad temas en común que los unen; en cambio, los ruines pese a todo su
poder siempre están solos, pues su megalomanía les impide disfrutar de la
fraternidad y/o el amor.
2. La historia.
Tal como dice su nombre en inglés, se
trata de un texto que aborda el tema del viaje en el tiempo (uno de mis
favoritos, por cierto) y el cual en sus poco más de 400 páginas en su edición
en español, solo realizan dos de los personajes principales (¿A estas alturas
de la serie, quizás, los dos verdaderos protagonistas?): Artemis Fowl y Holly
Canija.
Lo anterior solo es posible debido a que
una supuestamente extinguida enfermedad mágica, ha contagiado de manera mortal
nada menos que a la madre del precoz adolescente y la única manera de conseguir
el ingrediente para salvarle la vida es viajando al pasado (uno no muy lejano,
por cierto, que "solo" son unos ocho años hacia atrás). Allí nuestros
héroes deben vérselas nada menos que con un Artemis de diez años de edad, hace
rato ya genio y anterior al cambio positivo que comenzó a gestarse en él
gracias al influjo de sus seres queridos; así que se supone que ese es el
"peor enemigo" del propio Fowl; pero bien pasada la mitad de la
narración, aparece la verdadera mente maestra, quien ha estado detrás de varias
fechorías y luego complica más que nunca todo, que sí en verdad esta
corresponde a la némesis del chico irlandés.
Gracias al periplo realizado por los
crononautas, asistimos al original primer encuentro de Mantillo Mandíbulas con
Artemis y Holly, anticipando de forma muy atractiva la posterior amistad entre
estos tres. De igual manera, tenemos el agrado de reencontrarnos con un querido
secundario, en uno de los momentos más sublimes de la saga.
3. Otros
aspectos a tener en cuenta.
Por un lado, tenemos el contraste entre
los dos Artemis, el "viejo" y su versión más joven, lo que nos sirve
para darnos cuenta de cuánto ha crecido como individuo nuestro ex criminal.
Ahora bien, su versión más joven tampoco es alguien detestable, mucho menos
cruel; si bien se nota que cuando se tienen menos experiencias, es más fácil
caer en errores como el orgullo.
Mayordomo, como no, aparece en el
argumento y es a través de su versión del pasado que podemos evidenciar de que
este siempre ha sido alguien noble.
Por otro lado, nos volvemos a ver con ese
otro gran personaje que fue introducido en la entrega anterior: el diablillo
Número 1, ahora convertido en el más grande hechicero de su especie. Solo
gracias a él les es posible a los viajeros realizar el salto en el tiempo.
Asimismo, no puede ser más graciosa la manera de cómo este llega a las puertas
de la mansión Fowl (algo que este humilde servidor tiene todas las intenciones
de ver, ante una eventual adaptación audiovisual del volumen, siempre y cuando
le vaya bien a la película que aún está por estrenarse).
Asimismo, la novela juega con la especial
relación entre el "fangosillo" y la elfa, de mundos, especies y
personalidades tan diferentes, pero a la vez tan parecidos en su gusto por la
adrenalina, que como bien dice el dicho "Los polos opuestos se atraen".
Ya en el primer libro se había dado un leve guiño a este aspecto, de modo que
cuando los acontecimientos los llevan a ambos hacia nuevas situaciones límites,
de manera más fácil salen a flote los sentimientos reprimidos.
También resurge el tema ecológico caro a
este ciclo, tal vez más fuerte que nunca en el presente tomo y en esta ocasión
a través del problema de la extinción de las especies animales, en lo que la raza
humana tiene bastante culpa (agradable, puede resultar ser, apreciar la
información que se nos despliega respecto a zoología y que, como ya ha pasado
antes con datos topográficos y científicos varios, nos demuestra la intención
del autor para sobrepasar la mera entretención....que muy bien podemos aprender
de lecturas como esta, a la par de divertirnos).
Al respecto, nos encontramos con un grupo
de "antiecologistas", sujetos tan retorcidos, que llegan a parecernos
casi caricaturescos en su desprecio hacia la vida que les rodea. Cuando el
libro pasa a las páginas que se les dedican, el tono oscuro se toma con más
fuerza que nunca en la serie, que la malevolencia humana es descrita de forma
atroz y aún así la narración continúa siendo fácil de digerir. Llegados a este
momento, queda claro que desde hace rato, que estos libros han pasado a un
nivel más intenso, dramático y algo que en general dejó de ser un
"producto" dirigido solo a los adolescentes.
Relacionado con todo lo anterior y en
especial con lo del párrafo de arriba, el proceso de evolución espiritual por
el que ha pasado Artemis Fowl, se hace más presente que nunca, cuando este se
cuestiona sus cambios y quién es ahora; puesto que es ahora cuando asume por
completo, la responsabilidad que tiene hacia sus seres queridos.
Por último, cabe mencionar el papel que
toman los padres de Artemis, ahora con mayor relevancia dentro del argumento.
Es así que el viaje en el tiempo, nos permite conocer mejor a Artemis Fowl I
antes y después de su epifanía y, en cambio, dejarnos claro de que la madre del
protagonista siempre ha sido una mujer admirable. Todo esto introduce, en mayor
medida, el tema de la familia y lo que significa el amor entre sus componentes,
en especial en lo que se refiere al maternal/paternal y filial.
4. El nuevo
villano.
Un nuevo malhechor aparece en este
libro, alguien que si bien comparte con sus predecesores el hambre por el poder
y en especial el económico, resulta ser un sujeto por completo sui generis para
la saga.
Damon Kronski es un individuo sin dudas
despreciable, cuyos apetitos enfermizos se presentan en la novela de forma muy
visual: Con sobrepeso y obsesionado a extremos increíbles con el uso de
material animal para vestirse y adornar "lujosamente" sus
pertenencias. Cuando, casi de forma irrisoria, se revela el origen de su
desprecio hacia el reino animal, queda muy bien expuesta su naturaleza errática
y que termina por irse en contra suya.
La
idea de que el ser humano es el mayor y más peligroso depredador del planeta,
queda expuesta en su figura y la de sus socios, quienes han formado un
exclusivo club de mentes desquiciadas... algo que (como dije más arriba), no
habríamos esperado de una supuesta "obrita" de puro escapismo. Al
respecto, bien se podría decir que estamos frente a la entrega más oscura de la
saga, pese a sus elementos optimistas.
No obstante, Colfier nos sorprende y
deja claro que la soberbia humana es solo una minúscula parte del ancho
universo, pues bien sabemos ya los lectores que existe un mundo más allá de la
sociedad humana...Lejos más maravilloso y aterrador que el nuestro. De modo que
el supuesto gran depredador que se cree el criminal, en realidad es otro
eslabón en la cadena alimenticia y una vez que se descubre a la verdadera
mente, detrás de todas las desgracias que están pasando.
5. Palabras
finales.
Se echa de menos (aunque no tanto, la
verdad) a Potrillo, quien no aparece tanto en el libro. De igual manera, sería
formidable reencontrarse con la hermana de Mayordomo, a quien no hemos visto
desde El Cubo B. También me esperaba encontrarme con Minerva y
Doodah Day,
grandes personajes introducidos en La Hora de la Verdad, pero estoy
esperanzado en que reaparezcan en las entregas siguientes.
Por otro lado, cuando estamos hablando de
viajes en el tiempo, se debe ser muy inteligente para amarrar las distintas
rupturas en la continuidad que se han hecho y, al respecto, se puede decir
feliz que lo ha logrado muy bien el artista, detrás de esta serie que ya me
lleva casi un semestre encantado.
¿Qué están esperando para adentrarse en el
mundo de Artemis Fowl?
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