martes, 7 de enero de 2020

Reencuentros con el Paco Rivano (II).


     Sigo con mi repaso personal del libro Narrativa Reunida de Luis Rivano.

5- El Cuaderno de Víctor Hidalgo (1967).

     Corresponde, se supone, al libro escrito por el personaje poeta de las dos novelas con las que comienza el volumen; aunque también puede ser su propio diario de vida, donde de manera muy nostálgica hace referencia a sus recuerdos y reflexiones.
     En sí es un texto casi inclasificable, que no cuenta ninguna historia, salvo la memoria del autor sobre su infancia, introduce uno que otro poema de su autoría (obviamente del propio Rivano). Me habría esperado que fuese el cierre de una verdadera trilogía, sobre los personajes que ya conocemos un buen resto y no este "librito" que a mi humilde parecer se trata de lo más débil de la narrativa reunida del escritor.

6- El Apuntamiento (1968).

     Una novela dura que impacta en la conciencia de los lectores e ignoro si la primera de la literatura chilena, en retratar desde primera línea el submundo de la marginalidad nacional: carteristas, prostitutas, corrupción policial y otros...Todos estos personajes dignos del llamado género negro hollywoodense, pero llevados a la idiosincrasia nacional.
      La historia nos la cuenta su propio protagonista, un muchacho de unos veinte años que rememora su difícil vida en la pobreza, por lo cual llega a muy temprana edad a delinquir. El retrato de su infancia es el de tantos chicos como él, que conocieron desde muy pequeños el dolor y el desamparo, haciéndonos que ese chico a la deriva no solo nos simpatice, sino que podamos comprenderlo y hasta darnos cuenta que las cosas no son blanco y negro... ¿Qué lleva a un chiquillo a robar como primera instancia para sobrevivir? Aquí podemos encontrar una respuesta verosímil a casos como ese.
      Por otro lado, vuelven las prostitutas como personajes recurrentes de la narrativa "rivaniana" (me permito inventar ese adjetivo en honor al autor...¿O ya la acuñaron antes?), que aquí aparecen tres como personajes secundarios y muy distintas todas ellas entre sí; cada una formando parte de la historia del protagonista y ayudando a definirlo para reconocerlo como un sujeto completo y no un retrato plano de un puro delincuente de tercera (sino que un ser humano, que también necesita de otras personas para escapar a la soledad y acercarse a su manera a la felicidad).
      No se puede dejar de lado el tema de la homosexualidad presente en la historia, abordado desde la problemática de la prostitución masculina y de chicos como el protagonista que no se consideran "maracos" o "mostaceros" (en aquellos años faltaba mucho como para que apareciera el término "gay" y todo aquello del orgullo...), pero que para sobrevivir buscan hombres mayores y adinerados. Cabe mencionar que considerando todo esto, tales prácticas son tratadas en las novelas como algo tan sórdido, cual otras que aparecen en sus páginas.
     No hay moraleja detrás de todo esto y los personajes no buscan compasión, solo sobrevivir un día más en esa selva humana en la que se desenvuelven. Eso sí, encontramos todo tipo de calaña entre sus habitantes, que en algunos aún queda nobleza y, en muchas ocasiones entre sus peores habitantes están los policías (de investigaciones, que no los carabineros, como bien lo deja claro el texto; puesto que los primeros se aprovechan de los delincuentes de poca monta, para extorsionarlos y ganar dinero extra con ellos).
     El nombre del libro hace referencia a las citas entre estos agentes de la ley codiciosos y parásitos, con sus víctimas para sacarles plata y de ese modo hacer oídos sordos con sus fechorías o "protegerlos" de otros agentes; so pena de mandarlos preso en caso de no darles en el gusto...Y es que cabe mencionar que el protagonista nos cuenta su historia, al estar compungido por no tener dinero para pagarle a su "tira".
      Mucho más que en los otros relatos ya leídos, abunda la jerga, la mayoría de las veces llena de metáforas dentro del lenguaje coloquial y tal como la podemos encontrar en el español de Chile hoy en día. Por lo tanto, quien no se maneje en dicho lenguaje, agradezca el glosario que se incluye al final del tomo.
      Se trata, sin dudas, de una obra desgarradora y apreciable solo para los valientes que se atreven a indagar en esta realidad sucia, oscura y húmeda, aunque real y donde muchas veces la esperanza no existe (a diferencia de las dos primeras novelas que abren este tomo). Los amantes de ese cine gringo de acción e intriga y con parias como protagonista lo amarán, así como aquellos que en carne propia se han codeado con su gente, valorando esos códigos desconocidos para los otros o, en el mayor de los casos, los lectores (como este servidor); todos ávidos de buenas historias y bien contadas sobre mundos fronterizos al nuestro que no podemos ignorar


 6- Tirar a Matar (1971).

     Desde que comencé a leer este libro y me reencontré con la particular narrativa del "Paco", no vacilé en soñar con que ojalá en un futuro cercano hicieran alguna excelente producción cinematográfica, basada en sus obras. Su díptico sobre los carabineros sería genial verlo al menos en la pantalla chica, como buenas miniseries de calidad, pero con lo desvalorizado que están cada vez más sus miembros entre la población nacional, bien difícil que ello sea posible...Sin embargo sus textos sobre delincuentes, uf, tienen todos los elementos como para realizar una obra llena de acción, intriga, violencia, sexo, drogas y personajes llamativos. Definitivamente me imagino a alguien como Tarantino llevando a escena estas ficciones tan llamativas ¿Por qué los productores chilenos no le echan el ojo a estas joyitas y se aseguran una historia de calidad? Supongo que por cuestiones de derechos o pura ignorancia.
     La novela está contada en primera persona, como las otras ya reseñadas, por su protagonista y por ello viene a ser otra confesión desde lo más hondo del corazón de un sujeto sumido en el submundo de la delincuencia. No obstante, la narración de Roberto Placilla no es la de un ladronzuelo como en el caso anterior, sino que la de un verdadero hombre de temer: alguien que trabaja como guardaespaldas armado, para gente que vende drogas duras y realiza tráfico de otras cosas. 
     El personaje es alguien curtido que tal como el protagonista del texto anterior, nos da un paseo por su pasado hasta llevarnos a su presente, justo cuando ahora su mayor debilidad es la mujer de la que se ha enamorado. Y es que como en los clásicos melodramas románticos, la chica pertenece a otra condición social, que los separa en muchos sentidos, si bien ella le corresponde
     Ahora bien, a diferencia del prostituto y ladronzuelo de El Apuntamiento, este otro es un hombre culto e inteligente, autodidacta (ama leer, el cine y los tangos, como buena proyección del propio Paco Rivano). Además, cosa rara, por mucho que en él la violencia esté a flor de piel, posee una sensibilidad mayor que en más de una ocasión lo llevará a las lágrimas. Empero, mantiene ese machismo hoy despreciables por donde se mire (como un particular episodio, en el que el protagonista actúa como un verdadero energúmeno), que acusan otros personajes del autor, al igual que la homofobia que en aquellos años los "machos alfa" ostentaban y se hacían ver cual actitudes normales y/o aceptables entre sus pares. Pero toda esta mezcla en alguien tan complejo como Roberto, reflejo de nuestra propia humanidad llena de matices, es clave para identificar a un sujeto que tal como lo muestra esta novela y otras del volumen que estamos revisando, no es alguien que está satisfecho con su existencia y eso lo hace alguien infeliz; además, por mucho que su situación sea mejor que la de otros personajes "rivanianos", Roberto está en constante contradicción consigo mismo (por cierto, su inteligencia lo lleva a formidables reflexiones sobre sí mismo, quienes lo rodean y la vida misma, dignas de tener en cuenta por el lector ávido de pasajes literarios poéticos e ideales para copiar y citar).
     En lo que va de esta "Narrativa Completa", por fin tenemos a un personaje femenino de verdadero peso dramático y en este caso corresponde a la amada de Roberto. Beatriz (¿Algún homenaje a la famosa amada de Dante, del mismo nombre, salida del poema épico medieval La Divina Comedia?) es alguien que nos demuestra, por un lado, que en todas las escalas sociales hay personas infelices y, por otro, por fin ahonda en la psicología femenina para diferenciarla del primitivismo masculino y su incapacidad natural (de una buena parte de mi género) para ser verdaderamente empático con las féminas. 
     Por cierto, el autor vuelve a mencionar la novela Espartaco y a su película, haciendo paralelismos entre este clásico y los pensamientos de su protagonista. Por otro lado, también se hace alusión directa a Hijo de Ladrón de Manuel Rojas, autor con el cual quien aquí escribe ya había relacionado a Rivano; interesante viene a ser cómo el mismo personaje principal, se compara con el protagonista de la novela de Rojas, que ambos han pasado por distintos tipos de miserias, si bien sus decisiones para enfrentarlas han sido tan diferentes.


 7- La Yira (1973).

     Definitivamente Luis Rivano era un genio, un artista que pese a sus galardones y reconocimiento entre literatos, no tuvo el aprecio más masivo que se merecía. Es así que el talento del escritor se puede apreciar, también, en la manera de cómo tomó un personaje secundario de su novela El Apuntamiento, para darle su propia historia ybdonde darle el papel principal. Luego, por primera vez en su narrativa, el argumento gira en torno a una mujer y no se trata de cualquiera, sino que resulta ser Nancy, la joven prostituta que tuvo un romance con el recordado Vinizio.
     Yira es otro nombre para referirse a una "trabajadora sexual", término que en todo caso dejó de usarse en la jerga chilena. De este modo, la yira es la chica que ya conocimos, quien ahora nos cuenta su vida y en lo que nos enteramos de que cuando estaba con "el Italiano", era una menor de edad, acabando su relato cuando solo tiene 17 años.
    Como otros hijos literarios del Paco, la pobre muchacha nos confiesa su infancia miserable, quizás incluso más desgraciada que la de sus pares. El retrato de su pobreza es lamentable, que habla de violencia intrafamiliar y de una espantosa violación que golpea de frente al lector. Enfrentada a una existencia tan difícil, como era de esperarse, la chiquilla se inicia pronto en la prostitución, revisitando el lector a otros personajes ya conocidos, ahora vistos desde otro ángulo.
     Los vejámenes a los que se ven expuestas mujeres como ella, se hacen presentes y el retrato de su actividad ilícita, logra verse ahora desde el punto de vista de las mujeres, otro logro para el artista a la hora de reflejar todo este infierno con gran humanidad. Encontramos solidaridad y fraternidad entre mujeres, donde los hombres pocas veces se describen y comportan como personas sensibles.
     Si de relaciones interpersonales entre este género vamos a hablar, cabe mencionar la introducción del tema del lesbianismo, que aquí a diferencia de la homosexualidad masculina y como se vio en otros textos de Rivano, es más un recurso para encontrar el afecto perdido, que puro placer carnal y utilización egoísta del amante (tal como lo describe el autor cuando se refiere al sexo entre hombres).
     Asimismo, destaca la mirada de la protagonista, que en vez de enjuiciar a quienes la han atropellado, exhibe una manera de sentir compasión hacia ellos, encontrando en sus congéneres la soledad que los iguala a todos y lo que la hace sentir esa empatía que la caracteriza. Por esta misma razón, la muchacha es capaz de perdonar, incluso, al hombre que más la dañó, siendo que de ese modo la narración termina con una cuota de esperanza.
     También cabe destacar el papel que cumple en esta historia la religión institucionalizada, ella con un cariz negativo mayormente y que vemos encarnado en un personaje pusilánime y detestable por su fanatismo e ignorancia (estos últimos dos defectos, con los cuales muchas veces se tilda a los creyentes o que se pueden encontrar en verdad entre sus filas). Siendo este el segundo texto de los leídos del autor, luego de Bajo el Signo de Espartaco, en tratar este tema, es fácil darse cuenta del ateísmo o malestar con las iglesias (cristianas) por parte de Rivano.
    Por cierto, pese a todo lo dramático que llega a ser este texto (¿Cuento o novela corta?), volvemos a encontrar momentos de humor, lo que se agradece entre tanto pesar.

2 comentarios:

  1. Saludos Elwin, aquí murinus2009.

    Esta siguiente serie de libros de Luis "Paco" Rivano es más como lo que yo esperaria de un ex agente de la ley: historias mostrando el lado brutal de la humanidad.

    Definitivamente coincido contigo Elwin estas historias da para una serie o películas de estilo Noir, me extraña que no se hayan adaptado ya, veamos:

    El Cuaderno de Víctor Hidalgo.
    Aquí parece que Rivano se dispuso hacer una continuación y luego ya no, por lo que comentas Elwin creo que este me costaría mucho leerlo.

    El Apuntamiento.
    Lo que narras aquí se parece mucho al México desde los 40s. (O quizá desde siempre) Hasta la fecha.
    Todo lo que describes sobre marginales sin esperanza de lograr algo en su vida y su ambiente, es idéntico, con el agravante de que desde unos años hacia acá muchos de esos marginales como el protagonista narrador, son usados por los narcos como sicarios.
    Lo de la policía de investigación también es exactamente así aquí
    A diferencia de los otros policías preventivos o seguridad pública de aquí, los de investigación hasta tienen apodos distintivos:
    -Judas, cuando eran Policía. Judicial les cambiaron por Policía de Investigación pero son lo mismo...
    -Per-judiciales.
    Sus tácticas de investigación eran la tortura al sospechoso o el secuestro y tortura de parientes del sospechoso.
    Tambien extorsionan a los delincuentes pidiéndoles parte del botín a cambio de no entregarlos, en estos casos se llaman, tanto el agente como el ladronzuelo "madrinas".

    Tirar A Matar.
    Este personaje es todo un antihéroe, un tipo duro metido en trabajos mortales y que además es alguien con cierta sensibilidad, creo que al igual que dices amigo, quedaría una muy buena serie con Roberto como protagonista.

    La Yira.
    No había escuchado este apelativo para referirse a las que ejercen esta profesion.
    En México se les llama:
    -Damas de la Noche.
    -Mujeres de la Vida Galante.
    Medio peyorativo:
    -Huilas.
    -Suripantas.
    Y los que ya son insultos...
    Da curiosidad ver cómo le quedó esta historia a Rivano, no es común que los hombres retraten a la chicas de este gremio como protagonistas o yo al menos no recuerdo muchas.

    Gracias por esta segunda Entrada Elwin, ahora a buscar la 3.

    Nos vemos.

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    Respuestas
    1. Profundizando en la narrativa de Rivano, uno en verdad lamenta que no haya escrito más novelas y cuentas, si bien su teatro es maravilloso. En YouTube encuentras la película que se hizo para la TV chilena de su pieza "Te llamabas Rosicler", que te recomiendo harto.

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