sábado, 5 de enero de 2013

Nuestro lugar en el mundo.



     En 1998 irrumpe en el panorama literario el escritor inglés China Miéville, quien casi desde su primer trabajo logró provocar un impacto positivo en el público y la crítica, gracias a su poética prosa, mezclada con elementos grotescos (violencia gráfica y elementos gore propios del cine de terror, cómics y otras expresiones artísticas y culturales del mundo contemporáneo), la crítica y sátira social de izquierda y personajes lo suficientemente bien desarrollados como para atraer al lector.  Esta primera obra con la que el autor con más aspecto de rockero que de literato (rapado, con aros y tatuajes, como además musculoso), corresponde a su novela de fantasía para adultos El Rey Rata, especie de continuación del clásico cuento de hadas El Flautista de Hamelin de los hermanos Grimm y el cual en todo caso estaba basado en una oscura leyenda medieval como gran parte de sus textos recogidos de la tradición oral.
    La novela trata sobre un hombre común y corriente, Saul, un tipo cualquiera sin mayores atributos, quien de regreso a su casa paterna, se encuentra con la desagradable sorpresa de que su padre ha muerto en situaciones sospechosas, convirtiéndose él en el primer sospechoso del aparente asesinato.  Cuando es llevado detenido mientras se espera saber la verdad, irrumpe como por arte de magia un extraño individuo quien le dice tres cosas: primero que es el rey de las ratas, segundo que es su tío y tercero, que el verdadero culpable del fallecimiento de su padre anda detrás suyo para también eliminarlo.
   Tío y sobrino escapan y así el protagonista inicia un viaje sin retorno en el cual descubre sus olvidadas raíces, conoce la oscura figura de quien desea su exterminio y lo más importante, asume su lugar en la tierra tras una vida llena de insignificancias hasta el momento.  Conoce además el mundo desde un nuevo punto de vista, oculto a los ojos del resto de los mortales: una ciudad subterránea llena de catacumbas, que pareciera ser un leiv motiv tan caro a los autores ingleses desde el clásico La Máquina del Tiempo de H. G. Wells con la polis troglodita de los morlocks, pasando por Neverwhere de Neil Gaiman y la saga de Túneles de Roderick Gordon y Brian Williams.
    Considerando la anterior, es que la ciudad de Londres donde es ambientado el libro, cobra un especial protagonismo, tal como en Imagica del también muy inglés Clive Barker; en ambos textos el antiguo y cosmopolita centro urbano se abre para los personajes y los lectores, como un sitio donde lo sobrenatural, lo maravilloso y lo grotesco se encuentran ocultos, pero vivos, otorgándole su especial impronta.
    Quien persigue a Saul, resulta ser nada menos que el Flautista de Hamelin, un ser para nada amable, quien sólo desea tener control sobre las cosas e incluso su destrucción, puesto que no sólo es enemigo de los roedores, si no que de toda criatura viviente.  Este personaje es descrito con una completa falta de atractivos físicos y psicológicos, salvo en su experto dominio musical, aparte de su gran fuerza que sólo usa para lastimar.
    A lo largo de su periplo entra en conocimiento de una historia que tristemente no era ficción como se creía.  Además no sólo el Rey Rata y el Flautista son los únicos seres extraordinarios que habitan en el mundo: también están Ananzi, el señor de las arañas y Loplop, quien manda entre las aves (se menciona a otros seres del mismo tipo, pero no aparecen más dentro de los acontecimientos).
   Miéville, tal como su compatriota y colega Neil Gaiman (otro artista con aspecto de rockero, pero más chascón y delgado), toma acá la tradición oral folclórica y religiosa, para darle un corpus más literario y artístico, sin olvidar tampoco brindarle su aspecto mucho más adulto, ya sea en el desarrollo de los temas presentes, como en el dramatismo otorgado.  Si bien desde sus inicios las historias de las que se nutren estas obras actuales poseían un claro elemento terrorífico (a Caperucita Roja se la quiere comer el Lobo, lo mismo que la bruja desea hacer con Hansel y Gretel, por no mencionar otros casos), hace ya un buen tiempo que se vienen creando historias inspiradas en cuentos de hadas, pero quitándoles su carácter más ingenuo y convirtiendo a sus protagonistas en mayores de edad.  Es así como bien en el cine actualmente se están estrenando películas que cumplen con estas características, tales como La Chica de la Capa Roja, Blanca Nieves y el Cazador y Hansel y Gretel cazadores de Brujas.  El mismo Neil Gaiman ha escrito por lo menos una obra inspirada en los cuentos infantiles, pero todo visto desde los ojos del mundo actual: Coraline. A su vez en sus libros Los Hijos de Ananzi y Dioses Americanos de igual manera usó a Ananzi dentro de sus personajes.
Portada del primer número de una
serie de cómics guionizada por Miéville.
    Este primer libro ya muestra algunos de los intereses literarios e intelectuales de su autor, como por ejemplo en el protagonista de la novela y el diseño de su personalidad, tal como el científico de su obra más famosa, La Estación de la Calle Perdido.  Ambos son personajes que viven dentro de cierta clandestinidad, supuestos perdedores que se ven enfrentados a un gran reto que hace salir de ellos al héroe que llevan dentro, puesto que además los acontecimientos que se han ido desarrollando a su alrededor los sienten como parte de su responsabilidad, teniendo que resolver los conflictos al respecto.  Los dos seres aparentemente son poco atractivos, no obstante son inteligentes, de carácter amable y valientes (puesto que las circunstancias y los sentimientos de culpa y responsabilidad  les hacer sacar lo mejor de sí mismos).  Por lo tanto, a lo largo que transcurren los hechos, los protagonistas de las dos novelas descubren su papel en el mundo, asumiéndolo, aún a costa de sacrificios, lo que conlleva a que la vida que hasta hace poco tenían, ya no vuelva a ser la misma; en otras palabras, se podría decir que el camino a la autenticidad, lo que significa reconocerse a sí mismo, consiste en adaptarse, cambiar frente a lo que se avecina, pues como dice el dicho “camarón que se duerme, se lo lleva la corriente”.
    Otro elemento que comparten los dos textos, es la preponderancia que le otorgan al arte, como una manera de expresión de la individualidad y comunión con los demás.  Si en La Estación de la Calle Perdido es la escultura la que cumple un rol importante, es en El Rey Rata que la música (considerada una de las manifestaciones artísticas más sublimes y universales que existen) cumple un verdadero rol dentro de la novela.  Por lo tanto Miéville se da el gusto en su primer libro, de hacer que varios de los personajes del libro sientan su misma pasión por la música, específicamente el llamado Drum´ n Bass, estilo de corte electrónico y bailable (el autor no deja de hacer los agradecimientos respectivos a quien lo maravilló con dicho arte).  Tanto Saul como sus amigos, en especial Natasha, quien será la herramienta usada por Pete, el flautista, para sus oscuros designios, disfrutan de este pasatiempo.  Es así como retomando la idea mítica y legendaria desde las historias de Orfeo, pasando por el original Flautista de Hamelin, de que la música puede encantar a humanos y bestias, el escritor convierte esta expresión de arte en el elemento unificador de todas las tramas y personajes de su obra; pero como también es una obra que posee características propias de la literatura de terror, hace que la misma música pueda convertirse en un medio para el control y la tortura (lo que no es algo nuevo, puesto que se sabe que algunos torturadores hacen escuchar una y otra vez el mismo tema a sus víctimas, provocando en vez de placer, verdadero sufrimiento).  Considerando que Pete hace uso de sus talentos para el mal, se puede observar acá la idea de que en el artista bien puede estar presente cierta oscuridad en su interior, por no hablar de una insanía que raya en la locura (necesariamente los artistas no son las personas más “normales” del mundo); así la música como recurso para controlar  a las masas (tal como la usa Pete), se traduce en esta novela en una extrapolación del poder cuasi hipnotizador de las malignas figuras, que a lo largo de la historia con sus discursos han influenciado negativamente sobre el pueblo: Hitler, Stalin, Rasputin, por no mencionar una larguísima lista que incluso llega hasta mi propio país Chile.
    Tanta referencia técnica al Drum´ n Bass, bien puede llegar a aburrir al lector no iniciado, incluso hasta más o menos la primera mitad del libro, la lectura se hace lenta y pareciera que el texto no va a terminar bien; no obstante cuando Pete comienza de lleno a hacer de las suyas y demostrar su verdadera crueldad, el libro se torna mucho más interesante e impresiona ante la descripción gore de sus acciones; vez que se enfrentan Saul con su contrapartida, la narración se convierte en un vehículo que corre a gran velocidad, sin importar las consecuencias sangrientas que pueda provocar.
    Siendo una primera novela algo breve (poco más de 300 páginas en su edición en español), no es un libro que tenga tantos personajes y se les dedique mayor desarrollo, si bien se podría decir que la trama pende de la presencia de tres personajes masculinos, quienes tal como en una tragedia griega o en un western, chocan entre sí en cuanto a sus voluntades y deseos: Saul, el Rey Rata y Pete.  De este modo, la trama se desenvuelve en base a lo que realiza cada uno de ellos y la oposición de estas tres fuerzas, tres oponentes que representan manifestaciones diferentes de la naturaleza masculina de acción y reacción.  Los tres desean el control de lo que los rodea, siendo que el Rey Rata pretende recuperar el dominio perdido hace tiempo de sus súbditos; Pete el vasallaje de todo lo que se le antoja, sin importarle que ello signifique la destrucción y el caos; mientras que Saul, más humilde, busca el poder sobre su propia vida, para llegar a cierto orden que siente perdido tras la irrupción de los otros dos varones en su existencia. 
    Aparte de su gusto por la música e interés político, es sabido que China también siente pasión por el mundo de los cómics; de este modo en determinado momento, Saul se ve a sí mismo como a un personaje salido de una historieta de superhéroes.  Así Saul cual uno de estos personajes en sus orígenes, adquiere sus bizarros poderes, sin no antes tener aprender a dominarlos y conocer a su Némesis. Lo anteriormente descrito, puede verse como un homenaje del autor a las historietas, siendo que dentro de su autoría se encuentra un especial de Hellblazer, consagrado cómic de origen igualmente inglés para adultos, que cuenta las aventuras del médium John Constantine, en la línea Vértigo de DC cómics; además es el escritor encargado de revitalizar con sus historias a un particular superhéroe del pasado de DC, en el cómic Dial H.
    El mismo nombre de Saul, de claras connotaciones bíblicas, le otorga su carácter mesiánico al personaje, quien debe resolver los problemas que traen las figuras del Rey Rata y Pete con sus intervenciones.  Es así como al final de la obra, Saul, ya cumplida su tarea, opta por una alternativa que bien demuestra la calidad de su corazón.  Con el acto final del protagonista, Miéville, deja claro su pensamiento político de que la monarquía es algo atrasado, que corresponde a otro tipo de totalitarismo que debe ser erradicado y que sólo es posible la justicia y la armonía cuando el pueblo tiene en sus manos la libertad para decidir su destino por sí mismo.


El talentoso autor dando una conferencia.

6 comentarios:

  1. Amigo,
    Encontramos otro caso de diferencias.
    Sin duda sus textos son interesantes, pero no ha sido capaz de cautivarme, incluso a ratos lo que me ha generado es decepción.
    A mi parecer sus libros parten con grandes promesas que no me queda claro que cumpla. Siendo honesto puede ser un caso de espectativas... uff siempre las espectativas.

    Un abrazo

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  2. Qué increíble lo que dices, Iván. Bueno, cada vez me queda más claro que la apreciación estética es algo tan subjetivo. Quizás debas darle la oportunidad a sus cómics, que a lo mejor sí puedan llegar a cautivarte (yo quiero PURO leerlos).

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  3. Se nota que te gusta de lo que escribes, me ha entretenido muchísimo tu artículo=)
    Te dejé la respuesta de lo que me pediste en mi blog, si no te resulta me avisas.
    Saludos.

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  4. Muchas gracias, Damablanca, por pasearte por acá. La verdad que lo del blog es una de mis pasiones y supongo que tú lo has descubierto con el tuyo. Vi que publicaste algo más de Brianne, pero como aún no leo "Tormenta de Espadas", no quiero "contaminarme" con información. Vi hace rato que me contestaste mi petición, pero no supe solucionar el entuerto...¡En fin, a ver si cuando visite a otro amigo experto, me pueda ayudar!

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  5. Una historia interesante como la estacion de la calle perdidoobra que tambie ansio leer con muchas ganas.

    En cuanto a lo que mencioabas sobre la musica, de que asi como tiene la facultad de general placer al oyente como una pieza artisticamete sublime, puede torturar, eso me recordo a los caballeros del zodiaco, que existia mas de algun personaj que podia torturar a sus enemigos por medio de la musica.

    Atte. Fabian Ibarra

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  6. Pues, Fabián, este autor ha sido toda una grata sorpresa para mí, lo cual en todo caso se lo debo a mi amigo Marcelo "GAIO" López por recomendármelo. Lo que más me gustaría, sería leer y tener sus cómics para DC. Ojalá pronto puedas disfrutar de sus escritos.

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