Maestros del Horror 12: "Haeckel's Tale" de John McNaughton (El Cuento de Haeckel).

12.1- El Director.

     Pese al evidente talento de McNaugthon, quizás a esté SÍ que le quede grande el nombre de “Maestro del Horror”, en especial cuando se le compara con el resto de sus colegas y con los cuales le tocó codearse durante esta exitosa primera temporada del programa.  La razón de hacer una afirmación tan tajante, es que apenas a la fecha en la cual había filmado  y estrenado este mediometraje (si bien de muy buena calidad), poseía en su no muy extensa filmografía sólo dos verdaderos filmes de terror, mientras que el resto de su obra se desenvolvía entre sobrias películas de suspenso, drama y comedia (si bien comenzó su carrera haciendo muy interesantes documentales de bajo presupuesto, sobre famosos asesinos y criminales de su país).

    Como la mayoría de los cineastas invitados a contribuir en esta serie, este director comenzó en el cine independiente, siendo su ópera prima la que de inmediato lo hizo ser el punto de atención de la crítica y los seguidores de filmes de fuerte calibre; por otro lado, es evidente en su breve carrera fílmica, su gusto por la sangre y la truculencia, lo que bien se puede observar en su trabajo que inspira la crítica de hoy; por otro lado, pese a su adicción por el gore, es evidente su preocupación hacia el desarrollo psicológico de los personajes, lo que se observa claramente desde su primera cinta, así como queda de manifiesto su capacidad para incursionar en diversos géneros como los ya mencionados.

     Puede resultar interesante saber que este artesano del séptimo arte, oficia no sólo como director de sus trabajos, si no que además como guionista, productor e incluso compositor de las bandas sonoras de sus obras (al más puro estilo de John Carpenter).

    Dentro de su pequeña incursión en el terror y el suspenso se pueden nombrar las siguientes películas:

• Henry, Retrato de un Asesino (1986): Basada libremente en la vida del tristemente célebre psicópata gringo Henry Lee Lucas, contándonos acerca de Henry, un hombre de apariencia normal, quien junto a su amigo también enajenado, se embarca en una ola de crímenes de tipo misántropo, si bien igual uno que otro varón cae en su manos.  La vida del protagonista entra en conflicto cuando conoce a la hermana recién separada de su compinche en el sadismo, lo que lleva al trío a un destino completamente infeliz.  En su momento, la cinta logró varios premios en festivales, no obstante la dureza de sus imágenes explícitas para la época, le trajo varios problemas, como dificultades en su distribución y censura en varios lugares del mundo.  La película no sólo pretendió mostrar una tragedia llena de violencia gráfica, si no que también ahondar en la miseria personal de las tristes existencias de sus protagonistas.  El filme lazó al estrellato no sólo a su director, si no que a su actor principal, Michael Rooker, obteniendo éste una muy interesante filmografía en el cine y la televisión (La Mitad Siniestra, El Coleccionista de Huesos y la serie The Walkind Dead), aunque para lo imponente y atractivo de su figura de antaño, hoy en día se le vea increíblemente envejecido.
• The Borrower (1991): Otro filme de bajo presupuesto de su autor, quien luego saltaría a hacer películas de producción millonaria y con actores cotizados como Bill Murray, Robert de Niro y Umma Thurman, entre muchos otros más.  Trata sobre un criminal alienígena, quien es castigado siendo enviado a la Tierra para vivir en el exilio; es entonces que debido a sus claras diferencias biológicas con la vida en nuestro planeta, su cabeza explota al entrar en contacto con la atmósfera, sin embargo el ente aún sigue vivo y comienza a matar humanos para poseer de nuevo un “apéndice” de estos.  El filme posee increíbles efectos especiales muy sangrientos y ganó varios premios al respecto (por cierto, famosa es su escena de la cabeza del perro).
• Criaturas Salvajes (1998): Un profesor es acusado por su alumna de violador, lo que por supuesto hace su vida difícil como nunca; entre medio se cruzan la madre de la chica, así como una amiga de la adolescente y un policía corrupto.  La trama está llena de giros inesperados, los que incluyen sangre y mucho sexo.  La película en su momento consiguió bastante éxito, en especial por su suspenso, erotismo y excelente casting, entre los que se incluyó a Bill Murray (con quien ya había trabajado el director y luego haría otro filme), Kevin Dillon, Kevin Bacon y las preciosuras Denise Richards y Neve Campbell (que en esta obra no vacilaron en representar lujuriosas escenas de lesbianismo).
• The Harvest (2013): Su esperado regreso al cine de terror, si bien también es una obra con mucho suspenso, aunque está todavía por estrenarse.  Cuenta con las actuaciones protagónicas de Samantha Morton y Michael Shannon (el General Zod de la nueva película de Superman, aún también por llegar a las salas de cine).  Trata sobre un matrimonio, cuyo único hijo sufre de una extraña enfermedad que lo tiene recluido en casa; todo va relativamente bien en la familia, hasta que llegan al lado de estos sus nuevos vecinos, quienes cuentan con una hija pequeña, la cual hace amistad con el niño, lo que no llega  a ser muy del agrado de la sobreprotectora madre.  Según cuentan los anticipos, el filme resulta ser una verdadera obra de arte, pese a contar tan “sólo” con 10 millones de dólares de presupuesto. 

  

  Así se llamó la segunda película de
  McNaugthon en Latinoamérica.

12.2- La Película.

      Estrenada el 27 de enero de 2007 originalmente, corresponde a la adaptación para la televisión de un verdadero “Maestro del Horror”: el escritor y también director de cine, Clive Barker, quien escribió este cuento corto y el cual fue publicado en una antología del género junto a otros autores (Hellraiser, Nigthbreed, The Lord of the Illusions, Candyman y The Midnigth Meath Train entre las mejores versiones cinematográficas de su trabajo escrito, siendo el mismo Barker el director de las tres primeras).

     Originalmente iba a ser dirigida nada menos que por otro consagrado talento de este tipo de historias, George Romero, puesto que además este penúltimo episodio de la primera temporada de la serie trata sobre zombies, justamente el subgénero que popularizó Romero, como también le dio popularidad a éste; no obstante problemas de última hora lo alejaron del proyecto, por lo que tuvo que ser reemplazado con celeridad por McNaugthon (aunque para nada con malos resultados, al contrario).  Por lo que se puede ver al querer traer al maestro Romero a la serie, en una historia más de zombies en el programa, es evidente el interés hacia el tema y el aprovechamiento del furor por estos en la actualidad, siendo éste el tercer mediometraje de la serie dedicado a los muertos vivientes en lo que va del primer año (mientras que de los vampiros nada, salvo una rara variación de estos en la segunda temporada).

    Al igual que muchos textos clásicos, este episodio pretende dejar una enseñanza, lo que se acentúa al ser una historia de época (principios del siglo XVIII).  En él una supuesta nigromante le cuenta a un acomodado hombre un relato, luego de que éste acude a sus servicios para que le traiga de la muerte a su esposa recién fallecida.  Es así cómo la mujer en un intento de quitarle al viudo sus ganas de jugar con lo sobrenatural (como dice el viejo adagio tantas veces abordado en este tipo de narraciones: ten cuidado con lo que deseas), le cuenta a su visita el caso de un curioso y soberbio médico que busca conocer los secretos de la vida y la muerte, con el correspondiente conocimiento para traer desde el Más Allá a los fallecidos.  Es así como este capítulo de Maestros del Horror se constituye en una historia dentro de otra y donde puede ser que la moraleja no sea muy del gusto del oyente.  En el segundo nivel (el que le da título a este episodio y al cuento original) vemos cómo el protagonista logra pasar una lluviosa noche en una cabaña apartada en un bosque, muy cerca de un cementerio, y allí descubre el horror que se oculta tras las perversiones de la bellísima esposa de su anfitrión.

     Tal y cómo le gusta al escritor británico hoy residente en USA, la trama de este chocante y  morbosamente erótico capítulo, aborda las obsesiones recurrentes de su autor, quien una vez más escarba en la extraña naturaleza humana, la cual nos lleva a retomar los instintos por sobre el raciocinio; a su vez en este capítulo, bien logra verse la idea de Clive Barker de lo monstruoso, pero tantas veces atractivo, que resulta ser la sexualidad llevada a sus máximas expresiones.  Por otro lado, está claro en esta historia la concepción freudiana, que abraza sin tapujos el escritor, de que muerte y sexo se encuentran relacionados; así como también la “certeza” de que el amor es un sentimiento capaz de llevar al ser humano a tomar las decisiones más “aberrantes” que puedan surgir de nuestras personas.

    Por otro lado, queda claro en este episodio la intertextualidad presente respecto a Haeckel y el doctor Frankenstein: siendo el primero una extrapolación del famoso científico literario, cuya osadía de parecerse a Dios y sobrepasar sus limitaciones, le consiguieron la desdicha y la perdición.  No obstante, aparte de tomar al hijo ficticio de Mary Shelley como fuente de inspiración, llama la atención fuertemente cómo Barker pone al mismo nivel del soberbio científico, al brujo charlatán acá tan bien interpretado por Jon Polito, mostrándose a ambos como distintas caras de la misma moneda: los dos juegan con las fuerzas de la naturaleza en un afán egocéntrico y si bien sus disciplinas poseen diferente origen, a la larga una y otra se convierten en un arma de doble filo.

    Considerando lo anterior, este episodio posee algunos de los momentos más gore de la primera temporada del show, en conjunto con un erotismo tal, siendo que su particular mezcla sólo lo llegarían a poseer otras joyitas en la serie, como la ya mencionada Jennifer de Dario Argento y la historia que para el próximo mes será comentada en estos escritos dedicados a Maestros del Horror.  A su vez el capítulo posee un leve toque de humor negro.  Mención aparte merece la “guagua” (bebé en la zona del mundo en que vivo) zombie, claramente inspirada en los grotescos diseños de H. R. Giger.

    A todo esto, El Cuento de Haeckel fue burdamente conocida en Chile como Amantes del Ultratumba.

    Para finalizar, esta obra pretende homenajear en su atmósfera y estética al cine clásico de terror de la extinta productora británica Hammer, famosa por sus cintas de terror y de época, gracias a las cuales talentos como Peter Cushing y Cristopher Lee brillaron.

El director de este episodio altamente recomendable.